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Departamento de Educación Física y Deportes
Colegio Claret Aranda
BLOQUE I: HISTORIA DE LA A.F. Y EL DEPORTE.
TEMA: EL ANTIGUO OLIMPISMO
INTRODUCCIÓN:
Los JUEGOS OLÍMPICOS son, todavía hoy, la mayor manifestación de índole cultural del mundo.
Sus orígenes como fiesta religiosa se pierden en remotas épocas, los grandes héroes de las
disciplinas dejaron sus nombres grabados en las rocas y durante su celebración la paz reinaba
toda GRECIA. Y la fascinación de un solo hombre ha posibilitado que esta fiesta ancestral de
comunión, competencia, juego limpio y grandes gestas llegue cada cuatro años a nuestras
vidas despertando el espíritu de movimiento, la fascinación por las grandes gestas de muchos
de nosotros. Descubriréis, con este tema los orígenes, las pruebas que lo componían, su
evolución, sus campeones, su instauración moderna, su utilización por parte de los políticos y
mucho, mucho más.
CONTEXTO Y SITUACIÓN:
Los Juegos olímpicos en la antigüedad (llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia)
fueron fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en la antigua Grecia (776 a. C. 392 d. C.) en honor a los dioses mayores. En ellos participaban atletas venidos de numerosas
polis, que debían ser ciudadanos, sólo hombres, y no haber cometido delitos de sangre.
Existen muchas leyendas a cerca del origen de los antiguos Juegos Olímpicos. Una de ellas
asocia los primeros Juegos con el concepto de la antigua Grecia de εκεχειρία (ekecheiria) o
Tregua Olímpica. A pesar de que el año 776 a. C. es en el que se tiene el primer testimonio
escrito sobre el vencedor, las opiniones de académicos la sitúan en un intervalo entre el año
884 a. C. y el 704 a. C.
LAS PRUEBAS:
Se estima que durante las 8 o 10
primeras
ediciones
la
única
prueba que existía era la del
estadio. Esta era una prueba de
velocidad de 192m
que se
disputaba en una pista recta que
tenía en la salida una especie de
“bordillo” de salida.
Posteriormente se introdujo, en el
año 724 a.c. , el diaulo, carrera de
dos estadios y en el 720 a.c. el
dólico, carrera de resistencia que
en un principio era de 1500m, pero
que acabó siendo de 3840m
(distancia correspondiente a 20
vueltas.
Se añadió la hoplitodromía (de hoplita, soldado de infantería griega), una carrera con
armamento, servía como preparación para la guerra. Los participantes, exclusivamente adultos,
corrían entre 384 y 768 metros armados, al principio con escudo, casco y grebas 1 ; más tarde,
solo con escudo. A este conjunto de pruebas, junto con los saltos y lanzamientos, se
denominaban agones atléticos.
1
Armadura parecida a las espinilleras que protegían las piernas
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El salto de longitud se realizaba, como en nuestros días, sobre un foso de arena. La carrera era
menor y no se tomaba ningún tipo de anotación sobre la medida del salto, sino que se
comparaban las huellas dejadas por los competidores en la arena y se dilucidaba el vencedor.
Posteriormente aparecieron los saltos con halterios (halteras) de piedra o plomo y de entre 1 y 5
kg. Estos se agarraban con las manos propiciando el aprovechamiento de la inercia creada por
el balanceo.
Los lanzamientos que se conservan en la
actualidad son los de disco y jabalina que se
realizaban de forma muy similar a la actual. El
lanzamiento de disco se realizaba con un
disco de bronce de diferentes características
según la época pero siempre se lanzaba con
el mismo disco todos los participantes. El disco
de mayor tamaño encontrado pesa 6,6 kg. Y
tiene un diámetro de 33cm. Mirón inmortalizó
la famosa pose del lanzador de disco en su
obra discóbolo. La jabalina que se lanzaba
era de diferente manufactura que la de
guerra y se lanzaba con ayuda de una correa
de 50cm.
Los agones luctatorios también sufrieron importantes evoluciones desde el palé al pancratio. El
palé era el tipo de lucha que practicaban los griegos como forma de culto al cuerpo, respeto al
rival y formación del carácter. El lugar dónde se realizaban las luchas era la Palestra dicha
palabra ha legado hasta nuestros días, como el lugar dónde uno tiene que defender un
razonamiento, un examen, etc.. Los griegos, al igual que la mayoría de los pueblos de la
antigüedad, sentían auténtica devoción por la lucha como expresión deportiva. La arena de
las palestras, por ejemplo, se hacía traer de Egipto y Siria. El pugilato 2 era una disciplina
parecida al boxeo actual que fue derivando durante la época de dominación romana a una
práctica mucho más sangrienta en la que los combatientes se ataban con vendas trozos de
metal, que denominaban himantes, en los nudillos. La última de las modalidades en ser incluidas
en el programa olímpico fue el pancracio. Esta era una modalidad de lucha que permitía
prácticamente todo salvo morder y sacarse los ojos, meter los dedos en la nariz o la boca del
oponente. Los griegos atribuían su invención a Teseo, cuando se enfrentó al Minotauro; o a
Heracles, en su lucha con el león de Nemea.
Pancratistas en plena acción
Las técnicas utilizadas incluían los golpes en el abdomen, la luxación de miembros, presas
dolorosas y un largo etcétera que costó la vida a más de un atleta. A pesar de todo, el
pancracio no era tan brutal como el pugilato y por esta razón se incluía antes en el programa.
2
Hoy en día a pesar de que el deporte se denomina boxeo, a los participantes de esta especialidad se les denomina
púgiles.
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Agones Hípicos
Carreras con carros: Estas constituían el momento más importante de los juegos olímpicos. El
carro tenía dos ruedas, el auriga estaba de pie, con las riendas en su siniestra y el látigo en la
diestra. El carro podía ser tirado por 4 caballos (cuadriga) o por 2 (biga). Las carreras de
cuadrigas comenzaron en el año 680 a. C.
Carreras de caballos: Se introdujeron en el año 648 a. C. Los jinetes no usaban estribos y en el
siglo V montaron en sillas. Excepcionalmente se utilizaban herraduras. Las carreras de caballos
podían tener obstáculos como vallas, fosos, pendientes y terrenos difíciles.
Ambas carreras se practicaban en el hipódromo de Olimpia, un circuito de 1540 metros.
Extraído de Wikipedia.org
Los Jueces:
En las antiguas Olimpiadas ya contaban con jueces o árbitros que velaban por el cumplimiento
de las normas. Estos se denominaban Hellanodicas. Sus funciones iban mucho más allá de ser
únicamente jueces durante las pruebas y contaban entre sus responsabilidades con la
supervisión de los entrenamientos durante el mes anterior a la celebración de los juegos,
seleccionaban a los participantes, descartando a aquellos que no reunían los requisitos y
revisaban las instalaciones.
Los Theólocos eran los sacerdotes que se encargaban de cuidar y supervisar los santuarios;
cuidaban los altares y realizaban los ritos.
Las Instalaciones.
Las instalaciones con las que se contaba en el recinto sagrado estaban adaptadas por todo lo
alto para que los entrenamientos y las pruebas se desarrollasen con total comodidad. Los
equipamientos de los edificios eran cuidados y respetados por todos y
Los premios:
Los ganadores de las diversas pruebas reunidos en el templo de Zeus recibían sus premios. Los
ganadores no recibían premios materiales, sino el honor y la gloria. Pero se les daba un objeto
simbólico. En los comienzos fue una manzana, pero finalmente se les entregó una rama de olivo
y una cinta de lana en la frente. El nombre, el del padre, el lugar de nacimiento y el linaje de
cada ganador se inscribían en un registro. El que conseguía vencer en todas las pruebas del
pentatlón, tenía derecho a una estatua en el templo de Zeus. Al regresar a sus polis los
ganadores eran recibidos como héroes; poetas y oradores narraban sus hazañas.
Los tramposos
Como en todas las épocas, hubo participantes que pretendieron obtener el triunfo sin utilizar el
esfuerzo y la superación. Se
El fin de los Juegos
Durante la expansión del Imperio Macedonio de Alejandro Magno, la cultura y costumbres
griegas se extendieron por todos los estados conquistados. Estos organizaban Juegos imitadores
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de los de Olimpia, pero con la pérdida del ideal religioso que tenían los originales, ya que se
organizaban en honor a algún soberano o persona de relevancia. Durante la dominación
romana, los Juegos siguieron celebrándose, pero la pérdida de identidad se hacía patente ante
los grandes fastos y espectáculos montados al gusto romano. Muchas pruebas se recrudecieron
y los Juegos perdieron el espíritu de celebración religiosa que los caracterizaba.
Finalmente, en el año 393 d.c., El Emperador Teodosio I los abolió tildándolos de paganos. En el
395 d.c. las hordas godas saquearon los templos y altares y en el 408 d.c. Teodosio II y Honorio,
emperadores de los imperios de oriente y occidente ordenaron la destrucción de los templos.