07_CONCLUSIONES.

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CONCLUSIONES.
Para concluir nuestra reflexión, queremos ofrecer un comentario sobre los logros,
dificultades, aportaciones y retos que esta experiencia entre los jóvenes desfavorecidos
nos ha supuesto.
En primer lugar, consideramos que quedan patentes los aspectos positivos que
mencionamos a continuación:
A) ASPECTOS POSITIVOS:
 La eficacia del PEI y del LPAD:
El análisis de los resultados obtenidos en las pruebas sobre Inteligencia General
(Badyg-M, renovado), Inteligencia Verbal, (Inve-M) y conocimientos de Lengua
Castellana (Bel, Serra y Vila, 1991), comentados en el Capítulo IV, nos lleva a
considerar que es notable la eficacia del PEI y LPAD para desarrollar habilidades
cognitivas, como la identificación, comparación, análisis, síntesis, clasificación,
codificación, decodificación, proyección de relaciones virtuales, discriminación de
diferencias, representación y transformación mental, y el razonamiento lógico-formal en
sus diversas modalidades: divergente, hipotético, transitivo, analógico, silogístico e
inferencial.
Estaríamos de acuerdo con Prieto (1992) en que el PEI y el LPAD constituyen unas
buenas herramientas para activar y desarrollar tanto los metacomponentes de la
inteligencia (reconocimiento del problema, definición de la naturaleza del mismo,
selección de los pasos necesarios para resolver el problema, combinación de los mismos
en una estrategia eficaz, representación de la información, localización de las fuentes
necesarias para la solución del problema y control de dicha solución) como los
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componentes de ejecución (codificación de los estímulos de un problema, inferencia
entre los estímulos del problema y generalización de los mismos, relaciones entre
relaciones o “mapping”, aplicación y comparación de las alternativas posibles para
solucionar un problema y justificación del proceso o pensamiento hipotético-deductivo).
Aunque el PEI y el LPAD están más orientados a la mejora de los
metacomponentes y componentes de ejecución, también afectan a los componentes de
adquisición de conocimiento (que selectivamente codifican y combinan la nueva
información y selectivamente comparan la nueva información con la vieja información:
codificación selectiva, combinación selectiva y comparación selectiva), y a los
componentes de transferencia (que se utilizan en la generalización de la información
de un contexto situacional a otro y tienen que ver con el tratamiento de las situaciones
nuevas). Todos estos componentes son necesarios para el aprendizaje de la Lengua
(Sternberg, 1986b)
Por último, destacamos la incidencia del LPAD y del PEI en cuanto a
modificación de hábitos a nivel cognitivo (formando unos alumnos más reflexivos,
con aumento de capacidad de concentración y atención en tareas continuas).
 La eficacia del Proyecto Inteligencia de Harvard.
Aunque en el material sobre Analogías Verbales, se trabajan también los
componentes de ejecución, es más notable la contribución del PIH al desarrollo de los
componentes de adquisición-conocimiento: a) la codificación selectiva exige
considerar los datos relevantes de los irrelevantes en cualquier texto o composición
literaria, para entender el significado de palabras desconocidas en un texto (Ej.
“Lecciones sobre la Estructura del Lenguaje” y “Leer para Entender”); b) combinación
selectiva supone combinar selectivamente la información codificada para integrarla de
forma correcta en un todo. A través de la codificación selectiva se da sentido y
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coherencia al texto; c) comparación selectiva implica la relación de la información
nueva con la ya existente para dar coherencia y significado final. Resumiendo, los
componentes de conocimiento-adquisición ayudan a adquirir la información
nueva, recordar la ya adquirida y transferir lo aprendido a otro contexto.
Estos componentes son esenciales para el aprendizaje en el Área de Lenguaje
(Prieto, 1992), por lo que consideramos que la selección de materiales utilizados, fue
adecuada.
 Eficacia del currículo de Lengua Castellana diseñado.
La eficacia de los materiales didácticos de Lengua Castellana y el diseño de aula
utilizado, quedan de manifiesto ante los resultados obtenidos en Inteligencia Verbal y
también en la prueba de conocimientos de Lengua Castellana. Las principales mejoras
observadas serían las siguientes:
a) Progreso en casi todos los tópicos del Área de Lengua: Expresión y Comprensión
Oral y Escrita, Morfología, Sintaxis y Léxico.
En lengua escrita el grupo experimental mostró una mayor estructuración del
discurso, organizando las ideas en párrafos breves y con coherencia gramatical. El
trabajo realizado en la unidad 7 del Proyecto Inteligencia, el modo en que se aplicó
el instrumento del PEI “Ilustraciones”(haciendo que los alumnos relataran por
escrito la secuencia de viñetas) y el currículo de Lengua diseñado (Bloque de
actividades de expresión escrita, morfología y sintaxis) provocaron una mejora
notable del nivel de expresión escrita de los alumnos, aspecto que se notó hasta en
el modo de presentar los escritos (limpios, ordenados, con letra legible). No se
consiguió, sin embargo, un progreso sustancial en cuanto a ortografía (por las
razones comentadas en el Capítulo IV).
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En lengua oral los alumnos del experimental demostraron mayor fluidez y orden
en la expresión, así como mayor calidad en la entonación y pronunciación de textos
escritos. Creemos que esto se debe a la mayor motivación intrínseca de las tareas
planteadas para el grupo experimental (actividades elegidas por los alumnos y
realizadas en pequeños grupos: filmaciones con vídeo, grabación de relatos en
cassette, etc.). Mostraron también mayor respeto a las normas para los debates:
respeto a los turnos de palabra y a las opiniones contrarias, escuchar lo que el otro
dice, participación activa, etc. Consideramos que este logro fue debido al frecuente
trabajo en grupo de nuestro diseño de aula y a la insistencia que realizamos en esos
aspectos.
b) La atención a la diversidad de intereses, niveles y estilos cognitivos quedó resuelta
con el diseño de aula empleado, ya descrito en punto 2-f del capítulo III. Con este
modelo se simplifica la labor de atender a la vez las demandas de alumnos diferentes
en capacidad y forma de aprender. La experiencia realizada nos hace verificar su
idoneidad, incluso con alumnos como los que tuvimos (con serias dificultades de
aprendizaje y alto nivel de conflictividad).
 Eficacia del modelo diseñado en su conjunto.
En definitiva, podríamos resumir el efecto conjunto que han producido todos los
materiales y metodología utilizada en el grupo experimental, en los siguientes aspectos:
-
Desarrollo de habilidades cognitivas.
-
Desarrollo del pensamiento estratégico.
-
Progreso en la adquisición de vocabulario.
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-
Progreso en la Adquisición de contenidos del Área de Lengua Castellana.
-
Mayor capacidad del alumno para enfrentarse a problemas nuevos y
automatizar la información.
-
Reducción de la impulsividad.
-
Mejora en las relaciones sociales.
-
Aumento de la autoestima al sentirse capaces de realizar tareas con mayor
precisión sabiendo aplicar las estrategias adecuadas.
-
Aumento de la motivación, al poder elegir actividades adecuadas al propio
nivel, ritmo y estilo cognitivo.
B) DIFICULTADES.
En la aplicación del PEI y el PIH se hace difícil atender a todos los alumnos a la vez
(por la naturaleza del material, que está diseñado para una situación de aula propia de
una sesión magistral), pues tienen diferentes niveles de rendimiento cognitivo y muchos
demandan una atención individualizada constante. Intentamos resolver este problema
aplicando LPAD, método individualizado que permite una atención más intensiva. Es
una inversión costosa (dedicamos una media de 25 horas con cada alumno) pero nos dio
mucha información sobre los procesos mentales de los alumnos y más posibilidades de
intervenir en su mejora, aspecto que no siempre da tiempo de abordar en la situación de
aula, donde siempre se pierden detalles.
Un aspecto a vigilar es intentar no reproducir los papeles tradiciones de profesores y
alumnos, potenciando una excesiva dependencia de los instrumentos, llegando a
convertir el PEI y el PIH, en un área de aprendizaje y no en un medio para aprender a
aprender.
Los sujetos con los que trabajamos eran culturalmente “deprivados”, es decir, sin
hábitos de trabajo y desmotivados por todo lo escolar en su globalidad, por lo que
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tuvieron serias dificultades iniciales para adaptarse a un método de trabajo reflexivo
como el que propone el PEI, el LPAD y el Proyecto Inteligencia de Harvard. El grupo
aceptó bien las tareas (de ahí el crecimiento obtenido en desarrollo de habilidades
cognitivas), pero fue reacio a elaborar principios generalizadores y aplicaciones a su
realidad cotidiana. La transferencia de habilidades y estrategias al Área de Lengua
requirió un entrenamiento específico (a los sujetos les costaba beneficiarse de las
mismas, si no se les explicitaba la relación y el uso que podían hacer de ellas).
El absentismo distorsiona la línea continuada de adquisición de habilidades
cognitivas que presenta el PEI, el PIH, el LPAD y los materiales de Lengua Castellana
que diseñamos nosotros, por lo que descartamos de los grupos experimental y control a
los alumnos que habían asistido a menos del 90% de sesiones. Debido a esto las
muestras se redujeron de quince a diez alumnos por grupo.
C) REVISIÓN DE OBJETIVOS Y LÍNEAS DE FUTURO.
En este apartado queremos plantear los interrogantes que nos surgen respecto a este
modelo pedagógico de enseñanza de habilidades cognitivas junto con los contenidos
curriculares y su puesta en práctica desde un diseño de aula constructivista y
potenciador de la diversidad.
En primer lugar podemos preguntarnos sobre la conveniencia de desarrollar
las habilidades de pensamiento a través del currículo.
Vamos a abordar esta pregunta en dos partes, primera si es posible, útil y
conveniente desarrollar las habilidades cognitivas, pues ¿no sería mejor limitarse a los
contenidos básicos de las materias curriculares sin perder tiempo con otras cosas?
Segunda, por qué a través del currículo y no con un entrenamiento aparte y desligado de
las materias curriculares ordinarias.
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Contestando a la primera parte, consideramos que preparar culturalmente a los
jóvenes es dotarles de herramientas para poder alcanzar por sí mismos los contenidos
que necesiten dominar para acceder al mundo laboral de hoy. Y este mundo es
dinámico, complejo, cambiante, con un incesante avance tecnológico y un desarrollo
espectacular de los medios de comunicación. Cada vez hay más información y se
necesita más información para adaptarse al medio. La imposibilidad de acceder a tantos
contenidos hace que sea más urgente desarrollar los aspectos procedimentales (cómo
resumir un texto, cómo investigar sobre un tema, etc.) que impartir amplios temarios
abigarrados de conceptos. Es más útil enseñar a pensar que ofrecer un saber
enciclopédico sin dar pautas para su asimilación.
Otra duda al hilo de esta reflexión es si realmente la inteligencia es modificable y
es posible enseñar a pensar a los alumnos con un nivel inicial muy bajo. Nuestra
experiencia, y la de otros muchos investigadores es que sí. Aquí podríamos citar las
investigaciones de Feuerstein y las replicaciones que le confirmaron en su teoría de la
modificabilidad cognitiva . Lo mismo ocurrió con el PIH, verificando el crecimiento
intelectual de los alumnos entrenados. En el capítulo III, ya vimos las abundantes
experiencias que avalan esta concepción dinámica de la inteligencia.
Respecto a la segunda parte de la primera cuestión planteada, la observación del
grupo experimental nos lleva a concluir, como otros autores, que a los alumnos les
cuesta mucho beneficiarse de las habilidades cognitivas y estrategias aprendidas con el
PEI, LPAD y otros materiales de entrenamiento, a la hora de transferir lo aprendido a
un área curricular, sin un entrenamiento explícito y específico. Creemos que cada
asignatura requiere de un entrenamiento específico y adecuado a la misma, en
habilidades y estrategias, en nuestro caso, el Área de Lengua (Prieto, 1992, Presseisen,
1987, Dansereau et al., 1978; Jones, Katims y Adelman, 1981; Olson, 1985a, 1985b).
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La segunda pregunta sería si este modelo es adecuado para jóvenes
desfavorecidos procedentes del fracaso escolar, desmotivados, con dificultades para
la reflexión y un fuerte rechazo hacia todo lo académico.
Consideramos que este tipo de diseños, rompe con el esquema escolar
tradicional y ayuda a desbloquear los procesos de aprendizaje de estos jóvenes. La
dificultad progresiva de las tareas y el formato novedoso produce un efecto motivador.
El clima cooperativo del aula y el respeto a la diversidad de niveles, estilos y ritmos de
aprendizaje, juega ahí un papel clave. En este sentido, creemos, como Howard Gardner
(Gardner, 1991) que la escuela ha potenciado siempre la inteligencia lingüística y
lógico-matemática y un estilo de aprendizaje predominantemente visual y ha ignorado
las demás inteligencias y estilos de aprendizaje. Aquí vimos importante diseñar
actividades variadas tanto en niveles de dificultad (alto, medio, bajo), como en
modalidades de presentación (figurativa, verbal, numérica, etc.) y estrategias posibles de
realización (cinestésicas, auditivas, visuales). La experiencia realizada nos confirmó
en que este diseño de aula motiva y desbloquea a los alumnos con dificultades, que
encuentran una experiencia de clase agradable, donde pueden aprender a su ritmo,
partiendo de su nivel inicial, y con su estilo personal de aprendizaje.
En esta dirección nos parece importante dotarnos de instrumentos de evaluación
más finos, que detecten las diferentes maneras de aprender del alumnado, y nos ayuden
a recoger con mayor sistematicidad, la observación sobre si su estilo cognitivo es visual,
cinestésico, analítico, global, etc. El LPAD nos parece una buena herramienta para
apreciar los cambios cualitativos que se producen en el pensamiento y didáctica del
alumno, a nivel de habilidades cognitivas. Faltaría diseñar algún instrumento que
recogiera también esos cambios en el pensamiento en cuanto a la forma de asimilar los
contenidos curriculares que cada alumno desarrolla.
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El hecho de que los alumnos elijan las actividades que quieren hacer1, que tomen
parte activa en el proceso de evaluación2 y que puedan aprender conforme a su estilo,
ritmo y nivel, potencia su autonomía y responsabilidad respecto al propio proceso de
aprendizaje.
Esta metodología es útil en cualquier estrato sociocultural, pero con los jóvenes
desfavorecidos especialmente, ya que a menudo presentan una contradependencia
institucional, que conviene corregir. En efecto, los alumnos procedentes del fracaso
escolar aborrecen todo lo que les suena a escuela, sin embargo, al principio se muestran
extrañados ante tareas que no les parecen escolares y a menudo afirman: “esto no sirve
para nada”. También se sorprenden de la posibilidad de elegir actividades y
autoevaluarse. Es necesario un periodo de entrenamiento progresivo, para ir venciendo
las resistencias iniciales y el esquema interior de escuela que muchos tienen
interiorizado, desde una experiencia de rechazo, pero ante el que se muestran
dependientes.
En definitiva, y partiendo de la revisión de los objetivos de esta tesis expresados en
la introducción, resumimos en forma de aseveraciones, las conclusiones finales
obtenidas, que creemos han quedado consistentemente afianzadas:
1
Por ejemplo, si del bloque de morfología tenemos una unidad con quince actividades diseñadas en total,
con cinco fáciles, cinco a un nivel medio de dificultad y cinco difíciles, los alumnos deben realizar un
mínimo de cinco actividades, que pueden ser de distintos niveles o todas del mismo. Esto se pactaba y
firmaba en el contrato de aprendizaje, donde el profesor ha de motivar a cada alumno para que escoga
siguiendo un espíritu de superación, no de conformismo y comodidad.
2
Había solucionarios para todas las actividades, que podían consultar cuando finalizaban cada actividad.
Podían elegir, en diálogo con el profesor, el tipo de prueba que querían realizar y también tenían que
autoevaluarse siguiendo unas pautas de autoobservación
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1. Enseñar a pensar es posible (pues la inteligencia es modificable).
2. De cara a la transferencia de los aprendizajes obtenidos en los programas diseñados
para enseñar a pensar, es más eficaz enseñar a pensar a través del currículo, pues
cada Área curricular requiere un entrenamiento específico en las habilidades y
estrategias que le son propias.
3. El Diseño curricular de aula constructivista y potenciador de la diversidad,
produce motivación y facilita el aprendizaje significativo, compartido y
autónomamente construido.
4. Este modelo curricular resulta especialmente indicado para aplicar con jóvenes
desfavorecidos social y culturalmente, por lo que puede ser una herramienta útil
para futuras aplicaciones en el Graduado Escolar de las Escuelas de Adultos,
Programas de Garantía Social, ESO, o cualquier nivel educativo donde se trabaje en
la formación cultural de este tipo de jóvenes.
Quedan abiertos múltiples caminos para la investigación y reflexión sobre estos
temas, entre ellos apuntamos:
-
El diseño curricular, junto con las habilidades y estrategias implicadas, para
otras Áreas: Catalán, Matemáticas, Sociales, etc.
-
El diseño de sistemas para evaluar y desarrollar los diversos estilos
cognitivos del alumnado.
-
Estudio de la perdurabilidad de los conocimientos adquiridos.
-
Intervenciones más largas, con muestras más numerosas y en otros tipos de
población (poblaciones mixtas, otras franjas de edad, otros niveles
socioculturales, etc.).
423
Por último y para despedirnos, queremos instar al optimismo pedagógico y fe en las
posibilidades y potenciales de los alumnos, que no siempre aparecen de forma
manifiesta, pero que laten en lo profundo y esperan su ocasión para emerger y dar fruto.
Como educadores, consideramos que nuestra misión es estar atentos a detectar,
estimular, favorecer y ayudar al desarrollo del potencial tantas veces oculto o bloqueado,
del alumnado procedente del fracaso escolar. Desarrollo que debe mirar hacia la
inserción sociocultural y laboral, pero también dotar de espíritu crítico y concienciar. El
alumno ha de tener recursos para adaptarse al entorno, pero también valores y proyecto
de vida, que de sentido y dirección a sus aprendizajes e inteligencia.
Consideramos que acompañar al alumnado hacia caminos solidarios y
comprometidos, forma parte imprescindible del currículo, en un momento histórico
donde la solidaridad parece la única vía de solución, a la grave crisis económica, social,
política y ecológica, de la civilización actual.
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