ISIDORO ÁLVAREZ - Universidad Complutense de Madrid

ABC
LUNES, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2014
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PAÍS: España
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SECCIÓN: PORTADA
PRIMER PLANO 17
15 Septiembre, 2014
ISIDORO ÁLVAREZ
Muere el empresario que modernizó
los grandes almacenes en España
∑Álvarez falleció ayer en Madrid tras un
fallo cardíaco. Dedicó toda su vida a
El Corte Inglés. Su obsesión eran
la innovación y la atención al cliente
MARIBEL NÚÑEZ
MADRID
E
l anuncio se produjo a primera hora de la tarde de
ayer. Isidoro Álvarez falleció en Madrid por un
fallo cardíaco, a los 79
años de edad, después de
toda una vida dedicada a El Corte Inglés, sin duda su primera casa. Empezó a trabajar en la empresa a los 18
años, simultaneando su empleo con
los estudios de Ciencias Económicas
y Empresariales en la Universidad
Complutense. En 1957, a los 22 años,
se licenció con premio extraordinario.
Tras el fallecimiento de don Ramón
Areces, el fundador, en 1989, Álvarez
tomó las riendas de la empresa y desde entonces ha pilotado uno de los símbolos empresariales de este país: El
Corte Inglés, los grandes almacenes
que se han convertido en objeto de visita específica por parte de millones
de turistas cada año y lugar emblemático de compras para generaciones de
españoles.
Pero la realidad es que los almacenes cuyo timón cogió en el año 1989
no tienen nada que ver con los que deja
ahora. En todos estos años el grupo El
Corte Inglés no solo ha crecido y ha
dado el salto internacional con dos
tiendas en Portugal, sino que se ha diversificado en una apuesta clara y decidida por la innovación, una de las
obsesiones, en este caso positiva, de
Isidoro Álvarez.
A pesar de su trato serio, seguramente por pura timidez, Isidoro Álvarez se preocupó durante años de rodearse de un equipo sólido que desarrollara cada una de las áreas de
negocio de la compañía, unidas siempre por el mismo vector: la atención
al cliente.
Durante su larga trayectoria profesional ha recibido numerosos galardones, entre los que destaca el premio
Juan Lladó, en reconocimiento a la labor desarrollada por la Fundación Areces, de la que era presidente, y en es-
pecial al impulso que dio a esta institución en los campos de la cultura, el
patrocinio y la investigación.
Entre los galardones hay uno muy
relevante: el que recibió en 2005 en
Nueva York, el International Retailer
of the Year, premio concedido por la
National Retail Federation, la asociación de comerciantes y distribuidores
más importantes de Estados Unidos.
El premio le fue otorgado por «ser la
persona que ha alcanzado una reputación por su genio creativo, inspirado liderazgo y servicio distinguido en
la industria minorista».
El primer almacén de Europa
Un premio justo a una carrera que ha
culminado con El Corte Inglés en la
primera posición de los grandes almacenes en Europa, con una cifra de ventas de 14.291 millones de euros, seguido por Marks & Spencer, con 12.273 millones en 2013, y muy por delante de
las francesas Galeries Lafayette, con
3.299 millones de euros.
Para hacernos una idea de lo que
representa El Corte Inglés, digamos
que solo hay dos grandes almacenes
en Estados Unidos con ventas superiores a las de la empresa española:
Sears-Kmart y Macy’s, con 26.407 y
20.382 millones de euros respectivamente en 2013, según datos de la Internacional Asociación of Deparment
Stores (IADS).
Una de las labores que más destacan de Isidoro Álvarez los que han trabajado con él codo con codo durante
años es que siempre se ha preocupado de crear progreso para la empresa
y, de paso, para España. El grupo da
empleo a 93.222 personas, el 94% con
contacto fijo y el 64% mujeres, dos aspectos a considerar en la actual coyuntura laboral que atraviesa el país. De
hecho, El Corte Inglés es una de las
empresas que menos empleo han destruido durante la crisis, pese a haber
reducido los beneficios y recortado las
ventas.
Pero, además de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez tenía otra debilidad: la
Una crisis cardíaca
por sus problemas
respiratorios
El presidente de El Corte Inglés,
Isidoro Álvarez, falleció cuatro
días después de que fuera
hospitalizado por un cuadro de
insuficiencia respiratoria. En
estos casos los pulmones son
incapaces de funcionar bien. La
concentración de oxígeno en la
sangre se reduce, al tiempo que
se eleva el dióxido de carbono.
Pero el desenlace fatal de
Álvarez llegó por una crisis
cardíaca.
Corazón y pulmones están
íntimamente unidos, y el fallo
de uno terminó afectando al
otro órgano vital. Álvarez
encajaba en el perfil de
paciente con problemas
cardiovasculares y respiratorios, tan frecuentes en las
personas de edad y con sus
antecedentes: fumador y con
un problema crónico de
sobrepeso. La insuficiencia
respiratoria crónica puede
tener repercusiones que dañan
al corazón, pero cuando al
corazón también le cuesta
bombear la sangre (insuficiencia cardíaca) encharca los
pulmones.
Fundación Ramón Areces, dedicada a
la promoción de la investigación científica y técnica y de la educación, habiéndose convertido en un destacado
líder social y filantrópico al frente de
la presidencia de ella.
Junto con la innovación, otro de los
asuntos que tenía últimamente preocupado a Isidoro Álvarez era el turismo, y, sobre todo, la falta de turistas
de calidad en España. De hecho, la empresa del triángulo verde ha invertido
mucho tiempo y dinero en los últimos
años en intentar atraer también a este
tipo de clientes, para lo que ha diseñado toda una estrategia que incluye
asimismo dependientes asiáticos. Ha
sido su última batalla. No la ha ganado,
pero seguro que su equipo continuará
el trabajo que él empezó en este campo.
Pero toda esta visión de futuro de
la empresa no le hizo perder de vista
a Álvarez la importancia de los clientes de siempre, los que sin venir desde la otra parte del mundo llenaban
cada día sus cientos de tiendas, en cada
uno de sus formatos. Y con esta idea
ha lanzado al mercado numerosas
campañas para intentar acercarse a
sus clientes y, en tiempos de crisis,
echarles una mano por la vía de la rebaja de precios.
Así, El Corte Inglés se embarcó en
una enorme campaña para rebajar los
precios de miles de productos e igualarlos a la media de la competencia.
El reto parecía difícil porque el supermercado de El Corte Inglés se había
ganado la fama de estar en la banda
alta de precios y especializarse en
productos «gourmet», pero lo consiguió. Tras más de un año de funcionamiento los consumidores respaldaron esta campaña, y ha logrado aumentar las ventas, incluso en los años
de la crisis.
Apuesta por la innovación
Álvarez era un tipo de empresario que
no tenía miedo a innovar y que creía
firmemente en que el crecimiento tenía que venir por la vía de la innovación, en su caso por la apertura de nuevas líneas de negocio, lo que ha sido
una constante en las tres últimas décadas. Primero fueron los hipermercados; luego, los supermercados de diferentes formatos para adaptarse a
cada una de las regulaciones comerciales; después, las tiendas denominadas de conveniencia bajo la marca
Opencor, y la moda bajo la insignia de
Sfera, las agencias de viajes, las tecnologías de la información o los seguros
o las ópticas, entre otros.
Uno de los hitos importantes de estos años en los que Isidoro Álvarez ha
estado al frente de El Corte Inglés ha
sido, sin duda, el nombramiento de su
sobrino Dimas Gimeno Álvarez en
agosto de 2013 como director general,
un cargo hasta entonces inexistente.
En su día se explicó el nombramiento
como una renovación del equipo directivo del gigante de la distribución,
ya que Gimeno tiene apenas 40 años
de edad, pero algunos analistas lo interpretaron ya entonces como la designación oficiosa de un sucesor para
el presidente. Sin duda, el tiempo ha
dado la razón a los que pensaban que
a Isidoro no le gustaba improvisar.
Isidoro Álvarez en una entrega de
con el fallecimiento de otro de los granPAÍS:ayudas
España a la investigación FRECUENCIA:
Diario des, Emilio Botín.
en 2010
Ambos –con 79 años de edad y al
PÁGINAS: 29
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frente
de sus «emporios» hasta el últiTARIFA: 4831 €
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IGNACIO GIL
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SECCIÓN: PRIMER PLANO
15 Septiembre, 2014
ASTURIANO DE PRO
«Era grande, pero sin ser “grandón”»
LUCÍA DORRONSORO MADRID
Hay vocablos imposibles de traducir al castellano. Al menos con una
sola palabra. Localismos propios de
una región que cualquier paisano
entiende y utiliza sin miedo a provocar un equívoco. El «grandonismo» asturiano es uno de ellos. «Se
refiere al clásico chuleta, al que siempre está dispuesto a pagar la siguiente ronda aunque no tenga un euro»,
explica otro ilustre asturiano de pro
como Rafael Puyol, exrector de la
Universidad Complutense de Madrid. «Pues Isidoro Álvarez –retrata– era justo lo contrario: un asturiano grande, pero sin ser “grandón”».
Ambos compartieron cena en repetidas ocasiones en la Asociación
Asturias Patria Querida (APQ) de
Madrid, una especie de «think tank»
con denominación de origen que,
desde hace más de 25 años, reúne a
un nostálgico grupo de empresarios,
financieros y académicos de origen
asturiano, en su mayoría asentados
en la capital.
«Prudente, muy discreto, tan inteligente como modesto», el fallecido
empresario acudía a esos encuentros
–en los que se charlaba a puerta cerrada con algún invitado– siempre
que su agenda se lo permitía. «Pero a
él le gustaba mucho más escuchar
que hablar. No recuerdo que interviniera en ninguna de esas cenas, nunca se hacía notar», señala Puyol, quien
compara esa actitud personal con la
que Isidoro Álvarez mantuvo durante toda su vida empresarial.
Eso sí, asturiano era como el que
más. «Pensaba y decía lo que pensamos y decimos todos los asturianos
estemos donde estemos, que añoramos todo lo nuestro, el paisaje, la gente, la gastronomía...», resume con ca-
riño Isabel Morán, otra paisana –de
Gijón– y directiva de IESE Business
School. «Tuve la suerte de conocer
su lado más humano. Hemos coincidido en varias veladas en nuestra tierra, entre amigos, y siempre me sorprendió lo llano que era, incluso en
su forma de hablar», puntualiza.
En 2008 recibió la Medalla de Oro
de Asturias. Y pudo dar rienda suelta a estos sentimientos en un emotivo discurso: «Soy hijo de Asturias. En
Borondes he nacido. En Borondes y
Pereda, del concejo de Grado, han nacido mis padres. En escuelas y colegios de Asturias he recibido la primera formación. Mis recuerdos de juventud son recuerdos de Asturias; de
nostalgia de sus ríos; de la magia de
las noches de niebla, del verde de los
valles, del vértigo de la montaña».
Tanto, que «hasta le encantaba la lluvia», concluye Morán.