SEMIOLOGÍA DE LAS ALTERACIONES COGNITIVAS INTRODUCCIÓN Una de las principales preocupaciones del médico que atiende un paciente con alteraciones de la conducta es la de poder distinguir entre aquellas que se derivan de una enfermedad sistémica y/o neurológica y las que son parte de un trastorno psiquiátrico primario. La razón para esto es sencilla: usualmente este tipo de alteraciones requieren una intervención urgente de la causa de base (no psiquiátrica) pues con frecuencia se acompañan de una alta mortalidad y en otros casos dejan secuelas duraderas e incapacitantes. Entre los principales indicadores de una posible enfermedad neurológica y/o sistémica que subyace a la conducta trastornada se encuentran las alteraciones de las llamadas “funciones mentales superiores”, funciones cognitivas o neuropsicológicas. Estos términos se utilizan para hacer referencia a funciones como la memoria, atención, lenguaje, función ejecutiva, etc. Fuera de la utilidad para el diagnóstico diferencial (separar pacientes “primariamente psiquiátricos” de los “no primariamente psiquiátricos”), cada vez existe un mayor convencimiento de que diversas alteraciones conductuales presentes en los trastornos psiquiátricos (como depresión, esquizofrenia, etc) pueden explicarse a partir de ciertas alteraciones neuropsicológicas que se derivan de la disfunción de módulos y/o circuitos cerebrales particulares. Es por esto que en las últimas décadas ha aumentado el número de investigaciones dirigidas a describir y explicar las relaciones entre síntomas como las alucinaciones, los delirios, la falta de motivación, el enlentecimiento psicomotor, etc. y las alteraciones de la memoria, atención, y otras funciones neuropsicológicas. Adicionalmente, entidades que cursan con un fuerte compromiso cognitivo como la enfermedad de Parkinson o las resultantes de las lesiones de los lóbulos frontales, se han utilizado como modelos para tratar de aclarar la fisiopatología de los trastornos psiquiátricos primarios. Por último, la evaluación de las alteraciones neuropsicológicas es fundamental para el pronóstico funcional del paciente y puede servir de guía para la rehabilitación. En este documento se describen los aspectos básicos de las funciones neuropsicológicas y sus alteraciones, al igual que la forma de evaluarlas (ver Tabla 1). Tabla 1. Funciones Cognitivas Conciencia y alerta Atención Memoria ( y orientación) Lenguaje Praxias Gnosias Función ejecutiva Inteligencia Introspección CONCIENCIA Y ALERTA El termino conciencia es bastante problemático ya que posee diferentes significados dependiendo de la disciplina que la estudia (psiquiatría, neurología, filosofía, neurociencias, etc). En aras de simplificar el tema, para los fines de este documento se utilizara la definición de conciencia como “nivel de alerta” o “estado de alerta” (de uso común en neurología y en medicina en general). La conciencia en el sentido experiencia subjetiva o de ser capaz de experimentar de manera explícita las funciones mentales superiores (como dice Gazzaniga, lo que se siente tener funciones mentales superiores) y lo que nos sucede, no es discutida en este documento. La conciencia como nivel de alerta se puede definir como aquel estado de activación cerebral que permite una relación adecuada entre el individuo y el ambiente. Cuando se dice que un individuo está conciente se espera que este esté despierto y que este estado de vigilia tenga cierta constancia a lo largo del día. Estar despierto implica darse cuenta de lo que sucede alrededor y ser capaz de responder de manera adecuada a las demandas usuales del medio. Los correlatos o indicadores que usualmente acompañan al estado de conciencia /alerta normal incluyen aspectos como: La presencia de actividad motora espontánea (y no tan solo frente a estimulación externa o más allá de la actividad motora refleja). La utilización adecuada del lenguaje Estar orientado Ser capaz de entender órdenes sencillas y ejecutar las respuestas adecuadas a estas Ser capaz de mantener la vigilia durante períodos prolongados. Ser capaz de atender y procesar los estímulos sensoriales Como puede deducirse de lo anterior si el estado de conciencia está alterado otras funciones se verán afectadas. Puede afirmarse que estar alerta/conciente es un requisito fundamental para “poner en marcha” las demás funciones cognitivas. Niveles de conciencia Aquí también existen diversas clasificaciones de acuerdo con los autores. Para efectos de este documento se contemplan cinco: 1) Alerta: estar totalmente despierto y darse cuenta de manera amplia de lo que sucede (estímulos/eventos intra y extra-personales usuales). Algunos agregan que es importante tener en cuenta la capacidad de interacción significativa con el medio y los demás (alguien podría parecer despierto pero ser incapaz de responder a los estímulos lo cual nos haría dudar que esté verdaderamente alerta). 2) Letargia o somnolencia: el paciente no está totalmente despierto y tiende a dormirse si no es estimulado de manera activa. La actividad motora espontánea es menor, la relación con el entrevistador y el desempeño en tareas sencillas son menos eficientes, la atención es levemente fluctuante. Aunque dirige su mirada al entrevistador, su expresión facial es algo vacía. Sin embargo los estímulos requeridos para despertar al paciente no son muy intensos. Basta elevar el tono de voz, repetir el nombre del paciente o una presión leve en el hombro. 3) Obnubilación: Se ha definido por algunos autores como un estado de transición entre la letargia y el estupor. Por tanto tendría valor desde el punto de vista de la evolución deteriorante de la conciencia y debería alertar al clínico frente a un posible empeoramiento del paciente. En este estado el paciente es difícil de despertar y cuando lo hace se encuentra confuso (desorientado, distráctil, desempeño mínimo y errático frente a órdenes muy sencillas). Rápidamente vuelve a profundizarse si no se mantiene una estimulación vigorosa. 4) Estupor: la estimulación requerida para respuestas muy simples (ya no el retorno a la vigilia total) es vigorosa. No es posible evaluar los contenidos del pensamiento, no hay respuesta a órdenes. Es importante no confundir con el estupor de tipo psicomotor, en donde aunque el nivel de alerta está bastante conservado hay una extrema inhibición de la actividad motora (mutismo, inmovilidad) y que se da en cuadros depresivos y psicóticos. 5) Coma: no es posible lograr ningún grado de retorno a la vigilia, no hay respuesta a estimulación habitual, no hay actividad espontánea. De acuerdo con su profundidad sólo se conservan ciertas respuestas reflejas. En ciertos casos se puede agregar un cierto nivel o estado de conciencia que se ha denominado hiperalerta. En este, el individuo tiene una respuesta aumentada a los estímulos, sobresaltándose con facilidad (lo que puede tornarlo distráctil), sus períodos de sueño están disminuidos, su actividad motora aumentada y en ocasiones desorganizada. El estado de hiperalerta no forzosamente implica una mayor eficiencia en el desempeño. Un ejemplo de hiperalerta adaptativa puede ser el del soldado que está de guardia. En pacientes psiquiátricos puede presentarse en casos de manía, psicosis, ansiedad (como el trastorno de ansiedad generalizada y estrés post-traumático). Cómo se examina? Los clínicos obtienen información acerca del estado de conciencia del paciente desde los primeros instantes de la consulta, pues usualmente es fácil notar quién está plenamente alerta (por ej., el paciente está despierto, entra a consulta por sus propios medios, se mueve espontáneamente y de manera coordinada, se relaciona de manera fácil y eficiente con el entrevistador, etc.). Fuera de esta observación inicial, durante la entrevista se determina si el paciente es capaz de mantener la vigilia, si está orientado y lo adecuado de su conducta global. Adicionalmente la información por parte de acompañantes acerca de fluctuaciones del esta do de conciencia es fundamental. Otra forma muy utilizada para describir y evaluar el estado de conciencia de manera sistemática, cuantificable y organizada es mediante el uso de la Escala de Glasgow. Esta es particularmente útil para describir el estado de conciencia de pacientes con trauma de cráneo, intoxicaciones, ECV, etc. (ver Tabla 2) Contexto diagnóstico El síndrome que por excelencia cursa con alteraciones de la conciencia es el delirium (conocido también como síndrome confusional agudo). En este típicamente el estado de conciencia es fluctuante (cambia de nivel a lo largo del día) y la eficiencia en el desempeño y la capacidad de interacción es variable de acuerdo con el nivel en que se encuentre el paciente. Adicionalmente el paciente puede estar agitado, con alucinaciones, desorientado, con compromiso de la atención y la memoria, que también es fluctuante. La importancia de detectar e identificar este síndrome radica en que por definición a esta alteración de la conducta y la conciencia subyace una causa neurológica y/o sistémica que usualmente es grave. Si la causa del delirium no se corrige el riesgo de mortalidad o de secuelas es elevado. Los pacientes bajo efecto de medicamentos (por ej. benzodiacepinas, antipsicóticos, etc) o de drogas de abuso (ej. el alcohol, marihuana) pueden presentar un estado de somnolencia. Estados de obnubilación, de estupor o de coma no son propios de los trastornos psiquiátricos y generalmente indican una afección neurológica/sistémica grave. Pacientes bajo el efecto de estimulantes, con privación prolongada de sueño, en el episodio maníaco o en diversas psicosis pueden presentar estados de hiperalerta, frecuentemente acompañados de ideas delirantes de tipo persecutorio. ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN La atención se refiere a la función que permite al individuo captar, jerarquizar y organizar los estímulos de acuerdo con su relevancia. Los diferentes modelos y metáforas utilizados para describir y explicar la atención tienden a incorporar en su definición el elemento de capacidad (llamado por algunos “pool” o recurso atencional), el componente de “filtro” o de categorización de los estímulos y la función orientadora del organismo y la conducta hacia los estímulos que requieren una prioridad de respuesta. Cuando se habla de concentración se hace referencia a la posibilidad de fijar los recursos atencionales en un estímulo o evento determinado por un tiempo relativamente prolongado. Otra división utilizada es la de atención sostenida (equivalente a la concentración), selectiva (se atiende a un estimulo y no a otros) y dividida (atender a dos estímulos simultáneos). La atención es una función que es indispensable para el adecuado desempeño en la orientación, la memoria, la actividad motora, la planeación, etc. Es por esto que su evaluación es primordial y sus alteraciones con frecuencia explican las fallas en otras funciones. A su vez factores como la fatiga, el estado emocional, el estado de conciencia, entre otros, afectarán de manera variable el desempeño atencional. Alteraciones de la atención La literatura psiquiátrica más tradicional menciona los siguientes estados de atención: Euprosexia: es el estado de atención normal Disprosexia: sería equivalente a la distractibilidad. Múltiples estímulos llaman la atención del paciente sin importar su relevancia. Hipoprosexia: en este caso los pacientes se encuentran ensimismados, como si los estímulos habituales no lograran llamar su atención. Sería equivalente a la inatención. Desde el punto de vista neuropsicológico se mencionan: Distractibilidad: diferentes estímulos captan fugazmente la atención del paciente sin que este pueda fijar atención en aquellos más importantes Inatención: se ha utilizado con dos sentidos. En el primero se hace referencia al paciente que no presta atención (ensimismado, hipopresexico). En el segundo se hace referencia específica al síndrome de negligencia, en donde el paciente no atiende a lo que le sucede en el hemicuerpo contralateral a la lesión cerebral. Cómo se examina? En la anamnesis el paciente puede quejarse de problemas para concentrarse que se manifiestan en olvidos de eventos inmediatamente precedentes, dificultades para actividades que requieren atención sostenida como leer, dialogar, ver un programa de televisión, etc. Además pueden describir la experiencia de que se les “va la paloma” “se elevan”. Los acompañantes pueden describir que el paciente tiene un aire ensimismado, que hay que repetirle varias veces las cosas, que pierden el hilo de la conversación, o simplemente que cualquier estímulo llama la atención del paciente. Durante la entrevista es frecuente notar como la mirada del paciente va de un lado a otro, pide que le repitan, pierde brevemente el hilo de la conversación, se deja distraer por estímulos u objetos. Para evaluar la atención de una manera más objetiva se utilizan las siguientes tareas: Repetir dígitos Pedir al paciente que reste al número 100 el 7 de manera seriada (100,93,86, 79,etc). Esto obviamente en pacientes que tienen alguna educación matemática. Decir los días de la semana o los meses del año en reversa. Deletrear la palabra mundo al revés Contexto diagnóstico Las alteraciones de la atención son bastante frecuentes en los pacientes psiquiátricos y neuropsiquiátricos. En la manía es evidente la distractibilidad, en donde el paciente cambia el foco de atención de manera constante ante estímulos mínimos. En la depresión, por el contrario el paciente parece “elevado”, ensimismado o hipoprosexico. En pacientes con delirium la atención es fluctuante. Diversos medicamentos y drogas pueden alterar la atención (B-agonistas, benzodiacepinas, alcohol, cocaína, etc). Finalmente, la alteración atencional es uno de los criterios centrales para el diagnóstico de trastorno de hiperactividad con déficit de atención. MEMORIA Y ORIENTACIÓN La memoria es sin duda una de las funciones cognitivas más importantes. Más que una especie de reservorio para experiencias pasadas, se trata de un sistema altamente dinámico que está compuesto por diversos procesos, como la codificación de la información, el almacenamiento y la evocación o recuerdo. Desde un punto de vista descriptivo, existen varias clasificaciones de la memoria: Según las características temporales. Esta es una clasificación basada en el lapso de tiempo que abarca (corto, mediano, largo plazo) y la dirección temporal de la información almacenada (anterógrada o almacenamiento de nueva información, retrógrada o memoria de información pasada). Otro concepto importante y actual es el de memoria de trabajo o inmediata. Es un tipo de memoria que sustenta nuestra actividad a medida que esta se desarrolla. Permite por ejemplo recordar y marcar un número de teléfono que alguien nos está dictando. Según el contenido. En esta clasificación lo que importa es qué tipo de información se almacena. Se habla entonces de memoria procedimental (implícita) y no procedimental (o explícita). A su vez, la no procedimental se divide en semántica (memoria para conceptos, palabras, ideas, conocimientos, etc) y episódica (eventos, situaciones, hechos de la vida, etc.). La procedimental es la memoria de las secuencias motoras/acciones (abrir una puerta, llamar por teléfono, encender un cigarrillo, vestirse, etc.). Por último se habla de memoria de tipo verbal (palabras y conceptos) y visual (imágenes). Es importante resaltar que la memoria también está influida/modulada por otras funciones como la atención, las emociones, la alerta. Por esto no es raro que por ejemplo un individuo con distractibilidad no recuerde fácilmente una secuencia de números o tenga olvidos, o que ciertos eventos se recuerden más cuando tienen un alto impacto emocional. Adicionalmente un paciente con alteraciones del lenguaje (por ej. en la compresión) podría dar la impresión de estar fallando en las pruebas de memoria. Alteraciones de la memoria Las principales alteraciones de la memoria son: Las amnesias. Es la incapacidad para recordar. La clasificación más sencilla es aquella que las divide en anterógradas (incapacidad para guardar nueva información) y las retrógradas (para recordar información previamente almacenada). En otros casos se pueden encontrar alteraciones de la memoria de acuerdo con su contenido. Adicionalmente se puede también hablar de amnesias recientes y remotas de acuerdo con el lapso de tiempo. Desde un punto de vista del contenido, los déficits más frecuentes son de tipo episódico y semántico. Es raro encontrar amnesias de tipo procedimental. Finalmente también se habla de amnesias lacunares. Estas son amnesias de tipo episódico, pero restringidas un período de tiempo relativamente bien delimitado. Las paramnesias. Son alteraciones cualitativas del recuerdo y reconocimiento. En este grupo se encuentran fenómenos como las confabulaciones, el deja vú y jamais vú, los recuerdos intrusitos (“flashbacks”), los recuerdos delirantes, entre otros. - Las confabulaciones constituyen un tipo especial de alteración de la memoria episódica, en donde el paciente “reemplaza” los vacíos de la memoria con una serie de contenidos idiosincrásicos, que no corresponden a la realidad y que en ocasiones pueden parecer extravagantes o fantásticos. Este reemplazo es llevado a cabo de manera automática, no es conciente ni voluntario, a diferencia de la mentira y la simulación en donde el individuo es totalmente conciente de lo que hace y su intención es manipular/engañar. - El dejá vu y otros fenómenos afines. Se trata de experiencias relativamente comunes en la vida cotidiana. El dejá vu se refiere a la impresión de lo “ya visto”. En este caso el individuo tiene la fuerte impresión subjetiva de ya haber visto o estado en un lugar en donde en realidad está por primera vez. El dejá vecu se refiere a la impresión de estar re-experimentando (viviendo de nuevo) eventos novedosos. Otras variantes tienen el sentido contrario, como es el jamais vu, en donde el individuo tiene una vivencia de extrañeza frente a situaciones o lugares ya conocidos previamente. Como ya se mencionó el dejávu y dejá vecu son relativamente frecuentes en personas sanas. Sin embargo cuando estos son muy recurrentes (en especial con el jamais vu recurrente) y duraderos pueden estar asociados con ciertos tipos de trastorno psiquiátrico (ver contexto diagnóstico). - El término recuerdo intrusivo (“flashback”) hace referencia a la rememoración y re-experimentación extremadamente vívida e involuntaria de episodios traumáticos. En estos casos no sólo se recuerda el evento de manera general sino que realmente se vuelve a vivir de manera muy intensa, incluso con los correlatos autonómicos y sensoriales (imágenes, olores, sensaciones, etc) que acompañaron a la situación original. - Falsos reconocimientos: en esta curiosa alteración, el paciente tiene una certeza momentánea (en raras ocasiones duradera) de conocer a personas que no ha visto antes. Cómo se examina? Historia clínica Al igual que con las demás funciones, durante la elaboración de la historia clínica se pueden encontrar quejas sobre la memoria. Sin embargo es importante preguntar por fallas de memoria así no sean referidas espontáneamente por el paciente (puede ser que no este conciente de sus déficit mnésicos). También la información que brindan los familiares es fundamental. Es necesario siempre aclarar los siguientes aspectos: Tiempo de evolución: hace cuánto comenzó? Tipo de evolución: si el déficit de memoria ha sido progresivo, si la progresión es rápida o lenta, etc. Ejemplos de las fallas de memoria que está experimentando el paciente Si se acompaña de alteraciones en otras funciones Presencia de eventos como traumatismos craneales, ECV, etc., y su relación con las alteraciones. Historia familiar de alteraciones de la memoria Pruebas de memoria Las pruebas más sencillas y que pueden ser de utilidad para una valoración inicial de la memoria son: Repetición de 3 palabras: se dice al paciente 3 palabras (por ej., casa, mesa, árbol) y se le pide que las repita. Este mide la memoria inmediata, y de manera más específica el registro. Para la memoria reciente, se pide al paciente describir eventos públicos recientes o eventos personales fácilmente comprobables (por ej., qué comió usted esta mañana?) A los 5 minutos se pide al paciente que repita las palabras dichas al inicio. Errores en esta prueba tienden a indicar alteraciones de la memoria anterógrada. Para evaluar la memoria remota se utilizan hechos públicos de meses o años atrás (Cuál fue el anterior presidente?). También se puede preguntar por eventos personales que se puedan comprobar (Dónde pasó las vacaciones del año pasado?) Contexto diagnóstico Existen dos síndromes en donde la alteración central es el déficit de memoria. Estos son los síndromes amnésicos y las demencias. Los síndromes amnésicos incluyen una serie de trastornos en donde la función comprometida es la memoria sin compromiso de otras funciones. Existen diversas etiologías tanto neuropsiquiátricas (trauma de cráneo, ECV, etc) como las llamadas psicógenas (en los trastornos disociativos). El diagnóstico de una amnesia psicógena es siempre de exclusión, es decir, es necesario haber descartado otras posibles causas. En las demencias, existe un déficit progresivo de la memoria que primero compromete la memoria anterógrada y reciente y sólo en estadíos avanzados la remota. También se comprometen el componente verbal y episódico antes que el procedimental. A diferencia de los síndromes amnésicos hay compromiso de otras funciones como lenguaje, función ejecutiva, etc. En el delirium las alteraciones de memoria son fluctuantes y de aparición y evolución muy rápidas. Los pacientes con depresión pueden presentar quejas de memoria, en especial en la memoria reciente. Todavía existe controversia acerca de si en todos los casos se trata de un trastorno primario de la memoria o si es secundario a la alteración de la atención. También se ha postulado que estos pacientes pueden tener una tendencia a recordar más fácilmente eventos de tipo negativo. Finalmente en los pacientes con esquizofrenia el compromiso principal parece estar en la memoria de trabajo y este estaría en relación con las dificultades para el desempeño en tareas de la vida cotidiana. ORIENTACIÓN Aunque en general no se considera una función cognitiva “primaria” sino el producto de diversas funciones básicas en acción (como conciencia, atención y memoria), su importancia para la evaluación clínica es fundamental. En efecto, el examen de la orientación está incluido en la mayoría de las valoraciones de la conducta y el estado mental. Definiciones Para la mayoría de la gente estar orientado es simplemente verificar que un individuo sea capaz de indicar de manera correcta su identidad, localización geográfica/espacial y temporal. Una definición más elaborada sería aquella en que la orientación es considerada un proceso de actualización y sincronización periódica de una serie de coordenadas personales con las coordenadas públicas (sociales y geofísicas). Según esta definición, los individuos están “monitoreando” el ambiente de manera periódica, comparándolo con su conocimiento previo acerca de este y llevando a cabo las correcciones necesarias para que sus coordenadas intra y extra-personales sean consistentes entre si. La orientación permite por tanto responder a las preguntas del tipo quién soy? Dónde estoy? Que momento del tiempo es éste?, con cierto grado de elaboración y detalle. Es por esto que generalmente se habla de orientación en persona, lugar y tiempo. Desorientación y otras alteraciones de la orientación Con bastante frecuencia el clínico encontrará pacientes que no responden de manera adecuada a las preguntas básicas acerca de su identidad, del lugar donde se encuentran y del momento en el tiempo en que se desarrolla la entrevista. Sin embargo es plausible pensar que un individuo puede fallar en responder estas preguntas por diferentes motivos: No desea colaborar (por temor, fatiga, falta de motivación etc) No comparte el mismo sistema de coordenadas que el grupo social al que pertenece el entrevistador (por ejemplo un paciente indígena contestaba frente a la preguntas sobre tiempo “es la época de viajar a Brasil” en vez de utilizar día, fecha y hora) Déficit intelectual Déficit del lenguaje Incapacidad para orientarse (desorientación propiamente dicha) Tiene un sistema idiosincrático de coordenadas (que puede denominarse reorientación) Desorientación Como se mencionó en el apartado anterior, esta alteración sería la expresión de una incapacidad para llevar a cabo estos procesos de actualización. Es frecuente que el paciente desorientado tenga alteraciones prominentes de memoria, atención y en algunas ocasiones en el nivel de conciencia. El tipo de orientación que parece ser más frágil y por tanto se encontrará alterado con más frecuencia es el temporal. Le siguen en su orden la desorientación en espacio y persona (rara). Esta especie de gradiente en las alteraciones de la orientación parece corresponderse con la gravedad de la causa. (Se considera que la causa de la desorientación en tiempo es usualmente menos grave que la de la desorientación en persona). Típicamente el paciente desorientado será incapaz de responder a las preguntas sobre su identidad, el lugar en que se encuentra y el momento del tiempo. Vacila al responder, o responde “en pregunta” (estamos a lunes…no? Martes?? A que dia es que estamos?). No es infrecuente sin embargo las respuestas parciales en donde un individuo es capaz de decir el día de la semana, pero no la fecha exacta o decir el país y la ciudad pero no el sitio específico donde se encuentra. Finalmente los pacientes desorientados no serán capaces corregir por tiempo prolongado el desfase en su orientación. Reorientación En este caso los pacientes ignoran de manera relativamente deliberada el sistema consensual de coordenadas y lo reemplazan por un sistema privado. Estos pacientes pueden estar convencidos que son otra persona, de que se hallan en otro lugar o en otro momento del tiempo a pesar de reconocer en grado variable que su orientación difiere sustancialmente de la orientación consensual. Es común en los estados que cursan con psicosis. Cómo se examina? Básicamente preguntando acerca de datos de la identidad personal (Como el nombre, edad, fecha de nacimiento, ocupación), del sitio donde se encuentran (país, ciudad, departamento, lugar en donde transcurre la evaluación) y del momento del tiempo (día de la semana, fecha del día, mes y año, momento del día). Es esencial definir el tiempo de evolución de las alteraciones de la orientación. Recuerde que en pacientes con alteraciones del lenguaje Contexto diagnóstico La desorientación de corta evolución se presenta principalmente en el delirium. La desorientación también hace parte de otros síndromes neuropsiquiátricos como la demencia en fases avanzadas, trauma de cráneo, intoxicaciones, entre otros. En trastornos como la depresión, algunos cuadros psicóticos y en general en trastornos que cursen con compromiso de la atención y/o memoria puede presentarse desorientación, usualmente de tipo temporal, pero sería muy raro que se presente la de tipo espacial y mucho menos en identidad . Como se mencionó anteriormente la reorientación se presenta en trastornos psicóticos. LENGUAJE El lenguaje es un conjunto de signos/símbolos que tienen un significado particular y se utilizan para la comunicación entre individuos. En este documento se hace referencia específica a los trastornos que se derivan de una lesión neurológica (por ej. las afasias). Es importante mencionar que el lenguaje tiene a su servicio un aparato que genera sonido (fonatorio), uno que pone en acción los músculos para dar una forma especial al sonido (articulatorio) y uno que se encarga de la generación, comprensión y manipulación de los elementos simbólicos, de significado, de organización y de la utilización de estos en el contexto comunicativo. Convencionalmente se habla de que el lenguaje tiene los siguientes componentes: Fonética: lo relacionado a como suena Sintaxis: lo relacionado al orden entre las unidades lingüísticas Semántica: relacionado con el significado Pragmática: es lo que se hace con el lenguaje (lenguaje como acción) También es necesario recordar que el lenguaje no sólo es de tipo verbal/hablado, sino que también puede ser no verbal (gestos) y escrito. Las alteraciones del lenguaje pueden comprometer cualquiera o varias de estas modalidades. Finalmente es supremamente importante recordar que el desempeño en las pruebas de lenguaje va a verse influido por el nivel educativo del paciente y por la integridad de alerta, atención, memoria, sistemas fonatorios y articulatorios, etc. Cómo se examina? Cuáles son sus alteraciones? El examen del lenguaje desde el punto de vista neuropsicológico incluye evaluar la fluidez, comprensión, repetición y nominación. Otros aspectos importantes a tener en cuenta son el tono, timbre y prosodia (cualidad emocional a partir del tono) y la articulación. Se recomienda siempre hacer prueba de lenguaje verbal y escrito. Fluidez (“fluencia”): capacidad de producir lenguaje espontáneo sin pausas indebidas. Durante la entrevista se aprecia el largo de las frases y pausas, construcción gramatical. El lenguaje/habla no fluente se caracteriza por lo corto de las frases, los errores gramaticales, dificultades en encontrar palabras, pausas prolongadas, utilización excesiva de vocablos tipo “hmm” “ehhh”, etc. Una prueba más sofisticada consistiría en que el paciente diga en voz alta durante un minuto el número máximo de palabras que comienzan por una letra especifica (por ejemplo la C) o de una categoría (animal, fruta, etc). Normalmente la producción verbal sería de 18 palabras en la prueba de categorías o 12 en la de letras. Desde el punto de vista escrito se evaluaría la construcción y que la frase tenga sentido. Repetición: es la habilidad para reproducir el lenguaje de manera fiel y correcta. Su evaluación es sencilla y se basa en la repetición de frases de complejidad creciente. Comprensión: es la habilidad para entender (descifrar) los productos lingüísticos verbales y escritos. Se evalúa dando órdenes verbales y escritas de complejidad creciente que el paciente debe efectuar de manera adecuada. Cuando un paciente tiene un desempeño inadecuado en estas pruebas es necesario aclarar si este se debe a un problema en la comprensión del lenguaje o una incapacidad de para llevar a cabo las acciones a pesar de entender las órdenes (apraxia). Nominación: es la habilidad de identificar los objetos por medio del lenguaje. Para evaluarla se presentan objetos de diversas categorías y partes de objetos que el paciente debe nombrar adecuadamente (ej. reloj, estilógrafo, silla, las patas de la silla, etc) . Es importante distinguir entre los problemas de nominación y los de reconocimiento. Para esto se presenta el objeto no reconocido/no nominado visualmente a través de otras modalidades (por ejemplo auditiva o táctil). Si el paciente sigue sin poder nombrarlo es un problema de nominación, si por el contrario es capaz de reconocerlo a través del tacto se piensa en problemas del reconocimiento. Principales alteraciones A continuación se enumeran las principales alteraciones del lenguaje encontradas en pacientes con lesión neurológica. Las alteraciones que se encuentran en pacientes con trastornos psiquiátricos primarios, se describen en el documento titulado “Trastornos del Pensamiento y Lenguaje: Algunos elementos básicos”. Aprosodia: se pierde el componente del tono que le da la cualidad emocional al lenguaje y por tanto da una impresión monótona, fría, distante. Afasias: pérdida o déficit del lenguaje debido a daño cerebral de cualquier etiología. Se puede afirmar que a cada tipo de afasia subyace un correlato neuroanatómico bastante específico. Las más conocidas son la de Broca (no fluente, déficit en repetición, comprensión generalmente preservada, alteración en nominación y lectura, déficit lenguaje escrito) y la de Wernicke (fluente con parafasias, no repite, no comprende, no lee, no escribe, nomina de manera irregular). Otros tipos son la de conducción, la transcortical, la global, la anómica, entre otras. Dislalia y disartria: dificultades y anomalías en la articulación GNOSIAS, PRAXIAS Y HABILIDADES VISUOESPACIALES GNOSIAS Y PRAXIAS Definiciones Las praxias se definen como la habilidad para integrar la comprensión y ejecución de una tarea. Esto implica una serie de componentes: motor, sensorial, cognitivo y ejecutivo. Gnosis es un término que significa conocimiento, cuyo uso se ha extendido de manera más general a significado y reconocimiento. Requiere de integridad sensorial. En las apraxias, hay una incapacidad adquirida para la ejecución de tareas o acciones específicas a pesar de la integridad del lenguaje (comprensión), la motricidad y las funciones sensoriales. Cuando no hay incapacidad sino una alteración relativamente leve, se habla de dispraxias. En las agnosias hay un déficit adquirido del reconocimiento. Usualmente están limitadas a una sola modalidad sensorial y por tanto al presentar el objeto bajo otra modalidad el paciente ya es capaz de reconocerlo. Se puede afirmar que las apraxias y las agnosias no se presentan en los pacientes psiquiátricos primarios (ej., depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar) y por tanto su presencia indica una lesión neurológica activa o una secuela de lesión neurológica. Cómo se examinan? Como se desprende de las definiciones anteriores, estas funciones se evalúan a partir del desempeño en tareas que impliquen ejecutar acciones específicas y reconocer objetos. Las pruebas más sencillas y utilizadas son: Se da una orden y el paciente de be ejecutarla (como se explicó anteriormente en caso de falla en la ejecución debe distinguirse entre defectos de comprensión y apraxia propiamente dicha). Otra tarea utilizada es el pedir al paciente que haga la mímica de cómo se ejecuta una acción determinada (por ejemplo prender y fumar un cigarrillo). Se presentan objetos al paciente en diversas modalidades sensoriales y se pide al paciente que las reconozca. También se puede pedir al paciente que reconozca caras familiares, presentar objetos para que sean reconocidos solo con el tacto. HABILIDADES VISUOESPACIALES Básicamente tienen que ver con la capacidad de reconocer, reproducir, manipular objetos a partir de la visión. Se explora pidiendo al paciente que reproduzca un dibujo. FUNCIÓN EJECUTIVA/COGNICIÓN COMPLEJA Definiciones Aparte de las funciones previamente mencionadas, es claro que existe una serie de habilidades, funciones y operaciones que permiten al individuo la resolución de problemas de manera bastante sofisticada. Entre estas se cuentan las llamadas funciones ejecutivas y la inteligencia La función ejecutiva (o funciones ejecutivas) comprenden una serie de habilidades que incluyen: Planear Categorizar información Abstracción Utilizar la memoria de manera sistemática para resolver problemas Ser capaz de independizar la conducta de las contigencias inmediatas del ambiente Mantener la conducta y terminarla Se capaz de cambiar la conducta de acuerdo con los cambios de contexto (de información, de estímulos, etc). Integrar emociones y cogniciones Uso del lenguaje para dirigir la conducta. Los pacientes que tienen afectada la función ejecutiva, muestran diversas manifestaciones: Perseveración (que refleja la incapacidad para cambiar de contexto de manera fluida, de terminar una conducta cuando es necesario) Dependencia ambiental excesiva (no son capaces de disociar su conducta de los estímulos externos) Enlentecimiento cognitivo Todo lo anterior limita su capacidad para la actividad laboral/académica, el autocuidado, la utilización de lo aprendido, etc. Para su examen general se utilizan las tareas de alternancia de secuencias (mediante dibujos y la alternancia de secuencias manuales de Luria). Alternancia de secuencias Se pide al paciente que copie la siguiente secuencia Los pacientes con alteraciones de la función ejecutiva presentan problemas para iniciar el dibujo o presentan perseveración, por ej. : Alternancia de secuencias manuales de Luria En esta tarea se le pide al paciente que cambie la postura de la mano de tener la palma extendida al filo, y luego empuñarla. Se muestra al varias veces hasta que el paciente entendió la secuencia palma-filo-puño y se le pida que la repita. Los pacientes con disfunción ejecutiva tienden a no poder aprender correctamente la secuencia o son incapaces de continuarla por errores generados por perseveración. Las funciones ejecutivas se encuentran alteradas de manera variable (en extensión y severidad) en trastornos como la esquizofrenia, las demencias, el TADH, etc. Para algunos la inteligencia es simplemente un nombre tradicional para referirse a las funciones ejecutivas. Sin embargo, dado que los argumentos para esta equivalencia no son totalmente convincentes (al fin y al cabo se puede considerar que las funciones ejecutivas son en realidad el sustrato cognitivo de la inteligencia y no la inteligencia como tal) se mantendrá la distinción en este documento. INTELIGENCIA Existen múltiples definiciones de de inteligencia, algunas más aceptadas que otras, algunas más restringidas y otras más amplias. Las diversas definiciones incorporan elementos relacionados con la resolución de problemas (con cierto nivel de creatividad), la utilización de estrategias cognitivas para esta resolución de problemas, el aprendizaje y una serie de habilidades para el manejo de conceptos y situaciones personales, interpersonales y socio-culturales. La definición propuesta por Yam (1998) es bastante citada. En ella se considera que la inteligencia es una habilidad para manejar la complejidad y solucionar problemas en contextos de desafío o utilidad. En la actualidad también se insiste sobre el tema de las inteligencias múltiples, en donde se plantea que la inteligencia no puede ser reducida al desempeño académico/conceptual, sino que además existe una inteligencia práctica y una social. Alteraciones de la inteligencia El llamado retraso mental es el problema de inteligencia que con mayor frecuencia se requiere evaluar, aunque en la actualidad existe un gran debate frente a su definición y si se trata de un trastorno o enfermedad como tal o una forma de discapacidad. El término retraso mental está siendo gradualmente reemplazado por el de discapacidad intelectual, para tratar de disminuir el estigma que lo acompaña. Puede definirse como una capacidad disminuida de adaptación originada en el desarrollo temprano frente a las demandas cotidianas (social, ocupacional, interpersonal) derivada de una serie de déficits en las funciones cognitivas. Esta discapacidad tiene diversos grados de intensidad y extensión, con pacientes en quienes esta sólo se hace evidente a partir de un examen minucioso y otros que requieren supervisión constante incluso para las actividades más básicas. La AAMR ha propuesto una definición que ha tenido gran difusión y aceptación a nivel clínico y de investigación: “El término retraso mental se refiere a una serie de limitaciones caracterizadas por un funcionamiento intelectual significativamente por debajo del promedio que existe de manera concurrente con limitaciones en 2 o más de las siguientes áreas adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en casa, habilidades sociales, utilización de los recursos comunitarios, autodirección, cuidado de la salud y seguridad propias, rendimiento académico, recreación y trabajo. Debe comenzar antes de los 18 años” Los pacientes con discapacidad intelectual pueden presentar diversos tipos de alteraciones cognitivas y conductuales: Pensamiento y lenguaje concretos (pobre capacidad de abstracción). Se comportan socialmente como individuos de edades inferiores (por ej. un niño de 12 años que se comporta como uno de 6) Falla académica Dificultades para el control de impulsos y emociones Baja tolerancia al estrés Dificultades para utilizar los recursos cognitivos en la resolución creativa de problemas Dado que se trata más de una discapacidad que una enfermedad, para el psiquiatra es de interés porque: Constituye un factor de riesgo para presentar trastornos psiquiátricos: los pacientes con discapacidad intelectual tienen una mayor frecuencia de trastornos depresivos, ansiosos, psicóticos, abuso de sustancias y alteraciones de la personalidad. Dificulta el diagnóstico: la presentación de los síntomas psiquiátricos puede ser diferente en personas con discapacidad intelectual y existen barreras de comunicación que hacen difícil entender la experiencia subjetiva o las razones para la acción del paciente. Plantea dificultades para el tratamiento (por ej., tienden a presentar mayores efectos adversos de los tratamientos farmacológicos) Acerca del diagnóstico de discapacidad intelectual Aunque en las personas con discapacidades severas el diagnóstico puede ser relativamente fácil, en otros casos (los llamados casos “limítrofes”), el clínico requiere la ayuda de la psicometría (pruebas de inteligencia) e incluso la evaluación neuropsicológica. Se sospecha la discapacidad intelectual en las personas que desde etapas tempranas del desarrollo presentan limitaciones en diversas áreas de la vida cotidiana (no es suficiente la falla académica) que son atribuibles a déficits cognitivos. INTROSPECCIÓN Términos como introspección, conciencia de enfermedad, prospección, juicio, raciocinio son con frecuencia utilizados en psiquiatría y neuropsiquiatría. Sin embargo, al igual que con otras funciones, habilidades y conductas complejas, tienen una importante carga de ambigüedad conceptual: las definiciones son muy variables y por tanto su utilización puede llevar a confusión. Introspección La introspección en el sentido de conciencia de enfermedad tiene diversos componentes: Darse cuenta de que hay cambios en la conducta o experiencia subjetiva Darse cuenta de las consecuencias personales, interpersonales y sociales de estos cambios de la conducta Atribuirlos a un problema de salud Darse cuenta que estos requieren tratamiento y participar activamente de este Esta se encuentra típicamente alterada en los trastornos que cursan con psicosis (alucinaciones e ideas delirantes) como la esquizofrenia, la manía, en algunas demencias, lesiones de los lóbulos frontales, dependencias a sustancias y trasotrnos de personalidad, entre otros. Las alteraciones de la introspección pueden ser globales (todos los componentes están alterados) o parciales. El impacto de la falta de introspección es variado, pero en general hace que el paciente se resista a las explicaciones que otros le dan acerca de sus experiencias, ideas, etc; que no acepte ir a consulta o tomar la medicación. Sin embargo también existen pacientes que toman sus medicamentos sin tener una “verdadera” conciencia de enfermedad: se toman la medicación porque “los tranquiliza”, pero no aceptan tener una esquizofrenia. La prospección, el juicio y el raciocinio, como son utilizados por algunos psiquiatras y mencionado en algunos textos, tienen un estado psicopatológico incierto, dado que no es claro si realmente corresponden a funciones cognitivas o simplemente a formas de interpretar la conducta del paciente en términos de lo que socialmente o consensualmente sería apropiado. En realidad son términos/conceptos dependientes, “parásitos” o derivados de la introspección. Usualmente los clínicos para su evaluación utilizan preguntas del tipo: qué hará usted cuando salga del hospital? Qué opina de lo que le ha sucedido? Qué piensa hacer si vuelve a tener una experiencia de este tipo? que no son más que formas alternativas para evaluar la introspección. Los clínicos que se apoyan en estos conceptos para la evaluación del paciente, esperan respuestas, conductas y actitudes que coinciden con lo que alguien que no tiene una enfermedad mental haría. Es por esto que se sugiere no utilizarlos por separado y más bien describir de manera completa la introspección y el impacto (positivo o negativo) que tiene en el paciente. LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA La evaluación neuropsicológica es una ayuda fundamental para el diagnóstico y el tratamiento de diversos trastornos. Se trata de un procedimiento en donde el paciente debe resolver diversas pruebas que han sido diseñadas de manera específica para medir el estado de funciones cognitivas (pruebas de memoria, atención, lenguaje, etc). Permiten discriminar los componentes afectados en una función (por ej. memoria de trabajo, memoria verbal, memoria anterógrada) y cuantificarlo (medir la extensión del déficit). Las principales indicaciones son: Evaluación todo paciente con déficit cognitivo adquirido (por ejemplo pacientes con demencias, enfermedades neurodegenerativas, con secuelas de un trauma de cráneo o de un accidente cerebro-vascular) de manera a contribuir al diagnóstico y al seguimiento. Definir los componentes y subcomponentes que se encuentran alterados en una función determinada y cuantificarlos (por ej. cuando se necesita saber qué tipo de memoria esta alterado). Para planear y evaluar el tratamiento y la rehabilitación: el tener una evaluación neuropsicológica basal permite evaluar la efectividad de un tratamiento o por el contrario saber si está alterando aun mas las funciones cognitivas. También sirve para definir las fortalezas y limitaciones del paciente, permitiendo estructurar un plan de rehabilitación más exitoso y adaptado al perfil del paciente. Bibliografía recomendada Fierro M. Semiología del psiquismo. Grupo farmacéutico Synthelabo. Belloch, Sandin y Ramos. Manual de psicopatología. Mc Graw Hill. 1996 Apéndice 1: Escala de Glasgow APERTURA DE OJOS ESPONTANEO 4 PTOS A LA VOZ 3 PTOS AL DOLOR 2 PTOS RESPUESTA MOTORA CUMPLE ORDENES 6PTOS LOCALIZA DOLOR 5PTOS SOLO RETIRA 4 PTOS NO APERTURA 1 PTO FLEXION ANORMAL 3 PTOS EXTENSIÓN ANORMAL 2 PT NO RESPUESTA 1 PTO RESPUESTA VERBAL ORIENTADO 5 PTS CONFUSO 4 PTS PALABRAS INAPROPIADAS 3 PTS SONIDOS INCOMPRENSIBLES 2 PT NO RESPUESTA 1 PTO Apéndice 2: El examen mínimo del estado mental (“minimental test”) 1. ORIENTACIÓN EN TIEMPO: 5 PREGUNTAS. CADA RESPUESTA CORRECTA TIENE UN VALOR DE UN PUNTO. QUE FECHA ES HOY? QUÉ DIA DE LA SEMANA ES HOY? EN QUÉ MES ESTAMOS EN QUÉ AÑO ESTAMOS? QUÉ HORA APROXIMADA ES? 2. ORIENTACIÓN EN ESPACIO: 5 PREGUNTAS. CADA RESPUESTA CORRECTA TIENE UN VALOR DE UN PUNTO. DÓNDE ESTAMOS? EN QUÉ PISO ESTAMOS? EN QUÉ CIUDAD ESTAMOS? EN QUÉ DEPARTAMENTO ESTAMOS? EN QUÉ PAÍS ESTAMOS? 3. REGISTRO: ENUNCIE ESTAS TRES PALABRAS DE MANERA CLARA. PIDA AL PACIENTE QUE LAS REPITA. LA PRIMERA REPETICIÓN DETERMINA EL PUNTAJE. CADA RESPUESTA CORRECTA TIENE UN VALOR DE UN PUNTO. CASA MESA ARBOL 4. ATENCIÓN DELETREE LA PALABRA MUNDO AL REVES (1 PUNTO POR CADA LETRA CORRECTA ODNUM) 5. EVOCACIÓN REPITA LAS PALABRAS DEL PUNTO 3. CADA RESPUESTA CORRECTA TIENE UN VALOR DE UN PUNTO. 6. LENGUAJE NOMINACIÓN: QUÉ ES ESTO (MUESTRE UN LÁPIZ) QUÉ ES ESTO (MUESTRE UN RELOJ). SOLO UN INTENTO. CADA RESPUESTA CORRECTA VALE 1 PUNTO. REPETICIÓN: DIGA AL PACIENTE LA SIGUIENTE FRASE “EL FLAN TIENE FRUTILLAS Y FRAMBUESAS” Y PIDALE QUE LA REPITA. VALE UN PUNTO SI LA REPITE TOTAL Y CORRECTAMENTE. SEGUIR ORDENES: DELE A SU PACIENTE UN PAPEL Y DÍGALE “TÓME ESTE PAPEL CON LA MANO IZQUIERDA, DOBLELO POR LA MITAD Y PONGALO EN EL PISO” UNPUNTO POR CADA ORDEN QUE SIGA DE MANERA CORRECTA. LECTURA: MUESTRELE UNA HOJA EN DONDE DICE “CIERRE LOS OJOS”, PIDALE QUE HAGA LO QUE AQUÍ DICE SIN LEERLO EN VOZ ALTA. 1 PUNTO ESCRITURA: PIDALE QUE ESCRIBA UNA FRASE. ESTA DEBE SER ESPONTÁNEA. DEBE CONTENER SUJETO Y VERBO. 1 PUNTO COPIA: SE LE PIDE AL PACIENTE QUE COPIE LA SIGUIENTE FIGURA. 1 PUNTO PUNTAJE TOTAL: