Placass Tectónicas I - Placas Tectónicas II -El Ciclo Hidrológico

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Placas Tectónicas I - Placas Tectónicas II -El
Hidrológico- El Ciclo Carbónico -El Ciclo del Nitrógeno
Ciclo
Placas, placas límites, y el origen de los movimientos La Estructura de la Tierra Una travesía
virtual al centro de la tierra El viaje del agua a través del tiempo El Ciclo Carbónico- De
Microbios y de Hombres -
Placass Tectónicas I - Placas
Tectónicas II -El Ciclo HidrológicoEl Ciclo Carbónico -El Ciclo del
Nitrógeno
Compilación y armado: Sergio Pellizza
Dto. Apoyatura Académica I.S.E.S.
Fuente:
Placas Tectónicas I
La Evidencia de la Revolución Geológica
por Anne E. Egger
Los Himalayas son generalmente conocidos como el 'techo del mudo' porque
presentan los picos más altos de la Tierra. El más famoso es el Monte Everest a
8,848 metros sobre el nivel del mar. La roca que lo cubre es piedra caliza, que se
forma en el fondo de los mares cálidos y poco profundos y que se compone
totalmente de fósiles marinos, desde plancton hasta almejas y peces. Durante
años, los geólogos no lograban explicar cómo los residuos endurecidos de
pequeños organismos marinos podían existir en la cumbre de una montaña.
En los años 1900s, muchos científicos pensaban que mientras la tierra se enfriaba
después del Big Bang, la superficie del planeta se contraía y se arrugaba como la
piel de una uva pasa. La teoría de la 'uva pasa' implicaba que las cumbres
montañosas como los Himalayas surgieron a través del proceso de arrugamiento.
Esta teoría asumía que todas las características de la tierra se habían formado
durante un enfriamiento y que el planeta estaba relativamente estático,
cambiando muy poco mientras el enfriamiento (y el arrugamiento) se detenian
durante billones de años.
Alfred Wegener, un geofísico y meteorológo alemán, no estaba de acuerdo con
esta explicación. Tomó sus ideas del conocido hecho que África y Sud América
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parecían unirse como unas piezas de un rompecabezas. Recolectó datos de
ambos continentes, y encontró que tipos de fósiles y de rocas en la costa Este de
Sur América correspondían a los encontrados en la costa Occidental de África.
Cuando añadió los continentes del Norte al rompecabezas, Wegener se dio cuenta
que la cadena de las Montañas Apalaches en Norte América continuaban como las
Montañas Caledonias en el Norte de Europa.
Mapa que muestra la distribución de fósiles en los continentes del Sur. Esta distribución hizo que Wegener una los
continentes, tal como demuestra el mapa. Imagen de USGS publication This Dynamic Earth
Para explicar estos datos, Wegener propuso la teoría del movimiento continental,
en su libro Los Orígenes de los Continentes y los Océanos, publicado en Alemán
en 1915. Su teoría enunciaba que todos los continentes estaban originalmente
unidos en un supercontinente llamado Pangae. También decia que hace
aproximadamente 200 millones de años, Pangea se separó y los continentes se
movieron lentamente a sus posiciones actuales.
Pérmico
Jurásico
225 million years ago
135
ago
million
Hoy en Día
years
Imágen de USGS publication This Dynamic Earth
El
orígen
del
movimiento
Cuando el libro de Wegener fue traducido al Inglés, Francés, Español, y Ruso en
1924, este fue ridiculizado por su sugerencia que los continentes se habían
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movido. Uno de los principales problemas de su teoría era que no proponía un
mecanismo que hubiese provocado el movimiento de los continentes. ¿Cúal era la
fuerza que movía los continentes? ¿De dónde venía? ¿Cuánta fuerza se
necesitaba para mover un continente?
El mecanismo que provocó el movimiento, un importante dato en esta teoría, no
se supo hasta los años 1960. Wegener desarrolló su teoría sobre la base de datos
de los continentes, pero los océanos cubren el 70% de la superficie de la tierra,
una amplia área escondida bajo kilómetros de agua. Después que Wegener
publicó su teoría, grandes desarrollos técnicos y cietíficos permitieron a científicos
mapear el suelo oceánico y detectar inversiones paleomagnéticas en las rocas en
el suelo oceánico. Estos dos datos proporcionaron evidencia adicional a los
geólogos para explicar el proceso del movimiento continental.
Antes que barcos equipados con sonar empezaran a mapear el suelo oceánico en
los años 1920, se creía que la costra debajo de los mares era plana y sin
características. Los mapas sonares, sin embargo, mostraron que los suelos
marinos eran diferentes, que tenían tremendos valles profundos, cadenas
montañosas como las Montañas Rocosas de Norte América, y vastos planos. Más
notable, se encontró una larga cordillera que atravesaba la mitad del Océano
Atlántico, levantándose 1-2 kilómetros sobre los alrededores de los suelos
oceánicos y corriendo paralelamente a las costas continentales de ambos lados.
Cordilleras oceánicas similares fueron mapeadas en los Océanos Pacífico Oriental
e Índico Occidental. En estas cordilleras ocurrió alguna actividad volcánica.
Claramente, las cordilleras tuvieron algo que ver con el movimiento continental,
pero ¿qué?
En 1962 un trabajo titulado 'Historia de las Cuencas Oceánicas', de Harry Hess,
un geólogo de la Universidad de Princeton, propuso que las cordilleras oceánicas
centrales marcaban regiones donde un magma cálido se elevó hasta cerca de la
superficie. Además, sugirió que la expulsión de magma en las cordilleras separó
el suelo oceánico de las cordilleras como una banda deslizante. En profundas
zanjas como esas que se encuentran en la costa de Sud América y Japón, el
extenso suelo oceánico se hundió debajo de los gruesos continentes en zonas de
sumersión. La teoría de Hess, 'la extensión de suelo oceánico' ofrecía una
explicación convincente sobre el mecanismo del orígen del movimiento de
Wegener, pero necesitaba una prueba más.
El mismo año que Hess propuso su teoría, la Marina
de Estados Unidos, publicó un trabajo que resumía
los resultados sobre el magnetismo de los suelos
oceánicos. Durante la Segunda Guerra Mundial,
barcos que llevaban aparatos para medir el
magnetismo, encontraron bandas alternantes de
magnetismo débil y fuerte en las rocas del suelo
marítimo (originalmente estos magnetómetros
fueron diseñados para localizar submarinos). Estas
bandas, irregulares en anchura, no solamente corrían paralelas a las cordilleras
oceánicas, sino que estaba modeladas simétricamente alrededor de las cumbres
de estas cordilleras.
El magnetismo fue provocado por la presencia de minerales magnéticos en las
rocas. Los científicos no se sorprendieron al conocer que las rocas del suelo
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marítimo conteníaan el mineral magnético magnetita. Cuando el magma de las
cordilleras sube y se enfría, se cristaliza, encerrando los cristales de magnetita y
alineandolos con el campo magnético de la tierra como la aguja de un compás
(ver la Lección sobre la Estructura de la Tierra). El campo magnético de la tierra
era conocido desde la antigüedad, pero más tarde los científicos se dieron cuenta
que el campo magnético no es constante, fluctúa en intensidad y ocasionalmente
invierte la dirección (llamado polaridad). Hoy consideramos que el campo tiene
una polaridad 'normal', el norte es norte. Sin embargo, varias veces en el pasado,
la polaridad se ha invertido, las agujas de nuestros compases se cambiaban de
dirección y apuntaban al Polo Sur. Este fenómeno de inversión magnética había
sido previamente observado en rocas continentales, y ahora parecía también ser
el caso para las rocas oceánicas.
En 1963, Fred Vine y Drummond Matthews, dos geólogos británicos, unieron el
mapa de la cordillera central Atlántica con las bandas magnéticas simétricas en
suelo marítimo. Cuando los barcos navales trazaron el plano del magnetismo
fuerte, las rocas mostraron la polaridad invertida. Estos paleomagnéticos
invertidos claramente modelados en el suelo marítimo ofrecieron la prueba
necesaria de la extensión en el suelo marítimo de Hess. Especificamente,
probaron que una costra nueva estaba siendo continuamente generada en la
cordillera central oceánica, donde el magma se enfriaba y los cristales de
magnetita 'se encerraban' de acuerdo con la orientación del campo magnético de
la tierra en ese momento. Los continentes no tenían que 'moverse' al lugar donde
están hoy en día, pero eran movidos por las lentas y continuas magmas de las
bandas deslizantes en las cordilleras oceánicas centrales.
Mid-ocean ridges
Concept simulation - Recreates activity at Plate Boundaries.
(Flash required)
El trabajo de Hess, Vine, y Matthews resultó en un nuevo mapa de la tierra, que
incluía placas en los bordes además de las costas. Los bordes fueron dibujados en
las cordilleras oceánicas y en las zonas sumergidas.
Azul = cordilleras oceánicas, Rojo = zonas de subduction.
Más
evidencia
para
las
placas
tectónicas
Hoy, gran parte de la evidencia sobre las placas tectónicas se adquiere con la
tecnología de satelite. Con técnicas como el Sistema Global de Posicionamiento y
otras técnicas de recolección de datos con satélite, los científicos pueden medir
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directamente el movimiento y la velocidad de las placas en la superficie de la
tierra. Las velocidades van de 10 - 100 mm al año, confirmando la antigua
creencia que las placas se mueven a una velocidad lenta pero constante.
Los Himalayas, empezaron a formarse hace unos 40 millones de años cuando la
placa India chocó con la placa Euroasiática, empujando y doblando rocas que se
habían formado debajo del nivel del mar en altos picos. Ya que la placa India
sigue moviéndose hacia el norte, los Himalayas siguen alzándose a una velocidad
de 1 cm por año. Ya no tenemos que evocar una tierra arrugada que se encoge
para explicar el origen de los fósiles marinos en la cumbre del mundo.
La tierra es increiblemente dinámica, cadenas de montañas se hacen y se
erosionan, volcanes hacen erupción y se extinguen, mares avanzan y retroceden,
y esos cambios son el resultado de un proceso de placas tectónicas. Antes que
Wegener desarrose su teoría, pocos habían concebido este mundo. Su teoría del
movimiento continental fué el primer paso en el desarrollo de la teoría tectónica,
y la fundación sobre la que la geología moderna fue construida.
Módulos Relacionados
La Estructura de la Tierra
Placas Tectónicas II
Placas Tectónicas II
Placas, placas límites, y el origen de los movimientos
por Anne E. Egger
En 1962, la idea que las piezas de la superficie de la tierra se movían no era
considerada radical. Como vimos en la lección Placas Tectónicas I, el concepto del
movimiento continental y de la extensión del suelo marítimo había revolucionado
la geología, y los investigadores empezaron a revisar sus interpretaciones de los
datos existentes. Por ejemplo, los geólogos sabían que los terromotos no estaban
distribuidos al azar en la tierra.
Los terremotos están en rojo. Esta imágen fue generada usando QUEST, un instrumento
interactivo para diseñar en línea a través de Discover Our Earth en Cornell University.
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En realidad, los terremotos, se concentran en las
placas límites dibujadas por Harry Hess. Sin
embargo, no todos los terremotos ocurren a la
misma profundidad. Donde Hess había postulado
que las rocas del suelo oceánico estaban
hundiéndose en las zonas de subducción o
sumersión, ocurren los terremotos a una baja
profundidad de 0-33 km debajo de la superficie
cerca de las zanjas, y a una profundidad de casi 700
km debajo de la superficie, más tierra adentro. Por otra parte, sólo terremotos
poco profundos (de profundidad de 0-33 km) son registrados en las cordilleras
que se extienden. Estos datos ayudaron a los geólogos a diseñar planos
longitudinales que muestran que las placas son delgadas en las cordilleras que
se extienden, y que la subducción alcanza largas distancias, llevando las placas a
profundidad debajo de los continentes.
Al igual que los terremotos, los volcanes estaban preferentemente localizados en
las placas límites o cerca de ellas.
Históricamente los volcanes activos estána en rojo. Esta imágen fue generada usando QUEST, un
instrumento interactivo para diseñar en línea a través de Discover Our Earth en Cornell
University.
Al igual que los terremotos, diferentes tipos de volcanes existen en diferentes
tipos de placas límites. La mayoría de las erupciones volcánicas que salen en las
noticias, como la erupción del Monte Santa Helena de 1980, tienen lugar cerca de
las zonas de subducción. Estas devastadoras y explosivas erupciones reflejan la
composición de magma, que es extremadamente viscosa y que por consiguiente
no fluye fácilmente. Al contrario, las erupciones volcánicas que existen en las
cordilleras que se extienden son mucho mas suaves, en parte porque la mayoría
de estas erupciones están debajo de 2-3 kilómetros de agua, pero también
porque el magma es menos viscoso.
Placas
límites
Estas observaciones sobre la distribución de los terremotos y los volcanes ayudó
a los geólogos a definir los procesos que ocurren en las cordilleras que se
extienden y las zonas de subducción. Además, ayudaron a los científicos a
descubrir que hay otros tipos de placas límites. En general, las placas límites son
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el escenario de gran actividad geológica, terremotos, volcanes, y topografía
dramática, de tal manera que cordilleras como los Himalayas están todas
concetradas donde dos o más placas se encuentran en un límite. Hay tres
principales maneras en que las placas interactúan en los límites: pueden moverse
en dirección divergente, pueden moverse en dirección convergente, o pueden
deslizarse una al lado de la otra, transformante. Cada una de estas interacciones
produce un modelo de terremoto, volcanismo y topografía diferentes:
Límites
Divergentes
Los límites divergentes son las cordilleras oceánica
centrales que lanzaron la revolución de las placas
tectónicas. La Cordillera Central Atlántica es un ejemplo
clásico. Los terremotos poco profundos y fluidos
menores de lava caracterizan la cordillera oceánica
central. El suelo marítimo en las cordilleras es más alto
que los llanos abismales alrededor, porque las rocas son
más calientes (y menos densas). Se enfrian y
condensan mientras se alejan del centro de extensión.
La extensión ha estado ocurriendo en la Cordillera
Central Atlántica durante 180 millones de años, lo que
ha producido un gran valle oceánico, el Óceano Atlántico.
Límites
Convergentes
Los límites convergentes son los más activos geológicamente, con diferentes
características dependiendo del tipo de costra presente. Hay dos tipos de costras:
oceánica y continental. La costra continental es gruesa y ligera, la costra oceánica
es delgada, densa y forma las cordilleras oceánicas centrales. La actividad que
tiene lugar en los límites convergentes depende del tipo de costra presente, tal
como se explica aquí.
•Costra
oceánica
encuentra
costra
continental:
estas son las zonas de subducción imaginadas por Hess, donde la costra oceánica
densa se sumerge debajo de la costra continental ligera. Estos límites se
caracterizan por: a) una zanja oceánica muy profunda al lado de una cordillera
continental montañosa alta, b) numerosos terremotos que progresan de lo poco
profundo a lo profundo, y c) un gran número de volcanes de composición
intermedia. Los Andes deben su existencia a la zona de subducción en el borde
occidental de la placa de América del Sur. En realidad, este tipo de límite es
usualmente llamado el margen Andino.
Los
terremotos
cuadrados
son
los
amarillos.
Esta imágen ha sido modificada de This
Dynamic Earth, una publicación de U.S.
Geological Survey
•Costra
oceánica
encuentra
costra
oceánica:
donde dos placas oceánicas convergen, también ocurre una zona de subduccion,
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pero el resultado es ligeramente diferente que en el Margen Andino. Puesto que
las densidades de las dos placas son similares, es usualmente la costra oceánica
más antigua la que se hunde porque es más fría y ligeramente más densa. Los
terremotos progresan de lo menos profundo a lo más profundo como en la
convergencia oceánica-continental, y los volcanes forman un arco de islas, como
el Monte Fuji en Japón y Pinatubo en Filipinas. Estos volcanes son ligeramente
diferentes de esos que forman los Andes porque el magma se produce de la
costra oceánica derretida en vez de la costra continental derretida .
Los
terremotos
cuadrados
son
los
amarillos.
Esta imágen ha sido modificada de This
Dynamic Earth, una publicación de U.S.
Geological Survey
•Costra
continental
encuentra
costra
continental:
cuando dos piezas de costra continental convergen, el resultado es un gran
montón de material continental. Ambas piezas de costra son ligeras y no son
fácilmente hundidas. La convergencia continental está ejemplificada en la
cordillera de los Himalayas, donde la placa India se encuentra con la placa
Asiática. Ocurren varios terremotos pocos profundos, pero hay muy poco
volcanismo.
Los
terremotos
cuadrados
son
los
amarillos.
Esta imágen ha sido modificada de This
Dynamic Earth, una publicación de U.S.
Geological Survey
Límites transformantes
La mayoría de los límites son convergentes o divergentes, los
límites transformantes son los más raros. La falla de San
Andrés en California es un ejemplo de un límite continental
transformante. Terremotos frecuentes y poco profundos
ocurren (como los famosos terremotos de San Francisco en
1906 y 1989), pero hay poco volcanismo asociado o relieve
topográfico. La Falla Alpina de Nueva Zelanda es muy similar.
La mayoría de los límites transformantes ocurren no en el
interior sino en los segmentos cortos, al borde de las
cordilleras oceánicas centrales.
Unos pocos límites retan clasificaciones simples y son llamados
como 'placas de las zonas límite'. Por ejemplo, un modelo de
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terremoto complicado se produce por una ancha y poco entendida
zona de placa límite entre las placas Euroasiática y Aficanas en el
Mediterráneo.
Actividad
Geológica
separada
de
las
placas
límite
Los límites descritos anteriormente dan cuenta de la mayoría de la actividad
sísmica y volcánica en la tierra. Sin embargo, mientras más datos empezaban a
explicar el esquema de las placas tectónicas, más sobresalían las excepciones.
¿Qué puede explicar Hawai, por ejemplo, un antiguo escenario de actividad
volcánica en la placa del Pacífico central donde no hay subducción o extensión
para generar magma?
Tenía que haber algo más. En 1963, J. Tuzo Wilson, un geofísico canadiense,
propuso la teoría que la capa contenía inmóviles lugares calientes, delgadas
plumas de magma caliente que actuaban como quemadores Bunsen cuando las
placas estaban encima de ellos. Las Islas Hawaianas forman una larga y derecha
cadena, con erupciones volcánicas continuas en la isla Hawai e islas volcánicas
altamente erosionadas en el noreste. De acuerdo a la teoría de lugares calientes
de Wilson, la cadena de islas representa el movimiento hacia el surestede de la
placa Pacífico sobre la capa de pluma.
El esbozo original de J. Tuzo Wilson de los lugares calientes Hawainos.
(Usado con el permiso de Canadian Journal of Physics.)
Una importante implicación de la teoría de Wilson es que, puesto que los lugares
calientes son estacionarios, las pistas de los lugares calientes podían ser usadas
para rastrear la historia del movimientos de las placas. Por ejemplo, la pista de la
cadena Hawaina continua hacia el noroeste como una cadena de antiguos volcanes
inactivos bajo agua. Una vez que las erupciones volcánicas se detienen, las olas
oceánicas empiezan a erosionar las islas debajo del nivel del mar y se llaman
montes marítimos. Las islas y los montes marítimos asociados con los lugares
calientes Hawainos ofrecen una historia sobre el movimiento de la placa Pacífico,
que aparentemente tomó un rumbo al este alrededor de 28 millones de años. Otras
pistas de lugares calientes en el mundo pueden ser usadas de manera similar para
reconstruir la historia global de las placas tectónicas.
¿Cúales
son
las
fuerzas
que
motivan
el
movimiento?
Los lugares calientes añaden pruebas para confirmar que las placas se mueven
10
constantemente. Irónicamente, sin embargo, la cuestión que provocó el ridículo
de Wegener sigue provocando un acalorado debate: que provoca el movimiento
de las placas? Eventualmente, una nueva Pangaea (o continente único) se puede
formar, separar, y formar de nuevo en la Tierra. ¿Qué hace que estas placas se
sigan moviendo?
Hess asumió que la capa de conducción era la fuerza motivadora principal.
Material caliente, menos denso en las cordilleras oceánicas centrales, se enfría y
se hunde en las zonas de subducción. Las placas 'montan' estas células de
convección (ver la lección sobre Densidad para mayor información). Aunque
había poca duda que la convección ocurre en la capa, el diseño actual sugiere que
no es tan simple. Muchos geólogos sugieren que la fuerza de convección no es
suficiente para empujar placas litoesféricas enormes como la placa de Norte
América. Ellos sugieren que la gravedad es la principal fuerza motivadora: la fría
y densa costra oceánica se hunde en la zona de subducción, empujando al resto
de la placa con ella. De acuerdo a esta teoría, las intrusiones magmáticas en las
cordilleras que se extienden son pasivas. El magma apenas llena un hueco creado
por la separación de las dos placas.
El empuje de la cordillera y el jalón de la placa son dos maneras en
que la gravedad puede actuar para mantener una placa en
movimiento. Observe que las flechas en las células de convección y
las placas encima van en la misma dirección. Imágen modificada de
This Dynamic Earth, una publicación de U.S. Geological Survey.
Sin lugar a dudas, la gravedad y la convección ofrecen energía para mantener las
placas en movimiento. Sus contribuciones relativas, sin embargo, son un asunto
debatible y de investigación continua.
La fuerza de la placa tectónica yace en su habilidad para explicar todo sobre los
procesos que vemos en los registros geológicos en la actualidad. Nuestro
conocimiento de las sutilezas tiende a evolucionar, mientras sabemos más sobre
nuestro planeta, pero las placas tectónicas son verdaderamente la base sobre la
se asienta que la ciencia geológica.
La Estructura de la Tierra
Una travesía virtual al centro de la tierra
por Anne E. Egger
Los lugares más profundos de la tierra están en África del Sur, donde las
compañias mineras han excavado 3.5 km de profundidad para extraer oro. Nadie
ha excavado a más profundidad en la tierra que los mineros Sudafricanos, ya que
el calor y la presión en esas profundidades impide que los humanos desciendan
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más. Sin embargo, si el radio de la tierra es de 6.370 km, ¿cómo empezamos a
comprender que hay debajo de la piel de la tierra si no podemos verlo?
Isaac Newton fue el primero de los científicos en proponer una teoría sobre la
estructura de la tierra.
Basado en sus estudios sobre la fuerza de la gravedad, Newton calculó el
promedio de la densidad de la tierra y encontró que tenía más del doble de la
densidad de las rocas cercanas a la superficie. Con estos resultados, Newton
concluyó que el interior de la tierra tenía que ser mucho más denso que las rocas
de la superficie. Sus descubrimientos excluían la posibilidad de un submundo
fiero y cavernoso habitado por la muerte, pero dejaba muchas preguntas sin
respuestas. ¿Dónde empieza el material más denso? ¿Cómo varía la composición
de las rocas de la superficie?
Ocasionalmente, los vientos volcánicos, como barcos de roca, remontan pedazos
de tierra de profundidades de 150 km, pero estas rocas son raras, y hay pocas
esperanzas de emprender el 'Viaje al Centro de la Tierra' de Julio Verne. Al
contrario, mucho de nuestro conocimiento sobre la estructura de la tierra
proviene de observaciones remotas - especificamente, de observar terremotos.
Los terremotos puede ser extremadamente destructivos para los humanos, pero
proveen abundante información sobre el interior de la tierra. La razón de esto es
que cada terremoto manda una formación de ondas sísmicas en todas las
direcciones. Esto es similar a lo que ocurre cuando se tira una piedra en el agua y
se crean ondas. Observar el comportamiento de estas ondas sísmicas cuando
viajan a través de la tierra, nos ayuda a comprender los materiales en los cuales
se mueven las ondas.
Ondas Sísmicas
Un terremoto ocurre cuando repentinamente las rocas en la zona de la falla se
deslizan una contra otra, descargando la presión que se ha acumulado con el
tiempo. El deslizamiento descarga energía sísmica, que se dispersa a través de
dos tipos de ondas: ondas-P y ondas-S. La distinción entre los dos tipos de ondas
se puede imaginar fácilmente con uno de esos resortes metálicos de juguete. Si
usted empuja en una terminación del juguete, una onda de compresión va a lo
largo del resorte metálico del mismo. Las ondas de compresión son ondas-P y las
ondas ondulantes son las ondas-S. Aunque los dos tipos de ondas se refractan, o
se tuercen, cuando cruzan el borde hacia diferentes materiales, estos dos tipos
de ondas se comportan de manera diferente dependiendo en la composición del
material que cruzan. Una de las más grandes diferencias es que las ondas-S no
pueden pasar a través de los líquidos mientras que las ondas-P si pueden hacerlo.
Podemos sentir la llegada de las ondas-P y -S en un lugar como cuando la tierra
tiembla en un terremoto.
Ilustración de una onda P/onda de compresión.
(Quicktime Required)
Ilustración de una onda S/onda ondulada.
(Quicktime Required)
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Si la tierra tuviese la misma composición hasta su
interior, las ondas sísmicas irradiarían al exterior desde
su origen (un terremoto) y se comportarían
exactamente como se comportan otras ondas. Es decir,
tomando más tiempo para ir más lejos y disminuyendo
en velocidad y fuerza con la distancia. Este proceso se
llama atenuación. Dadas las observaciones de Newton,
si asumimos que la densidad de la tierra aumenta en
forma regular y pareja con la profundidad por la
presión agregada, la velocidad de la onda también
aumenta con la profundidad y las ondas se
refraccionarán continuamente, yendo a través de caminos encorvados hacia la
superficie. La Figura 1 muestra el tipo de modelo que podemos esperar ver en
este caso. Al principio de los años 1990, cuando se instalaron sismógrafos en
todo el mundo, rapidamente quedó claro que la tierra no podía ser tan simple.
Tan antiguamente como en el 132 A.D., los Chinos habían construido
instrumentos para medir los temblores de la tierra asociados a un terremoto. Sin
embargo,los primeros sismográfos modernos para registrar terremotos locales no
fueron construidos hasta los años 1880 en Japón por sismólogos británicos. No
pasó mucho tiempo hasta que los sismólogos reconocieron que también estaban
registrando los terremotos que ocurrían a miles de kilómetros de distancia.
Una de las más importantes observaciones de la estructura de la tierra fue hecha
por el sismólogo croata Andrija Mohorovicic. El notó que las ondas-P medidas a
más de 200 km del epicentro del terremoto llegaban con más velocidad que
aquellas dentro de un radio de 200 km. Aunque estos resultados contradicen el
concepto de atenuación, pueden ser explicados si las ondas que lleguan con más
velocidad viajan a través de un medio que les permite acelerarse. En 1909
Mohorovicic definió el principal y el primer borde dentro del interior de la tierra el borde entre la costra, que forma la superficie de la tierra, y una capa más
densa debajo, llamado el manto. Las ondas sísmicas viajan más rápido en el
manto que en la costra porque están compuestas de un material más denso. Por
consiguiente, las estaciones más lejanas del origen de un terremoto reciben
ondas que han viajado a través de las rocas más densas del manto. Las ondas
que llegan a estaciones más cercanas se quedan dentro de la costra todo el
tiempo . Aunque el nombre oficial del borde de la costra y manto es la
Discontinuidad Mohorovicic, en honor a su descubridor, usualmente se lo llama
Moho.
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Otra observación hecha por los sismólogos fue que las ondas P mueren
aproximadamente a 105° del terremoto, y reaparecen aproximadamente a 140°,
llegando mucho más tarde de lo esperado. Esta región que no tiene ondas-P se
llama la zona sombría de la onda-P (Fig. 2). Las ondas-S, al contrario, mueren
completamente aproximadamente a 105° del terremoto (Fig. 3). Recuerde que
las ondas-S no pueden viajar a través de líquidos. La zona sombría de las ondasS indican que hay una profunda capa líquida dentro de la tierra que detiene todas
las ondas-S pero no las ondas-P. En 1914, Beno Gutenberg, un sismólogo
Alemán, usó estas zonas sombrías para calcular el tamaño de otra capa dentro de
la tierra llamada su núcleo. El definió un borde agudo del núcleo y el manto a
2.900 km de profundidad, donde las ondas-P se refraccionan y disminuyen
velocidad y las ondas-S se detienen.
Figura 2.
Figura 3.
Las Capas de la Tierra
Sobre la base de estas y de otras observaciones, los geofísicos han creado una
sección transversal de la tierra. Los primeros estudios sismológicos discutidos
anteriormente dieron como resultado definiciones de las composiciones de los
bordes. Por ejemplo, imagine que hay aceite flotando en el agua. Hay dos
materiales diferentes, así que hay un borde composicional entre los dos. Los
estudios posteriores resaltaron los bordes mecánicos, que son definidos sobre la
base de cómo actúan los materiales, no sobre la base de su composición. El agua
y el aceite tienen las mismas propiedades mecánicas- ambos son líquidos. Por
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otro lado, el agua y el hielo tienen la misma composición, pero el agua es un
fluído con propiedades mecánicas muy diferentes que el hielo.
Las capas composicionales y mécanicas de la tierra.
Capas Composicionales
Hay dos principales tipos de costra: la costra que compone los suelos oceánicos,
y la costra que compone los continentes. La costra oceánica está compuesta
totalmente de basalto empujado hacia afuera en las cordilleras mid-oceánicas, lo
cual da como resultado una delgada (~ 5 km), costra relativamente densa (~3.0
g/cm3). La costra continental, al contrario, está hecha primordialmente de una
roca menos densa como el granito (~2.7 g/cm3). Es mucho más gruesa que la
costra oceánica, yendo de 15-70 km. En la base de la costra está el Moho, debajo
de donde está el manto que contiene rocas hechas de un material más denso
llamado periodotita (~3.4 g/cm3). Este cambio composicional se puede predecir
por el comportamiento de las ondas sísmicas y se confirma en los pocos ejemplos
de rocas que tenemos del manto.
En el borde del núcleo del manto, la composición cambia de nuevo. Las ondas
sísmicas sugieren que este material es de una densidad muy alta (10-13 g/cm3),
lo cual sólo puede corresponder a una composición de metales en vez de roca.
Esta presencia en el campo magnético alrededor de la tierra también indica un
núcleo metálico derretido. Al contrario de la costra y del manto, no tenemos
ningún ejemplo de cómo luce el núcleo y, por consiguiente, hay alguna
controversia sobre su composición exacta. La mayoría de los científicos, sin
embargo, creen que el principal componente es el hierro.
Capas Mecánicas
Las divisiones composicionales de la tierra fueron entendidas décadas antes del
desarrollo de la teoría de las placas tectónicas -la idea que la superficie de la
tierra consiste de grandes placas que se mueven. En los años 1970, sin embargo,
los geólogos empezaron a darse cuenta que las placas tenían que ser más
gruesas que solamente la costra, o que se romperían al moverse. En realidad, las
placas consisten de una costra que actúa con la parte superior del manto. Esta
capa rígida se llama litoesfera y tiene un grosor de 10 a 200 km. Las placas
rígidas litoesféricas 'flotan' sobre la capa parcialmente derretida llamada la
aestenosfera que fluye como un líquido muy viscoso, como el Silly Putty®. Es
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importante notar que, aunque la aestenoesfera puede fluir, la presión se hace tan
grande que el manto no puede fluir, y esta parte sólida del manto se llama
mesoesfera. Los mantos litoesférico, aestenoesférico, y mesoesférico comparten
la misma composición (que la periodotita), pero sus propiedades mecánicas son
significativamente diferentes. Los geólogos comunmente llaman a la
aestenoesfera la gelatina entre dos rodajas de pan: la litoesfera y la mesoesfera.
El núcleo también está sub-dividido en un núcleo interno y externo. El núcleo
externo es un metal derretido y líquido (y capaz de parar las ondas-S), mientras
que el núcleo interno es sólido. (Ya que la composición del núcleo es diferente al
del manto, es posible que el núcleo se mantenga líquido bajo una presión mucho
más alta que la de la periodotita.) En 1936, Inge Lehmann, un sismólogo
holandés, hizo la distincción entre un núcleo interno y externo, después que los
avances en los sismógrafos en los años 1920 hicieron posible 'ver' las ondas
sísmicas dentro de la zona sombría de la onda-P no detectadas anteriormente.
Estas ondas débiles indicaron que habían sido refractadas de nuevo dentro del
núcleo cuando golpean el borde que separa el núcleo interno del externo.
La foto del interior de la tierra se hace más clara a medida que la técnica de las
imágenes avanza. La tomografía sísmica es una técnica relativamente nueva que
usa ondas sísmicas para medir variaciones muy pequeñas en la temperatura
dentro del manto . Ya que las ondas se mueven más rápido a través del material
frío y más despacio a través del material caliente, las imagenes que los
científicos reciben les ayudan a 'ver' el proceso de convección en el manto. Esta
y otras imagenes ofrecen un viaje virtual al centro de la tierra.
El Ciclo Hidrológico
El viaje del agua a través del tiempo
por Anne E. Egger
Hace sólo 12.000 años, uno podía caminar de Alaska a Siberia sin mojarse. En
ese entonces, los glaciares y las capas de hielo cubrían América del Norte hasta
los Grandes Lagos y el Cabo Cod, a pesar que las áreas costeras generalmente
permanecían sin hielo. Estas extensas capas de hielo existieron en un momento
en el que el nivel marítimo era muy bajo. Por consiguiente, la tierra estaba al
descubierto donde ahora el estrecho de Bering está cubierto de agua. En
realidad, a través de la historia de la Tierra, períodos de grandes glaciares están
en correlación con niveles marítimos bajos, mientras que períodos donde sólo
existen pequeñas capas de hielo (como hoy en día) están en correlación con
niveles marítimos altos. Estas correlaciones se deben a que la cantidad de agua
en la tierra es constante y está dividida entre reservas en los océanos, en el aire
y en la tierra. Además, el agua de la Tierra está constantemente pasando de una
reserva a otra, en un proceso llamado el ciclo hidrológico. Estos dos factores nos
conducen a la conclusión de que a mayor cantidad de agua mantenida en las
capas de hielo, menor agua en los océanos.
La Tierra es el único planeta de nuestro sistema solar con extensas cantidades de
agua líquida. Otros planetas son demasiado calientes o fríos, demasiado grandes
o pequeños. A pesar de que en el pasado Marte parece haber tenido agua en su
superficie y que todavía puede albergar agua líquida, a gran profundidad debajo
de su superficie, hoy sabemos que nuestros océanos, ríos y lluvia son únicos y
son además el sostén de la vida. Es fundamental entender los procesos y las
16
reservas del ciclo hidrológico para poder enfrentar diferentes cuestiones, incluidas
la polución y el cambio global climático.
En épocas tan tempranas como en el año 800 A.C., Homero escribió en la Ilíada
sobre el océano, señalando que "de sus profundidades surgen cada río y mar,
cada vertiente y fuente que fluye", sugiriéndonos la conexión de todas las aguas
de la Tierra. No fue hasta el siglo XVII, sin embargo, que la noción poética del
ciclo limitado del agua fue demostrada en la cuenca del Río Sena por dos físicos
Franceses, Edmé Mariotte y Pierre Perrault. Independientemente, cada uno
determinó que la acumulación de nieve en la boca del río era más que suficiente
para explicar su propia descarga. Estos dos estudios marcaron el inicio de la
hidrología, la ciencia hidrológica, y el ciclo hidrológico.
Ciclo Hidrológico
Podemos pensar el ciclo hidrológico como una serie de reservas, o áreas de
almacenamiento, y una serie de procesos que causan que el agua se mueva entre
estas reservas. Las reservas más grande, de lejos, son los océanos, que
contienen aproximadamente un 97% del agua de la Tierra. El 3% restante es el
agua dulce, tan importante para nuestra sobrevivencia. De ésta,
aproximadamente 78% está almacenada en la Antártica y en Groenlandia.
Aproximadamente 21% de agua dulce en la Tierra es agua almacenada en
sedimentos y rocas debajo de la superficie de la tierra. El agua dulce que vemos
en los ríos, arroyos, lagos y en la lluvia constituye menos del 1% del agua dulce
de la Tierra y menos que el 0.1% de toda el agua de la Tierra.
El ciclo hidrológico. Las flechas indican el volumen del agua que viaja de una reserva a
otra.
El océano y la atmósfera
El agua se mueve constantemente de una reserva a otra a través del proceso de
evaporación, condensación, y precipitación. La fuerza motriz del ciclo hidrológico
es el sol, que provee la energía necesaria para la evaporación, de igual manera
que la llama del gas de la cocina provee la energía necesaria para hervir agua y
crear vapor. El agua cambia de un estado líquido a un estado gaseoso cuando se
evapora de los océanos, lagos, arroyos, y suelo de la tierra (ver El Agua:
Propiedades y Comportamientos para una mayor explicación). Puesto que los
océanos constituyen la reserva mayor del agua líquida, es ahí donde ocurre casi
toda la evaporación. La cantidad de agua en forma de vapor en el aire varía
17
inmensamente de un momento a otro y de un lugar a otro. Estas variaciones son
conocidas como humedad.
La presencia del agua en forma de vapor en la atmósfera es uno de los factores
que hace que la Tierra sea un lugar habitable para nosotros. En 1859, el
naturalista Irlandés John Tyndall, empezó a estudiar las propiedades termales de
los gases en la atmósfera de la Tierra. Encontró que algunos gases, como el
dioxido de carbón (CO2) y el agua en forma de vapor, atrapaban el calor en la
atmósfera (una propiedad comúnmente llamada efecto invernadero), mientras
que otros gases como el nítrogeno (N2) y el argón (Ar) le permitían al calor
escapar al espacio. La presencia del agua en la atmósfera ayuda a mantener la
temperatura del aire en la superficie de la tierra entre -40° C a 55° C. Las
temperaturas en los planetas sin agua en forma de vapor en la atmósfera, como
Marte, se mantienen tan bajas como -100° C.
Una vez que el agua en forma de vapor está en el aire, circula en la atmósfera.
Cuando un paquete de aire se eleva y se enfría, el agua en forma de vapor se
condensa y se convierte en agua líquida alrededor de partículas parecidas al
polvo, llamadas condensación nucléica. Inicialmente estas gotas de condensación
son mucho más pequeñas que las gotas de lluvia y no son suficientemente
pesadas como para formar una precipitación. Estas pequeñas gotas de agua
crean nubes. A medida que las gotas continúan circulando dentro de las nubes,
se unen y forman gotas más grandes que eventualmente serán suficientemente
pesadas para caer como lluvia, nieve o granizo. A pesar de que la cantidad de la
precipitación varía en gran medida en diferentes lugares de la Tierra, la
evaporación y la precipitación están globalmente balanceadas. En otras palabras,
si la evaporación aumenta, la precipitación también aumenta. El aumento de la
temperatura global es un factor que podría causar un aumento global en la
evaporación de los océanos mundiales, lo cual causaría una precipitación total
mayor.
Puesto que los océanos cubren alrededor de 70% de la superficie de la tierra, la
mayor parte de la precipitación cae de nuevo al océano y el ciclo empieza otra
vez. Una porción de la precipitación cae sobre el suelo, sin embargo, y toma uno
de varios caminos del ciclo hidrológico. Un poco de agua va para el suelo y las
plantas, otro poco corre hacia los arroyos y lagos, otro poco se filtra en la reserva
de agua del suelo terrestre, y otro poco cae en los glaciares y se acumula en
forma de hielo.
El ciclo hidrológico en el suelo terrestre
La cantidad de precipitación que se absorbe en el suelo depende de varios
factores: la cantidad y la intensidad de la precipitación, la condición anterior del
suelo, la inclinación del paisaje, y la presencia de vegetación. Estos factores
pueden a veces interactuar de manera sorprendente. Así, muchas veces, una
intensa lluvia en un suelo muy árido, típico del desierto del sudoeste
Norteamericano no se absorbe en el suelo y crea inundiaciones instantáneas. De
esta manera, el agua que no se absorbe está disponible a las plantas. En un
proceso llamado transpiración, las plantas, a través de sus raíces, toman el agua
que sube a través de sus diferentes partes y se evapora de la superficie de las
hojas. El agua que se absorbe en el suelo también puede seguir absorbiéndose a
través del suelo hacia unas reservas terrestres llamadas acuíferos. De manera
errónea, se visualiza a los acuíferos como unos lagos subterráneos. En realidad,
18
de lo se trata es de que el agua del suelo terrestre llena los espacios porosos
entre los sedimentos o rocas.
El agua en el suelo terrestre existe debajo del manto de agua , que divide el
suelo, las rocas y los sedimentos no saturados de los saturados.
El agua que no penetra en el suelo se une y viaja a través de la superficie hasta
desembocar en los arroyos y ríos que, a su vez , desembocan en el océano. La
precipitación en forma de nieve en las regiones glaciares toma una ruta diferente
en el ciclo hidrológico, acumulándose en las cimas de los glaciares y deslizándose
despacio hacia los valles.
Los Humanos y el ciclo Hidrológico
Las propiedades del agua y el ciclo hidrológico son responsables en gran medida
de los modelos de circulación que vemos en la atmósfera y en los océanos de la
Tierra. La circulación atmosférica y océanica son dos de los mayores factores que
determinan la distribución de las zonas clímaticas sobre la Tierra. Los cambios en
el ciclo o la circulación pueden traer grandes cambios clímaticos. Por ejemplo, si
la temperatura global promedio continúa aumentando, como lo ha hecho en las
recientes décadas, el agua que está actualmente almacenada en forma de hielo
en las capas de hielos polares, se derretirá. Esto causará un aumento en el nivel
del mar. El agua también se expande cuando se calienta, lo cual exacerba el
aumento del nivel del mar. Muchas de las densamente pobladas áreas costeras
como Nueva Orleans, Miami y Bangladesh se verán inundadas por un aumento de
un metro del nivel del mar . Adicionalmente, la aceleración del ciclo hidrológico
(mayores temperaturas implican mayor evaporación y, por lo tanto, mayor
precipitación) pueden resultar en un clima más severo y condiciones extremas.
Algunos científicos creen que el aumento de la frecuencia y severidad de los
eventos de El Niño en las décadas recientes, se debe a la aceleración del ciclo
hidrológico, inducido por el calentamiento global.
19
Las áreas en rojo estarían inundadas a una altura de 1.5m al nivel del mar; las áreas en
azul estarían inundadas a una altura de 3.5m a nivel del mar. La imágen ha sido
modificada del original proveniente de la U.S. Environmental Protection Agency (EPA).
De manera más inmediata, cada vez se hace más evidente el límite de los
recursos de agua dulce de la Tierra. El agua del suelo terrestre puede tomar miles
o millones de años para recargarse naturalmente y estamos usando estos
recursos mucho más rápido de lo que están siendo recargados. El manto de agua
en el acuífero Ogallala, que ocupa 175,000 millas cuadradas de los Estados
Unidos, desde Tejas hasta Dakota del Sur, está disminuyendo en una medida de
10-60 cm por año debido a la extracción para irrigar la zona de producción del
granero de la nación. Las aguas de la superficie alrededor del mundo están
contaminadas en gran medida por deshechos humanos y animales, sobre todo en
países como India y China, donde los ríos de aguas no potables, proveen agua
para beber, uso higiénico y doméstico a casi 2 billones de personas. A pesar de la
Ley Agua Limpia en los Estados Unidos y de ciertas prácticas en algunos lugares
del mundo para conservar agua (como los inodoros y duchas especiales que
consumen poca cantidad) que responden a estas políticas, los problemas se
incrementarán a medida que la población mundial aumente. Efectivamente, cada
pozo y manantial, cada río y mar, provienen de la misma fuente. Por lo tanto, los
cambios afectan no sólo a un río o lago, sino a todo el ciclo hidrológico.
Módulos Relacionados
El Ciclo Carbónico
Siempre de Ida y Vuelta
por John Arthur Harrison, Ph.D.
El carbón es el cuarto elemento de mayor abundancia en el universo y es
absolutamente esencial a la vida terrestre. En realidad, el carbón constituye la
definición propia de vida y su presencia o ausencia ayuda a definir si una
molécula es considerada orgánica o inorgánica. Cada organismo sobre la Tierra
necesita del carbón ya sea para su estructura, su energía, o en el caso de los
humanos, para ambos. Descontando el agua, somos mitad carbón. Además, el
carbón se encuentra en formas tan diversas como en el gas de dióxido de carbón
(CO2), y en sólidos como la caliza (CaCO3), la madera, plástico, diamantes y
grafito.
20
En sus diferentes formas, el movimiento del carbón en la atmósfera, océanos,
bioesfera, y geoesfera está descrito en el ciclo carbónico (Figura 1). Este ciclo
consiste de varias bancos de almacenamiento de carbón (texto negro) y los
procesos por los cuales varias de estos bancos o mantos intercambian carbón (las
flechas moradas y los números). Si la cantidad de carbón que penetra en un
manto es mayor de la que sale, el manto está considerado un pozo neto de
carbón. Si la cantidad de carbón que sale de un manto es mayor de la que entra,
el manto está considerado una fuente neta de carbón.
©NASA
Figura 1. Una caricatura del ciclo global carbónico. Los mantos(en negro) son
gigatoneladas (1Gt = 1x109 Toneladas) de carbón. Los flujos (en morado) son Gt de
carbón por año. La ilustración es cortesía de la Earth Science Enterprise de la Nasa
El ciclo global carbónico, uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes,
puede ser dividido en componentes geológicos y biológicos. El ciclo carbónico
geológico funciona en una escala temporal de millones de años, mientras que el
ciclo carbónico biológico funciona en una escala temporal de días a miles de años.
El Ciclo Carbónico Geológico:
Desde la formación de la Tierra, las fuerzas geológicas han actuado
paulatinamente sobre el ciclo global carbónico. En períodos de larga duracion, el
ácido carbónico (un ácido débil formado por reacciones entre el dióxido de carbón
atmosférico, CO2, y el agua) se combina poco a poco con minerales en la
superficie de la Tierra. Estas reacciones forman los carbonatos (carbón que
contiene compuestos) a través de un proceso llamado desgaste. Luego, a través
de la erosión, los carbonatos desembocan en el océano donde terminan
asentándose en el fondo.
Este ciclo continúa cuando el asentamiento del fondo del mar, empuja el fondo
del mar debajo de los márgenes continentales en un proceso de subducción. A
medida que el carbón del fondo del mar sigue siendo empujado al fondo del suelo
por las fuerzas tectónicas, se calienta, eventualmente se derrite, y puede vover a
la superficie donde se transforma en CO2. De esta manera retorna a la atmósfera.
Este retorno a la atmósfera puede ocurrir violentamente a través de erupciones
21
volcánica, o de manera más gradual, en filtraciones, respiraderos y CO2 - ricas
vertientes calientes. El levantamiento tectónico también puede exponer caliza
enterrada antiguamente. Un ejemplo de esto, ocurre en los Himalayas, donde
algunos de los picos más altos del mundo están formados de material que una
vez estuvo en el fondo del océano. El desgaste, la subducción y la actividad
volcánica controlan las concentraciones atmósfericas de dióxido de carbón a
través de períodos de tiempo de cientos de millones de años.
El Ciclo Carbónico Biológico:
La biología ocupa un importante papel en el movimiento del carbón entre la
tierra, océano y atmósfera a través del proceso de fotosíntesis y respiración.
Virtualmente toda la vida multicelular en la Tierra depende de la produccion de
azúcares de la luz solar y del dióxido de carbón (fotosíntesis) y del desgaste
metabólico (respiración) de esos azúcares para producir la energía necesaria para
el movimiento, crecimiento y reproduccion. Las plantas toman el dióxido de
carbón (CO2) de la atmósfera durante la fotosíntesis y sueltan el CO2 a la
naturaleza durante la respiración a través de las siguientes reacciones químicas:
Respiración:
C6H12O6 (materia orgánica) + 6O2
6CO2 + 6 H2O + energía
Fotosíntesis:
energía (luz solar) + 6CO2 + H2O
C6H12O6 + 6O2
A través de la fotosíntesis, las plantas verdes usan la energía solar para convertir
el dióxido de carbón atmósferico en carbohidratos (azúcares). Las plantas y los
animales usan estos carbohidratos (y otros productos derivados de estos) a
través de un proceso llamado respiración, el reverso de la fotosíntesis. La
respiración suelta la energía contenida en los azúcares para uso del metabolismo
y cambia el "combustible" que es el carbohidrato en dióxido de carbón. Éste, a su
vez, retorna a la atmósfera. Cada año, la cantidad de carbón tomada por la
fotosíntesis y retornada a la atmósfera por la respiración es aproximadamente
1,000 veces mayor que la cantidad de carbón que se mueve a través del ciclo
geológico en un año.
En la superficie de la tierra, el mayor intercambio de carbón con la atmósfera
resulta de la fotosíntesis y de la respiración. Durante el día, en la estación de
crecimiento, las hojas absorben la luz solar y toman dioxido de carbón de la
atmósfera. A su vez, las plantas, los animales y los microbios del suelo consumen
el carbón en materia orgánica y retornan el dióxido de carbón a la atmósfera. La
fotosíntesis cesa en la noche cuando el sol no puede proveer la energía motriz
para la reacción. Sin embargo, la respiración continua. Este tipo de diferencia
entre estos dos procesos está reflejado en los cambios de estación en las
concentraciones atmosféricas del CO2. Durante el invierno, en el hemisferio norte,
la fotosíntesis cesa cuando muchas de las plantas pierden sus hojas, pero la
respiración continua. Esta condición lleva a un aumento en las concentraciones
atmosféricas del CO2 durante le invierno, en el hemisferio norte. Sin embargo,
con la llegada de la primavera, la fotosíntesis continúa y las concentraciones
atmosféricas del CO2 se reducen. Este ciclo está reflejado en los promedios
mensuales (la línea azul claro) de las concentraciones de dióxido de carbón
atmosférico mostradas en la Figura 2.
22
©NASA
Figura 2. La "Curva Keeling" es un record de largo plazo de la concentración
CO2 atmosférica, medida en el observatorio de Mauna Loa (Keeling et al.). A
pesar de que las oscilaciones anuales representan variaciones naturales y de
estación, el aumento a largo plazo indica que las concentraciones son mayores
de lo que han sido en 400,000 años (ver el texto y la Figura 3). El gráfico es
cortesía del Earth Observatory de la Nasa.
En los océanos, los fitoplanctones (plantas marinas microscópicas que forman la
base de la cadena alimenticia marina) usan carbón para producir conchas de
carbonato de calcio (CaCO3). Estas conchas se asientan en el fondo del océano
cuando los fitoplanctones mueren y se entierran en los sedimentos. Cuando se
entierran, las conchas de fitoplanctones y otras criaturas pueden comprimirse a
medida que pasa el tiempo y eventualmente se pueden transformar en caliza.
Además, en ciertas condiciones geológicas, la materia orgánica puede ser
enterrrada y con el paso del tiempo formar depósitos de carbón que contienen
combustible de carbón y petróleo. La materia orgánica que no contiene calcio, es
la que se transforma en combustible fósil. Ambas formaciones, de caliza y de
combustible fósil, son procesos biológicos controlados y representan hoyos de
largo plazo para el CO2 atmosférico.
La Alteración Humana del Ciclo Carbónico
Recientemente, los científicos han estudiado medidas de niveles de CO2
atmosféricos a corto y largo plazo. Charles Keeling, un oceanógrafo del Scripps
Institute of Oceanography, es el responsable de crear el record continuo de
mayor duración de las concentraciones atmosféricas de CO2, tomadas en el
observatorio de Mauna Loa en Hawai. Sus datos (ahora mundialmente conocidos
como la "Curva Keeling", en la Figura 2), revelan que las actividades humanas
están alterando significativamente el ciclo carbónico natural. Desde el principio de
la revolución industrial hace aproximadamente 150 años, las actividades
humanas, como la quema de combustible de fósiles y la desforestación, han
acelerado y contribuido a un aumento a largo plazo del CO2 atmosférico. Quemar
aceite y carbón suelta carbón en la atmósfera mucho más rápido de lo que se
quita. Esta diferencia causa el aumento de las concentraciones del dióxido de
carbón atmosférico. Además, al limpiar los bosques, reducimos la capacidad de la
23
fotosíntesis para eliminar el CO2 de la atmósfera, lo cual resulta también en un
aumento neto. Debido a estas actividades humanas, las concentraciones
atmosféricas del dióxido de carbón son actualmente mayores de lo que han sido
en el último medio millón de años o más.
Debido a que el CO2 aumenta la capacidad de la atmosféra para retener calor, ha
sido llamado un "gas invernadero". Los científicos creen que el aumento de CO2
ya está causando importantes cambios clímaticos globales. Muchos atribuyen el
aumento de 0.6 grados C observado en el promedio de las temperaturas globales
durante el último siglo, principalmente al aumento del CO2 atmosférico. Sin
cambios sustantivos en los modelos de consumo de combustible fósil y de
desforestación, las tendencias de calentamiento probablemente continuarán. La
mejor estimación científica es que el promedio de la temperatura global
aumentará entre 1.4 y 5.8 grados C durante el próximo siglo como resultado de
un aumento del CO2 atmosférico y otros gases de invernadero. Este tipo de
aumento en la temperatura global causaría aumentos significativos en los niveles
promedios marítimos (0.09-0.88 metros), los que expondría a cada vez más
frecuentes y severas inundaciones a ciudades costeras de bajo nivel o ciudades
cerca de la corriente de ríos como Nueva Orleans, Portland, Washington, y
Filadelfia. El calentamiento global también puede causar retiros glaciares y
cambios en las escalas de las especies. Queda ver si las especies relativamente
imóviles como los árboles, pueden cambiar sus escalas suficientemente rápido
para mantener el ritmo del calentamiento.
Sin embargo, aún sin los cambios en el clima, el aumento de las concentraciones
de CO2 puede tener un importante impacto en los patrones del desarrollo de las
plantas a nivel mundial. Ya que algunas de las especies de plantas responden de
manera más favorable que otras a los aumentos de CO2 , los científicos creen que
debido al aumento de concentraciones atmósfericas de CO2, veremos cambios
pronunciados en algunas especies de plantas, aún sin cambios en la temperatura.
Por ejemplo, bajo condiciones elevadas de CO2, se cree que los arbustos
responden de manera más favorable que algunas especies de pasto, debido a que
tienen un camino de fotosíntesis ligeramente diferente. Debido a esta inequidad
competitiva, algunos científicos tienen la hipótesis que los campos de pasto serán
invadidos por especies de pasto o de arbustos que responde mejor al CO2 a
medida que el CO2 aumenta.
24
Figura 3: El CO2 en los últimos 140,000 años como se ha visto
en el centro o nucleo del hielo y en los registros modernos de
Mauna Loa. La línea roja representa concentraciones previsibles.
La figura es cortesía de www.uoregon.edu/~dogsci/dorsey/
geo103/CO2.Vostok.jpg
En un intento para entender si los cambios recientementes observados en el ciclo
carbónico global son un fenómeno nuevo, o si han ocurrido a través de la historia
geológica, los científicos han hecho esfuerzos considerables para desarrollar
métodos con el fin de entender la atmósfera y el clima de la Tierra en el pasado.
Estas técnicas para encontrar pistas sobre el clima y la atmósfera del pasado,
incluyen el análisis de burbujas de gas atrapadas en hielo, de los anillos de los
árboles y de los sedimentos de los océanos y lagos. Juntas, estas técnicas
sugieren que en los últimos 20 millones de años, el clima de la Tierra ha oscilado
entre condiciones relativamente cálidas y relativamente frías llamadas periodos
interglaciares y glaciares. Durante los periodos interglaciares las concentraciones
atmosféricas de CO2 eran relativamente elevadas y durante los periodos glaciares
las concentraciones de CO2 eran relativamente bajas. Actualmente estamos en un
periodo interglaciar cálido y las actividades humanas están empujando el
aumento de las concentraciones de CO2 más de lo que han sido en cientos de
miles de años (Figura 3).
Entender y mitigar los impactos negativos del enriquecimiento atmosférico de
CO2 constituyen dos de los desafíos centrales a los cuales se enfrentan los
científicos ambientales y los responsables de crear e implementar las políticas
ambientales. Para poder atender esta cuestión, la comunidad científica ha
formado el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC). Este panel es un
consorcio internacional e interdisciplinario que incluye miles de expertos
clímaticos que colaboran para producir informes consensuados sobre la ciencia
del cambio climático. Muchas naciones han aceptado las condiciones especificadas
por el Protocolo de Kyoto, un tratado multilateral que tiene la intención de
impedir los impactos negativos asociados con los cambios climáticos producidos
por los humanos. Los Estados Unidos, que es actualmente la nación responsable
25
de aproximadamente un cuarto de las emisiones globales de CO2, hasta ahora ha
declinado participar en el Protocolo de Kyoto.
El Ciclo del Nitrógeno
De Microbios y de Hombres
por John Arthur Harrison, Ph.D.
El Nitrógeno (N), el ladrillo que construye la vida, es un componente esencial del
ADN, del ARN, y de las proteínas. Todos los organismos requieren nitrógeno para
vivir y crecer. A pesar que la mayoría del aire que respiramos es N2, la mayoría
del nitrógeno en la atmósfera no está al alcance para el uso de los organismos.
La razón reside en que debido al fuerte enlace triple entre los átomos N en las
moléculas de N2, el nitrógeno es relativamente inerte. En realidad, para que las
plantas y los animales puedan usar nitrógeno, el gas N2 tiene primero que ser
convertido a una forma química disponible como el amonio (NH4+), el nitrato
(NO3-), o el nitrógeno orgánico (e.g. urea - (NH3)2CO). La naturaleza inerte del N2
significa que el nitrógeno biológico disponible es, a menudo, escaso en los
ecosistemas naturales. Esto limita el crecimiento de las plantas y la acumulación
de biomasa.
El Nitrógeno es un elemento increiblemente versátil que existe en forma
inorgánica y orgánica, a la vez que en muchos y diferentes estados de oxidación.
El movimiento del nitrógeno entre la atmósfera, la bioesfera y la geoesfera en sus
diferentes formas está descrito en el ciclo del nitrógeno (Figura 1). Éste es uno de
los ciclos biogeoquímicos más importantes. Al igual que el ciclo carbónico, el ciclo
del nitrógeno consiste en varios bancos o bolsas de almacenamiento de nitrógeno
y de procesos por los cuales las bolsas intercambian nitrógeno (flechas).
Figura 1: El Ciclo del nitrógeno. Las flechas amarillas indican las fuentes humanas de nitrógeno para el
ambiente. Las flechas rojas indican las transformaciones microbianas del nitrógeno. Las flechas azules
indican las fuerzas físicas que actuan sobre el nitrógeno. Y las flechas verdes indican los procesos naturales
y no microbianas que afectan la forma y el destino del nitrógeno.
Los procesos principales que componen el ciclo del nitrógeno que pasa por la
bioesfera, la atmósfera y la geoesfera son cinco: la fijación del nitrógeno, la toma
de nitrógeno (crecimiento de organismos), la mineralización del nitrógeno
(desintegracion), la nitrificación y la denitrificación. Los microorganismos,
26
particularmente las bacterias, juegan un importante papel en todos las
principales transformaciones del nitrógeno. Como procesos de mediación
microbiales, estas transformaciones de nitrógeno ocurren generalmente más
rápido que los procesos geológicos, tales como los movimientos de placas que es
un proceso puramente físico que hace parte del ciclo carbónico. En el caso de los
procesos de mediación microbianas, la velocidad se ve afectada por factores
ambientales como la temperatura, la humedad y la disponibilidad de recursos que
influyen la actividad microbiana.
©The Microbial World
Figura 2: Parte del sistema de raíz en forma de trébol, o triple, tiene lugar
gracias a los nódulos de Rhizobium, que es la bacteria que fija el nitrógeno
atmosférico. Cada nódulo mide apróximadamente 2-3 mm. de largo. La imágen
es cortesía de ttp://helios.bto.ed.ac.uk/bto/microbes/nitrogen.htm.
La Fijación del Nitrógeno
N2
NH4+
La fijación del nitrógeno es un proceso en el cual el N2 se convierte en amonio.
Éste es esencial porque es la única manera en la que los organismos puede
obtener nitrógeno directamente de la atmósfera. Algunas bacterias, por ejemplo
las del género Rhizobium, son los únicos organismos que fijan el nitrógeno a
través de procesos metabólicos. Esta simbiosis ocurre de manera bien conocida,
en la familia de las legumbres (por ejemplo, fríjoles, arbejas y tréboles). En esta
relación, la bacteria que fija el nitrógeno habita los nódulos de las raíces de las
legumbres (Figura 2) y reciben carbohidratos y un ambiente favorable de su
planta anfitriona a cambio de parte del nitrógeno que ellas fijan. También hay
bacterias que fijan el nitrógeno que existe, sin plantas anfitrionas. Éstas son
conocidas como fijadores de nitrógeno libre sin límites. En ambientes acuáticos,
las algas azules verdosas (en realidad una bacteria llamada cianobacteria) es una
importante fijadora de nitrógeno libre sin límites.
Además del nitrógeno que fija la bacteria, eventos de alta energía natural, tales
como los relámpagos, fuegos forestales, y hasta flujos de lava, pueden causar la
fijación de pequeñas, pero significativas cantidades de nitrógeno. (Figura 3). La
alta energía de estos fenómenos naturales puede romper los enlaces triples de
las moléculas de N2, haciendo alcanzables átomos individuales de N para la
transformación química.
En el curso del último siglo, los humanos se han convertido en fuentes fijas de
nitrógeno, tan importantes como todas las fuentes naturales de nitrógeno
combinadas: quemando combustible de fósiles, usando fertilizantes nitrogenados
27
sintéticos y cultivando legumbres que fijan nitrógeno . A través de estas
actvidades, los humanos han duplicado la cantidad de nitrogeno fijada que se
dispersa en la bioesfera cada año (Figura 3). En seguida se discute las
consecuencias de este proceso.
Figura 3: El aumento reciente de la fijación antropogénica N en
relación a la fijación 'natural'. Modificado de Vitousek, P. M. and P.
A. Matson (1993). Agriculture, the global nitrogen cycle, and trace
gas flux. The Biogeochemistry of Global Change: Radiative Trace
Gases. R. S. Oremland. New York, Chapman and Hall: 193-208.
La toma del Nitrógeno
NH4+
N Orgánico
El amonio producido por el nitrógeno que fija la bacteria es usualmente
incorporado rápidamente en la proteína y otros compuestos de nitrógeno
orgánico, ya sea por la planta anfitriona, por la misma bacteria, o por otro
organismo del suelo. Cuando los organismos más cercanos a lo alto de la cadena
alimenticia (como nosotros!) comen, usan el nitrógeno que ha sido inicialmente
fijado por el nitrógeno que fija la bacteria.
La Mineralización del Nitrógen
El N Orgánico
NH4+
Después de que el nitrógeno se incorpora en la materia orgánica, frecuentemente
se vuelve a convertir en nitrógeno inorgánico a través de un proceso llamado
mineralización del nitrógeno, también conocido como desintegración. Cuando los
organismos mueren, las materias de descomposición (como la bacteria y los
hongos) consumen la materia orgánica y llevan al proceso de descomposición.
Durante este proceso, una cantidad significativa del nitrógeno contenido dentro
del organismo muerto se convierte en amonio. Una vez que el nitrógeno está en
forma de amonio, está también disponible para ser usado por las plantas o para
transformaciones posteriores en nitrato (NO3-) a través del proceso llamado
nitrificación.
Nitrificación
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NH4+
NO3-
Parte del amonio producido por la descomposición se convierte en nitrato a través
de un proceso llamado nitrificación. Las bacterias que llevan a cabo esta reacción
obtienen energía de sí misma. La nitrificación requiere la presencia del oxígeno.
Por consiguiente, la nitrificación puede suceder sólamente en ambientes ricos de
oxígeno, como las aguas que circulan o que fluyen y las capas de la superficie de
los suelos y sedimentos. El proceso de nitrificación tiene algunas importantes
consecuencias. Los iones de amonio tienen carga positiva y por consiguiente se
pegan a partículas y materias orgánicas del suelo que tienen carga negativa. La
carga positiva previene que el nitrógeno de amonio sea barrido (o lixiviado) del
suelo por las lluvias. Por otro lado, el ión de nitrato con carga negativa no se
mantiene en las partículas del suelo y puede ser barrido del perfil de suelo. Esto
lleva a una disminución de la fertilidad del suelo y a un enriquecimiento de nitrato
de las aguas corrientes de la superficie y del subsuelo.
La Denitrificación
NO3-
N2+ N2O
A través de la denitrificación, las formas oxidadas de nitrógeno como el nitrato y
el nitrito (NO2-) se convierten en dinitrógeno (N2) y, en menor medida, en gas
óxido nitroso. La denitrificación es un proceso anaeróbico llevado a cabo por la
bacteria que denitrifica, que convierte el nitrato en dinitrógeno en la siguiente
secuencia:
NO3NO2NO
N2O
N2.
El óxido nítrico y el óxido nitroso son gases importantes para el ambiente. El
óxido nítrico (NO) contribuye a formar smog, y el óxido nitroso (N2O) es un gas
de invernadero importante, por lo que contribuye a los cambios globales
climatológicos.
Una vez que se conviete en dinitrógeno, el nitrógeno tiene pocas posibilidades de
reconvertirse en una forma biológica disponible, ya que es un gas y se pierde
rapidamente en la atmósfera. La denitrificación es la única trasformación del
nitrógeno que remueve el nitrógeno del ecosistema (que es esencialmente
irreversible), y aproximadamente balancea la cantidad de nitrógeno fijado por los
fijadores de nitrógeno descritos con anterioridad.
La alteración humana del ciclo del N y sus consecuencias ambientales
A principios del siglo 20, un científico alemán llamado Fritz Haber descubrió como
acortar el ciclo del nitrógeno fijando quimicamente el nitrógeno a altas
temperaturas y presiones, creando así fertilizantes que podían ser añadidos
directamente al suelo. Esta tecnología se extendió rápidamente durante el último
siglo. Junto al advenimiento de nuevas variedades de cultivo, el uso de
fertilizantes de nitrógeno sintético ha traído un enorme crecimiento en la
productividad agricola. Esta productividad agricola nos ha ayudado a alimentar a
una población mundial en rápido crecimiento, pero el aumento de la fijación del
nitrógeno también ha traído algunas consecuencias negativas. Aunque las
consecuencias no sean tan obvias como el aumento de las temperaturas globales
o el agujero de la capa de ozono, son muy serias y potencialmente dañinas para
los humanos y otros organismos.
No todos los fertilizantes de nitrógeno aplicados a los campos de la agricultura se
mantienen para alimentar los cultivos. Algunos son barridos de los campos de
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agricultura por la lluvia o el agua de irrigación, y son lixiviados en la superficie o
en el agua del suelo y pueden acumularse. En el agua del suelo que se usa como
fuente de agua potable, el nitrógeno excesivo puede provocar cancer en los
humanos y dificultades respiratorias en los niños. La U.S. Environmental
Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) ha
establecido un standard de nitrógeno para el agua potable que es de 10 mg por
litro de nitrato-N. Desafortunadamente, muchos sistemas (particularmente en las
áreas de agricultura) ya exceden estos niveles. En comparación, los niveles de
nitrato en las aguas que no han sido alteradas por la actividad humana y rara vez
son mayores de 1 mg/L. En las aguas de la superficie, el nitrógeno añadido puede
provocar un enriquecimiento excesivo de nutrientes, particularmente en las aguas
de la costa que reciben afluencia de los ríos polucionados. A este enriquecimiento
excesivo de nutrientes, también llamado eutroficación, se lo acusa del aumento
de la frecuencia de eventos que matan a los peces de la costa, del aumento de la
frecuencia del florecimiento de algas dañinas y de cambios en las especies dentro
del ecosistema de la costa.
El nitrógeno reactivo (como el NO3- and NH4+) que se encuentra en el agua y
suelos de la superficie, también puede ingresar en la atmósfera como el
componente del smog óxido nítrico (NO) y el gas de invernadero óxido nitroso
(N2O). Eventualmente, este nitrógeno atmosférico puede ser soplado en
ambientes terrestres que son sensibles al nitrógeno causando cambios de largo
plazo. Por ejemplo, los óxidos de nitrógeno contienen una porción significativa de
la acidez en la lluvia ácida que es la causante de la deforestación en partes de
Europa y del Noreste de Estados Unidos. El aumento de depósitos de nitrógeno
atmosférico también causa los cambios más sutiles en las especies dominantes y
funciones del ecosistema en algunos bosques y prados. Por ejemplo, en los
suelos serpentina con poco nitrógeno de los prados del Norte de California, los
conjuntos de plantas se han limitado históricamente a las especies nativas que
pueden sobrevivir sin mucho nitrógeno. En este momento, hay evidencia que los
niveles elevados de entrada de N atmosférico proveniente del desarrollo industrial
y agrícola, han allanado el camino para una invasión de plantas no nativas. Como
se ha señalado con anterioridad, el NO es un factor esencial en la formación del
smog, que también causa enfermedades respiratorias como el asma en niños y
adultos.
Actualmente, hay muchas investigaciones dedicadas a entender los efectos del
enriquecimiento del nitrógeno en el aire, en el agua del subsuelo, y en el agua en
la superficie. Los científicos también están explorando prácticas agrícolas
alternativas, que sostendrán una alta productividad, a la vez que disminuirán los
impactos negativos causados por el uso de fertilizantes. Estos estudios no sólo
nos ayudan a cuantificar cómo los humanos hemos alterado el mundo natural,
sino también a aumentar nuestro conocimiento sobre los procesos que forman el
ciclo del nitrógeno.
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