Robert Emerson Lucas, Jr. Es un economista norteamericano nacido en 1937, sus teorías apuntan siempre al desarrollo y el perfeccionamiento de los sistemas macroeconómicos, entendiendo que existen variables que no están siendo tenidas en cuenta a la hora de aplicar programas por parte del Estado y en el análisis del mercado. Los postulados de Lucas se convirtieron en fundamento para las teorías económicas postkeynesianas, ya que lo que nos muestra, es la incapacidad del Estado para actuar de manera efectiva ante el desarrollo del mercado y que todos los demás agentes que participan de la economía, pueden tomar decisiones antes de que la política fiscal del ente gubernamental los afecte de manera directa; sus ideas tuvieron gran aceptación y por eso, fue la persona que reemplazo la cátedra de Friedman en la Universidad de Chicago al este jubilarse. Como muchos otros de los miembros de esta Escuela, consiguió el premio Nobel de Economía. (1995). Su principal modelo es la teoría de las expectativas racionales, en lo que se basa este modelo es que los individuos son racionales y aprenden de la historia incluyendo sus propios errores, a fin de efectuar predicciones acerca del futuro buscando alcanzar sus objetivos o satisfacer sus preferencias. Esas predicciones pueden ser erradas, pero, considerados en general, no son sistemáticos sino accidentales. Para crear estas expectativas o “predicciones”, se necesita del análisis racional, matemático e histórico de las variables a tratar y la influencia que tienen en la economía, de esta forma se puede calcular cuales pueden ser sus consecuencias y poder establecer mecanismos para evitar o mitigar el fenómeno; este es uno de los elementos que según Lucas hacen del Estado un organismo ineficiente, a través de las expectativas racionales se puede predecir la conducta de la política fiscal y así evitar sus efectos. La única debilidad que posee esta teoría es que depende de la “hipótesis de eficiencia de los mercados”, es decir, necesita de información precisa y actualizada, que abarque todos los campos del mercado financiero, que no sea limitada por leyes internas de comercio y que tenga cierto balance entre inversión y beneficios. Sus demás teorías también fueron ampliamente aceptadas, las más importantes serán explicadas a continuación. La teoría cuantitativa del dinero de Lucas se manifiesta en el “Modelos de las Islas de Lucas”, en él se asume la existencia de un grupo de N islas, con un individuo en cada una, ellos producen una cantidad Y, que puede ser comprado por una suma de dinero M; el precio de lo que se comercia entre las islas depende de distintas variables: oferta y demanda, preferencia personal por el producto, competitividad en los precios, etc. A pesar de que lo que influye en estas variaciones se conoce, se pueden cometer errores al establecer un precio ya que según el supuesto de la teoría de expectativas racionales y la participación del mercado tanto a nivel macro como microeconómico, la curva Philips de inflación y desempleo se vuelve obsoleta, por lo que los niveles de los precios nunca dependerán exclusivamente de la inflación ni tampoco del mero flujo de dinero en el sistema. Según Lucas, la única manera de hacer teoría economía es a través de la matemática, por eso utiliza fórmulas para explicar el funcionamiento de sus modelos como por ejemplo la “función oferta o sorpresa”, una función logarítmica que busca establecer a través de relaciones entre producción, precios y producto agregado, la desviación o expansión de la economía en niveles de producción. La crítica de Lucas, es la integración del análisis histórico a la dimensión matemática de la economía, de la mano de sus fórmulas para calcular las variaciones en precios y producción, unimos las predicciones que pueden ser creadas a través de los fundamentos microeconómicos estudiando desde ese nivel los efectos que tienen las restricciones presupuestales, las preferencias, la inflación y el desempleo. Esta crítica es un ejemplo de economía dinámica, capaz de presentar información consistente y de identificar fortalezas estructurales que pueden traer beneficios a mediano y largo plazo. Por último, la Paradoja Lucas: está fundamentada en la observación de que el dinero no fluye de manera espontánea de países desarrollados a países en vía de desarrollo, con base en la teoría clásica, el flujo de dinero del primer al tercer mundo sería lo natural, después de todo, en los países no desarrollados el capital por trabajador es menor, lo que traería mayores beneficios a aquellos dispuestos a invertir, sin embargo, Lucas identificó dos razones por las cuales la economía no funciona de esta forma: la primera, la estructura económica, tecnológica y política de los países no desarrollados, no permite la inversión efectiva y segundo, a pesar de las altas expectativas, el riesgo soberano de algunos países, los niveles de incertidumbre y de “información asimétrica”, no permiten la inversión ya que no es seguro que el dinero que entre se conserve o conduzca a la producción.