Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Med Clin (Barc). 2014;142(6):279–282 www.elsevier.es/medicinaclinica Cartas al Editor Regulación de la obtención de muestras procedentes de cadáveres Regulation of specimen from corpses Sr. Editor: Hemos leı́do con mucho interés el reciente artı́culo de Garcı́a del Pozo et al.1 en el que se aborda el siempre complejo problema de la obtención de muestras para investigación. En dicho trabajo se revisa la legislación aplicable al tratamiento de las muestras destinadas a la investigación biomédica2 y se describe el marco normativo de forma adecuada, al centrarse en la Ley de Investigación biomédica (LIB) y en el Real Decreto (RD) 1716/2011 de biobancos3. No obstante, y a nuestro entender, cometen un error al desarrollar dicha normativa en materia de obtención y utilización de muestras biológicas de personas fallecidas. Dicen los autores que tanto la LIB como el RD «contemplan la obtención y almacenamiento de muestras biológicas de personas fallecidas para investigación». Sin embargo, la LIB no menciona nada al respecto en el artı́culo 58 del capı́tulo III, dedicado a la utilización de muestras biológicas humanas con fines de investigación biomédica; tampoco en el artı́culo 69 del capı́tulo IV, dedicado a la regulación de los biobancos, se aborda cómo se debe actuar en caso de muestras procedentes de cadáveres. Tal vez sea un simple error de transcripción, pero puede que el desliz se deba a una extensión inapropiada del artı́culo 48.2 de la LIB, en el que se contempla la posibilidad de obtener y analizar muestras de personas fallecidas, pero únicamente en el caso de análisis genéticos y tratamiento de datos genéticos de carácter personal. Debemos tener claro que la interpretación de las normas no es competencia de los médicos, investigadores o cientı́ficos en general, sino de quienes ostentan el Poder Judicial en nuestro paı́s. A los primeros se les exige el cumplimiento de la ley; el no hacerlo o hacerlo de forma inadecuada puede suponer un reproche en distintos ámbitos. Por eso pensamos que no ser rigurosos en la transcripción de la norma en un entorno cientı́fico-clı́nico de investigación puede conducir a conductas erróneas fundamentadas en publicaciones cientı́ficas que aportan una falsa seguridad jurı́dica. Ası́ pues, compartimos con los autores del artı́culo que: «El principal problema del investigador [...] es la necesidad de contar con un consentimiento adecuado por parte de los donantes [...]. Las garantı́as que supone un biobanco autorizado con este régimen de utilización y/o almacenamiento de muestras [...] satisfacen los Véase contenido relacionado en DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2012.12.016 requisitos éticos más exigentes, al tiempo que proporcionan seguridad jurı́dica al investigador, sin complicarle el acceso a las muestras». Precisamente por este motivo, para proporcionar seguridad jurı́dica no deben dar por cierto lo que podrı́a ser discutible jurı́dicamente. Es decir, no pueden afirmar que «En principio la familia no podrı́a negarse a ello sin un motivo razonado, es decir, siempre que no conste voluntad en contra del fallecido, se podrı́an usar sus muestras». Consideramos que el espı́ritu legislativo no es ese, sino más bien el contrario. De hecho, se indica que la obtención podrá realizarse cuando ası́ se haya dispuesto en vida, es decir, para la obtención de la muestra debe haberse recabado el consentimiento de la persona; pero también deja la posibilidad de la toma de muestras en ausencia del consentimiento en vida y da instrucciones claras de cómo actuar en este último caso. Es decir, creemos que no es deber de la familia razonar su oposición, sino comunicar la voluntad del fallecido y, por qué no, la suya propia, pues de la investigación realizada pueden obtenerse datos que les afecten directamente, es decir, puede haber interés particular en la investigación. En la publicación objeto de este comentario se plantea la cuestión de forma similar a la obtención de órganos para trasplantes, en el artı́culo 5 de la Ley 30/19794: «La extracción de órganos u otras piezas anatómicas de fallecidos podrá realizarse con fines terapéuticos o cientı́ficos, en el caso de que estos no hubieran dejado constancia expresa de su oposición», y en el artı́culo 9 del RD 1723/20125: «Que la persona fallecida de la que se pretende obtener órganos, no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la obtención de órgano». Pero hay diferencias de base entre la investigación biomédica y los trasplantes, pues en el segundo caso, la finalidad es terapéutica y no investigadora. No existe jurisprudencia al respecto, pero el investigador debe tener en cuenta que ante la oposición de la familia a la obtención de determinadas muestras de un fallecido, no puede tomarlas sin más. Pensamos que precisamente en los casos de personas fallecidas se debe ser aún más riguroso en la obtención del consentimiento. En cambio, el artı́culo da pie a que el investigador piense que con el RD 1716/ 2011 se da carta blanca para la obtención de las muestras de cadáveres. Bibliografı́a 1. Garcı́a del Pozo J, Martı́n-Arribas MC, Arias-Dı́az J. Aspectos prácticos de la nueva normativa para el almacenamiento de muestras destinadas a la investigación en España. Med Clin (Barc). 2013;140:374–9. 2. Boletı́n Oficial del Estado. Ley 14/2007, de 3 de julio, de Investigación biomédica [consultado 10 Jul 2013]. Disponible en: http://www.boe.es/boe/dias/2007/07/ 04/pdfs/A28826-28848.pdf 3. Boletı́n Oficial del Estado. Real Decreto 1716/2011, de 18 de Nov por el que se establecen los requisitos básicos de autorización y funcionamiento de los biobancos con fines de investigación biomédica y del tratamiento de las muestras biológicas de origen humano, y se regula el funcionamiento y organización del Registro Nacional de Biobancos para investigación biomédica [consultado 0025-7753/$ – see front matter ß 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 280 Cartas al Editor / Med Clin (Barc). 2014;142(6):279–282 10 Jul 2013]. Disponible en: http://www.boe.es/boe/dias/2011/12/02/pdfs/BOEA-2011-18919.pdf 4. Ley 30/1979 sobre extracción y trasplantes de órganos [consultado 10 Jul 2013]. Disponible en: http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l30-1979.html 5. Boletı́n Oficial del Estado. Real Decreto 1723/2012, de 28 de diciembre, por el que se regulan las actividades de obtención, utilización clı́nica y coordinación territorial de los órganos humanos destinados al trasplante y se establecen requisitos de calidad y seguridad [consultado 10 Jul 2013]. Disponible en: http://www.boe.es/boe/dias/2012/12/29/pdfs/BOE-A-2012-15715.pdf Carmen Negre Muñoz* y Fernando Verdú Pascual Unidad Docente de Medicina Legal, Facultad de Medicina, Universitat de València EG, València, España * Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (C. Negre Muñoz). http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2013.07.020 Respuesta Reply Sr. Editor: Coincidimos plenamente en que en la interpretación de las normas hay que ser extremadamente riguroso, sobre todo cuando se llevan a cabo intentos de facilitar su comprensión por parte de profesionales ajenos al mundo jurı́dico. Ello se torna especialmente delicado en los casos en los que su redacción pueda resultar ambigua en algunos aspectos. Afortunadamente, las leyes se siguen con frecuencia de normas que las desarrollan y resultan de inestimable ayuda en su interpretación. Este ha sido el caso del Real Decreto (RD) 1716/ 20111, que ha venido a clarificar distintos aspectos de la obtención, uso y almacenamiento de muestras para investigación, y en particular la obtención de muestras de personas fallecidas, dedicándole a esto último un apartado especı́fico: su artı́culo 26. Sin entrar en las diferencias básicas entre finalidad terapéutica y finalidad investigadora, que compartimos plenamente, ya en el propio preámbulo de dicho RD 1716/20111 queda patente la voluntad del legislador de asimilar los requisitos de obtención de muestras de cadáver para ambas finalidades. De hecho, dice que en el mismo: «Se desarrolla el régimen de obtención y utilización de muestras de personas fallecidas, basado en los principios de la Ley 14/2007, de 3 de julio, y en los ya asentados en nuestro ordenamiento jurı́dico para la utilización de material biológico tras la muerte conforme a la Ley 30/1979, de 29 de octubre, sobre extracción y trasplante de órganos, y a su normativa complementaria. Estos principios se refieren al respeto a la voluntad del sujeto en vida y a la solidaridad y participación ciudadana en el progreso cientı́fico». En todo caso, quizá lo mejor sea transcribir literalmente el artı́culo 26 del RD 1716/20111, para que cada lector pueda extraer su propia interpretación: «Artı́culo 26. Obtención y utilización de muestras biológicas de personas fallecidas. Véase contenido relacionado en DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2013.07.020 http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2013.08.001 1. La obtención y utilización de muestras biológicas de personas fallecidas podrá realizarse en el caso de que ası́ lo hubieran dispuesto en vida o cuando no hubieran dejado constancia expresa de su oposición. A estos efectos se indagará la existencia de instrucciones previas y, en ausencia de éstas, se consultará a los familiares más próximos del fallecido y a los profesionales que le atendieron en el centro sanitario, y se dejará constancia de las consultas realizadas. Las muestras sólo podrán destinarse a investigación biomédica previo dictamen favorable del Comité de Ética de la Investigación correspondiente al centro. 2. Las personas vinculadas a la persona fallecida por razones familiares o análogas podrán dirigirse a los responsables de los ficheros o de los tratamientos que contengan datos de dicha persona fallecida con la finalidad de notificar el óbito, aportando acreditación suficiente del mismo, y solicitar, justificando la concurrencia de un interés relevante, la cancelación de los datos o la anonimización de las muestras». Bibliografı́a 1. Boletı́n Oficial del Estado. Real Decreto 1716/2011, de 18 de Nov, por el que se establecen los requisitos básicos de autorización y funcionamiento de los biobancos con fines de investigación biomédica y del tratamiento de las muestras biológicas de origen humano, y se regula el funcionamiento y organización del Registro Nacional de Biobancos para investigación biomédica. BOE núm 290, de 2-12-2011. p. 128434–45. Javier Garcı́a del Pozo*, Marı́a Concepción Martı́n-Arribas y Javier Arias-Dı́az Subdirección General de Investigación en Terapia Celular y Medicina Regenerativa, Instituto de Salud Carlos III, Madrid, España * Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (J. Garcı́a del Pozo).