3.4.3. Riesgos en el sector de la madera

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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
Capitulo
3
RIESGOS SECTORIALES
Unidad
4.3
MADERA
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Contenido de la unidad:
1. Introducción
2. Siniestralidad
3. Tupí
4. Cepilladura
5. Sierra Circular
6. Sierra de Cinta
7. Riesgos comunes
Objetivo de la unidad:
Conocer las actividades significativas en el sector de la madera con sus riesgos principales y medidas
preventivas.
1
INTRODUCCIÓN
La industria de la madera ofrece una alta siniestralidad, tanto en lo referente a la gravedad de las
lesiones que sus máquinas y herramientas producen como al elevado número de ellas.
Las causas principales de esta elevada accidentabilidad son bien conocidas, comenzando por el
limitado número de trabajadores que forman las plantillas de las empresas y que en la mayoría no
superan el de diez empleados y que lógicamente su estructura solamente permite producciones rápidas
con series muy limitadas.
La fabricación rápida con plazos de entrega casi inmediatos constituye un factor determinante en la
producción de accidentes ya que, en ocasiones, obliga a realizar destajos, horas extraordinarias,
contratos temporales, etc.
Por lo que respecta a las series limitadas, éstas no permiten el diseño, construcción y sobre todo
disposición de los elementos de protección en máquinas. En los casos de diseño y construcción es
obvio que no se dispone de personas especialmente preparadas para llevarlos a cabo en el seno de la
propia industria. En el caso de que se disponga de estos elementos protectores, la limitación de las
series de piezas a trabajar, dificulta enormemente el reglaje de los mismos, que los tiene que realizar el
propio operario y al no hacerlo, las máquinas presentan zonas de alto riesgo.
En las industrias de mayor volumen que disponen de mayores plantillas y en las que es bastante normal
que exista un taller de mantenimiento con personal especializado, estas condiciones van desapareciendo
ya que se implantan verdaderos sistemas de trabajo y se dotan de máquinas automáticas que minimizan
considerablemente el riesgo.
El aspecto profesionalidad incide a su vez de una manera determinante en el mayor o menor grado de
seguridad de una empresa. El sector madera desde tiempo, se nutre con personal que posee una
profesionalidad eminentemente practica. No resulta en absoluto infrecuente encontrar trabajadores
jóvenes empleados en máquinas de elevado riesgo, así como operarios trabajando dentro de la misma
jornada en diferentes máquinas.
2
SINIESTRALIDAD
Los aspectos fundamentales que nos dan la elevada siniestralidad del sector son los siguientes:
a) Prácticamente todas las máquinas que se utilizan en la conformación de la madera, disponen de
herramientas de corte con un alto grado de afilado y que giran a un elevado número de revoluciones.
b) Proximidad de las manos del operario en casi toda la duración de las fases de trabajo a las
herramientas de corte.
c) Reducido número de dispositivos de seguridad homologados, no siendo utilizados los existentes
porque el montaje y reglaje de la protección en innumerables ocasiones requiere más tiempo que el
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empleado en elaborar la pieza.
d) Inadecuada utilización de los medios de protección personal, tanto personales como colectivos.
e) Bajo nivel de formación en materia de seguridad en los diferentes niveles de la empresa.
La accidentabilidad se caracteriza por la gravedad de las lesiones producidas por el contacto con las
herramientas de corte; la lesión grave más frecuente la constituyen las amputaciones de los dedos de la
mano, principalmente la izquierda.
Las regiones anatómicas que más lesiones graves presentan son las manos.
Por lo que respecta a máquinas, la tupi y la cepilladora son las máquinas más peligrosas; de forma
general podemos decir que aproximadamente el 60 por 100 de las lesiones graves que se producen en la
actividad de la madera se producen por contacto con herramientas móviles. Las amputaciones
presentan un porcentaje de aproximadamente un 32 por 100 de los accidentes graves que se producen
en este sector; es por tanto necesario centrar todos los esfuerzos en proteger las máquinas de mayor
riesgo.
Al margen del contacto directo con la herramienta, se presenta como accidente típico el retroceso de las
piezas que se trabajan que pueden provocar accidentes dobles. El producido por el impacto de la pieza
sobre el operario y, como consecuencia de este retroceso, el contacto de las manos con la herramienta
de corte al perder el contacto con la pieza que se está mecanizando.
3
TUPI
De una forma muy esquemática consiste esta máquina en un eje vertical situado en el centro de una
bancada o mesa, sobre este eje se fijan una serie de herramientas o útiles que en su rápido giro van
conformando la madera en función del perfil de la herramienta colocada. Generalmente se utiliza para
la realización de ranuras, molduras, galces, etc.
Es una máquina de gran versatilidad, para cada tipo de trabajo se elige la velocidad más adecuada en
función de la herramienta de corte, madera a trabajar, profundidad del corte, etc. Existen dos tipos de
trabajo claramente diferenciados:
— Trabajos con guía.
— Trabajos al árbol o al aire.
Trabajos con guía
Se acerca la pieza de madera a la herramienta apoyándola sobre las reglas de guía y la propia mesa de
la máquina. Generalmente con la mano izquierda se efectúa la presión contra la mesa y la guía y con la
mano derecha se procede a efectuar el empuje sobre la pieza, hasta su contacto con la herramienta y
final de la operación.
Trabajos al árbol
Se realizan cuando la forma de la pieza a trabajar (generalmente curvas) hace necesario prescindir de
las reglas de guía.
Con la mano izquierda se presiona la pieza contra la mesa, deslizándola sobre un listón o apoyo.
Cuando las piezas a trabajar son curvas, el listón de apoyo desaparece y solamente existe un punto de
apoyo. En ambos casos se va produciendo el deslizamiento hasta que la pieza entra en contacto con el
útil.
Los trabajos al árbol son mucho más peligrosos que los que se realizan con guía y el máximo grado de
peligrosidad lo presentan las operaciones al árbol con piezas de forma curva. Los tipos de riesgo que
presentan las tupis son los siguientes:
a) Rotura o proyección del útil.
b) Contacto con la herramienta.
c) Retroceso imprevisto de la pieza.
En la rotura o proyección del útil debemos en principio indicar que existen dos tipos de estos
elementos, los hierros y las fresas.
Los hierros son elementos metálicos planos que se fijan en una ranura que dispone el eje de la máquina
y a los que se ha dado el perfil de la figura deseada.
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Las fresas son elementos con un determinado número de dientes perfilados en función de la figura a
realizar y que se introducen en el propio eje por medio de su orificio central, constituyendo un sistema
más compacto.
La sujeción de las fresas es mucho más efectiva que la de los hierros, y estos últimos presentan otro
grave inconveniente y es que, en muchas ocasiones, son de fabricación artesanal o casera pudiendo no
elegirse demasiado bien el tipo de material y llevar un deficiente afilado.
Hierros
Es fundamental la elección del material del mismo. Deberá tener el máximo espesor posible en función
de la anchura de la ranura del eje; deberemos evitar en la medida de lo posible la utilización de pletinas
suplementarias para su fijación. De forma general a mayor espesor, menor será el riesgo de rotura. Es
conveniente que el hierro sobresalga por la parte opuesta a la del corte permitiendo con ello una mayor
fijación y mayor equilibrado. El equilibrio debe ser lo más perfecto posible, ya que debemos tener muy
en cuenta que estas máquinas funcionan a un elevado número de revoluciones. El afilado de los hierros
debe ser perfecto.
Se debe evitar el uso de hierros en los trabajos con maderas duras, ya que al tener generalmente
deficientes ángulos de corte, se desgastan con frecuencia ocasionando retrocesos de las piezas.
Fresas
Es mucho más aconsejable su utilización. Son de colocación mucho más sencilla, segura y rápida. Su
equilibrado es mucho más perfecto. No suelen ser de fabricación artesanal o casera. Son mucho más
robustas.
Una práctica muy conveniente, es disponer de varias fresas sobre el árbol para conseguir el perfil
deseado de forma que todos los dientes no actúen a la vez sobre la madera disminuyendo así la
resistencia al paso de la pieza con lo que se reduce el peligro de retroceso de la misma.
Tanto para hierros como para fresas un factor determinante consiste en trabajar a la velocidad
adecuada, y en ningún caso debe sobrepasarse las velocidades recomendadas por el fabricante.
Contacto con la herramienta
Es el principal problema a resolver en este tipo de máquinas, ya que la diversidad de trabajos que con la
tupí se pueden realizar obliga a disponer de un gran número de protectores que en muchos casos son de
complicada colocación, motivo que al fin hace que no se utilicen.
En primer lugar debemos señalar que los accidentes en la tupí, se pueden presentar tanto en la zona de
trabajo, como en la parte posterior de las guías; en la parte posterior las lesiones son menos frecuentes
ya que no existe proximidad durante el trabajo de las manos del operario.
Proteger la zona posterior no presenta demasiados problemas. De forma general se deberá encapsular
este sector y en ningún momento se eliminará la protección.
La protección de la parte de trabajo constituiría un tratado exclusivo, para la misma, vamos a presentar
dos casos correspondientes a los dos tipos de operaciones que de forma general se realizan en esta
máquina.
En el primer caso, se trata de un protector exclusivo para trabajos con guías y consiste en una
protección de madera que cubre las dos guías y la zona de corte, abundando en una mayor seguridad se
puede cubrir la parte superior de la zona de trabajo disponiendo de un regle de madera a la altura del
espesor de las piezas que se están elaborando, imposibilitando el contacto accidental con la
herramienta.
Para que el sistema sea efectivo se debe disponer de varios elementos de este tipo, ya que la altura
del regle nos limita el espesor de las piezas a trabajar. Suele instalarse una pantalla protectora de
metacrilato que permite la visión de la pieza en su contacto con la herramienta, impidiendo el acceso
a la zona de corte. Esta pantalla es regulable en altura levantándola al espesor de la pieza a mecanizar
y a las dimensiones de la fresa.
A pesar de que se disminuye el riesgo con la utilización de cualquiera de estos protectores solamente
se reduce, en ningún caso se elimina, ya que al existir corte existe posibilidad de contacto con la
herramienta.
El único sistema que aleja totalmente las manos del operario de la zona de corte, es la utilización de
alimentadores automáticos de rodillos y que incluso en esta máquina su uso es relativo ya que en
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muchas ocasiones trabajan sobre piezas curvas y en estos casos los alimentadores no pueden ser
utilizados.
Retroceso de la pieza
Generalmente se producen cuando la pieza se atasca, debido a vetas, nudos, mal afilado de las
herramientas, etc., dando lugar a un brusco retroceso de la pieza que incide sobre el operario.
Se pueden evitar estos retrocesos comprobando el perfecto afilado de las herramientas, controlando el
estado de la madera y evitando pasadas de gran profundidad, dando siempre pasadas sucesivas y
Progreslvas.
Una práctica que suele ser habitual y es de alto riesgo es efectuar una pasada en el sentido inverso al
normal, o sea, reculando la madera, esta operación facilita el enganche de la madera y. en
consecuencia, su retroceso violento.
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CEPILLADORA
Denominada a su vez con frecuencia labra, es una máquina que se utiliza fundamentalmente para
planear la superficie de la madera, siendo posiblemente la más utilizada en el sector, e incluso fuera de
él.
Está formada por un bastidor que soporta la bancada rectangular que a su vez está compuesta por dos
mesas entre las cuales está situado el árbol portacuchillas. Las mesas están situadas a diferente altura
determinando esta diferencia, la profundidad de la pasada. Parte importante de la máquina es el
palograma, regla de tope o guía que sirve de apoyo a las piezas a trabajar.
Los típicos accidentes de esta máquina se producen por:
a) Rotura o proyección de las cuchillas.
b) Contacto de la mano con las cuchillas.
c) Retroceso de la pieza.
En prevención de los accidentes provocados por el punto a) se deberá tener en cuenta:
— Utilizar materiales de alta calidad en la construcción del árbol portacuchillas y en las propias
cuchillas.
— Efectuar cuidadosamente el equilibrio dinámico del árbol.
— Realizar un perfecto montaje de las cuchillas. Es quizás en este punto donde mayores
precauciones se deben tener ya que, después de los procesos de afilado de las cuchillas, se puede
efectuar un montaje irregular que desequilibre el conjunto con las consiguientes consecuencias.
Por lo que respecta al punto b), la primera condición consiste en la utilización de árboles portacuchillas
cilíndricos, evitando el de sección cuadrada. Estos últimos solamente se encuentran ya, en máquinas
muy antiguas.
Sobre árboles de sección cuadrada existe normativa al respecto sobre su prohibición (Ordenanza
Laboral de la Madera).
El contacto con las cuchillas se puede producir en dos zonas de la máquina, en la parte posterior del
palograma o regla de tope, que generalmente queda al descubierto cuando éste se va desplazando hacia
la parte efectiva de corte de la máquina (por defecto de afilado de las cuchillas u otras causas) y la parte
delantera o de trabajo.
La parte posterior debe disponer de un cubrecuchillas telescópico fijo que hará tope con el palograma y
no se desplazará en tanto en cuanto este último no se mueva.
Por el contrario, el protector de la parte delantera debe ser lo más móvil posible para permitir el paso de
las piezas que se están trabajando y que retroceda automáticamente a la posición inicial sin la
cooperación del operario. Si el protector requiere reglajes continuos por parte del trabajador termina
por no ser utilizado.
Existen cubrecuchillas telescópicos que solamente dejan entre ellos y el palograma el espacio suficiente
para permitir el paso de las piezas y que son útiles cuando las series son grandes, no siendo utilizados
cuando varía con frecuencia la anchura de las maderas a planear.
Los cubrecuchillas o cubiertas plegables están constituidos por unas piezas de madera articuladas entre
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sí por medio de charnelas y que permiten la protección del árbol porta cuchillas en la zona no ocupada
por la pieza que se está trabajando. Estas piezas de madera evidentemente no son planas, presentando
una concavidad para dejar paso a las cuchillas.
El punto c) o retroceso de la pieza se produce por la existencia de nudos u otros defectos en la madera o
por el cepillado de piezas muy cortas. En el primer caso se deberán eliminar las maderas que presenten
defectos y en el segundo es recomendable la utilización de empujadores.
Un riesgo al margen de los anteriormente apuntados, lo constituye el efecto estroboscópico que hace
que el árbol parezca que está parado cuando en realidad está girando, esta condición hay que tenerla en
cuenta cuando la máquina no está trabajando pero se ha dejado en funcionamiento. Condición que de
forma general no se debe producir.
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SIERRA CIRCULAR
Máquina de uso común en cualquier industria de la madera y que consiste de una forma esquemática en
una mesa fija con una ranura en el tablero por la que pasa el disco de la sierra accionado por el motor
que se encuentra ubicado en la parte inferior de la máquina Abundando en lo mencionado para las
máquinas de esta actividad, los accidentes se producen por las siguientes causas:
a) Contacto directo con los dientes del disco.
b) Retroceso de la pieza a cortar.
En este caso, los accidentes se pueden producir por contacto con el disco, tanto por la parte superior
como por la parte inferior de la mesa.
Contacto inferior
Generalmente se produce cuando se procede a la eliminación de virutas o serrín que se acumulan en la
parte inferior de la máquina cuando ésta funciona. La solución a este problema se consigue de una
forma definitiva instalando un sistema de aspiración que elimine estos residuos conforme se van
produciendo. Con este sistema se consigue un doble efecto:
1. Se protege la parte inferior del disco ya que ésta queda dentro del sistema de aspiración,
imposibilitando todo posible contacto con este elemento de corte.
2. No permitir la acumulación de materias altamente combustibles (no es en absoluto deseable
que permanezcan en grandes cantidades por el riesgo de incendio). A su vez se reduce la
acumulación de polvo en el ambiente mejorando considerablemente las condiciones de trabajo.
Si no se coloca la extracción, la parte inferior del disco debe protegerse por pantallas de dimensiones
mayores que las del disco y que permitan por medio de charnelas la extracción del mismo para
proceder bien a su afilado o sustitución.
La parte superior del disco debe estar protegida por cubre sierras de los que existe gran diversidad de
modelos más o menos utilizados.
Con la implantación del cubre sierras se consiguen dos efectos, la protección ante un fortuito contacto
con el disco y la protección ocular del trabajador, ya que se minimiza la proyección de partículas. Esta
condición no es suficiente para no recomendar en esta máquina la utilización de gafas protectoras.
La utilización de cubre sierras con materiales plásticos, tipo metacrilato es muy recomendable ya que
son altamente resistentes y permiten una visión perfecta de la operación de corte.
Retroceso o proyección
En prevención de este riesgo debemos recomendar sin lugar a dudas la utilización del cuchillo divisor.
La función principal de este elemento es la de impedir que la ranura abierta en la madera por la acción
del disco, se cierre detrás del mismo, evitando que quede bloqueado por la propia madera y que la
rechace proyectándola contra el operario.
Con el retroceso de las piezas es bastante frecuente que se presenten dos tipos de lesiones, la producida
por el impacto de la pieza contra el operario y el posible contacto de las manos de éste con el disco al
ser desequilibradas las manos de su posición normal.
Consiste el cuchillo divisor en un elemento metálico que puede adoptar diversas formas (generalmente
cuarto de luna o de trapecio mixto), lógicamente debe tener como máximo un espesor igual al del disco
y su perfil debería ser biselado para permitir el paso de la pieza. Deberá tener una cierta rigidez y
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coincidir exactamente con el plano del disco de corte.
En las operaciones de corte de piezas de gran longitud es conveniente la utilización de cuñas que
introducidas en el corte de la madera impiden el cierre de ésta, incluso por detrás del cuchillo divisor.
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SIERRA DE CINTA
Consiste en un bastidor curvado que soporta los volantes superior e inferior colocados en un mismo
plano vertical y sobre los cuales circula una sierra sin-fin. La bancada o mesa de trabajo donde se apoya
la madera a cortar, operación que efectúa la rama descendente de la sierra. Las guías de la hoja situadas
en la parte superior e inferior de la bancada y parcialmente en la zona de corte.
El impulso del motor lo recibe el volante inferior transmitiendo por medio de la hoja el movimiento al
superior con lo que se consigue el funcionamiento del conjunto.
Los accidentes en esta máquina se producen por las causas siguientes:
a) Caída de la cinta fuera de los volantes.
b) Rotura de la cinta y proyección de la misma.
c) Contacto con la cinta en la zona de corte.
Para evitar la caída de la cinta, como primera condición, ya que depende en gran parte del serrador que
es el que ajusta los volantes en cada cambio de cinta, se deberá dar a la misma una tensión adecuada
para que su adherencia a los volantes sea la justa, así como el desplazamiento transversal de la cinta
sobre los volantes como consecuencia de la presión ejercida hacia la parte posterior por la pieza que se
está serrando. La práctica del serrador es fundamental en el tensado de la hoja.
Correcto paralelismo en los ejes de los volantes favoreciendo el que se adhiera totalmente la cinta al
volante y evitando torsiones.
Control periódico de la superficie de los volantes para favorecer la adherencia.
La rotura de la cinta se puede evitar cumpliendo las condiciones anteriormente expuestas y a las que
deberíamos añadir las siguientes:
— Evitar aumentos en la velocidad de funcionamiento.
— Revisar con frecuencia las hojas incidiendo especialmente en los posibles recalentamientos del
material que se pueden haber producido en el afilado de sus dientes o en posibles operaciones
de soldadura efectuadas al recomponer una hoja.
— Eliminación de las hojas desgastadas por el uso.
— Acoplar la velocidad de funcionamiento al tipo de madera que se sierra.
— Efectuar un correcto triscado. Como norma general el triscado debe alcanzar 1/3 de la
profundidad del diente y no sobresalir lateralmente más del doble del espesor de la hoja de la
sierra.
— Mantener casi constante la limpieza de la banda sin dientes de la hoja instalando cepillos duros
sobre el volante inferior de la máquina; no es en absoluto recomendable friccionar chapas
metálicas sobre los volantes con el fin de efectuar la limpieza ya que sólo se consigue con esta
operación estropear los mismos.
A pesar de la implantación de las medidas anteriormente enumeradas, las sierras, con cierta frecuencia,
se rompen y la única solución eficaz para evitar su proyección sobre las personas consiste en proteger
mediante carcasa envolvente de resistencia adecuada los dos volantes y las ramas ascendente y
descendente de la hoja.
Únicamente debe quedar al descubierto la parte de cinta necesaria para el corte.
El problema principal se presenta en la zona de corte y evidentemente en la protección de la misma.
Existen dos tipos de protectores: automáticos y regulables. Los protectores automáticos se elevan con
el paso de la pieza y descienden cuando ésta ya ha pasado, son bastante eficaces aunque presentan el
problema de que en ocasiones la propia mano del operario las puede levantar permitiendo el acceso de
la misma a la zona de corte.
El protector regulable no presenta el inconveniente anterior, pero precisa de la intervención del operario
regulando en altura el mismo en función del espesor de las piezas a serrar. Volvemos a incidir en el
tema de las series de piezas a elaborar.
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De una forma general, el protector regulable, a pesar del inconveniente de su adaptación en cada caso,
es más seguro que el automático.
Riesgos especiales
Con relativa frecuencia, en la sierra de cinta se manejan piezas de mayor tamaño que en el resto de
máquinas (tupis, cepilladoras) existiendo por tanto la posibilidad de caída de uno de estos elementos
desde la bancada, los pies del serrador se encuentran prácticamente en la vertical de caída, siendo por
tanto necesario el que utilice calzado de protección adecuado a este riesgo.
Deberán estar dotados como mínimo de puntera de seguridad homologada según la Norma Técnica
Reglamentaria MT 5 de 2S de julio de 1975.
A su vez, es recomendable la utilización de gafas de protección frente a partículas proyectadas por el
propio corte.
Corte de piezas redondas
La sierra de cinta es la máquina especializada en el corte de piezas redondas debiendo utilizarse en
estos casos dispositivos especiales de apoyo a los troncos para evitar su giro intempestivo en el sentido
de la dirección del corte, giro que provocaría una mayor sección de corte en la hoja de una forma
demasiado rápida y podría dar lugar al blocaje del sistema con la consiguiente rotura de cinta.
7
RIESGOS COMUNES
Al margen de todos los riesgos específicos que ya hemos enumerado en cada una de las máquinas
clásicas, en esta actividad existen una serie de agresivos que aparecen de forma general en cualquier
industria que trabaje con la madera RUIDO
Las máquinas utilizadas en este sector en general son productoras de altos niveles de ruido debido a las
elevadas velocidades de giro de sus herramientas cortantes y el ataque de las mismas a la propia
madera.
Resulta evidente que se deberá tener en cuenta la actual normativa de ruido cumpliendo el Real Decreto
1316 de 27 de octubre de 1989 efectuando las mediciones del nivel sonoro en cada uno de los casos y
los reconocimientos médicos (audiometrías) al personal expuesto.
Lógicamente se deberá procurar la reducción del nivel sonoro y dotar a los trabajadores de los medios
de protección adecuados.
LESIONES OCULARES
Un porcentaje elevado de máquinas que son utilizadas producen proyecciones de partículas a elevadas
velocidades y en ocasiones pedazos de madera de mayores dimensiones que pueden agredir de formas
leve y grave en el primer y segundo caso respectivamente los ojos de los operarios que las manejan.
Los protectores de las máquinas no son suficientes para eliminar este riesgo, se debe completar la
protección con el uso de lentes protectoras de uso personal.
LESIONES EN PIES
Ya hemos indicado anteriormente, en el caso de la sierra de cinta, la conveniencia de la utilización de
calzado de protección. Este uso deberá ser más generalizado, y obligatorio en todos aquellos puestos de
trabajo donde la manipulación de materiales pesados lo requiera.
RIESGOS HIGIENICOS
Motivados por la existencia en los ambientes de trabajo de elementos en forma de polvo, vapores, etc.,
que pueden afectar la salud de los trabajadores.
Se deberán efectuar evaluaciones del nivel de estos productos contaminantes en la atmósfera y se
intentará, como en el caso del ruido, eliminar o reducir la emisión en la fuente productora y en su
defecto dotar al personal de los protectores adecuados, efectuando los reconocimientos médicos
pertinentes en función del riesgo.
Lacas, barnices, pulimentos, polvos finos producidos en las lijadoras de banda o de disco, cabinas de
pintura, etc., presentan un riesgo potencial de enfermedad profesional a tener en consideración.
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