ANDRÉS MARfN )ociología. (rimioal Lectura en el Externado Ciencia~ PROLOGO Políticu~ de f)crecho. y Sociales DE CESAR JULIO RODRIGUEZ BOGOTA Imprenta y Lito¡¡ref1.B de .Juan Caeía 1921 BANCO DE LA REPUBLlCA --.oTf~A:-'¡C'L Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del ARANGO Banco de la República,Colombia ANDRÉS MARfN 'Sociología, (rimioal Lectura en el Externado L'ienciaR PROLOGO Po1íti-.:a~ de I)crecho. y S()ciale~ DE CESAR JULIO RODRIGUEZ BOGOTA '. Impr.,nt •• y LHc>~r••fí •• dto .luan Ca.le 1921 BANCO DE LA REPtJBlICA '"~l~]fCA.-J:up.~}t~Ci.1. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del MANGO Banco de la República,Colombia DOCTOR ANDRES MARIN Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia El doctor Andrés Marín dictó en el ExTER~ NADO DE DERECHO, CIENCIAS MORALES y POLlTICAS de Bogotá, la conferencia Sociología Críminal que se publica ahora. Al escoger el ccnferencista el Instituto regido por el doctor Diego Mendoza Pérez tuvo induda~ blemente en cuenta la orientación que se ha dado a los estudios en aquel plantel. El hecho de tener allí los estudios como base la Biología, la Psicología y la Sociología está indicando el derrotero, métodu y carácter de las enseñanzas. El Externado está realizando una labor de actualización, labor que e5tá cumpliendo sin alarde pero con la constancia que requiere la propagación de ideas nuevas. Buscó el conferencista su natural centro de atracción y lo encontró en el Externado. Si esto encontró el conferencia, el Ins~ tituto halló en el doctor Andrés Marín un completo iniciado en la matnia de su conferencia. Se realizó en esta ocasión un fenómeno de simpatía. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -4En cuanto a la conferencia anoto que ella revela en su autor, que es Médico y Cirujano muy distinguido, el conocimiento preciso del tema expuesto, con ideas que, cuando no son las mismas que él ha destilado en su alambique, pues, según se nota, las destila con su propia sustancia; se las ha asimilado profundamente. Llegado a esta capital el doctor Marín fui a visitarlo al Hotel Europa, y derivé de nuestras entrevistas la noción de un hombre muy inteligente, observador perspicaz, con la ingenuidad maliciosa de los hombres de estudio y con una cultura amplia y ordenada. Sus apreciaciones sobre la sociedad de la capital, a donde venía por primera vez, me parecieron muy atinadas. Si por una parte cosechó un desencanto al contacto con esta sociedad, tuvo por otra la delectación de ver confirmadas sus teorías. Bogotá, octubre 20 de 1921. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia El doctor Andrés Marín dictó en el ExTERNADO DE DERECHO, CIENCIAS MORALES y POLlTICAS de Bogotá, la conferencia Sociología Criminal que se public.a ahora. Al escoger el conferencista el Instituto regido por el doctor Diego Mendoza Pérez tuvo indudablemente en cuenta la orientación que se ha dado a los estudios en aquel plantel. El hecho de tener allí los estudios como base la Biología, la Psicolo •. gía y la Sociologia está indicando el derrotero, métodu y carácter de las enseñanzas. El Externado está realizando una labor de actualización, labor que está cumpliendo sin alarde pero con la constancia que requiere la propagación de ideas nuevas. Buscó el conferencista su natural centro de atracción y lo encontró en el Externado. Si esto encontró el conferencia, el Instituto halló en el doctor Andrés Marín un completo iniciado en la materia de su conferencia. Se realizó en esta ocasión un fenómeno de simpatia. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -4En cuanto a la conferencia anoto que ella revela en su autor, que es Médico y Cirujano muy distinguido, el conocimiento preciso del tema expuesto, con ideas que, cuando no son las mismas que él ha destilado en su alambique. pues. según se nota, las destila con su propia sustancia; se las ha asimilado profundamente. Llegado a esta capital el doctor Marin fui a visitarlo al Hotel Europa, y derivé de nuestras entrevistas la noción de un hombre muy inteligente, observador perspicaz, con la ingenuidad maliciosa de los hombres de estudio y con una cultura amplia y ordenada. Sus apreciaciones sobre la sociedad de la capital, a donde venía por primera vez, me parecieron muy atinadas. Si por una parte cosechó un desencanto al contacto con esta sociedad, tuvo por otra la delectación de ver confirmadas sus teorías. Bogotá, octubre 20 de 1921. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Sociologfa criminal Seftores : No pretendn de ninguna manera present;uos un estudio acabado y comp!eL) d" las enfermedades sociales, sino una sin tesis, en sus líneas generales, de los procesos morbosos que parecen a primera vista encer,adq:; en la esfera de la individualidad y que Se encuentran íntimamente ligados a los hechos y causas sociales. Algunos pensadores c~een que la Sociología no tiene derecho a existir com,) docirina general, en cambio, nadie entra a discutir el valor real que titnen las investigaciones soeiológicas como sllbsidio del estudio de las ciencias morales. Hasta ahora la Antrop:)logia criminal y h Psiquiatría social han eSfudi;l\!o las enfermedades mcntales que se producen en la socicJad, ya sea m;¡dificando o nó la personalidad individual, sustituyendo la observación de la dbstracta entidad, delito y demencia. de las escuelas anteriores, con la observación del individuo criminal y loco, en sus pcculi:ifes manifestacion{~s y en sus caracteres fisiológicos y psíquie,s. DI? estas indagaciones la ciencia se ha enriquecido grande"Jente con una admirable contribución de datos antlúpométricos y l.:on obs.:rvaciones posi- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -6tivas, de las cuales surgió una nueva concepción juridica, conocimiento más se¡;uro y posi ti vo del hombre anormal. y un Las acaloradas discusiones sostenidas entre los partidarios de la antigua y de la nueva escuela dieron origen a más amplias investigaciones, llamando la atención de los criminológicos y psiquiatras sobre la intluencia social en los delitos, y más tarde hasta el contenido social en IJS enfermedades del espíritu, abríendo así un inmenso horizonte al estudio de las ciencias suciales. Historia y evolución de la SOciolo,gía criminal. Lombroso, fundador de la escuela de Derecho Positivn, daba en sus primeras observaciones suma importancia a los datos anatómicos y prescindía de los datos físiopsicosociológicos. Este estudio uní laterAl de la Antropología criminal lo llevó al determinismo del "criminal nato." Indudablemente Lombroso hizo sus prímeras observ;1CÍones directamente en los criminales, queriendo descuhrir en ellos, por su conformación craneana o algunos rasgr:s fisíonómicos, la causa de su degeneración; pero est;:¡ i(h~a la fue reforma;-¡do progresivamente hasta /legar en su s 1.'11timos afl05 a publicar una obra íntitulada Fl (,I'ililm: r.a1W'ts .If rrmedios, sobre las relaciones exis tentes entre singlllares fenómenog ~ociales (l:ondiciones económicas, alcoholismo. ete.) y el cielito. Su díscípulo Enrico Ferri, que también sostuvo por muchos años la primítiva teoría lombrosiana, formuló hacia el ano 1900 su hipótesis biofísicosocial. En el mismo sentido Ferrero, Sighele y Nícéforo dividieron la criminalidad en atávica y evolutiva. Las observaciones hechas sobre lél influencia que e.iercen en los individuos degenerados la profesión, los medios sociale3, la idea social, las clases, cte., han contríbuido con numeroS1 suma de datos importantes al estudio sociológico de las enfermedades psíquicas y más especialmente Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -7del delito. Tarde ha demostrado cómo es posible que en ciertas circunstancias sociales, una revolución, una crisis, etc., pueden transform:¡r un grupo profesional en centro crimil1ógenu y pruvocar ddi\O~ qlle son infracciones a la moral cspedi:ca de la profesiÓn; habiendo estudiado brilIantementel:1 crinlll1i1lid:llJ de I(p; Notarios, Laschi ha examinado también la Je lus banqueros; Pringzing los delitos femeninos uespués del Ill.itrlmllniu; Lombroso y Ferrera las mujen:s delincuentes; Car~era, Alhanel, Duglas y Ferriani, ¡us lnt:n¡f\::s; fiodan y Cavaglieri Berard, la psicología morbosa o ant'¡mala de los vélgahundos; Tamowiski. la d,: Il)S mendigos y el clero; Orkansi y jacoby la de la llob"_'Zd; L;¡schi y Tarnowi:;ki los delitos que están relacionados Con sentimienlOs e instituliones religiosas, y Sighele, Ro.~si y Lebón estudiaron los grupos sociales anómalos, sobre los delitos y la psicología morbosa de la demencia. El gran alienista inglés Maudsley ha puesto en evidencia, en su !'atho{o!/!/ of' .lliwl, el valor social de la IOl:ura, y Morel, en su tratado lJe.<: J[rt/adie8 Mentales, coloca entre las causas la civilizaciÓn, las revoluciones, los senti mientos sociales, rel igiosos, etc. Hamon, de Bruselas, en su libro /)f'terminismo y UtSp(lt/Srthilid((({, ha estudiado (sin olvidar los datos antropo.Ógicos) la influencia deci~ivJ que tienen sobre los individuos las causas externas: dima, educación, ambiente SOCiil, religión, cte., y dice, hasta los mismos vestidos tienen una gran influencia sobre las funciones psíquicas. Todo un ejército de estudiosos se ha lanzado en las investigaciones sociológicas, impulsados por un vivo deseo de mejoramiento social. Cada día un nuevo fulgor del genio Ilumina la oscuridad en que viven nuestras instituciones políticas, qlie oponen tcnaz resistencia a que se traduzcan en leyes los adelantos científicos. No obstante, la ciel1\;ia ~igue su invariable curso, y cada nueva investigaCIón, cada nuevo descubrimiento es un jalón que avanza y va marcando el progreso de la civilización y el aniquilamiento de la barbarie. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -8En la actualidad no puede haber discusión sobre la importancia de los factort:s sociales, climatológicos, educativos, económicos, etc., en ia wciologia criminal y más espec.ialmente cn la pSlquiauia suciJI; atribuyendo d~ este modo a la soclcdad la ac, ión péltí¡gena específica en la etiologia sociolÓgica criminal, sidvú en los casos particulares dunde concurre un demento excepcIOnal de la personalidad humana, l1e donde surgen las especiales modalidades en que llace ¡;¡ deiito. Criminalidad en Colombia Cuando se discutió en Bogotá sobre la degeneración de la rélza pensé que para hacer un estudio plofundo sobre tal materia y cSllldldr concienzudamente fa criminalidad en Colombia, era necesario; además de estuoiar loS factores SOCiales, hacer una división geográfica según los climas, considerando leS costas cuma lo que son, clima caliente; Medcj¡¡n y sus similares (con relación a su temperatura) como clima llledio o templado, y la altiplanicie considerarJa cumo clima frío aun en contra de la Geografía Fisica, que cOl1siJcra a Bllgotá I:l1tre los climas templados, toda vez que estas tres zonas que acabamos de distinguir necesitan elementos diferentl's de vida. En MeJellín, por ejemplo, pueden usarse los mismos vestidos que en la costa, en cambio en BogJtá el frío es más intenso y se necesitan mayores gastos porque aumentan las necesidades en todos los órdenes de la vida. Sin más datos que 10s que me proporcionaba esta hipótesis formulé la síntesis siguiente: En la Costa, por la bondad del clima y la facilidad que hay para cunseguir el sustento, la criminalidad carece de impurtancia, quedando reducida a alguno que otro delito originado po;, circustancias ocasionales, flmbriaguez, pasiones, celos, etc. C0nsidelé que Antíol)uia era la que daba mayor contingente de delitos sdngrientos, originados por diversos factores sociales, entre los que figuran en primera línea la educación, el alcoholismo, fanatismo religioso, ete. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -9y en Bogotá, donde las exigencias de la vida son mayores, abundan los robos, las f;;lsifiC:lcinncs )' las es~afas. Una estadística criminal del Departalllc;itu de An!ioquia, conseguida en la sección cuarta del }\v\lfíisterio de Gobierno, cl1rrespondiente a los m"'st's l.k dL:icmhre y enero últimos, vino a cumprobar exactamentc él juicio que había formado. De sesenta y dos delitos r(gistl3 Jos en los meses de diciembre y enero, ti tinta y cinco t'on das y ocho por homicIdio, figurando cumo móvil la venganza e intereses, los diez y nllcve delitos referidos por heridel delito restantes carecen de importanciil. Esta cifra de la cri;¡¡in<llidao en Antjoquia ('s fabulosa si se compara con la i.;stadístL:a del Dql;d tam;nto del Atlántico, Llue sÓlo registra tr:s delitos durante el mes de díciembre: uno por hurto, otro por daños y heridas, y otro por rapto. A falta de una estadística del Departamento de Cundinamarca tenemos que conformamos con la información periodistica, que con frecuencia n',ls anuncia nuevas estafas a los bancos de Bogotá por medio de cheques falsificados, o algún robo efectuado t:n casas particulares, siendo muy escasos los delitos sangrientos. Es de notarse que los delitos cometidos en Antioquia han sido por jornalerc,s, mineros, carniceros, barberos, y negociantes, es decir, por personas que carccen cor.lpletamente de ilustración, y la educación moral en esta clase de individuos es casi siempre insuficiente y a vt:ces nociva. No trato de disminuir la importancia que tiencn los datos antropológicus en la ejecuciÓn LÍe los delitos, sino señalar que ellos por sí solos no son prueba suficiente para el determinismo criminal, salvo muy raros casos especiales, y ni aún en éstos puede ascgurdfse que dejen de aportar su contingente los factores sociales. _ Un Ministro de justicia del rcino belga, decia en una conferencia que le oí en Amberes: "En mi larga carrera judicial he podido observar que casi todos los crímenes son cometidos por gelite inculta, así que cuando la socie- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -10dad, representada por sus Tribunales, condena a un individuo que carece de ilustración, debiera golpearse el pecho arrepentida. " Este concepto del ~\inistro belga puede comprobarse con cualquier estadística de criminalidad. Entre los sesenta y dos delicucntes que figuran en la estadistica de Antioquia citada anteriormente, sólo h"\y un estlldiante de diez y seis años, en estado de embriaguez, acusado de resislendn •.por esta c1asíficaciéln deduzco que debe considerarse como una falta y no como un delito. Además, el estado de embriaguez en un joven de diez y seis años indica que esta falta corresponde más bien al domitdo de la familia, que a la jurisdicción de los Tribunales. Si se pudiera df'mostrar que la función cerebral no es suceptible de ninguna reforma por medio de la {'ducación, se comprobaría entonces no sólo la razón de la criminalidad, prescindiendo de los factores sociales, sino que realmente existirían motivos para sospechar y creer en la degeneración orgánica de las razas. Prro como esta hipótesis es insostenibk dado el estado actual de nuestros conocimientos, tenemos que convenir en considerar no sólo los datos positivos que nos suministra la biología y la antropología, sino también los que nos facilita la sociol(¡~ia para poder conocer la naturaleza y los orígenes de la criminalidad, teniendo el cuidado de no sustituír un simplisismo antropo:ógico con \ln simplísIsmo sociológico, sino integrar las dos series, para llegar a una sintesis que nos dé a conocer la importancía que tienen tanto una excepcional personalidad como el ambiente social. Considerando el alcoholismo como uno de los factares más importantes de la criminalidad, podría creerse con algún fundam~nto que é~ta podría ser la causa esencial de los crímenes en Antioquia; sin embargo, podría oponerse que en la Costa se consume tanto o más alcohol y que no produce los mismos efectos. Aquí!ie observa la importancia del clima. En la Costa, por efecto de su excesiva temperatura, el alcohol se elimina rápidamentp. por la piel, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -tlen cambio en un clima templado el alcohol permanece más tiempo en el organismo y se elimina por la orina desrués de haber hecho sus estragos en la masa cerebral hasta llegar a emulsionarla en los casos de alcoholismo crónico. De aquí se deduce que dos cantidades Iguales de alcohol proo11cen efectos diferentes. según los climas. En tal sentido. h~bría que añadir tll elemento alcoholismo en los orígenes de la criminalidad otro elemento climatológico que modifica los efectos de aquél. En la altiplanicie donde el clima es más frío, es a veces hasta necesario el alcohol en pequeñas cantidades, como estimulante. Después tendremos ocasión de volver sobre el alcoholismo al tratar de la herencia morbosa, pasando ahora a considerar La educación Es un principio hiológico que a cada órgano corresponde una función determinada, y es una ley fisiológica que el ejercicio fortifica el ór~ano. En el estado actual de 1<1 ciencia no es posible asignar un centrn especial a cad;¡ llna de nuestras facultades mentales. Sin embargo se sabe con certeza· que los lóbulos anteriores del cerebro están más particularmente afectos a los fenómenos intelectuales, sabiendo también que el trabajo intelectual favorece el desarrollo de los lóbulos frontales. lo que concuerda con la ley fisiológica citada anteriormente. En las razas avanzadas en civilización los lóbulos frontales ti~nen un marcado predominio; se da a estas razas el nombre de "razas frontales." En las razas todavia en estado salvaje son los lóbulos occipit;¡l('s los predominélntes, por lo cual se les da el nombre de "razas occipHales." Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -- 12 - Gratiolet rtescubrió que en las ri1zas frontales o civilizadas las suturas del craneo se osifican, se sueldan de atrás a adelante, es decir, del occipital al frontal; de ello resulta que los lóbulos frontales pueden crecer aún, mientras los otro<; lóbulos no pueden. Por el contrario, Grattiolet había observado que lo inverso ocurre en las razas bárbaras u occipitales; la osificación de las sllturas se verifica de adelante a atrás, es decir, de la frente al occipucio. Broca. a quien tanto debe la ciencia del cerebro, midió los craneos del cementerio de los Inocentes de París, desde el siglo XIII al siglo XVIII, v comorobó que había un aumento de cuatro milímetros cuadraclos por siglo. De donde se deduce que el aumento de la capacidad craneana está en reJacirín directa con la civilización. Estos hechos ponen de manifiesto la importancia que tiene la educación intelectual y moral en el desarrollo de la vida individual y social del hombre. Un individuo que carece de educ;¡círín es un sér insociable, cuyos (letos están regidos exclusivamente por los impulsos de su primitiva oMb;¡rie. LetolHnp.:l 11 , en su hermosll libro Las Pasiones Humanas, demostró que el hombre al nacer no trae ide;¡s nrpcon:::ebidas, sino los órganos que, eoucados, han de prorlucir las ideas. El niño pueie tener hereditariamente ciertas inclinacinnes o ciertas aptitudes, de cuya educación deoende corregir unas y desarrollar las otras. Si a un niño nacido en París se le trasl<lda a una tribu s:¡lvaje, y a uno de la tribu se le tr;Jslada a París y se le ecluc;¡, se tendrá que el n¡fio parisiense llegará a hombre teniendo las costumbres y las idi"as bárb<lras de la tribu y el de la tribu será un culto parisiense. Hace dos afios se descubrió en Nueva York el siguiente caso: una señora había perdido su primer hijo a consecuencia (según opinión facultativa) de un desarrollo prematuro del cerebro. Entonces la señora, al tener el segundo hijo, se propuso que no tuviera contacto con nadie, y llevó esta medida a tal extremo que tuvo al pobre niño ence- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 13rrado en una habitación durante quince años. Cuando la policía americana descubrió el h~cho, el niño, ya casi hombre, no conocía más que dos palabras «mamá y gato.· Eran lus dos únicos seres que habia visto durante su vida. En el sur de Venezuela en una población llamada «Espino,» del Estado Guárico, conocl U,I hombre como de veinticuatro aftos, huéi fano, que' se habia criado en una montaña casi desierta junto al río Ma.¡apire aflu~nte del Orinoco, que no sabia más idioma quc el de los animales, lo mismo imitaba los sonidos del ganado, que imitaba a los tigres o a los pájaros. Después de \In afto que lo volví a ver ya sabia hablar. En el exam(~n craneológico que hice de él, noté que la ¡rente tenia unos dos y medio centímetros de altura y la cabeza era tan pequefta, que parecía la de un nil'io de 8 a 10 anos. Innumerables serían las pruebas que podrian aportarse en este sentido para evidenciar la indiscutible importancia qu.;' ejerce 1:1educación en el desarrollo intelectual y moral de la personalidad humana. Influencia del ambiente social. Siendo la vida sociall1n conjunto de relaciones reciprocas, ideas y sentimientos formados por instituciones, hábitos y costumbres, trar1iciones sociales, lenguaje, artes, ete., se comprende el valor positivo que tiene la colectividad ~ocial en el de~arrnllo de las funciones psiquicas, as! como también las d¡v;:r..;as agrupaciones sociales: partidos políticos, comunidaJes religiosas, asociaciones económicas, profesiones, etc. Hamon estudió profundamente la psicología del militar profesional, en cuyo e~píritu, por múltip!es influencias, caen y maduran los gérmenes de t~ndencias criminales. Sin tener en cuen¡a ésta y otras deformaciones profesionales (la indiferencia afectiva de \!ls practicantes, la turbaciÓn del sentido jurídico de 103 abogados, la inquina del público ar.usador, cte.), q\¡e pur la progresiva mecanización del ejercicio intelectivo de lel profesión y por la consi2 Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 14- guiente apatía moral, alteran los criterios racionales y las funciones emotivas, encor.tranJa en esa concepción general de derechos y deberes sociales di.: la clase militar ideas que repugnan, como extravíos delktt/osos, al pensamiento y a la conciencia moderna, Inútil sería aporta r lú:i episodios y pruebas del hecho, recogidos y avalorados por Hamon, evocar recuerdos dolorosos qlle demuestran las corrientes morbosas y nocivas que encabezan la supremacía de esta psiquis bárbara, y que de su incongruencia con el nuevo espírítu popular y de su posición en la vida social saca, como es natural, estímulos que se encierran cada vez más en un rigorismo nefasto, La guerra, que es su forma típica y concluyente, suscita ya las pr~testas morales de la conciencia humana; esa es, dice Venturi, la delincuencia de los gobernantes y la locura de los pueblo" (Renda) Morel, en su tratado sobre las enfermedades mentales citado al principio, refiere el infanticidio y la antropología de algunos pueblos «a ideas supersticiosas 0 ;'l error de apreciación moral.~ Ardigó dice que el trabajo lógico que se e!1c!!entra hecho en la mente del individuo es sólo en peqlJeñ~ parte un producto individual: pertt'nece a la socíedad, al tiempo. a la clase, a la escuela, a la f~milia a que se está adscrito. Si esto es evidente, ¿cómo queremos exigir moraJ:dad y razonamiento a las clases bajas de nuestra soci~dad que llevan en SlI herencia las hueJlas de la vida pasada, representada por siglos de violencia y de opresión, siglo$ de abandono social. en pueblos perdirloc; en medio de valles o de montañas casi ínaccesibles a donde no llega el eco de la vida moderna, y no tienen otra fue:1te de información que los sermones del sacerdott> o las terrorificas predicaciones del mísionero? Creando así sobre las tendencias étnícas una psicología violenta, individualista, que produce las más funestas consecuencias sociales. Si pudiéramos estudiar uno por uno todos los delincuentes, tendríamos que reconocer el significado criminal de su dinamismo psíquico que colocara siniestramente la vida social al contacto de nuevos sentimíentos V concep- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 15tQS, hallando también la explicación causal de su conducta no tanto en el dato antropolÓgico, cuanto en el patrimonio ideativo y emotivo htred;:do o absorbido del ambiente. En efecto, la tnseflanza sistemática de la psicología metafbica ql1t busca el yo personal en las alturas en vez de buscarlo en nosotros mismos; las ideas de premio y de castigo; las creencias en una vida futura; la constante amenaTa del ¡nherno; las idolatrías de corazones ensangretados; la terrible representación de la muerle que, escondida nos acecha, forma un todo, una alma colectiva, que al encontrarse con ideas sociales diferentes, se produce una reacción psíquica de valor negativo donde se incuban los gérmenes de tendencias criminales. ¿Quién no recuerda el valor criminal y loco que para la Roma decadente tenían los albores de la predicación evangélica? ¿Quién no recuerda también esa cadena de crímenes horribles que cubre toda la Edad Media, las persecuciones de árabes y judit1s en los siglos XV y XVI, Y las guerras carlistas que ensangrdaron la tierra hispana durante sesenta años en el pasado siglo? Estos hechos históricos y otros similares que a la simple vista parecen ser un retroceso a la barbarie, no son otra cosa sino estados morhosos colectivos donde se engendran las ideas más siniestras. Recientemente en Medellín y con motivo del incidente habido entre los estudiantl's y el Rector de la Universidad, se produjo un caso de psicopatnlogía social muy interesante. El primer día de la manifestación estudiantil aparecieron en la capital de Antioquia unos carteles titulados -En pie católicos,> no conozco su contenido, pero el sólo epígrafe permite hacer su análisis. Este -En pie católicos. es la voz de atilrma, es el «alerta al centinela,» es, en fin. una proclama en sentido bdicoso. con tendencia criminal. Aquí se produce una reacción psíquica que infringe la moral especifica de la religión. No hay nada más antitético a la doctrina evangélica que este alarde de fuerza, de soberbia, de \'ioJencia. Este fenómeno se produce en la siguiente forma: la Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 16- educación fija una idea en nuestro cerebro (religiosa, política, social, etc.) la cual evoluciona progresiva y lentamente, alimentada por diversas causas externas, elltre las que figuran en primera línea. la repetición constante y tenaz, la imitación, el concepto ~ocial, cte., hasta que llega por este trabajo de mecanización a desarrollarse de tal modo que ocupa todo el sér cerebral; es el momento en que se convierte en idea fija, patológica. Las demás facultades cerebrales, razón, conciencia, etc., quedan anuladas, o, mejor dicho, atrofiadas: ¡Comienza la clemencia! y queda marcado perfectamente el instante supre mo en que el individuo o una cofectividad caen irremisiblemente bajo el dominio de la psiquiatría general y social. Herencia mOrb05Q Al llegar a tratar de la infiuencia que tiene la herencia morbosa en la criminalidad, me encontraba un tanto perplejo por la importancia que para mí tiene la educación sobre las funciol1f's psíquicas, y por el carácter sociológico de esta conferencia, donde me propongo hacer resaltar la necesidad de una intensa educación social y moral inspeccionada o dirigida por psiquiatras y psic61ogos especialistas, que puedan. con cnnocimiento de causa, extinguir las deformaciones humanas, para que llegue un día en que el planeta se haga digno de vivir en él. Con esta idea directriz, se comprende cuántas dudas y temores invadirían mi espíritu al verme obligado a abordar esta cuestión trascende:Jtal Que ha suscitado las más diversas opiniones; pero afortunadamente vino en mi auxilio el testimonio del sabio doctor Roger, decélno de la Facultad de Medicina de París, que confirma en un todo mis ideas en una obra recientemente publicarla. Estudia, primero, la ley biológica de la herencia, se· gún la cual los seres vivos tienden a repetirse en SlIS descendientes y a transmitirles las propiedadt~s que han recibido o que han adquirido: explicando la diferencia que existe entre la herencia y la inneidad, cuya última expre- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 17 - slón se aplica a los efectos producidos por las causas accidentales que han obrado directa o indirectamente en el momento de la concepción o durante la gestación, Sin duda estas causas obran por intermedio de 10'3 procreadores y en particular de la madre; pero sus efectos se limitan al sér en formación; no dejándose sentir sohre los productos ulteriores. La inneidad es la conclusión de la patología del feto; la herencia es un capítulo de la pate logia de la especie. Después estudia las dos grand·..'<;leyes que r!gen la herencia: la ley de la clnservación d,,¡ tipo ancestr tI, y la ley de la evolución. La primera se explica por la p' 'rsistencia del plasma germinativo, y la segunda por las III ldificaciones de las células somáticas. Estas dos leyes se basan en los estudios de W ~issmann. que establece una diferencia radical entre las :tlulas de la reproducción y las otras células del cuerpo. l as primeras son eternas; no sucumben y aseguran la pere lOidad de la especie. Esta aserción, que puede parecer ext 'avagante a primera vista, tiene su apoyo en los seres uni :elulares. Las amibas se producen por escisiparidad y no se puede decir que un sér haya dado origen a otro. No h iy madre ni hija, hay dos hermanas: las amibas son seres colaterales; la amiba del siglo XX es la misma que 1 xistía en el origen del mundo. Si a veces algunas amibas sucumben, por ejemplo, cuando el líquido en que viven se deseca, es un hecho puramente accidental. N, da en la evolución de este protozoario indicaba que debll morir; para él la muerte natural no existe El mismo razonamiento puede aplicarse a la ¡ células generadoras de los seres superiores. La única dife 'encía es consiste en qlle ellas dan origen a dos órdenes de células: unas que aseguran el mantenimiento de la especi~, y son, por consiguiente, inmortales; las otras, que consti¡ uyen en cuerpo el soma y están destinadas a perecer. Esta teoría del plasma gcrminativo explica I 'erfectamente la conservación del tipo especifico. Pero We ssmann lleva su concepción hasta los últimos limites y ef tablece, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ~ 18 - en cierto modo una barrera infranqueable entre las células somáticas y las cél1/las generadoras; no admiíe que las primeras pueden dejarse sentir sobre las segundas, y llega así a negar compJetamen¡e la transmisibilidad de los caracteres adquiridos, por lo cual la concepción se hace in· sostelli blc. Entonces el doctor Roger establece una distinción fundamental. Los caracteres adquiridos pueden ser de dos órdenes: unos son debidos a iJn accidente, no se transmiten; otros dependen de una modificación funcional, son hereditarios. Asi se llega a una conclusión definitiva: la herencia es /11 transmisión no de las modificaciones anatómicas sino de las modificaciones funcionales. Brown Sequard hizo un notable experimento que con· firma completamente la conclusión del doctor I~oger. Cortó el ciática de una cobaya y el animal se hizo epiléptico. Se le apareó, y dio origen, a pequeñosql1e fueron epilépticos. ¿Qué es lo que se transmitió en este caso? ¿La mutilación? De ningún modo, el ciática en el peqlleño era enteramente normal; el trastorno funcional fue lo único que se fijó por herencia. Como el trabajo de un órgano regula su desarrollo, se concibe que las modificaciones funcionales que se transmiten puedan tener por consecuencia modificaciones anatómicas. Se concibe, por ejemplo, que un hombre pueda hallarse por herencia dotado de una inteligencia superior; vendrá al munJo con aptitudes particulares que habrán podido provocar un desarrollo más notable de sus células cerebrales. Dicho de otro modo, la inteligencia es notable, no porque el cf'rebro esté muy desarrollado, sino porque el individuo ha heredado un funcionamiento lerebral su· perior, porque los centros que sirven de substracto a la función se han desarrollado extraordinariamente. Las ideas que se acaban de exponer sÓlo son aplicación de la gran ley de que la función precede al órgano, que ella la explica, la dirige y regula su desarrollo; únicamente los camhios en la función son bastante potentes para modificar el papel conservador de la herencia. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 19 Estas consideraciolleg ponen de manifiesto que una educación hábilmente dirigida pueril' reformar los defectos (en la mayoría de los casos) funcionales del cerebro. y sin detenernos en considerar l.1s leyes establecidas por Darwin y Mendel. pa'iaremos ahor:l a exponer 10-< fenómenos de la herencia nervio~a, por ser éstos los que se encuentran más unidos con la sociología criminal. El alcoholismo crónico, el saturnismo, el hidrargiri"mo, el morfini<;:mo, y entre las infecciones, la sífIlis y la tuberculosis, ejercen una influencia nefasta sohre los hijos. Una intoxicación agllda puede a veces engendrar los nlÍsmos trastornos: la emhriaguez en el momento de la concepción es, a menudo, causa de degeneraciÓn; ocupa una parte importante en la etiolog-ía de la epilep~j1. Las imprpsiones morales ejercen a men'Jdo lIna influencia notélble Sflbre el sistema nervioso de los niños Cuando la concerción o la gest;¡ción tiene lugar du~allte un duelo, durante disgustos, torment0S, durante las grandes emociones que determinan las calamidades ptíblkas, los hijos nacen casi fatalmrnte condenados a I:,¡ degeneración nerviosa. También el desequilihrio nervioso puede resultar de la edad de los padres, cuando los gener:tdore!'; son demasiado jóvenes o demasiado viejos. Su influencia es igualmente nd~sta. Si son dema~i;J.do jóvenes los primeros hijos son degenerados; los que vienen más tarde, concebídos en plena maturidad, son normales. Luego, con la edad, los padres se debilitan y dan hijos muy inferiores a sus hermanos mayores. Se concibe que los diferentes hijos de un;¡ misma familia no se parezcan forzosamente. Se parecen tanto menos cuanto que la mayoría de l<J.scaU5as deprimentes, las penas, los disgustos, igualmente que las enfermedades agudas sólo tienen una influencia pa$ajera; impresionan un hijo con la exclusión de los otros. Si es fácil teóricamente comprender la influencia de estas diversas causas se concibe cuán difícil es en la práctica el determinismo y cuán frecuentemente escapa la ley fatal que rige la berencia. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 20- Sucede tambitn que las manifestil<:iones nerviosas van agravándose en fa descendencia y d~spués de algunas generaciones son de tal modo que acarrean la esterilidad. Es lo que se ha denominado muy justamente la herencia mor- hosa progresiva. Las manifestaciones morbosas que se heredan no siempre son idénticas a las de los pilores. Tres casos se presentan: unas veces hay similitud perfecta, es lo que ocurre frecuentemente en el .histerismo; otras veces, las manifestaciones son solamente homólogas, sor) trastornos diferentes en SIJ expresión, pero que tienen por carácter común atacar el sistema nervioso; otras veces, los síntomas parecen enteramente semejantes y su filiilción no se comprende sino teniendo ~n cuenta la diátesis. En la f:1miJia artrítica no es raro que padres gotosos o diabéticos tengan hijos neurópatas. Para que las manifestaríones nerviosas, él las que predispone la herencia, se desarrollen, es necesaria siempre la intervención de una causa ocasional Lo que es una noción fundamental para la profilaxis. Los trastornos estallan con motivo de un traumatismo, de una infección, de un exceso, de un choque moral: la primera embriaguez es el punto de partida de la diosomanía; llna infección vulgar es la quP al provocar las convulsiones o el delirio, revela la neuropatia congénita. Los hijos de alcohólicos están mal desarrollados y presentan numerosos estigmas de degeneración. Su talla es por debajo de la media: las estadísticas publicadas por las zonas de reclutamiento de Francia establecen un paralelismo casi perfecto entre la disminución de la talla en los rpclutas y la cantidad de alcoh01 consumida. El trastorno evolutivo puede llegar tan lejos, que jÓYt::nes de edad de diez y ocho a veinte años, no están más desarrollados que jóvene5 de catorce a quince anos. Además de este infantilismo, se pueden encontrar deformidades más notables; son la asimetría craneal, la asimetría cerebrill, la hidrocefalia, la poroencefalía, etc. Si después del estudio anatómico se examina el estado Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 21 - de las funcion es, se notan numerosos trastornos nerviosos; placas de anestesia y de hiperestesia, exageración de los reflejos, sueños turbados por pesadillas, terrores y, a me~ nudo, incontinencia de orina. El carácter es tri~·te, moroso, la sensibilidad exagerada. La inteligencia es a menudo precoz y se podría creer a primera vista que el niño tendrá ~)rillantes cualidades int(:lectuales. Pero pronto se produce una detención o, cuando menos, se observa una falta de equilibrio, un defecto de atención y de voluntad, una extravagancia de ideas y de carácter. A veces rersisten algunas aptitudes, sobre todo, ;¡ptitud~s artísticas. Aun en este caso, la astenia del sistema nervioso se traduce por una ausencia del sentido moral, por impulsos malos e irresistibles. Entre las impulslo~ nes debemos citar especialmente la dipsomanía. Se dice rt menudo que los excesos en la bebida arrastran al alcoholismo; generalmente es la inversa la que se produce; una primera emhriaguez pone en movimiento un sistema nervioso predispuesto. Pero dice el doctor Roger: la herencia no ('s fatal; cuando se puede sustraer el hijo de un alcohólico a las causas ocasionales. se retarda, a veces se impide el desarrollo de la dipsomanía. Entre la locura y el crimen existe un parentesco tan manifiesto que la cuestión de responsabilidad surge a cada instante. Muchos delincuentes, que no se habría titubeado en castigar en otro tiempo, son enviados actualmente a los asilos. La locura sólo se hereda, segun las estadísticas más recientes, en la prf>pOrCiÓll del 22,6 por ciento, y la heren· cia tampoco es fatal. La educación es capaz de paliar sus efectos y, como siempre, las manifestaciones no aparecen sino en condiciones que se pueden evitar a menudo. ¡Cuántos han seguido siendo virtuosos por falta de una causa ocasional! Considérese la influencia que ejercen desde este punto de vista las grandes perturbaciones sociales, las guerras y las revoluciones, donde un exceso de odios, violencias, asesinatos, ete., forma un estado especial, un 3 Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 22retorno ancestral tal vez; cuando ha disminuido el temor de lor, castigos cesa nuestLI hipocresia social. El contagio propaga el mal, pero afecta solamente a aquellos que tenían una predisposición hasta enton-:es latente. Si, por otra parte. la criminalidad, Cllmo la lo-:u:a, aumenta con la civilización, es porque la complicación c~eciente de la vida engendra exccso de trabajo y necesita un estímulo nuevo que parece fávorecer el uso de las bebidas alcohólicas. Por c(}J1siguiente, la herenciél se traduce por la incapacidad de esfuerzos sostenidos que es la gran causa de la criminalidad. Los trastornos del desarrnl\o intelectual ofrecen todos los tipos imaginables. En lo más bajo de la escala está el idiotismo. Sin embargo, puede pl~rsistir una facultad: algunos idiotas han sido excelentes músicos; otros lakulan con una facilidad asombrosa. En un grado más elevado se encuentra la imbecibilidad, luégo la dehilidad m~nlal. Muchos degenerados C;len en la lo:ura o en el crimen, otros tienden invenciblemente al suicidio. Es a mcnudo el único estigma o, por lo menos el más a;Jarente, esta obsesión que les ímpulsa a atentar contra sus dias ;¡ veces por medios infantiles; pero se trata de reci¡idlstasque,dL'spués de repetidas tentativas, cada vez más graves, acaban generalmente por destruirse. La tendencia al suicidio puede transmitirse por hert'lJda y, cosa curiosa, en !;)dos los miembros de [a misma familia el procedimiento es el mismo. Las consideraciones que hl'mos hecho sobre la herencia nerviosa conducen inmediatamente a aplicaciones prácticas. Por la profilaxis se puede impedir el desí:lrrollo de las manifestaciones a las cuale-.; está predispuesto el niño. Recordemos que es necesario, para ql1e aparezcan los accidentes, una causa ocasional. Se alejará. si es posible, el niño de su familia; es un deber imperioso cuando se trata de padres alcohólicos. Hemos demcstrado la influencia de la primera embriaguez, que es el punto de partida de la dipsomanía. En estos casos presta servicios la sociedad de templanza. Debemos recordar que los medíos coerciti- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 23vos, las penas, la intimidación, la reprensión, nunca logran nada: el verdadero tratamiento es el traslado al campo, la vida con familias tranquilas y honestas. El patronaje moral salvará gri;n número de predispuestos y hasta algunos delincuentes. Así lograremos combatir los efectos de la herencia, que nunca lo repetiremos bastante, no pesan sobre la raza con una fatalidad ineludible. Es posible libnlTse de la herencia: hasta es posible diferenci;use complCiamente de sus ascendientes o colaterales. Al principio se ha dicho que no se debe confundir la herencia con la illJ1eldarl. Con este último término se comprenden los casos en que el individuo viene al mundo con ciertas aptitudes morbosas cuyo punto de partida debe ser huscado en las C<.lusasaccidentales que han obrado directa o indirectamente durante la concepción o la gestación. La inneidad resulta de causas externas que han impresionado al feto a través de las membranas que lo envuelven; más a menudo es debida a agentes tóxicos o infecciosos transmitidos a través de la placenta; a veces depende simplemente de trastornos somáticos o psíquicos de los padres. Un individuo bien constituido que engendra un hijo durante la convalecencia de una enfermedad intercurrente, una mujer que sufra en el curso del embarazo influencias moralt's tristes o deprimentes, dan origen a un sér dotado de una inneidad panicular que tendrá trastornos nutritivos o estigmas de degeneracIÓn, que estará predispuesto a las neuropatías y contraerá fácilmente las infecciones. Corno la influencia morbosa ha obrado sobre células jóvenef, en cierto modo maleables, dejará una huella indeleble. El tr;lstorno será permanente en el niflo mientras que habd sido pasajero en los padres. Las causas de que depende la inneidad son con frecuencia tan iigeras que pasan inadvertidas. Si las grandes leyes de la hefencia parece que fallan a veces es que no logramos siempre comprender las condiciones que modifican su influencia. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 24En materia de afecciones orgánicas, como en materia de afecciones nerviosas, la predisposición es lo que se transmite; se concibe, pues, la importancia de la profilaxis y de la educación. Miseria Entre los dive:-sos factores sociales que influyen en el desarrollo de la criminalidad no hay ninguno que sea tan importante, ni que se preste a tálitas investigaciones como el factor «mIseria.» y por lo mismo Que es tan interesante es también el que se mira con má~ indiferencia, probablemente por el temor a la ojeriza que produciría en las clases elevadas y en los gobiernos tratar una cuestión que envuelve una reforma del derecho de propiedaj y que ataca en su raíz los sistemas económicos establecidos en la ac tualidad. Es un error fundamental decir que en América no hay problemas sociales; esto equivaldría a decir que en América no hay enfermedades. Lo mismo en Europa que en América, que en Asia, los problemas sociales son iguales, lo que sucede es que tienen diferentes formas, cambian como las enfermedades, en el tiempo y en el espacio. Las sociedades americanas que fueron formadas por sociedades europeas han tomado de éstas sus constituciones, sus sistemas políticos y económicos, sus leyes, sus costumbres, y a iguales causas iguales efectos. Pero no siendo nuestro objeto investigar las causas de economía política y social que producen la miseria, sino estudiar solamente los efectos, deja~emos a un lado toda consideración económica relacionada con la política para plantear la cuestión en la siguiente forma: Primero. Todo hombre que carece de medios de subsistencia es un peligro para la sociedad. Segundo. Toda mujer que carece de medios de subsistencia se lanza en el torbellino de la prostitución. En efecto, el hombre, con familia o sin ella, viejo o joven, que en un ínstante de su vida se encuentra sin trabajo y sin recursos para satisfacer sus necesidades natu- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 25rales. sólo piensa en la manera de conseguir lo que le hace falta; desde ese momento toda su fuerza cerebral se dirige hacia una sola idea: su situación. Si se trata de un hombre normal apartará de su imaginación toda idea de lobo. Primero pedirá, suplicará, buscará los trabajos más impropios, después sufrirá los mayores vejámenes, las mayores humillaciones, hasta que poco a poco vaya perdíendo el control de su voluntad por debilidad de sus centros nerviosos, como consecuencia inevitable de una alimentación insufici\:nte y ocasional. Después, ante el acicate de la miseria, iran perdiendo terreno S:JS antiguas ideas morales: dignidad, honor, honradez, para dejar el campo libre a otras nuevas, originadas por el instinto de conservación que, C01l10 un constante m:utilleo, le gritarán: defiéndete o muere. Ante este nuevo dilema no es posible dudar: si el individuo ha perdido su valor, se suicida: crimen social; y si conserva parte de su energía defiende su vida: roba. Entonces la sociedad lo considera como criminal y lo castiga. iExtl afta forma de interpretar la respl>nsabilidad! Solo Magnot, Juez de uno de los distritos de Paris, llevó la piedad a las sentencias, y en medio del asombro general, decía: i No hay responsabilidad! La sllciedad que no garantiza en sus leyes o en el pacto social que sirve de base a su constitución, el derecho natural que todo sér tiene a la vida, no puede reclamar el castigo de infelices abandonados en medio del arroyo. Aquí se verifica un fenómeno bien extraño, la misma sociedad que pide el castigo de aquel infeliz, la vemos luégo rendirle homenaje a los bandid05 de levita que roban en grande escala, recompensándolos a veces con cargos públicos de alta significación .• Pero volviendo otra vez sobre la huella de uno de estos delincuentes que vuelven a la sociedad después de haber sufrido la primera condena, se nota que el castigo ha tenido un efecto contraproducente; en la mayoría de los casos estos indIviduos no tardan en cometer otro delito de mayor gravedad, por lo general con derramamiento de Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 26sangre. Este fenómeno podría explicarse por la reacción psiquica que debe verificarse en el delincueute condenado por primera vez, viéndose expulsado del cuerpo social y siendo objeto del desprecio público y, por otra parte, la tendencia natural a la defensa, y las influencias del medio ambiente carcelario (cuyo sistema de organización es tan defiCiente) forman un nuevo tipo, que en nada se parece al primero. Este es ya el verdadero tipo criminal, conciente, resuelto, cinico, mata o roba con igual serenidad, describe la~ escenas más horribles, cómo realizó el delito, cómo lo concibi6, cómo hundió el puñal en el pecho de su víctima, ¡por nada se conmueve! Pero quién-se me ocurre pensarquién se conmovió cuándo él pedia trabajo y pan para sostener su vida? Como se comprenderá no es mi intención justificar el cri~en, sino buscar sus causas para poderlo evitar; así como la tendencia actual de la medicina es evitar las enfermedades, así también, c..onsiderado el crimen como una enfermedad social, debe procurarse el evitarlo. Los experimentos han demostrado que la pena como medio curativo del delito es un completo fracaso. y las más de las veces, por reacciones naturales, es a su vez causa de nuevos crímenes. Por otra parte la noción de pena que nos viene, transmitida de gE'neración en generación, desde las primeras sociedades bárbaras, examinada imparcialmente, a la luz de la razón, es un anacronismo en nuestros días, y su existencia sólo puede explicarse, por la suprema ignorancia que todavía cubre nuestras sociedades. Si el origen de la criminalidad se buscara en esta nueva fuente de información que se llama Miseria disminuiría mucho el valor que ha tenido y tiene en la conciencia de muchos antropólogos y juristas la herencia morbosa, colocando la miseria entre las causas principales que producen la degeneración de las razas. Pues es un hecho estadística mente demostrado y verdaderamente horroroso que la duración de la vida en las clases inferiores e Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -ZTínfimas de la sociedad, por regla general no alcanza más que la mitad o las dos tcrcerJs partes d<:la duración de la vida en las clases superiorl:s; de manera ljue en el estado actual de la sociedad, los pobres están si~temáticamente privados de casi la mitad de su vida normal. Las causas dI' esta funesta situación consisten en la imperf~cción sin límites de las éondiciones de h higiene pública y privada, en la negligencia de la educaciÓn corporal en la juventud y en el menosprecio del bienestar corporal de las clases obreras durante su vida posterior. Es un hecho de l'xpcriencia universal que un ser debilitado por exceso de trabajo, mal alimentado, y sin ninguna higiene, tiene que procrear indefectiblemente seres raquíticos y enfermos. De igual modo si se buscanl en las escasez de medios de subsistencia la razan de los suicidio~, también disminuiría el valor de la herencia morbosa, toda vez que los casos citados por los :1!ienistas son aquellos que han podido observar en sus clínicas o manicomios. cuyo número es muy reducido para establecer una regla general. El gran número de suicidios que se realizan en las ciudades populosas pasa completamente desapercibido por ser individuos que salen del anónimo a la marga, sin conocerse sus antecedentes hereditaríos y muchas veces hasta es dificil su i'!entificacíón. Estos st:rían, en mi c(¡ncepto, los que podrían formar la regla genl:ral. Dada la índole de este trabajo, creo dejar, aunque suscíntamente, demostrada la primera proposición. ; La segunda es: toda mujer que carece de medios de subsístencia se lanza en el torbellino de la prostitución. Lombroso dice que la prostitución en la mujer es el equivalente del crimen en el hombre. Que la mujer prostituta es una degenerada, es criminal. MI opinión es diametralmente opuesta y voy a demostrarlo. SI la prostitución se produjera espontáneamente y no mediara interés ninguno al practicada, se podría entonces sospechar una predisposición hereditaria a adquirirla, de- Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 28duciendo de aquí Que se trataba de una enfermed;¡d constitucional pero nunca Que fuera crimen, a menos que se considerara como un suicidio moral. Pero mientras la mujer venda sus encantos a cambio de dinero, es decir. mientras ejerza un comercio licito, admitido y reglamentado como eslá por nuestros estados civilizados. no puede considerarse sino como una función social, como el barbero, el carpintero, etc. En cambio, si se estudia la cuestión más (1e cerca, y se observa que casi todas las mujeres públicas salen de nuestras clases inferiores, que no están educadas para ningún fr;¡bajo honrado que les proporcione una manera de vivir decente, unil10 a otras causas accidentales, y que en el fondo de todas esas circunstancias hay siempre una fuerz;¡ ímf)elente originada por la constante necesidad del sostenimiento de la vida que las lleva hacia la prostituciórl, ~e comprende fácilmente que ésta pueda c1asificarse entre las enfermedades sfJciales, pero no entre los crímenes, los cuales no tienen de común con aquella nada más que la causa original. Este mismo argumento sirve para desechar en la mayor parte de los casos (por no decir en todos) la degeneración. Lo que sucede es que se confunden los efectos con las ca lisas. La prostitución se desarrolla como cualquiera enfermedad física: primero empieza de una manera insidiosa. después se presentan los diversos s!n1omas que caracterizan la enfermedad y, por último, su fase final, mejoría o muerte. La mujer tarda en decidirse, antes de dar el primer paso tiene que librar una batalla consigo misma, primero, le asaltan mil dudas y temores, después la idea del honor, del pecado, del concepto social, la familia, ete., luchan en oposición con la necesidad que la impele, hasta que al fin ésta vence la resistencia de las otras y acude a la primera cita, resuelta, si, pero llena de pudor, de miedo, de angustia, de zowbra. j Comienza la primera fase de la prostitución! Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 29Transcurren seis, ocho, diez meses, un afto, y nos encontramos con un tipo diferente; el hábito ha transformado a aquella mujer, ya no es ]a joven pudorosa de los primeros dias, sino la mujer disoluta, de lenguaje y ademanes vulgares, viciosa; fuma, bebe, alterna con todos los hombres, hasta con criminales. Esta es la segunda fase de la prostitución. Pasan ocho, diez, quince años, y si no ha muerto durante este tiempo, que es lo más posible, encontramos aquella mujer todavia joven, enflaquecida, acabada, sin brillo en los ojos y sin expresión en el :-cmblanie, presentando todos los estragos del vicio y del placer. Tercera fase de la prostitución. Este caso que acabamos de describir es el más ¡,{eneral para confirmar mi segunda proposición, y deducir que Id miseria es, en la mayoría de los casos, la causa origen de la prostitución. El motivo de que Lombroso haya considerado a la mujer prostituta como un tipo de degeneración, obedece a haberla estudiado en su segunda fase, es decir, cuando es ramera y:l, cuya vida de placer y de vicio la colocan aparentemente entre los degenerados, pero cuya degeneración se hubiera podido evitar con un poco de dinero y un poco de bondad. Se podría argumentar que todus los casos no son iguales y que habrá otros donde existe realmente la degeneración, es decir, una predisposición hereditaria hacia el placer, o lo que es lo mismo una neuropatia congénita; ésta no sería tampoco una razón de fuerza para justificar la tendencia a la prostitución, toda vez que 110 pueden suceder mas que dos casos: primero, que sea una enferma; segundo, que sea una mujer sin tacha hereditaria. En el primer caso todo médico sabe perfectamente la frecuencia con que trata en su clientela particular jóvenes neurópatas que con un especial género de vida y una medicación apropiada, las pone a salvo de toda contingencia. y en el segundo caso el concepto degeneración queda completamente desechado. 4 Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -30- Sanidad social Del exámen que acabamos de hacer se deduce que la criminalidad tiene su origen en tres factores principales: Ignorancia, miseria y ambiente social, como igualmente la prostitución; quedando el factor «Herencia murbosa,~ en una cierta relatividad en determinados casos especiales. Conocidas las causas que producen el delito, el problema quedaría reducido a evitarlo: Suprimida la causa, suprimido el efecto; pero se tropieza con la gran barrera de la política, que aunqlle considerada como una de las ramas de la sociologia, vive completamente ajena a los descubrimientos e investigaciones sodales. La politica debiera ser para la sociedad, lo que la terapéutica para la medicina, pero desgraciadamente no existe el más pequeño parecido. La política, considerada como ciencia social, no ha salido todavia de las aulas universitarias; en la prácticéi representa la más grande incoherencia entre el adelantado conocimiento que se tiene del hombre y el mundo, y la mezquina esfera en que aquélla se desenvuelve. Cuando miramos hacia esk capítulo de nuestra vida pública, el alma se entristece al contemplar esa aterradora cantidad de errores sociológicos y de propósitos polftlcos de taberna, que caracterizan el estado de ignorancia que reina en nuestras instituciones politicas. En cualquier ciencia, en fisica, química, anatomía, fisiología, etc., al hacer cualquier nuevo descubrimiento se procura en seguida lIevarlo a la práctica para que todo el mundo se beneficie de él. En cambio, en las ciencias sociales, sucede todo lo contrario; las investigaciones que se hacen no salen nunca de los gabinetes de trabajo. Esto se debe, por una parte, a que los sociólogos que debieran ser los directores técnicos de las naciones, se encuentran por regla general alejados de la política, quedando ésta en poder de hombres hábiles para escalar los primeros puestos, pero que no tienen ninguna preparación especial para ser Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 31estadistas; y, por otra parte, a causa del horror que se le tiene a toda innovación, creado ror la fosilización de las viejas ideas y tradiciones. El desequilibrio que se observa en el mundo entero, es originado, en parte, por el nuevo aspecto que han impreso a nuestra vida social, las aplicaciones prácticas de las ciencias fisicas: el perfeccionamiento de los m~dios de producción, la disminución de las distancias, la rapidez en los transportes, el desarrollo de la mecánica, la electricidad, la mayor necesidad de higiene, etc., que reclaman un aumento considerable de gastos para atender las exigencias actuales; mientras la politica, que debiera haber evolucionado en el mismo sentido para impulsar la riqueza pública a fin de regularizar y mejorar las condiciones económicas, se encuentra abstraída mirando hacia el pasado, y ajena por completo a lo que sucede en el mundo. Este desnivel que hay entre el progreso material de la sociedad, y el atraso de la política, ha dado por origen una época de incertidumbre y malestar, donde se desarrolla una lucha sin cuartel de todo contra todos, que parece representar uno de esos grandes naufragíoscuando se pronuncia la terrible frase j sálvese el que pueda! El actual momento histórico, que por múltiples razones debiera presentar con orgullo los adelantos de las ciencies sociales aplicados razo'lablemente, en oposición a las aplicaciones prácticas de las ciencias físicas, con lo cual se formaría un cuadro de civilización nunca sospechado, aparece en cambio ante la historia al finalizar el primer cuarto de nuestro siglo con tan borrosos caracteres de ci· vilizaclón que más bien parece un retroceso a la barbarie. Un egoísmo refinado; un deseo irresistible de enriquecerse pronto a costa de los demás; un desarrollo exagerado del instinto para disimular y engañar; un desbordamiento de las más bajas pasiones; un culto casi religioso al dinero o dios Mammón; una tendencia hacia el individualismo más pernicioso; pobreza sin Iimitesiunto a la ilimitada ri· queza; exceso de fuerza junto a extraordinaria impotencia; excesiva felicidad junto a miseria excesiva; esclavitud sin Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 32límites junto al desenfrenado capricho; extraordinaria superfluidad junto a la miseria más desgarradora; ciencia fabulosa junto a la ignorancia más increíble; el mas penoso trabajo junto al mas fácil gozo; belleza y esplendidez de toda clase junto a la degradación más profunda de la existencia y del sér, son los caracteres de nuestra sociedad actual, que, por la grandeza y antagonismo de sus contrastes, sobrepuja a las épocas peores de política opresora y de esclavitud. Este fenómeno singular en la historia del mundo se debe a dos causas; la primera es la mala dirección que tienen todas las naciones, toda vez que desde el siglo XV hasta fines del siglo XVIII, el mundo estuvo dirigido por teólogos que gobernaron por medio de sofismas y cambíaron todo sentido natllral de la filosofía y de la vida; y desde fines de! siglo XVIII hasta nuestros días se encuentra gobernado por juristas cuya ciencia ha servido exclusivamente para justificar los sofismas de los teólogos; y la segunda causa es la consecuencia inmediata del ~stado cr~ado por teólogos y juristas: un estado de locura social, como lo prueba la terrible guerra de Europa, que ha roto con todas las buenas costumbres adquiridas durante tantos siglos de trabajo. Tal es el estado de confusión que reina hoy en el mundo que no se sabe a ciencia cierta a dónde nos dirigimos, ni se puede predecir por inducción cuál será el estado de la humanidad a la vuelta de cuatro generaciones. Lo que sí se puede aSl;:gurar es que lo mismo teólogos que juristas son incapaces para resolver el estado presente de convulsiones sociales. No habiendo otra solución, a mi juicio, que entregar la dirección de las sociedades a la ciencia, única forma de poder evitar la revolución social universal. Por ejemplo, si tenemos delante de nosotros un enfermo grave, a ninguna persona de sano juicio se le ocurriría encargar de Sll asistencia a un brujo para que lo curara por medio de exorcismos; en cambio no dudaríamos en llamar a un médico científico en la seguridad de que en esta forma se podrla llegar a una curación. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - 33- y lo mismo que sucede con los ~nfermo~ individualmente considerados, sucede con las sociedades. dúnde se desarrollan también enferm~Jades colectivas que necesitan tratamientos especiales, Si una nación está afectada de lIna de ('SIJS grandes enfermedades que ponen en peligro la vldri soda/, individual y colectiva (y lJue por lo pronto p(yjri,¡¡nos ,ksign'lr con los nombres de i~norancla, miseria, ':, '.), se COIllprende la necesidad Ineludible en que s~ eSlá ,le enl.:argar para dirigir el tratamienro, a hombres cientíii:o.; que puedan vict~riosamente realizar Sd curach)n; pero si llevamos al poder una representaciÓn vUlgar del curaaderismv poJitico, el enfermo, es decir, la slJclcdad, se agr¡tvará por instantes y estará en peligro de desaparecer absorbida por otros pueblos y otras raza~. Los sotisinas, equlvaldrían a los exorcismos de los brujos, y el charlatanismo político imperaría en todos los órdenes de la administración. Este razonamiento nos Ilevi1 a comprender la necesidad de una reforma del Estado en el sentido de crear un cuerro técnico especial, c••;npue:';to d~ sociólogos, psícólógas, psiquiatras y economistas que, de una man~r ..l científica, pudieran dirigir la sociedad, En el est'jdo actual. podría formarse ulla junta ({ue con el carácter de Sanidad S'l:.:ial, figuraqdu «(lInO consultiva del gobierno establecido. a quien someier.J en una forma gradual y progr~siva los nuevos prIJYt'..:tus para el mejoramiento colectivo. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia