OFICIO 220-187935 DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 2014 ASUNTO: ACLARACION OFICIO RESPUESTA A CONSULTA JURÍDICARADICACION 2014- 01- 445151. Acuso recibo de su escrito radicado con el número 2014-01-474577, mediante el cual solicita aclaración del Oficio No. 220-164328 del 28 de octubre de 2014, específicamente el contenido en el literal i) relacionado con la imposibilidad de adquirir, a través de la figura del mandato sin representación, acreencias a los acreedores de la sociedad que ha sido admitida a un trámite de reestructuración en los términos de la Ley 550 de 1999, propósito para el cual aduce las razones que a continuación se resumen: “… En efecto señala el oficio que “la negociación no puede efectuarse mediante un contrato de mandato sin representación por las implicaciones jurídicas que ello comporta, sino a través de las figuras de la subrogación o de la cesión de derechos en forma directa, pues a partir de que se perfeccione la operación respectiva, la misma traspasa al nuevo acreedor todos los derechos acciones y privilegios accesorios en los términos del artículo 24 ibídem. El titular de la respectiva acreencia será también titular de los derechos de voto correspondientes a ella, circunstancia que no se podría predicar respecto del mandatario sin representación”. Por otro lado, como es de su conocimiento, una es la relación jurídica del mandate y el mandatario y otra la de este último con el tercero con quien negocia, según lo resalta el art 2177 del C.C: El mandatario puede, en el ejercicio de su cargo, contestar a su propio nombre o al del mandante; si contrata a su propio nombre no obliga respecto de terceros al mandante. Con base en las normas propias del mandato, como lo es la atrás señalada, ha dicho la H. Corte Suprema de Justicia1: (CSJ, Cas. Civil, Sept. Oct.11/91), entre otros aspectos que “El carácter del mandato no representativo estriba en que, anteriormente, entre mandante y mandatario existe por hipótesis un contrato de mandato civil o mercantil llamado a gobernarse por sus propias reglas, mientras que en el plano exterior no se da esa percepción jurídica del mandato pues la representación —se repite— no existe ya que el mandatario obra en su propio nombre, no en el de su mandante. Por lo tanto, forzoso es diferenciar la relación entre aquél y los terceros, de un lado, y del otro la relación entre el mandante y el mismo mandatario que fungió como gestor de sus intereses; no existe, pues, vínculo directo del mandante y los terceros como sí se presenta en el mandato común, lo que en materia de obligaciones lleva a sostener que, en tesis general, tratándose del mandato no representativo no hay un nacer, espontáneo e inmediato, de prestaciones a favor del tercero contra el mandante o viceversa..” Partiendo del postulado de la autonomía de la voluntad privada señala el artículo 1602 del C. C: Todo contrato legalmente celebrada es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales. Es pacifica la doctrina y la jurisprudencia al señalar el valor normativo de los contratos, los que se presumen válidos y solo pueden ser invalidados por voluntad de los contratantes o por causas legales, en este último caso previa una decisión judicial, según sentencia de la H. Corte de mayo/ 63, cuya parte pertinente allí transcribe Basados en las anteriores premisas no encontramos impedimento para que un mandatario sin representación se subrogue en los créditos por el adquiridos, produciéndose, en principio, los efectos jurídicos señalados en la Ley 550 de 1999 entre este y la concursada. Los que con posterioridad, siguiendo lo señalado por la H. Corte, se podrían trasmitir al mandate cuando la relación jurídica entre este y el mandatario se ponga de presente…” Al respecto, este Despacho se permite hacer las siguientes precisiones jurídicas, a la luz del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, Ley 550 de 1999 y Código Civil: i) En primer lugar se impone nuevamente precisar que el artículo 28 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, preceptúa que “Salvo disposición legal en contrario, los conceptos emitidos por las autoridades como respuestas a peticiones realizadas en ejercicio del derecho a formular consultas no serán de obligatorio cumplimiento o ejecución” (El llamado es nuestro) ii) Del contenido de la norma antes trascrita, se desprende que los conceptos emitidos por la Superintendencia en esta instancia, no tienen carácter vinculante ni comprometen la responsabilidad de la Entidad, por lo cual las partes, terceros o interesados pueden apartarse de los mismos o estar en un todo de acuerdo con su contenido. iii) Ahora bien, entrando en materia se tiene que el artículo 24 de la Ley 550 de 1999 prevé que “La libre negociación de acreencias externas con otros acreedores externos, con acreedores internos o con terceros dará lugar a que el adquirente de la respectiva acreencia se subrogue legalmente en los derechos del acreedor inicial y, por el hecho del pago por cuenta del deudor, se hará titular también de los votos correspondientes a las acreencias adquiridas. La subrogación legal aquí prevista traspasa al nuevo acreedor todos los derechos, acciones, privilegios y accesorios en los términos del artículo 1670 del Código Civil” (Se subraya). Del análisis de la mencionada disposición se colige que las acreencias reconocidas y admitidas dentro de un proceso de reestructuración empresarial, efectivamente pueden negociarse libremente entre los acreedores o con terceros a través de todo tipo de contratos, nominados o innominados e incluso usando vehículos que no transfieren ante terceros los derechos, acciones, privilegios y accesorios del acreedor inicial (art. 1670 C.C.) Ejemplo de un negocio que no genera un reconocimiento por parte de terceros, es la conocido como mandato sin representación mediante el cual el mandatario aparece como el titular pleno de todos los derechos, aun cuando deba responder frente a su mandante en los términos del contrato celebrado, caso en el cual comparecerán al acuerdo de reestructuración mandante y mandatario como dos sujetos distintos y autónomos. En el escenario del acuerdo votarán según los intereses sean individuales o negociales, sin que por este sólo hecho sea legalmente reprochable la utilización del mandato sin representación, para expresar el interés propio al momento de votar el acuerdo de reestructuración. Sin perjuicio de ser reiterativos, para los fines de su solicitud, cabe insistir que la utilización del mandato sin representación en concepto de este Despacho no está excluida de las formas legítimas de libre negociación; lo que ocurre es que esta figura no habilita al mandante para exigir de los intervinientes en el proceso de reorganización ningún reconocimiento derivado de las acreencias que ha adquirido a través de esta figura. Ahora bien, vale la pena advertir que en todo caso al no existir impedimento para que el mandante y el mandatario sin representación acudan en forma individual al seno de la asamblea de acreedores, podría el mandante subrogarse en los créditos por él adquiridos cuando quiera que la relación jurídica entre éste y el mandatario se ponga de presente a la concursada y como subrogatario aquél sea reconocido. En estas condiciones, se aclara el concepto contenido en el literal i) del Oficio No. 220- 164328 del 28 de octubre de 2014.