178 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) EL PROCESO DINÁMICO. Las consideraciones precedentes y la observación arrojan, según se ha ido viendo, viva luz acerca de la naturaleza litológica del suelo lunar y del orden con que se han sucedido los fenómenos más importantes de la vida primitiva del astro. Para completar este estudio, es necesario ahora inquirir las particularidades más sobresalientes que ha revestido este proceso, considerado bajo el punto de vista dinámico. Quedó sentado más atrás que si los elementos químicos menos densos: oxígeno, hidrógeno, ázoe, y los vapores de silicio, carbono, potasio, sodio, calcio, aluminio, magnesio, hierro, cromo, predominaron en la faja ecuatorial de la lenteja l u n í terrestre, ellos fueron los que intervinieron principalmente en la constitución del anillo segregado. Debe observarse-, no obstante, que en su condensación no intervinieron todos en p r o porciones idénticas, pues hubo algunos que, como el hidrógeno, el ázoe, y el oxígeno excedente después de formarse la sílice y los óxidos metálicos más estables, permanecieron formando una atmósfera envolvente, extendida mucho más allá de los últimos límites del anillo selénico; de suerte, que durante las fases de incandescencia que recorrió este anillo y a u n el globo definitivo, aquella atmósfera siguió formando parte más bien del esferoide terrestre que del l u n a r , el cual continuó moviéndose en el seno de la misma. Atiéndase, por otra parte, á que siendo relativamente pequeña la masa que había contribuido á la formación de este globo , y por consecuencia, siendo también de valor relativamente escaso la atracción que ejercía sobre la envoltura aeriforme, es de colegir que al acentuarse los progresos del enfriamiento esa e n voltura fué concentrándose sobre el esferoide terrestre y arrastrando tras sí, por un efecto de adhesión, muy natural tratándose de elementos de la misma naturaleza, una g r a n parte de los gases y vapores que tendían á condensarse sobre la Luna. Así se explica que la atmósfera de nuestro satélite, aun en en las circunstancias más favorables, haya sido de escasa densidad y amplitud, y que las primitivas ranuras del suelo con-