72 l Domingo 31 de octubre de 2010 HERALDO DE ARAGON EDITA: HERALDO DE ARAGÓN SA I Zaragoza: Paseo de Independencia 29. 50001 Zaragoza. Centralita: 976 765000. Suscripciones: 976 765015. Clasificados: 976 765011. Publicidad: 976 765010. Fax Redacción: 976 765001. Fax Publicidad: 976 765002. Apdo. Correos 175. E-mail: [email protected] I Huesca: Coso Bajo, 28. 22001 Huesca. T: 974 239000. Fax: 974 239005. E-mail: [email protected] I Teruel: José Torán, 6. 44002 Teruel. T: 978 608260. Fax: 978 608 280. E-mail: [email protected] I Madrid: Juan de Mena, 6, bajo B. 28014 Madrid. T: 915 714500. Fax: 915 714439. E-mail: [email protected] I Barcelona: AR Promedios. Avenida Diagonal, 612, 3º, 1ª. 08021 Barcelona. T: 934 141 117. Fax 934 145 946 I Depósito legal: Z-58-1958 © Heraldo de Aragón SA, Zaragoza 2010. La empresa se reserva los derechos de esta publicación. Su reproducción o difusión total o parcial requiere permiso previo escrito de la editora y se prohíbe a efectos del art. 32.1.2 de la Ley de Propiedad Intelectual. Control de tirada y difusión: LA COLUMNA Irene Vallejo El tiempo vuela NOS apasionan los enigmas y a menudo estamos deseando que nos señalen uno para fantasear sobre él. Sin embargo no sabemos ver los que tenemos cerca. El tiempo, por ejemplo. No hay nada que sea más familiar y conocido que el paso del tiempo; pero, ¿alguien podría decir de forma fácil y breve en qué consiste?, se preguntaba San Agustín en sus ‘Confesiones’. ¿Qué es en realidad el tiempo? “Entendemos, cuando oímos hablar de él, entendemos cuando hablamos de él. Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé”. El perplejo San Agustín se dio cuenta de que hablamos del tiempo como si lo viéramos. Decimos que es largo o corto igual que si fuera un hilo o una cuerda extendida. Sin embargo, el tiempo es un poder invisible siempre en acción. Quizá sería más tranquilizador poder mirarlo mientras pasa y nos transforma, pero la realidad es así de inquietante. No sabemos qué medimos cuando medimos el tiempo. Nos han enseña- ER -0543/ 2008 REDACCIÓN GA-2005/0354 IMPRESIÓN do desde pequeños a diferenciar el tiempo presente, el tiempo pasado y el tiempo futuro, pero en realidad lo único que sentimos es un solo instante siempre en tránsito. Para nosotros no existe más que ese momento que corre en partículas fugitivas, volando del futuro al pasado. El pasado crece y el futuro mengua, escribió San Agustín con vértigo. Le sorprendía que en nuestra vida aún exista un secreto tan enorme. A decir verdad, nuestro reloj es la cara familiar de un gran misterio. Entrevista del domingo “Cuando me retire, haré tortillas de patata en Manhattan” Darren Phillip tiene que sentarse para caber en esta ventana. ¿Le llamo Darren o prefiere DP?, que no se pronuncia DP, sino Dipi, según la lectura anglófona. Señor, puede llamarme como quiera, pero me gusta más DP. Todo el mundo me llama DP. ¿Por qué le llaman DP? Son las iniciales de mi nombre y mi apellido (Darren Phillip). Todo surgió en el equipo de fútbol americano en que jugaba. En la plantilla había muchos Phillip. Cuando me llamaban Phillip, respondían varios a la vez. Por eso, un día mi madre, Margarita, empezó a llamarme DP. Y con DP se quedó. Me gusta que me llamen así. Y suena muy bien. Aquí, en Zaragoza, y en Nueva York. Nací en Londres, pero mi infancia y adolescencia transcurrieron en ESTHER CASAS Nueva York. Nueva York no es una ciudad, es el mejor país del mundo. Hay gente de todo el planeta en Nueva York. Allí he visto a gente de Zaragoza que me han llamado DP en plena calle. Usted se hizo en esas calles. Es cierto. Si no hubiera jugado en la calle, ahora no sería jugador de baloncesto. Un europeo quizás no lo pueda entender, pero yo jugué en la calle con muchachos como Ron Artest, que ahora está en Los Ángeles Lakers, o Stephon Marbury, de los New York Knicks. Esa fue nuestra mejor escuela. La vida misma constituye la mejor universidad. Allí conocí a todos estos grandes jugadores. Y a Louis Bullock, que ha jugado en España en el Real Madrid e incluso es socio mío. O a Larry Lewis, que jugó en el CAI y ahora está en el Manresa. Llegó a España a través del Unicaja de Málaga. Tuve mucha suerte de caer allí. Antes había estado en el High School en Brooklyn, en Nueva York, y en la Universidad de Fairfield. Solo tenía 22 años cuando llegué al Unicaja. Allí di con gente maravillosa, como Carlos Cabezas. Cabezas, el último fichaje del CAI Zaragoza. Él estaba empezando entonces, ya apuntaba todo lo que luego ha conseguido con el Unicaja y con la selección española. Pero cuando digo maravilloso, mi refiero a su categoría humana, personal. Recuerdo las tortillas de patata que hacía. Bueno, yo creo que las DARREN PHILLIP Capitán del CAI Zaragoza “La calle fue mi mejor escuela. Si no hubiera jugado allí, no sería jugador” hacía su madre, pero eran buenísimas. Cuando me retire, me pondré a hacer tortillas en Manhattan. Voy a hacerme rico (sonríe). Vamos a comer una tortilla aquí, que Rosa Mari las hace de escándalo. No, no quiero comer nada. Me encantan los helados. Y también las golosinas de fresa; pero no como nada de eso. Pues vamos a tomar un vino, hombre. No. Ya ve que tomo agua mineral. No come, no bebe... Oiga, usted es más triste que un panteón. Tengo que cuidarme al máximo. Si no, no rindo en la pista. Por cierto, vaya puntazo con el triunfo en la pista del Barça, ¡eh! Fue una alegría inmensa para todos, para la directiva, para el cuerpo técnico, para los jugadores y, sobre todo, para la afición. Le ganamos a un equipo que podría jugar perfectamente en la NBA. Fue una pasada. Pero la Liga sigue. Ya hay que pensar en el Cajasol. Hay que ganar al Cajasol y luego al Fuenlabrada. Por fin parece que este CAI Zaragoza va en serio. Tenemos un buen equipo y lo vamos a demostrar. R. LAHOZ