Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 4374/2006. Ponente: Ilmo. Sr. D. Teresa Pilar Blanco Pertegaz NULIDAD DE ACTUACIONES: procedencia: sentencia: incongruencia omisiva: no resolución del tema objeto de debate. El TSJ estima el recurso interpuesto por la entidad sindical demandante contra la Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 6 de Valencia, de fecha 28-07-2006, dictada en autos promovidos en reclamación de conflicto colectivo, que es revocada en el sentido reseñado en la fundamentación jurídica. En Valencia, a dieciséis de enero de dos mil siete. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, compuesta por los Ilmos. Sres. Magistrados citados al margen, ha dictado la siguiente, SENTENCIA Nº166 /2007 En el Recurso de Suplicación núm. 4374/2006, interpuesto contra la sentencia de fecha 28-07-2006, dictada por el Juzgado de lo Social núm. 6 de Valencia, en los autos núm. 460/06, seguidos sobre CONFLICTO COLECTIVO, a instancia de los representantes de la Federación Minero metalúrgica de CCOO., representada por el Letrado D. Angel Martínez Sánchez, MCA-UGT, representada por el Letrado D. Ricardo Esteban Pascual, contra la entidad Levante Wagen, SA, representada por la Letrada Dª Enriqueta Velasco Paños, y en los que es recurrente la Federación Minero metalúrgica de CCO.O., habiendo actuado como Ponente el/a Ilma. Sra. Dª Teresa Pilar Blanco Pertegaz ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO La sentencia recurrida de fecha 28-07-2006, dice en su parte dispositiva: «FALLO: Que estimando la demanda origen de las presentes actuaciones, promovida por los representantes de la Federación Minero metalúrgica de CCO.O. Y MCA-UGT a través cada uno de la representación acreditada asistidas por los letrados D. Angel Martinez Sánchez y D. Ricardo Esteban Pascual contra la empresa Levante Wagen, SA representada por la letrada Dña. Laura Segovia Hernández en ejercicio de acción de demanda de conflicto colectivo, debo absolver y absuelvo a la misma de la solicitud de los actores de conceder el derecho de licencia de tres días a los trabajadores por enfermedad de abuelos y suegros, si no concurren los requisitos del convenio, considerando que dicho artículo 53 del Convenio (LEG 2003, 7888) no vulnera la norma legal sino la mejora». SEGUNDO Que en la citada sentencia y como HECHOS PROBADOS se declaran los siguientes: «I.? El artículo 53 c) del Convenio Colectivo de Industrias del Metal de la provincia de Valencia (LEG 2003, 7888) establece entres las licencias retribuidas la de tres días naturales en caso de enfermedad grave de padres, hijos, hermanos o cónyuge. Igualmente reconoce el derecho a abuelos y suegro, pero limitando a la condición de esta licencia a que dichas personas este a cargo del trabajador aumentando el circulo de personas por las que se dé esta licencia, a cualquier otra persona que conste en la cartilla de Seguridad Social del solicitante y se acredite por la Alcaldía de la localidad que esté a su cargo.- II.? El artículo 37. (3b del Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997) concede como licencia el período de dos días, por accidente o enfermedad graves u hospitalización de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, sin especificar en caso de ninguno de dichos parientes, que estén a cargo del trabajador.III.? La empresa demandada Levante Wagen SA ante la solicitud de una trabajadora de la licencia de tres días por enfermedad de su suegro, supeditó la licencia al período de dos días conforme al Estatuto de los Trabajadores considerando que no concurren los requisitos de la mejora establecida en el Convenio.IV.? Consultada la cuestión a la comisión paritaria del convenio no se obtuvo acuerdo.V.? En fecha veinte de abril de dos mil seis se formuló solicitud de arbitraje ante el Tribunal de Arbitraje Laboral de la Comunidad Valenciana, celebrándose el acto el ocho de mayo de dos mil seis con el resultado de celebrado sin acuerdo». TERCERO Que contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte actora Federación Minerometalúrgica de CCO., habiéndose impugnado en debida forma por la parte demandada. Recibidos los autos en esta Sala, se acordó la formación del rollo correspondiente y su pase al Ponente. FUNDAMENTOS DE DERECHO ÚNICO Contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. Seis de los de Valencia que desestima la demanda planteada en materia de conflicto colectivo y absuelve a la demandada de la solicitud de conceder a sus trabajadores el derecho de licencia de tres días por enfermedad de abuelos y suegros si no concurren los requisitos del convenio, considerando que el artículo 53 del Convenio (LEG 2003, 7888) no vulnera la norma legal sino que la mejora, interpone recurso de suplicación la Federación Minerometalúrgica de CC.OO del País Valenciano, habiendo sido impugnado dicho recurso de contrario. El recurso se estructura en tres motivos, el primero interpuesto con carácter principal y los otros dos con carácter subsidiario para el caso de que no prospere el primero. Al amparo del apartado a del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563) se formula el primer motivo en el que se solicita la nulidad de la sentencia por incongruencia respecto de la pretensión de la parte actora y se alega la infracción del artículo 218 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892), así como de las reglas de claridad y precisión que debe observarse en la redacción de las sentencias. La indicada incongruencia se ha producido, según el recurrente, porque la sentencia debió fallar, como consta en el antecedente de hecho primero, sobre la pretensión de que se declare el derecho de los trabajadores al permiso retribuido previsto en el artículo 37.3.b) del Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997) cuando concurran las circunstancias previstas en el mismo, no siendo necesaria la limitación de que sus abuelos o suegros estén a su cargo o no consten en la cartilla de Seguridad Social. Luego el relato fáctico de la sentencia recoge que la conducta de la empresa es respetuosa con la pretensión (hecho probado tercero) y a igual conclusión se llega en el fundamento de derecho único y en el fallo se resuelve estimando la demanda, pero absolviendo de la solicitud de los actores de conceder el derecho de la licencia de tres días a los trabajadores por enfermedad de abuelos y suegros... Es constante la jurisprudencia (SSTS 22.5.86 [RJ 1986, 2621], 11.11.86 [RJ 1986, 6318] y 1.12.87 [RJ 1987, 8804], entre otras muchas más) que asienta que la nulidad de las resoluciones judiciales es una medida absolutamente excepcional por sus negativas consecuencias sobre el proceso que ha de limitarse a los supuestos tipificados en el artículo 238 LOPJ (RCL 1985, 1578, 2635) y a los vicios formales especialmente cualificados que menciona el artículo 240.1º de la misma, sin que en ningún caso irregularidades formales carentes de auténtica proyección invalidante por no ser generadoras de indefensión puedan justificar la adopción de tal medida. En el presente caso aunque es cierto que la redacción del fallo de la sentencia resulta aparentemente incongruente, dicha incongruencia se salva si se sustituye el verbo estimar por desestimar, ya que lo que efectúa la resolución impugnada es una desestimación de la demanda de conflicto colectivo, obedeciendo seguramente a un error de trascripción, la equivocación en el verbo utilizado, error que no basta para determinar la anulación de la sentencia. Distinto trato ha de merecer la denuncia de la incongruencia omisiva alegada por el recurrente en el sentido de que la sentencia de instancia no se pronuncia sobre la pretensión ejercitada y que es el objeto del conflicto colectivo planteado en la demanda de la que derivan las presentes actuaciones. Como señala la Sentencia del Tribunal Constitucional núm. 4/2006 (Sala Primera), de 16 enero, Recurso de Amparo núm. 6196/2001 (RTC 2006, 4), «forma parte de la jurisprudencia sentada por este Tribunal sobre el derecho a la tutela judicial efectiva que determinados supuestos de falta de respuesta judicial a las cuestiones planteadas por las partes en el proceso constituyen denegaciones de justicia en sentido propio y aparecen por ello vedadas por el art. 24.1 CE (RCL 1978, 2836). Dentro de la formas conocidas de incongruencia se distingue la llamada incongruencia omisiva o ex silentio, que tiene relevancia constitucional cuando, por dejar imprejuzgada la pretensión oportunamente planteada, el órgano judicial no tutela los derechos e intereses legítimos sometidos a su jurisdicción, provocando una denegación de justicia; denegación que se comprueba examinando si existe un desajuste externo entre el fallo judicial y las pretensiones de las partes (por todas, SSTC 82/2001, de 26 de marzo [RTC 2001, 82], F. 4 y 8/2004, de 9 de febrero [RTC 2004, 8], F. 4). Claro que el derecho fundamental no sólo se vulnera cuando la pretensión no recibe respuesta, sino también cuando el órgano judicial omite toda consideración sobre una alegación fundamental planteada oportunamente por las partes. Así lo ha declarado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en los casos Hiro Balani c. España (TEDH 1994, 5) y Ruiz Torija c. España (TEDH 1994, 4), de 9 de diciembre de 1994, y lo han reconocido nuestras SSTC 85/2000, de 27 de marzo (RTC 2000, 85); 1/2001, de 15 de enero (RTC 2001, 1); 5/2001, de 15 de enero (RTC 2001, 5); 148/2003, de 14 de julio (RTC 2003, 148), y 8/2004, de 9 de febrero, entre otras. Si bien es cierto que es preciso distinguir entre las alegaciones aducidas por las partes para fundamentar sus pretensiones y las pretensiones en sí mismas, y que la exigencia de congruencia referida a la pretensión es más rigurosa que respecto de las alegaciones, que no precisan una contestación explícita y pormenorizada a todas y cada una de ellas, es igualmente obligado no omitir la consideración de las alegaciones concretas que resulten sustanciales para el caso y decisivas para el fallo. Esto es, cuando la cuestión puesta de manifiesto no es una simple alegación secundaria, instrumental en el razonamiento jurídico, sino un alegato sustancial que contiene los hechos o argumentos jurídicos básicos y fundamentales que nutren la pretensión, dicha cuestión integra la razón por la que se pide, debiendo ser tratada en forma expresa o, en su caso, considerada en forma siquiera implícita por la Sentencia, pues de otro modo se desatiende la defensa esgrimida por la parte en un aspecto con posible incidencia sobre el fallo, dando lugar a una denegación de justicia. Dicho aun de otro modo, es cierto que no puede entenderse vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva por el hecho de que el órgano judicial no dé respuesta explícita y pormenorizada a todas y cada una de las alegaciones vertidas en el proceso, pero el art. 24.1 CE sí exige la consideración de las que sean sustanciales, de las que vertebran el razonamiento de las partes, al margen de que pueda darse una respuesta sólo genérica, y con independencia de que pueda omitirse esa respuesta, en cambio, respecto de las alegaciones de carácter secundario (STC 91/1995, de 19 de junio [RTC 1995, 91], F. 4). Esa exigencia propia de la efectividad de la tutela judicial, como es obvio, ofrece cobertura tanto a la parte actora como a la defensa desplegada por la parte demandada o recurrida (así, STC 8/2004, de 9 de febrero, F. 5). Dicho lo anterior, que resultará decisivo en el presente caso, ya podemos enunciar el resto de los requisitos para que la incongruencia llegue a producirse. En la lógica de la cuestión fundamental no resuelta por el órgano judicial constituye el primer requisito de la incongruencia omisiva que infringe el art. 24.1 CE el de que dicha cuestión fuera «efectivamente planteada ante el órgano judicial en momento procesal oportuno» (STC 5/2001, de 15 de enero, F. 4; también, entre otras, SSTC 91/1995, de 19 de junio, F. 4, o 206/1998, de 26 de octubre [RTC 1998, 206], F. 2). Obvio es decir, que otro requisito de la incongruencia omisiva constitutiva de un vacío de tutela es la ausencia de respuesta del órgano judicial. Sin embargo, ésta no debe hacerse equivaler a la falta de respuesta expresa, pues los requisitos constitucionales mínimos de la tutela judicial pueden satisfacerse con una respuesta tácita, análisis éste que exigirá una cuidadosa y particularizada atención al tenor de la resolución impugnada (por todas, SSTC 91/1995, de 19 de junio, F. 4; 56/1996, de 15 de abril [RTC 1996, 56], F. 4; 189/2001, de 24 de septiembre [RTC 2001, 189], F. 1, o 114/2003, de 16 de junio [RTC 2003, 114], F. 3). En relación con ello, para poder apreciar la existencia de una respuesta tácita tal ?y, con ello, de una mera omisión sin trascendencia constitucional? es necesario que del conjunto de los razonamientos contenidos en la resolución puedan deducirse razonablemente los motivos fundamentadores de la misma (por todas, SSTC 1/2001, de 15 de enero, F. 4; 141/2002, de 17 de junio [RTC 2002, 141], F. 3). Un último requisito viene dado porque dicha omisión se refiera a cuestiones que, de haber sido consideradas en la decisión, hubieran podido determinar un fallo distinto al pronunciado (SSTC 35/2002, de 11 de febrero [RTC 2002, 35], F. 2, o 206/1998, de 26 de octubre, F. 2, y las allí citadas), pues de otro modo la falta de respuesta carecería de relevancia material». En el presente caso si bien es cierto que la sentencia de instancia desestima la demanda de la que derivan las presentes actuaciones, luego a continuación absuelve a la demandada de la solicitud de que se conceda por la misma a sus trabajadores el derecho de licencia de tres días por enfermedad de abuelos y suegros, si no concurren los requisitos del convenio, considerando que dicho artículo 53 del Convenio (LEG 2003, 7888) no vulnera la norma legal sino que la mejora, pero la pretensión que oportunamente se dedujo por los Sindicatos accionantes en la demanda origen de autos no era que se aplicase la mejora prevista en el artículo 53 del Convenio de la Industria del Metal de la Provincia de Valencia, consistente en el disfrute de una licencia de tres días en caso de enfermedad de abuelos y suegros aunque no se reuniesen los requisitos establecidos en dicho artículo 53, sino que la pretensión deducida por la Federación Minerometalúrgica de CC.OO y por MCA-UGT es que la empresa Levante Wagen, S.A reconozca el derecho de sus trabajadores al permiso retribuido previsto en el artículo 37.3.b) del ET (RCL 1995, 997) cuando concurran las circunstancias prevista en el mismo y sus abuelos o suegros no estén a su cargo o no consten en su cartilla de la Seguridad Social y sobre dicha pretensión nada se resuelve, aun cuando del relato fáctico y de la fundamentación jurídica de la resolución impugnada parece que dicha pretensión es asumida por la empresa demandada, lo que supondría un allanamiento de la misma a la pretensión ejercitada y determinaría la estimación de la demanda y no la desestimación de la misma como concluye el fallo de la resolución combatida. De lo expuesto se evidencia que la sentencia de instancia ha dejado imprejuzgada no ya una alegación sustancial, sino la propia pretensión ejercitada por los demandantes, sin que la misma se pueda salvar atendiendo a los razonamientos jurídicos contenidos en la resolución impugnada, por lo que procede la estimación del recurso de suplicación al haber incurrido la sentencia de instancia en incongruencia omisiva con la consiguiente vulneración de lo establecido en el artículo 218.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) y 180.1 de la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563), así como del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE [RCL 1978, 2836]]) lo que obliga a reponer las actuaciones al momento anterior a dictar sentencia para que por la Juez?a quo?se resuelva la cuestión planteada de modo congruente con las pretensiones y alegaciones sustanciales formuladas por las partes y todo ello por cuanto que la doctrina del Tribunal Constitucional respecto a las exigencias de la congruencia respecto a las pretensiones en sí mismas consideradas son más estrictas que respecto de las alegaciones aducidas por las partes para fundamentarlas (STC 27/2002, de 23 de febrero [RTC 2002, 27], F. 3º). FALLO Estimamos el Recurso de Suplicación interpuesto en nombre de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO, contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social núm. Seis de los de Valencia y su provincia, de fecha 28 de julio de 2006, en virtud de demanda presentada a instancia de la recurrente y de MCA-UGT contra Levante Wagen, SA; y, en consecuencia, anulamos la sentencia recurrida, reponiendo las actuaciones al momento procesal anterior al de dictarse la misma a fin de que se proceda a dictar una nueva sentencia que resuelva la cuestión planteada de modo congruente con las pretensiones y alegaciones sustanciales formuladas por las partes. La presente Sentencia, que se notificará a las partes y al Ministerio Fiscal, no es firme; póngase certificación literal de la misma en el rollo que se archivará en este Tribunal y también en los autos, que se devolverán al Juzgado de procedencia tan pronto adquiera firmeza para su ejecución. Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.?La anterior Sentencia ha sido leída en audiencia pública por el/a Ilmo./a. Sr./a. Magistrado/a Ponente que en ella consta en el día de su fecha, de lo que yo, el Secretario, doy fe.