EL PAGO PREVIO DE LA JUSTA INDEMNIZACIÓN COMO REQUISITO DE VALIDEZ PARA LA EXPROPIACIÓN Federico Escóbar Klose Asesor Legal La Constitución Política del Estado (CPE) reconoce el derecho a la propiedad en su Art. 56, al señalar: “I. Toda persona tiene derecho a la propiedad privada individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una función social. II. Se garantiza la propiedad privada siempre que el uso que se haga de ella no sea perjudicial al interés colectivo.III. Se garantiza el derecho a la sucesión hereditaria”. Por su parte, el Art. 57 de la CPE dispone que: “La expropiación se impondrá por causa de necesidad o utilidad pública, calificada conforme con la ley y previa indemnización justa. La propiedad inmueble urbana no está sujeta a reversión”. En este punto, cabe aclarar la diferencia existente entre los institutos jurídicos de expropiación y reversión. La expropiación, según el tratadista Cabanellas, es el “Desposeimiento o privación de la propiedad, por causa de utilidad pública o interés preferente, y a cambio de una indemnización previa” (CABANELLAS Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo III, Editorial Heliasta, Buenos Aires, 1998), definición que coincide plenamente con lo establecido en el Art. 57 de la CPE. Doctrinalmente, se entiende que la expropiación es un instituto o procedimiento de derecho público mediante el cual el Estado, por razones de necesidad y utilidad pública o cuando la propiedad no cumple una función social, priva coactivamente a un particular de la titularidad de un bien obligándolo a transferir del dominio privado al dominio público la propiedad sobre el bien, previo cumplimiento de un procedimiento específico y el consiguiente pago de una indemnización. La reversión, en cambio, se da en los casos de tenencia latifundista de la tierra; es decir, cuando se exceda los límites establecidos por la CPE para la extensión máxima que puede poseer un particular, que son de 5.000 hectáreas; o cuando la propiedad incumple con la función social establecida en la CPE. En estos supuestos, las tierras son revertidas al Estado sin que exista el pago de una indemnización por ello, debido a que el latifundio (tenencia improductiva de la tierra) es contrario al interés colectivo y al desarrollo del país, conforme dispone el Art. 398 de la CPE; es así que, el Art. 401-I de la CPE sostiene que: “El incumplimiento de la función económica social o la tenencia latifundista de la tierra serán causales de reversión y la tierra pasará a dominio y propiedad del pueblo boliviano”. El instituto de la reversión no está previsto para la propiedad inmueble urbana, sino únicamente para la propiedad agraria; en tanto que la expropiación puede ser impuesta en bienes inmuebles urbanos y agrarios. Entonces, de los Arts. 56 y 57 de la CPE, anteriormente descritos, se desprende que la propiedad privada está garantizada cuando cumple una función social y su uso no es perjudicial al interés colectivo. De ahí que, siguiendo la jurisprudencia constitucional, para que la expropiación sea constitucionalmente válida, deben cumplirse con determinadas condiciones: 1. Que la propiedad privada incumpla con la función social. 2. Que sea perjudicial al interés colectivo. 3. Que exista necesidad o utilidad pública, calificada conforme a ley y una previa indemnización justa. Dichas condiciones o requisitos deben cumplirse necesariamente de manera conjunta; de lo contrario, se lesiona el derecho a la propiedad privada; así lo estableció el tribunal Constitucional, en su Sentencia Constitucional Nº 1960/2010-R de fecha 25 de octubre de 2010. Asimismo, el Tribunal Constitucional, respecto a la expropiación por utilidad pública, en la Sentencia Constitucional Nº 1671/2003-R estableció lo siguiente: “(…) conforme a las normas previstas por la Ley de Expropiaciones de 30 de diciembre de 1884, en el procedimiento administrativo de expropiación no existe la vía judicial del proceso ejecutivo para el cobro de la indemnización. En efecto, conforme a la norma prevista por los arts. 38 y siguientes de la citada Ley sólo corresponde la vía judicial cuando exista discusión respecto a la determinación sobre la necesidad de que se expropie todo o parte de la propiedad y sobre la determinación del monto a ser indemnizado, no correspondiendo la vía judicial para exigir el pago de la expropiación; ello en razón a que corresponde a la entidad pública que efectúa la expropiación el realizar el pago de la indemnización con carácter previo a que se efectivice la transferencia del derecho propietario sobre el inmueble a expropiarse, así como a la ocupación física del inmueble, por lo mismo no es al titular del bien expropiado a quien corresponde cobrar, por vías judiciales la indemnización, sino a la entidad que realiza la expropiación efectuar el pago previo de la indemnización (…)” (las negrillas son añadidas). Si bien es cierto que el Constituyente ha determinado una limitación al ejercicio del derecho a la propiedad privada, que se opera a través de la expropiación, no es menos cierto que, para la aplicación de esa limitación, se ha establecido garantías a favor del titular del derecho limitado, las que se pueden resumir en lo siguiente: la expropiación sólo se realizará previa declaración solemne de la necesidad y utilidad pública, determinada por autoridad competente; el procedimiento se someterá a las disposiciones legales previamente establecidas; y la cesión del derecho propietario, así como la ocupación pública del bien expropiado, sólo se materializará previo pago de la justa indemnización. Dicha jurisprudencia constitucional es plenamente aplicable cuando se trata de ceder el derecho propietario sobre acciones en una determinada empresa que es afectada por el interés público; es decir, la cesión del derecho propietario sólo debería materializarse si se pago previamente una justa indemnización.