Documento 544360

IGLESIA DE DIOS, MEX
Varón con el espíritu de Dios
Sábado 16 de Junio del 2012
LECCIÓN No. 11
Varón con espíritu de Dios
TEXTO PARA MEMORIZAR:
“Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y
pondrás tu mano sobre él". Números 27:18
LECTURA PREVIA DE PREPARACIÓN: Números 27:12-23
OBJETIVO DE LA LECCIÓN:
Reafirmar la necesidad de los procesos de cambio en el liderazgo, propiciando el
entrenamiento a los líderes en formación, para asegurar la conducción del pueblo de
Dios
NARRACIÓN
Los procesos de cambio en el liderazgo de todo grupo son necesarios, así como la
preparación para «dejar de ser» el líder actual y el entrenamiento de quien ocupará este
lugar de privilegio. Cuando este proceso es sano, la conducción del pueblo de Dios se
asegura.
Todo grupo amerita un líder. Su labor consiste en la conducción del grupo. Moisés fue
el guía del pueblo de Israel desde su salida de la esclavitud de Egipto y a través de los
casi cuarenta años de recorrido por el desierto, continuó siempre con la mira en la tierra
de promisión. Multitud de incidentes, necesidades y pecado del pueblo, así como
dones, castigo y perdón por parte de Dios acontecieron durante ese tiempo.
Momentos de crisis extrema que el líder llegó a renegar de su condición como tal y
aceptar que la tarea era una carga pesada y difícil de llevar, al grado de desear la
muerte. Tenía 80 años al iniciar esta tarea y al finalizar cumplió 120 años. Moisés se
mantuvo fiel, a pesar de no entrar a la tierra prometida. Delegar el liderazgo se
convierte en una necesidad. No es posible ni prudente que los líderes se eternicen en el
puesto.
Por la salud de la comunidad, se hace necesario y a veces urgente que haya un cambio
en el liderazgo, esto demanda una actitud de humildad de parte de quien dejará y de
quien recibirá el cargo. La iglesia pertenece al Señor y los líderes se asumen como sus
mayordomos, dispuestos a cumplir su voluntad y servir de todo corazón.
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Varón con el espíritu de Dios
Moisés fue un excelente líder, pastor y legislador del pueblo. Su sucesor no gozó de la
relación privilegiada que él tuvo al hablar con el Señor, su comunicación sería a través
del sumo sacerdote.
Es necesario, tanto en líderes como en los miembros, ser conscientes de los procesos
de cambio en el liderazgo de nuestra iglesia en todos sus niveles. Es importante
participar activamente en dichos procesos con el ejercicio de nuestros dones y
responder a la vocación o llamado hecho por Dios para ocupar puestos de liderazgo;
recibir y buscar entrenamiento para dicha labor. Ser líderes, implica aprender a «dejar
de ser» y no entorpecer el proceso de servicio a Dios, al término de nuestra función
ANÁLISIS
I. «A él conviene crecer»: asumiendo el liderazgo
1.Juan el Bautista sabe que su tarea había terminado y que Jesús iniciaría su ministerio
(Juan 3:30). Moisés, con visión anticipada, al momento de entregar el liderazgo, entrenó
a Oseas, hijo de Nun, uno de los doce príncipes que exploraron la tierra (Números 13:9,
17).
2.En el episodio de los ancianos que profetizan (Números 11), dos ancianos se
encuentran en el campo y profetizan (vers. 26). Ante este suceso, Josué muestra
inmadurez como líder (verss. 27-28). Reflexione cómo la respuesta de Moisés es parte
del proceso de entrenamiento hacia Josué (vers. 29).
3.El Señor ratifica la visión de Moisés al determinar que Josué es el sucesor (27:18).
Dios ordena a Moisés traer a Josué, hombre en quien el espíritu mora y «poner su
mano» sobre él en presencia de Eleazar y de la congregación. La acción no menciona
que se dotará de espíritu a este varón, porque ya lo tenía, solo se asigna el cargo que
Moisés tenía, con la dignidad correspondiente (verss. 19-20). Después de esto, procura
la divina voluntad por medio del Urim y ejerce autoridad sobre el pueblo (verss. 21-23).
4.Reflexione en Josué: a) Mantiene un esfuerzo constante de superación a través del
entrenamiento. b) Tiene iniciativa. Es activo y apoya las buenas causas. c) Humilde
para ser discipulado. Obediente. d) Espiritual. Practica las disciplinas espirituales. e)
Responde a una vocación divina. f) Es consagrado a través de la imposición de manos
en un acto público. g) Busca la voluntad de Dios para su labor en la Palabra.
II. «Más a mi menguar»: el proceso de «dejar de ser»
1. Moisés acepta que su tiempo como líder termina, pues Dios comunica su próxima
muerte (verss. 12-14). ¿Qué refleja la respuesta de Moisés? (verss. 15-17). La
grandeza de Moisés como líder del pueblo, se evidencia en su preocupación por
procurar un líder para el pueblo, más que en la imposibilidad de entrar a Canaán en su
muerte.
2. Reflexione en las características del líder en proceso de «dejar de ser» que se
evidencian en Moisés y apóyelas con pasajes: a) Conciencia plena de que su tiempo
debe terminar como líder, no se opone, lo acepta. b) Nunca pierde su interés en el
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desarrollo de la congregación. c) Se interesa y actúa positivamente en la búsqueda de
su sucesor. d) Participa sabiamente en su entrenamiento. Ora a Dios por él. e) Siente
satisfacción por el deber cumplido. No experimenta amargura.
APLICACIÓN
A.Aspirar al liderazgo dentro de la iglesia es una «buena obra» (1 Timoteo 3:1). Si es su
caso, establezca y mantenga un esfuerzo constante de superación, practique las
disciplinas espirituales y capacítese en todas las áreas, para estar preparado al
momento de ser llamado. El punto de fe 9 establece: «El creyente ora a Dios porque
esta práctica le permite: comunicarse con Él, experimentar su compañía, expresar
confianza en su bondad, aprender a depender de Él y, de manera que no siempre
comprende, hacer posible que intervenga en su vida. Cuando el creyente ora rinde su
ser a Dios, sabe que es escuchado a pesar de que no le ve ni lo oye».
B.Todo creyente y todo líder en proceso de formación, necesita un mentor (consejero),
para aconsejar, orientar, enseñar, confrontar y estimular. Como líder, ofrézcase
amablemente como mentor de los futuros responsables de una congregación (2
Timoteo 2:1-2).
CONCLUSIÓN
Como Moisés y Josué, necesitamos concientizarnos de los procesos de cambio en el
liderazgo de nuestra iglesia, así como participar activamente en dichos procesos con el
ejercicio de nuestros dones, respondiendo a la vocación divina para ocupar puestos de
liderazgo, siendo discipulados para tan honrosa labor y, de ser ya líderes, aprendamos
a «dejar de ser», no obstaculizando el proceso de quienes inician, al contarlo, para
garantizar el desarrollo ininterrumpido de nuestra iglesia.
Recordatorio
"Reconoced a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor, y os
amonestan" 1 Tesalonicenses 5:12. El Reconocimiento a la labor pastoral y
administrativa se realizará el próximo sábado, afine los últimos detalles.
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