DmUIO lEPillGiP-PüOSpSTjl Confederados ibérica La prensa

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Jueves 16 de enero de 1890
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A n . t í H ; j s <-,yi^ il.-^ T n a r ^ J o n e s c o n v e n i d a s a e i ti-,-,t:: :.., y.-istal,—Trimestre
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Madrid.—AñolV^-Número 933
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BOU "RAFAEL G I N A R B DE LA ROSA
DmUIO lEPillGiP-PüOSpSTjl
S 5 .ttitoaeros' " 7 5 ^ cés.i:..smc3
NMí3^i^9QeaacBa
saben firmar máa que con saagre los pactos
que les humillen.
«
El domingo, durante todo el día,
• republicanos están obligados á
•-adir á la jimbajada de Portugal,
•lie de Atocha, i i 3 , á deiar tarjetas
'• s'^'WA.:^ s ^ p a t i a y de entusiasmo
•:icia-^J#^ÍTfera y noble actitud del
;eblo:f^rtugu& enfrente del incaicabfóffléáfeaéfe del Gobierno inglés.
tspet|»«^S,,|^Bibién que nuestros
:^rreligícttá!*i6S ' & todos matices en
:'ovinciááj-ffe«#i|^tón el mismo acto
•^ cortesía ^ ^ ' ' ' 1 ^ t consulados de la
cíón porSÉ^\ar8%'>;.
Así se 6'|f^^^íí||^A los lazos frater:;les que deben existir entre ambos
:ieblos ibéricos divididos por la mo:irquía.
Confederados ibérica
Cuando presenciamos alguna injusticia te•'iblo, en que el fuertn, sin invocar más quo
! fuerza, intenta atrepellar al débil, .«o
^..Hítc la inciignacifin do la jii.«ticia, aquella
• iblitne iiídig-iiación que palpita en el Affuila
•I casco, del glorioso autor de La leyenúi de
••" siglos.
;V ia vista del pueblo portuguo's, persegui•'> y acosado por la usurera Inglaterra, corre
•! escalofrío do la ira por todas las naciones
10 no dirigen sus destinos... Quisieran los
;icblos, süberatiüs y dueños de sí mismos,
tcírveuir en !a re¡)robable violencia, y casivar la iniquidad del guerrero feroz destro' lüdole el cráneo.
Portugal, el niño, está acorralado por IniKíerra, el gigante... ¿Qué águila picará la
Vpute del soberbio despreciador de la razón
**pí;jS^'^)biemo republicano, que rigiera
la55|iíí^^'áe Portugal, en combinaci 'u con
• ^ • • W W S M ) de la' República española, puiera hacer respetar, dentro de sus respecti• :\s autonomías, los derechos de las Repúbli'U:< ibéricas.
Las ofensas inferidas al pm-blo lusitano sc' ;:tn contadas como ofensas suyas por el pucio osjiañol, y en nuestros agravios tomaría
•.u'tagai á ?u voz la parte del hermano, re••)bando juntos, por medio de las armas, ya
•ntonces más temidas, la satisfacción de ellos.
•0. península ibériua podría hacer frente al
)dftr de esa sórdida y pequeña Gran Breta'•• I, que en estos últimos tiempos no ha sabido triunfar más que do los ejércitos con tapa' '.'abos, y eso á duras penas.
Kstas solidaridades profundas, que el interés de ambo.'í ¡mcblos debiera de imponer, no
.ueden_ establecerse sino mediante la forma
'\>, gobierno porque claman todos los peniíialares cultos.
Los Braganzas no pierden de vístalos iute"cses de su dinastía, por encima de los inte^•oses nacionales para ellos. Todos los reyes
Miiran exclusivamente á su p;opio familiar int'írés, descartaiido el interés do sus pueblos
y de ios afines.,. Con sus respectivos mouars:as, el estado natural de españoles y portu'vocses es el de indiferencia absoluta, dentro
'"!í! la cual está latente una hostilidad probable. Ei conflicto cutre dos coronas es siempre
'!',; temer.
S(5io aliados pueden Portugal y España
V sponder de sus propias acciones é inspirare en el interés común de ambos pueblos.
Aliados en una confederación republicana,
independiente, autónoiiia, que sabría defen!Íor los intereses de esta gran península con' ra todos los leopardos y todas las águilas de
Europa.
Portugal lo comprende así, y esa es la tendencia de sus trabajos en est-03 críticos mo>
mentoa.
Si en esta ocasión contara con nosotros,
como si al ocurrir el conñicto do las Carolinas
ÍCspaña hubiera contado con ellos, tanto Inglaterra como Alemania, esas grandes potencias altivas, hubieran medido más sus insolencias.
Aun así no es de presumir que el Gobierno
inglés se decida por un temperamento extremo
Alemania contuvo sns ímpetus ante el pueblo español encrespado, á pesar de la bajeza
y cobardía de su Gobierno.
Inglaterra, que ve cómo el pueblo portugués, prescmdiendo de su Gobierno v de su
'•av. saie eivérgicamcate por su dignidad,
procederá también con cierta parsimonia.
1 es que todos saben ya que ou los tiempos
que corren los verdaderos soberanos ¡son, no
los reyes, siao los pueblos», v que éstos no
La cobarde agresién del cologo brutal al
pigmeo generoso, hiere en el corazón al ]>neblo español, como hirió en el rostro al pueblo
portng-aés. Toda injuria inferida á Portugal,
que comparte con España el territorio ibérico, es una amenaza á España. Suponer que
nos sea indiferente, como proclama la prensa
de esta regencia, el que los ingleses traten de
ejercer presión sobre Poi'tagal, es una política
digna de la regencia de Túnez. No consentiría Inglaterra que Francia'infiriese una ofensa á Bélgica; no permitiría Alemania que otra
potencia amenazase á Holanda, y si Inglaterra y Alemania aspiran á esa protección sobre
Bélgica y Holanda por razón de su superioridad, España tiene derecho á imponer en el
concierto europeo el respeto jiorotra razón de
mayor eficacia, por los lazos fraternales de
origen y de historia, y por la seguridad del
territorio español.
Asimismo al pueblo portugués interesa en
grau manera que no haga ostensible la ingerencia de ningún poder extraño en España.
Toda influencia ejercida sobre nosotros, amenaza á Portugal. El Pirineo es español y portugués á un tiempo, como las aguas delTajo.
Jamás en la historia hubo dos pueblos más
necesitados del mutuo apoyo que España y
Portugal. Sólo instituciones como las monárquicas, que viven de la discordia de los pueblos, pueden crear obstáculos á esa inteligencia.
España y Portugal, independientes, autónomos, soberanos, sin ceder en nada su pereonalifíad nacional, pueden y deben CQn<;ertar
una alianza ofensiva-defensiva para garantizar contra todos los poderos de la tierra su territorio europeo y ultramarino.
Pero no será la monarquía quieu realice osa
gran empresa.
Sólo en el seno no la República, ambos p\ieblos, libres de influeneias domesticas, lograrán levantar el corazón á la altura de las aspiracioaescomuoes á españoles y portugueses.
La prensa portugnesa
o Secuto, diario republicano, publica al
frente de su número del 13, estas palabras:
«¡Portugueses, no os desaniméis! La raza
de los Alburquerques y de los Gamas, no ha
degenerado. Indiferente y consternada por
las decepciones, puedft no haber sabido prevenirse contra Gobiernos torpes y pusilánimes; pero es fuerte y grande como en lo antiguo, porque siente los ultrajes que le dirige
la brutalidad de la fuerza. ¡Protestemos con
indignación!
Que ios hombres del poder, desacortados
en la defen=a de los derechos sagrados de la
patria y cobardes porque se liaa apre urado
á inclinarse ante el despotismo ingics, se retiren i nmediatamontií a ocultar en el fondo de
sus bogare!? ¡^u oprobio y su vergüenza.
No, el pueblo portugués no merece su solidaridad deshonrosa.
¡Abajo el Gobiorno que traicionó y vejó á
la patria!
¡Viva ia nación portuguesa!
¡Viva el pueblo bueno y generoso, que tuvo al íiu la honra de merecer las amenazas
de la sórdida y avara Inglaterra!
¡Viva Serpa Pinto, el portugués intrépido,
sacrificado alas iras inglesa?!
¡Portugueses! No olvidéis esta afrenta. Viene de Inglaterra; trac marca inglesa. Aprended á conocerla en los mercados. No deis un
céntimo por ella. Os ofendió en vjestra dignidad y en vuestro dolor. Ella no siente esa
clase de ofensa». No le compréis sus géuercs
y la veréis retorcerse desesperada en las angustias del fabricaate que no hace negocio.
¡Abajo ia marca inglesa!»
Ei Jornal df. NoiéC) órgano monárquico de
la misma focha, da cuenta en estos términos
de la caida del Ministerio:
«Cedió y cayó. No podía menos de ser así.
Cedió á la fuerza, cedió á la amenaza, á la
imposición extranjera.
Esa caida era el segundo término ncccisario, indeclinable, de la solución.
Si, como se dice, hubo en el seno del Gabinete, ó entre sus amigos, quien persistió
en la triste obsesión de quedarse, esa nota
mejor es olvidarla como una deplorable ó indecorosa insensatez. Preferimos no creerlo.
El poder que se humilla ante los extraños,
dejó do ser legítimo al frente del país.
No quisiéramos que el Gobierno cayese de
ese modo; pero la verdad es ésts: i)iídicron
más las circunstancias que los hombres: AYc
/ata toínerunt.»
BSa&ifestacloses popalargi
«Nuestra sumisiónáínglaterra—dice un periódico—despertó los sentimientos patrióticos
del pueblo portugués.
Son justificadísimas tales manifestaciones
del pueblo honrado ante la ruda ofensa quo
acaba de inferirnos la barbarie inglesa.
Acabamos de presenciar desde las ventanas
de nuestra redacción una de esas grandiosas
manifestaciones de patriotismo.
Venían al frente de ella gran número de
estudiantes de las escuelas superiores y muchos militare» que no ocultaban su indigna-
no di camera, El Corno, se cucara con loaz»rrillistas que vienen siendo parad colega un»
verdadera obsesión, r desde sa editorial hasta
su Balance, no hace más que exí'itar indipeotamento á las autoridades para que prohibau
esas manifp.-^tarioneti Je adbo?ión, sin fijarsa
en que sobre ser justas son legales, y sobte
ser legales van encaminada.-í á pagar una deuda de cortesía que el pueblo español ha contraído con el portugués, ol cual en 1885 pos
Lisljoa 15.
Los manifestantes do anoche se disolvieron ha enviado entusiastas mensajes de felicitaespontáneamente, sin que se produjese nin- ción por la actitud que hemos adoptado enfrente do las pretcnsiones de Alemania.
gún tumulto.
El Correo dice muy fresco que no recaenia
Reina completa tranquilidad en todo el reino, según los despachos que transmiten esta qufi cuando el asuntó de las CaTOÜnas hubiera
en Lisboa ni eu pai-tealgnua del exterior mamañana las autoridades.
, El nuevo Gabinete prestará juramento esta nifestaciones ni tarjetas.
Flaco de memoria es el colega. Recorra las
mañana y se presentará inmediataraente descolecciones do El LUeral, da Él Ponenir, de
pués ante las Cortes.
El Sr. Serpa Pimentel se propone llevar El Olof'O y de otros poriódicos popnlarfis. y
adelante una política de pacificación y de verá en ellas manifestaciones individuales y
colectivas do cariüoao intcréd y admiración á.
coíicordia.
Precurará evitar toda clase de conflictos, nuestra energía, no sólo de Portugal aiuo de
aunqne defendiendo los derechos de Portug-al. Italia y Francia, SoeiCiiadeá patrióticas de
Cenforme anunciaron los despacho.? ante- Lisboa "y Oporto so apresuraron á dejar sus
riores, aunque el nuevo Gobierno mantendrá tarjetas en la ombajadii y ol consulado espay hará mantener el principio de autoridad fioies, y como si esto no bastara, enviaban á
dentro de la leyes, no presentará proyecto Madrid entusiastas felicitücioDcs, de que no
alguno que tienda á mermar las libertades poco partido sacó entonces el Sr. Sagasta para
zaherir á los conservadores*.
públicas.
Pero Con las glorias se olvidan las memoLisboa 15.
Han sido presos los princi{)ale3 promovedo- riag. y á estos ministeriales so les sube el esres del alboroto de anoche, por haber gritado tómago á la cabeza hasta ol punto de escribir
muera Inglaterra. El número de detenido.»! sutdtos como éste, cu que scpropotse al goasciende á unos 70. k pesar do esto, se temo bernador civil de Madrid una arbitrariedad y
al pueblo liberal una grciería, ¡Tanto ptic<le
que hoy se repitan las demostraciones.
el miedo!
Las Palmas {Gran OanaHa) 15.
Ho aquí ese suelto del órgano predilecto
;Por ei cable de la Compañía Nacional líá- del Sr. Sagasta:
pañola.;
<^Nuestros republicanoí: de Madrid, i^iu cuiAyer tarde se volvió á presentar en esto
bargo,
espeeialraeute los rcpubÜcaTio?. zorripuerto la c?cnudra inglesa que, en provisión
lÜstas
y
federales, creou quo las empresas de
da los .•íijcesos de Portugal, viene navegando
Ser¡>a l*into on África íque híisfa ahora habían
hace d.ias j.ior las aguas do estas lAas.
El almirante de ella ha recibido varios te- visto con la mayor pasividadj y los snccsoíi
legramas do su Gobierno. Se dico, que cata quo se han desarrollado cü Portugal, á eotisieescuadra era la destinada á miodcrarse de cue.neia del vUivialmn dol Gobierno de InglaCabo Verde, si Portugal se hubiese negado á terra, eran j soa ocafsióu propicia para el logro de sus fines políticos.
ceder ante el vltimatum de Inglaterra.
Al efecto hablan de un prayocíi) lu* uiaai.El crucero francés Doiawidieu ha salido
festación para el domingo, (pío eoiicluiria por
para Montevideo.
Se espera aquí un buque de guerra acora- dejar tarjetas ca la cmhaiaáa de Portugal;
mas como fácilmonte eu actos do esta natuzado dinamarqués.
raleza, contra ol mismo deaoo do sos promoParís 15.
•í odores, pudiera producirse alguna impruü n periódico, hablando de la cuestión an- dencia, tanto más de moditar. cuanto que ni
glo-portuguesa, dice que Portugal está es- lado de las simpatías que SÍTI duda alguna
piando su política de alianzas con Ingla- despierta Ja situación de Portugal, es preciso
terra.
tíimbiéu tener en cnouta qu'; laglatorra es
Londres 15,
potencia amip,a de líspaña; por estas cmisiAlgunos periódicos dicen quo Inglaterra doracioucs pensamos nosotros quo el tal prodesea olvidar lo pasado y cooperar con Por- yecto, si al cabo es sometido á la aprobación
tugal á extender la civilización en el África del gobenindor, lo ha de mirar ol Gobierno
central,
con deteaimíeuto ])ara resolver lo conveLondres 15.
niente.»
La cuestión anglo-portugucsa es muy coNo tema El Cnrivo; coma tranquilo y no le
raantada aquí. So dicó que ol jefe del partido
conservador, marqués de Salisbury, ha obra- asuste la idea de una mnlti sligeatlóu.
No el pueblo repnbliciiiio sol , "íuo todo ei
do con la energía que revelan los últímoa suceso? para captarse la benevolencia del cuer- pueblo liberal do .M-.idrid, del qufi forínarán
po electoral á favor do los conservadores eu parte seguraniontc muchois Fagasliiio.'Sja-ns-'
tiran á ese acto y lo reaiiznríui con la rtigiiilas próximas elecciones de dipntados.
La mayoría de la prensa inglesa está al d:id, el decoro y la corrcecióu propio* de
lado dol (íobierno en la cuestión do Portugal, quien realiza nu actu de c'ortesíd¡ de atoay se empeña en no atribuir importancia á la ción j de patriotismo ú la vez.
Y iio pretenda otra coía El Correo, porque
guerra de pluma y á las manifestacionea pocorre
peligro de comprouietcr ú su jeio y á su
pulares de Lisboa y Oporto.
.Pasan también por alto el art. 14 del con- partido irreseaíáudoloB nnto Europs oniio
venio de Berlín, quo trata del arbitraje eu el enemigos de Portugal y aliados^ de Inglaterra
caso do litigio entre las potencias coloniale.'!. en estas circunst.-ujcias, alcanzando así la
misma popularidad del Oabiuets barrido en
Ayer no han llegado á nuestra redacción
Lisboa 15 {1,1o t.).
Lisboa.
los periódicos de Oporto; ignoramos las cauCompleta tranquilidad en las posesiones
sas á quo puedo obedecer esta falta, que la- portuguesas del África oriental.
leligramas i© ©sta aaárigtia
mentamos, porque ayer mismo se insistía en
El duque de PalmcUa ha devuelto la maLisbaa 15 {Recibido á la tina
que los acontecimientos en aquella ciudad re- dalla de la guerra do Crimea, que lo fué conde ta madruyada)
visten excepcional importancia.
cedida por Inglaterra,—FABUA.
El nuevo miaiíterio lia hecho AU presentaLisboa
15.
Telegramas ú& a^@r
Los manifestantes de ayer noche dolante ción en las (.lories.
En la Cámara do los diputado? el presiilotiLisboa 14 (.5,35 t.).—Recibido el ir,, á pesar de del moutímeato de Camoens, fueron, cercados
te
del Gabinete Sr. P-erpa Pimentel ha declafuneionar bien la linea teiegrúfiea.
á la una de la madrugada por ia policía do á
El Ministerio se presentará ;riañana á las pie y de á caballo, la cual detuvo á los prin- rado q«e el nuevo Oobiorno mantendrá y defenderá los derechos de la nación velando por
Cortes, constituido de la manera siguiente:
cipales alborotadores.
Presidencia, Interior é interino do Guerra,
Eti Coimbra y en Oporto signe la efcrvcs- sn honor y nombre al mismo tíenipo qoc traSer¡)a Pimentel.
eencia, pero no se han repetido las asonadas tará do mHütener la? mejores relaciones con
las potencias e.'itranjcras.
Justicia, Lopo Vaz.
en las callea.—X.
Ha añadido que se ocupará activamente de
Hacienda, Franco Castillo Branco.
Lisboa 14 (7,15 »,), {Recibido el 15
introducir
en ios presupuestos economías rcilarina, Arroyo.
alas do$ de la madrugaia>)
los gastos iii necesarios.
Negocios ExtraDJeros, Hintre Ribeiro.
La nota del Sr. Barros Gomes en contesta- dueioiido
Ademá« prestará una particularísima atenObras públicas, Federico Arouca.
cióu al uUimatiím, del ministro inglés, termi- ción
á loa asuntos de las colonias y á las cuesA pesar de encontrarse algo indispuesto el na declarando lo siguiente:
tiones todas quo puedan relacionarse cou los
rey, á consecuencia de la epidemia, ha reci«En presencia de la inminente interrupbido al Sr. Serpa Pimentel, con quien ha ción de relaciones coa laGran Bretaña y en ramos de t>nerra, la Marinay la agricultura.
El Sr. Beiras, ministro de Justicia que 2ia
conferenciado breve rato.
presencia de todas las consecuencias que po- sido eu el Gabinete dimisionario, fia decla«'»Lisboa 14 {Recibido el ]L>.)
drían seguirse, el Gobierno de S. M. ha reEl general Vasco (íuedcs, gobernador de suelto ceder á las exigencias recientemente do, en nombre de su partido, que la mayoría
no podía teaer una gran conflanaa eu el nuela India portuguesa, ha^'ido uo:nbrado minis- formuladas en ú memorándum aludido, reser- vo Gobierno traído por la fuerx* de la,^ cirvando en toda forma los derechos de Portu- cunstane.ias: poro que á pesar de ofh), le. ayn •
tro de la Guerra.
Durante su ausencia desemijcaará interi- gal en las regione.s de que se trata, protestan- dará lealmente, on ruante ¡se rofi<;i-a á la renamente dicho cargo ol presidente del Con- do al mismo tiempo con el derecho que lo solueión del probiemü actual poulicí» qae lleconfiere el ^rt. 12 del acta general de la con- va interesados el houor y hi dignidfid del
sejo.
El Sr. Ári'oyo, ministro de Marina, ca hijo ferencia de Berlín, para que se resuelva on pueblo portugués.
de españoles y oriundo de las provincias Vas- definitiva el litigio pendiente por medio del
El actual ministro do .lustida. r^r. Lopo
arbitraje y acordando expedir laa órdenes Vaz, contí.'sta ocapamdoso de aaoütos intecongadas.
exigidas, por la Gran Bretaña á las autorida- riorea.
Tiene fama do grau orador.
des superiores de Mozambique.»—Bretón.
Lisboa 14 {8,34 n,}. {Recibido el Jo.)
El diputado iiidepciidieuío _ Dia» Ferrcir»
Corre el rumor do que el ministro de Inha declarado tambitni qui- apoyará HI 6-Oglaterra en esta caiiital, Sf. Petre, en virtud
bicrno. Después, ucupándosc del 'kUmah'm
de iudioaciones de su Gobierno lia pedido lidirigid'-'' por (nginsefra y de su nnnaats
cencia para ausentar.^c de Lisboa.
Ante laa manifestacínnes de simpatía quo lord Snlioliury los IVA combatido radameete^
la actitud patriótica de Portugal arranca á lo.? acusando ú ev'ie último de haber falttido al
Uíi'bQS.í4(:),40n.)
Un grupo de ostudiautiís ba,?tanttí iiumero- corazones de los liberales espaíioies, el órga- respeto del réginieu con.i^ituciouai do Fortu-
ción contra la brutal ofensa y la pusilanimidad del Gobierno; entre ellos hemos visto in-»
dividuos del comercio y de la industria 'quq
podían reparación y formulaban su protesta ^
ios seguía el pueblo, ese poderoso élementq
de fuerza y de actividad, que levantaba sus
brazos vigorosos, como ofreciéndolos á la defensa de la patria. Manife tación conmovedora que nos llenó de orgullo y de reconocimiento.
liste formidable grupo de portugueses netos pasó gritando: j Abajo el Ministerio! ¡Mue-^
ra el Gobierno! ¡Viva el ejército!
Frente á la redacción de O Sécalo, la multitud prorrumpió en aclamaciones á su director Magalhaes Lima y á los redactores Silveira, Peixoto y Salgado.
Otro grupo también muy numeroso, al pasar frente á la casa de Luciano Cordeiro, di
rector de O Jornal da Noiíe, donde á la sazón
se hallaba la hija del explorador Serpa Pinto,
vitoreó á ésta frenéticamente, dirigiéndose
desde allí al consolado inglés, doude arrancó
el escudo de la puerta del edificio y rompió todoü los cristales. Parece confirmarse quo en
este acontecimiento tomó parte muy activa
un subdito español.
Además do los periódicos citados fueron
objeto de manifestaciones de simpatía las redacciones de A Revolumo de Setembro, Os Dedates, O Jornal da Noúe, Cerreio da Manka y
(faceta de Portugal. Frente al Correio da Noite hubo una manifestación hostil al Gobierno,
que se repitió enfrente del Repórter j que adquirió mayor violencia frente á Las Novedades, por donde desfilaron más de diez mil almas gritando: / Viva la República!
Desde las ocho hasta las once de la noche
la calle de Serpa Pinto estuvo completamente
obstruida por la multitud, que en inacabable
manifestación pasaba aclamando al ilustro
geógrafo.
Frente áía Sociedad de Geografía otro grupo numerosísimo prorrumpió" en vítores y
aplausos. Luciano Cordeiro, secretario de la
Sociedad, salió á arengar á las masas, ycorno
dijese que era preciso protestar contra la piratería Mítánlea, algunas voces le iaterrumpieron;
—Y contra el Gobierno que nos traicionó.
—Y contra los Braganzas que nos sometieron á laglatorra.
El Sr. Cordeiro no esperaba ciertamente
que la manifestación antibritánica se transformase en una manifestación antidinástica,
pues como dice O Seciilo, «patria y dinastía»
están hoy en oposición.
Micntrus todo esto ocurría en las calles, en
el taatro de San Carlos y en el del Coliseo so
interrumpieron los espectáculos para dar vivas á la patria y á la República y pedir á la
orquesta el himno de la Restauración, que
era saludado con estrepitosos aplausos.»
La policía hizo aquella noche ()5 prisiones,
entre ellas la del español Jo.íé Pardo Lorenzo, t e la provincia de Orense, quien, según el
parte dirigido á la inspección del distrito, incitado por otros que consiguieron evadirse,
trepó á la ventana de la embajada, donde se
hallaba el escudo de armas ile Inglaterra, y
en señal de desprecio y ortio lo arrancí), siendo detenido en el acto por los agoutes.
La misma noche eu que todo esto sucedía,
se recibió cu Lisboa un telegrama participando haber sido asesina.lo en Oporto el cónsul
inglés, noticia dada por un periódico moi\árquico y que parece no haberse confirmado.
*
go'se ha dirigido esta noche al monumento
de Luís Camoens. Tieae aquel en los ángulos
las estatuas de los cuatro principales navegantes portugueses. Los estudiantes han cubierto con un velo negro, en señal de luto,
dichas estatuas. La multitud prorrumpió en
gritos de «¡Mueran los ingleses! ¡Mueran los
piratas!» No ha ocurrido ningún otro incidente. La policía no ha hecho prisión alguna.
Sagasla
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