Reciclaje de bombillas de bajo consumo (bombillas fluorescentes compactas integradas, LFC-i) y de tubos fluorescentes (neones) ¿Qué hacer con una bombilla de bajo consumo usada? Las bombillas de bajo consumo (LFC-i) y los tubos fluorescentes (neones) no deben depositarse en los contenedores habituales de basura doméstica, ni romperse, ni arrojarse por el desagüe. Estas bombillas deben llevarse a puntos de recogida para que sean tratados de acuerdo con las normas medioambientales en vigor por parte de los organismos de reciclaje autorizados, que son especialistas en procesos de reciclaje. En IKEA, ponemos a disposición de nuestros clientes en todas nuestras tiendas unos contenedores de recogida exclusivos, donde te invitamos a depositar tus bombillas de bajo consumo. A continuación, se recuperarán para ser recicladas, evitando así la presencia de residuos dañinos para el medio ambiente y volviendo a utilizar sus componentes. Muchas administraciones locales también cuentan con puntos para la recogida de bombillas. Infórmate en tu ayuntamiento para encontrar el punto de recogida más cercano a tu casa. ¿Qué significa esto para mí como consumidor? Al depositar tus bombillas LFC-i y tubos fluorescentes en los contenedores de recogida exclusiva para permitir su reciclaje, contribuirás a evitar posibles consecuencias negativas sobre el medio ambiente y sobre la salud. De hecho, las bombillas fluorescentes compactas contienen una cantidad ínfima de mercurio necesaria para su funcionamiento que, multiplicada por el número de bombillas presentes en el mercado, podría ser nociva para el medio ambiente y para la población si acabase en el suelo y en la atmósfera al pasar por el circuito tradicional de residuos domésticos. ¿Cómo puedo informarme sobre si una bombilla de bajo consumo no debe tirarse junto con los residuos domésticos, sino depositarse para su reciclaje? Las bombillas LFC-i llevan, al igual que los tubos fluorescentes y cualquier otro equipo eléctrico y electrónico de la gama IKEA, el símbolo del cubo de la basura tachado con una cruz. Se trata de un símbolo europeo creado por la Directiva Europea sobre el Desecho de Equipos Eléctricos y Electrónicos (DEEE), que significa que cuando el producto eléctrico que lo lleva llega al final de su vida útil, debe depositarse en un punto especial y recuperarse para ser tratado y reciclado respetando las normas medioambientales en vigor. ¿Qué pasa con las bombillas LFC-i que llevo a IKEA? Las bombillas LFC-i usadas, al igual que los tubos fluorescentes y los residuos de equipos eléctricos y electrónicos, son tratados por organismos de reciclaje autorizados, que son especialistas en procesos de reciclaje. La primera etapa consiste en separar el vidrio del plástico (lastre). Los residuos de vidrio se someten a un proceso de separación del vidrio, del polvo y del mercurio. Se puede reciclar entre un 80% y un 93%* de una bombilla LFC-i. Los materiales restantes son básicamente materiales plásticos que no pueden reciclarse debido a la dificultad que tiene separarlos de los metales del lastre. No obstante, estos últimos materiales pueden utilizarse para generar energía. (*Fuente: ADEME) En caso de rotura de una bombilla fluorescente compacta integrada Si se te rompe una bombilla de bajo consumo, no corres ningún riesgo, ya que solo tiene un 0,005% de mercurio mezclado con el gas inerte del interior del tubo. No obstante, son necesarias algunas precauciones y algunas autoridades ofrecen consejos acerca de cómo manipular y tratar una bombilla LFC-i rota. Si se rompe una bombilla fría, puede esparcirse una mínima cantidad de mercurio por la habitación en forma de gotitas que caerán rápidamente al suelo con el resto de trozos de la bombilla, igual que con un vaso roto. Si la bombilla que se rompe está caliente, el vapor de mercurio metálico en forma gas de extenderá por el aire de la habitación. En cualquier caso, antes de proceder a su limpieza, aleja de la zona a las personas presentes y a los animales domésticos, evitando que pasen por la zona donde se encuentra la bombilla rota. Recomendaciones en caso de rotura de una bombilla fría Retira con cuidado los trozos más grandes de vidrio con ayuda de un trozo de cartón o de papel rígido y colócalos en un bote de cristal con tapa metálica (como un bote de confitura) o en una bolsa de plástico hermética. Con la ayuda de una banda adhesiva (cinta adhesiva gruesa), recoge con precaución los trozos pequeños de vidrio y el polvo restantes. Pasa con cuidado sobre la zona unas servilletas de papel ligeramente humedecidas o toallitas húmedas desechables. A continuación, introdúcelas en el bote de vidrio o en la bolsa de plástico hermética. Etiqueta el bote o la bolsa con un texto así: “puede contener mercurio de bombillas de bajo consumo”, y llévalo a un centro de recogida y de tratamiento de residuos domésticos especiales (residuos peligrosos). ! No utilices el aspirador para retirar los trozos de la bombilla rota, ya que existe el riesgo de pulverizar las gotitas de mercurio y extenderlas por el aire, lo que aumentaría el riesgo de inhalación. Recomendaciones en caso de rotura de una bombilla caliente Cierra las puertas de la habitación donde se ha roto la bombilla caliente. Abre la ventana para airear bien la habitación y sal de la habitación durante unos 20 o 30 minutos. Si fuese el caso, cierra la calefacción central o el sistema de climatización. Retira con cuidado los trozos más grandes de vidrio con ayuda de un trozo de cartón o de papel rígido y colócalos en un bote de cristal con tapa metálica (como un bote de confitura) o en una bolsa de plástico hermética. Con la ayuda de una banda adhesiva (cinta adhesiva gruesa), recoge con precaución los trozos pequeños de vidrio y el polvo restantes. Pasa con cuidado sobre la zona unas servilletas de papel ligeramente humedecidas o toallitas húmedas desechables. A continuación, introdúcelas en el bote de vidrio o en la bolsa de plástico hermética. Etiqueta el bote o la bolsa con un texto así: “puede contener mercurio de bombillas de bajo consumo”, y llévalo a un centro de recogida y de tratamiento de residuos domésticos especiales (residuos peligrosos). ! No utilices el aspirador para retirar los trozos de la bombilla rota, ya que existe el riesgo de pulverizar las gotitas de mercurio y extenderlas por el aire, lo que aumentaría el riesgo de inhalación. Fuente: Agencia sueca de productos químicos