"La devaluación no trae ninguna ventaja competitiva" Argentina - 17/09/2014 - Ambito Financiero - Pág. 2-3/Ambito Industrial – Por: Guillermo Gammacurta El sector metalúrgico es uno de los que más viene sufriendo la caída de la actividad industrial, sobre todo el tramo autopartista, afectado por la retracción de la producción automotriz en Brasil. En ese contexto, Gerardo Venutolo, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), señaló que el desafío del sector "es la competitividad y claramente la competitividad no se resuelve con el tipo de cambio". Al respecto afirmó que la "realidad es que muchas listas de precios en la Argentina están dolarizadas, por lo que la devaluación no trae ninguna ventaja competitiva". Por otro lado, Venutolo aseguró que más allá del tipo de cambio, "el bien más importante es la previsibilidad". Y en ese sentido advirtió que "hay gente que está metiendo ruido porque sabe que si la actividad económica baja, el resultado electoral será favorable a sus intereses". En cuanto a la reforma de la Ley de Abastecimiento, el empresario metalúrgico aseguró que desde ADIMRA "estamos a favor de un instrumento para que el Estado tenga capacidad de regulación, pero de un modo no abusivo". Periodista: Más allá de ser heterogéneo, en el primer semestre el sector metalúrgico cayó en promedio un 5,8%. ¿Cómo analiza la actualidad? Gerardo Venutolo: Es cierto que el promedio fue negativo, pero también hay que analizar cuáles fueron los subsectores que generaron ese peso hacia abajo. Sin duda uno de esos sectores fue el autopartismo, pero cuando profundizamos qué pasa, no podemos dejar de mirar por qué se produjo esa caída de la actividad. El promedio de la integración que tienen las empresas terminales con autopartes nacionales es del 20% al 25%. Con lo cual, aun habiendo una caída de ventas por razones de mercado y de exportaciones a Brasil, la integración nacional, si se corrige algunos puntos hacia arriba, resuelve el tema del autopartismo metalúrgico. El promedio de integración es bajo en muchos casos por un tema de costos y en otros por una cuestión de productos que no se fabrican en el país, por lo que se requiere una vocación de las terminales para el desarrollo de proveedores nacionales. Por otro lado, desde ADIMRA hemos dicho que hay que apoyar al programa Pro.Cre.Auto porque si mejora la demanda nacional, no hay por qué menospreciarlo. P.: Además de Brasil, ¿qué otros problemas tiene la industria? G.V.: El desafío es la competitividad y claramente la competitividad no se resuelve con el tipo de cambio; se resuelve con una serie de acciones integrales que hay que realizar. Algunas son intraempresas y otras requieren que las aporte la macroeconomía. Otro aspecto está vinculado a la matriz de insumo, que en muchos casos está descalzada del promedio internacional en sus costos. En ese rubro coloco el costo del acero en la Argentina y esto, sin echar culpas, simplemente es una realidad que hay que resolver. El sector siderúrgico no está adentro de ADIMRA, pero es muy importante que haga también un análisis, haga propuestas y aporte una solución porque aguas abajo estamos nosotros, que por más que hagamos deberes intra-empresa y que algunos temas de macroeconomía estén resueltos no vamos a tener productos metalúrgicos competitivos si no tenemos un acero a precio competitivo; hoy el acero en la Argentina es uno de los más caros del mundo. P.: Es un tema a abordar desde la cadena de valor y de forma articulada... G.V.: Apreciamos mucho que haya un sector siderúrgico nacional; entiendo que es positivo que sea privado. Decir que necesitamos acero al precio internacional no es hablar mal de la siderurgia, no es querer que haya ninguna acción del Estado sobre la siderurgia, más que articular para tener un precio competitivo. P.: La devaluación de enero ya se absorbió, ¿cómo analiza hoy el tipo de cambio? G.V.: Hace un año dije que no tengo la esperanza de que la competitividad me la traiga el tipo de cambio, porque el valor más importante que requiere un industrial metalúrgico es la estabilidad en las reglas de juego. El bien más importante es la previsibilidad. Si yo sé cómo es el escenario mañana, tomo decisiones hoy; si yo no sé qué va a pasar mañana, espero para ver qué pasa. Y éste es el problema que tenemos hoy en la Argentina, las dudas sobre el mañana más que el tipo de cambio. La falta de previsibilidad nos está trayendo un freno a las decisiones y el freno a las decisiones impacta en la actividad. Creo que se le está cargando mucho al tipo de cambio y se deja de lado la previsibilidad. El corrimiento del tipo de cambio que hubo en enero se diluyó. Hubo una competitividad ganada promedio de un 10%, pero la realidad es que muchas listas de precios en la Argentina están dolarizadas, por lo que la devaluación no trae ninguna ventaja competitiva. La matriz de costos de una pyme metalúrgica debe estar, salvo la mano de obra y algunos insumos, toda dolarizada. Conclusión, el 70% de los costos en promedio están dolarizados. P.: ¿A qué atribuye la falta de previsibilidad? G.V.: Entiendo que podrían haberse tomado medidas con más acierto, pero sin duda hay mucha gente preocupada en meter ruido. Entonces, ese ruido asusta, y eso paraliza a la economía. Hay gente que está metiendo ruido porque sabe que si la actividad económica baja, el resultado electoral será favorable a sus intereses. P.: El sector tiene 25 mil empresas que generan 300 mil puestos de trabajo, ¿cómo está el empleo? G.V.: Hay una caída del empleo interanual de entre el 1% y el 2%; obviamente preocupa esto. Por eso, es un momento en donde tratamos de buscar también otros vectores que impulsen la actividad metalúrgica como los sectores de energía, nuclear, minero y ferroviario. P.: ¿Cómo cree que seguirá la situación del sector metalúrgico? G.V.: Analizo que esta coyuntura se va a dar vuelta. El sector automotor va a volver a mostrar su dinamismo. Las terminales se están dando cuenta de que el Pro.Cre.Auto es un instrumento idóneo, que tendrán que plantearle al Gobierno otras dificultades que tienen que resolver, pero dinamizar la demanda es un tema esencial para todo sector. Interpreto que la construcción, que es un vector dinámico para la metalúrgica, también está encontrando su piso para volver a ser un sector interesante para volcar el ahorro de muchos argentinos. Otro sector que impulsa mucho es el del petróleo; YPF está haciendo un muy buen trabajo, nosotros estamos articulando para que la industria nacional participe lo mejor posible. Si la Argentina en un escenario de cuatro o cinco años a futuro tiene la soja como un motor de entrada de divisas y resuelve su balanza negativa petrolera y gasífera y la transforma en positiva o neutra podemos tener todo lo contrario de ahora. Y qué hace un inversor de largo plazo inteligente, no espera que eso ocurra, toma posición antes. Interpreto que cuando en la Argentina estos ruidos mal intencionados se apaguen un poquito vamos a tener un flujo de inversiones que van a cambiar el humor y la dinámica que estamos viendo en estos momentos. P.: ¿Qué evaluación hace del comercio administrado y de las trabas en las importaciones? G.V.: ADIMRA es una caja de resonancias. Nosotros teníamos muchos reclamos para hacer gestiones para destrabar DJAI. Hoy esos pedidos están en su nivel más bajo. Las empresas que poseen un programa de producción, que es un requerimiento normal que pide la Secretaría de Comercio Exterior cuando uno se da de alta para pedir DJAI, no tienen ningún problema salvo algún tema puntual. En el sector metalúrgico para los insumos, en el 99,9% de los casos no es un problema de dólares, es un problema de producción o no producción. En el caso de los insumos no producidos por la industria argentina gestionamos que no haya ningún problema. P.: ¿El balance del comercio administrado es positivo? G.V.: Es positivo y necesario para los metalúrgicos. Sin un comercio administrado hoy gran parte de la industria metalúrgica estaría destruida. Lo decimos y lo estamos comentando cuando tenemos diálogo con todos los espacios políticos. Los metalúrgicos una de las cosas que vamos a pedir es que la administración del comercio siga con un criterio siempre apropiado e inteligente, que no sea una traba caprichosa. P.: La nueva Ley de Abastecimiento dejó afuera las pymes, ¿cómo la evalúa? G.V.: Ley de Abastecimiento es el nombre viejo. En cuanto a la ley que la va a reemplazar tenemos una posición equilibrada. Hacemos observaciones, muchas de ellas se tuvieron en cuenta; de hecho el tema de las pymes se tuvo en cuenta, pero creemos que el Estado necesita un instrumento para resolver los casos de abuso de empresas dominantes. Así como entendemos que no debe haber abuso por parte de las empresas dominantes tampoco tiene que haber abusos por parte del Estado. Estamos a favor de un instrumento para que el Estado tenga capacidad de regulación, pero de un modo no abusivo. «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» En primera persona "Si vamos a doblar y cortar chapa es probable que no tengamos futuro los metalúrgicos; ahora, si vamos a fabricar equipamiento para la energía nuclear o el sector del petróleo, es muy probable que seamos sustentables a lo largo del tiempo, más allá del tipo de cambio"."La realidad es que muchas listas de precios en la Argentina están dolarizadas por lo que la devaluación no trae ninguna ventaja competitiva"."Así como entendemos que no debe haber abuso por parte de las empresas dominantes tampoco tiene que haber abusos por parte del Estado"."Los industriales tenemos que hacer una fuerte mirada introspectiva y apostar por la Argentina. Hoy la Patria se hace apostando por la industria, invirtiendo en país y no sacando la plata afuera"."Hay gente que está metiendo ruido porque sabe que si la actividad económica baja, el resultado electoral será favorable a sus intereses". «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» "Es un momento en que hay que escuchar mucho" Periodista: En el contexto actual, ¿cuál es el eje de su gestión? Gerardo Venutolo.: Estoy tratando de escuchar a todas las voces, porque ADIMRA es una entidad de 25 mil empresas, 40 cámaras sectoriales, 20 regionales y, obviamente, no pensamos todos lo mismo. Trato de escuchar, lo cual me lleva mucho tiempo; eso también tiene que ver con tener la menor exposición pública posible, porque claramente muchas veces mi posición personal puede no coincidir con la decisión que toma la entidad y tengo que respetarla. El error de muchos dirigentes es llevar la posición personal como declaración pública y después viene la colisión cuando se dan vuelta y ven a las bases. ADIMRA tiene sus bases que son las que me eligieron y tengo que considerar lo que opinan. Hoy es un momento en que hay que escuchar mucho, ser muy cauto para no dejar de dialogar para que todos puedan saber que su opinión es tenida en cuenta, y la entidad toma la decisión de la mayoría. Pero eso requiere de mi parte un esfuerzo importante, que lo hago con mucho agrado porque es la única manera en este momento de estar al frente de la entidad. P.: ¿La cuestión tecnológica ha mejorado en estos años? G.V.: Ha mejorado. De hecho ADIMRA está trabajando para la creación de un centro tecnológico en el Parque Industrial de Florencio Varela. Con una inversión que supera los $ 30 millones ya se está haciendo el anteproyecto. Esto muestra la vocación que tenemos los metalúrgicos, sabiendo que gran parte del desafío de competitividad es resolver el tema tecnológico. Pero por eso también queremos pedir al mundo que nos rodea el esfuerzo para acompañarnos teniendo insumos a precios competitivos y teniendo condiciones de previsibilidad. P.: Usted asumió en abril del año pasado, ¿los desafíos que tenía para su gestión se van cumpliendo? G.V.: Los mandatos en ADIMRA son de dos años, el año próximo voy a repasar unos meses antes lo que yo me tracé en el discurso de asunción, pero claramente el fortalecimiento interno de la entidad en forma profesional era uno de los desafíos. Es un continua preocupación que la entidad tenga los cuadros profesionales necesarios porque los dirigentes estamos a tiempo parcial, ad honorem y no podemos descuidar nuestra empresa. Esto es un esfuerzo doble porque en el tiempo que estoy acá, inevitablemente descuido mi actividad en la pyme, pero uno lo hace porque sabe que en la mejora del medioambiente general se puede desarrollar la propia empresa. Si estoy en un desierto estoy condenado a la muerte, pero si estoy en un bosque verde voy a poder desempeñarme mejor. Trabajo para que los metalúrgicos tengamos un bosque verde. El otro desafío es fortalecer el valor agregado tecnológico para metalúrgicos como única salida a la sustentabilidad hacia la competitividad. Si vamos a doblar y cortar chapa es probable que no tengamos futuro los metalúrgicos; ahora, si vamos a fabricar equipamiento para la energía nuclear o el sector del petróleo, es muy probable que seamos sustentables a lo largo del tiempo, más allá del tipo de cambio. P.: Para el Día de la Industria, hay dirigentes industriales que dijeron que no tenían nada que festejar. ¿Le preocupa esta disparidad de pensamientos? G.V.: Sí, me preocupa mucho la posición que había tomado la UIA. De hecho, ADIMRA planteó dos disconformidades. Por un lado, que la UIA rechazara el proyecto de Ley de Abastecimiento, porque en la vida hay que ser proactivo, tengo que decir por qué no estoy conforme con algo y presentar un proyecto alternativo. Y el otro tema es que el Día de la Industria es el encuentro de los industriales, en el que el Gobierno nos dice cuál es su política de Estado para la industria, es un error muy grande desechar eso. Creo que el presidente de la UIA (Héctor Méndez) se dio vuelta y vio que todas las cámaras iban a ir y se dio cuenta de que quedaba descalzado de las bases totalmente. El Día de la Industria más que un festejo es un encuentro de los industriales que por las complejidades de la actividad muchos nos vemos una vez al año. Es un evento social que hay que valorizarlo como tal, en el que el Gobierno nos dice cuál es su mensaje a la industria. La Argentina, para dar trabajo a 40 millones necesita ser industrial. Sin industria seguro que la desocupación no es el 7%. Por lo tanto, hay que fortalecer la industria y desarrollarla. El modelo que me gustaría replicar es el de los Estados Unidos, con un campo fuerte, una industria fuerte y ahora un petróleo fuerte, y no peleándose entre sí. Es importante que trabajemos en conjunto como única posibilidad de un país mejor. Los industriales tenemos que hacer una fuerte mirada introspectiva y apostar por la Argentina. Hoy la patria se hace apostando por la industria, invirtiendo en el país y no sacando la plata afuera.