Reflexiones sobre la primera ronda de negociaciones TLC con los EEUU Por José Pineda y Stefania Scandizzo Los países andinos, con la excepción de Venezuela, han apostado por los Tratados de Libre Comercio (TLCs) como la herramienta para incrementar y mejorar su inserción en la economía global. A pesar de los beneficios que estos tratados podrán traer a los países andinos, es importante destacar que los mismos no son una panacea, y resultaría un gran error pasar por alto otras oportunidades de inserción comercial. Este es el caso de la participación en la Ronda de Doha y la mayor integración regional, además de las reformas complementarias necesarias para garantizar una mayor competitividad (como por ejemplo las reformas laborales, tributarias y aduaneras, y el fomento de la capacidad de innovación y adopción de tecnología de los países de la región). Esta nota trata de dar una revisión a los principales aspectos asociados a las negociaciones de los TLCs entre tres países andinos (Colombia, Ecuador y Perú) y EEUU, aún en una etapa muy preliminar, pero es posible anticipar que las negociaciones serán un poco duras. Todo dependerá de la habilidad de negociación conjunta de los países, y del nivel de compromiso del sector privado y la sociedad civil en los países para poder sacarle el mejor provecho a las oportunidades, para así poder afrontar los retos y sacrificios que las negociaciones implican. Hechos: El martes 18 de mayo en Cartagena de Indias se iniciaron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos. Esta es la primera de lo que serán probablemente 8 rondas de negociación. El objetivo de este primer encuentro fue simplemente fijar las reglas del juego, y posteriormente se irán estableciendo las posiciones de los negociadores. El inicio real de las negociaciones entrará en forma el próximo mes en Atlanta, Estados Unidos (del 14 al 18 de junio). El resto de las reuniones tendrá un calendario bastante apretado, con reuniones mensuales distribuidas entre los países andinos y EEUU. Las discusiones se hacen en catorce mesas de negociación con la siguiente temática: Acceso a mercados industriales y textiles, acceso a mercados aduanas y normas de origen, agricultura, asuntos ambientales, asuntos laborales, competencia y compras públicas. Adicionalmente: cooperación técnica, inversión, medidas sanitarias y fitosanitarias y otros servicios: propiedad intelectual, servicios financieros, solución de controversias, asuntos institucionales y salvaguardias. Negociación Conjunta, de un enfoque bilateral a uno plurilateral En este sentido es importante destacar como aspecto positivo dentro de las negociaciones el hecho de que los países andinos están tratando, en la medida posible, tener posiciones conjuntas en muchas de las áreas de negociación, ya que consideran que dicha estrategia fortalece su posición negociadora y les permitirá tener un mayor aprovechamiento de las oportunidades que se presenten a la firma de un TLC con EEUU. El manejo conjunto de las negociaciones se reflejará positivamente en la parte normativa del acuerdo, lo cual podrá ayudar a la adopción de los cambios regulatorios que se requieran, facilitar su adopción por parte del sector privado y reforzar la normativa conjunta existente a nivel de la comunidad andina. Sin embargo, esto no necesariamente implica que al final existan tres acuerdos bilaterales, dadas las especificidades de cada uno de los países en términos de sus estructuras productivas y de exportación. Creación de Capacidad comercial (financiamiento de los programas de apoyo a la competitividad) Entre los beneficios de un tratado de libre comercio con EEUU, es significativo destacar la importancia de su compromiso con el tema de creación de capacidad relacionada al comercio (trade capacity building). De hecho ésta fue una de las novedades importantes del acuerdo de libre comercio entre EEUU con los países de Centro América (CAFTA por sus siglas en inglés), donde se dio un compromiso por parte de EEUU para la asignación de 61 millones de US$ en 20031. Además, CAFTA ha servido de catalizador para nuevos fondos destinados a la creación de capacidad de comercio por parte de los organismos multilaterales. En los países andinos, las negociaciones para los TLC ya han generado la aprobación de un préstamo de corto plazo por parte de la Overseas Private Investment Corporation (OPIC) por la cantidad de $54 millones para iniciativas de microfinanzas. Mayor coordinación y participación del Sector Privado Adicionalmente, las negociaciones del TLC han optado por darle una mayor participación al sector privado. En este sentido, al igual que el esfuerzo hecho por las delegaciones oficiales de buscar los mayores puntos de coincidencia, los empresarios de los tres países andinos han decidido ir en bloque a la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Es por ello que han decidido crear una instancia andina de coordinación de las posiciones en los temas de negociación a nivel privado. Lamentablemente, ha surgido un punto de preocupación en este primer encuentro, ya que la negociadora norteamericana ha pedido confidencialidad en algunos temas claves que no deberán ser revelados a los empresarios de los países. Sin embargo, la capacidad de coordinación entre el sector público y privado es una decisión que depende más de los países que de los EEUU, así como de la organización y coordinación que el propio sector privado de los países andinos pueda alcanzar. 1 United Status Trade Representative, “Free Trade with Central America: Summary of the US-Central America Free Trade Agreement”, Trade Facts, 17-12-2003. Acuerdo puede tener un lapso de 15 años de implementación Los planteamientos iniciales en torno al lapso establecido para la eliminación total de los aranceles en el intercambio con Estados Unidos podría estar alrededor de 15 años. Esto representa un punto intermedio entre los lapsos máximos establecidos en los acuerdos comerciales de Estados Unidos con Centroamérica (donde se estableció en un lapso máximo de 18 años) y con Chile (lapso de 12 años). Agricultura, tema clave en la negociación del TLC Los tratados CAFTA (Central American Free Trade Area) y del TLC Chile-EEUU son importantes para los andinos, ya que sirven de base para las negociaciones con EEUU. Como resultado principal en ambos acuerdos se logró la liberalización completa en los mercados agrícolas, sin embargo, no se incluyen medidas para limitar (o eliminar) los subsidios estadounidenses a los productores locales, tema que EEUU prefieren discutir en el ámbito de la OMC. Para los países andinos, la reducción de los subsidios agrícolas en EEUU representan un elemento clave, dado que una liberalización sin la eliminación de éstos se traducirá en una fuerte competencia para los productos locales, mientras que las preferencias de ATPDEA ya garantizan prácticamente el acceso libre de aranceles a los productos agrícolas andinos en EEUU. En este sentido, es importante mencionar que los países de la región no pueden descuidar el frente de las negociaciones multilaterales, donde todo parece indicar que se estaría avanzando para lograr un acuerdo que facilite las negociaciones (principalmente entre EEUU y Europa) y permita la mayor liberación de este sector. Esto último es clave para los países andinos, ya que con una agenda de negociación tan exigente como la planteada, y dado que los recursos son escasos, se impondrá una fuerte presión en los negociadores comerciales de los países andinos en distintos frentes. Temas que indican posición inicial de negociación relativamente “dura” por parte de EEUU EE.UU. planteará eliminar Drawback en negociación de TLC Unos de los aspectos que se espera será planteado por EEUU en el marco de las negociaciones del TLC con los países andinos (Colombia, Ecuador y Perú) es la eliminación del beneficio de devolución de impuestos a las exportaciones por parte de los países andinos. Sin lugar a dudas que este tipo de consideración plantea un punto de partida para las negociaciones norteamericanas, que limitará el campo de acción de los países en términos de las políticas de promoción de las exportaciones. Esto ocurre sobretodo cuando se toma en cuenta la existencia de apoyo significativo a los productores y exportadores norteamericanos en áreas que le son sensibles (por ejemplo, el sector agrícola). Propuestas de cobros de impuesto a remesas de inmigrantes latinoamericanos Adicionalmente, en el congreso norteamericano surgió la propuesta de cobrar un impuesto del 5 por ciento de las transferencias que los inmigrantes latinoamericanos hacen a sus países de origen. Esta iniciativa, que aún no es un proyecto de ley, ha sido presentada por el congresista republicano Tom Tancredo, esto en el marco del reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde se indica que los inmigrantes de América Latina y el Caribe podrían enviar este año a sus países unos 30.000 millones de dólares en remesas. A pesar de que esto no afecta exclusivamente a los países andinos, es algo que sin lugar a dudas deberá ser discutido durante las negociaciones de los TLCs. Estas dos iniciativas destacan la necesidad de unificación en los esfuerzos por parte de los países, específicamente a través de una negociación conjunta. Dicha estrategia resultaría de gran utilidad para poder negociar efectivamente un mayor margen de maniobra a nivel de las políticas de apoyo a sectores, e impedir la aplicación de medidas impositivas a las remesas que los países andinos reciben desde EEUU, remesas que cada día representan una fuente más importante de recursos para los países de América Latina en general, y de los andinos en particular. Agenda pendiente Finalmente, el hecho que las negociaciones de los TLCs estén avanzando en la mayoría de los países de la región, implica que el proceso de negociación del ALCA se ve diluido, ya que los países interesados en una mayor integración con EEUU están avanzando bilateralmente, mientras que aquellos países que no quieren el ALCA, o los más escépticos los que quedarían en la negociación. Algo clave que deben entender los países de la región, es que parte importante de los potenciales beneficios de un acuerdo como el ALCA están asociados al logro de una mayor apertura internamente en la región. De no avanzarse en este frente hemisférico, quedaría pendiente avanzar aún más en el proceso de integración subregional, para eliminar las barreras existentes y facilitar el crecimiento del comercio entre los países de la región. Mayo 2004