LOS DERECHOS DE LA POBLACIÓN DESPLAZADA Refugiados

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LOS DERECHOS DE LA POBLACIÓN
DESPLAZADA
Refugiados, solicitantes de asilo, migrantes y
desplazados internos
Índice AI: POL 33/001/2004
Páginas 1 y 2
[Cuadro de texto]
Amnistía Internacional es un movimiento mundial de activistas cuyo objetivo es contribuir a que se observen en todo el
mundo los derechos humanos proclamados en las normas internacionales. Es independiente de todo gobierno, ideología
política o credo religioso.
Su misión consiste en realizar labores de investigación y acción centradas en impedir y poner fin a los abusos graves contra
el derecho a la integridad física y mental, a la libertad de conciencia y de expresión y a no sufrir discriminación, en el contexto
de su labor de promoción de los derechos humanos.
Su labor en pro de la libertad de todos los presos de conciencia y de que se juzgue con las debidas garantías procesales a
todos los presos políticos y en contra de la tortura y de la pena de muerte es bien conocida. La organización lleva muchos años
defendiendo además los derechos de los refugiados, los solicitantes de asilo y los desplazados internos. Actualmente,
Amnistía Internacional defiende los derechos de toda la población desplazada que está expuesta a sufrir abusos graves contra
sus derechos humanos.
[Fin de cuadro de texto]
[Pie de foto]
Fotografía de portada: Refugiados en Liberia de camino a su hogar en Sierra Leona, 2 de marzo de 2002. © AP/Christine
Nesbitt
[Fin de pie de foto]
¿Por qué defender los derechos de la población desplazada?
Cada día, muchas personas abandonan su hogar, su comunidad, su país. Unas lo hacen por miedo: temen
por su vida, por la de sus hijos y seres queridos. Otras dan ese paso obligadas por su situación social o económica.
Como toda persona, los refugiados, los solicitantes de asilo, los migrantes y los desplazados internos
tienen derechos humanos. Tienen el derecho a no sufrir discriminación.
Las personas que se desplazan se ven obligadas con frecuencia a vivir en condiciones de miseria, ya sea en
campos para desplazados, en asentamientos o en zonas urbanas. Están expuestas a sufrir abusos y distintas formas
de explotación, incluida, en el caso de las mujeres y niñas, la explotación sexual. Sus vidas están trastocadas;
muchas de estas personas tienen que separarse de sus familias.
Pese a todo, en el mundo entero, gobiernos y medios de comunicación siguen refiriéndose a ellos como
problema, incluso tachándolos de "terroristas", cuando en realidad no son más que personas que huyen de los
abusos graves contra sus derechos humanos o que buscan cierta seguridad económica para sus familias. Los
debates más enardecidos sobre la población desplazada apenas tienen en consideración las crisis políticas o de
derechos humanos de las que han huido. Además, los complejos sistemas de control de la inmigración implantados
por los gobiernos dan fe de su empeño por impedir incluso la entrada en su territorio a los refugiados, los
solicitantes de asilo y los migrantes.
¿Qué es ser refugiado?
Un refugiado es el resultado de la falta de protección de los derechos humanos por parte de un gobierno.
En virtud de la Convención de la ONU sobre el Estatuto de los Refugiados, adoptada en 1951, los Estados tienen la
obligación de proteger a las personas que en caso de retornar a su país de origen corran peligro de sufrir abusos
graves contra sus derechos humanos por ser quienes son o por sus creencias y lo que es más importante, no deben
devolverlas a sus países.
¿Qué derechos tienen los refugiados?
Como todas las personas, los refugiados también tienen derechos humanos. Pero además, tienen derechos
porque son refugiados, condición que los hace merecedores de protección internacional. La Convención sobre el
Estatuto de los Refugiados y otros tratados internacionales de derechos humanos proclaman el derecho de los
refugiados a contar con:
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protección contra toda discriminación;
libertad de religión;
documentos de identidad y documentación para viajar;
trabajo, vivienda, educación y asistencia humanitaria;
protección contra sanciones penales por entrada ilegal;
libertad de circulación.
Un aspecto importante es que los refugiados deben tener acceso a una solución duradera para su situación,
que puede consistir en la integración local en el país de asilo, su reasentamiento en otro país o la repatriación
voluntaria a su país de origen. Si se opta por esta última posibilidad, debe hacerse con garantías de seguridad y
dignidad, y con pleno respeto a los derechos humanos, dado que la experiencia demuestra que, si la situación de un
país sigue siendo inestable, las personas que retornan pueden verse obligadas a abandonar de nuevo sus hogares.
[Pie de foto]
Una refugiada palestina pasa junto a un bloque de apartamentos destruido por los ataques del ejército israelí contra el campo
de refugiados de Jan Yunis, en la Franja de Gaza, Territorios Ocupados, diciembre de 2001. © Brendan Corr/Panos Pictures
[Fin de pie de foto]
Páginas 3 y 4
[Cuadro de texto]
Refugiados en África Occidental: Liberia y Costa de Marfil
El recrudecimiento de los combates en Liberia en junio de 2003 exacerbó la ya terrible situación humanitaria y de derechos
humanos en que se encontraban cientos de miles de desplazados internos y refugiados de países vecinos.
A medida que las fuerzas armadas de oposición ganaban terreno, muchos desplazados y refugiados establecidos en
campos de las afueras de la capital de Liberia, Monrovia, intentaron desesperadamente llegar al centro de la ciudad. En un
estadio hubo hasta 30.000 personas refugiadas, en condiciones intolerables, agravadas por el comienzo de la estación de las
lluvias, y sin disponer de ningún tipo de ayuda, pues los colaboradores de organizaciones internacionales de ayuda
humanitaria se habían visto obligados a marcharse.
Como los enfrentamientos se multiplicaban y la ayuda internacional no podía llegar a numerosos lugares de Liberia, unos
23.000 refugiados liberianos y marfileños se vieron obligados a huir a la vecina Costa de Marfil. A los refugiados liberianos
residentes en centros de tránsito creados en la capital marfileña, Abiyán, se los empezó a asociar indiscriminadamente con
grupos armados de oposición marfileños y a agredir y acosar. El refugiado liberiano Lawson Beh describe cómo le propinaron
una paliza en Abiyán el 19 de febrero de 2003:
“Cuando hablé en inglés en el mercado, unos hombres jóvenes marfileños me acusaron de ser un ‘agresor’ y dos de ellos
me propinaron una paliza. Desde que sufrí esta agresión, mi hija de nueve años de edad no se atreve a salir del campo de
tránsito de Attoban”.
[Fin de cuadro de texto]
[Pie de foto]
Solicitantes de asilo aguardan con sus impresos a las puertas de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) en Kuala Lumpur, Malaisia, julio de 2002. © AP Photo/Teh Eng Koon
[Fin de pie de foto]
¿Qué es ser solicitante de asilo?
Un solicitante de asilo es toda persona que ha abandonado su país pero no se le ha concedido protección
como refugiado. La ausencia de reconocimiento formal de su condición no supone que los solicitantes de asilo no
tengan derecho a la protección que prevé el derecho internacional en materia de refugiados.
¿Tienen derechos los solicitantes de asilo?
Sí. La Declaración Universal de Derechos Humanos establece en su artículo 14: "toda persona tiene
derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país".
A los solicitantes de asilo se los debe considerar refugiados, a menos que se determine que no precisan
protección internacional.
Amnistía Internacional se esfuerza para lograr que a los solicitantes de asilo:
no se les prohíba la entrada en un país para solicitar asilo;
se les proporcione acceso a un procedimiento justo para la determinación de su condición de refugiados;
no sean objeto de detención ilegal;
se les permita mantener contactos con su familia, amigos y abogados, y con intérpretes y organizaciones que
puedan ayudarles (como la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados,
ACNUR);
se les permita tener acceso a derechos económicos, sociales y culturales fundamentales, como por ejemplo al
trabajo, a la educación y a la asistencia médica.
Amnistía Internacional no se opone a la devolución de los solicitantes de asilo a los que no se les reconoce
la condición de refugiados, siempre que previamente hayan tenido acceso a un proceso justo y satisfactorio para la
determinación de tal condición, y que su devolución se lleve a cabo en condiciones de seguridad, dignidad y con
pleno respeto a sus derechos humanos.
[Cuadro de texto]
Detención de solicitantes de asilo
Los solicitantes de asilo son a menudo detenidos ilegalmente en los países a los que se dirigen en busca de seguridad. En
ocasiones los detienen de manera automática durante periodos prolongados, sin importar su edad. También a los refugiados y
migrantes los detienen en varios países. La detención puede tener graves repercusiones en la salud mental de los detenidos,
sobre todo cuando se trata de niños. Entre los países que detienen a solicitantes de asilo menores de edad que llegan sin
documentos figuran Australia, Estados Unidos, Malaisia, Reino Unido y Tailandia.
[Fin de cuadro de texto]
[Pie de foto]
Policías antidisturbios en el polémico centro de detención de Woomera, en Australia, 2002. Hoy este centro está cerrado. Las
autoridades australianas mantienen a cientos de solicitantes de asilo privados de libertad durante meses, en ocasiones durante
años, sin permitir que se lleve a cabo un examen independiente de la legalidad de su detención. © Particular
[Fin de pie de foto]
[Cita]
El Comité Estadounidense para los Refugiados calcula que en el mundo hay 13 millones de refugiados y solicitantes de
asilo, lo que supone el 0,2 por ciento de la población mundial, que actualmente se cifra en 6.300 millones. La mayoría se
encuentran en África, Asia y Oriente Medio, donde representan un total aproximado de 9,2 millones.
[Fin de cita]
Páginas 5 y 6
¿Qué es ser migrante?
En términos generales, un migrante es una persona que se encuentra en un país distinto del
suyo de origen, ya sea con carácter temporal o permanente. Algunos se desplazan
voluntariamente. Otros pueden haberse visto obligados a marcharse por las dificultades que
debían afrontar en su país de origen. Y otros se desplazan por distintos motivos. Los refugiados y
los solicitantes de asilo constituyen una categoría específica de migrantes.
[Cita]
Se calcula que en el mundo hay 175 millones de migrantes, lo que representa aproximadamente el 2,8 por ciento de la
población mundial.
[Fin de cita]
¿Tienen derechos los migrantes?
Sí. Como todas las personas, los migrantes también tienen derechos humanos, entre ellos el derecho a la
vida, a no ser detenidos arbitrariamente, a no ser torturados y el derecho a un nivel de vida adecuado. Existen
diversas normas jurídicas internacionales sobre los derechos de los trabajadores migratorios, como los Convenios
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La Convención Internacional sobre la Protección de los
Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, que entró en vigor el 1 de julio de 2003,
constituye un hito importante en el reconocimiento de los derechos de los migrantes.
¿Qué es ser desplazado interno?
Los desplazados internos son personas que huyen de un lugar a otro dentro de un mismo país. Pueden
haber abandonado su lugar de origen a causa de la guerra, el hambre, la “depuración étnica” o la persecución
religiosa. La principal diferencia entre los desplazados internos y los refugiados es que los primeros no han
cruzado una frontera, por lo que no pueden acogerse al derecho internacional de los refugiados para reclamar
protección.
El número de desplazados internos que hay en el mundo duplica con creces al de refugiados. Sólo en Colombia,
se calcula que hay unos tres millones.
[Cita]
El número de desplazados internos asciende actualmente a cerca de 21,8 millones, lo que representa el 0,3 por ciento de la
población mundial. La mayoría se encuentran en África, Asia y Oriente Medio, que en total albergan aproximadamente
19,6 millones de desplazados internos.
[Fin de cita]
¿Tienen derechos los desplazados internos?
Sí. Los desplazados tienen derechos, como cualquier otro ciudadano. Aunque sus gobiernos están
obligados a proteger sus derechos humanos, en muchos casos no pueden o no quieren brindarles esta protección.
Con objeto de que quedase claro que los desplazados internos sí tienen derechos, y para recordar a los gobiernos su
obligación de proteger a estas personas, la ONU adoptó los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos,
que ofrecen un marco de protección fundamentado en el derecho internacional.
[Pie de foto]
Trabajadores de la construcción en Jimki, Federación Rusa, se enfrentan a su expulsión a Tayikistán, noviembre de 2002.
©Mikhail Solovyanov/Moscow Times
[Fin de pie de foto]
[Pie de foto]
Niños desplazados internos de la Comunidad de Paz del municipio de San José de Apartadó, Colombia, en 1999. Esta
comunidad se creó para hacer valer el derecho de la población civil a mantenerse al margen del conflicto. Muchos de sus
líderes han perdido la vida, la mayoría a manos de fuerzas paramilitares respaldadas por el ejército. © Particular
[Fin de pie de foto]
El derecho de la población desplazada a retornar
Muchos refugiados y desplazados internos desean retornar a sus hogares, pese a los abusos contra los
derechos humanos que los obligaron a huir o al número de veces en que han tenido que desplazarse. Un factor que
influye de manera decisiva a la hora de tomar la decisión de retornar es la seguridad, especialmente si los
responsables de los abusos contra los derechos humanos de que fueron objeto continúan en la zona donde se halla
su hogar o si ocupan cargos de poder.
También es importante el hecho de que puedan recuperar la posesión de sus propiedades u obtener una
reparación. En Afganistán, Angola, Burundi, Chechenia (Federación Rusa), Colombia, Irak y Timor Oriental, el
problema de la recuperación de propiedades sigue siendo un factor complejo y decisivo a la hora de asegurar el
retorno de los refugiados y desplazados internos en condiciones seguras, dignas y sostenibles.
[Cuadro de texto]
Trata de personas
A Tatiana le habían prometido un empleo como limpiadora en un hotel del centro turístico de Eilat, en Israel. Iba a ganar
suficiente para mantener a su madre y a un hijo de seis años de edad que se habían quedado en Bielorrusia. Pero cuando llegó
a Israel, en abril de 1998, la llevaron a un burdel y la obligaron a trabajar en la prostitución. Le dijeron que tendría que
devolver el dinero correspondiente a su “precio de venta” y los gastos ocasionados por el viaje.
Tatiana fue aprehendida en una redada policial y detenida por su condición de inmigrante ilegal. En un principio, se negó
a prestar declaración porque la habían amenazado. Los traficantes de Bielorrusia habían tenido acceso a los datos contenidos
en su pasaporte y conocían la dirección de su familia. Tatiana fue expulsada posteriormente del país.
La trata de personas constituye un abuso contra los derechos humanos que se comete en todos los continentes, y que
encuentra terreno abonado durante los conflictos y en el periodo subsiguiente.
[Fin de cuadro de texto]
[Contraportada]
¿Qué hace Amnistía Internacional?
Amnistía Internacional trabaja en favor de la protección y promoción de los derechos humanos de la
población desplazada, para lograr que se garanticen sus derechos y para reforzar la protección que se les brinda en
su país de origen, en los lugares de tránsito y en los países de asilo y de destino. La organización saca a la luz
pública los abusos contra los derechos humanos que obligan a las personas a abandonar sus hogares y las
deficiencias que se observan posteriormente en su protección.
Activistas de Amnistía Internacional de todo el mundo realizan actividades de captación de apoyos ante
sus gobiernos para que se cambien las leyes, las políticas y las prácticas. Colaboran con otras organizaciones para
proteger los derechos de la población desplazada.
Amnistía Internacional trata de influir en el establecimiento de políticas y normas internacionales. Intenta
fortalecer el marco internacional de protección para la población desplazada, por ejemplo, haciendo llamamientos
a los Estados para que compartan la responsabilidad de esa labor de protección y para que cumplan sus
obligaciones en virtud del derecho internacional.
Los solicitantes de asilo, los abogados y las autoridades encargadas de tomar una decisión respecto de los
procesos de asilo recurren con frecuencia a la información y el análisis que Amnistía Internacional divulga en sus
informes sobre países específicos. Ocasionalmente, Amnistía Internacional emprende acciones sobre casos
individuales o asuntos concretos en la materia. No obstante, eso no significa que la organización represente a
refugiados o solicitantes de asilo individuales.
[Cuadro de texto]
¿Qué puede hacer usted?
Únase a Amnistía Internacional y forme parte de un movimiento integrado por personas de todo el mundo que trabajan para
poner fin a las violaciones de derechos humanos. Ayúdenos a cambiar las cosas.
Consulte
la
página
web
de
http://web.amnesty.org/pages/refugees-index-esl.
Amnistía
Internacional
dedicada
a
los
refugiados:
Únase a la Red de Acción Urgente de Amnistía Internacional.

Haga una donación para respaldar el trabajo de Amnistía Internacional.
Más información
Póngase en contacto con la oficina de Amnistía Internacional en su país, en la dirección que figura en el recuadro inferior.
O visite la página web de Amnistía Internacional sobre refugiados:
http://web.amnesty.org/pages/refugees-index-esl
[Fin de cuadro de texto]
Índice AI: POL 33/001/2004
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