03-Elementos del clima

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Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
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3. ELEMENTOS DEL CLIMA EN ESPAÑA
En el primer capítulo hemos definido clima como la condición característica de
la atmósfera de un lugar determinado, deducida de largos períodos de largas
observaciones. De los diferentes tipos de tiempo que se dan van saliendo los datos
que estudiados a lo largo de un período de tiempo lo suficientemente largo y
significativo, configuran las características básicas de lo que llamamos clima. Los
elementos esenciales que definen un clima son:
– Insolación
– Nubosidad
– Temperatura del aire
– Humedad del aire
– Presión atmosférica
– Vientos
– Precipitaciones
Los vamos a estudiar referidos a España.
3.3.1 La insolación es la cantidad de radiación solar total que incide sobre la
superficie en un período de tiempo. En el capítulo 1, al hablar de la temperatura del
aire, hemos señalado algunos de los factores (esfericidad de la Tierra, inclinación del
eje, nubosidad, contaminación...) que influyen en la insolación, aquí sólo trataremos
el factor relieve.
La altitud es importante, pues la atmósfera a mayor altitud se encuentra más
fría, más clara y menos densa, por lo que permite una mayor insolación. La
orientación del relieve (solana: orientado a oriente; umbría: a poniente) es
importante, pues, los rayos caen más próximos a la vertical en la solana que en la
umbría (v. Ilust. 4); y las diferencias de pendiente también influyen, en la medida en
que cuanto mayor es la pendiente menor es el ángulo de incidencia de los rayos del
sol.
Angulo
menor
Umbría
La insolación se suele medir cuantificando las horas de presencia del sol en el
horizonte. Como insolación absoluta
entendemos el número total de horas
de sol al año (también meses, etc...).
En España los valores mínimos se
dan en la zona cantábrica, Galicia y
A mayor
Angulo
pendiente las estribaciones de los Pirineos, con
mayor
menor
menos de 2.200 h/año; los mayores
ángulo
en el Sur con más de 3.000 h/año.
Solana
FIGURA 4. Pendiente e insolación
Por
insolación
relativa
entendemos el porcentaje de insolación efectiva en relación con el máximo posible,
teniendo en cuenta la duración del día (amanecer–ocaso). Las mínimas también se
dan en la zona cantábrica, Galicia y estribaciones de los Pirineos, con menos del
50%; las máximas en el sur de Extremadura, SW del valle del Guadalquivir y la costa
meridional con más del 65%. En Canarias los mínimos se dan al Sur y en Baleares
al Norte.
1
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
Por último, también se estudia la oscilación anual de la insolación, señalando
los meses con mayor y con menor insolación y las diferencias.
3.3.2 La nubosidad es un elemento importante del clima en la medida en que las
nubes impiden que una parte importante de la radiación solar llegue a la superficie
de la tierra, y a su vez, impide que parte del calor/energía irradiada por la Tierra
salga al exterior. En este sentido, la nubosidad suaviza las oscilaciones térmicas. La
cuantificación de la nubosidad se realiza mediante:
a/ Porcentaje medio anual de días cubiertos. Estudiando España se observa
un descenso de N a ESE: en el N tenemos cifras iguales o superiores al 40%, en la
fachada mediterránea, SE de la Meseta, Baleares y Canarias, las cifras son
inferiores al 20%.
b/ Oscilación anual de la nubosidad
. En invierno en la mitad N tenemos
cifras superiores al 30%; en verano, exceptuando puntos de la zona cantábrica,
predominan los días despejados; y en los equinoccios los regímenes son muy
distintos según las zonas.
c/ Número de días de niebla 1 . Las cifras menores las tenemos en la costa
mediterránea y en lugares llanos y expuestos a corrientes de aire. Las mayores en
zonas de montaña, la costa gallego–cantábrica (advección), el Guadalquivir desde
Sevilla a su desembocadura (advección) y los valles del Duero y el Ebro
(irradiación). Se estudian también el rocío 2 y la escarcha 3 .
d/ Los días de calima. Estas se forman en situaciones anticiclónicas o de
pantano barométrico, con el suelo reseco, cuando las partículas de polvo más finas
son elevadas y mantenidas en suspensión por los movimientos ascendentes del
aire, que se forman debido al elevado calentamiento del suelo. Son típicas del
verano y de la España árida.
3.3.3 La temperatura del aire se mide según:
a/ Las temperaturas medias anuales que dependen de la latitud (Hay una
diferencia en España de 4ºC de N a S), de la cercanía al mar (o la facilidad para que
penetren vientos marítimos) y su efecto suavizador y del relieve 4 .
En el mapa de España de temperaturas medias anuales las líneas isotermas5
1
.– La niebla es la condensación del vapor de agua de la atmósfera que sobra cuando se sobrepasa
del punto de saturación, porque se ha producido un proceso de enfriamiento. Debemos recordar que
el punto de saturación es el límite de la cantidad de vapor de agua que puede tener una temperatura
y que disminuye con el frío (v. Capítulo 1). Estudiaremos los dos tipos más comunes de nieblas: a/las
de irradiación, cuando se produce un fuerte enfriamiento del suelo, especialmente en las noches de
días soleados (generalmente del invierno, fin del otoño o principios de la primavera), sin nubosidad,
cuando el suelo irradia o pierde más calor que la atmósfera; b/la de advección, cuando hay una
llegada de aire cálido y húmedo sobre un suelo más frío o, al contrario, de aire frío sobre un substrato
más cálido y húmedo (embalses, ríos...), cuya capa atmosférica enfría.
2
.– Se da el mismo proceso de condensación que en la niebla pero con un mayor enfriamiento, que
provoca el depósito de gotas de agua.
3
.– Igual que el rocío, pero con mayor enfriamiento: congelación de pequeñas gotas.
4
.– Por cada 100 metros de altura la atmósfera se enfría 0,5ºC de promedio. En aire seco la cifra se
eleva a 1ºC.
5
.– Unen puntos de igual temperatura.
2
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
señalan cinco dominios importantes:
Montañoso: con 4ºC o menos.
Cantábrico–gallego: entre 13 y 15ºC.
Costero mediterráneo–balear–costa meridional y valle bajo del Guadalquivir:
más de 15ºC, se incrementa hacia el Sur.
Interior: con la Meseta, que en su zona N da entre 10 y 13ºC, y en la Sur entre
12 y 17ºC (aumento de N a S), y el valle del Ebro con 15ºC.
Canarias que se caracteriza por sus enormes variaciones internas.
b/ Las oscilaciones anuales de temperatura entre el mes más cálido y el mes
más frío. España tiene su máxima en julio (agosto en algunas zonas), que es un mes
caluroso, exceptuando las zonas de montaña y la fachada cantábrico–gallega
(menos de 16ºC). El mes más frío suele ser enero. Podemos señalar tres grandes
dominios:
Cantábrico–gallego–montañoso: con oscilaciones suaves inferiores a 10ºC.
Mediterráneo–costa meridional y valle bajo del Guadalquivir con una
oscilación entre 13 y 15ºC.
Interior: con una fuerte oscilación (más de 15ºC) que nos lleva a hablar de
una cierta continentalidad. Aunque se observa un ascenso de N a S.
c/ Temperaturas extremas: podemos medir las medias de las máximas para
estudiar el grado de rigor de los veranos (en España: disminuye hacia la costa, hacia
el N y en altura), las máximas absolutas, la media de las mínimas (rigor de los
inviernos) y las mínimas absolutas.
d/ Días de heladas, es decir los días en los que la temperatura mínima es
igual o inferior a 0ºC. Observamos que:
– Las zonas costeras tienen menos de 10 días, menos en la costa gallega
y ninguno en la costa meridional.
– Las zonas montañosas superan los 100 días.
– En el interior vemos un aumento de S a N y de W a E.
3.3.4 Humedad del aire, que depende del relieve (a mayor altura, mayor enfriamiento
del aire y descenso del punto de saturación, excepto a grandes alturas), de la
proximidad a superficies líquidas y de la temperatura. Se mide la humedad absoluta 6
y la humedad relativa. Siendo esta la más significativa, es la que vamos a tratar.
La humedad relativa es igual a la cantidad de vapor de agua contenida por
100 partida por el punto de saturación. En España, con promedios anuales,
podemos hablar de tres dominios:
– Húmedo (más del 70%): la zona costera, con una banda más ancha en la
zona cantábrica que en la mediterránea.
– Seco (menos del 65%): zona central de la Submeseta Norte, Submeseta
Meridional, zonas de los valles del Ebro y del Guadalquivir.
– Transición: forma bandas concéntricas de la costa al interior, que son más
anchas en el Este y en el Sur.
6
.– Véase el capítulo 1.
3
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
La oscilación anual de la humedad relativa señala algo parecido: las zonas
costeras tienen menor oscilación (aunque es menor en la costa cantábrica que en la
mediterránea) que el interior, donde es muy alta en invierno y muy baja en verano.
3.3.5 Presión atmosférica. Los niveles que alcanza señala los grados de estabilidad
o inestabilidad de las zonas. La influencia del A de las Azores es fundamental
porque observamos comolos promedios anuales dan cifras que van en disminución
de W a E (donde la posición de B al S y en el Mediterráneo, hace que las cifras
promedio disminuyan más). En la zona interior meseteña la altura de su relieve
obliga a la elevación de las masas de aire y por eso se da una tendencia a la
disminución de la presión.
3.3.6 El viento
– Vientos N y NE: el cierzo
en la cuenca del Duero, la Tramontana en
Cataluña y los alisios en Canarias. En primavera y verano. Son fríos o frescos y
poco húmedos.
– Vientos E y SE: el levante del Mediterráneo, el bochorno en Andalucía, La
Mancha y el valle del Ebro, el solano (SE) en toda PI y el xaloc en Cataluña y
Baleares. En primavera y otoño son templados y húmedos, en verano cálidos y
secos.
– Vientos S y SW: los abregos del oeste peninsular. Los del S son cálidos y
secos, los del SW cálidos y húmedos.
– Vientos W y NW: el cierzo en Aragón, el mestral en la costa catalana y el
gallego o regañón en el valle del Duero. Son templados o fríos y húmedos en la
cordillera cantábrica (pasan al interior secos).
Para un estudio más completo, que no es el caso, habría que analizar las
brisas costeras y de montaña, los vientos urbanos, etc...
3.3.7 Las precipitaciones, representadas en los mapas mediante las líneas isoyetas,
que unen puntos con la misma cantidad de precipitaciones.
a/ Distribución espacial de las pecipitaciones. En general, se puede decir que
los valores medios anuales de España alcanzan cifras aceptables, aunque su
distribución espacial presenta grandes contrastes. Cuatro factores intervienen de
forma decisiva:
1/ La proximidad al mar, ya que conforme avanzamos hacia el interior, las
precipitaciones disminuyen porque las barreras montañosas impiden el paso de
humedad en el viento.
2/ La proximidad al continente africano y sus vientos secos saharianos.
3/ El relieve, a varios niveles: la altitud dispara los mecanismos de
condensación y provoca mayores precipitaciones, lo que provoca que las vertientes
de las cadenas montañosas expuestas a los vientos húmedos (fundamentalmente
las expuestas a los vientos húmedos más frecuentes, que son los de NW y W)
tengan gran cantidad de precipitaciones y las situadas al otro lado sean mucho más
secas (las propias cadena s montañosas hacen de abrigo aerológico).
4/ La formación en la Meseta de células de origen térmico: en invierno células
4
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
A que actúan como abrigo aerológico frente a los vientos húmedos de NW, y en
verano, al producirse un fuerte calentamiento, que origina un elevadísimo punto de
saturación que dificulta la condensación.
Podemos establecer cuatro dominios según los promedios anuales:
1/ España lluviosa: más de 800 mm7 , generalmente más de 1.000, llegando
hasta los 2.500. Abarca la zona que va desde Galicia hasta el Pirineo oriental (hasta
el macizo del Montseny), con vías de penetración hacia el interior a través de los
valles cantábricos, y también los sistemas montañosos.
2/ España de transición: entre 800 y 600 mm. Es la zona de la periferia de la
España húmeda: la vertiente Sur de los sistemas cantábrico y pirenaico, la periferia
del Sistema Central y los bordes de los islotes lluviosos.
3/ España seca: menos de 600 mm. El resto, exceptuando zonas
especialmente áridas, como...
4/ España muy seca: menos de 400 mm (llega a zonas con menos de 200).
La tenemos en el SE peninsular, islotes del valle del Duero y de la Mancha, la zona
oriental del valle del Ebro y pequeñas zonas en las islas.
b/ Distribución anual de las precipitaciones: se puede observar un ritmo a lo
largo del año: el verano es la estación más seca en toda España, por lo que, cuando
hablemos de climas, señalaremos la mediterraneidad de todos los climas españoles.
No obstante, el grado de sequedad es muy diferente en las diversas regiones
españolas. Por lo demás, el resto del año también presenta fuertes contrastes a lo
largo de la geografía española.
En invierno: el mes de diciembre señala el descenso hacia el S de la
circulación zonal, que comienzan a situarse en las latitudes peninsulares, lo que trae
vientos atlánticos húmedos, portadores de precipitaciones, por lo que se producen
lluvias, excepto en el SE español, en áreas del sistema Ibérico y en la cuenca del
Ebro. Enero marca una inflexión que dura hasta febrero: comienza a aparecer el A
térmico europeo–peninsular que hace de abrigo aerológico y hace que los vientos
atlánticos tengan dificultades para barrer la Península Ibérica, excepto la fachada
cantábrica, que recibe muchas precipitaciones.
La primavera va a notar cambios: el A térmico es infrecuente, con lo que las
advecciones W y NW pierden ese obstáculo; el Mediterráneo comienza a actuar
como generador de masas de aire ciclónicas; la circulación zonal comienza a
alejarse hacia el Norte; y comienzan los fenómenos tormentosos del interior a causa
del progresivo calentamiento. El resultado es que las precipitaciones comienzan a
descender en las zonas atlánticas y a ascender en las mediterráneas. El interior nota
un incremento acusado por las lluvias convectivas.
El verano es la estación más característica: hay un descenso generalizado de
las precipitaciones, aunque menos acusado en la fachada cantábrica y los Pirineos,
especialmente en las zonas altas. La circulación zonal se sitúa en latitudes más
septentrionales, el A de las Azores situado al W peninsular actúa como abrigo
7
.– Medidas en pluviómetro, las precipitaciones se expresan en milímetros o en su equivalente litros
por metro cuadrado.
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Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
aerológico, el fuerte calentamiento interior eleva muchísimo el punto de saturación.
Sólo la actividad tormentosa aporta precipitaciones a las regiones mediterráneas y
del interior.
El otoño observa como el A de las Azores adopta posiciones más
meridionales, dejando pasar las masas de aire Pm, a la vez que la circulación zonal
comienza a afectar a la PI, y además se produce una disimetría térmica entre la
península y el Mediterráneo, que hace que este actúe atrayendo masas de aire que
traen precipitaciones. Así, el promedio de precipitaciones de toda España señala
que octubre es el mes más lluvioso del año, especialmente en la fachada
mediterránea.
De lo dicho hasta aquí cabe deducir tres dominios en cuanto a la distribución
temporal:
1/ Atlántico, con un máximo en invierno y un mínimo en verano, aunque tiene
precipitaciones todo el año. Las zonas W de la Meseta y el valle del Guadalquivir
tienen una degradación hacia el verano seco y un máximo secundario en primavera.
2/ Mediterráneo, con un máximo en otoño y un máximo secundario en
primavera, el mínimo, con cifras muy bajas es el verano. No obstante, el variado
relieve de la zona le da muy poca uniformidad.
3/ Interior, con un máximo en primavera y un mínimo acusadísimo en verano
y un mínimo secundario en invierno.
En este punto es importante destacar dos conceptos que son muy
característicos de amplias zonas del territorio español: la sequía y las lluvias
torrenciales.
La sequía es la ausencia de precipitaciones durante largos períodos de
tiempo. Podemos hablar de una sequía normal como la que afecta a las zonas
interior y mediterránea españolas, donde no llueve en verano de forma habitual.
No obstante, también podemos señalar la existencia de sequías prolongadas
cuando la ausencia de precipitaciones se prolonga anormalmente durante períodos
de tiempo más largos8 ocasionando graves problemas.
Las lluvias torrenciales son otro fenómeno frecuente en el ámbito
mediterráneo, especialmente en otoño, provocadas por la unión de dos fenómenos:
un fuerte calentamiento de la masa de aire mediterránea que provoca un elevado
contenido de humedad y la gota fría. La unión de sequía y lluvias torrenciales tiene
efectos devastadores sobre el suelo y la vegetación.
c/ Precipitaciones sólidas. Se miden como días de nevada y días de granizo.
Los días de nevada no aportan cifras muy altas en España, exceptuando los
sistemas montañosos (en cotas elevadas de 90 a 120 días y en cotas bajas alrededor de 20). La
España interior y las zonas altas de Cataluña y Andalucía dan cifras en torno a los 5
días, las zonas costeras y la España meridional no superan 1 día.
8
Generalmente viene producida por el predominio inusual durante largos períodos de tiempo de los A
subtropicales o continentales que hacen de abrigo aerológico.
6
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
Evaporación y aridez.
Son el resultado de la acción conjunta de las temperaturas y de las
precipitaciones. El mapa de aridez media anual incluye la mayor parte de lo que
hemos llamado España semiárida. La España árida destaca por su escasa
pluviosidad, que se combina con las más elevadas temperatura, y la España
subdesértica la falta de pluviosidad domina a la acción de las temperaturas.
En el mes de agosto, la Península, queda sometida casi por completo a las
características de país árido, sólo la costa cantábrica y el Pirineo escapan al dominio
árido.
Siendo la aridez uno de los rasgos que más influye en la vegetación, en los
cultivos y en los modos de vida humanos, se diferencian dos grandes áreas de muy
distinta personalidad: la España húmeda con precipitaciones abundantes,
superiores a los 600 mm., finas y repartidas a lo largo del año.
ÍNDICE DE H. GAUSSEN
Para Gaussen un mes será seco cuando el total de sus precipitaciones
expresadas en mm. Sea inferior a 2 veces la media térmica expresada en grados
centígrados; es decir: Pmm<2tº. Esta definición permite trazar curvas ombrotérmicas
muy fáciles de interpretar.
20
15
10
5
0
e f ma mj j a s o n d
40
30
20
10
0
Como se puede ver las precipitaciones son siempre el doble de las
temperaturas, de esta manera los meses con déficit hídrico son fácilmente visibles.
ÍDICE DE EMMANUEL DE MARTONNE
A él se debe uno de los primeros índices de aridez. Un clima es árido o seco
cuando la precipitación media anual (medida en cm) es inferior al doble de la
temperatura media anual (medida en grados centígrados).
Posteriormente propuso una modificación, igualmente sencilla: un mes es
seco cuando sus precipitaciones son inferiores a la temperatura media más 10º
A=
7
P
T+10
Geografía de España. Climatología: Elementos del clima
Ampliación
Para hacernos una idea cabal de las consecuencias que tiene para España el aporte de las
precipitaciones es necesario introducir dos conceptos que son clarificadores: evaporación y balance
hídrico. Evidentemente no toda el agua que cae sobre nuestro suelo la utilizamos, parte porque la
dejamos perder, pero otra parte importante porque se evapora y no podemos disponer de ella. En
este sentido hay que señalar que una cosa son las precipitaciones y otra la cantidad de esa
precipitación de la que podemos disponer.
La evaporación depende de: la insolación, la temperatura, el viento y la humedad. En España
la evaporación aumenta de N a S y de W a E. Así, en la fachada cantábrica tenemos cifras de menos
de 1.000 mm, mientras en la mitad S las cifras superan los 2.000 mm.
El agua que se pierde porque vuelve a la atmósfera no depende sólo de los mecanismos de
la evaporación, también hay que tener en cuenta la que transpiran las plantas. El concepto de
evapotranspiración une la evaporación y la transpiración de las plantas y se mide de dos formas:
– La evapotranspiración REAL (ETR), que es la suma de la evaporación del suelo, de las
capas de agua y la transpiración de las plantas.
– La evapotranspiración POTENCIAL (ETP) que mide la cantidad de agua globalmente
perdida en dirección a la atmósfera por una cobertura vegetal que está constantemente y
suficientemente alimentada de agua. Este concepto nos señala el agua que es necesaria para que la
vegetación tipo de la zona esté suficientemente alimentada.
Si relacionamos precipitaciones con ETR y ETP nos podemos hacer una idea aproximada de
la situación hídrica de una zona, analizaremos lo que ha llovido mensualmente, lo que se ha
evapotranspirado y lo que hubiese sido necesario evapotranspirar. Cuando ETP está por encima de
ETR estamos en un mes árido; si las precipitaciones superan ETP, aportan agua que puede ser
adsorbida por el suelo o ser superflua (se perderá), ETR será igual a ETP; si las precipitaciones son
inferiores a la ETP, ETR puede ser igual a ETP mientras el suelo tenga reservas, posteriormente será
inferior y estaremos en un período árido.
Según su balance hídrico, se pueden señalar dos dominios en España:
– España húmeda: abarca la zona que va desde los Pirineos orientales hasta Galicia, en
franjas con valores decrecientes hacia el interior, y una pequeña zona en el estrecho de Gibraltar.
– España seca: que ocuparía el 60% de la España peninsular, incluyendo el interior, la
fachada mediterránea desde el Francolí al Segura y la zona occidental del sistema Penibético. Los
valores más extremos (lo que denominamos España árida) se dan en la franja SE peninsular y en el
centro de la Depresión del Ebro.
Entre la zona húmeda y la seca hay zonas (en bandas) de
transición.
8
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