El golpismo del diario The Wall Street Journal

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El golpismo del diario The Wall Street Journal
Emir Sader
Sociólogo y filósofo – Tomado de www.othernews.com
El que leyera la descripción que la periodista de The Wall Street Journal hace
de Buenos Aires, tendría la nítida impresión de que ella habla de la Buenos
Aires de la crisis de 2001-2002: “Una sensación de premonición se cernía
sobre la ciudad. La economía estancada, la inflación en alza, el capital saliendo
del país y los porteños de todos los ámbitos preparados para una tormenta y
resignarse a las penurias que llegarán a esta ciudad porteña”.
Y sigue la sensible periodista norteamericana: “La infraestructura de la ciudad
parecía abatida. Los amplios bulevares y grandiosos edificios del siglo XIX
están cansados y roñosos y las calles huelen mal. Los grafittis enardecidos y
los afiches hechos tiras desfiguran las paredes, lo que da una sensación
generalizada de decadencia sin ley”.
Hasta que ella llega al sorprendente diagnóstico de esa dramática situación:
“Destruir la riqueza de una nación demora un largo tiempo, pero (y ahí viene la
sorpresa), una década de kirchnerismo, de gobiernos encabezados por Néstor
Kirchner y por su actual viuda, Cristina Fernández de Kirchner, parece lograrlo”.
Ahí viene la confusión. La descripción alarmante de la situación de Buenos
Aires no se refiere a las calamidades que el país vivió cuando la implosión del
modelo –alabado en prosa y verso por el FMI y por el propio Wall Street
Journal – neoliberal en la versión menemista de la paridad de la moneda
argentina con el dólar.
Un momento en que la expropiación masiva de la población argentina por el
sistema bancario llevó el país al peor retroceso de su historia –comparado, por
Eric Hobsbawn, al que vivió la Rusia con el fin de la URSS. Se podían ver
imágenes inimaginables hasta ese momento en Buenos Aires y en toda
Argentina.
A eso sumado los más altos niveles de desempleo que el país había conocido
–un país que había vivido el pleno empleo en períodos anteriores– y la
pauperización de amplios sectores de las clases medias y la diseminación de la
población de calle. Buenos Aires escenificó los peores momentos de su
historia. Algo incomparablemente peor de lo que describe la periodista de The
Wall Street Journal.arg 2001.
Fue a partir de esa crisis, del más grande retroceso que la economía argentina
había vivido, que Néstor Kirchner primero, Cristina enseguida, han logrado
recuperar económica y socialmente el país con niveles altos de desarrollo, a
pesar de la herencia maldita de la desindustrialización, de la privatización de
empresas públicas –empezando por YPF-, la miseria y la exclusión social.
Fueron diez años de recuperación sistemática de la economía, con niveles de
crecimiento de los más altos de América Latina, con reducción drástica del
desempleo, que han permitido a los Kirchner ganar tres elecciones
presidenciales seguidas. Sin embargo, la periodista habla de “destrucción de la
riqueza de una nación por los Kirchner”. Seguramente ella no pasó por Buenos
Aires poblada por cartoneros, gente incluso de clase media que venía a la
capital a recoger todo lo que pudiera para revender, reciclar, usar, poblaciones
en el abandono, cuando implosionó la suicida política neoliberal, tan elogiada
por The Wall Street Journal.
Y como suele pasar con los articulistas de esos órganos, todo queda patas
arriba: Los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, que destruyeron
la riqueza del país, aparecen como los que la han creado y multiplicado. Los
gobiernos de los Kirchner, que han recuperado el país del desastre recibido,
aparecen como los que han destruido esa riqueza.
Al final de su artículo, la periodista pronostica una “explosión social”, hecho que
efectivamente ocurrió, al final de los gobiernos de Menem y de De la Rúa.
Hubiese ella escrito su artículo para aquel momento, habría dado en el blanco,
con las extraordinarias movilizaciones que sucedieron al quiebre de la
economía argentina porque había seguido las orientaciones del FMI y de The
Wall Street Journal.
Edición N° 00384 – Semana del 24 al 30 de Enero – 2014
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