Conclusiones I Congreso Iberoamericano sobre Discapacidad, Familia y Comunidad: La implementación del Primer Congreso Iberoamericano sobre Discapacidad, Familia y Comunidad y II Encuentro Nacional de Familiares de Personas con Discapacidad, llevado a cabo en la Facultad de Derecho (U.B.A), Buenos Aires, del 8 al 10 de octubre de 2005, permitió arribar a las siguientes conclusiones: 1) Estamos asistiendo a una ampliación de la mirada sobre la problemática de la discapacidad que incluye, a no dudarlo, no sólo a la persona con discapacidad, sino también a su familia y a la comunidad en la cual están insertas. 2) Se aprecia el rol cada vez más protagónico de la familia como parte de redes naturales ya existentes, que deben ser reconocidas y potenciadas. Estas redes son preexistentes a nuestra intervención, nosotros no las creamos, pero sí tenemos la posibilidad de tornarlas visibles y promoverlas. 3) Surge como claro llamado de atención la exclusión, con sus graves consecuencias, que atraviesan familias con un miembro con discapacidad en situación de pobreza, por lo que es necesario implementar urgentemente acciones sociales, educativas y sanitarias, dirigidas a atender esta compleja realidad. 4) Se requiere asegurar una mayor calidad de vida para las personas con discapacidad y sus familias lo que depende en gran medida de los apoyos que reciban y de los entornos en los que se desenvuelvan, de ahí la importancia de mejorarlos continuamente. 5) Las experiencias aportadas en este congreso por organizaciones y profesionales nacionales y extranjeros ponen de manifiesto la importancia de desarrollar programas a favor de las familias con al menos un miembro con discapacidad. Particularmente, se hace perentorio elaborar y poner en práctica programas de apoyo, orientación, formación y/o respiro a estas familias acordes a sus necesidades, considerando imprescindible que estos programas partan de las fortalezas y puntos fuertes de las familias. 6) Es importante que se garantice el acceso de toda la comunidad a la información sobre los derechos y obligaciones de las personas con discapacidad y de sus familias, como punto de partida del ejercicio de los mismos. 7) Reconociendo la incidencia de los medios masivos de comunicación sobre la comunidad, se celebró el compromiso firmado en este Congreso el sábado 8 de octubre, por diferentes comunicadores sociales, como agentes multiplicadores de las recomendaciones sobre periodismo y discapacidad. 8) Se ha evidenciado la falta de una preocupación clara por parte de algunos organismos del Estado hacia las personas con discapacidad y sus familias. 9) Se hace necesario exigir al Estado que se implementen los mecanismos que permitan el ejercicio de los derechos sin tener que recurrir al reclamo público y/o jurídico. 10) Es muy importante que se concrete cuanto antes la inclusión de la problemática de la discapacidad en las políticas públicas y se avance hacia una mayor articulación entre los diversos actores públicos y privados. 11) Se hace imprescindible revalorizar el trabajo del movimiento asociativo como gestor histórico de cambios, asumiendo la necesidad de su fortalecimiento, estableciendo un planeamiento estratégico que privilegie la sucesión de liderazgos y la profesionalización de sus recursos humanos. 12) la Se ve como necesario trabajar para garantizar el acceso a salud de este colectivo teniendo en cuenta las particularidades de cada persona y considerando tanto el punto de vista de la prevención y como el de la atención. 13) El acceso a la educación debe estar garantizado para todos, siendo la elección de la escuela una decisión compartida entre el propio interesado (cuando tenga edad para opinar), la familia, los profesionales de educación y salud que deban intervenir, en el marco del análisis de las condiciones institucionales. Se reconocen importantes avances en torno a la escolarización en escuelas comunes de niños y jóvenes con discapacidad. Sin embargo, estos avances han sido irregulares, no por carencia de normativa, sino por decisiones políticas limitadas o ambiguas, que perjudican a alumnos y familias, dejando muchas veces a las escuelas solas, con propuestas voluntaristas y sin contar con los recursos adecuados. 14) Urge tomar conciencia en todos los niveles, gubernamental como no gubernamental, acerca de que la situación de dependencia de una persona con discapacidad, por lo general, atraviesa todos los ámbitos en los cuales se desenvuelve, y que los grados de autonomía que la misma pueda adquirir dependen en muchos casos de la provisión de los apoyos que se le puedan suministrar. Finalmente, este Congreso manifiesta calurosamente la necesidad de seguir promoviendo redes porque las personas con discapacidad, las familias y su comunidad, es decir todos estamos frente a la oportunidad abierta de superarnos juntos.