Fichas de coordinación nº 3 Vinculos jurídicos empresa y CAE

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LA VINCULACION JURIDICA COMO FUENTE DE OBLIGACIONES EN
MATERIA DE COORDINACION DE ACTIVIDADES EMPRESARIALES
El fin último de la normativa de prevención de riegos laborales es la protección
de la salud e integridad física de los trabajadores, una protección que, además,
ha de ser eficaz, lo que llevado al campo de la coordinación de actividades
empresariales se traduce en que aquellas empresas cuyos trabajadores
concurran simultáneamente en un mismo centro de trabajo, deben adoptar las
medidas necesarias para que evitar los riesgos que la interactuación puede
producir en los trabajadores del otro.
Las empresas cuyos trabajadores realicen tareas en un mismo centro de
trabajo son empresas concurrentes y entre las empresas concurrentes existe
una doble relación, una de carácter horizontal, en este caso las empresas
están en el mismo plano y sus obligaciones vienen reguladas en el capítulo II
del Real Decreto 171/2004 de coordinación de actividades empresariales y otra
de carácter vertical en la que existe una relación de subordinación que puede
derivar de la titularidad del centro de trabajo o la actividad desarrollada por la
empresa y cuyas obligaciones vienen determinadas por los capítulos III y IV del
citado Reglamento respectivamente.
Las empresas concurrentes en función de lo apuntado pueden tener la
siguiente clasificación:
•
Empresa en coordinación que será cada una de las empresas que
desarrolle su actividad en un mismo centro de trabajo, sin que sea titular
del mismo y sin que desarrolle tareas con el resto tareas de su propia
actividad.
•
Empresa titular del centro de trabajo será la que tiene la capacidad de
poner a disposición y gestionar el centro de trabajo.
•
Empresa principal que será aquella que contrate o subcontrate con otra
la realización de obras o servicios correspondientes a su propia actividad
y que se desarrolle en su propio centro de trabajo.
Las empresas concurrentes en un mismo centro de trabajo pueden tener entre
ellas vinculaciones jurídicas o no, y esto es así en cada uno de los tipos
antecedentes.
En las relaciones de empresas en coordinación los trabajadores de estas
pueden concurrir en un mismo centro de trabajo sin que entre ellas exista
ninguna relación mas que compartir el centro, piénsese, por ejemplo, en los
centros comerciales donde diferentes comercios comparten un mismo centro, o
los expositores que concurren a una misma feria de muestras.
vinculación jurídica entre empresas y coordinación de actividades empresariales
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En las relaciones en que la coordinación se realice en un centro de trabajo de
una empresa titular lo normal es que entre las empresas en coordinación exista
una relación jurídica a través de un contrato de prestación de obra o servicios,
compra-venta, suministro, mantenimiento, etc…, si bien, también pueden existir
empresas que interactúan en el centro de trabajo sin que tengan relación
jurídica con el empresario titular. Como ejemplo podemos pensar en empresas
subcontratadas por empresas contratadas por la empresa principal que van a
realizar operaciones de mantenimiento, o que van a realizar reparaciones en
equipos de trabajo cuya propiedad es ajena a la empresa titular o, quizá el caso
que más se de por su habitualidad y que hay que tener en cuenta por su difícil
gestión, el de empresas de transporte que entregan mercancías o materiales
de proveedores de la empresa principal.
En el caso de la empresa principal tendrá en todos los casos una relación
jurídica con aquella empresa que contrate para la realización de obras o
servicios de su propia actividad. Pero en este caso, esta empresa principal
también tendrá que coordinar con aquellas empresas que subcontrate la
empresa por ella contratada y con la que no tiene vinculación jurídica alguna.
Llegado este punto deberemos preguntarnos si para que exista obligación de
coordinación de actividades empresariales entre dos empresas concurrentes es
necesario que entre estas exista vinculación jurídica o si por el contrario basta
con que concurran en el centro de trabajo para tener que coordinarse.
El Real Decreto 171/2004 establece tres tipos de obligaciones en materia de
coordinación de actividades empresariales en función de las relaciones
existentes entre las empresas.
Para las empresas en coordinación la norma establece el deber de
cooperación, deber que se concreta fundamentalmente en la obligación de
informarse recíprocamente sobre los riesgos específicos de las actividades que
desarrollen en el centro de trabajo que pueden afectar a los trabajadores de
otras empresas concurrentes en el centro. El deber de cooperación será de
aplicación a todas las empresas y trabajadores autónomos concurrentes en el
centro de trabajo, existan o no relaciones jurídicas entre ellos., así lo establece
expresamente el artículo 4 del Real Decreto 171/2004 de coordinación de
actividades empresariales.
En el segundo nivel de coordinación, en el que nos encontramos con la
empresa titular del centro de trabajo, la norma establece que es de aplicación
el deber de cooperación, que se refuerza con el deber de información sobre los
riesgos del puesto de trabajo que puedan afectar a la empresa concurrente,
esta información se concretará en instrucciones para la prevención de riesgos
laborales que puedan afectar a los trabajadores de la empresa concurrente.
En este claro no se hace mención expresa a la vinculación jurídica que deba
tener la empresa titular con la empresa concurrente, pero de una interpretación
en conjunto se debe concluir que las obligaciones recogidas en el capítulo III
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del Real Decreto 171/2004 son tanto para las empresas que tengan
vinculación jurídica con la empresa titular como para las que no la tengan.
En este sentido los tribunales de justicia se han pronunciado, entre otras, la
Sentencia del Tribuna Superior de Justicia de Cataluña de 25 de abril de 2002.
En la sentencia se estudia un supuesto de hecho por el cual una empresa
titular del centro de trabajo contrata el suministro de material a un proveedor
habitual quien a su vez contrata con una empresa de transportes el transporte y
la entrega del mismo. El trabajador de la empresa transportista realizó una
serie de operaciones debajo de una línea de alta tensión que discurría por la
empresa, hizo contacto con esta y falleció al recibir una descarga eléctrica
La sentencia declara probado que la empresa titular del centro de trabajo no
dio traslado a la tercera empresa con la que no tenía vinculación jurídica
alguna, para su información a los trabajadores correspondientes, de los riesgos
existentes en el centro de trabajo y, específicamente, en las actividades de
carga y descarga debajo de una línea de alta tensión que está en la inmediata
proximidad del centro de trabajo y directamente encima de la zona habilitada
para ello.
Por el incumplimiento de esta obligación hace a la empresa responsable del
recargo de prestaciones a la seguridad social
En atención a la interpretación dada por los tribunales debemos concluir que
las obligaciones de la empresa titular para con las empresas concurrentes son
independientes de la relación jurídica que exista entre ellas.
Por último en el caso de la empresa principal parece que la conclusión es clara
puesto que le son de aplicación el deber de cooperación, el de información y de
suministrar instrucciones y, además, el deber de vigilar el cumplimiento de
prevención de riesgos laborales por parte de las empresas contratistas o
subcontratistas de obras o servicios de su propia actividad, según lo
establecido en el capítulo IV del Real Decreto 171/2004 de coordinación de
actividades empresariales.
En este caso, también se pronuncian de forma expresa la Ley de Infracciones y
Sanciones del Orden Social , en su artículo 42 en el que establece que el
empresario principal responderá solidariamente con los contratistas y
subcontratas durante el período de la contrata, de las obligaciones impuestas
por dicha Ley en relación con los trabajadores que aquéllos ocupen en los
centros de trabajo de la empresa principal. La responsabilidad se amplia no
sólo a la contrata con la que la empresa principal tiene una relación jurídica,
sino que también alcanza a subcontratas de esta, con las que el empresario no
tiene ninguna vinculación jurídica.
En este mismo sentido y referido al sector de la construcción, la Ley 32/2006
reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción en su artículo
7.1 exige a las empresas contratistas que vigilen el cumplimiento de las
obligaciones recogidas en esta Ley por las empresas subcontratistas y
trabajadores autónomos que contraten y dentro de toda la cadena de
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subcontratación. El deber de vigilancia se concreta en el control de que las
empresas subcontratistas que estén dentro de la cadena de subcontratación
estén dotadas de una organización preventiva y que todos sus trabajadores
tengan la formación adecuada y suficiente en materia de prevención de riesgos
laborales, así como, exigirle estar registrado en el Registro de Empresas
Acreditadas.
Debemos concluir que en el momento que dos empresas entran en
concurrencia nace el deber de realizar la coordinación de actividades
empresariales independientemente de la relación jurídica que exista entre ellas,
lo esencial no es que entre las empresas exista una relación jurídica, sino que
en un mimo centro de trabajo se realicen trabajos por trabajadores de dos o
mas empresas.
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