CRÓNICA DE LA FACULTAD DE INVESTIGACIÓN 1/2007 TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN INVESTIGACIÓN DE POSIBLES VIOLACIONES GRAVES A LOS DERECHOS HUMANOS “CASO OAXACA” CRÓNICA DE LA FACULTAD DE INVESTIGACIÓN 1/2007 TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN INVESTIGACIÓN DE POSIBLES VIOLACIONES GRAVES A LOS DERECHOS HUMANOS “CASO OAXACA” Cronista: Nicole Elizabeth Illand Murga Con el objeto de tener una visión general sobre la forma en la que se dieron las posibles violaciones graves a garantías individuales, así como las acciones que las autoridades y los grupos sociales llevaron a cabo desde que inició el conflicto, se mencionan como hechos destacados, los siguientes: 1 1° de mayo de 2006. Se presentó el "Pliego General de Demandas 2006" por parte de la Sección XXII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación al Gobierno del Estado de Oaxaca, en el cual solicitaban varias cuestiones relacionadas con la educación y mejoras salariales. 2 Este mismo día se llevó a cabo la marcha tradicional del día del trabajo en la que participan integrantes de la sección XXII y miembros de otras organizaciones sociales. 2 de mayo 2006. Inicia la primera fase de negociación con la primera reunión, en la que participaron el Gobernador del Estado, el Secretario de Gobierno, el Director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y la Procuradora General de Justicia del Estado, con la finalidad de dar contestación al pliego de negociación presentado. 4 de mayo de 2006. Hubo una segunda reunión encabezada por el Secretario General de Gobierno, quien manifestó no tener noticia alguna sobre los recursos de rezonificación, lo que dio lugar a que la Comisión negociadora ampliada de la Sección XXII se levantara de la mesa de negociaciones. 1 Información extraída del dictamen emitido en el expediente relativo a la Facultad de Investigación 1/2007. En esencia, solicitaban la firma de un convenio específico del gobierno del Estado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la Sección XXII, para que todos los trabajadores de la educación de Oaxaca, se ubicaran en la zona económica número 3, con todas las repercusiones salariales y en prestaciones que esto conlleva; asimismo, existían peticiones para aumentos financieros, préstamos, becas para los hijos de los trabajadores y otras cuestiones. 2 -1- 9 de mayo de 2006. Se efectúa otra reunión en la que la mencionada Sección Sindical dio a conocer que el Ejecutivo estatal externó que su gobierno estaba incapacitado para lograr la rezonificación, y ante ello se declaró un receso en el proceso de diálogo. 11 de mayo de 2006. Diversas organizaciones sociales agrupadas en el conflicto magisterial presentaron demandas de diversa índole que se clasificaron en generales, laborales, de procuración de justicia, de recursos naturales y financieros. Estas demandas dieron origen a distintas mesas de trabajo para atender las peticiones. 22 de mayo de 2006. Se inicia el plantón en el zócalo de Oaxaca por parte de la Sección XXII y se impide el acceso a diversos establecimientos, inmuebles y escuelas. 24 de mayo de 2006. Se realiza una marcha hasta la Secretaría General de Gobierno y se inician bloqueos en la carretera y en el aeropuerto. 25 de mayo de 2006. El titular del Ejecutivo del Estado dio respuesta escrita al pliego general de demanda, en el que con relación a la zonificación de vida cara, respondió que se trataba de un asunto de competencia Federal, pero ofrece dinero para la rezonificación, lo cual rechaza la sección del sindicato. 29 de mayo de 2006. La Comisión Negociadora comunica que el movimiento magisterial asumiría una posición distinta, ya que las medidas tomadas hasta ese momento habían sido ineficaces para obtener respuestas favorables a su pliego, y anuncia una resistencia de carácter activo. 1° de junio de 2006. Integrantes de la Legislatura Estatal solicitaron al gobernador que retirara la oferta económica que ofreció para la rezonificación solicitada por los maestros; asimismo, exigieron a los profesores regresar a impartir clases y solicitaron que los órganos de seguridad nacional, en el ámbito de sus competencias, desalojaran las vías públicas e instalaciones federales, estableciendo la protección que impida futuros atentados. 4 de junio de 2006. Los inconformes toman diversos palacios municipales de la entidad oaxaqueña. 7 de junio de 2006. Se realiza una marcha que culmina con un juicio “popular” en contra del Gobernador de Oaxaca. -2- 8 de junio de 2006. La sección XXII envió un oficio al entonces Secretario de Gobernación para que interviniera en el conflicto, a fin de que se promoviera el diálogo entre las partes. 13 de junio de 2006. El agente del Ministerio público que integró la averiguación previa 68/FM/2006 por los delitos de ataques a las vías de comunicación y otros, cometidos en agravio de la sociedad y del patrimonio cultural de Oaxaca, después de practicar una inspección ocular en la zona ocupada por el plantón, emitió un acuerdo ordenando que se procediera a realizar un operativo para liberar las vialidades ocupadas. Asimismo, el Gobernador de Oaxaca gira oficios al Secretario de Gobernación y al Secretario de Seguridad Pública Federal para solicitar el apoyo de las fuerzas federales en el operativo de desocupación de vialidades. Ese mismo día, las autoridades federales le hicieron saber al gobernador la imposibilidad de que la Policía Federal Preventiva actuara al día siguiente y lo convocaron a una reunión para analizar la adecuada intervención de la Federación. 14 de junio de 2006. A pesar de lo anterior, se diseña una estrategia por parte de la policía estatal para llevar a cabo un operativo con la finalidad de desocupar las vías del centro histórico de la ciudad de Oaxaca y desalojar a los manifestantes del plantón. Sobre esta base, la policía preventiva estatal, apoyada por la policía ministerial y la policía auxiliar, bancaria, industrial y comercial empieza el operativo, pero son superados en número por los manifestantes y dicho operativo fracasa. 15 de junio de 2006. Se rompen las negociaciones y se toman por parte de los manifestantes siete palacios municipales más de la entidad e inicia la segunda fase de negociación, en la que interviene la Secretaría de Gobernación como parte mediadora. 20 de junio de 2006. Se constituye una organización que los manifestantes llaman Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), con 85 organizaciones sociales. 22 de junio de 2006. La Sección XXII del Sindicato y la APPO constituyen barricadas para proteger antenas de radio que mantenían en custodia. 27 de julio de 2006. La APPO solicita al Senado la desaparición de los Poderes del Estado. -3- 1° de agosto de 2006. Los manifestantes ocupan una televisora estatal y estaciones de radio para difundir las demandas del movimiento, así como las oficinas del Tribunal Superior de Justicia y de diversos juzgados penales. 10 de agosto de 2006. El Senado declara improcedente la solicitud de la APPO en el sentido de que se tengan por desaparecidos los Poderes. 26 de agosto de 2006. Inicia otra fase de negociación entre la Secretaría de Gobernación e integrantes de los grupos inconformes. En esta fase dicha dependencia adopta el papel de parte negociadora y no únicamente mediadora, dándose algunas reuniones. 7 de septiembre de 2006. El secretario particular del titular de la hoy Secretaría de Seguridad Pública local fue agredido con motivo de la toma de esa dependencia; en esta misma fecha también se reúne nuevamente la Secretaría de Gobernación con los grupos inconformes, pero éstos rechazan que haya un acuerdo pacífico. 14 de septiembre de 2006. Hay una reunión de la Secretaría de Gobernación y los manifestantes en la que se advirtieron más de 500 solicitudes de la sociedad oaxaqueña, pidiendo la intervención del Gobierno Federal. Ese mismo día, el Congreso local, mediante el Decreto 313, en términos del artículo 119 de la Constitución Federal, 3 excitó a los Poderes de la Unión a prestar protección al Estado ante la situación de trastorno interior, documento que fue entregado a la Presidencia de la República el 18 de septiembre siguiente. 19 de septiembre de 2006. La Secretaría de Gobernación creó la Mesa de Incidentes, para salvaguardar la integridad física y el patrimonio de las personas con motivo de la Comisión de Delitos del orden local, así como organizar su seguridad y libertad. El 20 de septiembre se da otra reunión de la Secretaría de Gobernación con los manifestantes. 27 de septiembre de 2006. Hay un paro empresarial de 48 horas para demandar la intervención de los tres niveles de gobierno en la solución del conflicto. 1° de octubre de 2006. Tienen lugar ataques en los campamentos de manifestantes instalados en la zona de Brenamiel, donde se ubican antenas radiofónicas; el mismo día 3 Artículo 119.- Los Poderes de la Unión tienen el deber de proteger a los Estados contra toda invasión o violencia exterior. En cada caso de sublevación o transtorno interior, les prestarán igual protección, siempre que sean excitados por la Legislatura del Estado o por su Ejecutivo, si aquélla no estuviere reunida. (…) -4- un conductor en motocicleta pierde la vida al lesionarse y chocar con un cable colocado para impedir el acceso de vehículos en una de las barricadas. 2 de octubre de 2006. Fallece un policía durante su recorrido de vigilancia. 4 de octubre de 2006. Se reúnen la Secretaría de Gobernación, el Gobernador de Oaxaca y diversos sectores de la población, aprobándose otra mesa de trabajo para redactar el Pacto por la Gobernabilidad, la Paz y el Desarrollo de Oaxaca. 4 5 de octubre de 2006. Fallece una persona después de haber sido amarrada en el interior de un vehículo y lesionada cuando presumiblemente se dirigía a una reunión con sus compañeros del Consejo Central de Lucha. El mismo día hay otra reunión de la Secretaría de Gobernación y manifestantes en la que se reconoció la existencia de grupos violentos dentro de la organización y también, en esta fecha, se devuelven las estaciones de una radiodifusora. 14 de octubre de 2006. Hombres armados abrieron fuego contra una barricada en los rumbos de la colonia Miguel Alemán de la ciudad de Oaxaca; el mismo día fallece una persona en una barricada por impacto de arma de fuego. 18 de octubre de 2006. Fallece un hombre por disparo de arma de fuego proveniente del interior de un vehículo de motor que se dio a la fuga; un día después, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Senadores dictaminó la improcedencia de la declaración de desaparición de Poderes. 27 de octubre de 2006. El Secretario de Gobierno del Estado de Oaxaca reconoció que se desataron hechos violentos, como el enfrentamiento en una barricada ubicada en el Municipio de Santa Lucía del Camino, entre vecinos del lugar y manifestantes, donde resultaron heridos por arma de fuego un camarógrafo y un reportero. Ese mismo día, hubo un enfrentamiento entre manifestantes y pobladores del municipio de Santa María Coyotepec, cuando un grupo de 300 personas bloquearon la circulación sobre la carretera federal que comunica con la ciudad de Oaxaca; derivado de estos hechos, falleció uno de los jefes de la Policía Municipal, quien recibió un impacto de arma de fuego y resultó lesionada otra persona, lo que motivó que los vecinos del lugar repelieran la agresión y se detuvieran a varios sujetos. 4 Dicho pacto se firmó el día 8 de octubre de 2006. -5- Asimismo, el proceso de negociación entre la Secretaría de Gobernación y la Sección XXII, del Sindicato Nacional de Trabajadores, culminó con la firma de los documentos de 27 y 28 de octubre, en los que se dio respuesta al pliego de peticiones presentado el 1° de mayo de 2006. 28 de octubre de 2006. El Gobernador de Oaxaca solicitó al presidente de la República su intervención. La Secretaría de Gobernación informó que el Ejecutivo Federal ordenó el despliegue de las fuerzas federales a la ciudad de Oaxaca. El mismo día, elementos de la Policía Federal Preventiva iniciaron el operativo con base en un “Plan Rector de Operaciones”. Dicho documento, a decir de las autoridades, normó el uso de la fuerza pública en todos los operativos verificados durante el periodo comprendido del 29 de octubre de 2006 al 24 de enero de 2007. 29 de octubre de 2006. Empieza el “Operativo Benito Juárez”, en el que la Policía Federal Preventiva pretende recuperar la ciudad de Oaxaca. Los elementos policiacos que ingresan al zócalo de la ciudad son agredidos durante su avance y se generan enfrentamientos que dan como resultado varios detenidos, así como diversas personas y policías lesionados, aunque se logran retirar varias barricadas. Este día fallece un sujeto a causa de una herida producida por disparo de proyectil de gas comprimido. 30 de octubre de 2006. La Policía Federal Preventiva bloquea el zócalo de la ciudad de Oaxaca para impedir que los manifestantes entren de nueva cuenta al primer cuadro de la ciudad, formando vallas con sus escudos y detrás de tanquetas antimotines. En respuesta a dicha acción un grupo de personas realizó diversos actos en protesta, como la toma de edificios públicos y la quema de diversos materiales, como llantas y un vehículo. A pesar de los esfuerzos de la policía un grupo de inconformes se lograron ubicarse en calles cercanas al zócalo, donde se generó un enfrentamiento entre policías e inconformes. 31 de octubre de 2006. Regresan a impartir clases los maestros de la sección XXII. 1° de noviembre de 2006. La Policía Federal Preventiva implementa más operativos para eliminar barricadas, suscitándose enfrentamientos con los inconformes, pero se recuperan las instalaciones de una televisora y de Brenamiel, lugar donde se ubican las antenas repetidoras de radio. -6- 2 de noviembre de 2006. La Policía Federal Preventiva libera la circulación de varias avenidas, con un reporte de heridos y detenidos, tanto de una parte como de otra. Poco a poco, se van recuperando cada uno de los espacios y edificios tomados a fin de restaurar el orden en Oaxaca. 20 de noviembre de 2006. Hay enfrentamientos entre inconformes y la Policía Federal Preventiva. 25 de noviembre de 2006. Luego de una marcha hay enfrentamientos y se incendian inmuebles, entre ellos, el Tribunal Superior de Justicia, un inmueble del Poder Judicial Federal, el Teatro Juárez, la sede del Congreso local y las oficinas de la Secretaría de Turismo de la entidad; además, se dañaron edificios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Registro Público de la Propiedad, la Facultad de Sociología de la Universidad Autónoma, la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles en la entidad y una sucursal bancaria. La Policía Federal Preventiva trata de sofocar estos enfrentamientos. 29 de noviembre de 2006. Se retiran las últimas barricadas que aún impedían el tránsito de varios sitios. Al día siguiente se normaliza el transporte público en el Centro Histórico. 2 de diciembre de 2006. El Secretario de Gobierno informó que de manera paulatina se reanudaron las relaciones con los inconformes. 5 de diciembre de 2006. El comisario general de la Policía Preventiva Local informó a la Coordinación de Fuerzas Federales de Apoyo que la situación de emergencia había desaparecido, proponiendo que en caso de que prevalecieran las mismas condiciones de inestabilidad social, fueran ya las autoridades locales las responsables de mantener el orden y la paz pública en la ciudad. 24 de enero de 2007. Finalizan los operativos a cargo de la Policía Federal Preventiva y se devuelve la función de seguridad pública a los cuerpos de seguridad estatales. 16 de julio de 2007. Se da un enfrentamiento entre manifestantes y la policía estatal en el Cerro del Fortín, lugar donde se pretendía llevar a cabo la festividad de la “Guelaguetza”, pues los primeros no aceptaron pacíficamente la prohibición de ingresar al auditorio. -7- Estos son algunos de los hechos que dieron lugar a que el día 29 de marzo de 2007 la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión solicitara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ejerciera la facultad prevista en el segundo párrafo del artículo 97 de la Constitución Federal, 5 a fin de que se investigara si existió la probable violación de garantías graves en los hechos que tuvieron lugar de mayo de 2006 a enero de 2007. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó ejercer dicha facultad de investigación 6 y designó a dos Magistrados de Circuito como integrantes de la Comisión Investigadora. 7 Posteriormente, En sesión de veintiséis de noviembre de dos mil siete, el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó ampliar la investigación para que se incluyeran los hechos acaecidos el 16 de julio de 2007 en el Cerro del Fortín de Oaxaca. Así, la Comisión investigadora presentó el resultado de su investigación, 8 el cual fue turnado al señor Ministro Mariano Azuela Güitrón a fin de que estudiara su contenido y elaborara un proyecto de resolución, mismo que se discutió por el Tribunal Pleno los días 13 y 14 de octubre de 2009. Al presentar el asunto, el señor Ministro Mariano Azuela Güitrón puntualizó que el dictamen elaborado bajo su ponencia se dirigía a la sociedad en general, al pueblo de Oaxaca, a quienes sufrieron las consecuencias de los hechos investigados, a los grupos organizadores del movimiento que propició tales acontecimientos, así como a las autoridades que intervinieron en ellos y en general a aquéllas que deben conocer los criterios del Alto Tribunal para normar su actuación en casos semejantes. Tras mencionar la estructura del proyecto de dictamen que se sometía a consideración del Tribunal Pleno, indicó que entre los diversos aspectos abordados, estaban los siguientes: 5 Artículo 97. (…) La Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá nombrar alguno o algunos de sus miembros o algún Juez de Distrito o Magistrado de Circuito, o designar uno o varios comisionados especiales, cuando así lo juzgue conveniente o lo pidiere el Ejecutivo Federal o alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión, o el Gobernador de algún Estado, únicamente para que averigüe algún hecho o hechos que constituyan una grave violación de alguna garantía individual. También podrá solicitar al Consejo de la Judicatura Federal, que averigüe la conducta de algún juez o magistrado federal. 6 Los Ministros determinaron ejercer la facultad de investigación en las sesiones de los días 19 y 21 de junio de 2007. 7 La Comisión investigadora se integró por los Magistrados de Circuito Manuel Baráibar Constantino y Roberto Lara Hernández. 8 El 3 de marzo de 2009 los Magistrados Comisionados presentaron a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el informe preliminar. -8- SUFICIENCIA DE LA INVESTIGACIÓN En el proyecto se proponía que la investigación realizada por la Comisión Investigadora sobre los hechos acaecidos en Oaxaca resultaba suficiente, toda vez que los elementos de convicción recabados permitían determinar que en el caso hubo violación grave de garantías e identificar a las autoridades que participaron en los hechos correspondientes. El Ministro Azuela Güitrón mencionó que después de un exhaustivo análisis de las probanzas, era claro que durante el periodo investigado se afectaron diversas garantías en el Municipio de Oaxaca de Juárez y zona conurbada, entre ellas, la referente a la vida, integridad personal, acceso a la justicia, libertad, trabajo, expresión, educación, propiedad, posesión y el derecho a la paz, toda vez que se vivió una situación en la que prácticamente se anuló el Estado de derecho. HECHOS ACAECIDOS EN OAXACA Y ZONAS CONURBADAS Entre los diversos hechos que se dieron en Oaxaca y zonas conurbadas, el Ministro ponente destacó que los manifestantes hicieron un plantón permanente en el primer cuadro de la ciudad y vialidades aledañas, tomaron diversas oficinas tanto privadas como públicas y cerraron sucursales bancarias, así como diversos comercios. Refirió que las barricadas instaladas por los inconformes en diversos puntos de la ciudad, impedían el tránsito de personas y vehículos, lo que propició enfrentamientos entre los ciudadanos que no estaban de acuerdo con aquéllas y los inconformes. Señaló que se ocuparon instalaciones de un periódico local y estaciones de radio, violándose la garantía de libertad de expresión, ya que estas últimas se vieron impedidas para comunicar los mensajes que legítimamente podían expresar, en tanto que únicamente se difundían comunicaciones que propiciaban violencia y que sólo externaban las ideas propuestas por los manifestantes. Asimismo, refirió que se afectó severamente el servicio público de procuración y administración de justicia al provocarse el cierre de diversos juzgados penales y del Tribunal Superior de Justicia y el cambio de residencia de algunas oficinas del Ministerio Público sin que la población tuviera noticia de tales cambios. -9- El Ministro ponente señaló que estos hechos se fueron actualizando de momento a momento, por un período de tiempo más o menos prolongado e implicaron que una parte importante de la comunidad sufriera trastornos en su vida y dejara de gozar de diversos derechos fundamentales. Puso de relieve que lo que comenzó como un plantón con motivo de una exigencia magisterial, terminó siendo un movimiento social que provocó un desorden generalizado que se prolongó por un tiempo significativo y expresó que los hechos antes mencionados impidieron que las personas gozaran de sus derechos, toda vez que no podían transitar libremente por las calles ni acudir a sus centros de trabajo, coartándose sus libertades de tránsito, comercio y trabajo. VIOLACIONES GRAVES A LAS GARANTÍAS En el dictamen presentado se señalaba que cuando las autoridades estatales y federales determinaron hacer uso de la fuerza pública para solucionar el conflicto social en Oaxaca, se incurrió, en la ejecución correspondiente, en actos que además de denotar falta de eficiencia y profesionalismo de los cuerpos policíacos, provocaron la violación de diversas garantías, pues varias personas fueron objeto de tratos crueles e inhumanos durante su detención y traslado a los penales correspondientes, sin que la autoridad contara con registros que informaran la manera en la que procedieron durante tales traslados, lo cual resultaba indispensable, dado el estado de vulnerabilidad en que se encontraban los detenidos. Aunado a lo anterior, el Ministro Azuela Güitrón señaló que se omitió tomar las medidas necesarias para ocasionar el menor daño posible a los propios elementos policíacos, quienes fueron sometidos a riesgos innecesarios e igualmente se advertían excesos en la represión a los inconformes, pues hubo personas que presentaron lesiones graves que no guardaban proporción con el objetivo que se pretendía alcanzar mediante los operativos, además de que uno de éstos fue fallido y lejos de contribuir a la solución del conflicto, ocasionó más violencia y represión, generando una situación de mayor desorden generalizado a la que existía antes de implementar el operativo. En resumen, sostuvo que se actualizó una violación grave de garantías al menoscabarse varios derechos fundamentales y suprimirse otros ilegítimamente; situación ésta que prevaleció por un tiempo considerable por la ausencia de orden y paz pública que - 10 - implicó un déficit injustificado en el goce de las garantías, cuestión que constitucionalmente resulta inadmisible en un Estado de derecho. Finalmente, refirió que por la propia naturaleza del conflicto y por el cúmulo de garantías afectadas, se alteró significativamente la vida de una comunidad y se causó conmoción social. Las garantías que se estimaron violadas fueron la libertad de tránsito, la libertad de trabajo y comercio, el derecho a recibir educación básica, el derecho a la información, y en cuanto a las personas en particular, les afectó el derecho a la vida, a la salud, el derecho a la propiedad, la libertad personal, y otros derechos. AUTORIDADES INVOLUCRADAS EN LOS HECHOS VIOLATORIOS DE GARANTÍAS Para determinar qué autoridades estuvieron involucradas en los hechos que se consideraron violatorios de garantías, así como su grado de participación, el Ministro Azuela refirió que era necesario tomar en cuenta, a efecto de hacer una valoración objetiva, que las autoridades siempre tuvieron la voluntad de solucionar el conflicto mediante la vía de diálogo y la negociación, pues incluso hicieron ofrecimientos de tipo económico que fueron calificados como insuficientes por los inconformes. Puntualizó que las autoridades adoptaron medidas tendentes a solucionar el conflicto mediante la negociación; tan fue así que el entonces Secretario de Gobernación intervino de manera personal en las negociaciones, sin embargo, los inconformes radicalizaron sus demandas al grado de que éstas escaparon al ámbito estrictamente magisterial, lo que originó el conflicto social. En el dictamen, las autoridades locales a las que se imputaba participación en el operativo del 15 de junio de 2006, fueron: el director General de Seguridad Pública del Estado, el director de la Policía Ministerial, el director de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial y siete mandos en el operativo; igualmente, a tres mandos pertenecientes a la Policía Preventiva del Municipio de Oaxaca de Juárez, a la Policía Preventiva del Estado, a la Policía Ministerial y a la Policía Auxiliar Bancaria, Industrial y Comercial, quedando fuera de la imputación los titulares de esas dependencias. - 11 - Asimismo, se imputó participación a autoridades del orden federal que participaron en diversos operativos desarrollados del 29 de octubre de 2006 al 25 de enero de 2007, entre ellos, al jefe del Estado Mayor, al Coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal Preventiva y a 12 comandantes encargados de ejecutar el plan rector de operaciones, así como a 28 policías. POSICIONAMIENTO PERSONAL DE LOS SEÑORES MINISTROS A fin de discutir este asunto, el señor Ministro Presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia exhortó a los señores Ministros integrantes del Tribunal Pleno a dar su posicionamiento personal respecto de la totalidad del proyecto. En esencia, las posturas fueron las siguientes: Ministro Genaro David Góngora Pimentel En su intervención, el señor Ministro Genaro David Góngora Pimentel hizo notar que este asunto revestía una gran complejidad por el contexto histórico y por el sufrimiento humano que hubo y seguirá habiendo en el Estado de Oaxaca. Señaló que durante el periodo investigado prevaleció en la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados una situación de desgobierno que imposibilitó a sus habitantes disfrutar plenamente de sus garantías, además de que muchas personas perdieron sus fuentes de subsistencia y se suspendieron clases en las escuelas, lo que resultaba trágico en un Estado donde la solución esencial de los problemas debería comenzar por la educación. Indicó que las tanto las autoridades estatales como las federales actuaron con desinterés e incurrieron en violaciones graves de garantías con motivo del uso excesivo de la fuerza pública, los traslados arbitrarios y los actos de tortura que en la investigación se documentaron plenamente. Participación del Gobernador de Oaxaca Manifestó que contrario a lo indicado en el proyecto, la participación asignada al Gobernador del Estado de Oaxaca no era atenuada, ya que no sólo era responsable por la omisión en el uso oportuno de la fuerza pública y la ausencia de cuerpos de seguridad - 12 - profesionales, sino también por la falta de atención que puso a la problemática de fondo, la incapacidad y la falta de oficio político. Detalló que la actuación precipitada y fallida en el operativo de desocupación de vialidades era atribuible directamente al gobernador como responsable de tomar la decisión y la planeación del desalojo, pues la implementación de un operativo sin contar con datos fiables en cuanto a las características del movimiento a que se enfrentaba el Estado, así como sobre el número de personas que intervinieron, su capacidad de reacción y organización, el apoyo popular y el armamento, sólo podía tener el fin funesto de que los policías enviados a desalojar fueran acorralados en la plaza por los inconformes. Esta irreflexión con que actuó el gobernador, dijo, conllevaba una responsabilidad; más aún, porque a partir de cierta fecha desapareció de las negociaciones eludiendo el compromiso del cargo para el que fue electo y propició un estado de anomia. 9 Explicó que las anteriores acciones y omisiones permitieron la violación grave a los derechos fundamentales de los habitantes del Estado de Oaxaca, lo que no se atenuaba por el hecho de que la policía no estuviera preparada debido al bajo presupuesto estatal, ni por las carencias históricas de la entidad o por el poco tiempo que llevaba en el cargo el gobernador, sino que por el contrario, dijo, la conciencia de estas carencias exigía actuar con prudencia. Excesos en el uso de la fuerza pública y asignación de responsabilidades El Ministro Góngora Pimentel indicó que si bien el dictamen documentaba correctamente los excesos en el uso de la fuerza pública, no coincidía con la asignación de responsabilidades, ya que la participación no sólo se limitaba al jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva, sino que también debía señalarse al entonces Secretario de Seguridad Pública Federal, principalmente en cuanto a la falta de registros que permitieran conocer los elementos y las circunstancias en que se llevaron a cabo las acciones del “Operativo Juárez” y los traslados de los detenidos durante los cuales se produjeron actos de tortura. También refirió que en este mismo rubro de participación de las autoridades federales, el proyecto analizado soslayaba los hechos consistentes en la detención arbitraria de dos de los líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). 9 Conforme al Diccionario de la Lengua Española, anomia significa ausencia de ley. - 13 - Señor Ministro José Ramón Cossío Díaz El señor Ministro José Ramón Cossío Díaz destacó varios aspectos del dictamen, entre ellos, la idea de que los derechos fundamentales pueden ser violados por las autoridades, ya sea por acción o bien por omisión cuando no toman las medidas necesarias para garantizar los derechos fundamentales en lo individual ni el disfrute de las condiciones vitales mínimas que actúan como presupuesto necesario para su disfrute y que incluyen el mantenimiento de una estructura de condiciones que en su conjunto se designa como la preservación del Estado de derecho. También compartió el dictamen en cuanto a que todos los órdenes de gobierno del Estado Federal son responsables, cada uno en su esfera de competencias, de hacer lo necesario para garantizar los derechos de los individuos y las condiciones de las que depende su disfrute; además celebró el argumento de privilegiar la interpretación de los derechos en el sentido que más favorezcan a la persona, así como la idea del mínimo vital manejada como una noción representativa del mínimo necesario y universalmente exigible en términos de disfrute de derechos como piso básico de las garantías que la actividad de los Poderes estatales debe asegurar a todos. Acto seguido, identificó lo que a su parecer eran las omisiones generales del dictamen y en ese orden puntualizó que en el dictamen no se advertía un análisis o calificación de las conductas de las autoridades políticas que permitieron que el conflicto magisterial adoptara las proporciones que llevaron a requerir la utilización repetida de la fuerza pública federal para sofocarlo, ya que sólo se identificaban algunas omisiones estructurales por parte del Gobernador del Estado, pero no se realizaba ninguna declaración sobre las conductas que dejó de efectuar la Federación. En cuanto a la disposición de negociar por parte de las autoridades federales, el Ministro Cossío Díaz señaló que, a su parecer, el Secretario de Gobernación no tenía la facultad de constituirse como mediador de un conflicto entre organizaciones sociales y un gobierno estatal cuando éste había solicitado de manera previa la intervención de las fuerzas federales en auxilio de la propia fuerza local; auxilio y cooperación que, dijo, sí se contempla en el artículo 119 de la Carta Magna, cuyo texto establece que los Poderes de la Unión tienen el deber de proteger a los Estados contra toda invasión o violencia exterior, y que en cada caso de sublevación o trastorno interior, les prestarán igual protección - 14 - siempre que sean excitados por la Legislatura del Estado o por su Ejecutivo si aquélla no estuviese reunida. Explicó que de acuerdo a lo previsto en las fracciones XIV y XVI del artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, 10 corresponde a la Secretaría de Gobernación conducir las relaciones del Ejecutivo con las entidades federativas, así como las relaciones de éste con las organizaciones sociales, pero desde el ámbito de sus competencias, es decir, desde el ámbito federal, sin que dicha Secretaría tenga la facultad de negociar con un grupo que exige la destitución del Gobernador del Estado como consecuencia de un juicio seguido ante un jurado popular. Añadió que estas negociaciones evitaron que se actuara de manera eficaz, oportuna y contundente contra las actuaciones del movimiento magisterial. Expresó que no podía sostenerse el argumento de que no existían las condiciones para que el Estado de Oaxaca contara con la fuerza policial suficiente para disuadir los hechos acontecidos, ya que las autoridades federales tenían el mandato constitucional y legal de coordinarse para apoyar y auxiliar a la fuerza pública local en un evento que ya no era de naturaleza negocial. Asimismo, precisó que también era clara la competencia de la Secretaría de Seguridad Pública Federal para tomar medidas, así como realizar acciones policiales y operativos conjuntos, que se deriva de los artículos utilizados como fundamento en el oficio de solicitud de coordinación formulada por parte del gobierno del Estado. De esta manera, consideró que para el ejercicio de la ayuda federal, no podían ser determinantes consideraciones ajenas al sistema de competencias y atribuciones de los distintos niveles de gobierno y sus mandatos de cooperación y auxilio, pues en los hechos ocurridos era claro que la violación grave de garantías se derivó de la evidente desestimación de las responsabilidades constitucionales del gobierno federal para auxiliar a una entidad integrante de nuestro pacto federal. Concluyó que aun cuando la pretensión de las autoridades federales hubiera sido resolver el conflicto, era deber del Tribunal Constitucional calificar las omisiones a la 10 ARTICULO 27.- A la Secretaría de Gobernación corresponde el despacho de los siguientes asuntos: … XIV.- Conducir, siempre que no esté conferida esta facultad a otra Secretaría, las relaciones del Poder Ejecutivo con los demás Poderes de la Unión, con los órganos constitucionales autónomos, con los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios y con las demás autoridades federales y locales, así como rendir las informaciones oficiales del Ejecutivo Federal; XVI.- Conducir, en el ámbito de su competencia, las relaciones políticas del Poder Ejecutivo con los partidos y agrupaciones políticos nacionales, con las organizaciones sociales, con las asociaciones religiosas y demás instituciones sociales; - 15 - observación de los mandatos de la Carta Fundamental, independientemente de que la naturaleza de la decisión haya sido o no política. Valoración de los hechos más relevantes Al referirse a lo acontecido el 14 de mayo de 2006, indicó que le parecía grave que parte de la narrativa que de ello se hacía en el dictamen, se basara en los partes de las fuerzas de seguridad y las actas notariales, pues ello quería decir que la única visión de los hechos era la aportada por la propia autoridad. Consideró que la afirmación contenida en el dictamen acerca de que las afectaciones ocurridas hubieran sido todavía más graves si se hubiera optado por el uso inmediato de la fuerza pública, dado que los enfrentamientos hubieran sido constantes con un número considerable de fallecimientos, era un juicio hipotético para predecir situaciones fácticas concretas. En cuanto a las autoridades participantes, mencionó que en el proyecto no se hacía ninguna imputación al director general de Traslado de Reos y Seguridad Penitenciaria, quien debió intervenir en los traslados de los detenidos, en términos del artículo 27 del Reglamento de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Refirió que aun cuando el proyecto destacaba la detención de personas no involucradas en los hechos, que fueron consignadas y posteriormente puestas en libertad por el juez competente, así como que en la detención de menores se inobservaron las medidas necesarias acordes a su edad, éstos eran hechos que representan violaciones directas al artículo 16 constitucional y que no se reflejaban en el capítulo del proyecto relativo a las garantías afectadas. Sobre los hechos del 16 de julio del 2007, acaecidos en el denominado "Operativo en el Cerro del Fortín", mencionó que el proyecto no desarrollaba en qué consistió la falta de proporcionalidad en el uso de la fuerza pública e indicó que para evaluar a las instituciones policiales debían analizarse tres momentos: a) prevención, b) respeto y protección, y c) investigación y sanción; asimismo, comentó que el proyecto no explicaba los detalles en la ejecución del uso de la fuerza pública que produjo una gran cantidad de lesionados. - 16 - Como conclusiones generales a la valoración de los hechos, se refirió a lo siguiente: Indicó que en la atribución de responsabilidades había un claro deslinde de las autoridades federales y la del Gobernador del Estado. En su opinión, la forma de presentar los resultados de la investigación provocaba dificultad para relacionar cuáles eran las violaciones graves y qué autoridades las llevaron a cabo, al no haber imputaciones concretas. Precisó que habiéndose identificado los hechos donde sí hubo participación de las autoridades federales, hacía falta el reproche que pudiera hacérseles. Señaló que las consideraciones del proyecto introducían valoraciones de carácter sociológico que provocaban que muchas de las determinaciones e identificaciones de la responsabilidad quedaran en suspenso o faltas de correlación. A su parecer, el dictamen debía contener adicionalmente las siguientes cuestiones: Primero, un reconocimiento y valoración de las negociaciones locales que hubo, en una fase inicial, entre el Gobernador del Estado y la sección XX ampliada del magisterio, a la luz de las competencias y deberes que las normas constitucionales y legales establecen para las autoridades de los tres niveles de gobierno. Segundo, un reconocimiento y valoración de las excitativas para solventar las peticiones del magisterio, que conforme a las normas constitucionales y legales no eran competencia de las autoridades del Estado de Oaxaca. Tercero, reconocer y valorar las solicitudes de protección con base en el artículo 119 constitucional y la Ley de Bases de Coordinación de Seguridad Pública, y la subsiguiente omisión de las autoridades federales competentes de cumplir con su deber. Cuarto, complementar o clarificar los criterios de imputación para establecer una conexión clara entre la descripción de los hechos y los participantes en los mismos. - 17 - Señor Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo Para el señor Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo este caso se trataba de una conflictiva con raíces atribuibles a muchos factores que se han venido arrastrando desde hace mucho tiempo, que inició como una causa social magisterial y que se convirtió en un movimiento con ambiciones políticas de gran envergadura que fue aglutinando muchas otras organizaciones sociales. Opinó que el tema central en el caso Oaxaca eran las múltiples y trascendentes omisiones que hubo en el cumplimiento de la función de seguridad que generaron un estado de abandono total, las cuales fueron desde la inacción del gobierno estatal hasta la falta o tardío apoyo que brindó el gobierno federal para remediar un conflicto, que no sólo implicó pérdidas, lesiones y afectaciones a los involucrados en el enfrentamiento con el gobierno estatal, sino que trajo aparejadas amplias consecuencias y daños colaterales con efectos incluso de largo alcance en el tiempo. Precisó que estos aspectos no podían abordarse ni concluirse sin analizar otros temas como lo relativo a los deberes que tiene el Estado hacia los gobernados, la seguridad pública como facultad concurrente entre los tres órdenes de gobierno y lo concerniente a la intervención federal estipulada en el artículo 119 constitucional. Deberes del Estado hacia los gobernados En cuanto a este tema, hizo notar que en Oaxaca, la mayoría de los hechos que podían considerarse lesivos de derechos humanos, con excepción de los operativos de policía, fueron realizados materialmente por civiles, pues muchos de éstos mataron a otras personas, retuvieron y lesionaron policías, impidieron el libre tránsito en la ciudad y la región, imposibilitaron el ejercicio del comercio, que se impartiera educación, acudir a centros de trabajo, incendiaron oficinas públicas, tomaron estaciones de radio e impidieron la realización de gobierno y otra cantidad de hechos. Refirió que por estas circunstancias no podía considerarse que se trataba estrictamente de hechos violatorios de garantías, sobre todo porque las garantías como tales se deben dar en una relación gobernado-gobernante; de ahí que compartiera el proyecto en la propuesta de configurar estas violaciones a partir del esquema de deberes positivos del Estado, esto es, partiendo de que cada uno de los derechos humanos que se - 18 - consideran violados, son derechos que imponen al Estado no sólo el deber de no interferir en el goce de los mismos, sino el de realizar las acciones necesarias para que su goce y ejercicio sean posibles por los gobernados. Así pues, coincidió con el hecho de que no fueron cumplidos los deberes de hacer que cada uno de los derechos humanos violentados impone al Estado y por lo tanto, que se configuró la violación de garantías individuales. Identificación de los servidores públicos involucrados en el caso Indicó que al abordarse en el proyecto el tema de la identificación de los servidores públicos involucrados, si bien se aludía a que se configuraron violaciones por incumplimiento de deberes positivos del Estado hacia los gobernados, lo cierto era que sólo se consideraron responsables de las violaciones por omisión a los funcionarios que incurrieron en ellas en forma decisiva, lo cual, llevaba a que a los funcionarios encargados de velar por esos derechos humanos no se les reputara responsabilidad en tales omisiones. La seguridad pública como facultad concurrente entre los tres órdenes de gobierno. Explicó que la seguridad pública es una facultad concurrente entre los tres órdenes de gobierno, ya que las autoridades estatales tienen la posibilidad y el deber de realizar la función pública en todo el Estado, al tiempo que las autoridades municipales en sus respectivos Municipios, mientras que la Federación tiene la posibilidad y el deber de hacerlo en todo el país al tiempo que actúen también las autoridades estatales y municipales. En el caso, dijo, era evidente que en el ejercicio de esta función el gobierno federal dejó en un estado de abandono al Estado de Oaxaca y el gobierno estatal abordó tardíamente el movimiento social por su fallido operativo policial de desalojo de los plantones y barricadas, lidiando con un grupo que los superaba en fuerza, número, organización, capacidad y resistencia, a grado tal, que dicho fracaso expandió el descontrol, no obstante que no tendría que haber sido así, precisamente porque la seguridad pública es una materia concurrente que se ejerce de manera coordinada, ya que las fuerzas federales deben apoyar a las fuerzas estatales cuando éstas lo requieran, pues - 19 - no es una facultad de ejercicio potestativo, sino que es una obligación de concurrencia, asistencia y coordinación en la materia. Precisó que el gobierno de Oaxaca no contaba en el renglón de seguridad pública con la capacidad y competencia necesaria para brindar seguridad pública y restablecer el orden e hizo notar que el gobierno federal no sólo no ofreció su apoyo, sino que cuando le fue solicitado se negó durante varios meses que fueron cruciales para que creciera la violencia y el caos e hizo notar que si bien eventualmente se involucró en la negociación entre las partes, éste no era su único deber frente al conflicto, ni llegaba hasta ahí su participación. Puntualizó que la omisión y falta de oportunidad en el uso de la fuerza pública de las autoridades dio lugar a múltiples violaciones de derechos humanos por incumplimiento de deberes positivos, por lo que debía reprocharse al gobierno el no haber hecho cesar la violencia con que se expresaba el descontento y que llevó a una violación generalizada y continuada de derechos humanos en Oaxaca, teniendo igual responsabilidad el gobierno federal y el estatal. Intervención o auxilio federal Mencionó que la llamada intervención o auxilio federal, que se prevé en el párrafo primero del artículo 119 constitucional, al establecer que los poderes de Unión deben proteger a los Estados contra toda invasión o violencia exterior, y que en caso de sublevación o trastorno interior, les prestarán igual protección, debía interpretarse en el sentido de que en materia de seguridad pública, el apoyo no sólo es en casos extremos y mediante formalidades en la petición de apoyo. En tal virtud, señaló que la Federación tenía que haber apoyado al Estado sin necesidad de esperar a que se reunieran las condiciones extremas a que se refiere el artículo 119, en razón de la concurrencia mandada por el artículo 21 en materia de seguridad pública, máxime que mediaba petición para ello por parte del gobierno del Estado y era evidente que las autoridades locales estaban rebasadas y las condiciones imperantes en Oaxaca exigían una participación más activa de la federación que no se dio, o que se dio muy tarde y que generó una situación indigna de vida por demás prolongada que se tradujo en la violación por falta de cumplimiento de los deberes positivos. - 20 - Indicó que a los derechos humanos violados agregaría que también debían considerarse incumplidos los deberes del Estado inherentes a la rendición de cuentas, así como los de represión de conductas antijurídicas desplegadas por los servidores públicos y por civiles. Autoridades Participantes El Ministro Gudiño mencionó que los funcionarios involucrados en las violaciones de derechos humanos no sólo eran los mandos operativos, sino también lo eran, por omisión, el propio Ejecutivo Federal, el Secretario de Gobernación y de Seguridad Pública, e incluso, los titulares de dichos cargos luego del relevo del sexenio presidencial, pues los hechos se prolongaron tiempo después. Además, dijo que debía considerarse involucrado al Gobernador del Estado de Oaxaca no sólo por no haber contado con un cuerpo de policía competente, pues también era responsable por la manera en que se utilizó la fuerza pública, por el ineficaz manejo de la política interior y por las omisiones en que incurrió en materia de seguridad pública. Opinó que también eran responsables, por falta de investigación efectiva en las represiones, los funcionarios del Ejecutivo Federal ya mencionados, el Procurador General de la República y las respectivas entidades federativas. Señor Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano El señor Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano expresó que en este asunto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitía únicamente una opinión y al hacer referencia al informe rendido por los Magistrados integrantes de la Comisión Investigadora señaló que del mismo se advertía que el conflicto magisterial obedeció más que nada a la molestia de algunos dirigentes sociales y políticos, quienes a pesar de su inconformidad, son seres humanos en pleno ejercicio de sus garantías constitucionales que deben ser respetados por la autoridad. Coincidió con el señor Ministro Góngora Pimentel en cuanto al estudio sociológico del atraso y del sufrimiento acumulado que existe entre los oaxaqueños, lo cual dijo, era lamentable; no obstante, puntualizó que la facultad de investigación prevista en el segundo párrafo del artículo 97 constitucional no era la vía para diluir tal sufrimiento. - 21 - Señaló que si bien el operativo de 14 de junio de 2006 fue un fracaso, era muy complejo señalar que siempre que una autoridad en ejercicio de fuerza pública interviene, debe de garantizar un resultado plausible, pues refirió que no existe un protocolo para ello, además hizo notar que en materia de seguridad pública es fácil predicar policías óptimas, eficaces y que no se equivoquen nunca, pero indicó que con el retraso ancestral, en donde las prioridades están absolutamente trastocadas, no era dable exigir policías eficientes en Oaxaca. Sostuvo que para poder reprochar a la fuerza pública el no haber cumplido con sus misiones primigenias, debían analizarse cuáles eran sus posibilidades reales, y con base en esto hacer los reclamos correspondientes, pero no a partir de un mundo ideal, resolver lo que debe y no hacerse. Cuestionó el hecho de poder atribuir a alguien las violaciones perpetradas, pues hizo notar que en el caso se estaba ante un grupo de personas a las que no interesó la afectación ocasionada a la sociedad civil y con las que, en un momento dado, no era posible sostener un diálogo para que la situación se solucionara. Opinó que era discutible que los hechos analizados constituyeran en realidad una violación grave de garantías individuales, ya que el uso de la fuerza pública primero fue legítimo, luego, los decesos ocurridos no se le atribuyen a ninguna autoridad y los probables excesos físicos fueron producto de la violencia con que actuaron los inconformes. Indicó que en el operativo de 14 de junio de 2006 llevado a cabo por las autoridades locales, que se vieron rebasadas con el número y actitud de los inconformes, se advertía el cuidado con el que éstas quisieron actuar, pues incluso se levantaron actas por notario público en las que se dio fe del desarrollo del operativo, lo que evidenciaba el temor de que con motivo del operativo pudiera imputárseles la comisión de violaciones a las garantías individuales, por tanto, a su parecer, era claro que la autoridad cuidó su actuación y a pesar de ello ahora se pretende inculparla por omisiones. Por otra parte, reconoció que en los distintos operativos a cargo de las autoridades federales que tuvieron lugar el 29 de octubre de 2006 y hasta el 24 de enero de 2007, el uso de la fuerza pública fue legítimo, no así profesional ni eficiente. - 22 - Trajo a la vista que los traslados de los detenidos no quedaron documentados y que si bien algunos de los detenidos presentaban lesiones, éstas no necesariamente eran producto del uso de la fuerza pública, sino del enfrentamiento de los inconformes. El Ministro Aguirre señaló que ante la escasez de presupuesto, era cuestionable que los cuerpos policiales tuvieran capacitación y profesionalización; además, puso en duda la responsabilidad del titular del Ejecutivo estatal en cuanto a esa falta de capacitación y profesionalismo. Dijo que si bien podía hablarse de una violación grave de garantías por el hecho de que se haya repelido sin profesionalismo a los grupos que buscaban la ingobernabilidad y la violencia, lo cierto era que no había una atribución directa a persona determinada de estas violaciones de garantías, sino que se hacían imputaciones genéricas. Concluyó que la violación grave de garantías individuales radicaba en que la fuerza pública no impidió el conflicto, pudiendo haberlo hecho, por lo cual, dijo, habría que analizar evento por evento. SESIÓN PÚBLICA DEL 14 DE OCTUBRE DE 2009 Señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos La señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos se refirió a cada uno de los hechos analizados y lo que sucedió en ese período antes de exponer su punto de vista. Tras reconocer el trabajo realizado en la investigación, no compartió el apartado del proyecto relativo a las garantías individuales violadas, pues hizo notar que los hechos que implican esas violaciones no fueron actuaciones llevadas a cabo por la autoridad correspondiente, sino que fueron realizadas por particulares, los cuales no violan garantías individuales sino que cometen delitos o infracciones, pues los únicos que pueden violarlas son las autoridades. En ese entendido, la Ministra Luna Ramos indicó cuáles fueron los nueve hechos que implicaron la actuación de las policías tanto estatal como federal, precisamente para el restablecimiento del orden y que, en esencia, fueron los siguientes: - 23 - 1. La Ministra Luna Ramos señaló que el primer suceso tuvo lugar el día 14 de junio de 2006, cuando la policía estatal inició un operativo a fin de desalojar a las personas que permanecían en el plantón del zócalo de la ciudad de Oaxaca. Mencionó que si bien al principio se lograron liberar algunas vialidades, posteriormente, los miembros del magisterio y grupos sociales que los apoyaban se reagruparon hasta alcanzar una cantidad de personas que llegaron a superar a los elementos de policía en gran proporción, por lo que este operativo policial fracasó. 2. Refirió que el segundo suceso se suscitó el día 29 de octubre de 2006, cuando comenzó el “Operativo Benito Juárez”, en el que elementos de la Policía Federal Preventiva entraron al zócalo de la ciudad de Oaxaca, generándose enfrentamientos en diversos lugares. La Ministra Luna Ramos hizo notar que ese día la presencia de la Policía Federal Preventiva hizo que cesara la toma del edificio del Tribunal Superior de Justicia y demás instalaciones afectadas. 3. Mencionó que el tercer suceso acaeció el día 30 de octubre de 2006, cuando la Policía Federal Preventiva bloqueó el zócalo de la ciudad de Oaxaca para impedir que los manifestantes entraran nuevamente al primer cuadro de la ciudad. En respuesta a dicha acción un grupo de personas realizó diversos actos en protesta y se suscitaron enfrentamientos entre policías e inconformes. 4. El cuarto suceso se dio el día 1o. de noviembre de 2006, cuando la Policía Federal Preventiva realizó otros operativos para eliminar barricadas, lo que ocasionó enfrentamientos con personas inconformes. En ese operativo se recuperaron las instalaciones del canal 9 de televisión y de Brenamiel, lugar donde se ubicaban las antenas repetidoras de radio. 5. El quinto suceso se desarrolló el día 2 de noviembre de 2006. En esta fecha la Policía Federal Preventiva liberó la circulación de las avenidas Cinco Señores y Universidad, produciéndose enfrentamientos entre los policías y los manifestantes, con un reporte de heridos y detenidos tanto de una parte como de otra. 6. El día 20 de noviembre de 2006 se dio el sexto suceso, en el que también se originaron enfrentamientos entre la Policía Federal Preventiva y manifestantes, cuando los primeros iban recuperando espacios y edificios de la ciudad de Oaxaca. - 24 - 7. Como suceso número siete, la Ministra Luna Ramos destacó lo acaecido el 25 de noviembre de 2006; día en que se realizó una marcha en la que hubo enfrentamientos y se incendiaron varios inmuebles. La Policía Federal Preventiva trató de sofocar los enfrentamientos. 8. El suceso número ocho se llevó a cabo el 29 de noviembre de 2006, cuando se retiraron las últimas barricadas que aún impedían el tránsito de varios sitios. Actos en los que participó la Policía Federal Preventiva. 9. El noveno suceso aconteció el 16 de julio de 2007 en el Cerro del Fortín, lugar en donde tradicionalmente se lleva a cabo la fiesta de “La Guelaguetza”, ya que ese día los manifestantes trataron de impedir que se llevara a cabo dicha festividad, generándose un enfrentamiento entre éstos y la policía estatal. La señora Ministra Luna Ramos destacó que de estos nueve sucesos, sólo el primero y el noveno, fueron llevados a cabo por la policía estatal, pues del segundo al octavo fueron realizados por la Policía Federal Preventiva. Suficiencia de la Investigación y responsabilidades en la violación grave de garantías La Ministra Luna Ramos opinó que fue suficiente la investigación llevada a cabo por los Magistrados Comisionados, por todos los datos aportados y las pruebas de las cuales se hicieron cargo e indicó que si bien en el caso analizado existió violación grave de garantías, debía delimitarse cuáles eran realmente las responsabilidades por parte de las autoridades. En cuanto a la participación del Gobernador de Oaxaca en los hechos analizados, coincidió con el hecho de que se estimara atenuada, pues mencionó que éste nunca abandonó el problema, ni dejó de intervenir para lograr la estabilidad en la entidad, ya que desde que se presentó el pliego de peticiones por parte del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, 11 el gobierno del Estado estableció mesas de diálogo en las que pretendían negociar por la vía pacífica, y precisó que fue después de muchas reuniones, cuando el gobernador solicitó ayuda a la Secretaría de Gobernación y al 11 Pliego de peticiones presentado el día 1° de mayo de 2006. - 25 - gobierno federal al estimar que no sería posible arribar a una solución del problema, momento en el cual, se ordenó el operativo de desalojo por parte de la policía estatal, que fue rebasada en número por los manifestantes. Por tanto, consideró que en este primer suceso, no hubo violación grave de garantías por parte de la policía estatal, porque éstos fueron los perjudicados, no así los manifestantes. Destacó que el hecho de que la Secretaría de Gobernación tuviera reuniones de trabajo con una actitud negociadora con los manifestantes y con el gobierno del Estado, significaba que el gobierno federal tuvo una participación activa y directa con la esperanza de lograr que el conflicto se solucionara por la vía pacífica. Para ella, la Policía Federal Preventiva participó de una manera profesional y ordenada, pues tenían un plan rector de operaciones en el que se delimitó y determinó el propósito, la organización de los operativos, sus fases estructuradas, los sitios en los que tenían que entrar y la manera en la que tenían que penetrar a la ciudad. Así pues, consideró si bien fracasó el operativo del 14 de junio de 2006 que llevó a cabo la policía estatal, no podía pensarse lo mismo respecto de los demás operativos, pues tan no fue así que se recobró la ciudad de Oaxaca y se restableció el orden, es decir, la Policía Federal Preventiva cumplió su cometido en el momento en que entró al desalojo. Mencionó que una vez que la policía entró a la ciudad de Oaxaca, hubo agresiones por parte de los manifestantes, lo cual justificó el uso de la fuerza pública, ya que si a través de la vía de la negociación no se había logrado restablecer el orden por parte de las propias autoridades estatales y federales, concretamente de la Secretaría de Gobernación, la única manera era a través del ejercicio del uso de la fuerza pública con el objeto de recobrar todos los inmuebles y las calles tomadas. Reconoció que al repeler la agresión, hubo exceso por parte de los policías cuando ya era innecesaria la violencia y los golpes, lo cual, a su parecer, era lo que constituía una violación grave de garantías, pero señaló que contrario a lo sostenido en el proyecto, estas violaciones no eran atribuibles a los jefes policíacos de la Policía Federal Preventiva y al Coordinador de la Policía Federal Preventiva, pues en su opinión, los jefes policíacos que intervinieron, actuaron conforme a un plan rector de operaciones a fin de ingresar de - 26 - manera ordenada y adecuada a la ciudad de Oaxaca, precisamente con la advertencia de que no se violaran garantías por parte de los policías. Por ende, mencionó que la violación de garantías sólo se dio por parte de los policías porque en las detenciones hubo exceso de fuerza y agresiones cuando ya no había necesidad; de ahí que sólo necesitaba identificarse a las personas que las efectuaron y por tanto, serían éstas las involucradas en la violación de garantías señalada. Señor Ministro Sergio A. Valls Hernández El señor Ministro Sergio A. Valls Hernández compartió la consulta sometida a consideración del Tribunal Pleno en cuanto a la suficiencia de la investigación, a las consideraciones relativas a los derechos del hombre, al ideal de sociedad que el proyecto sustenta para la Constitución Federal, la importancia de la corresponsabilidad entre la sociedad y el Estado, así como respecto a la naturaleza de las garantías individuales como mandatos de optimización. Expuso que lo sucedido durante el período investigado se gestó en el contexto de un conflicto añejo y multifacético originado en la pobreza, la marginación, la situación geográfica, económica y de vulnerabilidad que desembocó en un estado de ingobernabilidad, a grado tal que vulneró las garantías de tránsito, comercio, trabajo, educación, entre otras, en perjuicio no sólo de la sociedad en general sino de los propios manifestantes, que rebasó las alternativas tradicionales de solución de conflictos, esto es, la aplicación del derecho, y dio lugar al uso de la fuerza del Estado como instrumento de control. Refirió que el poder de mando en una nación radica en su imperium, que no es otra cosa que el monopolio del uso de la fuerza y aun de la violencia por parte del propio Estado, como medio a través del cual las instituciones subsisten y se mantiene el orden, la libertad, la paz pública y la sana convivencia social, esto es, el Estado de derecho; sin embargo, indicó que ese poder coactivo no es absoluto, pues sólo debe ejercerse cuando no haya otra medida viable, es decir, cuando todos los demás instrumentos han fracasado, y por eso, a efecto de garantizar que la fuerza sea usada sólo como última ratio, es que los Estados modernos precisan limitarla mediante un marco normativo. - 27 - Indicó que en nuestro país, es la Constitución Federal la que cumple, en primer término, la encomienda de evitar que la fuerza del Estado vulnere la esfera de los gobernados, para lo cual establece normas que restringen la conducta de la autoridad, por ejemplo, el artículo 21, cuyo texto regula el tema de la seguridad pública y la actuación de las instituciones policiales como una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los municipios en sus respectivas competencias y precisa que el actuar de las instituciones policiales se regirá por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez, así como que la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los municipios se coordinarán para establecer un sistema nacional de seguridad pública. Agregó que ese marco constitucional armoniza con la regulación internacional en normas tales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y la Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura; ordenamientos todos que coinciden en destacar la obligación de respetar los derechos humanos, e indicó que en ese contexto normativo es que se acota el ejercicio de la función de seguridad pública, se regula la actuación de policías y se delimita el uso de la fuerza del Estado en equilibrio con los derechos humanos de los gobernados. Señaló que en el caso, los inconformes ya habían desplegado múltiples conductas infractoras de la paz social, pues su actuar se materializaba al margen del derecho, poniendo en peligro la integridad de la sociedad, y ante tal situación de violencia y descontrol, era evidente que cuando las autoridades hicieron uso de la fuerza, ésta no sólo era necesaria sino obligada, dado que ya no había posibilidad alguna de diálogo y era la única alternativa que quedaba para conservar el Estado de derecho; de ahí que, en principio, resultaba justificada la decisión de usar la fuerza para evitar males mayores y restablecer el orden, ya que se aplicó en salvaguarda del interés general o bien común que es el fin más valioso de todo Estado de derecho. No obstante, recalcó que la fuerza pública no se usó bajo parámetros de proporcionalidad, racionalidad y humanidad, sino que se desbordó al no existir control del problema para contener el ejercicio del derecho a los beligerantes; de ahí que los hechos acaecidos en el período investigado resultaban violatorios de garantías, en tanto que se trastocaron derechos fundamentales. Reconoció que la violación generalizada de garantías se provocó por una omisión de las autoridades consistentes en no desplegar los - 28 - actos de imperio necesarios tendientes a restablecer el orden y garantizar el goce de derechos fundamentales. Compartió el proyecto en cuanto a la vinculación de las autoridades que intervinieron en los hechos materia de esta facultad de investigación, con la violación de garantías que se les atribuía. Finalmente, puntualizó que no era obligación del Gobernador de Oaxaca cuidar de las fuerzas públicas al grado que señalaba el proyecto, esto es, la falta de supervisión, preparación y profesionalismo de la policía, y en general, la eficiencia de la fuerza pública con que cuenta para la solución de conflictos sociales, por lo que a juicio del Ministro Valls, no existía “ese no actuar” del titular del Ejecutivo local que se pudiera considerar directamente fuente de la violación grave de garantías, y señaló que su responsabilidad ni aun atenuada era jurídicamente sustentable. Señor Ministro José Fernando Franco González Salas El señor Ministro José Fernando Franco González Salas destacó la complejidad de la investigación realizada y en lo general, compartió el marco teórico del proyecto, la conclusión de que existieron violaciones graves a diversas garantías individuales, así como que durante varios meses no existió propiamente Estado de derecho en Oaxaca y que el uso legítimo de la fuerza pública en este conflicto evidenció la falta de eficiencia y profesionalismo de los cuerpos policíacos; sin embargo, estimó que el proyecto debía precisar con mayor detalle las violaciones derivadas de la actuación de las fuerzas policiales en los cateos y en los operativos “Juárez” y el del Cerro del Fortín, así como en las detenciones y traslados. Destacó dos temas fundamentales: primero, el relativo al contenido y alcance del primer párrafo del artículo 119 constitucional, y segundo, las obligaciones que derivan para los distintos órdenes de gobierno del sistema de facultades concurrentes en materia de seguridad pública, que prevén los artículos 21 y 73, fracción XXIII constitucionales. En cuanto al análisis del primer párrafo del artículo 119 constitucional, estimó que no se abordaba en el proyecto con la profundidad necesaria, siendo que su objeto es garantizar protección a los Estados dentro del sistema federal frente a la eventualidad de - 29 - riesgos en dos supuestos: en caso de invasión o violencia exterior y en caso de sublevación o trastorno interior. A su parecer, la protección prevista en el citado artículo 119 de la Constitución Federal, puede darse sin ninguna concurrencia entre los órdenes de gobierno, y por la misma razón, indicó que con base en la fracción VI del artículo 89 constitucional, 12 no nada más con las fuerzas de seguridad pública tendría que hacerse frente a un conflicto interno mayor en un Estado que pusiera en riesgo la seguridad interior del país, ya que la protección podría darse inclusive con el uso de las fuerzas armadas. Respecto a las obligaciones que nacen del sistema de facultades concurrentes en materia de seguridad pública, opinó que debía establecerse claramente que se trata de un régimen distinto al previsto en el artículo 119 de la Carta Magna, lo anterior, porque no tienen necesariamente las mismas finalidades, conforme a las bases constitucionales a nivel federal y local que las regulan y en este sentido, le parecía que el proyecto no desarrollaba los argumentos para determinar cuáles son las obligaciones que nacen para los Poderes Federales en uno y otro supuesto. Estimó que el proyecto debía hacerse cargo con mayor profundidad del tema de las facultades de las autoridades federales para intervenir en una negociación como la que se dio en el caso del conflicto de Oaxaca, a efecto de poder deslindar la correcta o no actuación que éstas tuvieron. Así pues, se separó del proyecto en la parte que imputaba responsabilidad al Gobernador de Oaxaca por no contar en el Estado con una fuerza de seguridad pública eficiente y capaz de disuadir por sí misma, el surgimiento de conflictos sociales como el que se presentó, pues a su parecer, esta situación es una responsabilidad histórica compartida con muchas otras autoridades y producto de una condición deficiente multifactorial; por lo que en todo caso lo que se debe evaluar es el apego a la Constitución y a las leyes, de su actuación durante el conflicto. Por ende, consideró que debían reforzarse las conclusiones del proyecto respecto de la actuación de las autoridades federales involucradas en el conflicto y, en su caso, revisar la participación y actuación de las estatales, pues precisó que tan grave era dejar 12 Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del Presidente, son las siguientes: …VI.- Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación. - 30 - impunes a quienes han incurrido en actos ilegales o delictuosos como imputarles responsabilidades a quienes no son culpables de los mismos. Señor Ministro Juan N. Silva Meza En su participación, el señor Ministro Juan N. Silva Meza hizo notar que la facultad de investigación consagrada en el artículo 97, párrafo segundo, de la Constitución Federal, no es sólo un mecanismo de control de regularidad constitucional, sino que es un mecanismo de control político constitucional de actos y omisiones de los miembros de los poderes públicos. Señaló que la finalidad de este mecanismo estriba en que, al ponerse en marcha, sea un eficaz instrumento de reparación al incumplimiento de obligaciones contraídas por el Estado mexicano en todos los niveles y órdenes de gobierno en materia de derechos humanos en el ámbito internacional, aspecto que, dijo, no se consideró en el proyecto que se analizaba. Suficiencia de la Investigación Consideró que la investigación realizada fue suficiente, pues en su desarrollo se recabó un cúmulo de pruebas con las que se acreditó fehacientemente que en el caso existieron hechos que constituyen violación grave y generalizada de garantías individuales y derechos fundamentales. Refirió que esta investigación también reveló el proceder de algunas autoridades para encubrir a diversos servidores públicos que participaron directamente en los hechos investigados y que violaron gravemente garantías individuales y derechos fundamentales, lo cual efectuaron con la finalidad de evadir responsabilidades civiles, penales, administrativas y políticas respecto de las cuales el Estado debe responder indefectiblemente a fin de evitar, a su vez, responsabilidades históricas, ya que para el Ministro Silva Meza los hechos acaecidos en el Estado de Oaxaca pasarán a formar parte de la historia de nuestro país por infringir los diversos órdenes jurídicos, específicamente en lo relativo a las limitantes al ejercicio de la función pública contenidas en la Constitución Federal. - 31 - Precisó que los Poderes Ejecutivo, Federal y Estatal tienen responsabilidad directa en los acontecimientos acaecidos en el municipio de Oaxaca y zona conurbada, sin que ésta pueda atenuarse por la circunstancia de que no se abstuvieron por completo de actuar con voluntad de resolver el conflicto social, o bien, porque no se está ante una omisión absoluta, sino frente a resultados indeseados, pues hizo notar que la lesión a las garantías individuales y los derechos fundamentales son atribuibles por acción y en especial por omisión grave como resultado de su posición de jerarquía y de mando, de sus servidores públicos subordinados. Especificó que si bien los titulares de los Poderes Ejecutivo, Federal y Estatal llevaron a cabo actos dirigidos a tratar de solucionar el conflicto, éstos no fueron los idóneos, ya que no impidieron la movilización ciudadana a gran escala ni que diversos servidores públicos incurrieran en una violación generalizada de garantías y derechos, siendo que tales Poderes tenían las facultades y atribuciones constitucionales y legales para hacer cesar dichas acciones, lo cual trajo como consecuencia que, además de las garantías individuales y derechos fundamentales que se consideran infringidos en el dictamen que se analizaba, se encontrara plenamente acreditado que también se violaron los derechos a conocer la verdad, a la indemnización y al acceso a la información. Para el Ministro Silva Meza fue incompleta la asignación de responsabilidades que en el dictamen se proponía, ya que debían definirse los principios constitucionales que las fuerzas del orden deben seguir al llevar a cabo su trabajo. También disintió del proyecto respecto de los principios que guían la prestación del servicio de seguridad pública, que de manera concurrente deben ofrecer los tres niveles de gobierno, y que en opinión del Ministro Silva Meza, debe tener como principio rector la protección irrestricta de los derechos humanos, no solo la legalidad, la eficiencia, el profesionalismo, la proporcionalidad. Indicó que si bien existió un plan rector de operaciones que se utilizó para llevar a cabo el operativo de las fuerzas federales de Oaxaca, en el cual se ordenaba respetar los derechos de las personas, dicha orden no se cumplió y por ello resultaba necesario determinar quién estaba a cargo de que las órdenes se cumplieran y, en su caso, cómo se repararía el incumplimiento. - 32 - Además, mencionó que el hecho de que las autoridades no pudieran explicar cómo se desarrollaron los operativos a pesar de contar con un plan maestro, era una causa más para exigir responsabilidades a todos los funcionarios que integraron la cadena de mando, pues la falta de planeación y las omisiones gubernamentales, tanto federales como estatales, violaron obligaciones internacionales signadas por México en relación con la violación de derechos humanitarios afectados por el uso de la fuerza pública. Explicó que el Estado al usar la fuerza pública en ejercicio de sus facultades constitucionales no puede desentenderse de su obligación de velar que la seguridad de todos se garantice, sean o no participantes. Asimismo, destacó que también se dieron tratos inhumanos y tortura, que obligan al Estado mexicano a ser reparados. No compartió el dictamen en la parte que consideró que la orden fue legítima pero el operativo mal realizado, pues en su opinión, no puede ser legítimo un operativo que debe serlo de principio a fin y que tiene como consecuencia la detención de inocentes. Consideró que era incorrecto que el proyecto distinguiera entre responsabilidad activa y responsabilidad omisiva; asimismo, consideró injusto que la valoración de la labor de las autoridades se haga ex post facto, pues indicó que no había razones para creer que la responsabilidad activa en la violación de derechos humanos sea más grave en comparación con la responsabilidad omisiva que produzca el mismo resultado, ni era convincente que la violación a los derechos humanos fuera más grave o menos en razón del contexto en el cual se realizó, pues indicó que la violación grave de derechos humanos es absoluta; sin embargo, dijo, la responsabilidad por parte del Estado respecto a esas violaciones sí se puede intensificar. Estimó inadecuado dejar toda la responsabilidad sólo a cargo del entonces jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva y del coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo, pues precisó que estos funcionarios tenían mandos superiores encargados de vigilarlos y de estar enterados del desarrollo de sus actividades, en concreto, del titular del Poder Ejecutivo Federal. También planteó que la responsabilidad total de la planeación y puesta en marcha de los operativos por lo que hace al Estado de Oaxaca, sobre todo en relación con el operativo efectuado el día 14 de junio de 2006, no sólo debía recaer en el director general - 33 - de Seguridad Pública del Estado, pues éste tiene superiores jerárquicos, incluyendo al Gobernador del Estado, quien debe vigilar que su actuación se apegue a la ley. No estuvo de acuerdo en considerar como atenuante el hecho de que las autoridades federales y locales intentaron resolver el conflicto mediante el diálogo, pues en opinión del Ministro Silva, una vez agotada la vía conciliadora y decidido el uso legítimo de la fuerza pública, las autoridades debían ejercerla con estricto respeto al Estado de derecho y a los derechos humanos, ya que un gobierno democrático no puede aplicar el uso indiscriminado de la fuerza, menos con el pretexto de que intentó por todos los medios disuadir conflictos por medio de la razón. Consideró que la violación a garantías individuales no podía reprocharse en esta investigación únicamente a los individuos que originaron y participaron en las movilizaciones, pues la afectación también era responsabilidad de los órganos del Estado a nivel federal y local, tanto por acción como por omisión, por lo que cada quién habría de responder por lo suyo. Asimismo, refirió que no había suficientes razones para considerar que la pérdida de ciclos escolares y las pérdidas patrimoniales sufridas por las revueltas o la afectación al sistema de aplicación e impartición de justicia derivada del vandalismo ejecutado en contra de oficinas públicas no sea responsabilidad del Estado, quien resultó incapaz de evitarlo y fue tardío en encontrar la solución e incluso no ha podido establecer remedios convincentes a estas afectaciones. Para el Ministro Silva Meza, la responsabilidad del Gobernador de Oaxaca no era atenuada, pues los funcionarios encargados de servir a una sociedad no podían atribuir sus fallas en el ejercicio de gobierno a los problemas ancestrales que la sociedad arrastra. Concluyó que la investigación era suficiente, que sí hubo violación grave a garantías individuales y derechos humanos, que las garantías violadas en el caso de Oaxaca eran las señaladas en el proyecto y que los responsables eran las personas que participaron por acción y omisión en los operativos emprendidos por las autoridades federales y estatales, entre las que se incluye a quienes los ordenaron, de tal manera que todos los que integraban las cadenas de mando en ambos niveles de gobierno resultaban responsables, desde los más altos funcionarios hasta los mandos operativos. - 34 - Señora Ministra Olga Sánchez Cordero La señora Ministra Olga Sánchez Cordero expresó que el gobierno del Estado de Oaxaca fue omiso en proteger eficazmente los derechos fundamentales de sus gobernados, los cuales tenía la obligación de respetar y vigilar que se respetaran, por lo que su actuar omiso ocasionó una violación grave de éstos. Sostuvo que fue ineficaz la actividad desplegada por las autoridades federales como mediadoras en el conflicto magisterial, ya que no se lograron los consensos necesarios para la distensión del conflicto, sino que su duración se vio ampliada y la situación de ingobernabilidad agravada, tal como se podía advertir de la propia investigación. Hizo notar que sobre este aspecto, no se hacía pronunciamiento alguno en el proyecto. Precisó que la actitud omisa e ineficaz de las autoridades de los distintos ámbitos de gobierno en la implementación y aplicación de decisiones políticas, generaron la ingobernabilidad que prevaleció en la ciudad de Oaxaca y parte del Estado, sobre todo, porque esas acciones debieron efectuarse mediante los cauces institucionales de manera eficiente, oportuna, en acatamiento a las normas establecidas, sin violentar el marco del derecho y en un contexto de legitimidad democrática; cuestión ésta que, dijo, tenía que tener un mayor énfasis en el dictamen, pues no sólo debían ocuparse de calificar las actuaciones de las autoridades y de los cuerpos de seguridad pública, sino que tenían que evaluar el desempeño de todas las autoridades que intervinieron de manera directa e indirecta en el conflicto. Mencionó que lograr que los actores políticos implicados en la toma de decisiones sean capaces de garantizar la permanencia del sistema político y social sin estados de excepción y sin vulnerar los derechos fundamentales y las leyes básicas, se llama eficacia gubernamental y su correcto ejercicio supone la no violación de derechos fundamentales; tema que, dijo, debía constituir una parte destacada del proyecto y con base en eso, ampliar el universo de autoridades que participaron en los hechos mediante su actuar positivo o negativo. Indicó que la investigación no podía circunscribirse únicamente a la indagación de la violación a garantías durante los eventos en que tales fuerzas tuvieron intervención, sino que debía extenderse a las acciones u omisiones de las autoridades durante los diversos - 35 - eventos que se narraban en la determinación de violaciones de garantías, pues en ningún apartado del proyecto se analizaron y valoraron estos hechos en la misma forma que se hizo con la intervención de las fuerzas policíacas. Hizo notar que la actuación de los gobiernos local y federal en muchos sentidos fue omisa e ineficaz en la resolución del conflicto, por lo que era en estas omisiones del gobierno donde el proyecto debía abundar respecto a la trascendencia que tuvieron en los resultados materiales que se reseñaban. Asimismo, indicó que si bien se consideraba en el dictamen que la violación de garantías no sólo ocurre con un actuar positivo de la autoridad sino que ésta se comete igualmente y tal vez con mayor gravedad cuando la autoridad soslaya un deber de actuar que tiene frente al gobernado, lo cierto era que en dicho dictamen no se concluía con un señalamiento de las autoridades que actuaron omisivamente, sino que se limitaba a atenuar la responsabilidad de las autoridades locales, sustentándola en datos socioeconómicos y poblacionales. Sobre ello, puntualizó que la realidad socioeconómica del país, que en muchos sentidos es similar a la del Estado de Oaxaca, no podía justificar el conflicto analizado, pues por el contrario, estos datos tendrían que sustentar que el actuar de una autoridad en estas circunstancias debe ser de mayor entidad para responder a esa realidad, sin que la responsabilidad constitucional por omisión de las autoridades pueda atenuarse por estos factores. De acuerdo con lo expuesto, y coincidiendo con muchas partes del proyecto, sostuvo que la calificación de las violaciones no podía circunscribirse al análisis de los hechos en los que se utilizó la fuerza pública, sino que el conflicto debía analizarse en toda su dimensión, considerando todas y cada una de las circunstancias que concurrieron. Señor Ministro Presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia Al externar su opinión, el señor Ministro presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia precisó que la autoridad tiene la obligación de garantizar el respeto a las garantías sociales, para lo cual, hay deberes a cargo de los tres niveles de gobierno, siendo el principal, hacer prevalecer el orden público como condición necesaria para el disfrute generalizado de las garantías que la Constitución protege. - 36 - Precisó que al hablar de orden público, se refería a esta expresión en el sentido material de buen comportamiento cívico, del deber que tenemos todos de usar adecuadamente los bienes de uso común, de convivir en paz, con armonía y respetando el derecho de los demás, e hizo notar que ésta es una obligación personal que se convierte a la vez en una garantía social al cuidado de las autoridades constituidas, teniendo éstas la facultad de imponerse y de hacerlo inclusive por la fuerza para asegurar que el buen comportamiento cívico se cumpla. Así, refirió que frente a cada acción privada que altere este orden de convivencia, se debe producir una acción de la autoridad que sea restauradora del orden, para lo cual existe la policía preventiva municipal y las fuerzas de seguridad pública que tienen una misión más allá del orden público: la prevención, la investigación y la persecución del delito. No obstante, precisó que en el caso concreto no era función de la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizar la conducta asumida por quienes alteraron el orden público y la paz en la ciudad de Oaxaca durante el período investigado, sino que debían resolver si las autoridades atendieron debidamente esos eventos, o si por el contrario, fueron indiferentes u omisos, o actuaron con exceso; esto es, si cumplieron o no con su deber de garantizar el orden público, la buena convivencia y la paz social, y luego, verificar si en el caso de omisión, esto se tradujo en violación grave de garantías individuales y en su caso determinar qué servidores públicos son responsables de ese resultado. Explicó que si bien los tres niveles de gobierno deben concurrir a este deber de cuidado del orden público que garantiza el bienestar y la paz social, lo cierto es que tienen distintos mandatos legales a los cuales responder. Destacó que el no mencionar en el proyecto al presidente municipal de la ciudad de Oaxaca, atendía al hecho de que el Gobernador del Estado que reside en esa ciudad, es el mando supremo de la fuerza policíaca municipal y era quien podía determinar que ésta interviniera mediante una orden directa. Indicó que si bien el gobernador podía pedir el auxilio de la Federación, ésta no tiene un deber de respuesta inmediata como si estuviera al mando de los gobiernos estatales, pues fuera de los supuestos en que el artículo 119 constitucional manda actuar - 37 - directamente a la Federación, la excitativa en los otros casos tiene que ser considerada por la autoridad federal para que, con prudencia determine si debe o no actuar y en qué medida debe hacerlo. Para el señor Ministro, el reproche fundamental es que no se cuidó el orden público en la ciudad, lo cual, fue una omisión a cargo del gobernador de la entidad que dio como resultado que el desorden generalizado produjera por parte de los particulares, la afectación de diversos derechos humanos fundamentales como la libertad de comercio, el derecho a la paz social, la convivencia armoniosa y el disfrute pleno de la propiedad privada, pero fundamentalmente, el reclamo consistió en que no hubo acciones tendientes a mantener la vigencia del orden público en la ciudad. Precisó que en contrastante con el Caso Atenco, donde hubo una actuación inmediata oportuna, aunque con excesos, en este asunto lo que se analizaba era la consecuencia de un “no hacer” y de trasladar el problema a la autoridad federal, para que de inmediato y sin mayor problema, en cuanto a responsabilidades de las autoridades estatales, se produjera la solución, sin embargo, puntualizó que ese no era el “deber ser”, sino tomar toda otra serie de medidas que sí estaban al alcance del gobierno estatal para dar tranquilidad y orden a los pobladores de la ciudad de Oaxaca. Por eso, coincidió en que había responsabilidad de las autoridades policíacas, pero no de las federales, particularmente de los jefes policíacos o directivos, pues hizo notar que éstos sí trazaron una estrategia, la cual si bien no se observó debidamente en la realización del operativo, ello no quería decir que la desobediencia de los elementos de las fuerzas armadas fuera directamente imputable a quienes les dijeron cómo debía hacerse y con qué estrategia. Finalmente, contrario a lo sostenido en el proyecto analizado, opinó que la participación del Gobernador de Oaxaca en los hechos violatorios de garantías no era atenuada, sino que la identificación de involucramiento debía quedar en los mismos términos que en el caso de las otras autoridades. - 38 - VOTACIONES Tomadas las votaciones correspondientes, los Ministros llegaron a las siguientes decisiones: 1. La investigación llevada a cabo por los Magistrados de la Comisión Investigadora fue suficiente para pronunciarse sobre los hechos investigados. 2. Los hechos y omisiones demostrados en la investigación constituyen grave violación de garantías individuales. 3. Que debían agregarse como hechos u omisiones que constituyen grave violación de garantías individuales, además de los que precisaba el proyecto, algunos hechos que se suscitaron en el Cerro del Fortín y otros que tenían que ver con el fallecimiento de Alberto Jorge López Bernal, el ataque a Eleuterio o Emeterio Medina o Merino Cruz y lo relacionado con las omisiones a las excitativas del 1° de junio y 14 de septiembre de 2006 efectuadas por parte de la Legislatura estatal y posteriormente por el Gobernador de Oaxaca. Además, que también debía incorporarse todo lo correspondiente a la cronología de las negociaciones generadas a partir del día 2 de mayo de 2006 hasta el momento en que entró a mediar la Secretaría de Gobernación. 4. Que las garantías individuales gravemente violadas son el derecho a la vida, 13 derecho de acceso a la justicia, 14 derecho a la integridad personal, 15 garantía de libertad de trabajo, 16 garantía de libertad de tránsito, 17 garantía a la educación, 18 libertad de pensamiento y expresión, 19 derecho a la propiedad y posesión, 20 derecho a la paz 21 y derecho a la información. 13 Hubo homicidios producidos por armas de fuego en contra de manifestantes durante las marchas del magisterio, por heridas de bala en enfrentamientos entre vecinos e integrantes de la APPO y por heridas causadas con armas de fuego en contra de personas que se encontraban en barricadas. Muerte de un motociclista en una barricada causada por cables colocados para impedir el acceso a vehículos. Fallecimiento del conductor de un vehículo causado por el disparo de un motociclista. Doce personas perdieron la vida. 14 Lo anterior porque la actividad de diversos órganos jurisdiccionales del Consejo de la Judicatura Federal fue suspendida por varios días; manifestantes que ingresaron al edificio sede de los órganos judiciales federales, ocasionaron un incendio que destruyó 71 expedientes judiciales; hubo bloqueos que impidieron el acceso a las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, cuyo edifico sede fue tomado a partir del 3 de agosto de 2006, suspendiéndose sus labores por varios meses en algunos casos; se bloquearon y tomaron dependencias de la Procuraduría General de Justicia del Estado; los manifestantes en el zócalo detuvieron a algunas personas a quienes amarraban, desnudaban y evidenciaban con letreros, realizando juicios populares y sumarios. 15 Después del 14 de junio de 2006, luego del fallido operativo que se realizó para desalojar a los manifestantes del zócalo, las autoridades se vieron imposibilitadas de prestar el servicio de seguridad pública en las zonas en conflicto. Además, en los operativos realizados por las fuerzas federales, varios menores de edad fueron detenidos e incluso hubo tratos crueles y degradantes por parte de las fuerzas policíacas contra los detenidos el 25 de noviembre de 2006. 16 La actividad comercial se afectó a partir del 22 de mayo de 2006 con un plantón definitivo en el centro histórico de Oaxaca, poniéndose en riesgo el empleo de muchas personas y frenándose la operación de unidades económicas. 17 Desde el 23 de agosto de 2006, los manifestantes pusieron barricadas en las calles impidiendo el tránsito de vehículos y de personas. 18 Los inconformes suspendieron las clases como medio para presionar a las autoridades a acceder a diversas peticiones, lo que provocó que más de un millón de estudiantes se quedaran sin clases, anulándose el derecho a la educación. 19 Se propició coacción e intimidación hacia los comunicadores, lo que obstruyó la libertad de pensamiento y expresión, además de que algunas radiodifusoras fueron tomadas ilegalmente por un largo periodo. 20 Afectaciones a los derechos de propiedad y posesión, derivadas de daños ocasionados a inmuebles, incluyendo bienes patrimonio de la humanidad. Asimismo, en repetidas ocasiones se incendiaron vehículos, hubo robos a centros comerciales, negocios, unidades de transporte público y de reparto. No se garantizó la plena eficacia de estos derechos y no se protegió a la población de perturbaciones injustificadas proferidas por particulares. 21 La negociación entre el gremio magisterial con el Estado, con motivo de diversas demandas preponderantemente de naturaleza económica (rezonificación) derivó en conflicto; los medios de comunicación fueron tomados y a través de ellos se difundían mensajes agresivos e incitaciones a la violencia; asimismo, las afectaciones en la procuración e impartición de justicia también alteraron la paz social. - 39 - 5. Que las autoridades locales que participaron en hechos que constituyen violación grave de garantías, son: - El Gobernador del Estado de Oaxaca, cuya participación es lisa y llana, sin atenuantes. - El Director General de Seguridad Pública del Estado; el Director de la Policía Ministerial; el Director de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial y, 7 mandos operativos. 22 6. Que las autoridades federales que participaron en hechos violatorios graves de garantías, son: - 10 comandantes en el “Operativo Juárez”, encargados de ejecutar el “Plan rector de operaciones” y 28 elementos policíacos de la Policía Federal Preventiva. 23 - 3 mandos de diversos cuerpos de policía que actuaron en el operativo del día 16 de julio de 2007. 7. Se excluyó de la lista de servidores públicos participantes en la violación grave de garantías individuales, al jefe del Estado Mayor y al coordinador de fuerzas federales de apoyo. 8. Que no debían agregarse como involucrados a otros funcionarios federales responsables de estas violaciones prolongadas de derechos humanos por omisión. Consecuentemente, se declaró aprobado el dictamen relativo a la facultad de investigación 1/2007 con las modificaciones derivadas de la discusión. 24 Los señores Ministros anunciaron su intención de elaborar votos concurrentes y particulares. 22 Debido al uso de la fuerza pública el 14 de junio de 2006. Debido al uso de la fuerza pública en el “Operativo Juárez” del 29 de octubre de 2006 al 24 de enero de 2007. 24 La señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos se hizo cargo del engrose. 23 - 40 -