Fe, esperanza y amor: El corazón del verdadero discipulado (1Cor. 13:13) A la luz del Día del Señor y nuestra esperanza de gloria, guardamos nuestro corazón en amor al obedecer el primer y el segundo mandamiento de amar a Dios con todo nuestro corazón, toda nuestra alma, toda nuestra mente y toda nuestra fuerza, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Este es el verdadero impulso de nuestra fe y esperanza, en lugar de ser impulsados por ideas o vientos (Ef. 4:14) que no están centradas en el amor de Dios revelado en la cruz. Usando la metáfora de nuestra fe como un barco azotado por fuertes vientos y olas, nuestra esperanza no se ve pues es “el ancla” que está bajo el agua, en otras palabras es futura. Heb. 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera (esperanza), la convicción de lo que no se ve. Vientos AMOR Rom. 8:24-25 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; ya que lo que alguno ve, ¿para qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia (perseverancia) lo aguardamos. Mat. 24:12-13 Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, 13 pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. FE Olas ESPERANZA SIGLO VENIDERO www.venjesus.com