COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS Consultoría: Promoción de la conectividad para la conservación de especies en riesgo a través del establecimiento o desarrollo de unidades de manejo para la conservación UMA, como estrategia de conservación del programa de conservación de especies en riesgo (PROCER) Consultor: Balam Ha, S.A. De C.V. Contrato: CBM-M/UTN/2B/013/2008 Unidad Técnica: Nacional Tipo de reporte: Informe final incluye resumen ejecutivo Fecha: Enero 2009 PROMOCIÓN DE LA CONECTIVIDAD PARA LA CONSERVACIÓN DE ESPECIES EN RIESGO A TRAVÉS DEL ESTABLECIMIENTO O DESARROLLO DE UNIDADES DE MANEJO PARA LA CONSERVACIÓN, UMA, COMO UNA ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN DEL PROGRAMA DE CONSERVACIÓN DE ESPECIES EN RIESGO (PROCER) 1 INFORME FINAL a) Nombre de la consultoría: Promoción de la Conectividad para la conservación de especies en riesgo a través del establecimiento o desarrollo de Unidades de Manejo para la Conservación, UMA, como una estrategia de conservación del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER). b) Contrato: No. CBM-M/UTN/2B/013/2008 c) Empresa Consultora: Balam-Ha S. A. de C. V. d) Tipo de reporte: Informe Final e) Anexos: Dos Impresos y cuatro CD f) Fecha: Enero de 2009 2 INDICE TEMÁTICO Página Resumen ejecutivo 3 Introducción 5 ► Algunas consideraciones de la fragmentación de los ecosistemas ► Conceptos de conectividad 5 7 ► Aspectos conceptuales de la biología de la conservación y los corredores biológicos 14 ► Ventajas potenciales de los corredores 15 ► Desventajas potenciales de los corredores 16 ► Corredor biológico 18 ► Tipos de corredores biológicos 18 ► Misión y objetivos de los corredores biológicos 20 ► Criterios aplicables al diseño de corredores 21 ► Experiencias de éxito 22 ► Porqué las UMA 25 Objetivos 26 Métodos 27 Contenido temático ► Logros y hallazgos 27 ► Recomendaciones y Propuestas 29 3 RESUMEN EJECUTIVO La conservación de la mayoría de las especies y en particular aquellas como los grandes depredadores, requieren tanto de extensas áreas silvestres como de poblaciones sanas y abundantes de las diversas especies de la flora y fauna nativas a fin de mantener la viabilidad de sus propias poblaciones. Para la mayoría de los casos las Áreas Naturales Protegidas (ANP) por si mismas, no son suficientes para lograrlo, por ello se vuelve necesario implementar estrategias que permitan conservar y conectar los principales macizos forestales en buen estado de conservación, con las distintas áreas naturales protegidas. Reestablecer la conectividad es un tema discutido ampliamente en términos de conservación, siendo hoy en día uno de los principales retos en la materia, esto debido a la alta tasa de pérdida de hábitat y su calidad, derivada de la fragmentación producto de actividades no sustentables. Resulta así, que lograr conectividad es una actividad prioritaria para la conservación y recuperación tanto de los ecosistemas como de las poblaciones de especies silvestres que en ellos habitan. A la luz de este panorama, tanto el CBM-M como la CONANP, encuentran en las UMA una herramienta que permite poner en la línea de la sustentabilidad, buena parte de los instrumentos de las políticas agropecuaria y de conservación del patrimonio natural nacional, en sus zonas de influencia. Sin embargo las condiciones sociales y económicas predominantes en las áreas rurales de la región, particularmente la pulverización de la tenencia de la tierra, y comúnmente la pobreza de sus comunidades, hacen necesario que si se pretende impulsar el establecimiento de UMA, se deberá acompañar a los residentes locales interesados, con un sistema de apoyos y subsidios, acompañamiento técnico y colaboración para la gestión, que en otras regiones del país pudiesen resultar impertinentes. Por ello y sabiendo que el financiamiento juega a modo de factor determinante por antonomasia para el desarrollo de UMA en la región, y que difícilmente este podrá provenir del sector privado, este trabajo respondió al objetivo general de analizar la posibilidad de utilizar diferentes programas gubernamentales, para vincularlos al desarrollo de UMA en la región, coadyuvando así con los objetivos del Programa de Conservación de Especies en Riego (PROCER) de la CONANP y el futuro 4 restablecimiento de la conectividad entre Áreas Naturales Protegidas y macizos forestales. El cumplimiento de este objetivo se alcanza al definir cuatro sitios dentro de zonas críticas de conectividad para la conservación de la biodiversidad, determinadas por al CBM-M entre las Reservas de la Biosfera de Sian Ka’an y Calakmul, reactivando algunas las UMA en ellos registradas y lograr identificar 8 instituciones gubernamentales que cuentan con programas que otorgan financiamientos que podrán coadyuvar en la realización del proyecto. Dentro de estas instituciones se lograron ubicar 45 subprogramas de financiamiento, susceptibles de ser vinculados para los fines antes descritos. INTRODUCCIÓN ALGUNAS CONSIDERACIÓNES ACERCA DE LA FRAGMENTACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS Al decir que los ecosistemas de la región se han visto fragmentados debido a la realización de diversas actividades humanas, no se quiere decir únicamente que las actividades que han emprendido las diferentes comunidades que se han asentado en la región han modificado la cubierta vegetal original, substituyéndola por pastizales, cultivos agrícolas o asentamientos humanos. Los procesos de fragmentación, como virtualmente todos los procesos que atañen al medio ambiente, son resultado de múltiples causas, que ejercen impactos distintos, en intensidad, duración y calidad, sobre diferentes rasgos del paisaje; pero que determinan una ruptura en la continuidad de los ecosistemas, o inclusive en lo gradientes que se establecen naturalmente entre un ecosistema y otro1. En este sentido, las redes carreteras, los tendidos de conducción de energéticos e información, la infraestructura ferroviaria y demás caminos, canales o bordos, el establecimiento de centros de población, y la dotación de infraestructura para 1 Hay que decir que esta “transición entre un ecosistema y otro” implica, en última instancia, una decisión más o menos arbitraria de quien describe los ecosistemas, que establece límites relativamente difusos entre las unidades que califica de ecosistemas, y les asigna características compartidas, frecuentemente calificando a los bordes como “ecotonos”. 5 proporcionarles servicios, son elementos que contribuyen a fragmentar los ecosistemas de una zona dada Pero quizá aún más importante, es un tema que en la región resulta por demás relevante, como mecanismo que alimenta los procesos de fragmentación de los ecosistemas; el desarrollo de un patrón de tenencia de la tierra que tiende a la pulverización, tanto de la propiedad privada, como de la social, y muy particularmente cuando se trata de ejidos. Las comunidades que han optado por mantener sus tierras comunales, o han decidido, tras el paso del PROCEDE, mantener la propiedad comunal de sus dotaciones ejidales, suelen escapar a este panorama de pulverización y fragmentación. Sin embargo, en términos generales, se puede decir que, fuera de un proceso de concentración de la propiedad de la tierra en el caso de los predios de interés para el desarrollo turístico masivo, y de la expansión de la frontera de agricultura mecanizada protagonizada por las comunidades menonita, las dimensiones de la propiedad rural en la región tienden a contraerse. Mapa 2.- Tenencia de la tierra en el área de trabajo. En color rosado, ejidos PROCAMPO Fuente, CBM, 2007. Aún cuando se trata de ejidos de grandes dimensiones, entre 1,000 y 3,000 hectáreas, el efecto que ha tenido en el arreglo social ejidal la reforma efectuada al Artículo XXVII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha tenido un importante impacto sobre los procesos de fragmentación de ecosistemas. Una vez que los ejidatarios se encuentran dueños de parcelas, de pleno derecho, y 6 son por tanto, prácticamente propietarios privados, suelen suscitarse varios fenómenos, que no contribuyen a la conservación de los ecosistemas locales, transformados o no: algunos de los derechohabientes de los ejidos – especialmente cuando se trata de ejidos pobres, con suelos apenas capaces de producir cantidades de recursos suficientes para la subsistencia – optan por vender sus terrenos e irse en busca de ingresos a comunidades urbanas, o bien optan por la emigración a los Estados Unidos. Pero independientemente del efecto que esto puede tener sobre la permanencia y viabilidad de las comunidades campesinas, quizá resulte más grave el hecho de que la percepción de la propiedad individual de las parcelas debilita los procesos colectivos de toma de decisiones que caracterizaron al ejido tradicional, y parecen significar una ruptura irreparable del tejido social de las comunidades campesinas. Es incluso frecuente encontrarse que, en aquéllos ejidos que cuentan con superficies forestales importantes, y que al serlo no han resultado parceladas, los ejidatarios opten por “repartirse” esas tierras de manera irregular, y por tomar decisiones individuales acerca de su uso, cosa que tiende a generar un incremento en las tasas de deforestación locales. A nuestro juicio, el establecimiento y operación de UMA en los ejidos de la región puede contribuir de manera significativa a robustecer la organización social ejidal, dado que los programas de manejo de las UMA de carácter extensivo demandan decisiones colectivas de uso de los recursos, de manera que esto añade un elemento importante de relevancia social a un instrumento cuyo valor para la conservación es cada vez más reconocido. CONCEPTOS DE CONECTIVIDAD El paisaje ha tenido diferentes definiciones a lo largo de la historia. Al principio estaba muy relacionado con las artes, donde el paisaje era considerado como “la imagen (percibida, impresa, etc.) de un territorio”, donde los componentes del paisaje se caracterizan por ser claramente manifiestos, fácilmente observables, apareciendo así una de las características definitorias del paisaje: su perceptibilidad, no sólo visual, sino multisensorial. Así Díaz Pineda (1973) define el paisaje como “percepción plurisensorial de un sistema de relaciones ecológicas”. 7 Otros enfoques han reconocido el paisaje como un territorio resultante de las relaciones entre naturaleza y sociedad, definiéndose por algunos autores como “la expresión visible de la superficie terrestre resultado de la combinación de la naturaleza, las técnicas y la cultura de los hombres” (Pitte, 1983). El geógrafo Bertland (1978), llamaba la atención sobre aquellos aspectos del paisaje que escapan de la percepción, enunciando que “el paisaje es un mediato entre naturaleza y sociedad. Tiene como base una porción de espacio material que existe como estructura y sistema ecológico, independientemente de la percepción”. Finalmente Forman y Gordon (antes citado) añaden nuevos elementos al definir “un paisaje es una porción del territorio heterogéneo compuesto por conjuntos de ecosistemas que interaccionan y se repiten de forma similar en el espacio”. A modo de resumen se puede afirmar que los rasgos característicos y definitorios del concepto “paisaje”, recogidos en las definiciones anteriores son: Ha de ser percibido Integra un conjunto de elementos, tanto visibles como no visibles, de origen natural (abiótico y biótico) y antrópico Es un nivel de organización de los sistemas ecológicos superior al ecosistema Es un elemento dinámico, en continua evolución y transformación, controlada en gran parte por la actividad humana Existe independientemente de la percepción 8 Por un lado el paisaje tiene un profundo carácter antropológico, por constituir espacios ocupados, limitados y transformado por el hombre, imprimiéndole este espacio o paisaje una marca reveladora de su identidad. Muchos paisajes hoy en día tienen un carácter cultural, pues su estructura responde a una armonía entre la sociedad y su medio. Son paisajes gestionados con técnicas tradicionales considerados como patrimoniales, amenazados por la evolución de la técnica y la economía. Desde el punto de vista ecológico el paisaje realiza funciones climáticas, hidrológicas y biológicas, las cuales repercuten de forma decisiva en las productivas y económicas. 9 Para facilitar el análisis de los paisajes se ha propuesto una organización estructural de los mismos integrado por diferentes elementos que son: Matriz, que representa el elemento englobante, los límites exteriores del paisaje y en cuyo seno se encuentran el resto de los elementos. Mancha, que representan las estructuras básicas del paisaje no lineales como son campos de cultivos, praderas, bosquetes, edificaciones. Corredores, son los elementos lineales del paisaje como son setos, bosques de galerías, caminos, carreteras. El conjunto de las manchas de una matriz constituye un mosaico y el conjunto de corredores una red. En el caso de las manchas y en algunos corredores, se pueden diferenciar dos partes; un borde que interacciona fuertemente con la matriz o las manchas vecinas (colonización, competencia, aporte de nutrientes) y un medio interior, donde las interacciones son muy débiles o nulas, pero donde se dan condiciones para la supervivencia de muchas especies animales y vegetales. La disposición espacial del mosaico y la red constituyen el patrón paisajístico. Este patrón sirve para diferenciar o comparar dos paisajes desde el punto de vista estructural. El reconocimiento de estos elementos, al igual que los análisis estructurales que se conducen a partir de los patrones paisajísticos, se hace con una perspectiva de conexión con los fenómenos ecológicos, por tanto predomina en ellos la funcionalidad de los patrones, más que el predominio de lo visual o estético. Existen tres principales atributos de los patrones paisajísticos que nos refiere a la diversidad, a la distribución espacial de esta diversidad y a la conexión entre las manchas de un paisaje. Estos atributos son: Fragmentación Heterogeneidad Conectividad 10 Fragmentación La fragmentación está representada por el tamaño de las manchas, o sea por su número y no por la superficie total que puede tener un tipo de mancha en una matriz. Por lo general la mancha constituye un hábitat, aunque hay especie puede utilizar varios tipos de mancha como hábitat, por lo tanto, a medida que aumenta la fragmentación la superficie de cada mancha disminuye y por tanto el hábitat. La fragmentación puede afectar a un grupo de especies que no encuentran en los fragmentos la superficie necesaria para el desarrollo de sus poblaciones. A medida que aumenta la fragmentación aumenta la superficie de bordes y disminuye la superficie interior de las manchas, si el área total de cada tipo de mancha se mantiene constante. La fragmentación tiene efectos biológicos en la presencia y abundancia de especies, la cual varía de forma no lineal. La fragmentación puede ser percibida de diferentes formas según las especies. Por ejemplo las especies que viven en los interiores (grandes mamíferos forestales) ven disminuido rápidamente su hábitat con la fragmentación y desaparecen antes, mientras que las especies de borde (aves) solo perciben los cambios muy tardíamente. Heterogeneidad La heterogeneidad indica la diversidad de estructuras del paisaje y que se puede dar en dos dimensiones; a) La diversidad de elementos paisajísticos (manchas) y, b) la complejidad de sus relaciones espaciales (fragmentación). La heterogeneidad viene dada por factores de adaptación de las especies vegetales y animales y por perturbaciones, sean estas de origen abiótico, biótico o antropogénicas. La heterogeneidad es considerada como el factor de organización de los sistemas ecológicos. 11 Conectividad La conectividad es un concepto muy importante en la Ecología del Paisaje, puesto que refleja la capacidad de un patrón paisajístico de permitir el movimiento de las especies entre las manchas de un mismo tipo o no. La conectividad es un atributo que depende tanto del patrón paisajístico, como de las características particulares de cada especie. Los movimientos pueden corresponder a las actividades vitales de una especie (nutrición, reproducción, hibernación) o la de colonización, o sea a la capacidad de los individuos de dejar una mancha para colonizar otras. La conectividad puede ser de dos tipos; a) la conectividad espacial, cuando dos manchas del mismo tipo son adyacentes y están unidas en el espacio y b) la conectividad funcional es relativa al hecho de que un individuo o los propágulos de una especie puedan pasar de una mancha a otra. De nuevo la conectividad funcional estará en función del tipo de especie, pues algunas necesitarán conectividad espacial y otras por sus características podrán franquear hasta cierto límite la falta de conectividad espacial (por ejemplo las aves). 12 En la figura siguiente, se muestran un grupo de caso con diferentes tipos de conectividad espacial y funcional, destacándose que cuando hay conectividad espacial débil (caso C) algunas especies pueden colonizar áreas que no están conectadas espacialmente, e inclusive algunos factores físicos como el viento puede favorecer la colonización mediante el transporte de semillas de áreas aisladas, si el área a colonizar esta en la dirección de los vientos del área fuente. La conectividad del paisaje se vincula a las redes de corredores que puedan estar presente en el mismo y a la permeabilidad estructural de un paisaje, que se refiere a la mayor o menor aptitud para permitir la circulación de una especie, un flujo. La Ecología del Paisaje enfatiza la necesidad de procurar la conectividad del paisaje, particularmente en forma de corredores de movimiento de vida silvestre y secuencias de áreas. 13 Aspectos conceptuales de la biología de la conservación y los corredores biológicos Es aceptado como regla generalizada, que el mayor y más serio riesgo a la conservación de la biodiversidad es la fragmentación de los hábitats, y que ésta es la principal causa de la crisis actual de extinción de las especies. La fragmentación tiene dos componentes esenciales: una disminución en el área total de hábitat disponible, y un fraccionamiento del área remanente en parches aislados (Noss, 1987). Wilson y Sin embargo, a lo largo de los años, diversos autores han debatido los beneficios, costos y desventajas de los corredores como una estrategia de conservación de la biodiversidad. A continuación se presenta una síntesis de los principales argumentos encontrados en la literatura. Éstas están enfocadas particularmente hacia la conservación de especies y hábitats terrestres (Noss 1987). Willis (1975) originalmente proponen los corredores biológicos basados en la teoría del equilibrio de la biogeografía de islas, al enunciar que los fragmentos de hábitat unidos por un corredor de hábitat similar, tienen mayor viabilidad que aquellos fragmentos aislados de igual tamaño. Para conservar la biodiversidad, una de las estrategias esenciales es enfocar la estructura y dinámica del paisaje a nivel regional. En este mosaico es necesario mantener y restaurar superficies adecuadas de la diversidad de ecosistemas nativos y la conectividad entre ellos. Es necesario llevar a cabo un manejo adaptativo en zonas agropecuarias y forestales adyacentes a las áreas protegidas, buscando alternativas para mantener niveles aceptables de la diversidad biológica y poblaciones viables en estas zonas (Galindo-Leal, 2000). Dentro de las zonas manejadas y sus alrededores, es importante mantener o restaurar estructuras (cómo cercos vivos, etc.), que proporcionan refugio a gran diversidad de organismos. Es necesario favorecer conexiones a través del paisaje, restaurando o protegiendo ecosistemas ribereños que enlazan fragmentos y posibilitan el movimiento y colonización de las especies. A una 14 escala más amplia es fundamental mantener un mosaico diverso de ecosistemas (aun agrícolas), y sus procesos ecológicos entre diversos parches (Galindo-LeaI 2000). Los corredores biológicos surgen como un mecanismo que busca dar mayor viabilidad a la conservación de las especies que se encuentran en las áreas silvestres. Su objetivo es permitir el desplazamiento de individuos de distintas especies entre un área protegida y otra, o entre uno y otro fragmento de ecosistema (o hábitat) (Garda 1996). Sin embargo, a lo largo de los años, diversos autores han debatido los beneficios, costos y desventajas de los corredores como una estrategia de conservación de la biodiversidad. A continuación se presenta una síntesis de los principales argumentos encontrados en la literatura. Éstas están enfocadas particularmente hacia la conservación de especies y hábitats terrestres (Noss 1987): VENTAJAS POTENCIALES DE LOS CORREDORES 1. AUMENTAR LA TASA DE INMIGRACIÓN A UNA RESERVA, LO CUAL PODRÍA: a) AUMENTAR O MANTENER ESTABLE LA RIQUEZA Y DIVERSIDAD DE ESPECIES. b) AUMENTAR TAMAÑOS POBLACIONALES DE ESPECIES Y DISMINUIR TASAS DE EXTINCIÓN. c) PERMITIR EL RESTABLECIMIENTO DE POBLACIONES LOCALMENTE EXTINTAS. d) MANTENER VARIABILIDAD GENÉTICA POBLACIONAL. 2. PROVEER ÁREAS DE ALIMENTACIÓN O DESPLAZAMIENTO PARA ESPECIES MAYORES. 3. PROVEER HÁBITAT DE COBERTURA CONTRA PREDADORES ENTRE PARCHES DE HÁBITAT. 4. PROVEER UNA HETEROGENEIDAD DE HÁBITATS PARA ESPECIES QUE REQUIEREN UNA VARIEDAD DE HÁBITATS PARA SU CICLO DE 15 VIDA. 5. PROVEER HÁBITATS DE REFUGIOS ALTERNATIVOS. DESVENTAJAS POTENCIALES DE LOS CORREDORES 1. EL AUMENTO DE LA TASA DE INMIGRACIÓN PODRÍA: a) FACILITAR LA TRANSMISIÓN Y DISPERSIÓN DE ENFERMEDADES, PLAGAS, ESPECIES INVASORAS Y EXÓTICAS. b) DISMINUIR EL NIVEL DE VARIACIÓN GENÉTICA DE POBLACIONES O SUBPOBLACIONES. 2. FACILITAR LA DISPERSIÓN DE FENÓMENOS DE PERTURBACIÓN ABIÓTICA (FUEGO, PLAGAS). 3. AUMENTAR TASAS DE DEPREDACIÓN O CACERÍA PARA ALGUNAS ESPECIES. 4. COSTOS Y CONFLICTOS CON OTROS USOS DE TIERRA. Quizás el mejor argumento para los corredores es que originalmente, todos los paisajes poseen interconexiones. Esto no niega la importancia de barreras naturales como ríos, montañas u otras para la biogeografía y la evolución. La conectividad disminuye al aumentar la modificación del paisaje por el ser humano. Los corredores son un intento de restaurar o mantener la conectividad natural del paisaje (Noss, 1987). Ese concepto o enfoque de la conectividad es vital y es uno de los ejes de planteamiento de los objetivos y criterios de corredores que veremos en el siguiente capítulo. Como bien apunta Bennett (1999), la "Conectividad" constituye el principal factor de como el paisaje facilita o dificulta el movimiento y los flujos entre parches de hábitat o ecosistemas. Un paisaje puede proporcionar alto grado de conectividad para cierto tipo de organismos pero bajo nivel para otros. La conectividad no se logra únicamente con conexión física entre parches de hábitats continuos, sino que va más allá. La conectividad está dada más bien por una gama de configuraciones de hábitats o mosaicos que pueden incluso estar físicamente separados (Bennett, 1999). 16 El grado en que un corredor pueda facilitar la dispersión de especies, y aumentar las tasas de inmigración es un asunto estrictamente empírico, y dependerá de la estructura del hábitat dentro del corredor, del ancho y largo del mismo, así como de la autoecología de la especie en cuestión. Si se determina que la tasa de inmigración ha aumentado, aun no sabemos si el efecto neto de esta inmigración es bueno o malo para la conservación. Por otro lado, una mayor riqueza de especies en la escala local puede no ser una meta en la conservación, especialmente si la especie que ha colonizado el corredor es exótica o es un predador o patógeno de otra, es decir, vendría en detrimento de la población de otra. En síntesis, se puede afirmar que los corredores son una propuesta de planificación territorial, cuya viabilidad estará determinada en gran medida por su integración con otros esfuerzos de este tipo, así como por el compromiso técnico y el interés local. Si bien. se requiere de un programa de monitoreo para determinar la efectividad ecológica del corredor, resulta igualmente importante determinar la efectividad del corredor en cuanto a la producción de bienes y servicios, sobre todo para la comunidad local. La biología de la conservación proporciona herramientas técnicas para entender los sistemas ecológicos y mantenerlos adecuadamente. Sin embargo, la conservación es un proceso social. Por tanto, las soluciones implican la participación de la sociedad, y la comprensión de aspectos socioeconómicos y políticos. Para poder determinar el manejo y diseño más adecuado para un corredor, es necesario comprender tanto los asuntos biológicos como los sociales y políticos, los cuales pueden influenciar su efectividad. Corredor Biológico Debido a que no existe una definición universalmente aceptada de lo que es un CORREDOR BIOLÓGICO, en este documento se pretende plantear un CONCEPTO técnico que se adecue a las metas y objetivos de la agenda estratégica regional del corredor biológico mesoamericano. 17 En síntesis se puede decir que la terminología de corredores en la literatura es ambigua. El término "corredores" ha sido definido en una gama de maneras y con múltiples variaciones; diferentes definiciones implican diferentes estructuras de hábitat o formas de uso. Términos como "corredor de hábitat", o "corredor de dispersión", "corredor de movimiento", o "corredor de fauna" han sido usados. Se pueden encontrar tantas definiciones como tipos de corredores. El concepto es: Un Corredor Biológico es un territorio que Proporciona Conectividad entre paisajes, ecosistemas, y hábitats, sean éstos naturales o modificados, asegurando el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos eco lógicos entre éstas. Tipos de corredores biológicos Hasta donde nos indica la literatura publicada, no existe una categorización o tipología de corredores. Sin embargo, entre la ambigüedad y controversia generada por al menos diez años de publicaciones sobre corredores y ecología del paisaje, se han esbozado diferencias, principalmente basadas en los objetivos para los que se crean los corredores. Así entonces, se habla que los tipos de corredores vienen determinados por la composición y calidad de los hábitats que los integran, y que así mismo dependerá el manejo que ellos requieran. También se habla que el tipo de corredores vendrá dado por los requerimientos de hábitat de las especies para las cuales se defina el corredor. Sin embargo, en ambos casos, se podría decir que éstas son características cambiantes y dinámicas tanto en el espacio como en el tiempo, y por lo tanto, no pueden en si mismas constituir una tipología estable de corredores. Es importante antes de definir categorías de corredores, detenerse a analizar que el enfoque conceptual de corredores biológicos generalmente ha sido 18 dirigido o sesgado hacia las especies biológicas (ha sido "species-centered"). Por lo tanto, al buscar criterios de diseño de los corredores, el enfoque se ve limitado. Para analizar como aplicamos estas escalas o tipos de corredores, me permito volver a citar a Noss (1990) en una frase fundamental: "el mantenimiento de la biodiversidad implica la conservación de la composición, estructura y función de paisajes, ecosistemas, comunidades, poblaciones, y especies, y de la información genética a diversas escalas de tiempo y espacio". Por lo tanto, es necesario considerar no solo un enfoque hacia especies, sino también hacia ecosistemas o paisaje, es decir, un corredor que proporciona flujo y conectividad entre parches heterogéneos de ecosistemas, para conformar un mosaico diverso de paisaje. También es necesario, visualizar y enfocar una tercera escala, que es el intercambio y conexión entre poblaciones, es decir entre organismos o individuos. Tomando en cuenta el CONCEPTO planteado aquí, y lo anteriormente dicho, entonces se plantean tres tipos de corredores: 1. Corredores entre paisajes (de escala regional) 2. Corredores de ecosistemas y hábitats (de escala nacional) 3. Corredores de micro-hábitat (escala local) Las diferencias entre estos tres tipos de corredores estriban principalmente en la escala geográfica a la cual los aplicamos. Todos persiguen las mismas metas y objetivos, aunque los criterios para su diseño y manejo podrán variar. Las diferencias de enfoque se darán en el nivel de biodiversidad en que nos situemos: ecosistemas, especies, u organismos. Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es que, independientemente que existan tres escalas o tipos de corredores, estas escalas son incluyentes entre sí, es decir, uno o varios corredores locales podrán a su vez formar parte de 19 un corredor nacional o de ecosistemas. Asimismo, un corredor nacional, podrá estar albergado o contenido dentro de un corredor de paisaje o de escala regional, independientemente de si la conexión entre éstos es física o no. Ya en la práctica, al implementar o gestionar un corredor biológico, es que se deberán tener en cuenta aspectos de planificación y participación local que determinarán los objetivos específicos y funcionalidad de los corredores. Misión y Objetivos de los Corredores Biológicos Brindar un conjunto de bienes y servicios ambientales a la sociedad mesoamericana y mundial, proporcionando espacios de concertación y participación social para promover la inversión en la conservación y uso de los recursos naturales, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región. Independientemente de la escala o tipo de corredores, se pueden plantear los siguientes objetivos: 1.Favorecer la conservación de la biodiversidad, disminuyendo la fragmentación del paisaje y de los ecosistemas. 2. Mejorar la conectividad entre poblaciones, especies y comunidades. 3.Promover alternativas socio-productivas que sean más amigables con la naturaleza. 4. Contribuir a la consolidación de los sistemas nacionales de áreas protegidas. 5.Promover la valoración y pago por de los servicios ambientales de los ecosistemas. 6.Generar ingresos y fuentes de empleo, mejorando el nivel y calidad de vida de las poblaciones locales involucradas. Criterios aplicables al diseño de corredores En esta sección se proponen criterios biológicos, y socio-económicos para analizar corredores biológicos, los cuales esperamos puedan aplicarse a 20 diferentes escalas y en diferentes países como un marco conceptual común de planificación. Los criterios se plantean como un mecanismo de análisis. El análisis puede ir enfocado ya sea hacia el establecimiento o diseño de corredores biológicos nuevos, o bien, para analizar si éstos están cumpliendo con los objetivos con que fueron planteados inicialmente. Asimismo, los criterios pueden ayudar en la identificación de prioridades locales, nacionales o regionales. El siguiente paso en un marco conceptual estratégico común, será establecer los indicadores para monitorear a mediano y largo plazo, que los criterios adoptados se están cumpliendo o alcanzando, pero esto está más allá del alcance de este documento. Los corredores biológicos se enfocan como espacios físicos en los cuales ocurren procesos. Entonces, esto significa que debemos identificar criterios para seleccionar y clasificar esos espacios físicos en base a parámetros biofísicos (condición de la vegetación, especies clave, tipos de hábitat, entre otros), pero además y también, en base a procesos sociales y factores económicos que suceden en un continuo dinámico. En primera instancia, será necesario analizar los criterios biológicos como la base y razón de existencia de los corredores. Posteriormente, se cruzan los criterios socioeconómicos los cuales son cruciales para determinar la viabilidad de los corredores. Es por ello que se han propuesto criterios biológicos diferenciados según las tres escalas o tipo de corredores. Sin embargo, los criterios socio-económicos se proponen a una escala general, para aplicarse independientemente del tipo de • corredores. Las prioridades en que se "ubiquen" los corredores vendrá determinada no solamente por los criterios biológicos y la escala o tipo de corredores, sino principalmente por el traslape con los criterios socio-económicos. Asumiendo que un conjunto de criterios biológicos se cumplen, los criterios sociales y económicos, son en cierta medida los que determinan la factibilidad de un 21 corredor, ya que éstos representan factores de implementación del mismo. Experiencias de éxito Caso 1 “Identificación de Proyectos Estratégicos Comunitarios de Manejo Sostenible en el Corredor Biológico Mesoamericano-México en el estado de Quintana Roo” El objetivo general del proyecto fue identificar los proyectos estratégicos en el manejo de los recursos naturales que son susceptibles de ser financiados en las zonas prioritarias del estado de Quintana Roo por el CBM-M, en coordinación y participación con otras instituciones de apoyo, financiamiento y soporte, tanto gubernamentales o como no gubernamentales. Así mismo se deberá proponer una clasificación de los atributos de los potenciales receptores (proyectos pilotos) y los elementos prioritarios a fortalecer o impulsar. La metodología desarrollada en el proyecto consistió en: 1. Hacer un análisis de materiales elaborados con anterioridad para seleccionar comunidades y proyectos a ser revisados. 2. Posteriormente se realizó un programa de entrevistas con actores clave en los municipios considerados en Quintana Roo por el CBMM (representantes institucionales, de OSC, grupos académicos, representantes de ejidos, municipios, entre otros). 3. Se diseñó una guía de trabajo para la realización de entrevistas semi-estructuradas que se aplicaron a las personas identificadas como actores o informantes clave. 4. Una vez obtenidas las entrevistas se procedió a analizar la información recabada que se integró a un conjunto de fichas de trabajo. 5. Con esta información se hizo una primera selección de proyectos y ejidos que pudieran ser susceptibles de financiamiento por parte del CBMM. 6. Una vez seleccionados los ejidos y proyectos se procedió a realizar visitas a algunos de estos sitios y se entrevistó con los representantes de los grupos técnicos de acompañamiento y con algunos representantes de ejidos. 7. Posteriormente se realizó el acuerdo y gestión con las instituciones gubernamentales y organismos de la sociedad civil con interés y capacidad de participar en el cofinanciamiento con el CBMM. 8. Una vez definidos los proyectos y montos para su financiamiento se realizó la preparación de los expedientes técnicos de los proyectos productivos que se acordaron financiar. 9. Para concluir en el inicio y operación de los proyectos seleccionados. En la fase de identificación de proyectos y elaboración de entrevistas con informantes clave y 22 calificados se realizaron 24 entrevistas a 7 personas representantes de organizaciones civiles, 3 organizaciones de productores, 3 representantes de instituciones gubernamentales, 1 representante de autoridad municipal y 1 de un organismo de cooperación internacional. Después de realizar las entrevistas y visitas a comunidades, organizaciones sociales y dependencias gubernamentales se identificaron 65 localidades donde se propone realizar los proyectos productivos vinculados a la conservación, restauración, protección y manejo sostenible de recursos naturales en los municipios donde tiene su ámbito de acción el CBMM. En estas 65 localidades se tienen considerado llevar a cabo 72 proyectos productivos y participan de manera directa tres organizaciones de la sociedad civil (Uyol Ché A.C., Yax Ché “Árbol de la Vida” y Trópica Rural Latinoamericana A.C.), una organización de productores (Unión de Indigenistas Mayas Plantadores Forestales Comerciales de Cedro y Caoba “Pakal Malo O’ Cheo” SA de CV.) y tres instituciones gubernamentales: una del gobierno federal (Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas) y dos del gobierno estatal de Quintana Roo (Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena y la Secretaría Estatal de Desarrollo Turístico). Caso 2 “Restauración de flora y repoblamiento de fauna nativa en 1,000 hectáreas para el restablecimiento del corredor biológico costero en la Laguna Madre, Tamaulipas” En el noreste de Tamaulipas, existe una gran pérdida de vegetación nativa por la ampliación de la frontera agrícola, la actividad ganadera extensiva y el crecimiento poblacional. Esto ha ocasionado desde la perdida total del Matorral Espinoso Tamaulipeco en una extensa superficie de 1 millón de hectáreas hasta la fragmentación el hábitat en otras áreas. En la franja costara del Golfo de México y Laguna Madre existe una franja de vegetación que puede ser considerada como de los últimos reductos de vegetación en la zona en donde existe bajo impacto de las actividades antropogénicas y donde es posible hacer labores de restauración. El presente proyecto pretende restablecer la conectividad del corredor biológico costero de la Laguna Madre mediante la restauración con mezquite (Prosopis glandulosa) y repoblamiento con codorniz (Callipepla squamata) en una extensión de 1,000 hectáreas con cambio de uso de suelo en el Ejido Francisco J. Mújica, entre dos 23 grandes secciones de matorral espinoso Tamaulipeco. El proyecto también impulsara la cinegética para diversificar las actividades económicas en la comunidad. Para la restauración se diseñaran trazaran franjas para la siembra de mezquite hasta cubrir una superficie de 330 hectáreas tratando de reproducir el ambiente natural de las poblaciones de codorniz. Se utilizará una rastra agrícola para ocultar la semilla una vez que haya sido lanzada por boleo. Se esperan esparcir alrededor de 800 kilogramos de semillas de mezquite la cual será colectada de la región. Paralelamente se construirá una granja de codornices con la finalidad de producir ejemplares para el repoblamiento en el sitio del proyecto, además de la producción de huevo y carne. Se organizara a los ejidatarios en una Sociedad de Producción Rural y se establecerá una UMA para el tramite de permisos cinegéticos. Para el establecimiento de la granja, se construirán las instalaciones y se adquirirán los pies de cría. Se espera producir 50 mil ejemplares anualmente. La mayor parte de las aves se destinaran para la cacería y al repoblamiento. En base a la tasa de aprovechamiento y al número de cazadores además de las necesidades troficas se repoblara la zona. Se estará monitoreando la densidad y crecimiento los mezquites. En el transcurso de todo el proyecto, se monitorearán las comunidades de aves, mamíferos y reptiles presentes en la zona. Los beneficios del proyecto son múltiples, ya que se elevará la calidad de vida de los pobladores pues tendrán ingresos por cacería, venta de carne, huevo de codorniz. Se creara un plan de negocios del proyecto para asegurar su sostenibilidad económica. Porqué las UMA En el marco de los trabajos emprendidos hace dos años por el Corredor Biológico Mesoamericano – México, se han llevado a cabo diversos esfuerzos por construir, dentro de la expresión territorial del propio Corredor, un Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, que parten de la convicción de que estas unidades – las UMA – constituyen herramientas privilegiadas para la reconstrucción de la conectividad biológica dentro y entre áreas protegidas, lo que las convierte por tanto en instrumentos de importancia estratégica para cumplir con los objetivos que dan razón de ser al CBM. Sin embargo, a pesar de la claridad de esta convicción, la construcción del sistema, y de hecho, el establecimiento y operación de UMA, ha resultado un reto empecinado en ofrecer parcos resultados. 24 Las razones que dan cuenta de esta dificultad han sido materia de otros análisis, y otras consultorías, de modo que aquí no se intentará esclarecerlas de nuevo. No obstante, sí se parte del reconocimiento de un escollo generalizado: en el sureste mexicano, las UMA no pueden resultar simplemente del interés entusiasta de promoventes con visión, y compromiso con la apropiación sustentable de las especies en vida silvestre que habitan o visitan sus predios. Las condiciones sociales y económicas de la región, particularmente la pulverización de la posesión de la tierra, y frecuentemente la pobreza de las comunidades rurales, hacen necesario que, si se pretende impulsar el establecimiento de UMA, se debe contar con que resulte necesario acompañar a los residentes locales interesados, con un sistema de apoyos y subsidios, asistencia técnica, y colaboración para la gestión, que en otras regiones del país serian impertinentes. Las diversas dependencias que componen el ejecutivo federal, así como los gobiernos estatales, y ocasionalmente incluso los ayuntamientos, cuentan con importantes recursos destinados al fomento de actividades productivas entre las comunidades rurales. Pero los instrumentos diseñados para la aplicación de estos recursos no se encuentran necesariamente puestos en línea con los criterios de sustentabilidad y las estrategias de abatimiento de la fragmentación de los ecosistemas que el CBM persigue en la región: suelen favorecer más bien la continuación de modelos de producción agropecuaria que han demostrado de sobra su carácter insustentable, y su eficacia como motores del deterioro de la calidad ambiental de los ecosistemas tropicales y por ende de la calidad de vida de sus habitantes. A la luz de este panorama, el CBM encuentra en las UMA una herramienta que permite poner en la línea de la sustentabilidad buena parte de los instrumentos de la política agropecuaria y la política de conservación del patrimonio natural nacional, de modo que se contribuya a satisfacer las expectativas de generación de riqueza de las comunidades campesinas que habitan el área de influencia del CBM y las área protegidas que interconecta, sin comprometer la permanencia de la biodiversidad remanente y de los servicios ambientales que demanda la apuesta por la sustentabilidad. 25 Objetivos Este trabajo, responde al objetivo general de coadyuvar con el Programa de Conservación de Especies en Riego (PROCER) de la CONANP y el restablecimiento de la conectividad entre Áreas Naturales Protegidas y macizos forestales, mediante el establecimiento o impulso de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, donde se puedan vincular distintos programas sectoriales, sabiendo que el financiamiento juega a modo de factor determinante por antonomasia, para el desarrollo de UMA en la región. Método En primer término se procedió a la búsqueda de los distintos programas gubernamentales de apoyo a la población rural existentes en las diferentes dependencias que integran este sector, para analizar tanto los destinos propuestos para los recursos económicos de ellos derivados, como sus reglas de operación; esto a fin de conocer la factibilidad de vincularlos al desarrollo de UMA. Posteriormente se procedió a la ubicación de predios que por un lado sirvieran a los fines de reestablecimiento de la conectividad dentro de la zona determinada como prioritaria para el CBMM entre la reservas de Calakmul y Balam Kax, para posteriormente obtener la manifestación expresa de los dueños de estos predios en donde se indicara su disposición a integrarse y colaborar con el CBMM y Balam-Ha, S.A. de C.V. en la futura integración de propuestas que sirvieran para obtener el financiamiento necesario para desarrollar UMA que sirvieran como ejemplo de la factibilidad del uso y aplicación de diferentes programas gubernamentales en la instrumentación de UMA. Logros y hallazgos Después de un concienzudo análisis de las causas fundamentales que han provocado la discontinuidad en los ecosistemas, el lograr la percepción inequívoca pero poco documentada, de que mas allá de la fragmentación y pérdida de hábitat 26 causada por los mecanismos y elementos ampliamente argumentados en el mundo, resulta que para la región sur y sureste de México es por demás relevante como mecanismo que alimenta los procesos de fragmentación de los ecosistemas, el desarrollo de un patrón de tenencia de la tierra que tiende a la pulverización, tanto de la propiedad privada, como de la social, pero muy particularmente cuando se trata de ejidos. Solo las comunidades que han optado por mantener sus tierras en un sistema de tenencia colectivo, o han decidido, tras el paso del PROCEDE, mantener la propiedad comunal de sus dotaciones ejidales, han podido escapar a este panorama de pulverización y fragmentación. Sin embargo, en términos generales, se puede decir que fuera de un proceso de concentración de la propiedad de la tierra, en el caso de los predios de interés para el desarrollo turístico masivo, y de la expansión de la frontera de agricultura mecanizada protagonizada por las comunidades menonita, las dimensiones de la propiedad rural en la región tienden a contraerse. Aún cuando se trata de ejidos de grandes dimensiones, el efecto que ha tenido en el arreglo social la reforma al Artículo XXVII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha implicado un importante impacto sobre los procesos de fragmentación de ecosistemas. Pero independientemente del efecto que esto puede tener sobre la permanencia y viabilidad de las comunidades campesinas, quizá resulte más grave el hecho de que la percepción de la propiedad individual de las parcelas ha debilitado los procesos colectivos de toma de decisiones, y parece significar una ruptura irreparable del tejido social de las comunidades campesinas en esta región, por ello a nuestro juicio, el establecimiento y operación de UMA en los ejidos de la zona puede contribuir de manera significativa a robustecer la organización social ejidal, dado que los programas de manejo de las UMA de carácter extensivo demandan decisiones colectivas de uso de los recursos, de manera que esto añade un elemento importante de relevancia social a un instrumento que de por sí, ya venía demostrando sus bondades en los terrenos económicos y de conservación. Otro hallazgo importante derivó del constatar, que ante el logro de una UMA exitosa, el ejemplo multiplicador que esta ofrece no se compara con los escasos frutos obtenidos al intentar fomentar su establecimiento por otras vías. Un ejemplo por demás claro de ello en la región de interés, ha sido el ejido Cano Cruz, que logró establecerse como UMA, con distintos apoyos de múltiples sectores y al volverse 27 exitosa (quizá una de las mas exitosas de México), ha ido incorporando poco a poco al esquema a todos los predios y comunidades vecinas, esto a pesar de lo disímbolo en los orígenes de estas (Menonitas, Tlaxcaltecas y Mayas), y lo cual confirma también, el elemento unificador en la toma de decisiones que el instrumento UMA posee. Derivado de todo lo anteriormente expuesto, sin duda otro logro relevante ha sido el identificar y definir la posibilidad de hacer convergir distintos programas de capacitación y financiamiento para la implementación y desarrollo de las UMA en la región y máxime cuando a pesar de reconocerse las posibilidades que derivan del uso e implementación del proyecto UMA, no existe ningún programa dirigido a su adecuado fomento en ningún lugar del país y menos aún, en la región de interés de esta consultoría. Recomendaciones y propuestas UMA que sirva como modelo Uno de los avances fundamentales para el desarrollo del concepto UMA, en otras regiones del país, fue la implementación de Unidades que sirvieran como modelo a seguir en su región. El mecanismo de observar y copiar los elementos que vuelven productivo y viable un proyecto, es uno de los aspectos que mejor nos identifican como seres humanos. En un primer vistazo puede parecer onerosa la inversión, mas sin embargo ha demostrado ser en muchos aspectos, un mecanismo de capacitación y educación más económico y eficiente que los tradicionalmente utilizados. Por ello el financiar la implementación de modelos viables, capaces de transferir conocimiento y tecnología, se vuelve factor indispensable para el desarrollo de UMA en el área de interés del CBM-M. Capacitación a técnicos y operadores de programas Las condiciones sociales y económicas predominantes en las áreas rurales de la región, particularmente la pulverización de la tenencia de la tierra, y comúnmente la 28 pobreza de sus comunidades, hacen necesario que si se pretende impulsar el establecimiento de UMA, se deberá acompañar a los residentes locales interesados, con un sistema de apoyos y subsidios, acompañamiento técnico y colaboración para la gestión, que en otras regiones del país pudiesen resultar impertinentes. Por ello y sabiendo que el financiamiento juega a modo de factor determinante por antonomasia para el desarrollo de UMA en la región, y que difícilmente este podrá provenir del sector privado, el determinar que es viable utilizar los diferentes programas gubernamentales, para vincularlos al desarrollo de UMA en la región, coadyuvando así con los objetivos del Programa de Conservación de Especies en Riego (PROCER) de la CONANP y el futuro restablecimiento de la conectividad entre Áreas Naturales Protegidas y macizos forestales, es apenas un paso en la búsqueda del financiamiento para este fin. Para el mejor logro de este nos atrevemos a recomendar la instalación inmediata de mecanismos de coordinación intra e interinstitucional necesarios, para que por un lado, los técnicos operadores de las diversas dependencias gubernamentales detectadas como fuentes factibles de financiamiento para cubrir algunos aspectos necesarios en la instauración de UMA, provean la capacitación respecto de los mecanismos y posibilidades derivadas del los programas que su propia institución provee, y por el otro, ellos mismos sean capacitados por el CBM-M, en los diferentes objetivos del fundamento técnico del proyecto del CBM-M, y las bondades del esquema productivo contemplado por las UMA, con miras a instaurar acciones que permitan la articulación de recursos interinstitucionales e identificación de aspectos que potencien las acciones para apoyar, promover y desarrollar proyectos que coronen con el establecimiento de UMA, que su vez sirvan como modelo de respecto del uso integral de los recursos naturales y conservación de la biodiversidad. Trabajo de transversalidad intra e interinstitucional A pesar de la insistencia de las altas autoridades y el constante llamado de diversos sectores sociales para que se realicen los trabajos de combate a la pobreza y los relacionados a los temas ambientales de manera interinstitucional, los resultados han sido parcos. 29 Como resultado del análisis de las posibilidades de vinculación de los distintos programas gubernamentales para el desarrollo y fomento de UMA en la región sur y sureste de México pudimos verificar lo disímbolo de los formatos necesarios para acceder a lo que determinan las reglas de operación de los diferentes programas, el llenado de cada uno de estos, significa la necesidad de tener un grado de especialidad diferente, dependiendo de la institución que los publique. Esto a pesar de que los fundamentos legales y el espíritu de las distintas Convocatorias son los mismos, por ello nuestra recomendación al respecto será tan sencilla como esto: Realizar el trabajo de comunicación inter e intrainstitucional de forma tal que con el diseño y aplicación de un formato universal, se pueda acceder a los recursos derivados de los distintos programas, esto tan simple podría ahorrar meses de burocracia, impedimento a la corrupción y facilidad de acceso a los promoventes, dando una lógica interinstitucional a programas como el que nos ocupa. Y cumpliendo al mismo tiempo con el mandato de trabajo interinstitucional. 30 BIBLIOGRAFÍA Aguilar, D. F. 1981. Una metodología para estudios de avifauna. Tesis profesional, Facultad de Ciencias. UNAM. --------------, 1985. Manual de Ecología: Distribución y estimación del tamaño de la población a partir de la densidad. Ed. Pegaso, México, D. F. Alvarado, R.. 1916. 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