LA CRÍTICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO Una

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LA CRÍTICA TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO
Una defensa del Texto Mayoritario
Por Dr. Gerardo Laursen
Usado con permiso
Cuando yo era alumno en el instituto bíblico, mi maestro me informó de un número de correcciones en la
traducción del texto bíblico, basadas en la crítica textual. Cuando me dijo que no existe “y ayuno” en Mr.
9:29; y que la frase “los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” en Ro. 8:1 no es
original, y otros, los apunté en mi Biblia. Pero poco a poco agregando más y más pasajes, cuando llegó a
decir que el relato de la adúltera no está en Juan, y la ultima mitad del capitulo final de Marcos no está,
decidí estudiar el texto griego por mí mismo. Descubrí que las conclusiones mencionadas eran erróneas.
Así comenzó mi vida de estudiar griego hasta sacar mi doctorado en él, gozándome en la mina de oro que
es, y también enseñé griego por más de 20 años.
La gran lección de eso es no ciegamente seguir lo que dicen los expertos. Estamos cautelosos en otras
áreas. Casi todos los expertos biólogos dicen que somos simios avanzados. Sabemos con certidumbre
que eso no es cierto. Prepárese pues para una defensa analítica.
La meta de la crítica textual del Nuevo Testamento es la de ofrecer técnicas que nos ayuden a establecer
el texto exacto del griego original. La teoría que presentaré aquí no es muy popular entre muchos
expertos, pero estoy convencido que es la correcta. Sólo pido su evaluación de la evidencia presentada y
la lógica ocupada. Mi teoría, como la de un número de otros, es que Dios nos ha revelado claramente
cuál es el texto original, entre todas las variantes, a través del texto grandemente mayoritario. (Que no lo
confunda con El Texto Recibido, que es algo semejante, pero a veces, como en el caso del Apocalipsis, es
muy diferente.) Al usar el término mayoría, no estamos hablando de 20 copias versus 13. Hablamos de
centenares versus una mera docena.
Cuando comencé mis estudios de seminario, fue mi deleite descubrir que uno de mis profesores de griego
también creía que el Texto Mayoritario es el original, el profesor Zane Hodges. Poco después, en 1977,
Wilbur Pickering publicó su excelente libro defendiendo la misma idea. (Él ha sido traductor de la Biblia
a idiomas indígenas, con El Instituto Lingüístico de Verano.) Los libros de Z. Hodges y W. Pickering son
listados al final de este artículo.
Por seguir los principios de la canonicidad, se sabe cuáles libros deben incluirse canon del Nuevo
Testamento, (véase mi artículo sobre la canonicidad en Obrerofiel.com). ¿Pero cómo es posible saber si
cada palabra de cada libro del texto griego original es la inspirada por Dios?
Hay los que dicen que el N.T. ha sido copiado y recopiado a mano tantas veces durante los siglos, con una
acumulación de errores de transmisión, de tal manera que hemos perdido el mensaje original. Eso no es
cierto.
Podemos observar que entre los manuscritos griegos copiados hay diferencias. En textos determinados
hay cambios del orden de palabras; hay un singular sustituido por un plural; un texto tiene “ellos”, otro
“ellas”; otro texto dice “la” en lugar de “una”. Un versículo puede tener una serie de variantes. En Col.
3:16, es o “La palabra de Cristo more...en vosotros” o “La palabra de Dios more...en vosotros”, o “La
palabra del Señor more...en vosotros”. Se ve que no hay cambio de doctrina, pero si creemos en la
inspiración verbal plenaria, es nuestra responsabilidad determinar cuál es original.
En una ocasión un teólogo conservador expresó la opinión que aun con 3 variantes en una frase bíblica, es
posible que actualmente no poseamos el término original (porque se perdió). ¿Será posible? ¡No!
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Todos estos “ataques” tienen respuesta.
1. En primer lugar, tenemos las promesas de Dios de preservar su Palabra:
Isa. 40:8, Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre.
Mt. 5:18, Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
Lc. 16:17, Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Lc. 21:33, El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Jn. 10:35b, y la Escritura no puede ser quebrantada.
Las palabras jota y tilde en estos versículos tienen que ver con la letra más pequeña en el alfabeto hebreo
y un pedacito de una letra, respectivamente. Es una clara declaración de la preservación en forma escrita
de cada palabra original. Mt. 5:18 hace sentido tal como es. Si fuera una expresión poética para la
preservación de ideas o enseñanzas, Dios podía haber dicho que las ideas fueron preservadas. Además, es
difícil declarar una idea inerrante sin aceptar el concepto de palabras inerrantes. Entonces, en Col. 3:16,
definitivamente, o Cristo o Dios o el Señor es el término original. (Comprobaremos cuál más abajo. El
punto hasta aquí es que el original se preservó, y que es uno de los 3.)
2. Los autógrafos se perdieron, pero el original puede establecerse analizando los manuscritos griegos
todavía existentes. O sea: no tenemos los manuscritos originales, sino el texto original.
Una secta afirma que cada manuscrito que actualmente tenemos es contaminado con errores de
transmisión y por eso la Biblia debe ser abandonada y en su lugar debe haber otro libro nuevo escrito por
la secta en el siglo XIX. Para algunos es sorprendente oír que en realidad no tenemos una copia completa
de ningún libro del N.T. sin estos errores. Eso no importa porque podemos establecer el original con los
manuscritos existentes.
Permítame explicar la situación usando una ilustración. Hay 50 alumnos en frente de mí con papel y
lápiz. Yo tengo un documento en mis manos, el único en el mundo. Ahora dicto su contenido a todos.
Alumno #1 no captó un adjetivo y lo saltó al copiarse; el resto de su documento resultó perfecto. Todos
los demás sí apuntaron tal adjetivo. Alumno #2 escribió el singular en lugar del correcto plural; el resto
de su documento resultó perfecto. Todos los demás sí apuntaron el plural. Alumno #3 puso el masculino
en lugar del femenino una vez; el resto de su documento resultó perfecto. Todos los demás sí apuntaron
el femenino. Alumno #4 copió la misma frase 2 veces seguidas; el resto de su documento resultó
perfecto. Todos los demás no repitieron la frase. Y así con cada uno de los 50. Finalmente, yo destruyo
mi original.
Fíjense bien: no existe mi original. No existe ninguna copia correcta y perfecta; cada una es
“contaminada” con un error de transmisión. ¿Se perdió el texto del original? ¿Se perdió para siempre?
¿Se puede confiar en copias contaminadas? De mi ejemplo debe ser obvio que es súper fácil restablecer
el original rápidamente. El texto original se encuentra en la mayoría de las copias. Errores y
“correcciones” siempre están en la minoría de todos los manuscritos. La mayoría siempre merece voz y
voto. ¿Qué pasaría si alguien tomara un manuscrito de pobre calidad y de él hiciera una cantidad de
copias? El pueblo reconocería la falta de autenticidad, no habría venta, y las copias pasarían al bote de
basura. (Por lo que valga, muchos manuscritos de la familia alejandrina fueron descubiertos en un
basurero bajo tierra en noráfrica. Claro, pudo haber sido hecho por un rey anticristiano, pero también por
un pueblo cristiano molesto. Queda curioso. Y en 1844, el señor Tischendorf encontró el Códice
Sinaítica [Alef] en un monasterio en el Monte Sinaí, cuando un monje estaba calentándose echando hojas
del manuscrito en la chimenea. Curioso.)
2
Por supuesto la historia de la transmisión del N.T. es más complicada que simplemente manejar números,
y abajo exponemos más herramientas y técnicas de la crítica textual. El punto es que solo porque un
documento contiene errores, no quiere decir que no sirve.
3. Tenemos 5,400 manuscritos y fragmentos del N.T. griego, 86,000 citas de los padres de la iglesia,
2,150 leccionarios, y abundantes traducciones tempranas (8,000 de solo la Vulgata), etc. Hay mucha
evidencia disponible.
Desde los siglos tempranos, tenemos cartas y sermones escritos por los padres de la iglesia, en los cuales
se citan los textos bíblicos. De solo ellos hay tanto material que es posible reconstruir casi todo el N.T.
Las citas hechas por seres humanos falibles no son exactamente iguales a los textos griegos, pero
concuerdan en gran parte, confirmando muchísimo. Los leccionarios son colecciones de porciones del
N.T. griego que se utilizaban como lecturas públicas, similares a las páginas al final de nuestros
himnarios hoy en día. Por ser para el uso público, no tocan todo tema. Enfocan en citar textos teológicos
y de alabanza. En adición a todo eso, hay porciones del N.T. en otros idiomas de los primeros siglos. El
primer país cristiano fue Armenia. Por el año 200 d.C. ya tuvieron el N.T. traducido en su idioma. Tales
versiones, que todavía existen, nos confirman si un versículo o una frase es original y tomado del griego.
Por dificultades de traducción y cuestiones de cultura, no toda palabra tiene igual peso. Por ejemplo, la
palabra gente en español es singular. La misma palabra en inglés (people) es plural. En un idioma
alguien levanta su mano; en otro alguien levanta la mano. O sea, el griego puede decir “su mano”,
traducido bien a otro idioma como “la mano”. Por eso estas traducciones antiguas pueden confirmar si un
versículo griego es original, pero no necesariamente confirma cada palabra. De todos modos, cada
traducción antigua hace una valiosa contribución a la identificación del texto original. Por eso es legítimo
usar cualquier versículo griego porque ha sido preservado por Dios, pero no es necesariamente legítimo
ocupar cada palabra de una traducción. De todos modos, cada traducción hace una valiosa contribución a
la comprensión del texto en el vernáculo.
Al examinar todas estas fuentes, ¡se nota que no contienen errores doctrinales! Esta es otra evidencia de
la preservación milagrosa del N.T. Cuando aquí hablamos de “errores”, estamos hablando de detallitos de
transmisión. No hay ningún “error” de ningún tipo en la Biblia como originalmente escrita. La Biblia es
inerrante. Lo que estamos intentando hacer es restaurar el texto original, usando las evidencias
abundantes disponibles.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA CRÍTICA TEXTUAL
Al descubrir el Códice Vaticano [“B”] c. 1851 d.C., Brooke Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort,
desarrollaron, en gran parte, los principios básicos de la crítica textual expuestos a continuación. Debe
saber que he entremezclado mis observaciones y críticas en camino. (Es informativo saber que a la edad
de 23 años y antes de investigar la evidencia Hort declaró el Texto Recibido como vil. ¡Yo no conozco
ninguna versión griega del N.T. que sea vil!)
Propósito: identificar el texto original, y contestar la pregunta ¿qué sería la variante que mejor
explica las demás?
Se dice que la crítica textual es una ciencia. Pero si fuera una ciencia real, casi cualquiera persona que
examinara los datos sacaría la misma conclusión. Pero tristemente, no es así. También dicen que
requiere el alma de artista o poeta para determinar el texto original, o sea es una mezcla de ciencia y arte.
Por mi parte, no quiero dejar la identificación del texto bíblico en las manos de poetas en desacuerdo
entre sí mismos. (Lo que ofreceré es concreto y reproducible, o sea tiene bases científicas. Las
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diferencias surgen de las presuposiciones.)
A continuación desarrollo puntos universalmente tomados en cuenta para determinar la variante que
mejor explique las demás. En la práctica, muchos de estos puntos son pasados por alto o menospreciados,
y llevan a conclusiones inconsecuentes.
I. INVESTIGUE LA EVIDENCIA EXTERNA
Es importante iniciar la investigación con la evidencia concreta; un principio no siempre seguido.
A. La fecha de los manuscritos
En general, más edad iguala a mayor peso. Pero si existe, por ejemplo, un solo manuscrito, el más
antiguo de todos, en desacuerdo con todos los demás manuscritos, debe ser obvio que no sirve. (En
época muy temprana un escriba hizo un error de transmisión.) Además, se sabe que algunos mss.
tardíos fueron copiados directamente de mss. muy tempranos, ahora perdidos. (Véase más abajo.)
B. La relación genealógica
Se afirma que frases iguales indican orígenes iguales.
Hay que tomar en cuenta las familias de los más de 5,400 manuscritos griegos:
1. La alejandrina
2. La occidental
3. La bizantina: Más del 80% de todos los mss. griegos son de esta familia.
4. La Cesárea (sólo en Mt. a Hch.)
El total de manuscritos griegos se compone de 265 escritos con letras unciales (mayúsculas) y el
resto con letras minúsculas.
(Las primeras copias o porciones eran unciales, entonces de las más antiguas copias no hay mucho
material con qué trabajar.) Las familias son identificadas por ciertos estilos. Generalmente,
párrafos en la familia alejandrina son más breves. Los mismos párrafos en la familia bizantina son
más largos.
C. La distribución geográfica
Cuando concuerdan testigos independientes que provienen de diferentes lugares, el texto tiene
importancia. A los “expertos” les gusta la familia alejandrina (de noráfrica), pero solo la bizantina
se encuentra por todas partes del mundo antiguo. Es una evidencia a favor de la bizantina como
descendiente de los autógrafos.
D. La contribución de otras fuentes
1. Las versiones (traducciones) antiguas: Latina (8,000 de solo la Vulgata), armenia (1,250 + unos
centenares en la Rusia), cóptica, siriaca, georgiana, etíope, y gótica.
2. Las citas de los padres de la iglesia (86,489): La mayoría de estas citas son de antes de 400 d.C. y
pertenecen a la familia bizantina.
3. Los leccionarios (2,150 de siglo IX en adelante)
4. Las ostracones (versículos escritos en pedazos de trastos quebrados)
II. INVESTIGUE LA EVIDENCIA INTERNA
La evidencia subjetiva debe evaluarse después de la concreta arriba expuesta; un principio casi no
seguido.
A. Transcripcional
1. Fuentes de errores (cómo se causan)
a. No intencionales
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1) del ojo: Letras similares que se confunden, como ζ, ξ; Θ, O; y palabras semejantes,
como ελαβον y εβαλον.
2) del oído: Los con el mismo sonido, como λουσαντι (lavó) y λυσαντι (libró), Ap.
1:5; εχοµεν (tenemos) y εχωµεν (tengamos), Ro. 5:1.
3) de la memoria: Uno “memoriza” una o dos líneas del ejemplar, hasta copiarlas en el
nuevo documento. Puede ser una simple falla, o una mezcla con algo similar
previamente memorizado.
4) del juicio: Es confundir una anotación por un escriba previo, con el texto auténtico.
b. Intencionales
1) Corregir ortografía o gramática; cuando se supone que hubo un error previo.
Me sorprende que nadie cambió el verbo en Jn. 2:2, “y también Jesús fue invitado, y
sus discípulos, a la boda.” La Biblia de las Américas lo tradujo bien, “y también Jesús
fue invitado, con sus discípulos, a la boda.” Casi todas las otras traducciones tienen,
“Jesús y sus discípulos fueron invitados a la boda”, “corrigiendo” el verbo. Pero el
texto insinúa que Jesús fue invitado, y de paso sus discípulos. En muchas traducciones
el enfoque se ha perdido. Si el traductor hizo tal (pequeño) error, me sorprende que
ningún escriba hiciera lo mismo. Sería un error de copiar con demasiado rapidez, sin
contemplar el mensaje; algo que sí ocurre.
Un ejemplo real de esto se halla en Lc. 5:2-10, donde Jesús pidió a Pedro echar las
redes, y Pedro, intentando comprobarle equivocado, echó una sola red, que por no ser
adecuada se rompió. De no captar la actitud de desobediencia, escribas repitieron el
plural, diciendo que echó las redes. El singular explica por qué Pedro se consideró
pecador. (La SBU es tan segura que es plural, que ni listan las variantes que se pueden
consultar en el libro de Hodges.)
2) Armonizar: Si una frase es un poco diferente en un evangelio, se ajusta para que esté
idéntica en el evangelio a mano.
3) Mejorar el estilo: Esto se hacía con la idea de clarificar la idea para el lector.
4) Evitar contradicciones aparentes o dificultades: Dios es el autor final de la Biblia, y
él no puede contradecirse. En la Biblia, pues, no hay contradicciones reales. Las
aparentes requieren más estudio, no necesitan de “ajustes”.
5) Conservar todo: La idea es que si un escriba tiene 2 mss. y un texto contiene una
descripción “X” y el otro la descripción “Y”, él pone “X + Y” en su nuevo documento.
Lo hace para garantizar que él no pierda nada del relato original. Este es el argumento
más fuerte contra la familia bizantina y a favor de la alejandrina. Se llama
“conflación”. Más abajo discuto si tal combinación realmente ocurrió.
6) Cambiar doctrina: Aunque teóricamente fue posible meter herejías, resulta que no
hay ninguna doctrina desviada en el N.T. Dios preserva su Palabra. En el formidable
Juan 1:1, por ejemplo, no existe ninguna variación. Ahora bien, se puede mencionar 1
Co. 15:51, en que se movió la palabra “no”, con este tonto resultado: “Todos
dormiremos, pero no todos seremos transformados”. Si quiere insistir, estoy de
acuerdo que es un cambio doctrinal, pero ya que hay un solo mss. huérfano que lo
contiene, no hay nadie que lo toma en serio. Fue un accidente no intencional.
Por supuesto, todos los cambios intencionales se hicieron por escribas que no
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comprendían la inspiración plenaria, y sólo querían ayudar.
2. Preferencias:
En vista de posibles errores transcripcionales, se prefiere la expresión, frase o texto:
a. más difícil (en la 1ª lectura, y cuando no se trata de ortografía o descuidos).
b. más breve (cuando no sería salto sobre unas líneas). Se trata de expresiones o
explicaciones, entonces no se trata de número de letras, como παντει versus παντα, que son
de la misma largura: una palabra.
c. que está en desacuerdo verbal con el pasaje paralelo.
d. que contiene un estilo menos elegante (o menos lógico).
B. Intrínseca
Este es el último paso subjetivo. Es necesario tomar en cuenta:
1. el estilo del autor.
2. el vocabulario del autor.
3. el contexto inmediato. El contexto es siempre importante y es fundamental a la
interpretación y aplicación.
4. el uso del autor en todos sus libros.
De estos intrínsecos muchos expertos comienzan con puntos #1, 2 y 4. Eso es incorrecto, porque
diferentes temas en libros cancelan estos principios. En su evangelio, el apóstol Juan con calma
explica que Jesús es Dios en la carne, mientras en Apocalipsis, observa catástrofes y es tan
confundido que intenta a adorar a un ángel. El apóstol Pedro en su 1ª epístola nos anima a
aguantar la persecución, mientras en 2ª Pedro, sabía que pronto iba a morir, y por ello nos alienta
con exhortaciones finales. O sea, es un error poner mucho peso en el estilo y vocabulario. En
cuanto al uso del autor en todos sus libros, se presume que un autor tiene talento limitado.
Entonces si toca temas similares en unos libros, sería incapaz de escribir después de otros temas
con diferentes vocablos. Puntos #1, #2 y #4 deben tener relativamente poca importancia en la
evaluación de un texto.
¡Ojo!: En la práctica, uno puede escoger sus preferencias entre estos principios y entonces apoyar
cualquiera de las variantes. (Hay muchos ejemplos en el comentario de B. Metzger.) Es justo aquí donde
se pasa de la ciencia al arte, con opiniones de hombres determinando lo que sería la santa palabra de Dios.
(Si Dios ha indicado el texto correcto por la mayoría grandísima, no tenemos que depender de opiniones
de hombres, ni del arte.)
Cuando uno prefiere la variante más corta, le disgusta ver la repetición o las descripciones similares
seguidas. Para menospreciar el uso de expresiones redundantes, se inventó la idea de “conflaciones”, o
sea, la combinación de 2 (o más) variantes.
Estos son los pasajes que Westcott y Hort listaron para comprobar su punto, insistiendo que los
manuscritos de la familia bizantina son inflados. Según ellos, la familia alejandrina contiene el texto
original por ser compacta.
Veamos la evidencia referente a conflaciones:
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Nótese que el ms “D” contiene frases que no existen en ningún otro manuscrito. Entonces ¿por qué
usarlo? ¡Qué suerte que cayera en manos de un escriba que puso el texto al día!
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Nótese en Mr. 8:26 y Lc. 11:54, no hay variante con que hacer la conflación.
Conclusión: No se han combinado variantes, sino que se acortó el original, procurando ser más
“eficiente”, o sea, es un problema cultural. En tal instancia, ¡la variante más larga sería la original! El
papiro p45 es un buen ejemplo. Su escriba eliminó adverbios, adjetivos, sustantivos, participios, verbos,
pronombres y frases. Favorece la brevedad. A lo menos 50 de sus reducciones no aparecen en ningún
otro manuscrito.
Yo no entendí el problema básico aquí hasta llegar a ser bilingüe y biocultural. Los egipcios antiguos,
como los norteamericanos actuales, apreciaban la eficiencia. El tiempo es oro. “¡Al grano, hombre!”
Usan menos palabras para expresarse. Podemos presumir tener la cultura mejor. Si fuera así, Dios nos
trataría yendo siempre “al grano”. Cuando vemos frases verbosas en escritos contemporáneos, pensamos
hacerle al mundo un gran favor quitando lo repetido e innecesario. En contraste, los del Medio-Oriente
antiguo y los hispanos modernos hablan con flores. (Un libro en inglés traducido al español requiere 25%
más palabras o páginas.) Pero la verdad es que en la Biblia, si algo es importante, se repite, o se explica
con otras palabras. Ya que la Biblia se escribió por autores del Medio-Oriente, se espera que tenga “más”
palabras. Considerando la cultura, es más probable que la variante más larga sea la original.
Un ejemplo: Hch. 2:7, “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos
que hablan?” Solo 6 mss. griegos apoyan esta lectura, incluyendo Alef, A y B; todos los demás tienen:
“…diciendo unos a otros…”. Parece que a los 6 copistas de los mss. mencionados les parecía innecesaria
incluir la frase “unos a otros”.
Hch. 4:8, “Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió:—Gobernantes del pueblo y ancianos…”
(NVI). “Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de
Israel…” (RVR60). La frase corta se apoya por 7 mss. griegos, inclusive Alef, A y B. La frase más
extensa se apoya por todos los demás mss. griegos conocidos actualmente.
Hch. 4:24, “…Señor, tú que hiciste el cielo y la tierra…”, por 5 mss. griegos, inclusive Alef, A y B;
“…Señor, tú [eres] el Dios que hiciste el cielo y la tierra…”, por el resto.
Pero los escribas del norte de África no eran tan perfeccionistas como para detectar toda frase duplicada o
redundante en el N.T. Tarea personal: Busque textos con expresiones repetidas o “duplicadas” para ver si
hay variante alguna. Por ejemplo, en Mr. 1:35 no hay ninguna, y por eso el original queda comprobado
como el más “verboso”: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar
desierto, y allí oraba.” ¡No es eficiente, sino impactante!
PASOS EN LA BÚSQUEDA DEL TEXTO DEL NUEVO TESTAMENTO
En seguida expongo unas sugerencias que le ayudarán a saber cómo determinar cuál de las variantes es el
original.
1. Escriba las variantes (con su traducción) como cabezas de columnas en una hoja. (Ejemplos del
formato siguen.)
2. Adentro de cada columna, forme 3 columnas más:
1ª: Liste todo manuscrito (MS) por su código o abreviación. (No es práctico dar nombres a todos
5,400 MSS griegos, y por ello son identificados por letras y cifras.)
Una fuente de estos datos se encuentra en las primeras páginas de:
8
Sociedades Bíblicas Unidas, The Greek New Testament, red. por K. Aland, M. Black, et. al., 3ª o
4ª ed., 1975+.
Este tomo da la fecha de cada manuscrito, con su código (por ej., el Códice Vaticano se llama
“B”, siglo IV); cuáles secciones un documento contiene (B = todo menos Ap.), y en este orden:
papiros, otros MSS griegos (letras, después cifras), leccionarios, versiones, y padres de la iglesia.
La única cosa que no da es de cuál familia los MSS viene (que yo doy más abajo).
2ª: Ponga la fecha de cada uno: el siglo cuando se escribió (también en SBU).
3ª: Ponga la familia del MSS. [Véase la hoja de familias.] Ejemplo de cómo escribirlo:
“A”....V....Alej.” que significa el Codex Alejandrino de siglo 5º de familia alejandrina.
3. Cuente todos los MSS y ponga el total, identificando cada variante, al calce de la columna.
4. Subraye todos los MSS tempranos, es decir del siglo V o antes. Además incluya: ∏, 046, 33, 81,124,
1739, itgig, que fueron copiados directamente de MSS tempranos. No cuente p66, porque es de
poco valor. Las versiones tempranas y las citas de los padres también son MSS.
5. Cuente los subrayados, y apunte el total al calce.
6. Cuente las familias representadas. Hay 4 posibles para los Evangelios y Hechos, pero sólo 3 para los
demás libros. Ponga su total al calce.
7. Formule su opinión sobre la mejor variante, y márquela. Este es su voto provisional en cuanto a la
identidad del texto de la frase original. La variante que se encuentra en la mayoría de los MSS,
en unos de los tempranos, y se representa en MSS de cada familia (y todas estas tres cosas a la
vez), es la indicada, o sea, la original.
8. Si no tiene las 3 cosas a la vez:
a. Si tiene todas familias representadas, y mayor número de MSS, es ella.
b. Si no es así, determine cuál variante mejor explica las demás. Para determinar cómo se
produjo cada variante, use los “Principios básicos de la crítica textual” arriba expuestos.
9. Escribe sus explicaciones, o su defensa de su voto provisional. Justifique su selección por identificar
una fuente (o más) de error por las demás variantes.
10. Si todavía hay duda, esté seguro que las 2 (o más) variantes enseñan algo verdadero, pero no las ocupe
como puntos cruciales en sermones y enseñanzas.
11. Otras clarificaciones:
MSS con asterisco son la 1ª edición de una copia determinada, como ℵ*, C*. Los con cifra o
letra suscrita, son corregidas: ℵc, C2. Por eso son más tardíos, y de familias desconocidas.
Entonces, en tal caso, deje la fecha y la familia en blanco, y no cuente tal MS en los totales de los
tempranos ni de familia (pero claro es un MS). “BYZ” es una mayoría de MSS de familia Biz.
Cuéntela como “numerosos” o “muy cuantiosos”. LECT es un montón de los 2,000 leccionarios,
contado como “numerosos” o “cuantiosos”. La superscripción “mss” es plural, como en
Jeromemss; cuéntela como “2”. (Así que estos números serán conservadores.) El símbolo “f1” es
“Familia 1”, y consiste en los MSS siguientes: 1, 118, 131, 209 de XII-XIV, o sea: 4 MSS
tardíos. “f13” es “Familia 13” y consiste en: 13, 69, 124, 174, 230, 346, 543, 788, 826, 828, 983,
9
1689, 1709 de XI-XV, o sea: 13 MSS tardíos. Para “it” con letras suscritas, ver las tablas en el
Texto Griego SBU, después de las de leccionarios. La abreviación de contenido “eapr”: e =
Evangelios, a = Actos = Hechos, p = Pablo = sus epístolas, r = Revelación = Apocalipsis. Nótese
que los nombres de los padres en SBU están en inglés, para que el tomo sea más universal
(Jerome es Jerónimo, etc.).
Se oye que los manuscritos ℵ, y A, B son “los mejores MSS” y “los más antiguos”, pero eso no
es cierto. Son solo los Nuevos Testamentos más antiguos, de fechas 350-400 d.C., pero hay libros
y fragmentos más antiguos. Hay un fragmento de Juan de 125 d.C., por ejemplo, y 14 capítulos
de Juan de 200 d.C. (p66), epístolas paulinas de 200 d.C. (p46), etc. Y en cuanto a calidad, los más
venerados ℵ y B están en desacuerdo entre sí más de 3,000 veces en solo los evangelios.
Obviamente no son los mejores mss. Parece que fueron escritos con prisa. “B” (el Códice
Vaticano) es el ms. más venerado por la mayoría de los así llamados expertos. Contiene los
textos más breves, llevando Westcott y Hort a la conclusión que es el mejor, tomando en cuenta
su principio de buscar la variante más corta. W. Pickering afirma que si no hubieran descubierto
“B”, no existiría la ciencia de la crítica textual.
El emperador Constantino pidió que Eusebio contratara de inmediato 50 copias del N.T. Se
supone que Alef, A y B formaron parte. Este apuro explicaría por qué fueron escritos tan rápidos
con tantos saltos de frases y diferencias entre sí. Eusebio murió en 370 d.C., que corresponde a la
fecha asignada a estos 3 documentos.
Otro detalle: 80% de todos los mss. griegos del N.T. son de la familia bizantina (5,400 x 80% =
4,320) y son esencialmente idénticos. Todos los demás en el 20% contienen la mezcla de todas
las otras variantes.
12. Tenga ánimo; hay solución: Isa 40:8; Mt 4:4; Lc 21:33; Jn 10:35, y especialmente:
Mateo 5:18, “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.”
Lucas 16:17, “Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.”
Familias: es difícil encontrar tablas o listas de las familias de manuscritos. Presento una:
[Este espacio queda en blanco para que la tabla salga intacta en la página siguiente.]
10
11
Con estas herramientas, ofrezco un ejemplo del proceder, usando Col. 3:16.
12
Se nota que todas las tres variantes vienen de antes de 500 d.C., o sea todas las variantes se encuentran en
los manuscritos más antiguos. Entonces la fecha no nos ayuda a decidir. La variante Cristo tiene la gran
mayoría de mss., y geográficamente viene de todas partes. También concuerda con las fuentes de
posibles errores. Alguien copiando unas líneas a la vez que termina con “Palabra de Cristo”, fácilmente
convierte a “Palabra de Dios” por ser común, por ser previamente memorizada. Otra posibilidad es por
intencionalmente armonizar la frase con el resto de la Biblia, porque la frase está en desacuerdo verbal
con todos los paralelos. En el contexto mismo, Pablo habla de Cristo. La variante Señor probablemente
fue un compromiso por un escriba teniendo frente de sus ojos un manuscrito con Cristo y otro con Dios.
No sabiendo cuál opción representaba el original, puso el término ambiguo. Evaluando todos estos datos,
no queda duda alguna: χριστου es la palabra original.
Nótese que los así llamados “mejores manuscritos” Alef, A y B están de total desacuerdo en su selección
del original.
Hablando del valor de Alef y B, consideremos Marcos 9:29,
Reina-Valera 1960: “Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.”
Reina-Valera 1995: “Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.”
Nueva Versión Internacional: — “Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración—
respondió Jesús.”
La Biblia de las Américas: “Y El les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración.”
La cuestión es si “y ayuno” es original. Mi edición de la NVI dice en las notas: “Algunos manuscritos
agregan ‘y ayuno’”. Esto es un error garrafal, puesto que Alef y B tachan la frase, mientras todos los
demás manuscritos griegos de 9:29 conocidos al hombre contienen “y ayuno”. Entonces ningún escriba
“agregó” la frase, sino que solo Alef y B quitaron la frase. No sabemos por qué, pero se puede imaginar
que tuvieron algo en contra del ayuno. De todos modos pone en duda la calidad de los manuscritos Alef y
B.
Tomemos otro ejemplo, Juan 12:8.
Hay solo 4 manuscritos griegos que no tienen la variante larga. Esta es evidencia concreta. Sin embargo,
los expertos están divididos sobre cuál variante sería correcta. El problema es clasificado “C” (o sea la
evidencia es mitad-mitad) en SBC 3ª ed., con Alef, A y B a un lado (sus manuscritos favoritos), y una
variante corta al otro lado (su principio favorito). He aquí el dilema de lo objetivo versus lo subjetivo.
Ahora pasemos a un pasaje famoso en la crítica:
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Ahora pasemos al pasaje tal vez más famoso de todos en la crítica:
DISCUSIÓN:
Ambas terminaciones, la abrupta y la tradicional existían en el siglo II/III.
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Total de MSS por tradicional: muy cuantiosos / 33 / 4
Total por abrupta: cuantiosos / 17 / 4
Ambas terminaciones son antiguas, numerosas y se encontraron por todos lados.
Entonces, es un raro caso con la evidencia concreta mitad-mitad. Pasemos a otras consideraciones.
#1. ¿Es la abrupta teológicamente posible?
No, porque sin una resurrección, no tenemos un evangelio, y sin gozo en los apóstoles, no tenemos
ánimo.
#2. ¿Piensa usted que Marcos hubiera deseado terminarlo así?
Le digo que no, porque los apóstoles se quedaron en pánico, no habiendo visto a Jesús resucitado.
“Evangelio” quiere decir “buenas nuevas”.
#3. ¿Es posible que Marcos muriera antes de terminar su evangelio?
No es posible, basado en el poder y soberanía de Dios, a menos que otro con autoridad lo terminara
(como probablemente Josué agregando lo de la muerte de Moisés en Dt.).
#4. ¿Es posible que la última página se perdiera antes que nadie la leyera?
No es posible, basado en el poder y soberanía de Dios. Él prometió preservar su Palabra.
#5. ¿Hay razón para dejar fuera la tradicional de los Leccionarios?
Sí, por cuestión de evitar la lectura pública en cultos sobre veneno y serpientes.
#6. Si la abrupta es original, ¿cómo surgió la tradicional?
Para darle sentido. Alguien reconoció que un evangelio no puede terminar así.
#7. Si la tradicional es original, ¿cómo surgió la abrupta?
Dios no prometió preservar cada copia del N.T. Una explicación lógica es que la última página se perdió
de la copia singular en ruta a Egipto, donde hicieron copias de la copia.
El Códice Sinaítico (Alef) es un ejemplo de manuscritos antiguos que dejan espacio para Marcos 16:9-20.
En él, Marcos termina con 16:8, seguido por un espacio, seguido por Lc. 1:1. Recuerde también que
papiro es sumamente costoso. Sigue una fotografía de la página:
[Este espacio queda en blanco para que la foto salga intacta en la página siguiente.]
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Y si eso fuera poco, es lo mismo en el Códice Vaticano (“B”). ¿Sabe lo que significa eso? ¡Los copistas
que produjeron Alef y B tenían en sus manos una copia más antigua que incluía el trozo en cuestión! Es
una razón más de no llamar a Alef y B “los más antiguos”. Los copistas tuvieron reservaciones sobre el
trozo en cuestión, pero no estuvieron seguros que no debía ser incluido. Entonces dejaron espacio para la
posibilidad de volver más tarde para incluirlo.
Entonces la evidencia indica que 16:9-20 se eliminó de copias del original. ¿Cuál sería el motivo para
hacerlo? Porque lo de tomar veneno y jugar con serpientes es ofensivo y suena apócrifo. El problema es
no tomar el verbo “creen” en serio.
Marcos 16:17-18 (Reina-Valera 1960):
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
La clave es: “los que creen”. No es el tiempo presente (τοις πιστευουσι), sino el aoristo “los que
creyeron” (τοις πιστευσασι). No es cuestión de variantes, sino de traducción. El original es aoristo.
Los que conocimos a Cristo todavía conocemos a Cristo, puesto que es imposible desconocerle. En la
práctica, normalmente en un participio descriptivo no hay mucha diferencia entre el uso del tiempo
presente para creer y el uso del aoristo. Pero en esta instancia hay un mundo de diferencia. La promesa
de protección contra veneno etc. es dada no a todos los creyentes por todos los tiempos, sino que sólo a
los que habían creído durante un pequeño período de tiempo en el primer siglo. El concepto sería: “El
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grupo de los que habían creído hasta ahora tendrán ciertos poderes, y [tácito] solo hasta que pase la
transición a la nueva era (o dispensación) de la gracia.”
Por eso la frase no es ofensiva y no hubo razón legítima para tacharla.
Conclusión: Marcos 16:9-20 es auténtico.
Se puede seguir con muchos otros ejemplos. Tomemos 1 Co. 11:23-24, “Porque yo recibí del Señor lo
que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado
gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en
memoria de mí.”
La enorme mayoría de manuscritos tiene partido = quebrado. Alef, A y B quitan el adjetivo así: “que por
vosotros es” o “que es para vosotros”. La Biblia de las Américas los sigue in v.24 con: “y después de dar
gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí.”
La razón de quitar el término es un intento de corregir doctrina. De hecho, el cuerpo de Jesús no fue
quebrado. La solución es en no leer tan rápido el griego al copiarlo. La palabra partido/quebrado se
refiere al pan, no al cuerpo. Se capta más fácil si me permite una licencia: “Esto es mi cuerpo que es
tostado por vosotros.” ¿Ve? “Esto” (τουτο) es un pronombre que se refiere al pan (αρτον). Entonces
“partido” es original.
Otro ejemplo: Ro. 8:1, “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
Solo 7 mss griegos tienen la frase corta (terminando con Jesús), inclusive Alef y B. Seis otros tienen
“que no andan conforme a la carne”, inclusivo mss A. Todos los demás mss. griegos tienen la frase larga
arriba citada. Las reducciones en la frase fueron para “ayudar” fortalecer la intensión de Pablo. No
recibiremos condenación. Esto es la verdad. Pero hay castigos en esta vida por andar mal. Es como
decir, no hay condenación de ningún tipo jamás para el creyente, sin embargo hay castigos en la vida
presente. Hay un concepto gramatical paralelo con Pablo en Hch. 26:29, cuando dice que espera que el
rey Agripa sea cómo él, sin, claro, estas cadenas. “Ojalá Agripa, que sea exactamente como yo (aunque
no estoy hablando de cadenas).” “No hay condenación alguna para el creyente (aunque no estoy
hablando de la vida terrenal). El creyente es perdonado y llegará al cielo. Punto final.” La tentación de
quitar las frases originales no es justificada.
Se pregunta si el versículo entero de Jn. 5:4 debe estar en la Biblia o no, “Porque un ángel descendía de
tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del
movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.” Hay 10 manuscritos griegos
que lo deja fuera, inclusive Alef y B. El resto lo tienen, inclusive M (gran mayoría) y A.
El contexto nos ayuda. 5:7 dice, “Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque
cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.” No hay variantes sobre
agitarse el agua. Sucedió. No hay variantes sobre solo la primera persona siendo curada. Si curaciones
no fueran reales, la Biblia debe informarnos, como “la gente allá creía en una sanidad conectada al agua”.
¿Hay motivo de quitar 5:4? Sí, el orgullo, porque daría impresión (falsa) de que somos supersticiosos.
No hay otro pasaje que hable de esta práctica. Por eso, tal sanidad es la variante más difícil, y por eso
preferible. En la misericordia de Dios, y antes de escribirse el N.T., tal vez Dios proveería un proceso así.
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En Ef. 1:1, ¿quiénes son los destinatarios? “A los santos” está en meros 5 manuscritos griegos, inclusive
Alef y B. El resto tienen “a los santos en Éfeso”, inclusive M y A. Un motivo de eliminar “en Éfeso” es
para hacer el libro más universal, y proveer un libro para la epístola perdida a los laodicenses (Col. 4:16)
que no pudo haber sido inspirada. Dios preserva su Palabra. Uno de los mss. que quita “en Éfeso” (1739)
también quita “en Roma” en Ro. 1:1 (en su margen, 1739mg), también para hacerlo universal. Entonces
definitivamente, el libro de Efesios fue dirigido a los efesios.
Y aquí solo unos más entre miles para ilustrar la inconsistencia entre Alef, A y B, presentadas en forma
abreviada:
Hch. 5:32, “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas” = M. “Y nosotros somos testigos de estas
cosas” = Alef, A. “Y nosotros testigos de estas cosas” = B.
7:7, “me servirían” = M, Alef, B; “me servirán” = A.
7:10, “y sobre toda su casa” = M, B; “y sobre su casa” = Alef, A.
7:11, “no hallaban alimentos” = M, Alef, A; “no pudieron hallar alimentos” = B.
7:15, “pero Jacob” = M, B; “y Jacob” = Alef, A.
7:19, “maltrató a nuestros padres” = M, A; “maltrató a los padres” = Alef, B.
7:25, “sus hermanos comprendían” = M, A; “los hermanos comprendían” = Alef, B.
Hay unos 3,000 ejemplos de estas inconsistencias en solo los 4 evangelios. Naturalmente, pone en tela de
duda la calidad de Alef, A y B. M es consistente; Alef, A y B no lo son.
Antes de 500 d.C. no hay acuerdo, pero los Nuevos Testamentos en uso común desde 500 d.C. hasta 1850
eran de enorme mayoría traducciones de manuscritos de la familia bizantina. Este dato histórico indica
que esta versión a lo menos bastaba. Si fuera imperfecta, no importaría a Dios. Implicaría que sería
suficiente para toda doctrina sana, y entonces ¿para qué disputar tanto sobre las palabras exactas? O, al
otro lado, y ¿qué me hace más sentido? A mi modo de ver es más simple creer que el texto griego
mayoritario es el inspirado original.
Algunos “expertos” insisten que hubo un concilio en 500 d.C. que incorrectamente decidió a aceptar el
texto bizantino como la versión oficial. Pero no hay nota alguna en la historia de tal reunión.
Para ser práctico, hoy en día ¿cuál traducción de la Biblia es la mejor? Primero, toda Santa Biblia es
buena, no importa cuál. Pero algunas son mejores que otras. A base de todo este discurso, mi
recomendación es la versión Reina-Valera Revisada 1960. Se acerca más al texto griego mayoritario. Es
similar a la nueva versión en inglés del Rey Santiago (The New King James Version).
Un texto excepcional es 1 Juan 5:7-8, “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el
Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu,
el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.” La parte subrayada no es parte del original. En 1522 d.C.
Erasmo fue autorizado por la Iglesia Romana a actualizar la versión Vulgata tomando en cuenta los
manuscritos griegos disponibles. Ninguna copia griega contenía este trozo, y Erasmo dijo que no iba a
agregarlo. La iglesia le dijo que de no poner este trozo tan precioso en su versión, sería excomulgado.
Respondió que si se pudiera encontrar una sola copia en griego que contuviera estas palabras, acataría con
la orden. Pronto se le presentó una con la tinta prácticamente mojada y cumplió con su promesa.
(Posteriormente, se encontró una copia más, del siglo XIV, o sea , existe un total de 2 manuscritos
griegos, de los siglos XIV y XVI; ninguno más temprano.) Tristemente, hoy en día las sectas falsas
piensan que eso desmiente la doctrina de la Santa Trinidad. Pero la Biblia todavía enseña la doctrina,
defendida con detalles en mi artículo La Santa Trinidad en www.ObreroFiel.com.
Mencionamos en el principio que el Texto Mayoritario no es idéntico al Texto Recibido. De citar solo 2
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pasajes famosos donde Alef, A, B, y M están de acuerdo, en contra al T.R.: 1 Jn. 5:7-8 que acabamos de
tocar, y Hch. 8:37, “Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios.” Alef, A, B, y M están de acuerdo que no es original, en contra al T.R. El
número de diferencias con el T.R. es considerable, observando que hay más de una por página del N.T.
[Consulte Z. Hodges.] Pero las diferencias en estos 2 pasajes aquí son las más importantes.
CONCLUSIÓN: El texto griego mayoritario del N.T. es el texto original.
¡Gracias a Dios por la preservada y milagrosa Biblia que nos revela cómo es el Señor, cómo ser salvo y
cómo vivir!
LIBROS DE REFERENCIA, PARA MÁS ESTUDIO:
Kurt Aland, Matthew Black, et. al., red., The Greek New Testament, 3ª o 4ª ed., Sociedades Bíblicas
Unidas, 1975+. Contiene los nombres y fechas de los manuscritos.
John W. Burgon, The Last 12 Verses of Mark, Sovereign Grace Book Club, 1959. Presenta evidencias a
favor de que Mr. 16:9-20 es original.
E. C. Colwell, Studies in Methodology in Textual Criticism of the N.T., Leiden, Brill, 1969. Atribuye
mucho valor a Alef y B.
*Zane C. Hodges y Arthur L. Farstad, The Greek NT According to the Majority Text, Thomas Nelson, 2ª ed.,
1985. Es el N.T. griego según el Texto Mayoritario, con cantidades de variantes listadas.
Bruce M. Metzger, The Text of the N.T.: Its Transmission, Corruption & Restoration, 2ª ed., Oxford
University Press, 1968. Sigue en gran parte los principios de Westcott y Hort.
y: A Textual Commentary on the N.T., Sociedades Bíblicas Unidas, 1971. Da ejemplos de análisis de
variantes en un pasaje, con cierto peso dado a Alef y B, y lo subjetivo. Se observa que diferentes
expertos optan por diferentes variantes en un versículo determinado.
*Wilbur N. Pickering, The Identity of the N.T. Text, Nelson, 1977. Presenta evidencias a favor del Texto
Mayoritario.
Heinrich Zimmermann, Los Métodos Histórico-Críticos en el N.T., Biblioteca de Autores Cristianos,
Madrid, 1969. Atribuye mucho valor a Alef y B.
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