Menos terneros y menores importaciones significan una cada vez

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Menos terneros y menores importaciones significan una cada vez más
estrecha disponibilidad de alimentos
El último informe de hacienda para engorde indica que hasta el 1 de septiembre la ocupación
de los feedlots es un 99% igual a la del año pasado. Esto representa sólo la segunda vez en los
últimos 28 meses en que los niveles de ocupación de los feedlots caen respecto al año anterior
mes a mes. Anteriormente había ocurrido una situación similar el 1 de mayo, en donde ocurrió
una breve caída por debajo del 100% en los niveles respecto al año pasado. Esto lleva a dos
preguntas importantes: ¿Cómo han sido capaz los feedlots de mantener tan altos niveles de
ocupación?; y ¿podrán los feedlots mantener estos niveles de ocupación?
Hasta el 1 de septiembre el inventario de los feedlots alcanzó un total de 10.637.000 de
cabezas, un 1% por debajo al año anterior, pero un 4.5% por encima del mismo período del
2010. De hecho, a pesar de una ligera disminución respecto al año pasado, el inventario
correspondiente al 1 de septiembre es el mayor desde 2006. Este dato es destacable debido a
que el número total de terneros ha disminuido cada año desde 2006 (el último aumento en la
cantidad de terneros ocurrió en 1995). El número de terneros proyectado para el año 2012
sería del orden de los 34.5 millones de cabezas, viéndose disminuido un 6.8% respecto a 2006
y 2.3% respecto al año pasado.
Las crecientes importaciones de ganado desde México y Canadá compensaron parcialmente la
disminución en la producción de terneros de EE.UU. El aumento en las importaciones desde
2010 hasta la fecha equivale aproximadamente a un 40% de disminución sufrido en la
producción de terneros a lo largo de este período en los EE.UU. En lo que va del 2012, las
importaciones se ubicaron entorno a las 287.344 cabezas, un 35% de aumento. México podría
contribuir con 220.000 cabezas adicional hacia fines de año, siendo este país el principal
responsable en el aumento de las importaciones. Sin embargo las expectativas para los
próximos meses indican una desaceleración en las importaciones de ganado para engorde
provenientes de México. Gran parte del aumento en el número de bovinos mexicanos desde
2010 es el resultado de los impactos de la sequía. En 2011, el 34 por ciento del incremento
interanual de las importaciones de ganado mexicano era vaquillonas, lo que representa un
14.7 % de las importaciones totales de ganado.
Para el período de comprendido entre enero y julio del 2012, el número de vaquillonas
importadas superó las 268.000 cabezas, representando un 27% de las importaciones totales. El
incremento en las importaciones de vaquillonas representa un 67% y sugiere un período de
liquidación en México, el restante 33% de las importación de ganado durante el 2012 están
dadas por novillos de menos de 100 kilos. Cerca de 84.000 cabezas de estos novillos ultra –
livianos fueron importados en el 2012. A pesar de los cambios en los status sanitarios de
Chihuahua, la mayor fuente de importaciones de ganado mexicano, la imagen general es que
las importaciones mexicanas han ido en aumento debido a los impactos de la sequía en el
corto plazo.
Así, estarán los feedlots en condición de mantener el nivel de ocupación en los próximos
meses?. La respuesta es no. Los Feedlots no poseen espacio para el gran número de cabezas
de ganado liviano que deberá quedarse varios meses alimentándose, al igual que lo hicieron el
año pasado.
Mientras que las colocaciones de la hacienda liviana se verán incrementada por razones
estacionales en los próximos meses, la distribución de los kilajes en los feedlots sugiere que
los niveles de ocupación de corrales disminuirán anticipadamente y se mantendrán bajos por
varios meses. De forma adicional, las importaciones de ganado disminuirán, sino de forma
inmediata, seguramente en los próximos meses, contribuyen a limitar la ocupación en los
feedlots. Finalmente, en ausencia de sequía durante el 2013, el aumento en la retención de
vaquillonas combinado a una menor parición de terneros, reducir más aún el suministro de
alimentos. La escasez de ganado para engorde, enmascarados por los efectos de dos años de
sequía, por fin están poniéndose al día con nosotros.
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