VI. El interrogatorio domiciliario.

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VI. EL INTERROGATORIO DOMICILIARIO
A) CONCORDANCIAS
• Artículos 129, 137, 138, 147, 169, 174 y 290 LEC
B) TEXTO LEGAL
El artículo 311 de la LEC establece:
1. En el caso de que por enfermedad que lo impida o por otras circunstancias especiales de la persona que haya de contestar a las preguntas no
pudiera ésta comparecer en la sede del tribunal, a instancia de parte o
de oficio, la declaración se podrá prestar en el domicilio o residencia del
declarante ante el Juez o miembro del tribunal que corresponda, en presencia del Secretario Judicial.
2. Si las circunstancias no lo hicieran imposible o sumamente inconveniente, al interrogatorio domiciliario podrán concurrir las demás partes
y sus abogados. Pero si, a juicio del tribunal la concurrencia de éstos y
aquéllas no resultare procedente teniendo en cuenta las circunstancias
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de la persona y del lugar, se celebrará el interrogatorio a presencia del
tribunal y del Secretario Judicial, pudiendo presentar la parte proponente un pliego de preguntas para que, de ser consideradas pertinentes,
sean formuladas por el tribunal.
El artículo 312 de la LEC establece:
En los casos del artículo anterior, el Secretario Judicial extenderá acta
suficientemente circunstanciada de las preguntas y de las respuestas,
que podrá leer por sí misma la persona que haya declarado. Si no
supiere o no quisiere hacerlo, le será leída por el Secretario Judicial y
el tribunal preguntará al interrogado si tiene algo que agregar o variar,
extendiéndose a continuación lo que manifestare. Seguidamente, firmará el declarante y los demás asistentes, bajo la fe del Secretario
Judicial.
El artículo 313 de la LEC establece:
Cuando la parte que hubiese de responder a interrogatorio resida
fuera de la demarcación judicial del tribunal, y exista alguna de las
circunstancias a que se refiere el párrafo segundo del apartado cuarto del artículo 169, aquélla podrá ser examinada por vía de auxilio
judicial.
En tales casos, se acompañará al despacho una relación de preguntas
formuladas por la parte proponente del interrogatorio, si ésta así lo
hubiera solicitado por no poder concurrir al acto del interrogatorio.
Las preguntas deberán ser declaradas pertinentes por el tribunal que
conozca del asunto.
C) DOCTRINA JURÍDICA
• BONET NAVARRO, A., “La prueba de confesión en juicio”,
Barcelona, 1979, página 274 y ss.
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• DE LA OLIVA SANTOS, A. Derecho Procesal Civil, Ramón Areces,
Madrid, 2000, páginas 317 y 318.
• GARBERÍ I LLOBREGAT, J., TORRES FERNÁNDEZ DE SEVILLA, J.M., BUITRÓN RAMÍREZ, G., Nueva Ley de Enjuiciamiento
Civil, jurisprudencia aplicable, legislación complementaria y formularios;
páginas 511 a 522.
• SAMANES ARA, C., en AA.VV. Comentarios a la Ley de
Enjuiciamiento Civil, Volumen I, Aranzadi, Pamplona, 2001, página
1098 a 1106.
• FERNÁNDEZ URZAINQUI, F.J, en AA VV: Comentarios a la Ley de
Enjuiciamiento Civil, Atelier, Barcelona, 2001, páginas 1.291 a 1.300.
• GUASP DELGADO, J. Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil,
II, vol. I, 2ª parte, Madrid, 1947, páginas 512 y ss.
• PICO I JUNOY, J., Comentarios a la Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil,
t. II, Lex Nova, Valladolid, 2000, páginas 1837 y ss.
D) JURISPRUDENCIA
1. Audiencias Provinciales
• A.P. Teruel. Sentencia de 1 de abril de 1996.
“Primero. Suscita la parte apelada, en su escrito de impugnación
del recurso interpuesto por los apelantes contra la sentencia del
Juzgado, y con el aparente apoyo de su alegado desconocimiento
anterior de los padecimientos psíquicos del codemandante Sr. J.
G., la cuestión relativa a la incapacidad procesal (o incapacidad
para comparecer en juicio, distinta, obviamente, de la incapacidad
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para ser parte, como trasunto procesal que esta última es de la
falta de personalidad jurídica) de dicho litigante para el otorgamiento de poder a Procuradores; y, por ello, postula en esta alzada la nulidad del poder conferido al Procurador de los actores, al
haberse revelado en el curso del proceso aquella enfermedad psíquica que, según dice la referida parte apelada, era anterior al
planteamiento inicial, de la litis y como consecuencia de ello, solicita en el trámite actual la nulidad de la demanda; nulidad ésta,
que, si fuera decretada, implicaría la del conjunto de las actuaciones. Pero con este sorprendente planteamiento, de cuya eficacia es
presumible que dude el propio causante de la parte que lo formula, se ponen de manifiesto dos clamorosos olvidos: A) el primero
y fundamental, con el que se omite que ninguno de los litigantes
está revestido de la potestad para afirmar (hasta el punto de reforzar el aserto con expresiones tales como “claro” y “evidente”), con
eficacia jurídica, la incapacidad procesal de su contrario; y B) que
una cosa es que el Juzgador, usando de las facultades que le vienen
otorgadas en los artículos 591, 592 y 593 LEC, y previas las comprobaciones que estime idóneas para basar su decisión al respecto,
considere como justa causa para que un confesante deje de acudir
a absolver posiciones (como ha ocurrido en este supuesto,
mediante la resolución de 30-10-95, a pesar de la tenaz oposición
de la contraparte), ciertas dolencias, físicas o psíquicas por ese litigante; y otra, muy distinta, la estimación, de plano, y sin haberse
seguido para ello el procedimiento específicamente regulado para
ello (juicio de menor cuantía, en el que han de predominar consideraciones de salvaguardia para los intereses del presunto incapaz,
y cuya regulaci6n aparece destinada a una eventual contradicción),
de aquella incapacidad, con el efecto, nada menos, de seguirse una
nulidad de lo actuado en el Proceso. Por todo lo cual, ha de desestimarse la alegación que, innecesariamente, ha ocupado la atenci6n de este órgano ad quem, sin necesidad alguna (sino todo lo
contrario) de razonamientos acerca de la entidad, o alcance, de las
dolencias padecidas por el demandante exonerado de acudir a
absolver posiciones.”
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D) FORMULARIOS
25. Acta en la que consta el interrogatorio domiciliario de una
parte22
En [……], a [….] de […] de [….].
Constituido S.S.ª con mi asistencia el Secretario, en el domicilio de la
parte demandada, y hallándose presente D. (.....), provisto del
Documento Nacional de Identidad nº (.....), que exhibe y se le devuelve,
se procede a interrogar al declarante, a tenor de las preguntas que fueron
presentadas en oportuno pliego, el cual es declarado pertinente en su totalidad, con el siguiente resultado:
A la primera, que no es cierto.
A la segunda, que es cierto.
A la tercera, que es cierto.
Por el letrado de la parte demandada no se formula pregunta alguna.
Con todo lo cual y renunciando al derecho que le asiste de leer por sí
mismo lo declarado, yo el Secretario procedo a su lectura en alta voz y
S.S.ª pregunta al interrogado si tiene algo que agregar o variar, manifestación que no es así, y afirmándose y ratificándose en todo lo anterior, firman los presentes con S.S.ª, de lo que doy fe.
Firma del Juez
Los concurrentes
Ante mí,
22. Se utiliza este formulario en caso de que el Tribunal estime que no pueden concurrir las demás
partes y sus abogados. En este caso, la parte proponente de la prueba presentará un pliego de
preguntas. Si las demás partes y sus abogados pueden concurrir sin dificultad, la prueba se
practicará, según señalan los artículos 302 y ss. LEC, de forma verbal. Si el interrogatorio se
realiza por auxilio judicial se consignarán las preguntas y las respuestas de forma ordenada.
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