Proceso judicial laboral El método del ensayo y error…y error Lourdes Denis [email protected] El “nuevo proceso laboral abreviado” falló; no benefició a los trabajadores y dañó a las empresas. Ahora, tras varios fallos de inconstitucionalidad de la Suprema Corte y con los juicios paralizados, el Gobierno pretende apenas una mínima modificación de la ley. E l proceso laboral abreviado aprobado hace menos de un año no abrevió nada. Fue un ensayo gubernamental que terminó en error. Ya había empezado mal cuando se antepuso el afán ideológico a la consideración del derecho y las garantías, sin atender las opiniones de reconocidos especialistas. La principal crítica fue que vulneró la igualdad de las partes y el debido proceso, violando los derechos reconocidos por la Constitución. Como era previsible, intervino la Suprema Corte de Justicia. Más de 2.300 juicios se suspendieron en alguna etapa, quedan pendientes más de 1.400 y ya existen muchos fallos declarando la inconstitucionalidad del nuevo proceso. Si bien el proceso laboral abreviado tiene muchas más inconsistencias que las violaciones a la Constitución marcadas hasta ahora por la Suprema Corte, el MTSS dijo que únicamente están sujetos a revisión esos puntos, nada más. Ensayo y error...sin considerar que llueven las demandas, los empleadores son “a priori” los malos de la película y los juicios están suspendidos. La pretensión de “celeridad” requiere mejoras administrativas, criterios técnicos y normas concebidas para la integración social, no al contrario. ¿Qué dijo la SCJ? La SCJ declaró inconstitucionales varios Artículos de la ley en lo que tienen que ver con que: (i) no se puede exigir a las partes depositar el 50% de la condena de primer instancia para poder apelar una sentencia; (ii) se debe tratar en pie de igualdad a las partes y establecer mismas consecuencias en caso que una de ellas no comparezca a la audiencia preliminar y (iii) en los juicios de menor cuantía no se estableció un plazo para la contestación de la demanda, por lo que el demandado no cuenta con un plazo razonable para contestar la demanda y debe hacerlo en la audiencia única prevista por el juez a las 48 horas de haber recibido la demanda. Paradójicamente, la aprobación de la ley ha provocado una consecuencia opuesta a la buscada, ya que no implicó una agilización de los procesos laborales, sino todo lo contrario. La justicia laboral se encuentra suspendida en la mayoría de los casos, porque las partes se vieron obligadas a interponer excepciones de inconstitucionalidad para proteger sus derechos y evitar regirse por reglas claramente violatorias de la Constitución. Esto, reiteremos, había sido advertido cuando el proyecto estuvo en discusión, no obstante se optó por seguir adelante con una ley desequilibrada e injusta. La modificación de la ley no es “negociable” El MTSS trabaja en un proyecto de modificación que se limita a los Artículos declarados inconstitucionales por la SCJ. Y, además de renunciar nue- vamente a la oportunidad de cambiar otros aspectos, según declaraciones del propio Ministro de Trabajo, ese proyecto mínimo será puesto a disposición del PIT-CNT y las Cámaras Empresariales para su estudio y consideración. Se trata de otro ensayo erróneo: es razonable que estos actores sociales sean protagonistas de las negociaciones en los Consejos de Salarios, allí discuten sus propios intereses, sustancialmente económicos. Pero no es sensato, pertinente o siquiera conveniente, que “transen” o discutan acerca de los derechos constitucionales que debe respetar un proceso judicial. ¿Quién legisla? Legislar es para legisladores asesorados por entendidos en derecho. El debate de los derechos constitucionales que deben regir un proceso judicial supone una búsqueda del bien común. En esa exploración participan representantes electos de mayorías y minorías, se escucha a los académicos calificados, a los actores sociales directa e indirectamente implicados y al Poder Ejecutivo. Es la procura democrática, que no obedece a intereses económicos “de clase”. La propuesta del MTSS resulta, además, inoportuna. El PIT-CNT y las Cámaras Empresariales están ahora mismo acremente enfrascados en los Consejos de Salarios y es ilógico suponer que su análisis del proyecto modificatorio de la ley será el que la Justicia requiere. W W W . F E R R E R E . C O M