244 Ciro Nolberto Güechá Medina mismo debería rechazarse la demanda con fundamento en lo prevenido en el numeral 6º. Del artículo 40 de la Constitución. Para la Sala no es de recibo el anterior planteamiento, toda vez que el texto constitucional citado regula una materia específica, totalmente distinta, como lo es “la conformación, ejercicio y control del poder político”, para cuyo efecto se le concede al ciudadano (único legitimado para ejercer los derechos políticos) una serie de prerrogativas para mejor ejercer tal actividad. Con este fin el texto citado, advierte en forma meridiana que solo para hacer efectivo este derecho puede” (el ciudadano), entre otras prerrogativas, “6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley”. De los apartes transcritos se deduce, de suyo y necesariamente, que el derecho conferido a los ciudadanos, con exclusión de las demás personas, para el ejercicio de las citadas acciones públicas, sólo se predica respecto de aquellos relativos a la “conformación, ejercicio y control del poder político”, que demás está decirlo, nada tiene que ver con la acción que se plantea en el presente proceso, que se adelanta en desarrollo del artículo 84 del Código Contencioso Administrativo, texto que expresamente legitima a “toda persona” (natural o jurídica, mayor o menor, capaz o incapaz, nacional o extranjera) para que ejerza, directamente o a través de su representante, la acción pública de nulidad contra los actos administrativos, según lo estime pertinente. En este evento, tanto la Constitución (Art. 237) como la ley, Código Contencioso Administrativo (art. 84, 128 y SS.), habilitan a “toda persona” para incoar las referidas acciones y por lo tanto no es de recibo la solicitud de la Procuraduría”325. La titularidad para ejercer la acción de nulidad se radica entonces, en toda persona sin hacer distinción alguna o exigir requisito adicional para hacerlo; lo único que habrá de tenerse en cuenta es la capacidad para comparecer al proceso, si se hace por sí mismo o a través de representante. Consideramos que las argumentaciones que en alguna época hizo el Consejo de Estado, donde limitaba el ejercicio de la acción de nulidad a quienes 325 Sentencia del Consejo de Estado, Sección cuarta, febrero 19 de 1999, expediente 9229, M.P. Manrique Guzmán Daniel.