Desarrollo infantil y lenguaje, observación y registro Bienvenidos a este primer Módulo del componente virtual del Diplomado de Fiesta de la lectura 2013. Como ustedes ya lo saben, a lo largo de este trabajo conjunto abordaremos algunos de los aspectos sobre los que ustedes ya tuvieron un acercamiento en el I Laboratorio Municipal, y también otros que completan esta propuesta de apoyo al trabajo de acompañamiento a los niños1 en sus diferentes procesos de desarrollo. Los temas de este Módulo, que desarrollaremos a lo largo de tres semanas, son: 1. Desarrollo infantil y lenguaje es el tema que les proponemos para iniciar esta conversación. Nuestros niños avanzan en diferentes procesos de desarrollo al mismo tiempo. Su cuerpo crece y cada vez ganan mayor control sobre él. También aumenta su conocimiento del mundo tanto por la experiencia directa como a través de las personas que los rodean. Y la construcción de su lengua es una de las conquistas que más los animan. Ellos quieren decir, quieren jugar, quieren conocer, quieren crear, y para todo eso necesitan comunicarse. Por esto es por lo que el desarrollo del lenguaje del niño es para nosotros un tema central, que no solo debemos seguir con atención, sino comprender que constantemente nos presenta el reto de acomodar nuestra manera de acompañarlos para que su logro sea más completo y exitoso. 1 En estos contenidos se hará uso de las palabras NIÑOS y PADRES no en relación con el género sino para referirnos al plural de niño y niña y de madre y padre. 1 Módulo 1 2. La Observación de los niños en sus relaciones de comunicación, es el tema para la segunda semana. Está directamente relacionado con la preocupación por responder a esa exigencia que se nos presenta como agentes educativos comprometidos con potenciar los procesos de desarrollo de los niños. El tema de la observación no se limitará a la mirada y escucha atenta de los más pequeños a nuestro cargo, sino que se extenderá a nosotros mismos. Plantearemos la importancia de la práctica de la Auto observación. Un esfuerzo por comprender mejor cuáles de nuestras acciones son las más adecuadas y hacen posible que brindamos un mejor apoyo y una mejor respuesta a las necesidades e intereses de los niños. 3. Por último, en la tercera semana, trataremos sobre la importancia de Registrar lo que hemos observado. La escritura, o cualquier otro medio que utilicemos para organizar lo que hemos encontrado al mirar y escuchar a los niños y al detenernos en nuestro hacer, no solo nos permite conservar lo encontrado, sino compartir y pensar junto a otros esta labor diaria como agentes educativos. Por lo tanto, este será un Módulo en donde deberemos tener siempre a mano el Cuaderno de Memoria, del que hablábamos en la Introducción, él será una herramienta indispensable para ir anotando comentarios, pensamientos y preguntas. Esperamos entonces, que al terminar nuestro primer Módulo hayamos logrado: - dar una mirada a los primeros momentos que viven los niños en su aventura por la conquista del lenguaje, - comprender la importancia de la Observación y la Auto observación para nuestro papel como acompañantes de ése y otros procesos de los niños bajo nuestro cuidado, - y por último, iniciar la práctica de Registrar no solo para no olvidar, sino para alimentar nuestras reflexiones, nuestra conciencia lo aprendido y nuestras posibilidades de intercambios. Con todo lo anterior así planteado, es hora de iniciar nuestra charla. 2 Módulo 1 SEMANA 1 - No todos somos iguales, aunque sí muy parecidos No todos somos iguales, aunque sí muy parecidos Los niños son todos diferentes, eso lo sabemos muy bien los adultos cuidadores. Sin embargo, la mayoría de los niños en todo el mundo pasan por etapas similares de desarrollo y las viven más o menos a las mismas edades. “Lo que hace que los bebés de todo el mundo alcancen ciertos desarrollos a edades parecidas, tiene que ver más con la herencia biológica propia de la especie humana. Lo que conduce a que muestren diferencias en este mundo diverso, está más relacionado con la herencia cultural. Hoy en día se reconoce que separar la una de la otra es imposible, es como una danza en la que ambas se entretejen”. Gloria Amparo Acero Efectivamente, un baile, como en los que hemos participado y en los que nos encontramos parejas que se entienden perfectamente y bailan delicioso, y parejas que definitivamente no encuentran cómo acomodarse al otro, por eso se pisan, se chocan, o terminan bailando otro ritmo que no es el que suena en la fiesta. Así pues, en esta danza del desarrollo los adultos jugamos un papel primordial, no solo porque los acompañamos y ayudamos a desplegar todas sus potencialidades, sino porque los retamos y les proponemos cada vez nuevas metas a alcanzar. Algunas veces de manera cuidadosa y respondiendo a los movimientos y tiempos propios que va marcando cada niño. Otras veces de forma atropellada por el afán de igualarlos a todos, o por el temor a que se “retrasen” con respecto a sus pares. También sucede que la danza se detiene porque nuestra participación no se da a tiempo, porque no sabemos acomodarnos a esa nueva pareja que ha entrado al baile y nos quedamos o los dejamos solos en la pista. Se nos plantea entonces, la necesidad de que observemos a cada niño en particular y a las relaciones que se crean en los diferentes grupos, para acomodar nuestra intervención de la mejor manera. 3 Módulo 1 Intervención que debe atender a todos los componentes del desarrollo de los niños como seres humanos pertenecientes a una cultura y a un grupo social, y que no se limite a los aspectos que siempre se han definido como los más importantes para la supervivencia, que son la alimentación y la salud. Porque muchas veces son casi los únicos que reciben algunos bebés y niños muy pequeños por parte de sus adultos cuidadores, para quienes lo demás puede o debe esperar a que los niños sean más grandes. Pero la creencia de que lo demás puede esperar, como el juego, las palabras, las caricias, etc., no es cierta. Ya lo demostraba el doctor René Spitz en 1946, luego de su investigación sobre la importancia fundamental que tiene el afecto y el lenguaje para la vida de los niños más pequeños. Él comprobó que aunque es posible que los niños sobrevivan físicamente sin el lenguaje y las relaciones que comunican el afecto y la seguridad, es imposible que consigan sobrevivir como seres sanos emocional e intelectualmente. Es decir que no solo debemos preocuparnos porque no se enfermen, coman bien, y puedan ir controlando la fuerza y los movimientos de su cuerpo; sino que es primordial que construyamos con los niños y desde el momento mismo de su nacimiento una relación comunicativa que les transmita la certeza de ser bienvenidos a nuestra vida. Relación de comunicación que por supuesto va cambiando a medida que los niños conocen más del lenguaje oral y de todas las otras posibilidades para expresarse y decir, como el lenguaje corporal, el lenguaje escrito, y los lenguajes artísticos, etc. Pero por supuesto, ésta no es solo una responsabilidad del agente educativo, porque acompañar, responder y estimular el desarrollo integral de los niños es el papel central de la familia. De allí que conocer a los padres y otros adultos del grupo social más cercano a cada uno de los niños que acompañamos, se vuelve una tarea fundamental para todos los que trabajamos por lograr que los niños puedan desarrollarse de la manera más integral y más feliz posible. 4 Módulo 1 ¿Cómo ser la mejor pareja del baile? Se me ha perdido una niña cataplín, cataplín, cataplero; se me ha perdido una niña en el fondo del jardín. Yo se la he encontrado cataplín, cataplín, cataplero; yo se la he encontrado en el fondo del jardín. Tradición (tomado de Cúcuru mácara, Ed. Norma, 1990) Seguramente conocemos la respuesta a esa pregunta: para entenderse con el otro mientras se baila es necesario prestar atención a sus movimientos y a su forma de desplazarse por el espacio, también es fundamental que sigamos el ritmo de la música que suena para los dos. Pues bien, lo mismo debemos hacer para lograr la mejor relación comunicativa con nuestros niños para ayudarlos en esa construcción que están haciendo de su lenguaje. Para esto es primordial estar atentos a las relaciones que los niños van construyendo con la lengua, con los otros, con el conocimiento, con el arte y con el juego, con la lectura y los libros y todo, de acuerdo al momento en el que se encuentran en ese proceso de hacerse miembros activos de su grupo social y cultural. Y aquí, entonces, es que entra la necesidad de observar también a las familias y las relaciones que se establecen entre padres e hijos, pues ellas nos darán claves para comprender cómo es que se van entrelazando las características biológicas que mencionamos, con las características culturales que heredan cada uno de los niños. De igual manera, esa observación de cómo se entienden, cómo se hablan, qué rituales han establecido, nos permite definir formas de acompañamiento llenas de sentido y significado tanto para los niños como para sus padres en ese proceso de crianza en el que a menudo se presentan tantas dudas y angustias. Esto de seguir la dinámica de las familias que es tan importante, lo es mucho más cuando atendemos niños de hogares que enfrentan situaciones difíciles, que determinan que los padres no puedan brindarles una atención más adecuada a sus hijos. 5 Módulo 1 O cuando recibimos en el espacio de atención niños con capacidades diferentes (muchas de las cuales son detectadas tempranamente gracias a la intervención de Agentes cuidadosos). También es fundamental esa observación en los casos de niños pertenecientes a culturas diferentes a la de la mayoría de los niños en la unidad de atención. Y, en general, porque no es posible esperar que todos se desarrollen siguiendo un patrón de regularidad, pues todos los seres humanos somos diferentes. Muy bien, seguramente esto que hemos venido compartiendo es una práctica que ustedes llevan a cabo permanentemente, y eso es lo que les permite pensar los juegos, las conversaciones, los cantos, las lecturas y muchas más acciones que les proponen a sus niños. Unamos pues esa experiencia a esto que hemos tratado hasta este punto y, antes de dar por terminada esta primera conversación, reciban nuestra invitación a realizar la siguiente actividad ACTIVIDAD 1 (Portafolio) OBSERVO DOS PAREJAS DE NIÑOS 1. Defina dos días de esta semana para observar, cada vez, a una pareja de niños de edades muy parecidas. Es decir un día observe una pareja de niños cercanos a un año y medio de edad, y otro día a otra pareja de niños un poco mayores, como de tres años (por ejemplo). 2. Converse con ellos mientras juegan, leen o realizan alguna otra actividad, puede ser incluso mientras están tomando sus alimentos. 3. Observe sus comportamientos durante un tiempo determinado (10 minutos más o menos). 4. Mire muy bien lo que hace el uno y lo que hace el otro en la misma situación. Escuche los sonidos con los que tratan de comunicarse y 6 Módulo 1 acompañarse si son bebés, o las palabras que pronuncian y las frases que construyen si son niños más grandes. 5. Luego, tome un momento a solas para escribir en su Cuaderno algunas frases que le permitan recordar lo más importante para usted de lo que pasó, y de cómo se comunicaron esos niños de esta pareja. 6. Haga lo mismo otro día con la segunda pareja de niños que ha seleccionado. 7. Ya solo, sin los niños, y con las anotaciones en su Cuaderno, organice esa información de modo que pueda contarla brevemente a sus compañeros de aula. Algo así como: Conversé con Pablo y Daniela (dos años y algunos meses de edad) mientras trabajábamos con plastilina. Pablo quería que le ayudara a hacer un perro, entonces aproveché para preguntarle a los dos cómo era un perro, qué debíamos hacer para que la figura quedara parecida a uno. Daniela insistía en que tuviera cola, mientras que Pablo hacía como que gruñía y hacía el sonido del ladrido del perro. Cuando su papá vino a recogerlo, le pregunté si a Pablo le gustaban los perros, y el señor me comentó que ahora les tenía un poco de miedo porque había visto una pelea de dos perros cerca a su casa. Al escuchar esto pensé que debo proponerle a Pablo cantar la canción del Perrito Chino y leer el libro de las mascotas, eso podría ayudarlo a ver los perros con menos temor. 8. Cuando entre a la plataforma la próxima vez, lleve su texto a su Portafolio para compartirlo con los otros. Aproveche y lea dos textos sobre el mismo tema que hayan escrito otros de sus compañeros y déjeles un comentario. 7 Módulo 1 SEMANA 2 - Para vernos mejor… o el arte de escuchar y observar Nos encontramos nuevamente y, luego de un fin de semana en el que esperamos hayan descansado. Comenzamos ahora una nueva conversación en la que trataremos con mayor detenimiento el tema de la Observación. Un tema que en nuestra práctica va unido constantemente al acompañamiento que hacemos de los procesos de desarrollo de los niños. Para vernos mejor… o el arte de escuchar y observar Anthony Browne es el autor de varios de los libros que integran la Colección Leer es mi cuento, y es también quien escribió e ilustró un álbum muy especial, al que queremos referirnos porque nos permite comenzar a pensar en la importancia de observarnos, escucharnos y registrar, así como también de observar y escuchar a los niños que acompañamos en los espacios de atención. Ese libro se titula Voces en el parque. La primera imagen nos muestra la carátula, las siguientes corresponden a ilustraciones interiores. En este libro álbum, el autor nos presenta cuatro voces que cuentan el mismo paseo una tarde por el parque. Son cuatro puntos de vista muy diferentes sobre las mismas cosas y acontecimientos que ocurrieron. 8 Módulo 1 Es lógico que el lector se pregunte: ¿Están hablando de la misma tarde? ¿Por qué son tan diferentes las historias sobre lo que pasó? ¿Quién tiene la razón? Pues sí, se trata de la misma tarde y todos tienen su razón. Cada voz nos permite entender a través de lo que narra, su forma de pensar y de sentir, de comprender y de reaccionar frente a los mismos hechos. ¡Y qué distintas son esas voces! Exactamente lo mismo pasa en cualquier otra circunstancia de la vida. Siempre habrá diferentes formas de comprender los hechos y las acciones tanto propias como la de los otros. Así pues, tener esto presente es muy importante para nuestra labor junto a los niños. Seguramente lo que nosotros percibimos en relación con la manera en que los niños están desarrollando sus procesos y en cómo están planteando sus relaciones, será parecida en algunos puntos y diferente en otros a cómo lo entienden y lo ven sus padres. Nuestra voz entonces, será similar o bien distinta de la de ellos. Y esto, en lugar de ser siempre un problema, podrá ayudar a que se produzcan cambios en esos padres o en nosotros, en beneficio del niño. Por otra parte, al darnos cuenta de las semejanzas y diferencias que se presentan en el grupo de niños que atendemos, se hace posible pensar cómo es que podemos y debemos acomodar nuestra intervención con cada uno y con el grupo, para estimular de mejor manera el logro de cada una de esas conquistas que ellos se han propuesto (conquistas tan sencillas como aprender a saltar, o tan exigentes como poder contar bien algo que les ha pasado). Y ya que hemos venido hablando de la práctica de observar el desarrollo de los niños y su lenguaje, es momento de preguntarnos ¿cómo llevar a cabo esta acción de manera más sistemática para que nos permita buenos resultados? Para responder esta pregunta recurramos a los que otros agentes educativos pueden compartirnos de su experiencia 9 Módulo 1 Algunos consejos útiles al momento de observar a los niños: - Al pensar nuestra observación recordemos las preguntas que queremos respondernos a nosotros mismos, o las preguntas que tal vez nos han hecho otros adultos acompañantes (padres, por ejemplo) en relación con diferentes aspectos de los procesos que viven los niños, muy especialmente el que tiene que ver con la construcción de su lenguaje, y tengámoslas presentes desde el momento de inicio de la acción de conversar, cantar, relatar o leer con los niños. - Tratemos de identificar cómo se van desarrollando las intervenciones de los niños, aún de los bebés. Cuáles son sus comentarios, lo que preguntan, lo que ellos se responden y lo que les contestamos nosotros en momentos importantes de nuestra interrelación. - Anotemos su forma de aceptar la invitación a conversar, a escuchar un relato o a leer juntos; cuáles son las preferencias que manifiestan, las negociaciones si las hay, quiénes son los que tienen mayor dominio en el grupo, cómo influyen en los otros en el momento de compartir las narraciones y los libros. - Luego detengámonos para seguir cómo progresa la conversación, la lectura y la interacción tanto con el libro o la narración, como entre los que estamos compartiendo esos textos (orales y escritos). - Es importante intentar definir por qué pasa algo de una manera y no de otra, cómo funciona el plan que nos habíamos trazado para esa actividad y cuáles son los elementos que contribuyen a la relación de los niños con la palabra hablada y con la lectura, y cuáles no. - Observemos lo que más nos inquiete, ya sea porque no sabemos bien qué está sucediendo o porque no sabemos cuáles son los factores que influyen para que una situación se presente. Así pues, el resultado de este proceso de mirar y escuchar muy bien nos permitirá - Tomar conciencia de la manera como nos relacionamos con los niños, y la forma como ellos se relacionan con sus pares, con otros adultos y con los objetos que los rodean. 10 Módulo 1 - Reconocer nuestra forma de pensar sobre lo que son los niños, y sobre el papel que tienen los adultos y los contextos de socialización (la familia, el barrio, los espacios de atención) en esta etapa de su vida. - Identificar tanto los patrones de desarrollo, como las estrategias de aprendizaje apropiadas para cada edad. - Y formular, a partir de esta identificación, proyectos de intervención en nuestros espacios educativos que nos posibiliten responder a las necesidades evolutivas y culturales de los niños y a las expectativas de sus familias. ¿Cómo observar? No me mires, que miran que nos miramos, y si miran que nos miramos, dirán que nos amamos. Tradición (tomado de Cúcuru mácara, Ed. Norma, 1990) La primera respuesta a esta pregunta no puede ser otra que AMOROSAMENTE. ¿Qué queremos decir con esto? Pues bien, que es necesario observar sin estar juzgando, o diciéndonos esto es bueno o malo, o que esto no debería estar pasando, etc. Sino, más bien, mirar y escuchar abierta y comprensivamente. Mirar tratando de atrapar la serie de hechos, de palabras que identificamos, y preguntando por qué pasa esto, y qué importancia tiene aquello otro. Pensándonos observadores y escuchas de los niños, pero también pensando en los niños como observadores y escuchas de todo lo que pasa a su alrededor. Y esto último es bien importante, porque los adultos tenemos la tendencia a olvidar que los niños nos están mirando todo el tiempo y que todo el tiempo somos sus modelos, tanto cuando asumimos un papel (como el de lectores, por ejemplo) como cuando actuamos y hablamos desprevenidamente. Los ojos y los oídos de los niños casi nunca se cierran. Otro aspecto que tiene que ver con esta respuesta de amorosamente, es el que tiene que ver con que observar detenidamente mientras se está rodeado de niños y tratando de acompañarlos a todos de la mejor manera no es algo sencillo que se consiga de un día para otro. 1 Módulo 1 Por esto no debemos sentirnos frustrados cuando no logremos mucho en los primeros intentos. Es decir, ser amorosos con nosotros mismos y darnos tiempo con la certeza de que cada vez nos haremos mejores observadores de ese movimiento en el que estamos participando activamente. Luego de haber hablado de la importancia de observar y cómo hacerlo, es el momento de pensar y discutir un nuevo aspecto relacionado con este mismo tema, se trata de la Auto observación. Es decir, de volver nuestra mirada sobre nosotros mismos para conocer más sobre las formas que tenemos de relacionarnos y comunicarnos con los niños y otras personas con las que compartimos en nuestro espacio de atención. ¿Por qué observarnos a nosotros mismos? Porque si mirar cómo transcurren las dinámicas alrededor de las narraciones y los libros, de las conversaciones y los juegos, es importantísimo para advertir los comportamientos y las voces de los niños, y para que las nuevas actividades que propongamos alrededor del lenguaje y la comunicación sean cada vez más significativas y más felices para todos; también lo es, y tal vez de manera más definitiva, el observarse y escucharse uno mismo a lo largo de los encuentros y las actividades con los pequeños que tenemos a nuestro cargo. Esa mirada y esa escucha de uno mismo son tan sustanciales porque somos nosotros los que estamos promoviendo las relaciones entre pares (entre los niños) y brindando las experiencias de narrar, de charlar, de leer, de cantar juntos, etc. Somos los mediadores por ejemplo, los que proponemos si narramos, conversamos, cantamos o leemos en voz alta, si recogemos las preguntas y volvemos a la narración o al libro, si decidimos leer de “un tirón” todo el libro y luego conversamos, o si vamos a ir deteniéndonos para resolver asuntos que no están claros, escuchar comentarios, etc. Somos nosotros los adultos acompañantes los que aceptamos volver a leer el mismo libro hasta cien veces si es eso lo que los niños solicitan, y los que invitamos a jugar con las palabras y los sonidos… 12 Módulo 1 Esta niña, esta niña se parece a su mamá, por arriba, por abajo, por delante y por detrás. Que se esconda, que se esconda, esta niña de mamá, porque pronto, porque pronto, las dos se encontrarán. Poemas y canciones de tradición Así entonces, lo que hacemos o dejamos de hacer marca nuestra manera de relacionarnos, y determina también, no solo el modelo de adulto que les estamos proponiendo a los niños, sino las posibilidades de uso y la importancia de la lengua oral y escrita y de los otros lenguajes de expresión artística. Por esto es por lo que auto observarse es tan definitivo para nuestra práctica. Ahora bien, es muy posible que casi todos convengamos en la necesidad de mirarnos a nosotros mismos para enriquecer nuestra capacidad de relacionarnos con los niños y también con los otros adultos, sin embargo no todos nos damos cuenta de lo difícil que esta práctica puede llegar a ser. Y es que en realidad no estamos acostumbrados a observarnos ni a escucharnos, a detenernos para pensar en nosotros y en lo que hacemos. Además, en la necesidad de estar al tanto de todo lo que sucede en el espacio que compartimos con los niños, esa parece ser una práctica casi imposible. Sin embargo no lo es. Basta con proponérnoslo y comenzar a hacerlo por cortos periodos de tiempo. También pueden servirnos otras sugerencias que diferentes agentes educativos que han avanzado en este ejercicio de auto observarse nos comparten. Como las siguientes: - Mientras conversamos, damos instrucciones, narramos o leemos un libro, detengámonos por unos momentos para escucharnos y oír las respuestas que damos a las preguntas de los niños. 13 Módulo 1 - Preguntémonos si estamos prestando real atención a lo que dicen los niños o si simplemente queremos llevar la lectura, la narración o la actividad, por el camino que hemos definido desde la planeación. - Comprobemos si logramos cambiar con cierta flexibilidad algunas ideas que tenemos pensadas para dar espacio a las nuevas propuestas de los niños. - Identifiquemos cuáles de las acciones que realizamos unidas a la lectura, a la narración y el canto son las que mejor respuesta van obteniendo. - Prestemos atención a cómo proponemos y respondemos a las iniciativas de comunicación que nos plantean los bebés, cómo interpretamos sus señales y les damos a entender que los miramos y los escuchamos. - Estemos atentos para comprender mucho mejor cómo es que establecemos nuestros intercambios con los niños que ya no son bebés, pero que aún no hacen uso de las palabras para comunicarse. - Detengámonos a pensar en los diálogos que cruzamos con los niños que ya comienzan a hacer un uso de un lenguaje más formal y estructurado: ¿qué les entendemos?, ¿cómo los ayudamos para que cada vez su lenguaje sea más claro para todos? Tal vez, lo que mejor podría resumir este ejercicio de volver la mirada sobre nosotros mismos es: Hagamos de cuenta que estamos en frente de un espejo, o que nosotros somos alguien extraño al grupo reunido para narrar o leer, y que entonces nos observa. No es fácil como ya lo dijimos, pero si es posible e importante, y la mayoría de las veces estupendo. Por lo general después de un ejercicio como este, nos sorprendemos de haber contestado de una forma y no de otra a una pregunta de los niños. Descubrimos reacciones de los pequeños que seguramente habíamos venido pasando por alto. Y 14 Módulo 1 nos acercamos a la comprensión de por qué algunas de nuestras propuestas funcionan mejor en determinados momentos, mientras que en otros no alcanzan a cumplir con lo que esperamos. Claro está que en ocasiones experimentamos un cierto desconcierto, o una sensación de no haber conseguido lo que perseguíamos, de no haber podido responder a las exigencias del momento. Lo importante es no juzgarse, porque tanto en relación con las experiencias exitosas, como con las que no lo sean, la propuesta de observar y observarnos no debe terminar con una calificación, con un juicio de malo o bueno. No es esto lo que se busca. Lo que se quiere es que cada vez podamos analizar con mayores herramientas todas las acciones que llevamos adelante con los niños. Por último, es importante señalar que en realidad, los más beneficiados con esta práctica somos los adultos mediadores, porque si dejamos de lado el temor a reconocer nuestras fortalezas y nuestros puntos débiles lograremos acercarnos y analizar con mayor información cómo llevamos a cabo nuestra tarea, de tal manera que podamos hacer cada vez mejor el acompañamiento a los niños en ese proceso de crecer, de desarrollar sus capacidades e integrarse como miembros activos de nuestra comunidad. Después de todo lo que hemos dicho y antes de terminar esta segunda conversación, quedaría entonces la invitación a observarnos con clara intención de comprender y aprender de nuestra propia práctica y de las relaciones comunicativas que establecemos con los niños. Así, entonces, pongamos mano a la obra y llevemos a cabo la siguiente actividad. ACTIVIDAD 2 (Portafolio) CARTA PARA MI MISMO 1. Lo primero que debe definir es el momento en que va a observarse mientras lleva adelante una de sus propuestas con los niños, idealmente una de las acciones alrededor del lenguaje, de la lectura o la narración. 2. Concéntrese en la actividad, pero deténgase por cortos momentos para mirarse (como si tuviera un espejo) y para escucharse. 3. Inmediatamente termine la actividad tome su Cuaderno de Memoria y anote algunas palabras claves que le permitan luego recordar esos detalles que le parecieron importantes. 15 Módulo 1 4. Cuando esté solo regrese a sus notas y escriba una carta para usted mismo en la que se cuente algunas de las cosas que vio y escuchó y que le gustaron mucho. 5. Pase la carta a su portafolio. Luego lea algunas de las cartas que hayan escrito sus compañeros. 6. Espere a que su tutor le indique cuál carta de alguno de sus compañeros van a comentar todos. SEMANA 3 - Escribir para no perder lo encontrado Hola, ¿cómo están? Llegamos al final de este primer Módulo y recordemos que la propuesta para la charla de esta semana está dada alrededor de la importancia de Registrar. Hablemos un poco sobre esta práctica y de las posibilidades que nos brinda. Escribir para no perder lo encontrado Hallazgo Me encontré este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en unas espigas… O tal vez ha sido cruzando la viña: buscando los pámpanos * topé su mejilla… Y por eso temo, al quedar dormida, se evapore como la helada en las viñas… * Pámpano: racimo de uvas Gabriela Mistral Tomado de: Si ves un monte de espumas y otros poemas, Ed. Anaya, 2006) 16 Módulo 1 - ¡Qué bella imagen de niño encontrado y el temor a perderlo que nos regala el poema de Gabriela Mistral! Es como una respuesta a la pregunta de por qué observar. - Sí, estoy de acuerdo, y pienso que también nos dice cómo debe ser esa mirada: profunda, buscando el encuentro con cada niño - Además, pienso que nos habla de lo importante que es la palabra que se dice o se escribe sobre esos momentos preciosos de encuentro… “para que no se evaporen como el rocío al sol”. Tomado de las voces de tres mujeres ¿Por qué Registrar? Para comenzar a dar respuesta a esta pregunta, viene en nuestra ayuda el libro de Anthony Browne del que hablamos la semana anterior. Si los personajes de Voces en el parque tuvieran la oportunidad de leer su voz y la de los otros, podrían ver con ojos diferentes los acontecimientos que vivieron y comprenderían un poco más a aquellos con quienes compartieron esa tarde en el parque. Desafortunadamente ellos no pueden hacerlo, pero nosotros sí, gracias a que Anthony Browne se dio a la tarea de escribir e ilustrar las voces de quienes fueron esa tarde de paseo y lo que aconteció. Gracias a esas imágenes, palabras y hasta pensamientos de los protagonistas, nosotros los lectores podemos conocer lo que les sucedió y cómo lo vivió cada uno de los cuatro personajes. Por eso es que es tan importante el registro. Sin él nuestro recuerdo de lo que ocurrió, de lo que identificamos, se olvida. Ese niño encontrado, del que nos habla Gabriela Mistral, vuelve a perdérsenos. Por eso es tan importante aprovechar la enorme riqueza de nuestro lenguaje y de los elementos que nos brindan la escritura, el relato, la ilustración y hasta el bordado, para fijar en la memoria y para compartir con otros lo hallado, de tal forma que esos otros puedan devolvernos su mirada acerca de nuestros encuentros, certeza y preguntas. El Registro es la mejor herramienta para ayudar a la memoria individual y colectiva y para contribuir a los procesos de reflexión común. En nuestro caso, además, tiene el enorme valor de contribuir al propósito de hacer mejor esta labor que llevamos a cabo junto a los niños. 17 Módulo 1 Los registros son textos, pero no necesariamente textos escritos, pueden ser textos orales, ilustrados, bordados, danzados, etc. Hablemos entonces un poco sobre cómo construir este tipo de texto. Para construir un Registro Tanto si es oral o si es escrito, el relato de lo que encontramos en nuestras observaciones debe intentar “retratar” la situación o situaciones que queremos analizar. El otro, el que escucha nuestra voz directamente o a través del escrito, debe poder hacerse la imagen, lo más cercana posible, de cómo transcurrió la sesión de lectura, cómo son los que participaron en ella, qué libro leímos o qué historia relatamos, y de todos los otros datos que consideremos de importancia. En ese texto no deben aparecer valoraciones nuestras, frases con las que califiquemos lo que vimos, escuchamos, dijimos o hicimos, porque al hacerlo ya los estamos conduciendo por un camino que tal vez no es el que esa persona tomaría al leer lo que escribimos. Porque cuando decimos: “es que me parece que esto o aquello fue un error”, o “me encantó lo que hicieron los niños”, a la otra persona no le queda más que situarse y apoyar lo que decimos o tratar de convencernos de que no estamos en lo correcto, perdemos entonces la posibilidad de que ese lector se detenga en algún aspecto que no habíamos percibido, o que resalte un detalle que para nosotros no era tan significativo. Por eso es importante tratar de “fotografiar” con palabras lo que pasó y siguiendo el orden como lo recordamos, anotar algunas frases que para nosotros fueron interesantes, y dejar que el que escucha o lee nuestro texto se vaya haciendo la imagen e involucrando en el ritmo de lo que se vivió. Tal vez, una buena ayuda para orientarnos en la escritura o construcción del relato alrededor de nuestras observaciones, sea leer un registro. Aquí éste que escribió Elizabeth Ramírez, lectora del programa Palabras que acompañan, y que visita diariamente con su carrito biblioteca a muchos niños hospitalizados en una institución de salud en Bogotá: Leidy tiene 5 años, estaba por salir del hospital. Cuando llegué a su habitación la encontré sola y al comienzo fue muy tímida. Leidy es un niña pequeña para su edad así que escogí primero libros de cartoné ¿Qué roe el ratón?, ¿Dónde se baña el cerdito?... Poco a poco su timidez se fue perdiendo, se levantó de la cama y empezó a señalar qué libros quería ver, también poco a poco fue dejando su silencio y empezó a ser muy activa y habladora. Quería ver libros “de leer”, así que le propuse El día de campo de Don Chancho, pero Leidy quería ver más libros y leerlos 18 Módulo 1 sola, siempre los cogía de atrás para adelante y era inevitable para mí indicarle dónde estaba el comienzo, pero ella insistía en hacerlo a su manera. Me pidió Adivina cuánto de quiero, estaba muy ansiosa y empezó a pasar las páginas rápido, arrugándolas, la detuve y le dije que así el libro no se dejaba leer que había que acariciarlo y pasar la páginas muy suavecito y que yo conocía una técnica secreta para eso, pero que no estaba segura si ella la quería aprender, dijo que sí. Se la indiqué y entonces ponía su dedito índice de la mano derecha en el extremo inferior derecho del libro y muy pronto descubrió sola y despacito el “viejo truco”. Cuando lo terminó dijo que era verdad, que ahora el libro sí se había dejado leer. Al día siguiente me la encontré en la salita de espera de ese piso, yo le leía a otro niño, entonces ella trajo a su mamá y le mostró cómo era la fórmula secreta y mágica para que un libro se deje leer. Este registro sencillo que narra con cuidado pero de manera corta cómo se dio el encuentro nos permite, casi con seguridad, hacernos una imagen y seguir la serie de momentos que se dieron entre Elizabeth y Leidy, la lectura y los libros. Su escrito hace posible, a quienes lo recibimos, seleccionar aquellos elementos que nos parecen más importantes para comentar y analizar sin estar condicionados a valoraciones que ella nos haya transmitido. Algunas claves para construir y compartir nuestros registros 1. Observar antes a otro. Podemos pedirle a una compañera de trabajo que nos permita asistir como observadores a una de sus actividades con los niños. Tratar de no involucrarnos en el hacer, sino que desde un lugar, un poco apartado, mirar y escuchar todo lo que pase. Mientras, tomar nota de algunos puntos importantes. Después, cuando estemos en casa o cuando los niños se hayan ido a las suyas, tomar un tiempo y escribir lo que sucedió. 2. Pedir que alguien nos observe. Aquí, ese compañero, puede acompañarnos en un momento en que relatemos o leamos con los niños. Sin intervenir en la actividad deberá mirar y escuchar lo que dicen y hacen los niños y en lo que hacemos y cómo lo llevamos adelante nosotros. Luego, ya solos, nos contará lo que le pareció más importante, eso que lo sorprendió, o lo que no entendió. 19 Módulo 1 3. Decidirnos a observar mientras hacemos. Al estar en el espacio de atención rodeados de niños y en medio de una constante actividad, es difícil tomar un tiempo para escribir el registro de alguna de las acciones que hemos realizado en compañía de ellos. Por eso, para no olvidar lo que hemos observado, una buena ayuda es tener a mano un papel (podría ser el Cuaderno) y un lápiz. NO para anotar mientras realizamos la acción con los niños, eso llevaría a que se perdiera el interés de todos por lo que se está haciendo y se trasladara a ¿qué es lo que anota el adulto en ese cuaderno? Sino para escribir, recién terminamos lo que hemos propuesto, algunas palabras claves, las suficientes que nos permitan recordar después lo que pasó y nos interesa desarrollar cuando pasemos a escribir el registro. 4. Escribir, pero también contar, dibujar, bordar… Por supuesto la escritura hace más fácil compartir con otros aunque se encuentren en un lugar alejado del nuestro, pero es importante pensar que también podemos recurrir a otras formas de guardar en la memoria y de compartir con los otros nuestros pensamientos; por ejemplo, aprovechando las conversaciones al final del día, o mientras se come o se hacen otros oficios; a través de un dibujo o una canción. 5. Devolver nuestros recuerdos a los niños que estuvieron con nosotros. Esto es posible hacerlo con los niños más grandes, podemos invitarlos una tarde a escuchar la historia que construimos de algo que hicimos junto con ellos, y esperar sus reacciones y conocer sus comentarios, correcciones, precisiones, etc. 6. Los padres también pueden ser unos buenos lectores de esos registros. Sin duda, a los padres no solo les gustaría, sino que les permitiría pensar que para ellos también sería útil observar más a sus hijos y algunas de las actividades que realizan con ellos. Así pues, si tuvieran la oportunidad de escuchar alguno de nuestros registros que les cuente las cosas que pasaron con los niños al hacer una actividad, puede ser tan simple como compartir una merienda, seguramente les serviría de modelo para fijarse más en su cotidianidad y en sus acciones con los pequeños. Destinemos pues, un breve espacio en la próxima reunión con ellos para regalarles uno de esos relatos. Importante: Debemos elegir un escrito en donde ningún niño quede expuesto a críticas, eso sería muy doloroso para muchos. Bien, estas son algunas de esas claves que pueden ayudarnos a elaborar nuestros registros y a compartirlos, y con ellas terminamos este primer Módulo, esta primera conversación. Pero antes de proponernos otros temas, pongamos en práctica todo lo que hemos compartido alrededor de la importancia de atender a lo que pasa en la vida, las 20 Módulo 1 relaciones y las comunicaciones con los niños y con sus familias. A ese mirarnos a nosotros mientras hacemos, y a este ejercicio de escribir para pensarnos, para alimentar nuestra memoria y la de otros agentes educativos comprometidos con la misma tarea. Así pues, con todos estos elementos, pasemos a realizar la siguiente actividad: ACTIVIDAD 3 (Foro) OBSERVAR Y REGISTRAR UN ENCUENTRO CON LOS NIÑOS 1. Vuelva sobre su Cuaderno y seleccione las anotaciones que haya hecho sobre alguna de las actividades en la que compartió una actividad plástica o un juego con sus niños. 2. Trate entonces de recodar cómo se fueron dando los acontecimientos y comience a escribir ese texto. Propóngase un escrito corto, pero suficiente para que sus compañeros puedan comprender lo que pasó. 3. Recuerde que no debe juzgar, ni dar su opinión sobre lo que pasó, pero sí puede incluir aspectos que identificó como importantes para su trabajo y para el desarrollo de los niños (como cuando la agente educativa, en la primera semana, nos contó de su observación de Pablo y su temor a los perros, y lo que pensó para ayudarlo). 4. Lleve su registro al portafolio y aproveche para leer los registros de algunos de sus compañeros de aula. 5. Ingrese al espacio de Foro en la plataforma durante los días que se defina que estará abierto y realice sus aportes a partir de sus reflexiones acerca de lo conversado y compartido durante estas tres semanas y desde los comentarios que comparten sus pares. 21