Objetividad y subjetividad

Anuncio
Prof. Camila López
2ºBD. Colegio:_______________________________
Nombre del alumno:__________________________
Fecha de entrega:________________
Objetividad y subjetividad
Objetividad
Conocimiento inherente al objeto. Un
conocimiento es objetivo cuando se juzga a las
cosas según propiedades que realmente le
pertenecen a las propias cosas (es decir, las
características propias del objeto), y no por la
forma en que afectan al sujeto.
≠
Subjetividad
Conocimiento inherente al sujeto. Un
conocimiento es subjetivo cuando se juzga a las
cosas según el modo en que a nosotros (los
sujetos) nos afectan (“según mi opinión”, “yo
interpreto que…”, “a mí me parece…”).
A partir del siglo XIX toma fuerza el concepto de OBJETIVIDAD como una de las características que debe
tener el conocimiento para ser un conocimiento sólido, específicamente el conocimiento científico. En esta
primera etapa, la “objetividad” se identifica con la pretensión de eliminar cualquier tipo de intervención
humana para lograr un conocimiento carente de juicios, interpretaciones y otras interferencias del sujeto
que conoce, por tanto el científico modelo pasa a ser aquel trabajador abnegado que sacrificadamente
ejerce un autocontrol con el fin de suprimir su propia mirada del objeto representado.
La práctica científica se concebía entonces como el ejercicio de aprehensión del objeto de manera
“neutral”, libre de “subjetividad”: “objetiva”.
El neopositivismo, corriente epistemológica que estudiaremos más adelante, es un claro ejemplo del peso
dado a la objetividad en su idea del conocimiento científico.
Ahora bien, ¿es posible alcanzar algún conocimiento libre de subjetividad?
El relativismo
[Definiciones adaptadas de la Encyclopaedia Herder de Filosofía]
El relativismo, en el ámbito de la Teoría del conocimiento, consiste en la afirmación de que todo
conocimiento depende esencialmente del punto de vista del sujeto que lo produce.
Por lo tanto, los relativistas sostienen que no existen verdades universalmente válidas e independientes de
la apreciación de los sujetos: es decir, no es posible obtener un conocimiento objetivo, si por
“conocimiento objetivo” entendemos a aquel conocimiento “neutral” del objeto, desprovisto de toda
subjetividad. Por el contrario, el conocimiento depende de diversos condicionamientos, que pueden ser el
individuo, la sociedad o la cultura, ya sea en el aspecto psicológico, sociológico o histórico: es decir,
depende de cierta subjetividad.
Comparado con el escepticismo, el relativismo afirma menos. El escepticismo afirma que no hay verdades
o, si las hay, son escasas. El relativismo sostiene que las verdades tienen un valor relativo al -en
dependencia con el- sujeto.
Un tipo de relativismo es el subjetivismo, que establece una dependencia directa entre el conocimiento la
consideración del sujeto. Pero además del subjetivismo, hay otros relativismos, como el relativismo cultural
o relativismo histórico, que hacen depender el conocimiento o el valor de factores externos al sujeto.
Antecedentes del relativismo en la antigüedad
Representantes clásicos del relativismo son, en la antigua filosofía griega, los sofistas, con Protágoras (485
a.C. – 411 a.C.) al frente, cuya frase «el hombre es la medida de todas las cosas» es quizá la más
representativa de esta postura gnoseológica. Esta afirmación puede ser interpretada de dos maneras:

Como la expresión de un subjetivismo extremo. El término “medida” refiere al “criterio” que se utiliza
para determinar la verdad de las cosas, y el término “hombre” designaría al individuo particular. Por
tanto, Protágoras estaría afirmando que la verdad de las cosas depende del criterio de cada individuo
concreto, no habría un parámetro común para establecer la verdad.

Como expresión de un relativismo no subjetivista sino más general. Si por “hombre” lo que se quiere
decir es el “hombre” en general, entonces decir que “el hombre es la medida de todas las cosas”
significa que el ser humano en general, como especie y no como individuo concreto, es el que
establece los criterios para determinar la verdad sobre las cosas. En este caso, sí podrían establecerse
acuerdos entre los hombres, y no estaríamos en un caso de subjetivismo radical.
[2 p] A partir de los conceptos trabajados de “objetividad” y “subjetividad”, explica y comenta la
siguiente caricatura:
Canción “Depende”, de Jarabe de Palo
Que el blanco sea blanco
y que el negro sea negro,
que uno y uno sean dos
porque exactos son los números
depende
Que aquí estamos de prestao
que el cielo está nublao
que uno nace y luego muere
y este cuento se ha acabao
depende
depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende
Que bonito es el amor
más que nunca en primavera
que mañana sale el sol
porque estamos en agosto
depende
Que con el paso del tiempo
el vino se hace bueno
que to lo que sube, baja
de abajo arriba y de arriba abajo
depende
depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende
Que no has conocido a nadie
que te bese como yo
que no hay otro hombre en tu vida
que de ti se beneficie
depende
Y si quiere decir si
cada vez que abres la boca
que te hace muy feliz
que sea el día de tu boda
depende
depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende
[2 p]
1- ¿Por qué puede decirse que esta canción expone un punto de vista “relativista”?
2- De acuerdo a tu opinión, ¿realmente todo depende? Argumenta.
Reflexiones de un relativista contemporáneo: Gianni Vattimo
Vattimo es un filósofo italiano contemporáneo, nacido en 1936. Sus
principales investigaciones giran en torno a la filosofía alemana
contemporánea, principalmente el pensamiento de Heidegger y Nietzsche.
A partir de estos autores construye lo que él llama las filosofías de la
«diferencia» basadas en la fragmentación y la multiplicidad. A esto se le
llama también «pensamiento débil» o «condición post-moderna» y se
define como una toma de distancia respecto a los ideales básicos de la
modernidad: progreso, vanguardia, crítica, superación. Por trabajar sobre
estos temas, Vattimo es considerado un pensador posmoderno.
“Adiós a la verdad: así podríamos expresar, de
manera más o menos paradójica, la situación de
nuestra cultura actual, ya sea en sus aspectos
teóricos y filosóficos, ya sea en la experiencia común.
En referencia a esta última en particular, se hace
cada vez más evidente a todos que “los medios
mienten”, que todo deviene juego de
interpretaciones no desinteresadas y no por
necesidad falsas, sino como tal orientadas según
diferentes proyectos, expectativas y elecciones de
valor. La cultura de las sociedades occidentales es,
de hecho, aunque a menudo no de derecho, cada vez
más pluralista.
(…) En este punto se precisa el sentido del título
Adiós a la verdad. Es una despedida de la verdad
como reflejo “objetivo” de un “dato” que, para ser
Los medios de comunicación, dice Vattimo,
descrito de forma adecuada, debe fijarse como
nos dan distintas interpretaciones de las
cosas, orientadas según diferentes intereses.
estable, es decir, como “dado”. Ahora bien, esto
Entonces, no existe una “verdad objetiva” que
puede hacerse en las ciencias que “no piensan”, ya sea
sea un “reflejo de la realidad”, sino que la
porque no ponen en cuestión el horizonte (el
verdad es interpretación. Entonces, el desafío
es alcanzar un acuerdo entre nuestras
paradigma) dentro del cual se mueven, ya sea porque
distintas interpretaciones, construir juntos
ignoran la totalidad de las relaciones dialécticas que
una interpretación compartida.
condicionan a sus objetos.
(…) Hoy, pues, con mucha más claridad que en el
pasado, la cuestión de la verdad es reconocida como
una cuestión de interpretación, de puesta en acción de paradigmas que, a su vez, no son “objetivos” (ya
que nadie los verifica ni falsifica, salvo basados en otros paradigmas…), sino que es un tema de consenso
social.
(…) La conclusión a la que intento llegar es que el adiós a la verdad es el inicio, y la base misma, de la
democracia. Si existiera una verdad “objetiva” de las leyes sociales y económicas (la economía no es una
ciencia natural), la democracia sería una elección por completo irracional: sería mejor confiar el Estado a
los expertos, a los reyes-filósofos de Platón o a los premios Nobel de todas las disciplinas.
(…)Nuestra sociedad “pluralista”, como a diario muestran las
discusiones políticas, continúa creyendo en la idea
verdad = interpretación
“metafísica” de verdad como correspondencia objetiva a los
hechos; considera que la interpretación es “sólo”
interpretación, y sueña con crear el consenso sobre la base de los “datos de hecho” o también sobre la
base de las “esenciales” leyes de la naturaleza. (…)
Tomar en consideración que el problema del consenso sobre las elecciones individuales es sobre todo un
problema de interpretación colectiva, de construcción de paradigmas compartidos o de algún modo
explícitamente reconocidos, es el desafío de la verdad en el mundo del pluralismo posmoderno”
Vattimo, Gianni. Adiós a la verdad. Barcelona: Gedisa, 2010, pp. 9-19
[4p] A partir de la lectura del texto de Vattimo, responde a las siguientes preguntas:
1-Busca en internet el significado de los siguientes conceptos, y escribe su definición:
Paradigma // Relaciones dialécticas // Pluralismo // Posmoderno
Si hay algún otro término que no conozcas, también búscalo y escribe su definición.
2-¿Por qué sostiene Vattimo que no existe una “verdad objetiva”?
3-¿Qué consecuencias positivas tiene esta postura, de acuerdo al autor?
4-¿Qué consecuencias negativas puede tener esta postura?
5-¿Estás de acuerdo con el autor? ¿Por qué?
Vattimo no es el único en enarbolar una postura relativista. De
hecho, la época posmoderna en que vivimos se caracteriza por
rechazar los puntos de vista que sostienen relatos universales,
apareciendo en cambio concepciones que resaltan la pluralidad
de puntos de vista. Es decir, un contexto propicio para el
relativismo. Desde mediados del siglo XX, el hombre reconoce la
imposibilidad de alcanzar una neutralidad en el conocimiento. La
ciencia empieza a ser comprendida como una práctica situada, no
ya un saber aislado. Ya no se busca la objetividad pura entendida
como neutralidad: la mirada del científico no puede ser
suprimida.
Pero entonces…
Está bien: la mirada del sujeto no puede ser suprimida, porque
siempre quien conoce lo hace desde su subjetividad. La
objetividad como neutralidad no es posible. Pero, ¿entonces
qué? ¿No hay una verdad que sirva para todos? ¿Cada uno tiene
su punto de vista, y no es posible un acuerdo? ¿Tiene sentido
buscar algún conocimiento desde un relativismo así? ¿No será
que en lugar de dejar de lado el concepto de “objetividad”,
tendríamos que buscarle otro significado, no ya neutralidad
porque es imposible, pero alguna forma de objetividad que nos
permita llegar a un acuerdo para aumentar nuestro
conocimiento compartido del mundo?
Posmodernidad
Los principios reinantes de la modernidad (apróx.
desde el siglo XVII al siglo XX) tendían a exaltar la
autonomía del individuo en tanto sujeto racional: el
hombre, gracias a su racionalidad universal,
contaba con parámetros de verdad absolutos
gracias a los cuales podría conocer y transformar el
mundo.
¿Qué pasa hoy? ¿Seguimos confiando en nuestra
razón como garantía de nuestra autonomía?
¿Seguimos teniendo utopías?
Algunos autores contemporáneos observan
actualmente que, en lugar de existir esa pasión por
el progreso, esas utopías universalmente
abarcadoras, vivimos en una etapa de
“desencantamiento”. Los hábitos de la sociedad, sin
dudas, han cambiado, en especial por el desarrollo
tecnológico y el avance de los medios masivos de
comunicación: la cultura de la imagen, el
consumismo... Los universales celebrados en la
modernidad parecen hoy disolverse en nombre de
lo particular: en ciencia, se ha reconsiderado la idea
de una verdad absoluta, reconociéndose que la
pluralidad de posturas incide en la interpretación
de “la realidad” (si es que tal cosa existe); algo
similar parece ocurrir con los valores morales.
Roto el encantamiento de la modernidad (en parte
a raíz del fracaso de los grandes proyectos como el
positivismo y el marxismo), nos encontramos en
otra era que, en lugar de apostar a los universales,
apostamos a los consensos locales, a la búsqueda
individual en lugar de colectiva: la posmodernidad.
Lo que ahora predomina es la individualidad, la
fragmentación; de allí el florecimiento de posturas
relativistas.
“Como todo el mundo, los antropólogos también se forman juicios éticos sobre el valor de las
diferentes clases de pautas culturales. [...] La objetividad científica no tiene su origen en la ausencia de
prejuicios -todos somos parciales-, sino en tener cuidado de no permitir que los propios prejuicios
influyan en el resultado de la investigación.”
Marvin Harris, Introducción a la antropología general, Ed. Alianza, Madrid 1993, 3ª ed., p. 148
“La objetividad se refiere… a la posibilidad del reconocimiento público, en
una comunidad determinada, de que hay una situación de hecho.”
Olivé, León. Racionalidad, objetividad y verdad, en Racionalidad epistémica, Trotta-CSIC, Madrid 1995, p. 102.
[2 p.] A partir de todas las lecturas precedentes, completa los espacios en blanco del siguiente
fragmento:
Definir qué es la objetividad es un tema polémico. Empecemos aclarando que cuando decimos que un conocimiento
es objetivo, queremos decir que nos indica cuáles son las características de ________________, en lugar de ser la
descripción de cómo éste afecta al ________________.
El concepto de “objetividad” entró en auge en el siglo _________. En ese entonces, la objetividad era entendida como
neutralidad; es decir, se buscaba un conocimiento desprovisto de __________________________________________.
Aún hoy, sin querer, seguimos teniendo incorporada esta noción ingenua del conocimiento objetivo entendido como
un “reflejo” del____________, como bien nos indica Vattimo.
Sin embargo, hacia mediados del siglo ________, a partir del inicio de la época en que nos encontramos actualmente,
denominada _________________ por su oposición a los valores universalistas y racionalistas de la modernidad,
surgen una serie de _____________ hacia esta idea de la objetividad como neutralidad. Los autores contemporáneos
reconocen que es imposible eliminar la mirada de quien observa, eliminar la ____________________, ya que todo
conocimiento es un conocimiento realizado en cierto contexto, bajo ciertas condiciones, por cierto sujeto. En este
marco surgen algunas posturas ________________, que sostienen que no existe una verdad universalmente válida,
sino que ésta depende del sujeto que conoce.
Esto no quiere decir que debamos abandonar la idea de______________, ya que es importante contar con algún tipo
de conocimiento común que no dependa caprichosamente del ___________ que conoce, sino que nos permita
afirmar cómo es el mundo independientemente del sujeto. Lo que sí quiere decir es que debemos reformular este
concepto. La objetividad no puede ser entendida más como ____________________, sino como
___________________. Es decir, la verdad objetiva será aquella alcanzada por ____________ a partir del diálogo
entre subjetividades. Como dice el epistemólogo Olivé, la objetividad debe ser entendida como la posibilidad de
reconocimiento ________________, en cierta _________________, de la existencia de determinada situación de
hecho.
El relativismo, sus problemas y sus fortalezas, según Savater
Resulta imposible (y sin duda indeseable) negar la importancia de nuestros condicionamientos socioculturales
o psicológicos cuando nos ponemos a razonar pero... ¿puede asegurarse que invaliden totalmente el alcance universal
de ciertas verdades alcanzadas a partir de ellos y a pesar de ellos? Los hallazgos científicos de la única mujer ganadora
de dos premios Nobel, Madame Curie, ¿son válidos sólo para las madames y no también para los monsieurs? ¿Deben
desconfiar los japoneses del siglo XX del valor que tenga para ellos la ley de gravitación descubierta por un inglés
empelucado del siglo XVII llamado Newton? ¿Se equivocaron nuestros antepasados renacentistas europeos al cambiar
la numeración romana, tan propia de su identidad cultural, por los mucho más operativos guarismos árabes?
¿Utilizaron una lógica y una observación experimental de la naturaleza muy distinta a la nuestra los indígenas
peruanos que descubrieron las propiedades febrífugas de la quinina siglos antes que los europeos? ¿Invalida los
análisis de Marx sobre el proletariado el hecho indudable de que él mismo perteneciese a la pequeña burguesía?
¿Debería Martín Luther King por ser negro haber renunciado a reclamar los derechos de ciudadanía iguales para todos
establecidos por los padres fundadores de la constitución estadounidense, los cuales fueron blancos sin excepción?
Por último: ¿es una verdad racional universal y objetiva la de que no existen o no pueden ser alcanzadas por los
humanos las verdades universales racionalmente objetivas?
(…) En cualquier caso, también para determinar hasta qué punto nuestros conocimientos están teñidos de
subjetivismo necesitamos un punto de vista objetivo desde el que compararlos unos con otros... ¡y todos con una
cierta realidad más allá de ellos a la que se refieren! En fin, hasta para desconfiar de los criterios universales de razón
y de verdad necesitamos algo así como una razón y una verdad que sirvan de criterio universal.
Sin embargo, la aportación más valiosa del relativismo consiste en subrayar la imposibilidad de establecer una
fuente última y absoluta de la que provenga todo conocimiento verdadero. Y ello no se debe a las insuficiencias
accidentales de nuestra sabiduría que el progreso científico podría remediar, sino a la naturaleza misma de nuestra
capacidad de conocer. Quizá por eso un teórico importante de nuestro siglo, Karl R. Popper, ha insistido en que no
existe ningún criterio para establecer que se ha alcanzado la verdad, sin dejar al tiempo de conservar para la
epistemología un criterio último y definitivo de verdad. Lo único que está a nuestro alcance en la mayoría de los casos,
según Popper, es descubrir los sucesivos errores que existen en nuestros planteamientos y purgarnos de ellos. De este
modo, la tarea de la razón resultaría ser más bien negativa (señalar las múltiples equivocaciones e inconsistencias en
nuestro saber) que afirmativa (establecer la autoridad definitiva de la que proviene toda verdad).
Savater, Fernando. Las preguntas de la vida. Barcelona: Ariel, 1999.
[2 p] A partir de la lectura del texto de Savater, responde a las siguientes preguntas:
1- Sintetiza en menos de cinco líneas qué critica Savater al relativismo.
2- Sintetiza en menos de cinco líneas cuál es, para el autor, la mayor fortaleza del relativismo.
Descargar