El principio del ejercicio progresivo de los derechos del menor y su

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El principio del ejercicio progresivo de los derechos del menor y su influencia
sobre la capacidad civil.
Rodrigo Barcia Lehmann
Prof. Dr. Derecho Privado
El principio del ejercicio progresivo de los derechos del menor es una manifestación del
principio del interés superior del menor, que en la actualidad ha ejercido una fuerte
influencia sobre las normas que regulan la capacidad civil. De esta forma se han visto
modificadas importantes disposiciones del CC, que en realidad se refieren más bien a
aspectos patrimoniales de la niñez. Siguiendo esta línea de análisis en el artículo, que se
presenta, se verán los límites de dicha autonomía en el Derecho chileno. Las
manifestaciones de este principio van desde la plena autonomía hasta el derecho a ser
oído. A su vez, se pueden encontrar manifestaciones de este principio en las siguientes
normas:
a) En la Convención de NU sobre los Derechos del Niño se aprecia claramente que el
principio fundamental es el interés del menor. Los artículos fundamentales en esta
materia son los artículos 9.1º, 18, 20, 21, 37 y 40 de la convención. Pero, principalmente
la Convención se ocupa de este principio en su art. 3.1º.
b) El art. 1.1° de la CPE se refiere indirectamente a este principio al establecer el
principio de la dignidad humana, estableciendo que “las personas nacen libres e iguales
en dignidad y derecho.” Uno de los principios que ha llenado de contenido la dignidad
humana, respecto de los menores es el principio del interés superior del menor, que se
ha acogido tímidamente en el CC a raíz de la Ley de Filiación. En igual sentido es
posible analizar el art 222.2° del CC.
c) El art. 234.2° del CC consagra un deber de resguardo para el juez, oponible a
cualquiera que pudiere menoscabar al menor. La madurez del menor también es un
criterio a tomar en consideración en torno a su interés superior (arts 245, 225 del CC y
15 y 16 de la LTF.
d) También los arts 3.1°, 27.2°, 54.1°, n° 5 y 6, 74.3° y 85.2° de la LMC consagran este
principio. Así el convenio regulador del divorcio o la separación, conforme al art 27.2°
de la LMC, “será completo si regula todas y cada una de las materias indicadas en el
artículo 21. Se entenderá que es suficiente si resguarda el interés superior de los
hijos…”. 1 A su vez, con relación a la mediación, el art 74.3° de la LMC se refiere al
interés de los hijos.
e) El artículo 16.3° de la LTF es fundamental en esta interpretación porque afecta
directamente las categorías establecidas en el artículo 26 del CC. 2 Esta ley
fundamentalmente regula aspectos extrapatrimoniales relativos a la capacidad por lo que
es posible entender por niño al menor de catorce años.
Finalmente se recurrirá al Derecho comparado y a los tratados internacionales suscritos
en Chile sobre la materia.
1
BARCIA (2002), pp. 473 a 478.
En este sentido el artículo 16.3 de la LTF establece que “para los
efectos de esta ley, se considera niño o niña a todo ser humano que no
ha cumplido los catorce años y, adolescente, desde los catorce años
hasta que cumpla los dieciocho años de edad”.
2
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