El Centro del Girasol Por Noemi Ashley Hace muchas lunas atrás, cuando no existían los números para contar, en un planeta que hoy se conoce como Marte vivía una familia a la que por ahora llamaremos los desconocidos. Los desconocidos eran una familia de cuatro, el padre, la madre, y dos hijos. Los hijos, a los que nombraremos desconocido uno y desconocido dos, jugaban todas las tardes en el bosque con las flores. Desconocido uno era muy inquieto y travieso mientras que desconocido dos era un poco más callado y tranquilo. ‐Hermano, dice desconocido uno, estoy aburrido de siempre hacer lo mismo, de jugar con las mismas flores y los mismos animales. ‐¿Qué propones que hagamos responde desconocido dos? –tengo un plan, respondió desconocido uno, ¿por qué no nos escapamos a otro planeta? Uno de esos tantos como dicen los libros que lee nuestro padre. –No digas boberías, replicó desconocido dos. –Entonces yo si me iré dijo desconocido uno. Y sin dar vuelta atrás para despedirse de su familia, desconocido uno empezó a marcharse, acompañado del libro con direcciones de cómo llegar a otros planetas. Su hermano para no estar solo decidió marcharse junto a él. Muchas lunas después llegaron a un lugar redondo, casi tan redondo como el centro de un girasol. Había muchas cosas diferentes en ese lugar, había flores que caminaban por las calles por si solas y hasta reían; estas flores eran muy diferentes de las que ellos conocían. Los descocidos tenían mucho miedo, pero al mismo tiempo sentían curiosidad por conocer más sobre esas flores que sonreían y tenían la habilidad de comunicarse entre sí. Así fue que decidieron quedarse en ese planeta circular. Pasaron muchas lunas cuando todo empezó a cambiar en el planeta a causa de la llegada de estos dos extranjeros. Las flores caminantes temían a desconocido dos, nadie lo quería, cuando el llegaba a un lugar todos huían de él, a veces había algunas flores que cuando pasaban por situaciones difíciles, o sentían soledad pedían a desconocido dos que se los llevara con él. Pero en general todos le temían y no lo recibían con gratitud en ningún lugar. Al contrario de desconocido uno, a quien todos buscaban locamente, él era intenso, difícil de controlar y despreciado por todos. Mas lunas fueron pasando y los desconocidos ya no andaban juntos, se habían olvidado de que eran hermanos. Desconocido uno era feliz, el llevaba alegría a muchas vidas. Algunos de los moradores de ese planeta cometían las más grandes locuras solo para que desconocido uno los visitara. Desconocido dos se fue muy lejos porque nadie lo quería así que solo aparecía cuando era el momento indicado, aunque los moradores de ese centro de girasol nunca pensaban que había un momento indicado para recibir a desconocido dos. Y así fue como desconocido uno, hoy conocido como el amor, y desconocido dos, llamado muerte hicieron su llegada a este planeta circular llamado tierra. Desde entonces las flores caminantes conocidas como humanos huyen de la muerte y buscan al amor.