debate económico internacional - Banco Central de la República

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DEBATE ECONÓMICO INTERNACIONAL
DEPARTAMENTO INTERNACIONAL
LA NUEVA REALIDAD
EN EL MERCADO DEL
PETRÓLEO A NIVEL
MUNDIAL
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JUEVES 03 DE NOVIEMBRE, 2016
¿ESTA INFLUYENDO
EL POPULISMO
SOBRE LA ECONOMÍA
DE LOS PAÍSES
AVANZADOS?
BancoCentralRD
Nota: Las opiniones expresadas por los analistas, no necesariamente representan la opinión y/o prácticas del Banco Central de la República Dominicana y de sus autoridades.
LA NUEVA REALIDAD EN EL MERCADO DE PETROLEO A NIVEL MUNDIAL.
AKITO MATSUMOTO
Doctor en Economía en la Universidad de Wisconsin. Economista
de la Unidad de Materias Primas del Departamento de Estudios
del FMI en el monitoreo de la evolución del mercado de
materias primas
(Español) Una «nueva normalidad» para el mercado de petróleo. Aunque los
precios del petróleo se han estabilizado en cierta medida en los últimos meses,
hay razones de peso para pensar que no retornarán a los elevados niveles
registrados antes del desplome histórico que sufrieron hace dos años. Por un
lado, la producción de petróleo de esquisto no ha hecho sino incrementar la
oferta a precios bajos. Y por otro, porque la demanda se verá limitada por la
desaceleración del crecimiento mundial y los esfuerzos mundiales para reducir las
emisiones de dióxido de carbono. Todo ello se traduce en una “nueva
normalidad” para el petróleo.
Abundando en lo primero, el esquisto ha alterado profundamente las reglas del
juego. La producción inesperadamente abundante de petróleo de esquisto, con 5
millones de barriles diarios, ha contribuido a la sobreoferta mundial. Esto,
sumado a la falta de consenso dentro de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP) con respecto a los recortes en la producción, fue uno de los
factores que dio lugar al hundimiento del precio del petróleo en lo que va de año.
En segundo lugar, las perspectivas de crecimiento de la demanda no son
alentadoras. Los cambios estructurales en las economías emergentes, en especial
el esfuerzo de China para pasar de un modelo de crecimiento basado en la
inversión y las exportaciones a otro basado en la demanda interna, han tenido
consecuencias importantes en la demanda del llamado «oro negro» por parte de
los mercados emergentes.
Si bien es cierto que los mercados de futuros apuntan a un leve repunte de los
precios del petróleo, el análisis de las variaciones de las curvas de precios de los
futuros en los últimos meses indica que las perspectivas de aumento de los
precios han ido empeorando, lo que no debería sorprender. Las revisiones a la
baja de los pronósticos de crecimiento mundial, sobre todo de los mercados
emergentes, neutralizan los factores favorables, como el crecimiento de la
demanda de petróleo impulsado por los bajos precios del último año. Las
perturbaciones en los mercados financieros, sumadas a la fortaleza del dólar, han
ejercido presiones a la baja sobre los precios del petróleo.
JAIME SCHWARTZ
Especialista en Mercados Financieros para CNN México y
titular de la consultora Ruarte/Schwartz.
(Español) Los factores que hacen un escenario indefinido del petróleo. Es posible
reconocer que durante algún tiempo los inversionistas, así como también los
economistas que analizan el mercado y sus movimientos, han centrado sus
expectativas en el comportamiento de la oferta y la demanda, en lo que refiere al
sector petrolero. Los efectos de los movimientos en el precio del petróleo han
calado en las decisiones de la OPEP y los países productores de crudo fuera de la
OPEP.
Otro de los factores a tener en cuenta al analizar (e intentar una aproximación) el
futuro del precio del petróleo se vincula con el hecho de que las compañías
petroleras estadounidenses han disminuido las importaciones del mismo. Las
grandes compañías petroleras de Estados Unidos, habían decidido en el 2015
iniciar la construcción de las reservas de crudo, luego de que Arabia Saudita
declarara la cuota fija de mercado del petróleo de esquisto de los Estados Unidos.
RABAH AREZKI
Jefe de la Unidad de Materias Primas en el Departamento de Estudios
del Fondo Monetario Internacional (FMI). Investigador no residente en
la Brookings Institution y la Universidad de Oxford.
(Inglés) Repensando el mercado de petróleo. Los precios del petróleo se han
reducido en un 65% desde su máximo en junio de 2014, y ahora hay un intenso
debate acerca del por qué se mantiene en los precios actuales. Una cosa que
sabemos con certeza es que el mercado del petróleo ha sufrido cambios
estructurales, con lo que este último episodio difiere en parte de pasadas
fluctuaciones en los precios.
De manera particular, el colapso de los precios internacionales del petróleo ha
sido impulsado en parte por factores en el lado de la oferta. Estos incluyen el
rápido aumento de los Estados Unidos en la producción de esquisto durante los
últimos años, y la decisión del gobierno de Estados Unidos para poner fin a la
prohibición en las exportaciones de crudo, lo que saturó el mercado con más
crudo.
Ante esto, países productores como Arabia Saudita han respondido con una
mayor producción de petróleo con miras a no perder su cuota de mercado; otros
países fuera de la OPEP, como Canadá, Rusia y Brasil, han reducido sus costos de
producción.
¿ESTA INFLUYENDO EL POPULISMO SOBRE LA ECONOMÍA DE LOS PAÍSES AVANZADOS?
MODAMED EL-ERIAN
Asesor económico en jefe para Allianz. Presidente del Consejo de
Desarrollo Global de la Casa Blanca. Ex director adjunto en el Fondo
Monetario Internacional (FMI)
(Español) Una política tóxica contra una economía mejor. La relación entre la
política y la economía está cambiando. Los políticos de los países avanzados
están trabados en conflictos absurdos y a menudo tóxicos, en vez de seguir las
recomendaciones de cada vez más economistas que coinciden en el modo de
poner fin a este largo período de crecimiento escaso y desigual.
Luego de la crisis financiera global del 2008, y tras años de crecimiento
inusualmente lento y asombrosamente no inclusivo, el otrora Consenso de
Washington se está viniendo abajo. Los ciudadanos de los países avanzados
están desencantados con un «establishment» (que incluye a reconocidos
analistas económicos, líderes políticos tradicionales y empresas
multinacionales dominantes) al que cada vez más consideran culpable de sus
penurias económicas. Los movimientos y las figuras antisistema supieron
subirse a este desencanto, usando una retórica inflamatoria e incluso belicosa
para obtener apoyo. Ni siquiera tienen que ganar elecciones para alterar el
mecanismo de transmisión entre la economía y la política. Sirve de prueba lo
sucedido en junio en el Reino Unido, con la victoria del voto por el Brexit,
decisión que fue un desplante al consenso amplio de los economistas en el
sentido de que lo mejor para Gran Bretaña era quedarse en la Unión Europea.
Como señalo en mi libro «The only game in town», los países necesitan una
respuesta política más integral, que incluya reformas estructurales a favor del
crecimiento económico, una gestión más equilibrada de la demanda (incluido
más gasto fiscal en infraestructuras) y mejoras en la arquitectura y la
coordinación internacional de las políticas. También hay una necesidad (que
quedó de manifiesto por la prolongada crisis griega) de resolver el
sobreendeudamiento severo, que pueden tener efectos demoledores mucho
más allá de los afectados directos.
La aparición de un nuevo consenso sobre estas cuestiones es buena noticia.
Pero en el ambiente político actual, es probable que su puesta en práctica sea,
en el mejor de los casos, demasiado lenta. El riesgo es que mientras la mala
política siga ocupando el lugar de la buena economía, la rabia y el desencanto
popular crecerán y tornarán aun más tóxica la política.
MICHAEL SPENCE
Premio Nobel de Economía en 2001. profesor de Economía en la
Stern School of Business de la Universidad de Nueva York.
(Español) La voz política de la desigualdad. Los líderes políticos muchas veces hablan
de patrones de crecimiento que distribuyen de manera injusta los beneficios del
crecimiento; pero hacen relativamente poco al respecto una vez que están en el
poder. Cuando los países se embarcan en el sendero de los patrones de crecimiento
no inclusivo, por lo general la consecuencia es una falta de respeto por la experiencia,
una desilusión con el sistema político y los valores culturales compartidos y hasta una
mayor fragmentación y polarización social.
La globalización tuvo que ver en esto. Por ejemplo, en los 20 años anteriores a la crisis
financiera de 2008, el empleo en la industria en Estados Unidos declinó
vertiginosamente en cada sector excepto en el farmacéutico, inclusive a pesar de que
el valor agregado en la industria aumentó. Para entender por qué a la política le llevó
tanto tiempo ocuparse de las realidades económicas, deberíamos analizar los
incentivos y la ideología. Con respecto a los incentivos, a los políticos no se les ofreció
una razón lo suficientemente buena para abordar los patrones de distribución
desigual.
JEFFREY FRANKEL
Profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard.
Director del Programa de Finanzas y Macroeconomía de la Oficina
Nacional de Investigación Económica (BEA, por sus siglas en inglés).
(lnglés) El callejón sin salida de la política monetaria. En los Estados Unidos y en
otros lugares del mundo, los líderes populistas a menudo afirman que la política
monetaria flexible está perjudicando a los trabajadores ordinarios, lo que agrava la
desigualdad de ingresos. Pero mientras que la desigualdad es un problema, aumentar
las tasas de interés (como algunos aducen) no es la forma de enfrentarlo.
Todo esto a pesar de que las bajas tasas de interés últimamente han estado
oprimiendo ganancias de los bancos. En Europa, por ejemplo, esto se ha vuelto
particularmente pronunciada pues los bancos son incapaces de pasar a las tasas de
interés negativas a los depositantes. Cualquier líder «anti-establishment» debe estar
regocijado de ésta presión sobre los bancos, especialmente uno que todavía está
enojado por la crisis financiera mundial de 2008. En última instancia, la relajación
monetaria ha hecho probablemente más para reducir la desigualdad de ingresos que
agravarla. Sin embargo, no es una herramienta particularmente fiable para equilibrar
la distribución del ingreso. Eso no debería ser sorprendente: asegurar una
distribución más equitativa de los ingresos no es el trabajo de un banco central.
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