La estrategia del “censo continuo” Los censos nacionales constituyen el evento estadístico de mayor trascendencia para el país. La información censal es una herramienta esencial para la gestión publica, por cuanto permite una asignación más eficiente de los recursos presupuestales; igualmente, los datos que ofrecen los censos son útiles para la descentralización del país en la medida que las autoridades locales tendrán a su disposición mayores elementos para la planificación y gestión, al tener información de sus localidades. También la información censal es una herramienta necesaria para la inversión privada pues muestra el tamaño y los segmentos potenciales de mercado, la disponibilidad y calificación de mano de obra, infraestructura, etc. Además, los censos de población y vivienda generan una base estadística necesaria para el diseño de otros trabajos estadísticos y cartográficos (encuestas de hogares, mapas digitales, etc.). En tal sentido, el organismo rector de estadística tiene la responsabilidad de decidir, con arreglo a consideraciones estrictamente profesionales y en base a principios científicos, acerca de los métodos y procedimientos para la reunión, el procesamiento, el almacenamiento, y la presentación de los datos estadísticos. En base a estas consideraciones, el conocimiento permanentemente actualizado de la magnitud de la población y sus características demográficas, por criterios geográficos y socioeconómicos, resulta esencial para el diseño y formulación de las políticas orientadas, entre otras cosas, a la lucha contra la pobreza. En un contexto en el que uno de los indicadores más importantes para la asignación presupuestal de los recursos públicos, principalmente a nivel regional y local, es el tamaño de la población y su distribución, resulta crítico contar con procedimientos estadísticos que permitan contar con información socioeconómica constantemente renovada. Lamentablemente en la actualidad la base estadística de los censos de población y vivienda de 1993 se encuentra desfasada a raíz del crecimiento natural de la población, factores económicos, sociales y fenómenos naturales ocurridos en el país, los cuales han tenido un impacto sustancial en la dinámica de la población, su estructura y distribución espacial, así como en las viviendas. Por tanto, en la actualidad todas las proyecciones 1 poblacionales que sirven para caracterizar demográficamente a la población del país han perdido su validez estadística debido a la antigüedad de las cifras del anterior censo nacional. Esto trae, entre otras consecuencias, una alta imprecisión en la asignación de recursos de parte del Gobierno Central a las autoridades locales, con el consecuente malestar de la población y sus representantes dada la involuntaria inequidad que se origina a partir de esta imprecisión. En síntesis, la consideración fundamental es que un censo nacional debe suministrar información sobre temas de interés crucial para el país y proporcione datos de máxima utilidad para dichos temas. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que, para las necesidades de asignación presupuestal y seguimiento de proyectos de desarrollo, una operación censal decenal entraña un lapso muy espaciado de recolección de información. De ahí que se requiere complementar esta operación por un sistema de procedimientos estadísticos que permita obtener continuas actualizaciones en los indicadores usados para la asignación presupuestal de los recursos públicos, principalmente a nivel regional y local. Asimismo, el seguimiento de metas de desarrollo no puede realizarse sin información de amplia cobertura y continuidad en el tiempo. Esto implica recoger permanentemente información de los diferentes puntos del país durante el período intercensal decenal. Es en base a estas consideraciones que el Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, está proponiendo una metodología que permita un levantamiento de información suficientemente representativa para los principales requerimientos censales, pero que se realice en puntos determinados de tiempo con lapsos menores entre sí. Esto involucra la enumeración de la población por medio de una encuesta acumulativa continua con cobertura nacional a través de un período de tiempo. Tal complementación posibilitará que los datos recolectados cada año pueden ser usados para obtener modelos más exactos de estimaciones intercensales (por ejemplo, población a nivel distrital o el cálculo de las NBI para la distribución de recursos a municipios locales) que las que se producen con el enfoque tradicional de aplicación decenal. Por todo lo anterior, y teniendo en cuenta que la provisión oportuna de información estadística pertinente y actualizada es una base indispensable para el desarrollo sostenible en las esferas económica, demográfica, y social, el INEI ha diseñado un Plan Censal que combina una operación universal para levantar la información demográfica básica de la población junto con los indicadores requeridos por el Gobierno Central para la asignación de recursos presupuestales locales; y una operación continua intercensal, basada en encuestas a hogares a nivel de todo el país, que permita una permanente actualización de la información social, laboral, de salud, educación, condiciones de vida y pobreza. 2 ¿Es cierto que el censo nacional de población debió efectuarse hace cinco años, es decir, en el año 2000? De acuerdo a los usos convencionales del siglo anterior, los censos nacionales de población se debían realizar con una periodicidad al menos decenal y, en tal caso, realizarse a principios de cada década. Por lo tanto, sí correspondía hacer un censo nacional de población en el año 2000. Sin embargo, la gestión del INEI de aquel momento no llevó a cabo el censo nacional de población que correspondía ejecutar en dicho año, de acuerdo a las usanzas del siglo anterior. ¿Es cierto que la actual gestión del INEI ha propuesto reemplazar el censo decenal por una serie de empadronamientos durante varios años? No es cierto que la actual gestión del INEI haya propuesto reemplazar el censo decenal por una serie de empadronamientos durante varios años. El empadronamiento, entendido como el levantamiento de datos básicos del total de la población del país, sólo se haría cada diez años. Por tanto, tampoco es cierto que la actual propuesta del INEI impida conocer la población exacta del país en algún momento determinado del tiempo. Justamente esa información se obtendrá al principio del nuevo procedimiento censal, siendo la base para las demás operaciones estadísticas oficiales sobre las condiciones socioeconómicas del país. Junto a esto, lo que la actual gestión del INEI ha propuesto más bien es una novedosa metodología consistente básicamente en que, inmediatamente después de completado el empadronamiento, se inicie una muy importante operación continua de levantamiento de encuestas de hogares a nivel de todo el país para mantener siempre actualizada la información socioeconómica con precisión distrital. Por otra parte, los temas que serán incluidos en dichas encuestas están siendo establecidos en la instancia rectora del censo que de acuerdo a la legislación vigente es la Comisión Consultiva, en la cual están representados todos los sectores del Estado junto con representantes de las universidades. ¿Cuántos países de la región incluyeron en sus censos de la década del 2000 alguna pregunta sobre ingresos de los habitantes? Fueron pocos los países del Hemisferio que en sus censos nacionales de población de la década del 2000 incluyeron preguntas sobre ingresos: Brasil, Canadá, EEUUA, Jamaica, México, Panamá, Santa Lucía y Venezuela. 11 países, sin embargo, no incluyeron dicha pregunta en sus respectivos censos nacionales de población. Estos países son: Argentina, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, y República Dominicana. Por lo demás, cabe recordar que en el censo nacional de población del Perú del año 1993, no hubo ninguna pregunta sobre ingresos. 3 ¿En el Perú se ha incluido alguna vez en los censos nacionales de población alguna pregunta sobre ingresos? En el censo nacional de población del año 1961 se preguntó el sueldo o salario pero sólo a empleados y obreros; en caso de ser empleado, se pedía indicar el sueldo del mes previo al censo, y si fuera obrero, el salario de la semana previa. Fue la única pregunta referida a ingresos. En el año 1972 de nuevo se preguntó sólo a empleados y obreros, y sólo para la ocupación principal; en caso de ser empleado, se pedía indicar el “sueldo normal” del mes; si obrero, el “pago normal” semanal. Cualquier otro tipo de ingreso de estos grupos quedó excluido, así como se excluía los ingresos de los demás sectores de la población. Es obvio que en ambos casos quedaba al margen del esfuerzo censal el buscar información sobre los ingresos de la mayor parte de la población. En el censo nacional de población de 1981, hubo la siguiente pregunta sobre ingresos: “Por todas sus ocupaciones, ¿cuánto fue el total de sus ingresos [en soles] en… semana de referencia? / mes pasado? / semestre pasado?”. Las respuestas son excluyentes; es decir, sólo debía consignarse una de estas opciones. Por lo demás, esta pregunta sólo se aplicaba a la población económicamente activa. El censo nacional de población del año 1993 no hubo preguntas sobre ingresos. En un país como el nuestro, y según demuestra toda la experiencia estadística relevante al respecto de este tema, la información sobre ingresos se obtiene de manera estadísticamente más confiable y veraz mediante encuestas de hogares. Visite la página web http://www.inei.gob.pe/DocumentosPublicos/Censos2005.htm INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA Av. 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