La tan ansiada paz. - La Palabra Israelita

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2
VIERNES
01
DE JUNIO DE
PARASHAT HA’SHAVÚA
12 DE SIVAN DE 5772
Nasó
LA PALABRA ISRAELITA
2012
ENCENDIDO
DE VELAS
DE S HABAT
JUECES 13:2-25
POR
17:25
HORAS
RAB. MARCELO KORMIS
MKORMIS@ CIS. CL
La tan
ansiada paz
Esta semana leemos una de las partes
más conocidas de la Torá: Birkat
Cohanim - la bendición sacerdotal.
Esta bendición ha sido adoptada
como parte del ritual por distintas
religiones y en el judaísmo la decimos
en diversas oportunidades.
Esta bendición termina afirmando
uno de los valores centrales que D’s le
entregó al hombre: la paz. Veyasem
leja Shalom - Que D’s te dé la paz
(Bemidvar 6:26). Es tan importante
este valor de la paz, principalmente
en el hogar, que D’s mismo cambió
una frase para que no estallara
rencilla entre Abraham y Sara. En
Bereshit, capítulo 18, se narra que la
casa de Abraham fue visitada por tres
ángeles. En la conversación Sara dice
que no puede tener hijos «porque mi
esposo es anciano». Cuando estos
mensajeros hablan con Abraham
cambian la frase y dicen que Sara
expresó: «yo ya estoy anciana». ¿Por
qué modificaron la frase? ¡Por la paz!
para que los esposos no se culpen
entre sí responsabilizándose uno al
otro por la falta de hijos.
Otro interesante ejemplo con
respecto a la supremacía de la paz en
el hogar, muestra a D’s dispuesto a
que su nombre, escrito en santidad,
sea borrado. Cuando un hombre
sospechaba que su mujer le era infiel,
entonces la llevaba ante el sacerdote
quien le daba de beber agua en que se
había puesto una serie de escritos en
los que figuraba previamente el
nombre de D’s (ver Bemidbar,
capítulo 5).
Así vemos que Shalom en la
tradición judía significa también
integridad, armonía. Es el ideal
máximo. Empezando por la paz en el
hogar, nuestro templo sagrado.
Aquel que no tenga paz en su hogar,
difícilmente la tenga dentro de sí.
Shabat es justamente el momento de
la semana en el cual podemos curar
todas las heridas y recomponer todas
las relaciones para lograr el tan
ansiado Shalom, la tan ansiada paz.
Shabat Shalom.
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OPINIÓN
David Harris
El líder del Comité Judío
Americano y las diez razones
por las que admira a Israel
El director Ejecutivo del Comité
Judío Americano (AJC) David
Harris, salió al cruce de las reiteradas informaciones periodísticas contra Israel y destacó que
la identidad del pueblo judío se
centra en «la fe de su gente, su
pueblo y su tierra».
En una columna de opinión
titulada «Diez razones por las
que admiro a Israel», el dirigente comunitario resaltó la importancia de la tierra de Israel para
el pueblo judío. «Jerusalem, física y metafísicamente, está en el
centro de la existencia judía. La
determinación de los judíos por
reafirmar ese vínculo miles de
años después es impresionante», dijo.
En el segundo escalón de las razones por las que admira a Israel, Harris apuntó que «aquellos que vivían o que
volvieron a la tierra (de Israel) antes del renacimiento del
Estado en 1948, enfrentaron desafíos indescriptibles».
«Esos desafíos –continuó– podrían fácilmente haber derrotado a las personas menos determinadas. El propio terreno era duro e inflexible. Los pantanos estaban infestados de enfermedades. El agua era escasa. Grupos árabes
errantes los ponían en riesgo. Pero ellos insistían».
El dirigente del AJC apuntó en tercer lugar que «estos
pioneros, contra todo pronóstico, dieron a luz a un campo
tras otro, árbol tras árbol, trabajo tras trabajo (para los judíos y árabes por igual), y barrio tras barrio».
Asimismo, en el cuarto lugar, Harris comentó que la
política de Estado se adoptó sin complicaciones.
En este sentido, el dirigente señaló que a 50 años de la
visión de Teodoro Herzl, «renació una nación judía a partir del Plan de Partición de la ONU de 1947», que instaba a
la creación de un Estado árabe y otro judío y obligaba a
Gran Bretaña a abandonar el territorio.
«En quinto lugar, el liderazgo judío entiende que la mitad de un pan es mejor que nada. Mientras que los judíos
hubieran deseado un Estado más grande, y creen que los
hechos históricos lo justifican, el pragmatismo prevaleció
sobre el maximalismo. Y ahí radica la diferencia fundamental entre los líderes judíos y árabes de la época, y desde entonces», sostuvo Harris en la columna de opinión publicada por The Jerusalem Post.
Para Harris, «el Plan de Partición de 1947 podría haber
resuelto las aspiraciones nacionales de los judíos y árabes
por igual (es decir, los palestinos, aunque el término no
fue utilizado por la ONU)». «Pero la insistencia árabe en
el pan entero desencadenó la guerra. La guerra, a su vez
ha creado el problema de los refugiados palestinos, y que
el sueño de todo el pan continúa siendo alimentado por
los dirigentes palestinos», añadió el dirigente.
«En sexto lugar, la guerra de 1948 para aniquilar el nuevo Estado podría haber sido la primera y, sí, la última guerra de Israel, pero no fue así. Ampliamente superados en
número, los 650 mil judíos podrían
haber sido vencidos por los cinco ejércitos árabes, incluyendo a los jordanos
británicos entrenados», dijo Harris,
quien valoró el esfuerzo de los
israelíes para imponerse y defender
su derecho a existir.
En el séptimo lugar, Harris destacó la «extraordinaria» capacidad de
Israel para defenderse. «Un país del
tamaño de Nueva Jersey, sin una topografía militar favorable, ha resistido repetidos ataques de todo tipo,
guerras, disparos de misiles, ataques
suicidas con bombas, secuestros, guerra jurídica, y hoy en día libelos de
sangre», sostuvo.
Harris resaltó en el octavo lugar,
la capacidad de Israel para forjarse en «la sociedad vibrante que muchos predijeron».
El líder del AJC se preguntó también cómo Israel pudo
absorber a los judíos procedentes de decenas de países con
diferentes idiomas, tradiciones políticas, normas culturales y prácticas religiosas. «¿Cómo puede Israel forjar un
Estado democrático cuando tantos refugiados procedían
de países no democráticos, países árabes y sociedades comunistas?», se preguntó.
«64 años después del renacimiento de Israel, se puede
decir que las fuerzas centrípetas que obligan al Estado en
conjunto son muy superiores a las fuerzas centrífugas en
el trabajo –y eso es toda una hazaña, dada la magnitud de
cada uno de los desafíos», afirmó.
«En el noveno lugar, frente a la incesante amenaza y
peligro, Israel podría haber convertido la esperanza hacia
el interior, abandonado y renunciado a la paz, pero con
toda seguridad no lo ha hecho», subrayó.
Harris indicó que pese a los reiterados fracasos por llegar a un acuerdo con sus vecinos, «Israel todavía se aferra
a la creencia de que la paz, basada en el compromiso importante del territorio y una solución de dos Estados, es
posible».
En la última posición, el titular del AJC destacó que los
turistas ven lo que es Israel cuando pisan el territorio hebreo.
«Muchos que visitan por primera vez han comentado
que no tenían idea de que Israel era tan pequeño o que se
enfrentaba a retos de seguridad tan complejos», sostuvo, a
lo que agregó que muchos «no tienen idea de que el árabe
es un idioma oficial y los árabes israelíes, incluso aquellos
que se oponen a la existencia misma del Estado, han sido
elegidos para el parlamento israelí».
«Ellos eran conscientes de que las iglesias y las mezquitas se encuentran en todas partes, con plena libertad de
culto protegido», aseguró.
«Durante casi 2000 años, los judíos sólo podían soñar y
orar por el renacimiento de Israel. Hoy en día, es la vida, la
respiración y la realidad palpitante. Y yo me encuentro
entre los afortunados para ver cómo se despliega ante mis
propios ojos», concluyó Harris.
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