LA MUY NOBLE, VALEROSA Y LEAL VILLA DE CUCUTA Palabras del Presidente Betancur en Cúcuta con motivo de la celebración de los 250 años de su fundación: Junio 17 de 1983. 1.- ALERO, DESPENSA Y REFUGIO DE LA PATRIA Colombia celebra hoy con satisfacción y beneplácito los doscientos cincuenta años de vida de Cúcuta, acreedora por mil títulos al respeto, al amor y a la gratitud de la república. De esos sentimientos quiero dar testimonio a nombre del pueblo y del gobierno, un pueblo y un gobierno que bien puede decirse que tuvieron en la Cúcuta de 1821, la confirmación premonitoria de su existencia. Escenario de epopeyas inverosímiles, Colombia presenta un sinnúmero de lugares y ocasiones propicios a la conmemoración jubilosa. Pero pocos reúnen tantos motivos para celebración y reflexión como esta ciudad y este aniversario. Porque Cúcuta ha sido sucesivamente punta de lanza en la selva reacia; fundación ordenada de la fe y del civismo; cuna de Santander, el organizador de la victoria, y el hombre de las leyes, arquitecto civil de la república; alero, despensa y refugio de la patria naciente; forja de la constitución; símbolo de la Gran Colombia; afirmación de coraje y voluntad de vivir, cuando resurge del terremoto que no deja de ella piedra sobre piedra; frontera y puente entre las dos hijas predilectas de Bolívar; almácigo de próceres civiles y polo de progreso económico; en suma, lo que ya sabían sus vecinos que sería, al pedir al rey de España que como reconocimiento a sus ejecutorias, cuando aún no tenía sesenta años, la declarase, como lo hizo Carlos IV, villa muy noble, valerosa y leal. 2.- LA CIUDAD DE TRES DESTINOS Sucedió esto, coincidencialmente, el mismo año de 1792 cuando nacía en la Villa del Rosario, que es como decir dentro del mismo ámbito de aquel San José de Guasimales del Valle de Cúcuta cuyo natalicio celebramos, don Francisco de Paula Santander, alterno del Libertador y Padre de la Patria, sin el cual esta no se entendería y aquél probablemente no habría logrado hacerla. Es decir, que en un mismo año las fuerzas ciertas del pasado y las fuerzas misteriosas del futuro, señalaban a Cúcuta como ciudad histórica, como ciudad de categoría superior y como ciudad de destino inmortal. Categoría y destino que la ciudad noble y leal ha mantenido y servido hasta hoy, con decisión y perseverancia, sacrificio y cordialidad, como sirvieron siempre a su rango y a su vocación los caballeros y las damas de las más altas edades históricas. Para fortuna de todos nosotros, siempre se respiró por estas tierras santandereanas ese hálito caballeresco, afirmativo y testimonial, que le sirvió al espíritu cristiano para completar la redondez del mundo y la civilización del hombre: aliento vital que sigue animando a esta raza ejemplar, que lo mismo domina a una naturaleza bravía, que atiende con abnegación al sacrificio diario, o construye con esperanza el hermoso futuro que merece. 3.- LA FRONTERA Y EL PUENTE Marca de frontera y puente de unión, aquí aparece el conflicto eventual pero surge también la solución, inspirada en la historia común que nos indica y exige servir a la fraternidad por encima del egoísmo. Las relaciones colombo-venezolanas, que en Cúcuta se concretan en cotidiana realidad, fuente unas veces de satisfacciones y otras de sinsabores, han de seguir siendo ejemplo de convivencia y de solidaridad entre hermanos, nunca posibilidad de rencilla que origine rencor. Las realidades circunstanciales, no siempre deseables, son precisamente eso, circunstanciales y por esencia cambiantes. Nuestra obligación es modelarlas, conducirlas hacia la satisfacción recíproca; no dejarnos manejar por ellas, no abandonarnos al empuje por ellas, hacia zonas emocionales propicias a contradicciones difíciles de superar: al contrario, hay que mantener una actitud al mismo tiempo lúcida y entusiástica, clara de cabeza y fervorosa de corazón, para afrontar y resolver nuestros mutuos problemas, con la regla de oro de comprensión entre socios de una empresa solidaria y común, para que todo se atienda con la luz fortaleciente de la razón y el entusiasmo creativo de la voluntad. 4.- EL LLAMAMIENTO A LA ACCION Frente a situaciones problemáticas actuales, surgidas de causas externas, el gobierno quiere dejar testimonio de su deseo de servir, su intención de acertar, su solidaridad con Cúcuta; y su preocupación por los fenómenos exógenos que afectan a la ciudad de modo inmediato; y dejar testimonio de que seguiremos pensando y obrando con esa clara decisión. Sabemos que Cúcuta tiene doble y vital preocupación: su acueducto y su alcantarillado, que han sido obras postergadas por muchos años, y de las cuales sabemos también que cada día que pase sin llevarlas a cabo, marcará un nuevo perjuicio para esta gran ciudad pero también para el país, porque Cúcuta es punto neurálgico para nuestra imagen, para nuestra soberanía y para nuestro propio orgullo nacionalista. No podemos resignarnos a que nuestros compatriotas de la frontera sientan que sus hermanos del otro lado son mejor tratados, por la circunstancia de no haber nacido en Colombia. Pues bien, hemos analizado el tema con objetividad y sin pretensiones distintas a recuperar la credibilidad del estado y de hacer honor a su obligación elemental con la comunidad con ese solo criterio, enuncio ante Ustedes el problema y su solución: 1) El proyecto integral de acueducto y alcantarillado se estima, a precios de 1983, en 1.800 millones de pesos. 2) La firma Hidrosán Ltda., a cargo de los estudios y el diseño del acueducto, y la firma Camilo Silva y Cía., a cargo de los estudios y diseño del alcantarillado, trabajan en la pronta entrega de los elementos indispensables para la apertura de licitaciones sobre varias etapas del proyecto, que podrán ser adjudicadas antes de terminar el año. Son las siguientes: - Toma de agua en Termo-tasajero; - Estación de bombeo de Termo-tasajero; - Línea de impulsión de 39” de diámetro entre Termo-tasajero y planta de tratamiento en Carmen de Tonchalá; - Planta de tratamiento en Carmen de Tonchalá; - Línea gravitacional de 42” de diámetro entre planta de tratamiento y estación de bombeo de Cúcuta; - Estación elevadora de agua tratada; - Línea de conducción entre la estación elevadora y el tanque de Juan Atalaya; - Interceptor derecho del río Pamplonita; y - Prolongación del canal Bogotá. 3) Los diseños para las demás etapas del proyecto, principalmente la construcción de la nueva red de distribución de agua para 2.400 litros por segundo, y para los componentes del alcantarillado, serán entregados al comenzar el año 84 y las obras se iniciarán en el transcurso de dicho año. 4) El tiempo de ejecución total del proyecto, que se había calculado para 4 años, será reducido a dos años. 5) Teniendo en cuenta la cuantía de la inversión requerida y el carácter urgente de la obra,- así como su importancia nacional, no simplemente municipal y regional,- el gobierno se vinculará con 800 millones de pesos, para que el “Fondo Financiero de Desarrollo Urbano” del Banco Central Hipotecario, otorgue un crédito por 1.000 millones de pesos a fin de hacer posible la plena realización del proyecto: esta decisión fue aprobada ayer por la Junta Monetaria. Es obvio que la acción en que se compromete el estado,- con la plenitud de sus instrumentos a nivel nacional, departamental y municipal-, no será suficiente sin la cooperación convencida y permanente de los dirigentes políticos, de los grupos cívicos y económicos, y de todos y cada uno de los ciudadanos de Cúcuta. Esta es una obra de todos y para beneficio de todos, pero su ejecución puede ponerse en peligro por la incomprensión o por la ineficiencia de una sola institución, o por la desidia culposa de una persona cualquiera. 5.- VIVIENDA PARA CUCUTA Por otra parte, la acción combinada del Banco Central Hipotecario, del Instituto de Crédito Territorial y de las Corporaciones de Ahorro y Vivienda, ha puesto en marcha ya, para entrega durante el presente año, programas de vivienda popular y media de gran alcance. El Central Hipotecario había aprobado durante este año, hasta mayo 31, créditos por 1.150 millones de pesos para 1.100 soluciones. Debe destacarse la financiación a la Empresa de Desarrollo Urbano de Cúcuta, por valor de 298 millones, para 184 apartamentos, dentro de un programa total de 893 soluciones. Asimismo, debe mencionarse el crédito por 612 millones para “Constructura Tasajero” y “Constructura Prados del Norte”, con destino a 678 soluciones de menos de 1.500.000 pesos, dentro de proyectos que en su ejecución total ofrecerán 2.050 nuevas viviendas. Por su parte, las demás corporaciones de ahorro y vivienda que operan en Cúcuta, han asegurado hasta la fecha la financiación de 400 soluciones habitacionales, con créditos cercanos a los 300 millones de pesos. Es justo reconocer que la falta de acueducto y alcantarillado para los planes masivos de vivienda, principalmente los del Instituto de Crédito Territorial, están siendo superados con imaginación, mientras llega la gran solución que el gobierno se ha comprometido a dar. Es así como el Instituto de Crédito Territorial y el Ministerio de Defensa Nacional han convenido ya en la excavación de grandes pozos profundos en los terrenos de Torcoroma, para hacer posible, antes de terminar este año, la iniciación de un ambicioso programa de lotes con servicios y de conjuntos multifamiliares, para cerca de 15.000 familias que, en buena parte por autoconstrucción dirigida, y con recursos de todo el sistema de ahorro y vivienda, encontrarán allí techo propio durante los próximos 3 años. Todo lo anterior, representa recursos asegurados de inversión, durante los próximos 12 meses, por valor cercano a 1.500 millones de pesos, que significarán techo propio para 1.500 familias de ingresos bajos y medios. Finalmente me complace informar que el Fondo de Desarrollo Urbano termina de desembolsar un crédito de 70 millones al Norte de Santander, para acueductos y alcantarillados de 13 municipios; y que una nueva solicitud por 290 millones, será aprobada para completar el anterior programa y para abrir nuevos frentes en otros municipios. La ciudad que con tan rotundas ordenanzas organizaran doña Juana Rangel de Cuéllar y don Juan Antonio Villamizar; y que durante doscientos cincuenta años, ha dado a los colombianos altísimo ejemplo de dignidad, puede estar segura de que el gobierno seguirá atento a sus dificultades; que el país entero estará dispuesto a apoyarla; que la nación está con ella, en sus tribulaciones y en sus alegrías, como esta celebración natalicia, en la que todos sus compatriotas nos unimos a los cucuteños, en un coro unánime de alabanza a la que es pila bautismal de la república; alcázar y templo de la patria; símbolo vivo de su fe en el Dios de las naciones; y testimonio de lo que pueden (ejercidas con generosidad y perseverancia), las mejores virtudes de su pueblo, cuando se levanta - como el nortesantandereano y el cucuteño - de la furia de la naturaleza o de los cataclismos económicos, a entonar los himnos resonantes de la patria.