EL MODELO RENTA GASTO EN UNA ECONOMÍA ABIERTA Profesor: Ainhoa Herrarte Sánchez Dpto. de Análisis Económico: Teoría e Historia Económica Mayo de 2004 Cuando consideramos una economía abierta los componentes de la demanda agregada (gasto agregado en bienes interiores) son: consumo privado, inversión privada, gasto público y exportaciones netas. Es decir, a la demanda agregada debemos sumarle el gasto en bienes interiores que realiza el resto del mundo (exportaciones) y restarle el gasto que realizan los residentes en nuestro país en bienes exteriores (importaciones). Por tanto: DA = C + I + G + XN Donde: C = C + α (1 – t )Y I= I G= G XN = X – M X= X M= M + mY Exportaciones: Las ventas de bienes y servicios interiores al resto del mundo dependen de la capacidad de pago por parte del resto del mundo, es decir, de la renta externa y también del precio relativo que deben pagar en el exterior por nuestros bienes, es decir, del tipo de cambio real. Un incremento de la renta externa supone que el resto del mundo tiene mayor capacidad para comprar tanto bienes de su país como bienes y servicios externos. Por tanto, un incremento de la renta externa supone un incremento de las exportaciones. Adicionalmente, el precio que debe pagar el resto del mundo por nuestros bienes y servicios depende del tipo de cambio nominal existente entre las monedas de los dos países que comercian, así como de los precios relativos de los bienes y servicios comercializados, esto es, el tipo de cambio real. Una apreciación real del euro frente al dólar encarece los bienes internos para el exterior, reduciendo por tanto las exportaciones de bienes y servicios. Prof.: Ainhoa Herrarte Sánchez Universidad Autónoma de Madrid No obstante, dado que la renta externa es una variable exógena (es decir no determinada internamente en el modelo) para la renta de equilibrio de nuestra economía y asumiendo que el tipo de cambio real permanece constante, la función de exportaciones quedará explicitada de forma exógena: X = X Importaciones: Las importaciones de bienes y servicios son nuestras compras de bienes y servicios al exterior. Las variables económicas determinantes de nuestras compras al exterior son nuestra renta (Y) y el tipo de cambio real. Cuanto mayor sea nuestra renta, mayor será nuestra capacidad de gasto para comprar tanto bienes internos como externos. Asimismo, una apreciación real del euro, dado que implica que los bienes externos se abaratan en relación con los bienes interiores, implicará un incremento de las importaciones. No obstante, al igual que en el caso anterior, asumiremos que el tipo de cambio real no varía, por lo que podemos expresar las importaciones como la suma de un gasto autónomo de importaciones (es decir el gasto en bienes y servicios exteriores que se realiza independientemente del nivel de renta) y un gasto de importaciones relacionado con la renta del país, de tal forma que, dado el gasto autónomo, un incremento de la renta interna suponga un incremento de las importaciones. En concreto la función de importaciones quedará definida por la siguiente expresión: M= M + mY , donde “m” es la propensión marginal a importar, es decir, lo que varían las importaciones de bienes y servicios al variar la renta (m=∆M/∆Y). Al igual que la propensión marginal a consumir, “m” es un parámetro cuyo valor oscila entre 0 y 1, indicando qué parte del incremento de renta es destinado a importar bienes y servicios. Así, si m = 0.4 significa que de cada incremento de renta, el 40% es destinado a la compra de bienes y servicios importados. Definidos ya todos los componentes de la demanda agregada en una economía abierta, el siguiente paso es el cálculo de la renta de equilibrio, es decir, el nivel de producción para el cual los deseos de gasto por parte de los agentes económicos coinciden con la producción realizada por las empresas: DA = Y, y por tanto la variación de existencias es nula. Sustituyendo cada componente correspondiente expresión llegamos a: de la demanda agregada por su Y = C + α (1 – t )Y + α TR + I + G + X - ( M + mY ) 2 Prof.: Ainhoa Herrarte Sánchez Universidad Autónoma de Madrid Despejando Y: Y - α (1 – t )Y + mY = C + + α TR + I + G + X - ( M ) Y= C + αTR + I + G + X − M 1 − α(1 − t ) + m Definida ya la renta de equilibrio en una economía abierta, el siguiente paso es conocer cómo afecta una variación de la demanda agregada a dicha producción de equilibrio. En concreto, vamos a analizar los efectos a corto plazo sobre el nivel de producción y empleo derivados de un incremento de las exportaciones. El efecto directo de un incremento de las exportaciones será un incremento de las exportaciones netas y consecuentemente de la demanda agregada, que se incrementará en la misma cuantía en que han aumentado las exportaciones: ∆DA = ∆X Al aumentar la demanda agregada se producirá un desequilibrio entre gasto y producción. Al ser ahora la demanda mayor que la producción las empresas verán cómo disminuyen sus inventarios (ya que tienen que vender más de lo que se ha producido en el período). Esta reducción de existencias provocará que las empresas decidan aumentar su producción para satisfacer el incremento de la demanda. Para que se restablezca el equilibrio entre demanda y producción, el aumento de la producción debe ser igual al aumento de la demanda (es decir, a lo que habían aumentado las exportaciones). El aumento de la producción conlleva un incremento del empleo y consecuentemente de la renta. Por tanto, el primer efecto derivado de un aumento de las exportaciones es un aumento de la producción y renta de la misma cuantía. ∆Y1 = ∆DA = ∆X No obstante, el proceso económico no se detiene aquí, ya que al aumentar la renta se modifica la renta disponible de las familias y por tanto el consumo privado. En concreto, el aumento de la renta provocará un aumento de la renta disponible que dará lugar a un incremento del consumo. Dado Yd = (1- t )Y, el incremento de la renta disponible será: ∆Yd = (1- t ) ∆Y1 = (1- t ) ∆X Por su parte, la variación del consumo dependerá de la variación de la renta disponible y de la propensión marginal a consumir: 3 Prof.: Ainhoa Herrarte Sánchez Universidad Autónoma de Madrid ∆C = α∆Yd = α (1- t ) ∆X Sin embargo, en una economía abierta, el aumento de la producción no sólo afecta al consumo de las familias, sino que también afectará a nuestras importaciones, ya que a medida que aumenta la renta, se incrementa el gasto interno y externo, es decir, nuestras compras de bienes y servicios al exterior. Así, el incremento de las importaciones dependerá de la variación de la renta y de la propensión marginal a importar: ∆M = m ∆Y1 = m ∆X Por tanto, existen dos efectos secundarios: • Un incremento del consumo privado que provocará un aumento de la demanda agregada y consecuentemente de la producción y renta. • Un incremento de las importaciones que provocará un descenso de la demanda agregada y consecuentemente de la producción y renta. El efecto sobre la renta de equilibrio será el resultado conjunto del incremento del consumo privado y de las importaciones. Finalmente (asumiendo que α(1–t)>m) se producirá un incremento de la renta de equilibrio, ya que el incremento de la demanda producido por el aumento del consumo privado es mayor que el descenso de la demanda producido por el incremento de las importaciones: ∆Y2 = ∆C - ∆M = α (1- t ) ∆X – m ∆X = ∆X [α (1- t ) – m] Por tanto el segundo incremento de la producción y renta viene determinado por el incremento inicial de la producción (∆X) ponderado por [α (1- t ) – m], que recoge el hecho de que parte del incremento de la renta es destinado a consumir produciendo un efecto positivo sobre la renta, así como el hecho de que parte del incremento de renta es destinado a importar bienes y servicios, produciendo un efecto negativo sobre la renta. Este segundo incremento de la producción tendrá nuevos efectos sobre el consumo y sobre las importaciones. No obstante, cada vez los incrementos del consumo y de las importaciones serán menores ya que, no todo incremento de la renta disponible se consume (parte se ahorra) y no todo incremento de la renta es destinado a la compra de bienes externos. ∆Yd = (1 – t ) ∆Y2 = (1 – t ) ∆X [α (1- t ) – m] ∆C = α ∆Yd = α (1 – t ) ∆X [α (1- t ) – m] ∆M = m∆Y2 = m∆X [α (1- t ) – m] 4 Prof.: Ainhoa Herrarte Sánchez Universidad Autónoma de Madrid ∆Y3 = ∆C - ∆M = α (1 – t ) ∆X [α (1- t ) – m] - m∆X [α (1- t ) – m] ∆Y3 = α2(1 – t )2∆X - 2α(1 – t )m∆X + m2∆X ∆Y3 = [α(1 – t ) – m]2 ∆X Como puede observarse, el tercer incremento de la renta es menor que el segundo y aún menor que el primero. Sin embargo, siempre que haya una variación de la renta continuarán produciéndose efectos inducidos sobre el consumo y sobre las importaciones, hasta que la variación de la renta sea tal que no permita nuevos aumentos del consumo ni de las importaciones. El incremento total de la renta vendrá determinado por la suma de los sucesivos incrementos de renta: ∆Y = ∆Y1 + ∆Y2 + ∆Y3 +.......+ ∆Yn ∆Y = ∆X + [α(1 – t ) – m]2 ∆X +[α(1 – t ) – m]3 ∆X + ....... [α(1 – t ) – m]n ∆X ∆Y = ∆X (1+ [α(1 – t ) – m] +[α(1 – t ) – m]2 + ....... [α(1 – t ) – m]n ) Simplificando: ∆Y = ∆X Donde 1 1 − α (1 − t ) + m 1 es el multiplicador del gasto en una economía abierta. 1 − α (1 − t ) + m Como puede observarse, este multiplicador es menor que el multiplicador del gasto en una economía cerrada. Esto se debe a que en una economía abierta, el multiplicador del gasto no sólo recoge los efectos inducidos sobre el consumo privado, sino también sobre las importaciones, que al contrario que el consumo, ejercen un efecto negativo sobre la renta interna puesto que se trata de un gasto en bienes y servicios exteriores. 5