Medicina en la antigua Grecia

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Empédocles de Agrigento (490−430 a. C.)
Filósofo presocrático griego, cuya personalidad está envuelta en la leyenda. Influido por Parménides,
Empédocles bebe también en las fuentes místicas del orfismo, lo que le hace aparecer como mago y profeta,
autor de milagros y revelador de verdades escondidas. Estuvo muy presente a lo largo de la historia con su
teoría de los cuatro elementos constitutivos del ser inmutable y eterno.
Vida y obras.
Empédocles vivió en el siglo V a.C., y perteneció a una ilustre familia. Vio la luz en Agrigento (Sicilia), y
llegó a ser jefe de la facción democrática de su ciudad natal. Su fama como científico y médico−taumaturgo,
unida a su posición social, le permitió ocupar importantes cargos en la vida pública. El final de su vida lo pasó
exiliado en el Peloponeso. Se forjaron varias versiones en torno a su muerte, la más conocida de todas es
aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna para ser venerado como un dios por sus conciudadanos.
De sus escritos se conservan únicamente los Políticos, el tratado Sobre la medicina, el Proemio a Apolo,
Sobre la naturaleza (sólo se conservan unos 450 versos de los 5.000 de que constaba la obra) y sobre las
Purificaciones (de argumento místico e inspirado en el orfismo). Parece que hay que considerar espúreas las
tragedias que se le atribuyen. Escribió sus obras en forma de poemas. Su doctrina parece depender en muchos
puntos de Parménides, a quien se supone conoció en un viaje a Elea.
Pensamiento filosófico.
El mundo y su constitución. El Amor y el Odio.
Empédocles, como Parménides, comienza estableciendo la necesidad y perennidad del ser. Pero su
originalidad consiste en conciliar dicha necesidad con el devenir, con el transcurrir de todo. Intentando
responder a esta cuestión, nos habla de cuatro "raíces" (rhicómata) eternas, los cuatro elementos naturales:
fuego, agua, aire y tierra. Estas raíces corresponden a los principios (arjé) de los jónicos, mas, a diferencia de
éstos, − que se transforman cualitativamente y se convierten en todas las cosas −, las raíces de Empédocles
permanecen cualitativamente inalteradas: son originarias e inmutables (se prepara así la noción de
"elementos"). Lo que provoca el cambio son dos fuerzas cósmicas que él llama Amor y Odio. (También en
esto Empédocles prepara el camino para la causa o fuerza natural). El Amor tiende a unir los cuatro
elementos, como atracción de lo diferente; el Odio actúa como separación de lo semejante. Cuando predomina
totalmente el Amor, se genera una pura y perfecta esfera toda ella igual e infinita, que goza de su envolvente
soledad. El Odio comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta la separación completa del
caos. De nuevo al Amor interviene para volver a unir lo que el odio ha separado, y así, las dos fuerzas, en sus
cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos.
El conocimiento.
Los cuatro elementos y las dos fuerzas que lo mueven explican asimismo el conocimiento, según el principio
de que lo semejante se conoce con lo semejante. Las cosas emanan flujos que, pasando a través de los poros
de los elementos, determinan el contacto y el reconocimiento.
La metempsícosis.
Sobre estas bases Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza (botánica, zoología y
fisiología), y expuso originales concepciones sobre la evolución de los organismos vivos, la circulación de la
sangre, y la sede del pensamiento en el corazón, tesis acogida durante mucho tiempo por la medicina. Esta
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doctrina de la evolución y transformación de todos los seres le da pie para la teoría de la metempsícosis: por
ley necesaria los seres expían sus delitos a través de una serie de reencarnaciones. "Yo he sido ya,
anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez habitante del mar". Solamente los hombres que
logren purificarse podrán escapar por completo del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los
dioses.
ðFilósofo presocrático griego, cuya personalidad está envuelta en la leyenda. Influido por Parménides,
Empédocles bebe también en las fuentes místicas del orfismo, lo que le hace aparecer como mago y profeta,
autor de milagros y revelador de verdades escondidas. Estuvo muy presente a lo largo de la historia con su
teoría de los cuatro elementos constitutivos del ser inmutable y eterno.
Vida y obras.
Empédocles vivió en el siglo V a.C., y perteneció a una ilustre familia. Vio la luz en Agrigento (Sicilia), y
llegó a ser jefe de la facción democrática de su ciudad natal. Su fama como científico y médico−taumaturgo,
unida a su posición social, le permitió ocupar importantes cargos en la vida pública. El final de su vida lo pasó
exiliado en el Peloponeso. Se forjaron varias versiones en torno a su muerte, la más conocida de todas es
aquella según la cual se habría arrojado al volcán Etna para ser venerado como un dios por sus conciudadanos.
De sus escritos se conservan únicamente los Políticos, el tratado Sobre la medicina, el Proemio a Apolo,
Sobre la naturaleza (sólo se conservan unos 450 versos de los 5.000 de que constaba la obra) y sobre las
Purificaciones (de argumento místico e inspirado en el orfismo). Parece que hay que considerar espúreas las
tragedias que se le atribuyen. Escribió sus obras en forma de poemas. Su doctrina parece depender en muchos
puntos de Parménides, a quien se supone conoció en un viaje a Elea.
Asclepio (s. II a.C.)
Médico griego, cuya época es incierta, probablemente del siglo II a.C. Es el primero que habla de un caso de
superfetación, a propósito de una mujer que dio a luz un segundo hijo seis meses después del primero.
Asclepio
Mitología] Asclepio.
Hijo de Apolo conocido como Esculapio por los latinos. Es el dios de la Medicina. Se le atribuyen dos hijos:
los médicos Podalirio y Macaón, aunque leyendas posteriores hablan de una esposa, Epíone, con la que tuvo
varias hijas: Aceso, Yaso, Panacea, Egle e Higía. Sus atributos eran serpientes enrolladas en un bastón y
también piñas, coronas de laurel, e incluso una cabra o un perro.
Su culto creó una verdadera escuela de medicina, aunque sus curas eran fundamentalmente mágicas. Su arte
era practicado por los Asclepíadas o descendientes de Asclepio, cuyo más conocido personaje es Hipócrates.
Mito.
Nacimiento.
Hay varias versiones sobre su origen. En la primera, su madre es Corónide, hija del rey tesalio Flegias. Amada
por Apolo, concibió de éste un hijo, pero estando embarazada mantuvo relaciones con un mortal, Isquis. El
dios, enterado del hecho por una corneja o por sus artes adivinatorias, castigó a la mujer. Cuando ésta se
encontraba ya en la pira que iba a quemarla, el dios arrancó al niño de su vientre. Otra versión cuenta que
Flegias, gran ladrón, fue a Epidauro (Peloponeso) a robar. En el viaje, su hija se ayuntó con Apolo del que
engendró a Asclepio. Al nacer éste, lo abandonó en una montaña llamada Mirtio, donde fue amamantado por
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una cabra y guardado por un perro. El pastor Arestanas, dueño de ambos animales, al ver la aureola del niño,
sospechó su origen divino y no quiso quedárselo. De este modo, quedó abandonado a su destino. Aún hay otra
versión más en la que Arsínoe, hija de Leucipo, es su madre.
Juventud y muerte.
Apolo confió el niño al centauro Quirón para que lo educase. Éste le enseñó los secretos de la Medicina,
materia en la que el niño destacó. Atenea le regaló la sangre de las venas de la Gorgona que tenían el poder de
matar, si eran del lado izquierdo, y de devolver la vida, las del lado derecho. Así, Asclepio resucitó a gran
número de mortales, entre los que destacan Capaneo, Licurgo, Glauco e Hipólito. Zeus, ante estas
resurrecciones, fulminó con un rayo a Asclepio, pues tenía miedo que echase a perder el orden del mundo. En
venganza, Apolo mató a los Cíclopes. Tras su muerte, Asclepio fue transformado en constelación y se
convirtió en el Serpentario.
Herófilo de Calcedonia (335−280 a.C.)
Médico griego nacido en Calcedonia, Estambul, hacia el año 335 a.C., del que se desconoce donde murió. Es
considerado uno de los fundadores de la escuela médica de Alejandría. Fue nombrado médico en la corte real
de Alejandría. Se cree que fue el primero en realizar disecciones en cadáveres humanos con fines de
investigación. Se le deben importantes descubrimientos anatómicos: describió el ojo, el cerebro, los
ventrículos y los vasos sanguíneos; descubrió la relación entre cerebro, médula espinal y nervios; constató la
sincronía del pulso con los latidos del corazón, y fue el primero en diferenciar entre arterias y venas. También
realizó estudios sobre el hígado, bazo y páncreas y aplicó el nombre actual de duodeno a la primera porción
del intestino delgado
Esculapio
Según los poemas homéricos, médico intachable de la estirpe humana. Más tarde la mitología lo incorporó al
Panteón como dios de la medicina. Se le supone hijo de Apolo y de Coronis, fue educado por el centauro
Quirón, a quien superó, quien le enseñó el arte de sanar las enfermedades de los humanos.
Acompañó a los Argonautas a la Cólquide y, a su regreso, devolvió la vida a la hermosa Hipólita, hija de
Teseo. El dios Hades (Plutón), furioso al verse despojado de su presa, clamó venganza ante Zeus, quien
castigó a Esculapio enviándole la locura. Sin embargo, para consolar a Apolo por la desgracia impuesta a su
hijo, lo elevó hasta el firmamento transformándolo en la constelación llamada Serpentaria. La gratitud de los
hombres lo convirtió en dios y recibió culto especial. Tenía en Epídauro un templo famoso por sus oráculos.
La Medicina en la antigua Grecia
Una de las ciencias que más tempranamente se cultivaron en la antigua Grecia fue la medicina. El estudio de
sus elementos de conocimiento básico, la anatomía y la fisiología, se realiza a partir de una serie de
profesionales, de características laico−artesanales, que en algunos casos estuvieron influidas por alguna
personalidad o grupo de phisiologoi presocráticos (en Cretona fueron los pitagóricos; en Agrigento,
Empédocles) y en otros casos fueron espontáneos practicantes, como ocurrió en Cos, Cnido, Cirene y Rodas.
"Es la medicina arte cuando quien la practica sabe qué hace y por qué hace lo que hace", con esta frase de
Pedro Laín Entralgo debe iniciarse el recuerdo de la medicina clásica griega, época en la que se inician
realmente el conocimiento y la práctica médica desde los mismos parámetros, al menos filosóficos y
antropológicos, con los que hoy se practica.
Se considera a Alcmeón de Crotona como el iniciador de la patología fisiológica o científica. En los siglos VI
a V a. de C., Alcmeón de Cretona definía la esencia de la salud: "La salud está sostenida por el equilibrio de
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las potencias: lo húmedo y lo seco, lo frío y lo cálido, lo amargo y lo dulce, y las demás". Con ella se inicia un
largo capítulo de la medicina, que dura 25 siglos.
Hipócrates de Cos es la gran figura de la medicina helena, y ha sido siempre considerado como "el padre de la
Medicina". En torno a él y su escuela se fueron fraguando grandes personalidades, cuyos escritos, en años y
siglos sucesivos, llegaron a constituir lo que hoy se conoce como Corpus Hippocraticum, un conjunto de
cincuenta y tres escritos anónimos que se reunieron en Alejandría y fueron editados hace ya más de un siglo
por Littré. De todos modos, aparte de la filosofía inicial helénica de considerar al médico como "un saber por
causas" y de múltiples hallazgos y definiciones de enfermedades y sus tratamientos, es de gran importancia el
valor que la ética médica adquiere en los escritos del Corpus Hippocraticum, entre los que destaca el
universalmente famoso "juramento" hipocrático, código moral de comportamiento del médico ante el enfermo
y la sociedad.
Los documentos que reflejan la actividad de dichas escuelas, especialmente la de Cos, Cnido y la siciliana,
son los referidos cincuenta y nueve escritos del Corpus Hippocraticum, pertenecientes a autores y épocas
diferentes, pero en su inmensa mayoría de los siglos V y IV. Aparte de su importantísimo contenido
propiamente médico, de intenciones curativas, esta colección incluye algunos escritos consagrados a una
anatomía todavía rudimentaria, y una doctrina fisiológica, la humoral, que es fundamentalmente una
combinación de los cuatro elementos de Empédocles con la del papel de los cuatro humores orgánicos. Una
doctrina que, en esencia, tendría un larguísimo predominio a lo largo de la historia
El mundo helenístico
En los siglos III y II antes de Cristo, período que denominamos helenístico, en el que la ciencia griega ya
consolidada se divulga y disemina por la amplia cuenca del Mediterráneo, es la anatomía humana el aspecto
científico médico que más se cultiva. En la Alejandría del siglo III a.C. alcanzó una altura que ya no volverá a
tener hasta el Renacimiento. Dos grandes figuras dominan dicha centuria: Herófilo de Calcedonia y
Erasístrato de Quío. Aunque sus obras anatómicas se han perdido, se puede reconstruir su brillante saber
morfológico a través de los escasos fragmentos que se conservan y de abundantes testimonios indirectos. Su
saber se basaba en la disección de cadáveres humanos, utilizando a los animales como simple término de
comparación. Muchas de las precisiones y de los detalles en él incluidos, en especial los referentes a los
sistemas nervioso y vascular, no serán recuperados hasta casi dos mil años más tarde.
Del saber anatómico alejandrino bebería toda la Anatomía antigua. El saber fisiológico estuvo íntimamente
unido a ella y dependiente de algunas de las grandes teorías biológicas. La más antigua de estas teorías era la
humoral, que como hemos visto procedía de los escritos del Corpus Hippocraticum. Más tarde, y sobre todo
en la época romana, alcanzó enorme difusión la teoría solidista, una adaptación a la biología del atomismo
epicúreo. También consiguió cierta vigencia aquella que, nacida al calor de las doctrinas estoicas, acentuaba el
papel desempeñado por el reuma en fisiología. La gran figura encargada de realizar la síntesis de los
conocimientos anatomofisiológicos de la Antigüedad fue el médico del siglo II d.C., Galeno de Pérgamo,
quien se dedicará fundamentalmente a dar forma canónica a la teoría humoral, aunque incluya algunos
elementos solidistas y neumáticos en su visión de la forma y la dinámica del cuerpo humano. Los esquemas
anatómicos y fisiológicos de Galeno serán los únicos dominantes hasta la Edad Media.
Asclepio / Esculapio
Era hijo de Apolo y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Ésta le era infiel, por lo que Apolo la
mató entregando a su hijo recién nacido al centauro Quirón para que lo criara. Quirón le educó en la ciencia
de la medicina y le enseñó todo sobre las hierbas, las plantas y la composición de los medicamentos, dando
lugar a que, gracias a su inteligencia, Asclepio sobrepasara las capacidades de su maestro.
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Tuvo ocasión de demostrar sus aptitudes acompañando a los Argonautas en su expedición a la Cólquide, pero
no se contentó sólo con curar a los enfermos sino que también ideó un sistema para resucitar a los muertos con
lo que dio vida a gran cantidad de personajes. Esto provocó que el Hades se quedará vacío por lo que el dios
de este inframundo se quejó a Zeus quien le mató con uno de sus rayos. Su muerte provocó su
engrandecimiento y Asclepio se convirtió, así, en dios de la medicina.
Asclepio / Esculapio
Era hijo de Apolo y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Ésta le era infiel, por lo que Apolo la
mató entregando a su hijo recién nacido al centauro Quirón para que lo criara. Quirón le educó en la ciencia
de la medicina y le enseñó todo sobre las hierbas, las plantas y la composición de los medicamentos, dando
lugar a que, gracias a su inteligencia, Asclepio sobrepasara las capacidades de su maestro.
Tuvo ocasión de demostrar sus aptitudes acompañando a los Argonautas en su expedición a la Cólquide, pero
no se contentó sólo con curar a los enfermos sino que también ideó un sistema para resucitar a los muertos con
lo que dio vida a gran cantidad de personajes. Esto provocó que el Hades se quedará vacío por lo que el dios
de este inframundo se quejó a Zeus quien le mató con uno de sus rayos. Su muerte provocó su
engrandecimiento y Asclepio se convirtió, así, en dios de la medicina.
Se le representa como un hombre barbudo con un palo con una serpiente enroscada y va acompañado
de un gallo a sus pies, símbolo de vigilancia. Sus hijos Podaliro y Macaonte también fueron grandes
médicos a la par que bravos soldados. Los enfermos de Grecia creían que si acudían a algún templo a él
consagrado y le ofrecían sacrificios éste se les aparecería en sueños recetándoles un remedio a su problema.
Serpentario (l. serpentariu)
1 m. Constelación boreal situada entre la Serpiente y Hércules.
serpentario
1 m. Ave rapaz accipitriforme de hasta 1 m. de longitud, plumaje blanco y negro, y patas muy largas que le
permiten ser una buena corredora; se alimenta de reptiles (Serpentarius serpentarius).
caduceo (l. −eu ;<− gr. kerykeios, del heraldo)
1 m. Atributo de Mercurio, usado hoy como símbolo de la medicina y el comercio; consiste en una vara lisa,
con dos alas a un extremo, rodeada de dos culebras.
La serpiente es el símbolo de la vida y la muerte
El Caduceo. Símbolo de Muerte y de Vida Eterna
La serpiente ha sido por siglos un ente lleno de misterio y de magia. Su caminar hipnotiza, su ataque aterra y
su veneno mata. También engaña y te hace un pecador prolífico como al padre Adán de la mitología hebrea, a
quien se le señala como directo responsable de la paternidad de los 5000 millones de humanos en este planeta,
cifra a la cual hay que restarle las bajas.
Es temida y adorada en los mitos de numerosos pueblos por su veneno, aunque también se la considera
símbolo de vida, ya que todos los años muda de piel. Gran parte de las culturas de la antigüedad la
consideraban una divinidad y, por lo tanto, le brindaban culto.
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Hacia 1600 a. de C., los habitantes de Creta, rendían culto a la diosa Serpiente, quien tenía un santuario en el
palacio de Cnosos, a quien le atribuían la propiedad curativa de la Madre Tierra; sin embargo, es muy posible,
que la presencia de la sierpe en la cultura griega, tenga su antecedente inmediato en la cultura egipcia. Es de
todos conocido el gran prestigio del que gozaba la medicina egipcia en aquellos tiempos, así como también es
conocida la presencia del reptil en la simbología egipcia (acuérdese del tocado de Cleopatra que tenía en la
frente una víbora áspid (el suicidio de Cleopatra −según versa la leyenda− fue por la mordedura de esta misma
culebra).
Luego entonces, el culto a la diosa serpiente del Santuario en el Palacio de Cnosos en Creta se inspira con
toda seguridad en la mitología egipcia quienes adoraban a la diosa Hathor, a quien se le representa siempre
con una serpiente.
Por otro lado, pero por el mismo rumbo, en Mesopotamia, el hijo de la divinidad Ninazu aparece representado
por una culebra. Así mismo una culebra enroscada en la vara del dios griego Asclepio (Esculapio para los
romanos) es todavía hoy el símbolo de los médicos. Asclepio es hijo de Apolo, que entre otras
responsabilidades tenía la de ser el dios de la medicina en la mitología griega.
Extracción de Esculapio del vientre de su madre Coronis,
por su padre Apolo. Relieve en madera de la edición "De
Re Medica", de Alessandro Benedetti.
Como se habrán dado cuenta, caros y escasos lectores, desde los orígenes de la medicina en las culturas más
antiguas y relevantes se nos ha relacionado con el reptante animal, el cual se encuentra presente en
logotipos de hospitales, facultades de medicina, ambulancias, llaveros y otras manualidades. Y todo
porque el griego Asclepio traía una, enredada en una vara.
Pero ¿quién fue Asclepio? ¿cuándo y por qué surge su culto? ¿porqué aún ahora lo invocamos con la
simbología que nos representa como gremio?.
El culto a Asclepio, hijo de Apolo, surge hacia los años 500 a de C. − 400 d de C., en casi todos los países
mediterráneos. En la Ilíada, Homero, invoca ya al rey Asclepio, describiendo al semi dios como un médico
excelente que adquirió sus conocimientos con el centauro Quirón.
Se dice que Asclepio participó en la batalla de Troya, junto con sus hijos Podaleiro y Macaón, considerados
excelentes médicos.
Se dice que Zeus, el cual tenía su carácter, le mató con un rayo por atreverse a realizar maniobras de
resucitación a los muertos. En Epidauro, el posterior lugar de culto de Asclepio, los sacerdotes modifican este
mito y lo propagan a partir del siglo VI/V a de C.
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Según la nueva leyenda, una amante del dios Apolo da a luz a su hijo común, Asclepio, en Epidauro. Luego
abandonan al niño en la montaña, donde una cabra cuida de su nutrición y un perro de su seguridad. Después
es recogido por unos pastores y a partir de ahí sus poderes curativos se vuelven famosos en todo el país. De tal
suerte que en los santuarios son adorados Asclepio y Apolo conjuntamente; sobresaliendo, por lo general, en
importancia el hijo respecto al padre.
Los sacerdotes de Epidauro amplían, además, la familia de Asclepio para el culto curativo. Así gana una
esposa, Epiona "la dulce" y varias hijas: Hygieia, la "salud" (de la que deriva el término higiene)*, y Akeso,
así como Iaso y Panakeia (panacea) "la que todo lo cura".
En las representaciones gráficas, Asclepio siempre aparece con dos símbolos: la serpiente y el perro. Por otra
parte, el bastón de Asclepio con la serpiente enroscada, era en sus orígenes un simple palo que le servía de
apoyo; sin embargo esta imagen del bastón con la serpiente ha seguido vigente convirtiéndose en un atributo
distintivo del dios curativo y de la amplia prole que, hasta la fecha, ejercen tan antiguo y distinguido oficio
(no confundir con otro oficio antiguo y también distinguido.)
El caduceo no se desarrolla hasta la edad media como símbolo de la Medicina y de los médicos.
El símbolo es vigente aún, pero a sentido algunas modificaciones. Por ejemplo, ahora se le hace acompañar de
alas, creo que por la ocurrencia de un soldado norteamericano asignado a tareas sanitarias en la guerra civil.
En la isla griega de Cos surge uno de los centros más famosos del culto a Asclepio, que a partir de los siglos
VI −V se extiende de Grecia hacia todo el imperio romano.
Los enfermos que visitan el santuario de Asclepio, que tarda varias generaciones en construirse, suelen venir
de muy lejos. Los peregrinos tienen la esperanza de que el dios médico les cure mientras duermen. El templo
estaba conformado por tres terrazas estructuradas en niveles y a las que se llegaban por grandes escalinatas.
En la terraza más baja se abrían numerosos pozos en donde se practicaban abluciones rituales. En la terraza
central, los peregrinos ofrecen sacrificios al dios. En ella se haya también el Tesauro o tesoro del templo.
Cada persona que obtiene la ayuda del dios debe hacer una donación; es decir, debe pagar honorarios. La
tercer terraza, a la que se llegaba por una majestuosa escalinata, era la más alta. Estaba rodeada por tres de sus
lados con salones columnarios. En este abatan se lleva a cabo el llamado sueño terapéutico, la "incubación".
Todo este servicio, proporcionado por sacerdotes que disponían a los enfermos en las salas donde se hallaban
dispuestas camas en las que se producen las curaciones mientras dormían.
El único documento que describe las actividades nocturnas, que acaecen durante el sueño terapéutico, es
un fragmento de una comedia escrita por Aristófanes. En ella, un esclavo inculto describe los hechos de la
siguiente manera: "Al anochecer los enfermos se acuestan en las camas de reposo (gr. cline; de donde
proviene el término clínico). Los siervos del templo (gr. therapeutes) apagan la luz y piden silencio. Un
sacerdote da entonces una vuelta para recoger el pan de oblación de los altares. Después aparece el dios
escoltado por sus dos hijas y un esclavo. Va de cama en cama para examinar a los enfermos y mezcla
ungüentos y jarabes".
Actualmente se considera que las causas psicosomáticas de muchas enfermedades, la disposición y la fe de los
que buscaban auxilio, así como la irradiación del lugar desempeñaron un papel decisivo en el éxito que
alcanzaron las curaciones en el templo bajo la protección de Asclepio.
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