Las bocas del dragón: las regiones costeras de China y las economías de aglomeración Pablo Bustelo Profesor titular de Economía Aplicada Universidad Complutense de Madrid Investigador principal (Asia -Pacífico) Real Instituto Elcano E- mail: [email protected] Texto redactado en febrero de 2005 y publicado en junio de 2005 en E. Palazuelos (dir.), Claves de la economía mundial, edición de 2005, ICEX-ICEI, Madrid, 2005. Desde que se inició la reforma a finales de los años setenta, los resultados económicos de China han sido impresionantes, como es sobradamente conocido. También es bien sabido que las regiones costeras del país se han beneficiado especialmente del auge. Al principio de la reforma, las autoridades experimentaron con cuatro zonas económicas especiales en el sur del país: Shenzhen, Zhuhai y Shantou, en la provincia de Guangdong (en el entorno de Hong Kong), y Xiamen, en la provincia de Fujian (frente a Taiwan). En los años noventa, se impulsó, en el este, la zona franca de Pudong, en la municipalidad de Shanghai, y se desarrolló el entorno de esa gran metrópoli. En la actualidad, el gobierno quiere revitalizar la zona nororiental, alrededor de Beijing y de la ciudad portuaria de Tianjin, región que fue la cuna de la industria pesada en la época de Mao. El entorno de esas tres regiones coincide a grandes rasgos con los tres principales polos de desarrollo de la China actual: en el sur, el delta del río de las Perlas (zhujiang), al que hay que sumar las regiones administrativas especiales (RAE) de Hong Kong, desde 1997, y Macao, desde 1999; en el este, el delta del río Yangtsé (changjiang); y, en la parte nororiental del país, la región del Golfo de Bohai, como puede apreciarse en el mapa adjunto. Pese a los intentos de promover el desarrollo de la región occidental con el llamado Plan Oeste (2000) y de extender, como una mancha de aceite, la prosperidad desde la costa hacia las provincias centrales, lo cierto es que, al menos por el momento, el grueso de la actividad económica de China sigue concentrado en las regiones costeras. Entre 1994 y 2003 la aportación de las regiones costeras (las provincias, regiones autónomas y municipalidades que se encue ntran entre la región autónoma de Guangxi al suroeste, en la frontera con Vietnam, y la provincia nororiental de Liaoning, fronteriza con Corea del Norte) al PIB de China ha pasado del 47% al 52%. En 1980 esa proporción era del 43%. El sector industrial ha tenido una evolución geográfica similar. Por tanto, todo parece indicar que desde el inicio de la reforma económica y especialmente en los 2 últimos diez años ha aumentado apreciablemente la concentración en la costa de la actividad económica, en general, y de la industria, en particular. Además, es muy posible que tal concentración continúe en años venideros, pese a los intentos de las autoridades de diversificar geográficamente el crecimiento y de hacer posible que las regiones interiores obtengan más provecho de la prosperidad costera. La razón principal es que ciertas zonas de la costa se han convertido en lugares que presentan notables economías de aglomeración, entendiendo por tales (en una definición amplia) las ventajas de diverso tipo asociadas con la concentración espacial de actividades económicas diversas y con la localización conjunta de las instalaciones productivas de un mismo sector; ventajas que se manifiestan sobre todo en menores costes de producción, transporte y transacción. Los polos de crecimiento principales El primer polo, tanto por haberse desarrollado antes como su mayor peso en la economía total, es el gran delta del río de las Perlas (GDRP), formado por las dos RAE de Hong Kong y Macao así como por la zona de desarrollo económico del delta del río de las Perlas (DRP), zona ésta compuesta por nueve ciudades y condados de la provincia de Guangdong, que suponen el 80% del PIB de dicha provincia. El GDRP es geográfica y demográficamente pequeño (en relación al conjunto de China) pero supone una quinta parte del PIB total del país (incluyendo las dos RAE). Con una extensión de 41.300 km2 (0,4% del total de China ), tenía una población censada en 2000 de 48 millones de habitantes (3,8%) y un PIB conjunto en 2002 de 282.000 millones de dólares (19,9%). El GDRP combina la capacidad organizativa y financiera de Hong Kong con la potencia manufacturera del DRP y, en mucha menor medida, con el peso de Macao en el turismo y algunos sectores de la industria ligera. El DRP está basado en la industria de bienes de consumo (confección, calzado, juguetes, productos eléctricos y electrónicos, plásticos, etc.), en una fuerte presencia de empresas extranjeras y privadas y ha sido la zona de 3 mayor crecimiento económico de China desde los primeros años ochenta (16% de media anual entre 1980 y 2002). El segundo polo es el delta del río Yangtsé (DRY), formado por Shanghai y 16 ciudades de las provincias circundantes (ocho en la provincia septentrio nal de Jiangsu y otras ocho en la provincia meridional de Zhejiang). Con una extensión de 100.200 km2 (1,1%), tenía en 2000 una población de 82,3 millones de habitantes (6,5%) y un PIB en 2002 de 231.000 millones de dólares (16%). Las actividades principales del DRY son hasta el momento la construcción, la electrónica y la industria pesada (en ese último caso, a cargo de grandes empresas estatales). El DRY ha experimentado un elevado crecimiento desde mediados de los años noventa (14% entre 1990 y 2002). El tercero es la región del Golfo de Bohai (RGB, siendo Bohai una parte del Mar Amarillo, situado entre China y la península coreana), formado por Beijing, Tianjin y la enorme provincia de Shandong. La extensión es la mayor de los tres polos (185.400 km2 , equivalentes al 2% de la superficie total de China) y su población censada era en 2000 de 115,1 millones de habitantes (9,0%) y su PIB en 2002 fue de 202.500 millones de dólares (14,3%). La RGB es la cuna de las industrias del petróleo y del acero de China, aunque desde hace algunos años está intentando desarrollar un sector de altas tecnologías, apoyándose sobre todo en los centros de investigación de la capital. Una aproximación al peso de esas tres regiones en la economía china (sin contar Hong Kong y Macao) figura en el cuadro 1. Se ha sustituido el DRP por toda la provincia de Guangdong y se ha remplazado el DRY por el conjunto formado por Shanghai y las provincias enteras de Jiangsu y Zhejiang, dada la extrema dificultad en encontrar datos desagregados y homogéneos para tan elevado número de ciudades. Del cuadro se desprenden algunos aspectos sobresalientes: la provincia de Guangdong, con apenas el 6% de la población total de China, fue el destino de más de una cuarta parte de la 4 inversión directa extranjera (IDE) que recibió el país en 1992-2002 y efectuó nada menos que una tercera parte del comercio exterior total en 2003; el DRY agrupa a la décima parte de la población, pero supone igualmente más de una cuarta parte de la IDE y más de una tercera parte del comercio exterior; finalmente, la RGB tiene una importancia económica bastante menor: 9% de la población, 15% de la IDE y 17% del comercio exterior. Cuadro 1. Las regiones costeras en la economía de China* Población % del total Densidad PIBpc % del total IDE 2 Mh, 2003 h/km , 2003 yuan, 2003 % del total X+M M$, 92-02 % del total M$, 2003 Guangdong 79,5 6,2% 446,9 17.140 162,4% 10.199 26,5% 283.645 33,3% Shanghai 17,1 1,3% 2.697,2 36.556 346,4% 3.212 8,4% 112.354 13,2% Jiangsu 74,1 5,8% 741,0 16.816 159,4% 5.468 14,2% 113.623 13,3% Zhejiang 46,8 3,6% 468,0 20.075 190,2% 1.467 3,8% 61.422 7,2% Yangtsé 138,0 10,7% 668,8 20.367 193,0% 10.147 26,4% 287.399 33,8% Beijing 14,6 1,1% 869,0 25.089 237,8% 1.449 3,8% 68.462 8,0% Shandong 91,3 7,1% 582,6 13.621 129,1% 2.595 6,7% 44.641 5,2% Tianjin 10,1 0,8% 844,9 24.238 229,7% 1.496 3,9% 29.358 3,4% Golfo de Bohai 116,0 9,0% 625,6 15.989 151,5% 5.540 14,4% 142.461 16,7% Resto 953,1 74,1% 102,5 7.920 75,1% 12.560 32,7% 137.702 16,2% 135,7 10.552 100,0% 38.446 100,0% 851.207 100,0% Delta del río Región del TOTAL 1.286,6 100,0% *: sin contar Hong Kong y Macao. Fuentes: National Bureau of Statistics y elaboración propia. Las iniciativas para difundir el auge hacia el interior Ante la concentración de la actividad en las regiones costeras y el aumento de la brecha entre tales regiones y las provincias interiores, el gobierno empezó a finales de los años noventa a promover diversas iniciativas para corregir esos desequilibrios. 5 Iniciada en 2000, la estrategia de desarrollo del oeste (xibu da kaifa) pretende aumentar la inversión pública y el capital externo multilateral y privado, así como la asistencia técnica, a 11 provincias y regiones autóno mas de la parte occidental del país (desde Guangxi y Yunnan en el suroeste hasta Xinjiang en el noroeste). Esa inmensa zona, cuya superficie representa más de la mitad de la extensión total de China y equivale a la de toda la India, suponía en 1999 el 23% de la población del país y el 16% del PIB. Aunque es naturalmente aún pronto para evaluar los resultados de Plan Oeste, lo cierto es que las cifras parecen indicar que el esfuerzo gubernamental no ha podido hasta ahora contrarrestar adecuadamente los graves inconvenientes de esa zona: alejamiento de los mercados de exportación, escasa densidad demográfica, baja renta per cápita y predominio de empresas estatales, entre otros. De hecho, si los datos oficiales son correctos, el peso del PIB de esas 11 provincias y regiones autónomas (en el PIB total de China) habría incluso disminuido del 16,6% en 1999 al 15,5% en 2003. Algunas de esas provincias son extremadamente pobres: por ejemplo, Guizhou, con 39 millones de habitantes en 2003 (3% del total), tenía un PIB per cápita de apenas 3.500 yuanes (425 dólares). La diferencia entre el PIB per cápita de Guizhou y el de las provincias costeras (entre 17.000 y 20.000 yuanes, es decir, entre 2.000 y 2.500 dólares) se antoja demasiado grande para que pueda ser estrechada sustancialmente en poco tiempo. Una segunda iniciativa fue el CEPA (Closer Economic Partnership Agreement) entre China y Hong Kong, que, firmado en 2003, entró en vigor en 2004. En virtud de ese acuerdo, los productos de Hong Kong pueden entrar sin barreras en el continente y las inversiones directas realizadas por empresas de Hong Kong y por filiales de empresas multinacionales instaladas en la RAE tienen trato preferente en China. El CEPA refuerza la integración económica entre Hong Kong y el sur de China y se espera de él que fomente los efectos de irradiación geográfica de la antigua colonia británica. Una tercera iniciativa, la más reciente y quizá también la más importante para calibrar los posibles efectos de arrastre del desarrollo de la zona costera sobre el interior, es el proyecto de 2004 llamado PDRP (Pan Delta del Río de las Perlas), formado por Hong 6 Kong, Macao y nueve provincias del sur y centro de China: Fujian, Jiangxi, Hunan, Guangdong, Guangxi (que es una región autónoma), Hainan, Sichuan, Guizhou y Yunnan. Ese esquema, llamado también 9 + 2, pretende crear un hinterland para Hong Kong y Guangdong así como hacer transpirar la prosperidad del sur “río arriba” a partir del delta. El PDRP tiene una extensión de casi 2 millones de km2 (una superficie que supone el 21% del total de China y que equivale a la del conjunto del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España). La población fue en 2002 de 446 millones de habitantes (el 35% de la de China, incluyendo Hong Kong y Macao), mientras que su PIB ascendió a 595.000 millones de dólares (el 41% del total). El PIB del PDRP, que creció hasta 630.000 millones de dólares en 2003, equivale al del conjunto de los diez países miembros de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN). El proyecto del PDRP surgió ante la pérdida de dinamismo relativo del GDRP respecto de DRY, que se achacaba a que Shanghai disponía de un inmenso hinterland, remontando el río Yangtsé, y de mejores accesos al mercado interior de China. Guangdong, para no perder el tren, impulsó un Foro de Cooperación y Desarrollo del PDRP en junio de 2004. Pese a ser un proyecto regional en el seno de un único país, su peso económico es comparable a la ASEAN en términos no sólo de PIB, como ya se señaló, sino también de población, comercio exterior y entrada de IDE. La idea es que el trabajo conjunto permita obtener importantes economías de escala. Para tal fin, los dirigentes de Hong Kong, Macao y las nueve provincias se han comprometido a facilitar el movimiento de capitales, mercancías y mano de obra en la región así como a acometer grandes obras de infraestructura (ferrocarriles hacia el este y el norte, autopistas hacia el interior, mejora de la gran vía fluvial de 2.000 km de largo que es el río de las Perlas). Los participantes en el PDRP se han fijado como objetivo que la zona tenga un PIB de 1 billón de dólares en 2010 (mayor que el actual de España) y de 2 billones de dólares en 2020 (superior al actual del Reino Unido). 7 Las regiones costeras y las economías de aglomeración Pese a los intentos gubernamentales de diversificar geográficamente el crecimiento, lo cierto es que el grueso de la actividad económica sigue situado en las regiones costeras y, lo que es más, es probable que lo siga estando en los próximos años. La razón principal es que la concentración de actividades económicas en las regiones costeras ha generado economías de aglomeración importantes. El aprovechamiento de las grandes obras de infraestructura, la proximidad de suministradores y clientes, la existencia de mercados de mano de obra cualificada y la difusión de efectos de aprendizaje e innovación, entre otros aspectos, han permitido bajos costes de producción y de transporte. Una competencia exacerbada entre empresas del mismo sector, junto con la fuerte orientación exportadora, han permitido conseguir un elevado nivel de calidad. La división geográfica del trabajo ha permitido obtener economías de escala y ha aumentado los efectos externos positivos. En la región meridional, Hong Kong es un centro internacional en los campos financiero, logístico y de servicios profesionales, mientras que el DRP es una base de producción manufacturera. Macao, cuya economía es diminuta en relación a las de sus poderosos vecinos, aporta turismo y, sobre todo, sus famosos casinos. Puede verse una comparación entre los tres polos del GDRP (en sentido amplio, esto es, incluyendo toda la provincia de Guangdong) en el cuadro 2. Aunque el PIB per cápita de Guangdong es todavía muy inferior al de Hong Kong y Macao, algunas estimaciones prevén que la provincia, gracias a su crecimiento acelerado, se podría convertir en una región de renta per cápita relativamente alta (como Corea del Sur o Portugal en la actualidad) hacia 2015. 8 Cuadro 2. Hong Kong, Guangdong y Macao Hong Kong Guangdong Población Densidad PIB PIBpc IDE X+M Mh, 2002 h/km2 , 2002 M$, 2002 $, 2002 M$, 2002 M$, 2003 6,8 6.340 78,6 436 168.300 141.689 24.750 1.803 13.718 (R)* 561.900 17.694 (E)* [43.700]** 11.300 (R) 283.645 sd (E) Macao 0,4 16.296 5.840 14.380 382 (R) 5.336 62 (E) [4.810]** *: R: IDE recibida; E: IDE emitida. **: suma de las exportaciones “domésticas” y de las importaciones “retenidas”. Fuentes: Banco Mundial, National Bureau of Statistics, OMC, UNCTAD y elaboración propia. La proximidad a Hong Kong es sin duda un factor determinante del auge del DRP y, por extensión, de la provincia de Guangdong. Hong Kong dispone del primer puerto de mar y del primer aeropuerto del mundo por volumen de tráfico internacional de mercancías. Su integración con el DRP se verá potenciada con el puente de 30 km que se va a construir hacia el oeste desde Hong Kong hacia Macao y la zona económica especial de Zhuhai. El DRP, por su fuerte orientación exportadora y su rápida urbanización, se ha convertido en un importante mercado para productos intermedios y servicios de transporte, materiales de construcción, viviendas, infraestructuras urbanas, etc. El desarrollo de las infraestructuras (autopistas, ferrocarriles, etc.) y de la urbanización (en ciudades como Shenzhen, Guangzhou, Dongguan y Foshan, entre otras, que superan cada una los 6 millones de habitantes) es extraordinario. En la región oriental, Shanghai, con más de 17 millones de habitantes, es la mayor ciudad de China. Ha progresado de manera espectacular desde que, a principios de los años noventa, las autoridades le dieran prioridad en el marco de la estrategia de desarrollo costero, tras haber favorecido principalmente al sur. Autorizaron la creación de la zona de desarrollo de Pudong en 1990. Pudong es un área de 500 km2 situada al este del río Huangpu y al oeste del estuario del río Yangtsé y se ha convertido en el 9 símbolo más evidente de la nueva China cosmopolita. Entre 1980 y 2003 la tasa de crecimiento anual medio del PIB real de Pudong rondó nada menos que el 28%. La inversión pública en la ciudad creció de manera importante en los años noventa, con la llegada a la presidencia del país de quien fuera su alcalde en los ochenta, Jiang Zemin. Eso permitió atraer más inversión extranjera hacia el entorno de la ciudad (especialmente de la industria de tecnologías de la información de Taiwan y de la industria de bienes electrónicos de consumo de Japón) y dio lugar a un auge en las exportaciones y, sobre todo, a un boom de la construcción sin precedente ni parangón algunos. Entre 1998 y 2003 las exportaciones del DRY (en sentido amplio) pasaron de 43.000 a 150.000 millones de dólares. En cuanto a la construcción en Shanghai, baste señalar que el número de edificios con más de 20 plantas ha pasado de 3 en 1980 a 152 en 1990 y a nada menos que 1.930 en 2003 (de los que 374 tienen más de 30 plantas). Otro ejemplo ilustrativo es que se estima que en Shanghai está funcionando más de la quinta parte de las grúas de construcción que existen en todo el mundo. Shanghai, que antaño fue conocido como “el París del Este y el Nueva York del Oeste”, quiere recuperar el brillo que tuvo en los años treinta del siglo XX y hacer sombra, e incluso superar, a Hong Kong. Para eso último le queda aún mucho recorrido: pese a una impresión bastante extendida, el PIB de la antigua colonia británica (7 millones de habitantes) sigue siendo tres veces mayor que el de Shanghai (con 17 millones de habitantes, según los datos oficiales). Las provincias de Jiangsu y Zhejiang se han convertido en una base enorme de fabricación y exportación de productos electrónicos. El auge exportador atrajo aún más capital extranjero, especialmente en Jiangsu, para abastecer a los mercados internacionales y a la creciente demanda local. Entre 1985-91 y 1996-2002, la parte de Shanghai, Jiangsu y Zhejiang en la inversión directa extranjera recibida por China pasó del 13,3% al 26,7%, mientras que se redujo la proporción de Guangdong (del 43,5% al 28%). Especialmente notable ha sido el incremento del peso relativo de Jiangsu: 3,8% en 1985-91 y 14,6% en 1996-2002. 10 Shanghai contribuye al DRY con su importante puerto de mar y su gran capacidad en servicios financieros, aunque también con su industria de tecnologías de la información y los sectores automovilístico y de maquinaria, que han prosperado como consecuencia de la masiva inversión extranjera (que alcanzó nada menos que 6.000 millones de dólares en 2003) y de la creciente demanda local. Las provincias circundantes se han especializado en productos textiles (incluyendo fibras químicas) y componentes electrónicos. La principal diferencia entre el DRY y el DRP es que el primero destaca en productos intermedios e industria pesada mientras que el segundo ha desarrollado mucho más la industria ligera de bienes de consumo. El progreso de las infraestructuras en el DRY está siendo notable. Entre las iniciativas ya completadas o en marcha figuran el desarrollo del transporte fluvial hacia el oeste (facilitado, además, por la presa de las Tres Gargantas y el desarrollo de los puertos de Shanghai y Ningbo); la creación de un puerto de contenedores de aguas profundas en las islas Yangshan, a 30 km de Shanghai, que se unirá a la ciudad con un puente de esa extensión; el desarrollo del aeropuerto internacional de Pudong (unido ya a Shanghai por un tren de levitación magnética). Los preparativos para la Expo 2010 están suponiendo un esfuerzo adicional: nueva terminal del aeropuerto de Pudong, segunda autopista entre Pudong y Shanghai, red de autopistas para crear una “zona metropolitana a 3 horas de automóvil” en todo el DRY, etc. En cuanto a la urbanización, el éxodo rural hacia Shanghai y las ciudades cercanas se vio impulsado por los despidos de las empresas estatales en las provincias del norte y del oeste y por el mayor y creciente nivel de vida de la costa. En el DRY hay varias ciudades con más de 4 millones de habitantes censados (Shanghai, Nanjing, Suzhou, Wuxi, etc.). En la zona nororiental, la región del golfo de Bohai es la cuna de las industrias tradicionales del acero y del petróleo, pero en los últimos años ha desarrollado también una industria manufacturera ligera, que sin embargo todavía está muy retrasada, en términos de volumen, en relación a la existente en el DRY y el GDRP. Con el 9% de la población total de China (incluyendo Hong Kong y Macao), esto es, sólo algo menos 11 que el DRY y bastante más que el GDRP, el PIB conjunto de Beijing, Tianjin y Shandong supuso en 2002 el 14% del PIB total, frente al 16% del DRY (en sentido amplio) y el 20% del GDRP (también en sentido amplio). No obstante, en los últimos años se está desarrollando una industria de alta tecnología alrededor de la capital administrativa del país: tratamiento de datos, industria biofarmacéutica, nuevos materiales, productos electrónicos sofisticados, etc. La mayor parte de los centros de I+D que tienen en el país las grandes empresas multinacionales instaladas en China está en Beijing. Un buen número de las mejores universidades de China está en la capital (la universidad de Beijing, la universidad Tsinghua, etc.). Existe un importante parque tecnológico: la zona de desarrollo de altas y nuevas tecnologías de Zhongguancun. Sin embargo, la economía de la capital sigue dominada por la industria pesada (equipo para telecomunicaciones, material de transporte, productos metálicos, productos químicos, etc.) En cuanto a Tianjin, la ciudad portuaria situada a una hora de coche de Beijing, ha recibido en los últimos años una mayor inversión directa (4% del total en 1996-2002; 2.500 millones de dólares en 2003) y se ha convertido en un centro internacional de transporte. Tianjin también tiene un notable sector de productos electrónicos y de aparatos de telecomunicación. Shandong es la segunda provincia de China en términos de población. Su región más desarrollada se sitúa en la península de Shandong (frente a Tianjin), donde están los puertos de Qingdao y Yantai. Al ser una provincia rica en recursos naturales (petróleo, carbón, productos agrícolas y pesqueros, etc.), abastece a los grandes núcleos urbanos del norte. Sin embargo, pese a su enorme peso demográfico, recibe relativamente poca inversión directa extranjera (apenas el 6,8% del total nacional en 1996-2002; 7.000 millones de dólares en 2003). La RGB tiene una situación estratégica privilegiada, debida, en primer lugar, a su cercanía a Corea y Japón. Las ventajas para Japón y Corea del Sur residen en que la capital de Shandong, Qingdao, está más cerca que Shanghai y que la provincia tiene 12 abundantes recursos naturales, junto con la mano de obra barata típica de China, pero con la particularidad de que la cualificación laboral es mayor que en el sur y el este, por la larga tradición industrial del noreste. Así, tanto Japón como Corea del Sur están dando prioridad a sus costas occidentales en sus estrategias de desarrollo. Además, la RGB está relativamente próxima a los recursos energéticos de Siberia, de los que China deberá sacar más provecho para satisfacer su creciente apetito de petróleo y gas natural. Las economías de aglomeración de la RGB se deben a su alta densidad demográfica de las municipalidades de Beijing y Tianjin (más de 850 habitantes por km2 ), a su fuerte urbanización (Beijing tiene 15 millones de habitantes, mientras que la población de Tianjin asciende a 10 millones), a las infraestructuras que se están desarrollando para los Juegos Olímpicos de 2008 y a las ventajas culturales, políticas y tecnológicas que tiene la capital del país. Sin embargo, el progreso de la RGB se ha visto restringido hasta ahora por la alta proporción de empresas estatales y por una cultura política en la que todavía imperan los resabios de la época de la planificación central. La reestructuración de las empresas estatales dará lugar probablemente a una amplia oferta de mano de obra abundante y cualificada, aspecto que hay que sumar a las ventajas tecnológicas y financieras de la región. En suma, el crecimiento rápido de esas tres regiones costeras ha generado economías de aglomeración que no existen en el resto de China. Además, es muy posible que la capacidad de difusión hacia el interior de ese auge dependa menos de las obras de infraestructura que se puedan crear para unir costa e interior y más de la aparición en las provincias del interior de economías de aglomeración similares. Finalmente, la brecha económica es todavía enorme. Un primer ejemplo es el de las provincias de Guangdong y Sichuan, ambas con una población que ronda los 80 millones de habitantes; sin embargo, el PIB de la primera es 2,5 veces mayor. Sichuan sólo supone el 0,7% del comercio exterior de China. Otro ejemplo es el de Jiangsu y la provincia interior de Anhui, las dos con unos 70 millones de habitantes: el PIB de Jiangsu supone el 9% del de toda China mientras que el de Anhui representa sólo el 3%; además, Jiangsu es 13 responsable de más del 13% del comercio exterior de China mientras que Anhui realiza apenas el 0,7%. Finalmente, un tercer ejemplo es el de Shandong y la provincia adyacente de Henan: ambas tienen unos 90 millones de habitantes, pero la primera supone el 9% del PIB y el 5% del comercio exterior y la segunda efectúa apenas el 5% y el 0,6%, respectivamente. Así, puesto que la renta per cápita de las grandes provincias costeras es de dos a tres veces mayor que el de las provincias interiores adyacentes, en el mejor de los casos habrá que esperar decenas de años para que el interior saque provecho de la prosperidad de la costa. Conclusiones Las regiones costeras del sur y del este, formadas por las zonas que circundan a Hong Kong y a Shanghai, respectivamente, han sido hasta ahora las puntas de lanza del extraordinario auge de China. Es muy posible que en los próximos años empiece a destacar igualmente el noreste, en el entorno de Beijing y Tianjin, por su larga tradición industrial y su proximidad a los polos de desarrollo que suponen Japón y Corea. Sin embargo, parece dudoso que la prosperidad, pese a los intentos de las autoridades para mejorar el transporte y las comunicaciones en todo el país, se filtre con rapidez hacia las provincias interiores. La razón principal es que el crecimiento de las zonas costeras ha generado economías de aglomeración que no existen en el resto de China. De hecho la diferencia a ese respecto se agranda entre las regiones costeras y las interiores, porque las primeras crecen ligeramente más deprisa sobre la base de una renta per cápita mucho mayor. Además, puesto que las provincias del interior progresan menos y generan un éxodo poblacional hacia la costa, y a la vista de la enorme distancia en términos de renta per cápita que ya separa a la costa del interior, las economías de aglomeración en las zonas interiores tardarán tiempo en aparecer. Por añadidura, es muy posible que el crecimiento económico de China en su conjunto sea menor en los primeros decenios del siglo XXI que en 1980-2000. Si con un auge extraordinario la 14 filtración de la prosperidad hacia el interior ha sido escasa, es de suponer que con un crecimiento inferior tal filtración sea aún más baja. Por consiguiente, el gobierno chino deberá seguramente tomar medidas más decididas que las adoptadas hasta ahora para equilibrar territorialmente el crecimiento económico. En caso contrario, quizá dentro de unos años hablemos ya claramente de dos Chinas irreconciliables desde el punto de vista económico: la próspera región costera y las empobrecidas zonas del interior. 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