Neoclasicismo 1. Indica cinco características de la literatura del siglo 8. ¿Por qué fue prohibida la lectura de la XVII y XVIII: Enciclopedia en América? 2. En Francia, los escritores neoclasicistas que 9. ¿Qué se entiende por prosa didáctica? destacan son… 10. Realiza un apunte biográfico de Montesquieu, 3. Las obras de Molière son comedias, qué 11. En Francia, el “Siglo de las Luces” desde un características literarias del neoclasicismo puedes punto de vista temporal ocupa… aplicar a los fragmentos del Tartufo que leíste, fíjate 12. En este siglo Francia propone los modelos a bien en la característica, existen por lo menos seis, seguir en el terreno del… transcribe parte del texto y explica el por qué de cada 13. La obra que propicia que los ciudadanos característica. empiecen a exigir derechos políticos es… 4. ¿En qué contexto histórico surge la Ilustración? 14. La corriente emocionalista (representada por 5. ¿Por qué se le conoce a este periodo con los Rousseau) se opone a… nombres de Ilustración y Siglo de las Luces? 15. Señala dos características del pensamiento de 6. Menciona cuatro autores representativos de la Rousseau: Ilustración con su respectiva obra. 16. ¿Cuál era el papel de la cultura grecolatina en el 7. ¿En qué consistió la Enciclopedia? neoclasicismo? Sección III: lee atentamente y después contesta las preguntas. ESCENA III: Horacio el Viejo, Camila. Horacio el Viejo: hija mía, éste no es el momento de derramar lágrimas, que queda mal verterlas donde se ven tantos honores: se lloran injustamente las desgracias domésticas, si se realizan por el bien público. En la muerte de un amante no perdéis más que a un hombre cuya falta es fácil reparar en Roma; después de esta victoria no hay romano que no considere un orgullo pedir vuestra mano. A Sabina debo llevar la nueva; este golpe será sin duda muy rudo para ella, y la muerte de sus tres hermanos debida a su esposo le causará lágrimas mucho más justas que las vuestras. Mientras tanto, ahogad esta débil tristeza y recibidla, si viene, con menos flaqueza. Camila: Tú, afeas mi dolor, te atreves a llamarlo cobarde. Lo amo más cuanto ello te molesta, padre sin piedad. ¿Vivió alguna vez alguien cuyas rudas travesías tomaran en poco tiempo diversas facetas, siendo ahora favorables y ahora crueles, y llevara tantos golpes antes del golpe mortal? Pero es muy pequeño aún el precio de lo que queda: piden mi alegría en un día tan funesto. Quieren que aplauda las hazañas del vencedor y que bese una mano que me ha traspasado el corazón en un momento en que llorar es tan justo y tan legítimo, compadecerse es una vergüenza y sus pirar un crimen. Su brutal valor quiere que nos sintamos felices, y si no se es bárbaro no se es generoso. Será una gloria mostrar un corazón abatido cuando la brutalidad es sinónimo de virtud. ¡Estallad, dolores míos! ¿Con qué fin he de conteneros? Cuando todo se ha perdido, ¿qué más se puede temer? ESCENA IV: Horacio el Joven, Camila. 1 Horacio el Joven: Hermana mía, he aquí el brazo que ha vengado a nuestros dos hermanos y ha salvado a Roma de Alba. He aquí el brazo que hoy ha decidido la suerte de dos Estados. Rinde lo que debes al autor de este triunfo. Camila: Recibid entonces mis lágrimas, que es lo que os debo. Horacio: Roma no quiere verlas después de tales hazañas. Camila: Puesto que se sienten satisfechos por la sangre derramada, cesaré de mostrarme afligida. Mas ¿quién vengará la muerte de mi amante para hacerme olvidar su pérdida en un momento? Horacio: ¿Qué dices desdichada? ¡Qué insuperable audacia la de tan indigna hermana! Aplaca tu pasión, regula mejor tus deseos. No rehagas enrojecer al escuchar tus quejas: tu ardor en adelante debe ser ahogado. Camila: Bárbaro, dame un corazón como el tuyo. Devuélveme a mi amado o deja que mi alma se agite. Le adoraba vivo y le lloro muerto. No busques más a tu hermana, sólo verás en mí a una amante ofendida que te reprochara su muerte incesantemente. Horacio: (Desenvaina la espada y persigue a su hermana) ¡Es demasiado! ¡Vete a los infiernos a compadecer a Curiacio! Camila: (Herida, detrás del escenario). ¡Ah, traidor! Horacio. (adaptación) 1. Elabora la referencia bibliográfica del libro. Los datos están en desorden. Obra publicada originalmente en 1640. Título del libro: Horacio. Autor: Pierre Corneille. Traductores: Miguel Pérez Ferrero y Santos Torroella. Editorial: Espasa Calpe. Colección y número: Colección Austral / 813. Lugar y año de publicación: Buenos Aires / 1948. 2. A lo largo del fragmento Horacio el Joven se muestra fundamentalmente a. desdeñoso y egoísta b. burlón y despiadado c. violento y arrogante d. cáustico y autoritario 3. La actitud de Horacio el Viejo hacia su hija es de a. despreocupación b. amonestación c. desprecio 4. Para Camila, ¿cuál es la actitud de su padre hacia ella? a. parcial y rigurosa b. fría y calculadora c. altanera y exagerada d. ironía d. insolente y despectiva 5. Ante los valores defendidos por su padre y su hermano, Camila se comporta primordialmente a. inquisitiva b. escéptica c. reservada d. rebelde 6. El ambiente que predomina en el fragmento es de a. excitación b. expectación c. incertidumbre d. desconfianza 7. ¿Cuál de las siguientes características de la tragedia clásica francesa tiene mayor importancia en el fragmento? a. Se usa como modelo a los clásicos grecolatinos b. Se explica un hecho mitológico que el hombre no presencia c. Las escenas sangrientas son sugeridas, nunca se representan d. El asunto inspira temor, piedad y admiración en el espectador 8. El carácter climático del fragmento se debe a. a la exaltación del honor familiar c. al rescate de Roma por Horacio el Joven b. a la oposición de dos puntos de vista d. al asesinato de Camila a manos de su hermano 2 9. El conflicto planteado en el fragmento se debe primordialmente a la a. rígida estructura social b. susceptibilidad femenina c. relatividad de los valores morales d. rivalidad entre los miembros de una familia 10. De las siguientes frases extraídas del parlamento de Horacio el Viejo, ¿cuál presenta la idea principal de su argumentación? a. “... ahogad esta débil tristeza y recibidla, si viene, con menos flaqueza”. b. “… se lloran injustamente las desgracias domésticas, si se realizan por el bien público”. c. “… después de esta victoria no hay romano que no considere un orgullo por vuestra mano”. d. “… la muerte de sus tres hermanos debida a su esposo le causará lágrimas mucho más justas que las vuestras”. Sección IV: completa el cuadro a partir de los datos que se piden. El cuervo y el zorro Estaba un cuervo posado en un árbol, y tenía en el pico un queso. Atraído por el aroma, un zorro que pasaba por ahí le dijo: -¡Buenos días, señor Cuervo! ¡que bello pumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tu tienes que ser el Ave Fénix.” Al oír esto el cuervo, se sintió muy alagado y lleno de gozo, y para hacer alarde de su magnífica voz, abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rapidamente lo tomo en el aire, y le dijo: “Aprenda, señor cuervo, que el adulador vive siempre a costas del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa; bien vale un queso.” La Fontaine 1. El texto se clasifica como… 2. Se titula así porque… 3. El autor es… 4. Pertenece a la obra… 5. Se escribió en el siglo… 6. Pertenece al periodo literario… 7. Las características que lo ubican dentro de este periodo literario son… (señala dos) 8. Moraleja: El lobo y el perro Era un lobo, y estaba tan flaco, que no tenía más que piel y huesos: tan vigilantes andaban los perros de ganado. Encontró a un Mastín, rollizo y lustroso, que se había extraviad. Acometerlo y destrozarlo, cosa es que hubiese hecho de buen grado el señor lobo; pero había que emprender singular batalla, y el enemigo tenía trazas de defenderse bien. El lobo se le acerca con la mayor cortesía, entabla conversación con él, y le felicita por sus buenas carnes. “No estáis tan lucido como yo porque no queréis, contesta el perro: dejad el bosque; los vuestros que en el se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la aventura! ¡Siempre al atisbo de lo que caiga! Seguidme y tendréis mejor vida” Contesto el lobo y “¿Y que tendré que hacer-Casi nada, repuso el Perro :acometer a los pordioseros y a los que llevan bastón o garrote ; acariciar a los de casa, y complacer al amo. Con tan poco como es esto, tendréis por gajes una buena pitanza, las sobras de todas las comidas, huesos de pollos y pichones; y algunas caricias por añadidura.” El lobo, que tal oye, se forja un porvenir de gloria, que l hace llorar de gozo. Camino haciendo, advirtió que el Perro tenía en el cuello una peladura. “¿Qué es eso? pregúntale –Nada.- ¡Como nada!-Poca cosa.-Algo será. –Será la señal del collar a que estoy atado.- ¡Atado! Exclamó el lobo: pues ¿qué? ¿No 3 vais y venís a donde queréis? –No siempre, pero eso ¿Qué importa? –Importa tanto, que renuncio a vuestra pitanza, y renunciaría a ese precio al mayor tesoro” Dijo, y hecho a correr. Aún está corriendo. La Fontaine EL RATÓN CORTESANO Y EL CAMPESTRE INVITÓ EL RATÓN CORTESANO AL RATÓN CAMPESTRE con mucha deferencia a un banquete de huesos de exquisitos pajarillos. Sirviendo de mantel un tapiz de Turquía, fácil es comprender la vida regalada de los dos amigos. Pero alguien turbó el festín en el mejor momento. En la puerta de la sala, oyeron de pronto un ruido; huye el ratón cortesano, seguido de su compañero. Cesa el ruido se va la gente; vuelven a la carga los ratones. Y dice el ratón ciudadano: –Terminemos el banquete. –No, basta –responde el rústico; ven mañana a mis dominios; aunque no me jacto de dar en ellos vuestros festines de rey, nadie me interrumpe, pudiendo comer tranquilo. ¡Adiós, amigo! ¡Poco vale el placer cuando el temor lo amarga! La Fontaine LA JUNTA DE LOS RATONES UN GATO LLAMADO RODILARDO HACÍA TAL MATANZA DE RATONES, que apenas se veía uno, de tantos como había metido en sepultura. Los pocos que aún quedaban, sin atreverse a salir de su agujero se hallaban reducidos a comer su hambre. A sus ojos, Rodilardo pasaba no por un gato, sino por un diablo carnicero. Una noche que Rodilardo partió hacia los tejados en busca de su dama, y mientras con ésta se entregaba descuidado a la orgía, los ratones tuvieron junta en un rincón sobre su necesidad urgente. Desde el principio el decano, varón más que prudente, sostuvo que tarde o temprano había que colgar un cascabel del cuello de Rodilardo, de modo que cuando éste partiera en guerra contra ellos, pudieran todos esconderse bajo tierra advertidos de su presencia. Tal era el remedio, y no sabía otro. Fueron todos de la misma opinión; nada les pareció más a propósito. Sólo había una dificultad: poner el cascabel al gato. Un ratón dijo: ¡Yo, por mí, no voy; no soy un tonto! Y añadió el siguiente: –¡Yo no sabría hacerlo! De tal manera que al fin se separaron sin adoptar acuerdo. Muchas vanas reuniones así he visto, y no de ratones, sino de grandes personajes. Para deliberar, la corte está llena de consejeros para cumplir, nunca nadie comparece. La Fontaine Sección V: escribe una oración con las siguientes palabras. Antes señala un sinónimo para cada término. Ejercicio correspondiente al libro de texto. 1. mercantilista 2. utopía 3. protestante 4. aperos 5. puritanos 6. pragmática 7. abyecto 8. misántropo 9. recitativo 10. batahola Bibliografía: adaptación para fines educativos de ejercicios de UNAM y SEP, y de material consultado en Centro Virtual Cervantes, Bibliotecas Virtuales y Ciudad Seva. 4