EL ÁREA DE INFLUENCIA DE LOS PUERTOS ESPAÑOLES: PROPUESTA PARA SU DELIMITACIÓN Y ANÁLISIS ANA MARTÍNEZ PARDO [email protected] GRUPO DE FERROCARRILES Y TRANSPORTES UNIVERSIDAD DE A CORUÑA LORENA GARCÍA ALONSO [email protected] DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA APLICADA UNIVERSIDAD DE OVIEDO ANA VIÑUELA JIMÉNEZ [email protected] DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA APLICADA UNIVERSIDAD DE OVIEDO ÁREA TEMÁTICA: Transporte, movilidad e infraestructuras. RESUMEN: El auge del uso de contenedores en el transporte de mercancía está propiciando la concentración progresiva del tráfico marítimo en torno a los denominados puertos hub. Tanto la dinámica que subyace a esta concentración como sus consecuencias son temas analizados a lo largo de los últimos años, y sobre los que aún no hay consenso en la literatura. El objetivo de este trabajo es sentar unas bases sólidas sobre las que poder avanzar en dos frentes: el análisis de la competencia por el tráfico y el alcance territorial del impacto de la actividad portuaria. Con este fin, hemos tomamos como referencia el caso español. Adoptando la perspectiva terrestre, y aceptando que el atractivo de un puerto se refleja en la amplitud de su área de influencia, podemos identificar las variables determinantes del éxito de las estrategias portuarias analizando la evolución de ésta, y podemos también acotar el territorio beneficiado por el éxito de dichas estrategias. Para ello necesitamos delimitar el área de influencia de los puertos objeto de estudio del modo más preciso posible. Aquí proponemos sustituir la perspectiva provincial, que es la adoptada hasta ahora en trabajos anteriores, por la de regiones funcionales de carácter local. Y esto lo haremos utilizando el concepto de mercados locales de empleo, propuesto con otros fines en la literatura regional y urbana. PALABRAS CLAVE: competencia inter-portuaria, área de influencia, hinterland, regiones funcionales, mercados locales de empleo. 1. Introducción A mayor facilidad de transporte, menor es la cautividad del tráfico respecto a la instalación portuaria más cercana y mayor, por tanto, la competencia inter-portuaria ((Goss, 1990); (Haralambides, 2002); (Bergantino, 2002); (Notteboom, 2006)). La extensión del uso del contenedor a lo largo de los últimos años está siendo un elemento clave en este sentido y, contrariamente a lo que cabría esperar, está propiciando una progresiva concentración del tráfico marítimo en torno a un número cada vez más reducido de grandes puertos (Hoyle & Charlier, 1995)1. La mayor movilidad del tráfico permite que éste pueda canalizarse a través de instalaciones alternativas a las tradicionales, y únicamente las grandes pueden hacer compatible el aprovechamiento de las economías de escala con el mantenimiento de la frecuencia del servicio. Como consecuencia de este incremento de la competencia por el tráfico, las Autoridades portuarias y los responsables políticos regionales han de desarrollar estrategias que potencien el atractivo de sus respectivas instalaciones, tanto para tratar de captar nuevos tráficos como para mantener los habituales. Y dado que la actividad portuaria tiene un importante impacto económico sobre la economía de su entorno geográfico, resulta muy oportuno investigar cuáles son las variables que condicionan la elección de un puerto; esto es, el éxito en la competencia por el tráfico marítimo. Hay autores que consideran que la competencia por dicho tráfico ya no se produce a nivel de puerto, sino a nivel de cadenas logísticas ((Robinson, 2002), (Magala & Sammons, 2008)). Consecuentemente, el desarrollo del transporte intermodal habría provocado que la actividad de los puertos ya no dependiera de su entorno más cercano ((De & Park, 2003), (Malchow & Kanafani, 2004)). Sin embargo, otros continúan manteniendo que cada puerto pertenece a un sistema, y que la evolución de su actividad está directamente relacionada con la de su entorno económico, social y político ((Bichou & Gray, 2005), (Yap & Lam, 2006)). Ambos puntos de vista pueden considerarse complementarios si tenemos en cuenta la doble condición de los puertos, como punto central y de enlace (centrality vs intermediacy, (Fleming & Hayuth, 1994)). Según esta propuesta, la actividad de un puerto se deriva simultáneamente del dinamismo de su entorno geográfico y de su inclusión en rutas marítimas, dependiendo el peso de una y otra vía del tamaño de la 1 Asimismo, también permite el desarrollo de nuevos corredores intermodales a partir de puertos alternativos (Malchow & Kanafani, 2004). relevancia internacional que tengan sus instalaciones (Garcia-Alonso & SanchezSoriano, 2009). Asimismo, hemos de tener en cuenta también que, en la medida en que las cadenas logísticas definen sus rutas haciendo escala en un número reducido de puertos, los gestores portuarios han de competir entre sí para que sean sus respectivas instalaciones las elegidas para formar parte de dichas cadenas. Si bien se espera que los usuarios del transporte marítimo tiendan a demandar los servicios de los puertos mejor conectados, también cabe esperar que sean los puertos con mayor capacidad de captación de tráfico los que resulten más atractivos para los operadores logísticos. En el primer caso estaríamos enfocando el problema de la elección portuaria y la distribución del tráfico desde la perspectiva marítima: el atractivo del puerto para sus potenciales usuarios depende de las cadenas logísticas de las cuales forme parte; alternativamente, en el segundo caso estaríamos utilizando la perspectiva terrestre: las posibilidades de integración del puerto en una cadena logística son mayores cuanto mayor sea el volumen de tráfico atraído hacia sus instalaciones. En realidad, ambas circunstancias se retroalimenten mutuamente. Los puertos mejor conectados facilitan la canalización del tráfico, lo que favorece la captación de flujos de mercancía y redunda tanto en el estímulo de la economía de su entorno como en el refuerzo de su área de influencia. Asimismo, aquellos puertos ubicados en las regiones con mayor capacidad de generación de tráfico pueden aglutinar fácilmente un volumen de actividad importante en sus instalaciones, y esto facilita tanto el desvío de grandes barcos hacia ellas como su inclusión en las principales rutas marítimas internacionales. Así entendida, la competencia inter-portuaria podría asimilarse a un proceso de causación circular acumulativa cuyo análisis sería susceptible de ser abordado desde ambas perspectivas. Si adoptamos entonces el enfoque terrestre para avanzar en la identificación de las variables que determinan la elección de un puerto, necesitamos delimitar previamente su área de influencia. Al hacerlo, podremos además definir mejor los límites espaciales del impacto económico de la actividad portuaria desarrollada en cada instalación y, por tanto, distinguir entre aquellas cuya repercusión sea local de aquellas otras cuya actividad trascienda más claramente su entorno geográfico más inmediato. El objetivo de este trabajo es mejorar la delimitación del área de influencia de los puertos peninsulares españoles realizada para estudios previos a partir de las estadísticas de comercio exterior de la Agencia tributaria. Esta fuente de datos permite determinar el hinterland a nivel provincial. Aquí proponemos precisar más detalladamente esta delimitación mediante una doble vía: i) combinando la información de la Agencia tributaria con la contenida en la base de datos de empresas exportadoras de las Cámaras de Comercio, y ii) adoptando la perspectiva de las regiones funcionales. La descripción del proceso de delimitación realizado a partir de ambas fuentes de información se recoge en la sección 2. En la sección 3 se explica qué son las regiones funcionales y la utilidad de su aplicación en la delimitación del área de influencia de los puertos. En la sección 4 se avanzan los resultados obtenidos hasta el momento. Finalmente, en la sección 5 se presentan las primeras conclusiones derivadas de este nuevo enfoque del área de influencia así como las posibilidades que ofrece para futuros trabajos. 2. Fuentes de datos utilizadas para la delimitación del área de influencia de los puertos: del ámbito provincial al local. Desde la perspectiva del puerto, el área de influencia (hinterland) es el área en el que se genera el grueso de su tráfico; esto es, el territorio situado tras él en el que se originan los principales flujos comerciales (exportaciones o importaciones) canalizados a través de sus instalaciones. Igualmente, se pueden considerar incluidos en el área de influencia de un puerto aquellos territorios vinculados más estrechamente a él que a otras instalaciones (perspectiva territorial) (Schut, 1977). Aquellos otros territorios conectados al puerto por vía marítima y hacia las cuales se dirige (o de los cuales procede) el tráfico de su hinterland se enmarcan en lo que se denomina área de influencia marítima o zona complementaria portuaria (foreland)2. En la figura 1 se ilustran ambos conceptos. En trabajos previos se delimitó el área de influencia de los puertos peninsulares españoles a partir del análisis de las estadísticas de comercio exterior del Departamento de aduanas e impuestos especiales de la Agencia tributaria. En esta base de datos se plasman las operaciones comerciales de cada provincia española con el exterior, detallando aspectos tales como el tipo de mercancía intercambiada, el origen/destino del flujo o el modo de transporte utilizado, así como si se ha transportado o no mediante contenedor3. Cada una de sus filas refleja una operación comercial tramitada a través de 2 También se incluyen en el foreland aquellos territorios conectados con el hinterland a través de un puerto hub, que es un puerto de trasbordo en el que se realizan redistribuciones de tráfico cuyo origen (o destino) queda fuera de su hinterland. 3 Optamos por analizar únicamente el tráfico exterior de contenedores porque su posible cautividad es muy inferior a la de los tráficos de cabotaje y de granel y, por tanto, su área de influencia refleja mejor el resultado de la competencia por el tráfico. una declaración de despacho en Aduana (DUA o Documento Único Administrativo, Administrativo caso de comercio con terceros países) o de una declaración estadística Intrastat (para el comercio intracomunitario)). Figura 1. Hinterland y foreland del puerto A. Todas las operaciones llevadas a cabo durante cada ejercicio económico dan lugar a millones de registros. Procesando esta información, es posible determinar determin el área de influencia de cada puerto adoptando el supuesto de que la instalación elegida en cada caso es la ubicada en la provincia en la que se tramita la entrada/salida nacional del tráfico4. El resultado es una delimitación a nivel provincial que ahora se pretende mejorar combinando esta información con la contenida en la base de datos de empresas exportadoras de las Cámaras aras de Comercio. Consideramos importante avanzar en este sentido por dos razones. La primera, porque así podremos enriquecer el análisis de la competencia inter-portuaria. inter portuaria. Si adoptamos la perspectiva terrestre para tratar de identificar las variables variables determinantes de la elección del puerto, a mayor precisión en la identificación de los demandantes de sus servicios, mejor podremos conocer sus características y ajustar posibles patrones de selección. La segunda razón por la que consideramos adecuado adecuado realizar esta mejora en la delimitación del hinterland es porque el funcionamiento de un puerto beneficia a la economía de su entorno a través de su impacto directo en la actividad de sus usuarios; pero éstos no tienen por qué distribuirse de manera homogénea en el espacioo dentro de los límites administrativos de la provincia. provincia Por tanto, ni los beneficios directos derivados de la existencia del puerto alcanzan necesariamente al conjunto de la región, ni tendrían por qué agotarse dentro de ella; esto es, los estudios de impacto de la actividad portuaria 4 El volumen de flujos gestionados en aduanas del interior peninsular es muy minoritario. No obstante, es posible abordarlo aplicando un sencillo algoritmo (García Alonso, 2005). deberían realizarse atendiendo más a los límites del área de influencia real del puerto que a los límites burocráticos de la región administrativa en que se ubica éste. El contenido del denominado Directorio de empresas españolas exportadoras e importadoras se deriva de la información suministrada por la Agencia tributaria, y su gestión y divulgación depende del Consejo superior de Cámaras de comercio. A partir de él es posible identificar qué empresas generan cada año los flujos de importación y exportación españoles, pudiendo distinguir tanto los países de origen o destino como el código TARIC de la mercancía intercambiada en cada caso. Y lo que es más importante a efectos de esta investigación: también permite ubicar a estas empresas en el espacio a nivel de código postal. En la tabla 1 se muestran los campos del directorio utilizados para desarrollar este trabajo. Tabla 1. Información extraída del Directorio de empresas españolas exportadoras e importadoras del Consejo superior de Cámaras de Comercio. Empresa Variable Nombre Dirección Código postal Ciudad Provincia C. Autónoma Producto País de exportación América Asia Oceanía África África sin norte Exportación mar Exportación mar2 Descripción Codificación Nombre de la compañía y datos de localización. Productos comercializados. Países a los que exporta. Exportación al continente americano. Exportación al continente asiático. Exportación al continente oceánico. Exportación al continente africano. Exportación al continente africano exceptuando Marruecos y Argelia. Exportación por mar a América, Asia, Oceanía o África. Exportación por mar a América, Asia, Oceanía o África (exceptuando Marruecos y Argelia). TARIC 0 → No 1 → Sí Esta fuente de datos no está exenta de limitaciones. Por un lado, y aunque el listado de empresas que refleja es muy amplio, el Directorio solamente incluye aquellas que voluntariamente se han dado de alta en él. Cabe por tanto la posibilidad de que no coincida exactamente con el censo real de empresas que comercian con el exterior. Por otro, la información que contiene no está disponible en un formato accesible; sino que únicamente puede consultarse en formato ficha a través de su página web. Además, dicha página muestra de manera aleatoria un máximo de 500 empresas en cada consulta, lo que obliga a repetirla reiteradamente para tener garantías de disponer de la información completa cuando su resultado supera ese límite. Para la realización de este trabajo se han tenido en cuenta únicamente a las empresas ubicadas en la península, dado que los flujos comerciales de aquellas localizadas en las islas, Ceuta o Melilla son cautivos de sus respectivas instalaciones. Por otro lado, prescindimos de las empresas importadoras porque consideramos que las exportadoras disponen de mayor margen para decidir tanto si internacionalizan su actividad como el destino de sus ventas y, por ello, pueden reflejar mejor qué variables son más influyentes en la elección portuaria5. Asimismo, para esta primera aproximación al tema, sólo se ha recabado información de las empresas cuyo volumen de exportación según el Directorio superó el millón de euros en 2006 (año anterior al estallido de la crisis). Y dentro de este bloque, nos quedamos con aquellas que realizaron ventas a países de los continentes americano o asiático, a fin de garantizar el uso de transporte marítimo. El resultado ha sido un listado de 1998 empresas. La tabla 3 detalla por provincias el número total de empresas exportadoras (2.315), así como el porcentaje de éstas cuyas ventas al exterior exige el uso de transporte marítimo (85%). Tabla 2. Empresas exportadoras vía marítima cuyo volumen de exportación superó el millón de euros en 2006. Empresas Exportan Empresas % Provincia Exportan vía marítima % exportadoras vía marítima exportadoras A Coruña 55 44 80% Lleida 37 30 81% Álava 29 26 90% La Rioja 44 36 82% Albacete 17 15 88% Lugo 7 6 86% Alicante 148 129 87% Madrid 264 227 86% Almería 13 6 46% Málaga 16 10 63% Asturias 29 22 76% Murcia 109 81 74% Ávila 2 1 50% Navarra 22 17 77% Badajoz 16 12 75% Ourense 11 7 64% Barcelona 591 536 91% Palencia 8 7 88% Burgos 30 27 90% Pontevedra 72 64 89% Cáceres 4 3 75% Salamanca 7 5 71% Cádiz 16 14 88% Santander 31 29 94% Castellón 104 97 93% Segovia 8 5 63% Ciudad Real 16 12 75% Sevilla 53 44 83% Córdoba 24 19 79% Soria 4 3 75% Cuenca 6 6 100% Tarragona 36 31 86% Girona 86 62 72% Teruel 9 7 78% Granada 14 11 79% Toledo 18 14 78% Guadalajara 2 2 100% Valencia 186 156 84% Guipúzcoa 13 12 92% Valladolid 15 10 67% Huelva 13 8 62% Vizcaya 15 15 100% Huesca 11 8 73% Zamora 1 1 100% Jaén 6 5 83% Zaragoza 89 76 85% León 8 5 63% Provincia Fuente: Directorio de empresas españolas exportadoras e importadoras de Cámaras. Elaboración propia 5 Además, numerosos estudios de elección portuaria realizados por otros autores y publicados en la literatura internacional centran su atención únicamente en los flujos de exportación (por ejemplo, (Malchow & Kanafani, 2001), (Malchow & Kanafani, 2004), (García Menéndez, Inmaculada MartínezZarzoso, Delia Piñero De Miguel, & Delia Pinero De Miguel, 2004) o (Veldman & Gopkalo, 2010)). 3. Regiones funcionales: concepto y aplicación para la delimitación del área de influencia de los puertos Al margen de la actividad estrictamente portuaria, la actividad económica derivada de la existencia de los puertos es la originada por las empresas que canalizan sus flujos comerciales a través de ellos, y muy en particular, la vinculada a sus operaciones de comercio exterior materializadas vía marítima. Como ya se ha comentado, el Directorio de empresas españolas exportadoras e importadoras de las Cámaras de comercio permite ubicarlas a nivel de código postal. A partir de esta información podemos conocer en qué municipio se hallan y, lo que es más importante, el mercado local de empleo (ó local labor market area, LLM) en el que se incluyen. Un LLM es una región funcional6 resultado de la unión de varios municipios y que constituye una comunidad única de empresas y personas. Son “regiones económicas” dentro de las “regiones políticas” o administrativas. La importancia de estas regiones funcionales radica en que dentro de las mismas los agentes económicos (empresas y empleados) comparten los mismos intereses económicos y desarrollan sus relaciones económicas y sociales. Así, el impacto económico de un puerto no se circunscribe únicamente al municipio en que se ubica la empresa que demanda sus servicios, sino que se extiende hasta llegar también al territorio en que se ubican el resto de empresas y personas con las que dicha empresa se relaciona cotidianamente; esto es, se extiende al resto de municipios que pertenecen a su mismo LLM. Por ejemplo, y limitándonos al caso de Asturias y las instalaciones portuarias de Gijón, el área de influencia del Puerto del Musel no se limitaría a los municipios en los que se localizan las empresas que exportan vía marítima (figura 2, mapa 2a), sino que incluiría también el LLM al que éstos pertenecen (figura 2, mapa 2b). Los LLMs se definen fundamentalmente a partir de los datos municipales de población ocupada residente, población ocupada total y desplazamientos del lugar de residencia al lugar de trabajo (lo que en economía se conoce como commuting usando el termino anglosajón). A la hora de delimitar sus fronteras, existen diferentes metodologías todas ellas basadas en los desplazamientos diarios de sus residentes y trabajadores que pretenden crear áreas en las que al menos el 75% de sus residentes también trabajen allí y al mismo tiempo el 75% de los que trabajan también vivan en ella. En otras palabras, 6 Las regiones funcionales se definen con independencia de los límites administrativos y se construyen teniendo en cuenta factores económicos, sociales, culturales o geográficos (véase Michele 2005). se intenta concentrar en una misma área la oferta y la demanda de trabajo (empleo y empleadores) o, si se quiere, producción y renta. Estas metodologías se basan en un algoritmo en varias etapas desarrollado inicialmente por (Coombes, Green, & Openshaw, 1986), y ha sido aplicado en el Reino Unido por el Departamento de Empleo, que denomina dichas áreas Travel-To-Work-Areas o TTWAs, en Italia por (Sforzi, Wymer, & Openshaw, 1997) y en España por (Galletto & Boix Domenech, 2006), quienes agrupan los más de 8.000 municipios españoles en 806 mercados locales de trabajo. Figura 2. Área de influencia del puerto de Gijón según municipios o LLM. a) Municipios b) LLM 1:300.000 Límite LLM Límite municipal Fuente: elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Españolas Exportadoras e Importadoras del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Datos 2006 4. Primeros resultados A continuación se muestran los primeros resultados de la propuesta de delimitación de las áreas de influencia de los puertos basada en el concepto de LLM. Estos mapas se han realizado combinando la información suministrada por la Agencia tributaria y el Directorio de empresas exportadoras e importadoras de las Cámaras de comercio. En ellos se puede comparar el área de influencia de los principales puertos españoles peninsulares por tráfico de contenedores resultado de la aplicación de ambas metodologías: la previa, cuyos resultados son a nivel provincial, y la propuesta en este trabajo, donde las áreas de influencia se definen a nivel local, concretamente para LLMs. En la figura 3 se presentan sendas áreas de influencia para los puertos ubicados en la fachada mediterránea: Barcelona, Castellón, Valencia, Cartagena y Algeciras. En la figura 4 se muestran las obtenidas para los de la fachada cantábrica: Vigo y Bilbao. Para todos ellos se ha considerado el tráfico de exportación con destino al continente americano en 2006 por parte de empresas cuyo volumen de exportación superó el millón de euros. Figura 3. Área de influencia de los principales puertos de tráfico de contenedores de la fachada mediterránea. a) Puerto de Barcelona 1: 7.000.000 1: 7.000.000 1: 3.500.000 1: 3.000.000 b) Puerto de Castellón c) Puerto de Valencia 1: 7.000.000 1: 3.500.000 d) Puerto de Cartagena e) Puerto de Algeciras LEYENDA: 1: 7.000.000 1: 7.000.000 1: 2.000.000 1: 3.500.000 Facturación exportaciones (millones €) 3.000 a 5.000 5.000 a 10.000 10.000 a 20.000 Más de 20.000 Fuente: elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Españolas Exportadoras e Importadoras del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Datos 2006 Figura 4. Área de influencia de los principales puertos de tráfico de contenedores de la fachada cantábrica. a) Puerto de Bilbao 1: 7.000.000 1: 3.000.000 1: 7.000.000 b) Puerto de Vigo LEYENDA: 1: 1.500.000 Facturación exportaciones (millones €) 0 a 5.000 5.000 a 10.000 10.000 a 20.000 Más de 20.000 Fuente: elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Españolas Exportadoras e Importadoras del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Datos 2006 5. Conclusiones Cabe esperar que una acotación más precisa del espacio en que se generan los flujos de tráfico permita identificar mejor las variables condicionantes de la elección del puerto realizada desde tierra. La identificación de estas variables revelaría las claves de la competencia portuaria, favoreciendo tanto la eficiencia de las estrategias competitivas diseñadas por las Autoridades portuarias como la de aquellas políticas cuyo objetivo sea, por ejemplo, prever la congestión de los principales corredores nacionales de mercancías. Cabe esperar también que la utilización de la óptica de las regiones funcionales, concretamente los LLMs, permita precisar mucho mejor el alcance del impacto económico directo de la infraestructura portuaria en el territorio. Además, este enfoque abre la posibilidad de analizar el patrón de selección portuaria de las empresas ubicadas las unidades territoriales atendiendo a sus características socio-económicas. Asimismo, y en tanto las empresas españolas exportadoras e importadoras aparecen en el Directorio agrupadas en 3 bloques atendiendo a su volumen de facturación, se puede analizar también si varía la distribución inter-portuaria de sus respectivos flujos comerciales. Para alcanzar mayor concreción en los resultados adoptando esta nueva vía de investigación, sería necesario poder determinar el volumen de exportación concreto de cada una de las unidades territoriales. La combinación de las bases de datos utilizadas en este trabajo no lo permite, y es un reto que se espera afrontar en futuros trabajos. Referencias Bergantino, A. S. (2002). The european commission approach to port policy: some open issues. International Journal of Transport Economics, XXIX(3), pp. 337-379. Bichou, K., & Gray, R. (2005). A critical review of conventional terminology for classifying seaports. Transportation Research Part A, 39, pp. 75-92. Coombes, M. G., Green, A. E., & Openshaw, S. (1986). An efficient algorithm to generate official statistical reporting areas: the case of the 1984 travel-to-work areas revision in britain. Journal of the Operational Research Society, 37(10), pp. 943-953. De, P., & Park, R. (2003). Container port system concentration. Transportation Quarterly, 57(4), pp. 69-82. Fleming, D. K., & Hayuth, Y. (1994). Spatial characteristics of transportation hubs: centrality and intermediacy. Journal of Transport Geography, 2(1), pp. 3-18. 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