Discurso del camarada Indalecio Prieto

Anuncio
VIDA NUEVA
Año V Núm. 184
ZARAGOZA
10 de febrero 1934
Ejemplar,
10 c é n t i m o s
Organo de la Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista Obrero
Habla el Partido
Socialista
Discurso del camarada Indalecio Prieto
"Nuestro deber es ir a la revolución con todos los sacrificios"
El c a m a r a d a P R I E T O : L o s señores d i putados comprenderán que palabras reiteradísimas pronunciadas por el señor presidente
del Consejo de Ministros, y dirigidas de modo exclusivo a la representación política en
cuyo nombre hablo, justifican sobradamente
esta intervención mía para responder a una
invitación q u e , en uso d e un derecho indiscutible, el jefe del Gobierno nos ha dirigido,
y nos h a dirigido con una exclusividad que
subrayo, y acerca de la cual h a b r é de deslizar en el curso de mis palabras algún que
otro comentario.
Los cimientos de nuestra posición radican en la situación de
los pueblos.
N o estaba y o presente c u a n d o se h a iniciad o este d e b a t e : pero he tenido ocasión de escuchar las p a l a b r a s finales del señor diputado
a quien h a correspondido promoverlo en a p o yo de no sé q u é proposición incidental, hab l a n d o d e la situación p o l í t i c a y social en la
provincia d e J a é n ; y habiendo fallado el intento que perseguía el señor presidente del
Consejo d e que representaciones d e otras p r o vincias extendieran esa visión panorámica del
e s t a d o político y social q u e el señor diputado
a que me refiero expuso con relación a Jaén,
interesa al fundamento de mi disertación recoger las palabras de ese señor diputado, porque, precisamente, aun siendo punto de vista
totalmente contrario el de las quejas q u e nosotros tenemos con respecto a la conducta de
las autoridades y de los elementos p a t r o n a les, de modo singular es provincial genuinamente agrícolas como la de Jaén, en eso radican gran parte d e los cimientos d e esta
nuestra actitud, q u e tanta alarma produce al
señor presidente del Consejo d e Ministros.
Lo que ocurre en la provincia
de Jaén
D a la casualidad, s e ñ o r e s diputados, de
que pocos minutos antes d e comenzar e s t a sesión, representaciónautorizada d e mi P a r t i d o me entregaba unas notas concernientes a
lo que ocurre en la provincia d e J a é n . En
estas notas hay datos p a r a nosotros tan interesantes como los siguientes: "Existen en la cárcel d e Jaén desde el mes d e noviembre p a s a d o , según informes recogidos en l a Federación Provincial Socialista, más d e cuatrocientos presos, obreros casi en su totalidad H a n
sido amenazados p o r l a guardia civil d e C a zorla d e ser abofeteados, si persisten en sus
campañas socialistas, el concejal d e dicho pueblo C e s á r e o P l a z a Lorente, y el de La Iruela, G a b i n o López. D i c h a s amenazas se realizaron en presencia d e los alcaldes respectivos, afiliados a las derechas. E n algunos pueblos, como Valdepeñas de J a é n , se han pagad o este a ñ o en la recolección d e l a aceituna
dos pesetas al hombre y 1'75 a la mujer, siend o los jornales concertados en las bases de
trabajo p a r a la tierra d e seis pesetas al homb r e y cuatro a la mujer.
A s a l t o a la C a s a del P u e b l o d e C a z o r l a .
E l día 2 0 d e noviembre último, al tenerse
conocimiento del resultado electoral, don
Mauricio M a r t í n e z , los hijos d e Manrique, y
otros principales propietarios del pueblo,
acompañados del alcalde y de veinte o treinta individuos, a c a d a uno de los cuales e n tregaron una pistola y cinco pesetas en el b a r
que posee el citado M a n r i q u e , y con la protección d e la guardia civil, m a n d a d a por el
sargento Inocencio Almirón, se dirigieron a
la C a s a del P u e b l o sobre las diez y media
d e la noche. R o d e a r o n el edificio, el sargento
apaleó brutalmente con el fusil al portero d e
la C a s a del P u e b l o , M a n u e l A m a d o r A l c o lea, d e sesenta y cuatro años d e e d a d , y penetró, con una o d o s parejas en el salón d e actos
y en las Secretarías, en donde se encontraban una docena d e afiliados. Registraron c o rrespondencia y documentos y obligaron a firmar, b a j o a m e n a z a d e ser maltratados, una
acta en b l a n c o . L o s q u e s e resistieron a ello
y exigieron mandamiento judicial al sargento
fueron abofeteados y apaleados, resultando
con lesiones Félix Martínez H e r n á n d e z y
José G a r c í a P l a z a . Los señoritos fascistas
abuchearon con burlas y groserías a los q u e
salían d e la C a s a del P u e b l o arrojados por
la guardia civil. Presentada denuncia en el
Juzgado, no ha d a d o resultado alguno, por la
parcialidad del secretario. (Al juez de instrucción lo trasladaron hace un año y no se
ha cubierto la vacante). Dicho secretario es
uno d e los principales capitalistas del pueblo.
L a oportunidad y la casualidad han querido q u e esté justificada la aportación d e estos datos concretos frente a las acusaciones
que el señor diputado firmante y defensor d e
la proposición incidental...
( S e producen varias interrupciones).
E l compañero P R I E T O : D o y una explicación al señor diputado, porque parece ser
que su queja proviene d e que y o no cito su
nombre, y esto no envuelve ningún desdén,
sino q u e lo desconozco. E n la misma, absolutamente en la misma dificultad en que yo me
he hallado hasta ahora por desconocer el nombre d e su señoría, estaba el señor presidente
del Consejo d e Ministros, y no creo que su
señoría le imputara lo que a mí me imputa.
P e r o , en fin, por mí que graben el nombre
d e su señoría en mármoles. ( R i s a s ) .
El debate en su estricta
planificación
Liquidado este episodio, vamos a quitar la
pompa oratoria de este debate y a dejarlo reducido a su verdadera lignificación, tal cual
yo lo he columbrado a través d e las palabras
del señor Gil Robles y d e las palabras del
señor presidente del Consejo de Ministros,
que, en síntesis, puede ser esto: un requerimiento, por parte d e las fuerzas q u e dirige el
señor Gil Robles, para que el Gobierno extreme sus medidas de rigor contra la actuación del P a r t i d o Socialista, bajo el premio de
mantener el apoyo y la confianza que ese
Gobierno merece a las fuerzas dirigidas por
el señor Gil Robles ( R u m o r e s ) . T a l ha sido
francamente la intención descubierta en las
palabras del señor Gil R o b l e s : si el Gobierno no extrema su rigor p a r a contener la propaganda que realiza el P a r t i d o Socialista—
de la cual hemos de hablar, cediendo a la
invitación de su señoría, con el necesario detenimiento—, quedará retirado el apoyo, q u e dará extinguida y anulada la confianza de las
fuerzas derechistas. Y su señoría, con menos
precaución y menos ponderación q u e el señor
Martínez Barrio, no ha acertado a distinguir, para condenarlas, más violencias d e expresión que las nuestras (Rumores. E l señor
PRESIDENTE DEL CONSEJO
DE
M I N I S T R O S : N o e s v e r d a d ) , en tanto
que están aún recientes, y son tan solemnes
o más que las nuestras, las que predican esos
señores. Y el resultado práctico d e la actitud
d e su señoría puede ser, si no tienen esclarecimiento suficientemente rectificatorio sus p a labras, q u e su señoría está dispuesto a aliarse
con unos elementos amenazantes del régimen
con tal d e aplastar a otros elementos q u e constituyen también, a su juicio, otra amenaza
q u e . . . (Rumores, que impiden oír al orador.
E l señor G I L R O B L E S : Demasiada habilidad, señor P r i e t o . Se pasa d e hábil su señ o r í a ) . P r o c u r a r é no mantener diálogo con
su señoría para q u e n o l e aumente la fiebre.
(Risas. E l señor G I L R O B L E S : S u señoría es para mí un tubo d e aspirina). N o hago
yo reclamos a fábricas d e productos químicos
extranjeras)." ( R i s a s ) .
Una invocación a la fuerza
de las derechas
N o tengo q u e remontarme a textos d e los
más antiguos — siquiera fuesen recientes—
del propio señor Gil Robles, como el del discurso, ya citado por mí aquí, con q u e inició
su propaganda electoral; tengo suficiente con
acudir a u n testimonio d e órgano d e p u b l i c i d a d tan autorizado en las derechas c o m o
el A B C, en el que, recogiendo las manifestaciones hechas por el señor Gil Robles en
su discurso del domingo último en Sevilla, las
reproduce así: " H a b r á quien diga: a las
derechas n o les darán nunca el Poder. Y eso,
¿ q u é q u i e n decir? Si nosotros nos colocamos
en el camino de la legalidad y pedimos el
P o d e r apoyados en la fuerza que nos d a el
país, sería peligroso escamotearlo, porque c e rrarnos l a legalidad sería enseñarnos otro c a mino y ponernos en trance de tomarlo por la
f u e r z a "
(Rumores.)
E l señor P R E S I D E N T E : Está su señoría en su derecho y la Presidencia resuelta
a mantenerle en él.
Por qué nos comprometimos
a desencadenar la revolución
E l c o m p a ñ e r o P R I E T O : Citado ese caso,
que ya he dicho que no quiero hacer resall a r con exceso, nosotros nos encontramos con
q u e el Gobierno presidido por su señoría trae
H e dicho aquí, en ocasión anterior, que
a las Cortes un proyecto de ley por el cual
sería muy difícil encontrar una representación
se señalan haberes al clero, proyecto q u e , a
parlamentaria q u e no hubiese hecho invocanuestro entender, es una infracción manifiesta
ciones a l a fuerza. P e r o , en fin, no vamos a
del artículo 2 6 de la Constitución. Y cuando
escamotear nuestra propia responsabilidad en
nosotros vimos a un Gobierno presto a presla amplitud d e los precedentes, buscando incindir del texto constitucional, resuelto a vulculpación d e faltas análogas en que pudienerarlo, aliado con quienes son enemigos funran haber incurrido casi todas las representadamentales de toda la esencia
constitucional
ciones que tienen hoy asiento en esta C á m a r a ;
(y me extraña que el asombro de sus señorías
vemos a l o que pudiéramos considerar la parse produzca a estas horas), nos hubimos de
te medular de este debate.
levantar aquí o decir que, frente a transgrecomo ésas, que equivalgan a la desUna invitación a terminar con siones
trucción de las conquistas obtenidas por la
los alcaldes socialistas
República, merced al apoyo y al auxilio de
gentes declaradamente
enemigas de la RepúE n la invocación hecha por el señor A l v a blica, con quienes vosotros estáis aliados y
rez L a r a , firmante y defensor de l a proposicon quienes ratificáis hoy esa alianza, ese pacción incidental, se invitaba al Gobierno a
t o — q u e solemnizáis todavía más con vuestras
concluir con los alcaldes socialistas. C u a n d o
palabras de hoy—, nosotros nos
compromeun alcalde falte a la ley, e l
G o b i e r n o está, no
tíamos a desencadenar la revolución,
porque
sólo en el derecho, sino en la obligación del
no tenemos otras armas. (Aplausos en la m i corregir esa infracción estableciendo las sannoría socialista. R u m o r e s ) .
ciones legales en que ese alcalde haya incurrido. P e r o eso dista mucho d e estas excitaciones, gran parte d e las cuales han sido oídas
Cómo se intentó aplastar
constantemente y atendidas por el Gobierno.
la preponderancia socialista
( E l señor M I N I S T R O DE L A G O B E R N A C I Ó N : Señale su señoría los casos, p o r S u señoría ha hablado del resultado electoque por muchas destituciones de alcalde que
ral como una expresión d e la voluntad del
yo firmara, estando en este cargo mucho
país, y el rendimiento d e su señoría a esa
tiempo, no llegarían a tantas como se firma- soberanía le hace plegar todos aquellas ambiron cuando su señoría era ministro. M u y bien. ciones idealistas que podían caracterizar el
R u m o r e s ) . E l señor ministro de la G o b e r n a espíritu de su señoría, y ahí, señor Lerroux,
ción nos hizo la invitación el otro día d e que
estamos profundamente distantes.
se le enumeraran casos concretos. C r e o que
Nosootros no discutimos l a licitud constituhan comenzado las entregas a su señoría d e
cional d e la disolución de las anteriores C o r esas relaciones y está pendiente el ofrecites. Cuando todos los ataques d e la opinión
miento hecho por esta minoría de d a r publicide derechas, auxiliados, es cierto, por nutrid a d a todos los casos a que hicimos referend o s sectores republicanos, principalmente por
cia d e una manera s u c i n t a .
el que dirige su señoría, convergieron hacia
nosotros, no por otra cosa q u e p o r creer que
Vemos la Constitución en pe- éramos el obstáculo más considerable en que
ligro de ser vulnerada por el tropezaban los afanes proselitistas que animaban la propaganda d e las derechas, y nos viGobierno
mos excluídos del P o d e r ; c u a n d o se constiP u e s bien, señor presidente del Consejo d e
tuyó un Gobierno, excluídos nosotros, en que
Ministros: el problema q u e se plantea y que,
estaban representadas todas las fracciones redesde nuestro punto d e vista, justifica nuestra
publicanas d e la C á m a r a y, por consiguiente,
actitud, no es ciertamente el de que nosotros
tenía una mayoría desbordante y había, d e
pretendamos, por procedimientos de violennuestra parte, el ofrecimiento d e realizar,
cia, la reforma del régimen sin demostración
frente a su labor, una oposición benévola, de
d e que esa actitud nuestra está cimentada en
la cual no surgieran dificultades p a r a l a c o n que vemos la Constitución en peligro d e ser
solidación de la República, nosotros dijimos
vulnerada por sus señorías. Y si nosotros quiparticular, pública y solemnemente, en todos
siéramos fijar casos concretos, para fijar los
los tonos, que no veíamos conveniencia algucompromisos d e cada cual, señalaríamos en
na, desde el p u n t o d e vista republicano, d e
primar término, sin remarcarlo extraordinadisolver aquellas Cortes. N o se atendió nuesriamente, el incumplimiento del artículo 7 5
tro consejo, no se atendieron nuestras indid e la Constitución con motivo de la solución
caciones; p e r o a cuenta d e que no fueran
dada a la crisis que originó la dimisión d e su
atendidos no podemos, en el orden constituseñoría c u a n d o por p r i m e n vez presidió el
cional, formular queja a l g u n a ; aquella disoGobierno. ( R u m o r e s ) . Lamentaría mucho, selución, constitucionalmente, fué lícita. Lo q u e
ñor presidente y señores diputados, que se
nosotros advertíamos eran los peligros que endesviara mi atención hacia ciertas interrupciotrañaba esa disolución; y su señoría, con l a
nes que pudieran a c a b a r con la solemnidad
f u e r z a que acaudilla, fué a ella con estos
del debate, q u e y o he de mantener hasta dondesignios, a nuestro entender, torpes: Primero,
de pueda.
reducir; mejor, aplastar—si ello hubiese sido
Con el texto taquigráfico del último discurso de nuestro camarada
Indalecio Prieto, en el Cine Pardiñas, ante la vista, notamos que
las informaciones de los periódicos de Zaragoza han sido canallescas y ruines; desvirtuaron todo el sentido revolucionario de la
admirable oración.
Este nuevo episodio hará ver a nuestros camaradas y simpatizantes que no es posible informarse con exactitud si no es leyendo
nuestra Prensa.
posible—la preponderancia q u e en el régimen
pudieran tener las f u e r z a s socialistas. S e g u n d o , aniquilar al resto d e los partidos republicanos, fiado su señoría en la esperanza—que
no ha podido lograr—de tener tras sí una
mayoría republicana, tan fervorosa y personalmente adicta a su señoría, q u e sus normas
d e gobierno y su programa, si l o tenía, para
seguir la obra d e consolidación d e la R e p ú b l i ca n o quedaran estorbados, y su señoría (claro q u e me fijo principalmente en su señoría,
aunque no presidiera aquel Gobierno, porque
ni a mí ni a nadie se le puede ocultar el volumen considerabilísimo d e la personalidad d e
su señoría) es ahora prisionero d e su torpeza,
d e su error. H a reducido nuestra representatación—que ello no supondrá gran remordimiento en l a conciencia d e su señoría—, pero
ha aniquilado al resto d e las f u e r z a s republic a n a s y no ha conseguido acrecentar la p o tencia parlamentaría d e su partido. E n este
sentido, justo es y ello n o va en justificación
d e nuestra actitud, de la cual hablaremos luego con m á s detalle—lo que a h o r a p a d e c e y
sufre, y siempre sería, desde un punto d e
vista estrictamente político, acreedora a u n
juicio duro y a una crítica severa la c o n d u c ta que las fuerzas políticas dirigidas por su
señoría observaron entonces
Los pactos republicanos
y derechistas
M a s esto n o es p a r a nosotros el quid del
problema. Nosotros teníamos previsto—¿quién
lo iba a i g n o r a r ? — q u e las fuerzas d e d e r e c h a (yo l o dije públicamente con gran a n t e rioridad a l a convocatoria electoral) no estaban en las Cortes C o n s t i t u y e n t e s ni cuantitativa ni cualitativamente r e p r e s e n t a d a s con
aquella densidad y número que cumplen a l a
extensión de su área en la política española,
y esperábamos que aquel menguado grupo q u e
se batió desde esos bancos contra todas las
pretensiones d e l a República Española en sus
Cortes Constituyentes, quedase ahí a c r e c i d o ;
no aguardábamos tanta extensión, como n o la
aguardaba tampoco su señoría, según nos a c a ba d e confesar. P e r o nosotros no tendríamos
nada q u e objetar si e s a s fuerzas, en el juego
libre d e su influencia, d e su poderío, en el
aprovechamiento d e sus masas y hasta utiliz a n d o aquella exacerbación d e opinión adversa que se hubiera provocado en el ámbito n a cional contra la política d e los Gobiernos
q u e presidió el señor A z a ñ a , estuvieran a h í
con esa proporción; lo q u e a nosotros nos desvinculó, lo q u e a nosotros nos a r r a n c ó d e la
raíz común en q u e queríamos vivir con sus
señorías, fué el hecho d e que sus señorías,
pactando alianzas, q u e nunca p o d r á n tener
una justificación histórica, desde un p u n t o d e
vista hondamente republicano, sus s e ñ o r í a s se
unieran a esos elementos en pactos públicos
y confesados p a r a traerlos aquí en mayor p r o porción que aquella q u e correspondía a sus
propias fuerzas.
Este es, señor Lerroux, el primero y el
más terrible cargo que tenemos que hacer a
su señoría a cuenta d e u n yerro profundo,
porque aun c u a n d o e s t a s fuerzas hubieran venido (respeto incluso su optimismo, antes revelado en una interrupción) con m a y o r fuerza numérica d e la q u e actualmente tienen, a
nosotros n o nos tocaría más sino estrechar el
tacto d e codos con todos los elementos creadores y servidores de l a República para c o n tener este a v a n c e , para detenerlo, para d e s truirlo. Mas aunque su señoría quisiera a p u n tar hoy (que n o lo ha a p u n t a d o , e incluso h a
estado m u y lejos d e ello) propósito d e enmienda, ¿con q u é autoridad moral p u e d e y a
hacerlo su señoría? ¿ C o n q u é c a p a c i d a d ?
¿ C o n qué títulos, si su señoría es u n coautor
d e esta situación intensamente dramática por
q u e atraviesa la República, en una g r a n parte
como consecuencia directa d e la torpe acción
d e su señoría? S u señoría y los amigos q u e
a su señoría siguen con tanto fervor se e n r o laron en u n conglomerado electoral q u e se
denominó frente antimarxista. ¿ P o r q u é ? P r o bablemente porque estos señores, c u y o sentido
VIDA
2
político no se puede negar, advertían que nosotros constituíamos uno d e los cimientos más
firmes de la República, uno de los pilares más
sólidos d e l a República, y era explicable,
desde su punto d e vista, que sus embates fueran más directamente dirigidos hacia nosotros.
P e r o pensad, reflexionad íntimamente, rindiendo a l a intimidad la flor d e la sinceridad;
pensad si ahora nosotros, excluídos d e estos
bancos, desaparecidos de aquí, condenados a
esa ilegalidad con que su señoría, más o menos difusamente, nos amenazaba, fuésemos
extirpados en nuestra influencia d e la vida
pública española, ¿creéis que entonces ibais
a tener al auxilio, el apoyo, la cooperación
de estos señores? Cuando nosotros hayamos
desaparecido d e ese puesto de vanguardia, no
limitándose, como no se limitan, las ambiciones políticas d e las derechas, fieles a postulados d e toda la vida, y que no se pueden enmascarar tan fácilmente como algunos, en la
alegría juvenil d e la inexperiencia, pretenden
enmascarar, vean que vosotros representáis
todavía soluciones, aunque más reducidas que
las nuestras, contrarias a las que h a n anidado
d e p o r vida en lo más profundo d e sus congos, seréis vosotros los adversarios, hacia los
cuales converja toda la intensidad del ataque.
Arrogancias obligadas y temores transparentes
Y sin que y o pida premio ni remuneración
alguna en el orden d e la consideración a la
actitud y a la conducta nuestra, pensad conmigo en que al atraer nosotros los rayos que
estos señores fulminan, os estamos sirviendo a
vosotros de fuerte parapeto, construído con
los materiales d e nuestras organizaciones, no
solamente con la representación numérica a c o modada en estos bancos, sino con lo que está
detrás d e nosotros, que tiene—¡no lo ha de
tener!—entidad infinitamente más considerable que aquella que pudiera reflejarse aquí por
nuestro número y por nuestras voces. C u a n d o
nosotros afirmamos nuestra actitud a favor del
mantenimiento d e u n a s modestas reformas sociales, q u e tiene y a todo el mundo civilizado
incorporadas a su legislación pero más aún a
cuenta d e la firmeza gubernativa d e que ellas
tuvieran positiva realidad en la vida del trabajo español, se levantaron los intereses heridos, clamaron, y entonces ese clamor encontró en vosotros un eco suicida, ¡un eco
suicida!, creyendo que así atraíais núcleos sólidos y considerables hacia la República,
cuando lo q u e hacíais era alimentar todo lo
vivo que hay d e protesta contra l a República
en hombres que no habían hecho abdicación
de ideales sustentados a todo lo largo de su
vida, y eso lo hacíais a costa nada menos que
d e divorciaros del proletariado. Ahora,
lo
mismo la voz dentro del recinto parlamentario
que las ondas de la radiotelefonía, van recogiendo una preocupación:
la
preocupación
por nuestra actitud, y he ahí cómo vosotros,
los que pretendíais aplastarnos, los que creíais
sin duda. haberlo logrado, os sentís ahora temerosos, pese a todas las arrogancias de su
señoría, hasta cierto punto muy obligadas desde ese puesto, porque parte d e la doctrina que
su señoría ha sustentado desde ahí no tengo
yo en estos momentos por qué contradecirla;
pero hoy vivís bajo la presión de que nuestras
masas, que van siendo empujadas fuera del
ámbito de la legalidad por vuestra propia acción, plasmen su deseo en actitudes revolucionarias que vosotros estimáis com ouna conminación
insufrible.
El frente antimarxista ha creado el marxista
Vosotros habéis predicado el frente antimarxista, lo habéis integrado, lo habéis favorecido, habéis figurado en candidaturas con
esa denominación simplemente p o r afán d e
aplastar nuestra acción, no de corregirla en
aquellos excesos que pudiera haber en organismos subalternos, excesos q u e y o n o tengo
ahora p o r qué examinar, p e r o que, a efectos
d e lo polémica, incluso reconozco su existencia en la medida que su señoría los denunc i a ; p e r o n o era la corrección d e esos a b u sos, n o e r a el deseo d e contener dentro d e
la órbita legal a aquellos hombres del pueblo
que sin educación suficiente se hubieran incorporado a l a vida política y la vida política l o s hubiera llevado tempranamente, sin
preparación bastante, a puestos representativos en la Administración pública; vosotros no
ibais a corregir e s o ; vosotros ibais a aplastar
nuestras fuerzas, y p o r eso creásteis el frente
antimarxista; y ahora, como una consecuencia
inevitable, fatal, porque vosotros mismos le
dísteis la denominación, os asusta que pueda
crearse o h a y a deseos d e q u e se cree el frente
marxista; pues ésta, en realidad, es vuestra
propia o b r a ; es la consecuencia d e vuestra
conducta P e r o c u a n d o a nosotros llegan quej a s tan terribles d e los pueblos—yo no niego,
repito, el exceso inmoderado que pueda haber
en gentes de nuestra filiación en el ejercicio
d e la autoridad, ejercicio q u e , al fin y al c a b o ,
necesita estar dosificado por una serenidad augusta q u e n o se adquiere repentinamente al
incorporarse a la vida p ú b l i c a — ; c u a n d o nosotros recibimos esas quejas, no es q u e temamos q u e se nos derribe d e ningún pedestal
efímero levantado p o r la vanidad política.
S u señoría no acierta todavía a calibrar el
valor moral d e ciertos hombres, porque cuand o una convicción nuestra se opone profundamente a la d e las masas que están detrás
de nosotros, tenemos el mínimo de honradez
política para oponemos resueltamente a esa
actitud, si ella la encontramos injustificada;
pero cuando esa actitud la encontramos justificada por la conducta vuestra, sería una villana cobardía y una traición
desentenderse
de esas quejas amargas y sangrientas para entregarnos aquí a diálogos versallescos. ( A p l a u sos).
Recuerdos del pasado lerrouxista
Y no quiero hablar, señor Lerroux, de lo
que en este debate, y singularmente, no ante
los recursos polémicos de la discusión, sino
ante la realidad trágica d e los hechos, tenga
de valor eso de la tradición del republicanism o histórico. N o queremos, p o r q u e si l a historia política d e c a d a cual está formada por
l a serie d e eslabones que constituyen todos
nuestros actos, y su señoría acumula sobre
nosotros el reproche y el vituperio de encender el ardimiento d e conciencias poco preparadas para la actuación en la vida pública,
(qué fácil sería ir recordando a don A l e j a n dro Lerroux violentas y magníficas, desde el
punto d e vista literario, excitaciones en el
orden religioso, como aquella de destapar el
velo de las novicias y convertirlas en madres!
(Fuertes y prolongados rumores). ¿Es que
renegáis de vuestra historia? ¡Y en el orden
social recordar también—porque
el recuerdo
es fácil—cuando
su señoría predicaba el incendio de todos los Registros de la Propiedad
y que fueran aventadas sus cenizas! N o se
extingue fácilmente el eco d e las palabras
cuando las palabras descienden d e alturas tan
considerables como las que su señoría h a ocupado de modo constante en la vida pública
española. ¡ N o se extingue tan fácilmente!
Evolución, responsabilidad
y diferencia
Y o sé que el espíritu d e su señoría h a evolucionado lo suficiente p a r a comprender que
aquellas excitaciones d e su señoría estaban
fuera de toda ponderación. Sé m á s : sé que
la responsabilidad del P o d e r , pesando ahora
abrumadoramente sobre los hombros de su
señoría, podrá conducirle, si no al arrepentimiento, al deseo de que u n olvido misericordioso cubra el recuerdo de todas estas excitaciones d e su señoría. P e r o ¿cómo hablar
desde el campo del republicanismo histórico
español, señores diputados, y condenando las
violencias de lenguaje, c u a n d o no ha tenido
otro norte l a oratoria del republicanismo histórico que el marcado por sendas demagógic a s ? Claro está que eso no quita peso a l a
inculpación q u e su señoría pueda hacernos
en este instante por seguir una conducta hasta cierto punto similar con la de su señoría.
P e r o lo terrible del caso, confesemos la verdad, es que nuestras palabras h o y tienen infinitamente más peso que las de su señoría
en la época a que me refiero, porque detrás
d e nosotros hay contingentes más numerosos
que los que acaudillaba su señoría, más disciplinados, más potentes, m á s pujantes. D e
este reconocimiento induzco yo nuestra mayor responsabilidad en las palabras actuales
nuestras, mucha mayor comparándola con la
responsabilidad d e palabras, por lo gráficas,
inolvidables, d e su señoría. ( R u m o r e s ) . P o r
lo visto h a n entendido algunos señores d i putados que h e pronunciado la palabra " p o r nográfica"; he dicho " p o r lo gráficas".
Una entrega servil y humillante
de la República al caciquismo.
Es posible que su señoría, en la estimación
q u e haya d e d a r a mis palabras su alto entendimiento, juzgue que l a s pronunciadas
hasta ahora son meras digresiones. E s posible. V a m o s , pues, a aquello que pudiéramos
reputar sustancial.
Y o he dicho que las masas proletarias no
sentirían tan profunda desvinculación con los
elementos rectores del régimen republicano si
otra hubiese sido su conducta en lo político
y en lo social de esos elementos rectores.
Deseche su señoría el supuesto, que no c r e o
que haya respondido exactamente a su c o n vencimiento, d e que nosotros nos movemos.
aquí o fuera d e aquí, a virtud d e impulsos
del despecho y d e una apetencia exagerada
e ilícita del P o d e r . M a l lo puede decir su
sceñoría a hombres que, como yo, examinando
con gran preocupación su espíritu, sometiend o a ese examen esclavamente su inteligencia,
llega a la conclusión, como y o llegué, d e
no haber pasado p o r un período de más dolorosa incertidumbre que por el que paso en e s tos momentos, hasta el p u n t o d e moverme a
declarar q u e los factores políticos y sociales
constituyen h o y verdadero turbión.
N o pueda sostener su señoría —y sé q u e
su talento desdeña semejante recurso—que
nuestra actitud obedece a móviles tan mezquinos y, si permitís la palabra, tan desven-
Gráficas Minerva
Impresos
de todas clases
Fuenclara, 2 -
Zaragoza
TELÉFONO 40-92
2
NUEVA
turados. N o ; es que el Gobierno que preside su señoría y los que precedieron a este
que su señoría dirige desde que cayó el d e
que nosotros formábamos parte, han consentido que el Poder público, en los reflejos
provinciales y locales, el poderío de la alta
majestad del Gobierno, hayan sido entregados
servilmente, humillantemente,
en forma
casi
esclavizadora, a aquellos hombres que constituían el tejido infecto del caciquismo español,
contra el cual incluso sectores muy considerables dentro del campo de la Monarquía
quisieron luchar para desmontarlo y destruirlo. Y cuando nosotros vemos entregado hoy
el poderío del Poder público—valga la redundancia si lo dicho es tal—a los miembros
de una organización que la sanidad política
del país—no la que nosotros representamos
en nuestro sector, s i n o la de todos, absolutamente todos—exige que se extirpe y que, sin
embargo, vuelve a retoñar y a triunfar con
una esplendidez insolente que no tiene ejemplo en ningún periodo anterior, ni siquiera—
hagamos esa justicia—en los últimos tiempos
de la monarquía, ¿qué podemos decir nosotros a nuestras masas cuando nos refieren,
como en ese testimonio de J a é n — y lo mismo
sucede en G r a n a d a , en Córdoba y en otras
provincias—, que los salarios legales, cifrados
en el Boletín Oficial de la provincia en seis
y siete pesetas, caen perpendicularmente y
se truecan por salarios de hambre, anticristianos, inhumanos, afrentadores de l a civilidad, y vemos que esa regresión social, q u e
nos llena de oprobio como españoles, la a m p a r a , la protege, la defiende el Gobierno o
con su complacencia, o con su satisfacción,
o con su complicidad? ¿ Q u é valor moral
vamos a tener nosotros p a r a negar esta realidad sangrante y entregarnos aquí a una c o media d e colaboración, cuando a su señoría
le sobran ahí (señalando a las derechas) colaboradores q u e ha traído alegremente de la
m a n o ? ¿Es que vamos a escarnecer con la
traición a los hermanos del terruño cuyo corazón late, en su desgracia, al unísono del
nuestro? (Aplausos en la minoría socialista y
risas en los bancos de las derechas).
El momento obliga a la máxima
sinceridad.
U s a n d o uno de esos cómodos ardides parlamentarios podía fácilmente su señoría o
cualquier miembro del Gobierno, buscar la
excusa, sencilla y simple, de desconocer estos
hechos y d e prometer su corrección y su enmienda; pero debemos hablar aquí en estos
momentos, q u e y o reputo históricos, con a b soluta sinceridad, y esta sinceridad me oblig a a decir que la conducta del Gobierno en
sus más altas cumbres es exactamente l a mism a : resuelta y decidida contra las leyes s o ciales, contra esos leyes que su señoría prometió interpretar, dando al verbo u n subrayado
propicio a toda clase d e recelos y desconfianzas. Y voy a citar, ahora q u e la ocasión
se me depara, un hecho por el cual puede
también medir la Cámara el respeto q u e a este
Gobierno le merecen las conquistas sociales.
P o r q u e el señor Lerroux no se h a d a d o
cuenta d e que no se ha situado en posición
genuina y netamente conservadora; n o se h a
colocado en aquel punto en q u e se colocan
todos los Gobiernos conservadores, en que se
han colocado aquí y se colocan fuera de aquí,
de contención de un avance, si el avance se
estima excesivo, pero también d e su conservación. S u misma denominación lo d i c e : conservador. H a n pasado representaciones socialistas, con mayor o menor densidad, por otros
Gobiernos europeos; han pasado por Bélgica,
han pasado por Inglaterra, y cayeron estas
representaciones del Socialismo, totalitarias o
parciales, pero a los Gobiernos que las sucedieron no se les ocurrió el anárquico proced e r que viene observando su señoría—y que
es el factor principal del estado de cosas que
angustia a su señoría, pero que no angustia
menos a los q u e aquí nos sentamos, sino q u e
mantuvieron lo conquistado como una p r e n da, como una garantía, y a veces—¿por q u é
no hacer este reconocimiento?; si lo quisiéramos negar, lo desmentiría la Historia—,
acuciados por un sentimiento d e justicia social, el cual, si queréis, es una nueva forma
del cristianismo, que va invadiendo todas las
conciencias e incluso lo han acentuado. E n
cambio, sus señorías, en el afán ciego d e ir
contra nosotros, van a destruirlo, l o están d e s truyendo. Y allá va el caso cuya evocación
había yo prometido a los señores diputados.
Una prueba: cuatro expulsiones
del Banco de España y la disolución del Jurado Mixto.
A raíz de salir nosotros del Gobierno, tres
funcionarios del Banco d e España, funcionarios cuyo mérito profesional nadie p u e d e
poner en d u d a , sólo por ser elementos d i r e c tivos del Sindicato de la B a n c a oficial, fueron trasladados del Centro d e Contratación
d e M o n e d a , a donde sus propios méritos los
habían conducido y donde, como los demás,
gozaban d e una gratificación. S e publicó un
manifiesto del Sindicato d e la B a n c a oficial
protestando contra estos traslados, que quedaron limitados exclusivamente a los directivos del Sindicato d e la B a n c a ; y el J u r a d o
Mixto, al conocer la suspensión d e empleo y
sueldo por dos meses, decretada por el B a n c o
d e España, d e cuatro funcionarios firmantes
de ese manifiesto, reconociendo, como era evidentísimo, que el reglamento anterior del
B. de E . era inaplicable desde la fecha en que
se promulgó la ley del Contrato de trabajo,
por falta de bilateralidad, anuló la corrección
ilegal impuesta por el Banco d e España, q u e
esta bajo la dirección inmediata d e un miembro del Gobierno, el señor ministro d e H a cienda, con una representación tan directa
como la del gobernador; y cuando estos funcionarios, sumisos a la ley, dentro d e ella,
creen q u e será lealmente cumplido el compromiso que para con la ley tiene una entid a d oficial como el Banco d e España, se encuentran con q u e reciben, n o la orden d e ese
cumplimiento, sino la orden de su separación
total del servicio, que afecta a cuatro hombres, d e los cuales uno lleva al servicio del
Banco treinta y cinco a ñ o s ; otro, veinte; otro,
diez, y otro, siete.
M a s no se manifiesta aun así ningún movimiento d e rebeldía, y esos empleados acuden
otra vez a la vía legal, al J u r a d o mixto, para
que repare el daño causado; y, ¿ s a b é i s la
respuesta que esto tiene en el Gobierno? L a disolución del J u r a d o mixto. Y estos hombres,
que se mantenían dentro de la legalidad,
que defendían al amparo d e ella sus intereses d e funcionarios y sus derechos d e ciudadanos, se encuentran con que el Banco d e
España los expulsa y con q u e el órgano oficial que puede y debe reparar el daño es
suprimido por una orden del ministerio de
T r a b a j o ; con circunstancias tan alevosas cual
la de que a estos funcionarios no se les priva
únicamente d e su destino, sino q u e se les
niegan sus derechos pasivos, creados no solamente con l a aportación del Banco de E s p a ña, sino con los continuos descuentos en sus
haberes; llega el Banco d e España, en la represalia, a negar estos derechos pasivos, q u e
no ha negado a nadie, ni a los funcionarios
que h a n sido expulsados por desfalcos, a n a die. N o hay en la historia del B a n c o d e E s paña ningún castigo como éste que ha sancionado brutal e inicuamente el Gobierno,
impidiendo su reparación legal.
Lo que representamos aquí.
Y cuando hay hechos como éstos, que proceden d e la cumbre del P o d e r , y nuestras
organizaciones los sufren tan d e cerca, ¿qué
les decimos nosotros a esas organizaciones?
¿Queréis vosotros ahora, os lo agradeceríamos, dictarnos la lección que les vamos a
d a r ? P o r q u e nosotros no estamos aquí a virtud d e ningún capricho político; somos meramente delegaciones movidas en una área d e
disciplina, cuya estrechez y solidez no voy
ahora a examinar porque todos vosotros las
conocéis y algunas veces en vuestro liberalismo u n tanto " d é m o d é " , arrumbado y a por
la moda, las habéis criticado, las habéis censurado y las habéis hecho objeto d e chanzas,
creyéndonos simples monigotes de las multitudes q u e están detrás d e nosotros. Nos sentimos muy honrados
representándolas;
somos
expresión de su voluntad, voceros de su criterio, no podemos movernos a nuestro capricho; y cuando su señoría invoca unas veces,
colmándonos de elogios, que yo agradezco a
su señoría; c u a n d o su señoría invoca l a conciencia d e nuestra responsabilidad, su señoría
olvida que nosotros somos mandatarios d e una
fuerza, expresión d e su voluntad, que c u a n do la creemos desviada oponemos nuestra opinión a la suya; pero c u a n d o nuestro criterio personal coincide con el d e las masas al
apreciar las causas del divorcio con todo l o
que representáis vosotros, nosotros no tenemos ninguna fuerza moral para contenerlas
y para desviarlas, y os decimos más, n o s sentimos profundamente compenetrados con ellas,
unimos nuestra voz a las suyas de protestas.
¡Ah! Y cuando y a lo vemos todo en el lector d e lo irremediable, porque en vosotros no
hay propósito d e enmienda, voluntad de rectificación, y además os vemos prisioneros d e
vuestras propias culpas, nosotros, si ese movimiento se produce, sumando, como habría de
sumar, sectores fundamentales
en la vida pública española; conociendo, como
conocemos
la tensión de ánimo, la ira que en la conciencia del proletariado
español ha
producido
vuestro torpe y, desde el punto de vista republicano, vuestra deshonesta conducta
(Rumores.), nosotros, repito, adquirimos esta difícil misión: la de procurar encauzar el movimiento y dejarlo reducido dentro de los límites
de posibilidad, que vosotros creéis que desbordan en los campos utópicos de la ilusión política y social, pero que nosotros, más metidos
dentro de la masa del proletariado,
creemos
factibles, y a las muchedumbres
obreras vamos y les decimos:
Vuestras ilusiones, que
son las nuestras, resultan, hasta cierto punto,
incompatibles con la realidad
española.
bilidad. que os va conduciendo a caminos de
defección, nosotros nos alzamos y decimos:
H u b o en una gran parte d e la voluntad nacional, n o diré q u e en toda, expresada en los
comicios del 12 d e abril, el deseo d e realizar
una revolución honda en E s p a ñ a ; no la hemos hecho, n o l a hemos realizado (yo no voy
a decir a q u í si p o r q u e no supimos, p o r q u e n o
pudimos o porque n o quisimos, limitándome a
señalar el h e c h o ) , y a la hora actual, suprimidos unos elementos representativos de la izquierda republicana, en los cuales pudiera h a ber tenido aún alguna esperanza el proletariado español, en orden a ciertas consecuciones inmediatas y el mantenimiento d e l o lograd o ; viendo aplastado y deshecho el republicanismo; enfrente, amenazador, ese sector d e rechista, con una p u j a n z a a cuya insolencia
yo no pondré reproches porque muchas veces
la fuerza tiene esas naturales y explicables
jactancias; viendo que tras d e la amenaza de
las derechas se levanta esta tarde su señoría
a ensanchar a su favor el portillo d e la fortaleza y a decir—que eso es, en síntesis, lo que
su señoría dijo—que basta con que esos señores se pongan u n apelativo d e republicanos
para q u e tengan perfecto derecho a gobernar
al país ( R u m o r e s . ) , p a r a q u e su señoría n o
sienta resquebrajadura alguna en su a l m a d e
republicano por tener que cederles el paso al
Poder.
V i e n d o todo esto, digo, y que en la izquierda—perdonen su señoría y la C á m a r a la j a c tancia—sonsos l a única fuerza combatiente
posible con eficacia, sin desdeñar, que no los
desdeñamos, y en último término quizá lleguemos a requerir, aquellas asistencias de quienes vean q u e en el ensanche de los moldes
jurídicos d e la República española están también cifradas sus aspiraciones, o, c u a n d o m e nos, preferentemente encajados sus ideales, si
los han d e comparar con la significación política d e las derechas, nosotros advertimos:
si
el golpe de mano, el golpe audaz, el asalto
al Poder, la vulneración de la Constitución, la
destrucción de las esencias constitucionales por
las cuales hemos peleado nos ponen en pie,
nos lanzan a la lucha, ¡ah!, entonces,
nosotros, como nunca nos hemos contentado, y,
en todo caso, si ese contento hubiese existido
estaba ya logrado con l a secularización d e los
cementerios y con otras leves reformas d e orden político que a nosotros nos han interesado
y nos interesan, pero q u e no son vitales en
nuestro programa, ahora, al levantarse el proletariado, exigimos a la victoria, no la plenitud
de sus ideales—sin renunciar a ellos—, sino en
tal medida que el mínimo de justicia social
pendiente de los enunciados de la Constitución,
sea una realidad inconmovible, y como base
de esa realidad es dejar extirpada p a r a siempre la raíz del caciquismo bárbaro que se
extendió por los campos de Castilla, por las
planicies extremeñas y por las vegas
andaluzas (Rumores.), territorios en los cuales, si
h a y algún exceso en los hombres que circunstancialmente han asumido cargos d e autorid a d , su exceso no es más que el reflejo d e u n a
educación deplorable d e despotismo, de tiranía
y d e esclavitud, q u e sumió a los obreros en
una vida verdaderamente miserable, nosotros
queremos hacer i m p o s i b l e la resurrección de
eso suprimiendo la propiedad de la tierra, entregando la tierra al Estado, estructurando su
explotación
en forma que sea dueño de la
tierra quien la labra ( R u m o r e s y protestas.);
que se suprima a q u e l elemento parasitario en
l a vida social del país q u e , no contento con
deshonrar a la República sometiendo d e n u e vo al labriego a la esclavitud económica que
suponen sus jornales d e hambre, juega ahora
trágicamente con ese imponente y angustioso
marco de m á s d e medio millón d e hombres en
paro para hacer l a selección que les dicte su
capricho y su afán d e tiranía.
Y por eso nosotros dijimos aquí, desde
este sitio y por mis propios labios, no como expresión de un criterio individual, cuyo valor
sería nulo, sino por mandato de estos compañeros, que disemínados en sus
representaciones por casi toda el área nacional, t r a e n a
las reuniones de nuestra minoría, día a día,
destilándolas amargamente,
las quejas angustiosas del proletariado español. Y entonces dijimos que frente a la dominación de los enemigos del régimen, al golpe de Estado, a la
vulneración de la Constitución. a la destrucción de aquello que para nosotros es un mínimo, que aspiramos a ampliar, contra ese movimiento se encontrará la revolución; y las organizaciones políticas y sindicales nuestras han
dicho a todos sus afiliados: ¡alerta!,
ciudadanos, obreros; no consintamos que se extravasan los cauces constitucionales;
y cuando
los veamos extravasados o en vísperas de ser
La revolución con todos los sa- extravasados, no ya por la potencia de esos
señores (Señalando a las d e r e c h a s . ) , sino por
crificios.
la debilidad vuestra o por los dos factores en
conjunto, al deber, sean cualesquiera los peSentimos también España muy dentro del
ligros con que su señoría amenace, con una
alma, tan dentro como pueda gravitar dentro
arrogancia que estaba hoy f u e r a de los límidel alma de sus señorías, que, aunque internates de aquellos deberes que, a mi juicio, imcionalistas, aunque aspiramos a que lazos d e
ponía a su señoría la discreción en una tarde
fraternidad unan a todos los hombres, no es
como la de hoy; sean cuales sean los riesgos,
egoísmo execrable el amor preferente a la tielos peligros; sea la que sea la amplitud en el
rra d o n d e se h a nacido, y entre la cual se
rigor con que su señoría nos amenace
(después
pulverizarán nuestros huesos, como los vuestros
de oirle, menos que nunca podemos faltar a
( R u m o r e s . ) ; y queremos atajar y contener l a s
ese deber);
frente al ímpetu y a la traición
demasías, centrarlas, y, claro es, si constantes
que destruyan o aniquilen las esencias constilas amenazas d e la derecha, tan constantes
t u c i o n a l e s y que cierren al proletariado
el
como las nuestras o más—que no suenan con
camino de su redención, nuestro deber,
repito,
tanta percusión en vuestros oídos, sin d u d a
es la revolución, con todos los
sacrificios,
porque al fin os habéis d a d o cuenta d e q u e ,
con toda la tristeza y amargura de los castipositivamente, aquí hay m á s fuerza q u e ahí
gos con que su señoría nos conmina
(Aplauenfrente—, viendo lo q u e esas amenazas tiesos.)
nen d e peligro, no por la propia fuerza de los
elementos amenazantes, sino p o r vuestra d e -
3
VIDA
Rectificación de Prieto
A un neófito republicano
E l c a m a r a d a P R I E T O : P o c a s palabras,
señores diputados, p a r a justificar la explicación d e l voto d e esta minoría, que, como es
n a t u r a l , h a d e ser contrario a la proposición
presentada por el señor Salazar A l o n s o ; pero
aprovecho la ocasión p a r a recoger algunas
manifestaciones d e republicano tan neófito
c o m o e l señor V e n t o s a , e x ministro d e H a cienda d e l a monarquía. C o n ese eclecticismo
e n c u y o desenfado nadie h a podido superar
jamás a la hoy titulada Lliga catalana, el señor Ventosa se nos presenta en este momento
pañero M E N E N D E Z ( T e o d o m i r o ) : L o s
amigos d e su señoría d e hoy, q u e son los del
10 d e agosto.—Grandes rumores y protestas.
El compañero A G U I L L A U M E : A predicarla, n o ; a hacerla, q u e es peor.—El señor
presidente reclama orden.)
E l c a m a r a d a P R I E T O : P e r o , señor presidente d e l Consejo d e Ministros: al contestar
antes a su señoría, unas veces p o r olvido involuntario y otras p o r voluntaria omisión, h e
dejado d e recordar trazos d e la conducta d e
su señoría, y entre aquello que pertenece a la
omisión voluntaria figura el n o haber querido
recordar cómo su señoría dirigió, desde aquí,
una obstrucción parlamentaria... (Un señor
nificaban la ruina del comercio y de la
industria?
Pues ya están esos perturbadores al
margen de la gobernación del país.
¿No se pedía u n gobierno L e r r o u x ?
Pues y a gobierna don Ale.
¿ Q u é más puede apetecer un pueblo?
Exigir más sería una ambición.
Todos los graves problemas creados
por los gobiernos de Azaña han sido
resueltos. La paz reina en Varsovia.
N i atracos, ni robos, ni falta de trabajo, baratura en los artículos de p r i mera necesidad, tranquilidad de espíritu, optimismo e n los ciudadanos, desinterés y altruismo en las clases burguesas, homenajes a granel a los buenos gobernantes, condecoraciones, cruces, imágenes, bandas...
D I P U T A D O : Con su derecho.—El compacomo el m á s celoso g u a r d a d o r del a r a en
ñero M E N E N D E Z : C o m o nosotros.—El seque s e rinden todos los sacrificios a la legañ o r R E Y M O R A : Q u e fué guillotinada
lidad, y al pronunciar sus primeras palabras,
dentro del reglamento.—El compañero M E encaminadas a predicar la más absoluta sumiN E N D E Z : Y el que quiera fusilar, que fuEsto es delicioso. Puede el baile consión al fallo electoral, h a olvidado—a pesar
sile; pero puede caer él también.—Grandes
tinuar.
del recuerdo que u n a voz oportuna h a suscitarumores.), obstrucción que redundaba en daño
d o desde aquí—que precisamente como consedel prestigio d e u n régimen naciente; que era
cuencia d e las últimas elecciones verificadas
u n a actitud revolucionaria, profundamente ine n C a t a l u ñ a . . . ( E l señor V E N T O S A C A L sensata. ( E l compañero A G U I L L A U M E :
V E L L : C o n o c e su señoría poco la política
L a revolución es más gallarda.)
d e C a t a l u ñ a . ) C o n o z c o d e ella lo bastante
p a r a no ignorar q u e sus señorías se h a n retir a d o del P a r l a m e n t o catalán. (Rumores.) D e
modo q u e , sin entrar en detalles, no hago más
q u e poner d e manifiesto la contradicción existente entre l a s correctísimas palabras d e l seY c u a n d o su señoría habla d e aquel silenñ o r Ventosa, predicando la sumisión al fallo
cio, que administraba t a n avaramente desde
electoral, y la conducta d e l a s huestes q u e ,
estos escaños, tampoco h e querido recordar
con el señor Cambó dirige, al separarse del
que ese silencio se trocaba en exceso d e lenParlamento catalán. Y si tuviera que evocar
guaje en los pasillos, donde nos injuriaba d e
otro recuerdo en cuanto al mantenimiento e x una manera q u e n o quiero calificar ( R u m o quisito del respeto a l a legalidad p o r parte d e
res.). Y c u a n d o su señoría aduce a h o r a títusus señorías, n o tendría m á s q u e referirme a
los d e respeto, títulos p a r a guardarle esa c o n la A s a m b l e a d e parlamentarios d e l a ñ o 1917,
sideración, yo he querido olvidar, unas veces
que en el fondo fué un acto declarado s u b involuntariamente y voluntariamente otras, traversivo p o r el P o d e r público, ante el cual se
E l derecho es la ley inmutable que m a n d a
zos d e l a conducta d e su señoría desde el a d alzaron sus señorías ilegalmente. Estos son los
venimiento de la República. e P r o , e n fin, eso realizar el bien. E s a ley fué expresada librecomentarios que ofrecen las manifestaciones
es cosa secundaria, insignificante, q u e no m e - mente por la v d u n t a d recta del hombre, por
del señor Ventosa.
lo c u a l se deduce que cuando el hombre a c rece el aprecio d e mayores comentarios.
túa c o n libertad, pone rectitud en su deseo.
E l bien nunca repugna a l a conciencia: lo
quiera q u e nada hay tan libre como el íntiNosotros vemos en esa proposición el auxique repugna a la conciencia es el mal, y como
lio al Gobierno p a r a proceder contra nosotros
E n cuanto a l a proposición, nosotros, desm o d i c t a d o d e l a propia conciencia, s e d e sin contemplaciones. (Varios señores D I P U de luego, emitiremos nuestros votos en contra.
duce evidentemente que l a conciencia libre
T A D O S : ¡ C l a r o ! . — E l señor presidente del
Deploramos s u presentación, porque ahora, sese inclina al bien, o sea, que libertad es siC O N S E J O D E M I N I S T R O S : C o n todo el
ñor presidente del Consejo d e Ministros, se
nónimo
de
bien.
que falte a la ley. N o contra sus señorías;
va a d a r el fenómeno d e q u e se reitere, c o n
Resulta ,pues, que el Derecho es l a ley que
contra todo el que falte a la ley.—El c a m a r a solemnidad verdaderamente excesiva p o r l o
d a M E N E N D E Z (Teodomiro): Eso lo h a
la conciencia ha dictado en p r o d e l a realiextraordinaria, el frente antimarxista q u e sirvió
dicho el señor M a r t í n e z Barrio, n o su señod e bandera para las elecciones. (Rumores.)
zación del bien. N a d a hay, pues, tan sublir í a . — G r a n d e s protestas y
rumores.—
D i c e n p o r a h í voces d e asentimiento: " ¡ C l a me y respetable como e l Derecho, ley d e
varios señores diputados se cruzan palabras
r o ! ¡ C l a r o ! " Y o n o hago más que subrayar,
las leyes que armoniza el fin moral del inseñores diputados, l o siguiente: ahora se van que n o se entienden c l a r a m e n t e — L a P R E dividuo c o n el fin histórico d e l a especie, y
S I D E N C I A reclama orden.) Señor presidena unir a los votos del Gobierno los d e l a
hace compatible el bien individual y el bien
te: Vista l a actitud d e la C á m a r a , y reconoinmensa mayoría d e la C á m a r a , sirviéndoles
social.
ciendo singularmente el estado d e excitación
d e centro d e sustentación, núcleos d e esos voJusticia. E s aplicar estrictamente el D e r e de mis amigos, renuncio a otras consideraciotos, fuerzas parlamentarias que han hecho dec h o ; es castigar todo hecho o intento, q u e
nes que m e sugiere l a presentación d e esa p r o claraciones d e irrespetuosidad p a r a e l régimen,
vaya en contra d e la conservación d e la esposición. M e limito a anunciar lisa y llanat a n excesivas o más q u e aquellas q u e hayapecie, o contra l a s cosas que sirven y son d e
mente q u e esta minoría socialista votará e n
mos hecho nosotros, y sus señorías s e van, n o
provecho al sér humano, como premiar, esc o n t r a d e ella p o r las razones expuestas en mi timular todo lo q u e se haga en pro de la
y a a consolar, sino a buscar fortalecimiento
discurso. Lamento su presentación, creo q u e
con l o s votos d e quienes h a n dicho que si e s
creación. C r e a r , es fomentar l a civilización;
al Gobierno no le era necesaria; l o deploro.
necesario tomarán el P o d e r p o r l a fuerza,
civilizar, es h a c e r a este sér más justo (sensiComo fundamento d e nuestra actitud, baste
con los votos d e quienes han declarado que su
bilizando su conciencia por medio d e las
aquella exposición d e motivos q u e , por lo
misión es extirpar t o d a r a í z liberal en E s p a ñ a ;
aportaciones que l a cultura en general d a esa
visto, n o ha oído e l señor Ventosa, y a q u e
con los votos d e quienes h a n afirmado q u e ,
inteligencia e n s u s apreciaciones, d e forma
h a estado discurriendo sobre apreciaciones
si c u a n d o lleguen a gobernar, les estorba el
que el sentido común habido en todo cerebro
que n o se basaban ciertamente en afirmaciones humano, nos dicta en l a medida justa y exacP a r l a m e n t o , prescindirán d e él.
mías. N a d a más.
ta, cómo seha d e administrar ésta.
P e r o h a ido administrándose t a n desleal e
injustamente, anteponiendo a l a justicia intereses particulares y partidistas, que h o y n a die cree e n ella. H a y sectores d e opinión que
M e interesa a c l a r a r u n a cosa q u e antes ha
tan disparatadamente piensan y tan difícil es
quedado e n r e d a d a . N u e s t r a actitud (la honraconvencerlos, porque dejarse convencer sería
d e z d e los señores diputados l o habrá d e r e claudicar d e sus privilegios y someterse a l a
conocer a s í ) n o tiene concomitancias, ni p r ó v e r d a d e r a justicia, porque justicia n o e s l a
ximas n i lejanas, c o n esa criminalidad que
que dictatorialmente quieren imponernos, porLa vida es cada d í a más envidiable. Suse está d a n d o ahora y a virtud d e l a cual los
que l a justicia q u e se basa en principios d e
atentados q u e antes s e registraban por unida- be el precio del pan. de la leche, de la
D e r e c h o d a n d o privilegios a unos hombres
carne, de las patatas... T o d o s u b e : hasdes s e cuentan h o y por decenas. Nosotros
sobre otros, y burlando sus preceptos o sus
ta los cacos a los pisos para "reventarn a d a tenemos q u e ver con e s o ; lo c o n d e n a leyes en beneficio d e u n ac l a s e ,es la q u e se
los".
Estamos
en
pleno
dominio
de
los
mos como pueda hacerlo cualquier conciencia
vitupera y se rechaza, porque se cree q u e es
gobiernos para t o d o s : para acaparadolo lamentable, que n o h a y quien pueda a d m i h o n r a d a , y l o único que lamentamos es el frares, para intermediarios, p a r a usureros,
nistrarla con equidad.
caso d e aquellas profecías eufóricas del señor
p a r a prestamistas al 200 p o r 100, para
presidente del Consejo, a virtud d e las cuales
Estos siervos d e sus intereses, que amañosapropietarios rurales que pagan jornales
su señoría soñaba con q u e el solo hecho r e mente h a c e n p o r q u e recaiga en ellos l a r e fulgente d e l a presencia d e su señoría en ese de h a m b r e . . . La tan ofrecida reivindipresentación d e l a autoridad p a r a h a c e r incación del obrero del campo es u n hesitial había d e a c a b a r con una enfermedad tan
justicias, son los q u e principian p o r corromcho. El poderío lerrouxista-agrario t o per todas l a s instituciones sociales, y h a c e
terriblemente endémica y tan desoladora c o m o
do lo soluciona. L a paz octaviana reina
pensar a la gran masa social, en l a justicia
la q u e se está extendiendo p o r E s p a ñ a . ( E l
e n E s p a ñ a . N o hay obreros parados, ni
catalana. Cierto, q u e en l a modernísima conseñor presidente del C O N S E J O D E M I ceptuación d e los nuevos principios en q u e h a
militares descontentos, ni monárquicos
N I S T R O S : S u señoría n o me h a oído n u n c a
de basarse el nuevo Derecho universal, a l e desterrados, ni curas sin sueldo del E s decir semejante cosa.) N i creo que l o piense
gislar, o mejor dicho legislado, que cuanto
tado, ni J u r a d o s Mixtos que lleven la
su s e ñ o r í a ; pero c o m o algunas manifestaciomás d u r e implantarlos por la oposición tenaz
alarma al sector capitalista...
nes q u e se h a n hecho p o r a h í se han involucraque h a d e hacerse a ellas, más raigambre y
¡Viva la euforia lerrouxista!
d o . . . ( G r a n d e s rumores.) C u a n t o m á s genecon más brío se adoptarán, y ¡ a y d e aquellos
¿ Q u e hay quien protesta de todo e s ral sea el rumor d e desaprobación, m á s conq u e c o n Justicia hacen injusticias, c u a n d o
t o ? ¡ B a h ! Son elementos disconformes
tento m e p r o d u c e . ( C o n t i n ú a n los rumores.)
ese sector h u m a n o , harto y a , haga con incon t o d o . H a y que gobernar p a r a t o Señores diputados, yo registro este fenómejusticia, Justicia!
n o : frente a l o s q u e han desarrollado las m a - dos los españoles. E s t a e s la panacea
ofrecida p o r " l a colla de la g a n a " p a r a
yores violencias en E s p a ñ a , frente a colectiM . B O R Q U E UNDARGARIN.
cuando gobernase y y a está puesta en
vidades que h a n organizado el crimen, l a viopráctica. L o s c u r a s , los pobrecillos culencia insensata e infecunda, frente a l a n a r ras,
amenazados
de
hambre,
porque
sus
quismo, j a m á s d e los Gobiernos d e la R e p ú partidarios no les ayudan, tendrán denblica h a n p a r t i d o conminaciones t a n graves,
t r o de poco asegurada su existencia.
tan severas c o m o l a s q u e , a n t e l a posibilidad
L o s frailes y monjas podrán dedicarse
d e u n a actitud revolucionaria nuestra, h a p r o Graduado en Estudios Sociales
de nuevo, con toda libertad, a prostinunciado h o y el s e ñ o r presidente d e l C o n s e tuir los cerebros infantiles. Los velos
jo d e Ministros. ( G r a n d e s rumores. V a r i o s s e CORTES DE ARAGÓN, 43, entlo. izd (Casas
de las novicias no se alzarán y será resñores diputados pronuncian palabras q u e n o se
El silencio en el salón y la verbosidad escatológica en los pasillos
Las continuas recogidas policíacas que sufre nuestro diario EL
SOCIALISTA nos obliga a reproducir aquellas informaciones y artículos de mayor interés para que sean leídos por todos nuestros camaradas.
DERECHO
Y JUSTICIA
Formalización del frente
antimarxista
3
NUEVA
Contra los socialistas
Mequinenza
E n M e q u i n e n z a ocurre lo que seguramente
está ocurriendo en todos los pueblos d e E s p a ñ a . A c a p a r a m i e n t o general d e niños y niñas
del pueblo p o r los c u r a s .
¿ C ó m o ? P u e s m u y sencillo. L o s curas, o
sea l a Iglesia, s e ajustan siempre a las necesidades del momento, y así tenemos que l o q u e
hoy es p e c a d o mortal, m a ñ a n a sea l a cosa
más natural del mundo.
Y o recuerdo tiempos n o muy lejanos, q u e
el trato q u e se nos d a b a a los niños en la
iglesia era inquisitorial. A q u e l que se propasaba u n p o c o , como es m u y frecuente en los
niños, y a sabía l o que le esperaba; unos c u a n tos cañazos sin m i r a r cómo pegaban ni d ó n d e
tocaban, llegando en algunos casos a ensangrentarles l a cabeza. Y conste q u e l o s é p o r
experiencia propia. Y luego a rezar unos p a drenuestros y ¿ c ó m o n o ? , a besar alguna cruz
o cristo q u e y a tenían p a r a estos casos.
Y c u a n d o se trataba d e un niño que ellos
llamaban bueno, q u e y o n o deseo q u e se l o
digan a ningún hijo mío, porque eso en boca
d e los curas quiere decir tímido, a p o c a d o y
sumiso, a éste se l e solía d a r u n a estampa con
una imagen y u n a dedicatoria. T o t a l , q u e
siendo el niño d e por sí corto d e naturaleza y
flojo de espíritu, acababa por tener miedo de
sí mismo.
Puede el baile continuar
César Sebastián y Marín
perciben.)
¡El 10 de agosto!
El presidente d e l C O N S E J O : ¿ M e p e r miten l a P r e s i d e n c i a y el s e ñ o r P r i e t o u n a i n terrupción? ¿ S a b e su señoría q u e , enfrente d e
los Gobiernos q u e h a n precedido a éste, d e n tro del régimen, se l e v a n t a r a ningún partido,
que tuviera aquí representación, a p r e d i c a r la
revolución? ( M u y bien. A p l a u s o s . — E l c o m -
petada su virginidad. Los registros de
la propiedad n o correrán peligro de ser
incendiados; los templos y conventos
estarán seguros y p o d r á en ellos atacarse e injuriar a los liberales...
¿No e r a esto l o que pedía el pueblo
que se manifestó el 12 d e a b r i l ?
P u e s y a lo tiene.
¿No p e d í a la opinión la salida d e los
socialistas del Poder, porque estos sig-
Baratas) (Antiguo Camino Casablanca)
Redacción dedemandasparalos Jurados Mixtos.
Recursos contra sentencias.
Accidentes del Trabajo en la Agricultura
y en la Industria.
Asuntos relacionados con la Delegación provincial
de Trabajo. - Retiro Obrero.
Pactos para la explotación colectiva de fincas
rústicas.-Revisiónd e rentas rústicas.
Reciban los
padres de la niña nues-
El día 23 fué inscrita e n el Registro
civil con el nombre d e Alicia M a r c o Villalón u n a hija de los camaradas Mariano Mateo y Elena Villén. T a n t o la
madre c o m o la hija, gozan de una perfecta salud. Damos n u e s t r a enhorabuena a los padres de la niña p o r mediación d e nuestro semanario V I D A N U E V A
p o r haber librado a su hija del consabido remojón, a la q u e vez que e x h o r t a mos a las mujeres obreras p a r a que
sigan el ejemplo d e estos camaradas,
apartando a sus hijos d e todo contact o con esas creencias farsantes.
En Biota
L o s días 2 2 y 25 del m e s a n t e r i o r
dieron a luz, con toda felicidad, las
compañeras d e
nuestros
camaradas
Francisco Berdor y Andrés Gil, inscribiéndose e n el Registro civil c o n los
nombres de Nicolás y R a m i r o , respectivamente. Madres e hijos disfrutan d e
excelente salud.
Deseamos que todas las m u j e r e s d e
nuestros correligionarios traten de imitar estos hechos laicos, continuando en
s u educación a la labor iniciada. T r a temos que los h o m b r e s del mañana queden exentos en el interior de su cerebro
de las cosas abstractas y vayamos a la
realidad, única manera de hacer hombres conscientes, defensores y amantes
del trabajo, d e la justicia y de la libertad.
¡ A h ! , pero desgraciadamente p a r a ellos,
los jóvenes que suben n o son l o q u e ellos quisieran; son muy pocos l o s q u e se les p u e d a
decir que son buenos en l a forma que ellos lo
dicen, pero e n cambio son muchísimos los que
se h a n d e c l a r a d o rebeldes contra l a inquisición, la tiranía y la esclavitud.
A s í es que p o r mucho q u e se esfuercen los
señores d e l a sotana y sus cofrades e n sostener l o insostenible, p o d r á n detener l a m a r c h a ,
pero n o desviarla. N o obstante, debo decir
a todos los compañeros trabajadores, q u e
h a y d e ellos q u e h a n dicho en Mequinenza
no son católicos, pero son indiferentes, y d e n tro d e la indiferencia h a y campo a b o n a d o
p a r a trabajar a nuestro gusto. C u i d a d o , compañeros, mirar cómo conquistan l a conciencia
de vuestros hijos.
Actos
Hace breves días d i ó a luz u n a hermosa niña la compañera Pilar Clavería, esposa de nuestro querido compañero Teodoro Palacín.
F u é inscrita e n el Registro civil con
el nombre de Prosperidad.
En Ejea
A s í e s q u e c u a n d o tenían n o daban nada,
y ahora q u e , según dicen ellos, n o tienen, se
toman el lujo, p a r a distraer a los niños, d e
hacerles cine, rifas y hasta les d a n caramelos.
Y o n o critico l o q u e hacen. E s más, creo
que están e n su derecho, pero debo decirles
(y esto pueden recogerlo los que se encuentran
e n m i c a s o ) , q u e y o , c u a n d o d o y caramelos
a mi hijo o al hijo d e otro, l o hago d e todo
corazón, porque me inspira el amor d e p a d r e
hacia el hijo, q u e sabe l o q u e cuesta, y n o
como ellos, q u e l o hacen p a r a asegurarse al
niño, q u e es asegurarse al hombre y , p o r l o
tanto, seguir ostentando los privilegios como
han hecho hasta l a fecha.
ROQUE
En Uncastillo
tra mas cordial enhorabuena.
P u e s bien, ahora, ajustándose a l a s necesidades del momento y viendo q u e l o s niños
se apartaban d e los fantasmas q u e s e visten
p o r la cabeza, h a n cambiado d e proceder,
y d i c e n : " H a y que mantener a t o d a costa
a l niño a nuestro l a d o " . Y l o q u e n o h a c í a n
c u a n d o tenían el sueldo íntegro, l o están h a ciendo ahora, q u e dicen que n o pueden vivir,
y hasta en algunos casos quieren ostentar el
símbolo d e pobreza. ¡ Q u e poco saben de los
hogares proletarios!
El fracaso de las profecías
eufóricas de Lerroux
r o n los hijos del finado Blas y V e n a n cio, acompañados de su h e r m a n o político nuestro compañero P e d r o Gálvez,
asociado fundador de la U. G. T . de
Ateca. Abría marcha la bandera de los
trabajadores y seguía la banda d e m ú sica " S a n t a Cecilia", ejecutando u n a
s e n t i d a marcha fúnebre.
El féretro, envuelto en la bandera
nacional, fué llevado a hombros de s u s
familiares y amigos hasta el cementerio municipal.
Descanse e n p a z el veterano republic a n o y reciba su familia, desde las columnas d e V I D A N U E V A , la expresión
d e nuestro sentimiento.
NAVARRO.
Nuevas Juntas directivas
JARABA
Presidente, Agustín Berdié Mirallas.
Vicepresidente, Manuel
Benedí
Manso.
Secretario, Vicente Berdié Mirallas.
Vicesecretario,
Benedicto
Ibáñez
Ibáñez.
Tesorero, Isidoro Berdié Acero.
Contador, M a r i a n o Enguita Mirallas.
Vocales: Jesús Benedí Alonso, L o renzo Revuelta Sicilia, Francisco Iba-
civiles
r r a Castellano,
En Ateca
Pedro
Monge
Martí-
nez, Agustín Sicilia Bueno.
AINZON
El día 15 del corriente, a la avanzada edad de 93 años, falleció en esta
villa el consecuente republicano José
Olivas Marco, padre de nuestro fraternal camarada Blas, actual presidente
d e la Agrupación Socialista.
Presidente, L u i s Ibáñez Ramos.
Vicepresidente, Demetrio C r u z A r cega.
Secretario, Juan Balaga R o y o .
Vicesecretario, Francisco Magdalena González.
T e s o r e r o , Melchor Sanz Bellido.
El entierro, que se celebró civilmente, constituyó una verdadera manifestación de duelo, pues aparte d e los muchos correligionarios q u e formaron en
la manifestación, concurrieron también
amigos d e todas las ideologías.
La presidencia del duelo la
Contador, Julián Borobia Martínez.
Vocales: M á x i m o Domínguez R o manos, P e d r o Pradilla Bellido, A n t o n i o
Cruz Arcega v Bernardino A r i l l a Sanz.
forma-
TIP. LA ACADÉMICA
Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza
Institución
benéfico-social
Ú n i c o E s t a b l e c i m i e n t o d e s u c l a s e e n la
FUNDADO
EN
provincia
1876
I n s c r i p t o e n el M i n i s t e r i o d e l T r a b a j o y P r e v i s i ó n p o r R. O . d e 1 3 d e d i c i e m b r e
de 1930 y sometido a su protectorado e inspección conforme al Estatuto de 14 de
marzo de 1933
OPERACIONES QUE REALIZA
A d m i t e i m p o s i c i o n e s desde U N A p e s e t a e n a d e l a n t e en l i b r e t a s o r d i n a r i a s y
especiales, a b o n a n d o e l 3 ' 5 0 p o r 100 d e i n t e r é s a n u a l d e s d e 1.° d e e n e r o d e 1 9 8 4 .
A b r e l i b r e t a s a l p o r t a d o r a l 3 p o r 100 d e i n t e r é s .
R e c i b e i m p o s i c i o n e s a l p l a z o d e u n a ñ o a l 4 p o r 100 d e i n t e r é s .
Admite depósitos d e valores, alhajas, muebles y ropas.
Concede p r é s t a m o s con g a r a n t í a d e v a l o r e s públicos o i n d u s t r i a l e s .
Efectúa préstamos hipotecarios.
H a c e p r é s t a m o s sobre ropas, a l h a j a s , muebles y efectos a n á l o g o s .
Se e n c a r g a g r a t u i t a m e n t e d e l a c o m p r a d e v a l o r e s p o r c u e n t a d e s u s i m p o n e n t e s .
L a s g a n a n c i a s l í q u i d a s q u e o b t i e n e no d e s t i n a n a i n c r e m e n t a r l o s f o n d o s d e r e s e r v a , q u e g a r a n t i z a n el c a p i t a l d e l o s i m p o n e n t e s y a o b r a s b e n é f i c o - s o c i a l e s q u e
tienden p r i n c i p a l m e n t e a favorecer a los imponentes q u e n o tienen m á s medio d e
v i d a q u e el p r o d u c t o d e s u t r a b a j o .
OFICINAS: San Jorge, 10 - San Andrés, 14 - Armas, 30
VIDA NUEVA
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
1302
La c o r r e s p o n d e n c i a , a l D i r e c t o r
No
¿.....?
Ocaso del régimen capitalista; crepúsculo aureolado en rojo que anuncia la
entrada en una noche trágica, al final de la cual nacerá un nuevo día, espléndido
de sol y de luz, día también rojo, por sus reflejos y por el Régimen de Justicia
Social que nace.
Agonía del Régimen capitalista, que señalan: millones y millones de obreros
parados; más millones de trabajadores esclavos de u n salario insuficiente; miles
y miles de toneladas de azúcar, café y algodón y carnes destruídas cuando el
hambre reina en el mundo.
Crepúsculo aureolado en rojo, que anuncia la entrada en la noche trágica,
donde para que el capitalismo alargue su agonía se le dan inyecciones de fascismo y balones de nacionalismo para que el militarismo, la teocracia y la justicia burguesa alarguen lo que ya no es vida del Régimen que acaba...
Noche trágica durante la cual lucharán los que no quieren morir, con los que
van a nacer pletóricos de fuerza, de alegría y de energías.
Noche trágica mundial, en la cual los esclavos romperán sus cadenas; los
opresores perderán su poderío, y la clase proletaria, triunfante, entonará " L a
Internacional", a la vez que la aurora roja del nuevo día anuncia el entronizamiento de la Justicia Social.
Aurora roja del nuevo día; sol socialista que alumbra resplandeciente; campos de doradas mieses que el trabajador contempla como fruto de su trabajo que
nadie ha de disputarle.
E n todas las naciones se anuncia igual panorama; el problema es mundial;
un ocaso y un o r t o ; lo que nace y lo que muere; socialismo y fascismo; agonía
del Régimen capitalista y establecimiento del Régimen Socialista.
U n nuevo día; u n nuevo hecho histórico; nadie podrá detener este ciclo.
El Socialismo triunfara.
CONFLICTOS SOCIALES:
La batalla continúa
Les sections bordelaises des typos,
lithos, papetiers et papetières sont
actuellement en grève pour le renouvellement de leur convention
de travail.
Il est instammente recommandé à
tous les fédérés de n'accepter aucune offred ' e m p l o ipour Bordeaux,
jusqu'à nouvel avis.
E l órgano oficial de la federación
Francesa de los trabajadores del Libro, "L'Imprimerie Française", publicaba ese entrefilet que encabeza estas
líneas, recomendando a los sin trabajo
de nuestras profesiones respectivas, no
se dirigiesen a Burdeos hasta nuevo
aviso, pues había una huelga pendiente
de solución.
Por estas primeras líneas se desprenderá que el pleito entablado entre la
unión patronal y la unión obrera, el 16
de diciembre próximo pasado, sigue, a
la hora actual, después de seis semanas
de lucha, en la misma posición que hace quince días, cuando daba cuenta a
los lectores d e V I D A NUEVA del principio y desarrollo de este conflicto, defensor d e los salarios de la familia proletaria de las Artes Gráficas bordolesas, a la que me honro en pertenecer.
Al trasponer la séptima semana de
lucha, la batalla sigue su curso. P o r el
momento no se vislumbra que este enojoso asunto entre el capital y el trabajo, tenazmente sostenido por ambas
partes, toque a su fin, a no ser que el
destino nos tenga reservada alguna sorpresa. L a serenidad inmutable de los
obreros, en su inmensa mayoría, se estrella contra la poco escrupulosa táctica patronal, que anda errante, como titiritero en feria, buscando incautos y
traidores para salir de los apuros que
exige la clientela que reclama sus trabajos paralizados y con el "noble anhelo — esto es indudable — de desencadenar la ofensiva en toda regla para
pulverizar el frente obrero y estrujar,
oprimiendo más y más a sus colaboradores, a los pobretes que les han enriquecido anteriormente, y que muchos
de ellos, cargados de edad y de años de
labor, tienen que lanzarse a la calle para defender el indispensable pedazo de
pan d e cada día. " M a i s tant va la
cruché a l'eau, qu'á la fin elle se casse".
Que traducido a nuestro proverbio español quiere decir: " T a n t o va el cánt a r o a l a fuente, que al fin se rompe".
Y sin exagerar nada así será algún día,
porque está visto que ni con democracia, ni sin ella, la explotación del hombre por el hombre no tiene solución ni
arreglo.
E n este conflicto, como en todos los
que se ponen sobre el tapete de la "lucha de clases", las maniobras patrona-
DE
SUSCRIPCIÓN
Año . . . . . .
5 ' 0 0 pesetas
Semestre . . . .
2'50
"
Trimestre...
1'50
Pago adelantado
E s t é b a n e s , 2 , pral. i z q u i e r d a
TELÉFONO
PRECIOS
les se suceden las unas a las otras. Por
ejemplo: cartas intimidando al personal
si no s e presenta en el taller a fecha
fija; cartas remitiendo el certificado de
haber sido despedidos — yo soy uno
de ellos — que, como hombres avezados a la lucha, no nos da ni frío ni calor; visitas domiciliarias a compañeros,
y, sobre todo, a compañeras que conocen su tímido espíritu, amenazándoles
con perder su puesto en la casa si no
se reintegran inmediatamente al trabajo; convocatorias llamando por grupos
a los talleres para explicarles en un
"ambiente bienhechor' lo inoportuno
de la huelga y las ventajas que tendrían, particularmente, de reintegrarse
a sus respectivas labores abandonadas
Todas estas desacreditadas "lágrimas
de cocodrilo" no han producido a nuestros "generosos patronos" más que un
nimio resultado, después de seis semanas. Pero, no obstante, han logrado
convencer a algunas unidades, muy pocas, de esas personas que sólo miran
el interés propio, sin preocuparles el de
los demás; egoistas es la verdadera palabra, y otros que su medrosismo, su
timidez por perder la casa, no les permite espiritualmente el seguir un movimiento de esta envergadura.
Reconforta el ánimo y merece subrayarse, que lo mas sano y consciente
del movimiento que nos ocupa, y que
puede contarse por centenas, continúa
la batalla con serenidad, confiado en el
triunfo que probablemente no ha de
hacerse esperar mucho tiempo, debido
a que las perturbaciones interiores de
los talleres empiezan a surtir sus efectos. Esta es la "sorpresa" de que antes
hablo.
Hemos de hacer constar también que
nuestros adversarios han tratado y lo
han conseguido, recopilar del exterior
de la población bordolesa una exigua
cantidad, hasta ahora, de "briseurs de
greves" (rompe huelgas), que, por noticias fidedignas que tenemos, están
dando pésimo resultado.
Estos "sarracens" reclutados por
una entidad patronal, que lleva por título " L a libertad del trabajo", no son
más que vagos por excelencia, nulidades d e la profesión, o agentes provocadores. L o s obreros conscientes y cumplidores d e su deber, que en las Artes
Gráficas de todos los países son el noventa y cinco por ciento, no se prestan
a semejante cual inicuo papel de traicionar a sus hermanos de explotación.
Además que, como al principio d e estas
líneas decimos, la Federación Tipográfica, aparte del anuncio en el periódico
federal, h a recomendado muy eficazmente a las Juntas directivas d e todas
las secciones de Francia, a la vez que
cumplan con el deber de solidaridad,
que estén vigilantes para impedir por
se d e v u e l v e n los originales a u n q u e n o se p u b l i q u e n
todos los medios, que nadie venga a
trabajar a Burdeos mientras dure el
período de la huelga.
De manera que la veracidad, harto
dudosa, de que las plazas de los huelguistas se van cubriendo poco a poco,
según versión patronal, para atemorizar a incautos, es una demagogia. El
Comité de huelga, está bien al corriente de lo que sucede y a la vez que recomienda calma, serenidad y unión, se
va enterando, con real certeza, de lo
que pasa al otro lado de la barricada.
como dice con singular gracejo el secretario general, camarada Dubens,
responsable principal del movimiento.
Treinta y cinco o cuarenta esquirols
han llegado de la beatífica entidad patronal " L a libertad del trabajo", la
mayor parte de ellos inútiles, que de
no llegar muchísimos más son un cero
a la izquierda para las sesenta y seis
imprentas y litografías enroladas en el
conflicto y que solamente la casa donde trabaja el que estas líneas escribe,
cuenta con 250 huelguistas.
Otra de las esperanzas de la patronal para vencernos era la cuestión financiera. Contaba con el dinero que había en las cajas sindicales, pero al parecer no contaba con la solidaridad
obrera que se manifiesta más pujante
cada semana que pasa.
Decían: en cuanto se les termine
"l'argent", que podrá durarles tres o
cuatro semanas, se rendirán como corderos. Falsa creencia, porque a la sexta semana de huelga los obreros han
visto aumentados sus socorros, percibiendo 150 francos los hombres y 75
las mujeres, haciendo también presente
que el Comité ha controlado los casos
particulares de cargas de familia y enfermedad, creando una cuota suplementaria; noble proceder en toda sociedad
bien organizada. Como la Sociedad que
nosotros preconizamos para el día de
mañana en que la colectividad, toda entera, esté a cubierto de sus necesidades
desde que nace hasta que muere y sin
necesidad de conflictos como el que nos
ocupa.
Para terminar, sólo nos resta añadir
a lo ya expuesto, que el ánimo de los
huelguistas, al entrar en la séptima semana, es excelente, y que su vida la
pasan en continua distracción entre reuniones, conferencias y espectáculos
que organiza la comisión de fiestas con
el desinteresado concurso de los artistas que actúan en los teatros de la
ciudad.
¿ Q u é se puede esperar más? Sólo
una cosa: conseguir la victoria. Cosa
justa que, con la conciencia tranquila
de haber obrado lealmente en defensa
de nuestros intereses, sin menoscabar
nuestro prestigio de hombres conscientes, esperamos que el pedantesco proceder patronal, creado en una atmósfera de egoismo excesivo, depondrá su
actitud de intransigencia, dando razón
a nuestras justas aspiraciones, coronando así el triunfo d e la justicia.
MIGUEL MINGUILLON.
28-1-934.
MI
DESPEDIDA
Ya sevanlos quintos...
Estos días se ven invadidos los cuarteles
por legiones de hombres jóvenes a los que
la República llama p a r a instruirles y prepararles en la defensa de nuestra libertad. Estas legiones de jóvenes son obreros mineros,
metalúrgicos y campesinos, los que no tendrán
que obedecer al ronco estruendo de las sirenas de la fábrica, ya que no les mandan.
Para esos muchachos, el estruendo de la sirena es cambiado por el toque de corneta.
Pero la importancia está no en la sirena ni
en el cornetín de órdenes, sino en lo
que esos muchachos llevan dentro de sus
corazones. La mayoría de ellos formaron
hasta ayer en las Juventudes socialistas, comunistas y sindicalistas. Muchos de ellos pertenecieron hasta hace muy pocas horas a los
orfeones socialistas y proletarios, donde entonaban con extraordinario entusiasmo "La
¡-----
!
¡...! Un niño de trece años, hijo de proletarios, ve que su padre está sin
trabajo; que ni sus hermanitos, ni él mismo, pueden comer, pues todo falta; que
ya no hay nada útil que empeñar; que sus pantalones y guardapolvo, aunque
poco valen, son la única cosa empeñable, si la desgraciada madre quiere que
sus pequeñuelos coman algo; y que estos pantalones y guardapolvo son también
empeñados, quedando el pequeñito transido de frío y d e dolor.
; . . . ! El pequeñuelo, que era dulce, cariñoso y comprensivo, que se miraba
en su madre, ve rotas todas sus ilusiones, comprende la injusticia social que s e
comete con los suyos y, simplistamente, como razona un niño, cree que como hay
muchas bocas para comer, con una menos la situación se aliviará. Decide sacrificarse él, y, sin vacilación, consuma el sacrificio suicidándose.
¡...! No sé si ese niño, al consumar su sacrificio lanzó una maldición contra
el régimen capitalista causante d e la miseria que en su casa reina; pero sí afirmo
que nosotros los proletarios tenemos que creer que maldijo a los culpables y con él
repetir la maldición.
¡...! La rebeldía de ese niño contra el régimen capitalista, rebeldía, como de
niño, simplista y platónica, que h a traído consigo el que algunas personas sensibles, por medio d e la caridad, busquen la forma de remediar la angustiosa situación de sus padres, es rebeldía que debe servirnos de enseñanza, no para imitarla, pues el desaparecer como él ha desaparecido es dejar el campo libre al opresor, sino para que nuestros camaradas juzguen hasta qué estado de miseria
proletaria conduce el régimen capitalista que sólo sabe aparecer caritativo, pero
nunca justo.
¡...! El niño, al morir, seguramente maldijo, y esa maldición, en estos momentos, debe enseñarles a los proletarios que si no se unen se suicidan y dejan
el campo libre al enemigo común.
¡...! El niño, como niño, maldijo; nosotros, como hombres, debemos obrar
siempre, no dejándonos arrebatar platónicamente, haciendo que entre la clase
proletaria desaparezcan los odios y las luchas para concentrar unas y otras contra los opresores y así vencer y vencer pronto.
¡ . . . ! Las mujeres proletarias deben aprender en lo ocurrido a defender a sus
hijos, infiltrándoles espíritu de rebeldía y haciendo que los suyos (no como el
suicida, muriendo, y sí viviendo) maldigan a quienes aquél maldijo.
Internacional" y el "Himno de la Paz", conociendo perfectamente lo que esos cantos representan y constituyen para el proletariado.
(En muchos pueblos de España, antes de
partir los quintos, sus compañeros de Agrupación política y de Sindicato profesional se
reunieron en íntima camaradería para darse
el abrazo fraternal de despedida; y en la
mente de todos los reunidos, de los que marchaban a incorporarse a filas y de los que se
quedan en el pueblo luchando contra caciques y patronos avaros, en todos ellos existió
seguramente el deseo de pronunciar un discurso aproximadamente a éste:
"SOLDADO: El pueblo español, vuestro
pueblo, el de vuestros padres y hermanos,
siente ansias de justicia y de paz. Esos anhelos no pueden ser satisfechos, en modo alguno, dentro del régimen actual. El año 1931
se proclamó en España la República, de la
que quieren adueñarse los capitalistas y el jesuitismo. El pueblo, del que formáis vosotros
parte, acaso esté pronto en la calle. Soldado:
únete a nosotros. Hijo del pueblo: no dispares
contra los tuyos. Imita, soldado español, aquella conducta del soldado ruso que de manera
tan eficaz coadyuvó a destruir el imperio de los
zares. Soldado: tus padres pasan hambre; tus
hermanos vénse forzados a recurrir a la mendicidad, y tú, al cesar en el servicio militar,
regresarás al pueblo en el que la burguesía
no te dará trabajo. Vosotros, soldados, sois el
ejército del pueblo y para el pueblo. El fascismo quiere aniquilar a la clase trabajadora
organizada de idéntica manera que está sucediendo en Alemania. Para oponerse a ello
el pueblo se verá forzado a lanzarse a la calle, para defender la libertad con las armas
en la mano. Antes que el fascismo la revolución social. Antes que un nuevo gobierno
d e ltipo del actual, servidor incondicional de
los intereses de la burguesía y del jesuitismo,
el gobierno de los obreros, soldados y campesinos".
He aquí, poco más o menos, el discurso
que todos esos jóvenes, los que se van y los
que se quedan, habrían pronunciado en esas
reuniones de despedida en las que después de
entonar los himnos de las juventudes, saldrían
a coro cantando: "Arriba los pobres del mundo; de pie los esclavos sin pan...".
También yo quisiera ahora ser joven para
unirme, en esos actos de enfervorizada fraternidad, a estos muchachos y con ellos comprometerme a no utilizar el fusil contra mis
hermanos de infortunio, a los hombres que se
quedan en la mina, en la fabrica y en el campo luchando contra un régimen de explotación feroz y cruel; contra los que quedan modelando al sistema de un mundo mejor cuyos
beneficios habrían de alcanzarme a mí el día
en que el uniforme vuelva a ser sustituído
por la blusa, y el fusil y el machete por las
herramientas de trabajo. Pero ya que mis
cuarenta años me privan de ese momento de
satisfacción y me impiden el contraer el compromiso solemne de no disparar contra mis
hermanos, síquierodar mi despedida a estos
muchachos diciéndoles: SALUD, QUINTOS Q U E OS VAIS. P R O N T O SEREIS SOLDADOS. ¿ D E QUÉ CAUSA? ¡SALUD, Y H A S T A P R O N T O !
AMADOR FERNANDEZ.
COMENTARIOS
Reproducimos de El Debate la siguiente noticia:
"Los reclutas se despiden con "La
Internacional".—La
Casa del Pueblo,
en Aranjuez, los obsequia con cigarros,
pastas y... discursos
subversivos.—Poneos al lado del obrero siempre.
Aranjuez, 2.—En el salón de actos
de la Casa del Pueblo se celebró u n a
fiesta, durante la cual fueron obsequiados con pastas y cigarros los reclutas
que marchan a incorporarse a filas. Al
final del acto, durante el cual interpretó varias piezas la Banda municipal,
pronunció u n fogoso discurso H e r m i nio González Peña. Los reclutas, después d e la fiesta, salieron a la calle cantando " L a Internacional" y dando vivas al Socialismo y al Frente único.
Asistieron también al acto representaciones de los partidos izquierdistas.
En los discursos se les dijo a los nuevos soldados " q u e s e les arrancaba de
sus respectivos hogares con objeto de
utilizarles p a r a defender a los burgueses". " L o q u e debéis hacer—se les
aconsejó—es ir a las respectivas Casas
del Pueblo de las localidades a donde
seáis destinados y ofreceros a sus Directivas".
Se les dijo también que, si llegara el
caso de que les ordenaran salir a la calle para luchar contra el proletariado,
se pusieran siempre al lado del o b r e r o " .
Cabe descontar de la anterior noticia
las exageraciones tendenciosas d e El
Debate, con lo q u e quedará la noticia
escueta d e u n acto socialista bastante
frecuente: la despedida a los camaradas
que van a incorporarse al ejército y a
los q u e se les instruye en los deberes
del socialista. L o que es nuevo para El
Debate, es viejo e n nuestra costumbre.
En la Escuela de Graneros, tercer grado, obligan a las niñas a rezar. El "ateo" señor Banzo, que preside el Consejo local de Primera enseñanza, tiene conocimiento de ello y no lo evita.
Si esto es un síntoma de euforia, le parecerá bien a él, pero nosotros no estamos dispuestos a consentirlo.
Descargar