Descargar - Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos

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Pronunciamiento del señor Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Osear Humberto
Luna, frente a la reciente autorización e instalación de antenas de telefonía celular o telecomunicaciones
en espacios públicos municipales
El presente Pronunciamiento se dicta como consecuencia del problema cosaionado por la instalación de antenas
para telefonía móvil o telecomunicaciones, denunciada en varias ocasiones ante esta Procuraduría por las
comunidades que se consideran víctimas o potenciales víctimas de la contaminación electromagnética que
aquellas puedan generar.
En estos últimos días, se han recibido nuevas denuncias por la instalación de antenas de telefonía,
principalmente en varios parques de la ciudad capital, entre ellos el parque El Pañuelo de la colonia Libertad,
parque Sara Palma de Me en la Urbanización Padilla Cuellar y colindante con Reparto Santa Fe, parque Centro
de Recreación y convivencia Santa Marta N° 2 y Catilleja de la colonia Santa Marta en San Jacinto, y parque
"Carlos Álvarez Pineda" de la colonia Zanzíbar.
Dichas estructuras, han sido colocadas sin informar ni hacer partícipe de tal decisión a la población que habita en
los alrededores o que visita esos espacios de esparcimiento público y, según se informa, en algunos casos bajo la
justificación de tratarse de casetas o cámaras de seguridad.
En los últimos afios, el auge que la telefonía celular y las redes inalámbricas han tenido y requerido a nivel
mundial -sin que nuestro país sea la excepción-, la ampliación de la cobertura digital para llegar a personas y
lugares en los que era inimaginable décadas atrás, y así responder a la creciente demanda de tales servicios; en
razón de ello, ahora las comunicaciones y el acceso a información instantáneas -y de cualquier tipo- llega hasta
las zonas más aisladas y a un considerable segmento de la población global.
Es innegable, entonces, que tal situación tecnológica ha permitido infinidad de avances en rubros diversos; sin
embargo, esto no debe obviar las consecuencias negativas que la misma pueda producir en la salud y la vida de
calidad de las poblaciones. Por tanto, no se debe creer que se alcanza el desarrollo sostenible, si por otro lado
avanzamos en tecnologías cuyo uso o aplicación indiscriminada pueden atentar contra derechos humanos y la
tranquilidad de las comunidades.
Si bien en relación a los efectos que provoca la exposición a campos electromagnéticos no ionizantes (como los
de las antenas o estaciones de telefonía celular) a largo plazo es discutible y podrán no estar irrefutablemente
probados; ante la duda existente por las sospechas de daños a la salud de las personas, se impone la precaución
como manera de enfrentar las consecuencias irreversibles en el desarrollo pleno de las personas que habitan en
los alrededores donde se instalan las estructuras en referencia, e informarles de forma clara, oportuna y suficiente
sobre los efectos que estas emisiones producen o se sospecha que puedan producir.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) "la salud es un estado de bienestar físico, mental y
social completo, y no solamente la ausencia de enfermedad o discapacidad", de ahí que los Estados como
garantes del bienestar de sus poblaciones deben realizar todas las medidas necesarias para procurar el goce del
derecho a la salud de su población, así como regular y, en el mejor de los casos, evitar todas aquellas actividades,
obras o proyectos que puedan tener afectaciones en la misma, situación extensiva a los temas relativos a la
contaminación electromagnética.
En nuestro país, la clasificación ambiental de las antenas se considera dentro de actividades, obras o proyectos
de carácter urbano con "impacto ambiental potencial bajo", es decir, que no requieren la presentación de
1
documentación ambiental de acuerdo al documento de Categorización de Actividades, Obras y Proyectos
emitido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a pesar de la falta de certeza absoluta de la
inocuidad de las transmisiones electromagnéticas, dejando de lado la precaución establecida en la Ley de Medio
Ambiente.
La OMS, al respecto ha afirmado que a la fecha no hay pruebas que apunten a la incidencia en los casos de
cáncer, ni alteraciones del sueño o de la función cardiovascular de las personas, pero reconoce los vacíos
existentes en lo relativo a los efectos generales en la salud por la exposición a campos de radiofrecuencia de las
estaciones base1 y la necesidad de realizar estudios constantes en el tema, en razón de la proliferación del uso de
tecnología celular, principalmente en la niñez y adolescencia2.
La Comisión Internacional de Radiación no Ionizante (ICNIRP, por sus siglas en inglés) -conformado por un
grupo independiente de expertos, reconocida por la OMS y la Organización Internacional del Trabajo-, que
estudia los efectos biológicos y en la salud que puedan producir la exposición a los campos electromagnéticos,
ha elaborado las Directrices para limitar la exposición a campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos
(hasta 300 GHz), en las que ha concluido que "los efectos potenciales de largo plazo por la exposición, que
demuestren un incremento en el riesgo de cáncer, no cuentan con información disponible suficiente para
proporcionar una base para el establecimiento de restricciones a la exposición (...) aunque la investigación
epidemiológica ha proporcionado evidencia sugestiva, pero no convincente, de una posible asociación de efectos
carcinogénicos y una exposición a niveles de densidad de flujo magnético de 50/60Hz sustancialmente más bajos
que los recomendados por dichas directrices".
Por otra parte, desde la PDDH, en lo relativo a las antenas para telefonía celular, se ha sostenido que "aunque las
posibles implicaciones de los campos electromagnéticos en la salud humana no sean claras, constituye una
obligación estatal, como parte del deber de prevención frente a posibles afectaciones a derechos humanos a la
salud y un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, la adopción de medidas preventivas, con el
objeto de garantizar el goce de estos derechos" (Exp. SA-0150-2009, resolución de 1 de julio de 2009).
En consecuencia, considero que la investigación científica, constante y a fondo sobre la proliferación del uso de
tecnología inalámbrica en los últimos años, y por ende el aumento del espectro electromagnético, y sus efectos a
corto, mediano y largo plazo en el desarrollo de la vida de las poblaciones deben ser tomadas con seriedad,
advirtiendo las consecuencias irreversibles que puedan traer costos mayores que los beneficios obtenidos.
Vale decir que ante un tema cuyas implicaciones y efectos aún se mantienen en estudio por los expertos a nivel
internacional, es necesario que a nivel nacional al menos se retomen los estándares mínimos ya establecidos
internacionalmente y se inicie una discusión sobre la regulación de la instalación de antenas y bases de emisión
electromagnética en zonas pobladas y lugares públicos, procurando principalmente evitar daños a la salud y la
vida de las generaciones presentes y futuras, sobre la base del principio precautorio que es fundamento del
derecho ambiental; así como informar a la población para no generar especulaciones erróneas, permitiendo a su
vez la participación ciudadana en la toma de decisiones que les incumben.
De igual forma, remarcar que a nivel municipal compete la regulación del uso de parques y otros sitios
municipales, y la promoción de la participación ciudadana mediante los mecanismos que se consideren más
idóneos (como el cabildo abierto, consulta popular, consulta vecinal sectorial, etc.) para informar a la población
1 OMS. Nota descriptiva N° 304: Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías
inalámbricas, mayo de 2006.
OMS. Nota descriptiva N° 193: Los campos electromagnéticos y la salud pública: teléfonos móviles, junio de 2011.
2
públicamente de la gestión municipal, tratar asuntos que los mismos vecinos hubiesen solicitado o que el
Concejo estime conveniente. A partir del entendido que la persona es la justificación de la actividad de las
instituciones del Estado —incluyendo las municipales- y las decisiones y medidas que tomen deben estar sujetas a
ese fin exclusivo.
En este sentido, la autorización de instalación de antenas o estaciones de telefonía celular, por las
consideraciones antes señaladas, debe ser sometida a la opinión de la población del municipio de que se trate,
como mecanismos para el fortalecimiento de la conciencia cívica y democrática de la población en la solución de
los problemas locales, principalmente cuando se trata de asuntos sensibles que puedan traer repercusiones
relacionadas con la salud, el medio ambiente y la administración de espacios municipales de esparcimiento,
como los parques.
En virtud de lo anterior, considero oportuno RECOMENDAR:
a) AI Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para que modifique o adecué a los principios
de derecho ambiental, el documento de Categorización de Actividades, Obras o Proyectos para la
presentación de documentación ambiental, cuando se trata de la instalación de antenas o estaciones de
telefonía móvil u otras estructuras que transmitan ondas electromagnéticas no ionizantes; así como que
promueva una iniciativa de ley para la regulación relativa a la contaminación electromagnética, que
contemple los parámetros internacionales mínimos establecidos a la fecha y controles efectivos para que
no se produzcan daños al medio ambiente y afectaciones en la salud de las personas.
b) A los Concejos Municipales, y en especial la municipalidad de San Salvador, para que previo a la
autorización de proyectos de instalación de antenas para telefonía celular en espacios públicos y dentro
de su jurisdicción territorial, informen y consulten a la población, por el mecanismo que consideren más
idóneo y efectivo, sobre la necesidad, importancia y efectos que puedan generar la instalación de antenas
de telecomunicación. Asimismo, que siempre hagan prevalecer el principio pro homine, buscando el
bienestar y desarrollo de la persona humana por encima de intereses económicos o particulares de ciertos
sectores.
c) A la honorable Asamblea Legislativa, que inicie a la brevedad posible la discusión y análisis para
aprobar una Ley o las reformas legales que correspondan para regular lo relativo a la contaminación
electromagnética y la instalación de antenas de telefonía celular o telecomunicaciones.
San Salvador, 13 de febrero de 2012.
Llc
scar Humberto
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