Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial CONCEPTO DE REGIÓN. DESEQUILIBRIOS REGIONALES EN ESPAÑA. ORDENACIÓN TERRITORIAL. FORMACIÓN DEL ESTADO AUTONÓMICO Fecha de entrada Vía artículo en vigor del Estatuto Andalucía 151 11.1.1982 Aragón 143 5.9.1982 Asturias 143 31.1.1982 Baleares 143 1.3.1983 Canarias 143 16.8.1982 Cantabria 143 31.1.1982 Castilla-La Mancha 143 17.8.1982 Castilla y León 143 2.3.1983 Cataluña 151 11.1.1980 C. Valenciana 143 10.7.1982 Extremadura 143 26.2.1983 Galicia 151 6.4.1981 Madrid 143 1.3.1983 Murcia 143 16.9.1982 Navarra Estatuto especial 16.8.1982 País Vasco 151 11.1.1980 La Rioja 143 9.7.1982 Ceuta Estatuto especial 14.3.1995 Melilla Estatuto especial 14.3.1995 CC.AA -1- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial El presente tema es, sin duda, uno de los más sugerentes y más actuales de la Geografía española. El concepto de región como unidad básica de estudio geográfico, la constitución del sistema autonómico español, las diferencias entre las distintas Comunidades Autónomas (CC. AA., en adelante) españolas, el papel de la Unión Europea en la corrección o exasperación de esas diferencias y la Ordenación del Territorio como la disciplina que estudia e intenta resolver estos problemas, son los puntos que abordaremos a lo largo de estas páginas. 1. EL CONCEPTO DE REGIÓN Y LAS CC. AA. ESPAÑOLAS 1.1. EL CONCEPTO DE REGIÓN A lo largo del tema de urbanización hemos utilizado la palabra región como unidad espacial articulada u organizada por unos flujos, siendo, desde esta perspectiva, una división del territorio, pero no hemos entrado a fondo en el tema. El concepto de región ha dado lugar a una larga controversia en los foros geográficos, especialmente desde mediados del siglo pasado. El surgimiento del nacionalismo político1, los desequilibrios o contrates económicos surgidos en el seno de los estados con la implantación de la economía de mercado, o la tendencia de la Geografía a convertirse en una ciencia “utilizable” o práctica (aplicada), son factores que no son ajenos a estas polémicas. Todas las posiciones están de acuerdo en que el territorio (espacio ordenado u organizado por la comunidad que habita en el), objeto de estudio de la Geografía, se divide en unidades menores, siendo la región una de ellas. La controversia comienza al abordar los criterios diferenciadores de las regiones. El origen etimológico de “región” está en “regere”, “gobernar, regir, ejercitar el poder”, verbo de indudable sentido político-administrativo. Durante mucho tiempo el concepto de región se unía a significados relacionados con unidades administrativas amplias en las que se dividía en territorio a gobernar. Hoy, desde la perspectiva política, se vuelve a utilizar el concepto con más o menos ese sentido administrativo. La geografía, como es lógico, se plantea un sentido más amplio, que incluye el factor político administrativo, pero también otros, que se consideran dan lugar a una unidad territorial, a un territorio que presenta ciertos caracteres unitarios. Así, P. George, define región geográfica como: “Los espacios de composición heterogénea, que se caracterizan por sus características dominantes, cualquiera que sea su naturaleza”. 1 Es muy conveniente para el nacionalismo poder afirmar la identidad geográfica de unos territorios para los que se busca la identidad política. -2- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Subrayamos composición heterogénea porque una de sus características será estar compuesta por unidades menores (ciudades, ámbito rural y urbano, comarcas, etc...), lo que le da diversidad y le asigna un lugar en la jerarquía de subdivisiones del territorio. El segundo subrayado hace referencia a lo que le da unidad2 a esa división territorial que denominamos región y es donde surgen las dificultades. Destacaremos tres interpretaciones: A) Las que buscan el elemento unificador en la historia, definen la región como territorio que engloba realidades diversas por su evolución (heterogeneidad), sus dimensiones y sus características económicas, pero dotadas de una cohesión social y psicológica, resultado de una larga evolución en común. El sentido territorial de sus habitantes será el elemento fundamental para definir las regiones. Es una interpretación con un claro fondo nacionalista y de evidentes repercusiones políticas. B) Las que definen región como elemento natural, como unidad territorial originada por la existencia de unas características medioambientales propias, que dan características específicas a las especies que lo tienen como habitat, lo que conforma su forma de organizar el territorio. La región, desde esta perspectiva, encuentra sus raíces en lo exterior a la sociedad que la habita, aunque la forma de adaptarse a ese medio sea lo característico de la región. Es una interpretación que fácilmente puede caer en posturas deterministas. C) Con el desarrollo de la teoría de sistemas (ver tema de urbanización) se ha planteado una tercera interpretación que habla de región funcional, como del espacio definido por la inscripción de flujos de todos lor órdenes que se establecen entre una ciudad y un determinado espacio, que revelan las estructuras de funcionamiento de las actividades humanas. La densidad e intensidad de estos flujos (recordemos que horizontales y verticales) delimita las regiones. Las regiones serían, de esta forma, las unidades territoriales del sistema de ciudades. Es evidente que las tres interpretaciones pretenden explicar realidades diferentes, con finalidades diferentes. Desde el punto de vista de la Geografía, la interpretación más aceptada de región es la última, dado que pretende explicar la organización del territorio desde la perspectiva de la acción de la sociedad humana sobre el espacio en el que habita. No obstante, cuando analicemos la división del Estado español en CC. AA. veremos como estas no coinciden en algunas ocasiones con las regiones geográficas 2 El Geographical Glossary Comittee of de British Associatión define región como “área de superficie terrestre que se diferencia de las áreas contiguas por uno o más rasgos que le dan unidad”. -3- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial descritas en el tema de urbanización, sino que tienen que ver con factores históricos y, en contadas ocasiones, con naturales. 1.2. LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS 1.2.1. Historia de las regiones de España En primer lugar, hay que señalar que hasta el siglo XVIII es muy difícil hablar de España como Estado. Serán los Borbones los primeros en asumir la tarea de crear un estado unitario en el territorio de su reino peninsular, a costa de la eliminación de los derechos autonómico/forales de los territorios de la Corona de Aragón. A pesar de todo, aún quedarán espacios con derechos e instituciones propias y tradicionales, distintas a las estatales: el territorio de lo que hoy denominamos País Vasco y Navarra. De tal forma que, es muy difícil, cuando no erróneo, hablar de las regiones de España en unos períodos históricos en los que Hispania era una referencia geográfica para denominar unos territorios, divididos en diferentes circunscripciones3, que se pretendía administrar y explotar. En el mismo sentido, cuando los Reyes Católicos unen en sus personas los derechos sobre los territorios de lo que denominamos España, lo hacen a título personal y sin pretender (al menos de hecho no lo consiguieron) unificación alguna en un sólo estado. Lo que si es cierto es que las diferentes divisiones del espacio español a lo largo de la Historia han ido marcando el territorio y sus gentes con unas características más o menos definidas, fácilmente reconocibles por el idioma, las costumbres y la idiosincrasia en el caso de las llamadas “comunidades históricas”, Cataluña, Galicia, País Vasco y Andalucía, y no tan claras, pero existentes, en el mayor parte del resto del territorio, donde la inexistencia o parquedad del “sentir autonomista” ha ocultado o no ha exacerbado esas diferencias. Si analizamos la serie de mapas históricos del espacio que ocupa España, observamos continuidades obvias: conventus iuridici, taifas, reinos medievales, reinos modernos, regiones contemporáneas, presentan claras continuidades, en muchos casos originadas en factores geográficos de largo alcance. El ejemplo de Zaragoza y Aragón es significativo: creada por su posición como nudo de comunicaciones, la ciudad organizará rápidamente el territorio de ella dependiente, que con mayor o menor extensión irá perviviendo a lo largo de los avatares históricos, con diferentes nombres e intitulaciones, fundamentada en esa raíz geográfica. Es importante también destacar que la convivencia bajo unas mismas leyes e instituciones ha ido formando a lo largo de los siglos unas mentalidades y unas costumbres propias, que se manifiestan en la actualidad, y que también lo han hecho en diferentes momentos a lo largo de la Historia: las rebeliones anticentralistas bajo los Austrias o a la llegada de Felipe V, etc... Ahora bien, es muy difícil, sino falso, hablar 3 Generalmente de carácter administrativo y militar, surgidas de criterios relacionados con las comunicaciones naturales, las distancias operativas administrativa y militarmente, etc... -4- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial de un sentimiento nacionalista anterior a la etapa contemporánea. Nos parece más correcto explicar estos fenómenos como la reacción de grupos sociales ante lo que consideraron una vulneración de sus intereses, que generalmente tenía más que ver con el mantenimiento del statu quo anterior, que con la creación de una nueva entidad política. 1.2.2. Comunidades Autónomas y regiones funcionales Cuando abordábamos el análisis del sistema de ciudades (tema de urbanización) planteábamos la existencia de ciertas diferencias entre el mapa autonómico español y el mapa de regiones funcionales. Para analizarlas es importante partir del conocimiento de dos aspectos: a/ Desde el s. XVIII se lleva a cabo en España un “desregionalización” política, que es contemporánea de una regionalización funcional. Procesos que se desarrollan en dos vertientes: 1. Política: buscando la unificación política y la implantación del Estado, primero el borbónico y luego el liberal (más tarde el franquista), se tomarán una serie de medidas conducentes a la abolición de los derechos e instituciones autonómicas/forales (Decreto de Nueva Planta, 1707-1716) y a la disolución de los límites territoriales de las antiguas entidades, en un claro afán de hacer olvidar ese pasado histórico. En este sentido, la división de España en provincias realizada en 1833, por Javier de Burgos4, y que pervive hasta hoy es muy significativa. La idea, según J. Alonso Fernández, era organizar de una manera unitaria, en todo el territorio, la intervención del gobierno y de la administración. La provincia aparece, siguiendo al citado autor, como un reflejo uniformizador y homogeneizador de la administración central. Las regiones (15) perdían todo carácter político-administrativo y se convertían en simples elementos de los mapas geográficos de las escuelas. 4 Se divide España en 49 provincias, a las que Primo de Rivera añadió una (desdoblamiento de Canarias), quedando pergeñado el mapa provincial español actual. Aunque sea a nivel anecdótico, conviene señalar los criterios que se siguieron para trazar las fronteras regionales y que dieron lugar a las fuertes diferencias en extensión interprovinciales y las curiosas formas de algunas provincias. Se trataba de dar a cada provincia el mayor número posible de elementos territoriales que, en aquella época, se consideraban necesarios para un equilibrado desarrollo económico: “suelos de vega”, llanuras agrícolas, laderas y zonas montañosas de aprovechamiento forestal, litorales marítimos o apertura a un río o a una importante vía de comunicación, buscando una complementariedad de elementos que fuese el germen del posterior desarrollo. -5- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial 1 División provincial y regional de Javier de Burgos, 1833 (de A. García Ballesteros y E. Pozo Rivera) El caso es que progresivamente en gran parte del territorio español se fue perdiendo el sentimiento de pertenecer a una unidad territorial histórica, implantándose fuertemente la mentalidad provincial. Sólo algunos territorios -6- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial mantendrán la tradición “regional”, como se observa en los planteamientos del movimiento carlista o del cantonalismo. Será la aparición de los partidos nacionalistas el canalizador y exacerbador de los restos de esas idiosincrasias. El desarrollo de políticas fuertemente centralistas, cuando no perseguidoras de los elementos diferenciadores colaboró fuertemente: en las zonas con arraigo autonomista a que se desarrollase aún más ese sentimiento, y en el resto a casi su completa extinción. 2. Económica. El proceso industrializador español y la articulación de un mercado nacional dieron lugar a la formación de un mapa nacional en el que destaca la aparición de una serie de regiones funcionales dinámicas y de un amplio espacio peninsular periférico, como ya se ha tratado abundantemente en el tema de “urbanización”, por lo que aquí lo resumiremos muy escuetamente. El proceso industrializador produjo la sustitución del mapa preindustrial5, por otro nuevo en el que destaca la concentración de las actividades productivas innovadoras (industria y primeros servicios de alto rango) en un triángulo nororiental peninsular (País Vasco-Asturias, Barcelona), al que se añade Madrid, que ocupa los lugares centrales del sistema. Mientras tanto el resto de España ve como los sistemas tradicionales se deterioran (cediendo ante el empuje de los nuevos flujos organizadores que parten de los nuevos centros de innovación) y se desequilibran: en este ámbito periférico los sistemas comarcales se estancan o entran en una profunda crisis, haciendo las Centros dinámicosºººººCapitales de provinciaººººººÁmbito rural periférico Flujos organizadores: productos industriales, tecnología, etc... »»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»» Flujos exportadores: materias primas, mano de obra... 2 Los centros dinámicos y la periferia capitales de provincia de centros de contacto de los flujos que vienen de los centros dinámicos, dando lugar a una tendencia a la macrocefalia de estas capitales en detrimento del ámbito rural y comarcal. Este enorme ámbito periférico actúa como exportador de materias primas y mano de obra hacia los centros dinámicos, que exportan manufacturas y flujos organizadores. 5 En el que predominaban los flujos de corto alcance, de carácter comarcal o provincial, característicos de un sistema económico en el que las actividades productivas estaban dispersas, requiriendo umbrales de demanda muy bajos, dada la escasa producción de los diferentes sectores productivos, por lo que los territorios organizados eran también pequeños. -7- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial La aparición de este nuevo mapa fue un fuerte golpe a las debilitadas regiones e s p a ñ o l a s , especialmente a las del interior peninsular, que vieron como su posición en el sistema se debilitaba, sus población emigraba, los flujos del sistema y la organización de su propio territorio pasaban a depender del exterior, etc... El franquismo, con su política e c o n ó m i c a proteccionista aumentó el papel de los focos dinámicos: Cataluña y el País Vasco reforzaron su posición en el sistema, a la par que la política centralista ayudaba a convertir a Madrid en el lugar central del sistema español. 3 El sistema de ciudades español (de Precedo...) El trazado del sistema de comunicaciones (ferrocarriles y carreteras) reforzó claramente el sistema. El modelo de industrialización por economías de aglomeración fracturó definitivamente el mapa regional español: 1. Aparecieron nuevas regiones funcionales. 2. Se desequilibró el sistema en función de unos focos dinámicos, que concentraron actividades innovadoras, producción y población. Las diferencias se fueron acrecentando con el tiempo. 3. Los nuevos flujos, propios de un sistema industrial y de la implantación de una economía de mercado, organizaron el territorio en detrimento de las antiguas divisiones territoriales. A partir de 1960, el desarrollo turístico y la tendencia a una cierta desconcentración industrial, ampliaron el ámbito de las zonas dinámicas, creando nuevas ligazones de desarrollo, que aún forzaron más la tradicional regionalización española. En esta situación de pérdida de la conciencia regional y de la aparición de un nuevo sistema regional se producirá la implantación del sistema autonómico. b/ La implantación del sistema autonómico español. El artículo 2º de la -8- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Constitución española señala “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. Pero no especifica que regiones se considera tienen este derecho, ni que ámbitos territoriales integran, dejando esto para el llamado Período Preautonómico, en el que se crearon unos Entes Preautonómicos encargados de dotarse de un proyecto de Estatuto de Autonomía y de proponer unos límites territoriales. Las Cortes Generales aprobarían, si procedía, estas propuestas. Todo ello en el marco de una política consensuada entre los partidos políticos, que obligaba a aplazar ciertos problemas, en beneficio de la implantación de la nueva Constitución y de la democracia. Ciertamente, sólo tres regiones españolas habían en el pasado planteado y conseguido grados importantes de autonomía: País Vasco, Cataluña y Galicia, y eran los lugares donde existía una fuerte conciencia nacionalista, con referencias históricas, proyectos de marco legal para la autonomía6, etc... En el resto del territorio hubo que realizar una división regional “desde arriba7”, para completar el mapa autonómico. El resultado fue la aparición de tres tipos de CC.AA.: 1. Pluriprovinciales, con claras raíces históricas: Cataluña, País Vasco, Galicia, Navarra, Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Asturias y Comunidad Valenciana. El caso de las regiones castellanas es otro. Castilla y León se forma a partir de dos regiones históricas (Castilla la Vieja y León), fusionadas por su ubicación y capacidad de organización del valle del Duero, lo que justifica la segregación de La Rioja y Cantabria, ajenas a este hecho e integradas en otros sistemas. Castilla-La Mancha se forma a partir de la antigua Castilla la Nueva, a la que se une Albacete8, por el hecho de que forma parte de La Mancha, y de la que se separa Madrid, dado que el enorme peso demográfico, económico y político, así como el enorme cúmulo y potencia de las funciones de la capital de España, podían anular la capacidad e iniciativas de la CC.AA. 2. Insulares, que encuentran su especificidad en el hecho geográfico de la insularidad, tienen además fundamento histórico. 3. Uniprovinciales, resultado de criterios geográficos: La Rioja, Cantabria, Murcia; o de raíces históricas: Navarra, Asturias. Se dejaban sin resolver los temas de las relaciones entre Navarra y el País Vasco y el de Ceuta y Melilla. 6 Coinciden además aproximadamente con regiones funcionales. 7 Se optó por una generalización del sistema autonómico. 8 Antes pertenecía a la región de Murcia. -9- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial El resultado planteaba varios problemas: 1. La no coincidencia con las regiones funcionales. 2. La existencia de fuertes contrastes demográficos, económicos y jerárquicos entre las diferentes CC.AA. 3. La existencia de fuertes desequilibrios intrarregionales. 4. La adopción de un sistema autonómico como forma de organización territorial iba a permitir el desarrollo de políticas de ordenación del territorio equilibradoras y correctoras, pero la adopción del modelo no garantizaba estas políticas, iba a ser necesaria una política de solidaridad interregional. 2. DESEQUILIBRIOS Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Debemos partir del hecho de que consideramos que un sistema territorial es óptimo si presenta caracteres de equilibrio medioambiental y de equilibrio en el reparto y acceso a los bienes y servicios. No obstante, la implantación de los sistemas de organización territorial se ha realizado en un marco económico en el que prima la rentabilidad económica, por encima de otros fines, lo que ha dado lugar a formas de organización que: -No han respetado las características ambientales. -No se han planteado los costes sociales que supone el reparto desigual de la población y los recursos. El caso español es muy significativo: -Ocupa un lugar geográfico y jerárquico semiperiférico en el sistema europeo comunitario, con respecto al que mantiene distancias en lo referente a impactos medioambientales e indicadores económicos y sociales. -Plantea fuertes desequilibrios interiores en los ámbitos demográficos, productivos y sociales. Las causas se encuentran en el modelo de crecimiento económico que se adoptó: las economías de aglomeración como principal incentivo para la localización de las actividades productivas, lo que produjo una fuerte concentración de estas y un gran descuido medioambiental. Como ya señalábamos en el tema de urbanización, este hecho no es ajeno a la situación española en el sistema europeo. Carente de focos de auténtica innovación, el desarrollo económico depende de la importación de estas innovaciones desde los focos dinámicos europeos y norteamericanos, proceso que se desarrolla desde los centros dinámicos españoles, que crean regiones funcionales dinámicas en torno a ellas, en detrimento del resto de los sistemas regionales, que pasan a ocupar una clara posición periférica y dependiente. Como el éxito de esos focos-regiones dinámicas -10- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial depende de la organización de los territorios considerados periféricos, se implanta un modelo de crecimiento altamente concentrador y agresivo con el medioambiente. Las regiones periféricas son ultraperiféricas si las analizamos inscritas en sistemas supranacionales. Para evitar o reformar estas situaciones está la ORDENACIÓN TERRITORIAL, que es la política que se encarga de racionalizar el uso del suelo a la aptitud del territorio, con los dos fines antes señalados: 1. Buscar un desarrollo sostenible, desde un punto de vista ecológico. Los recursos naturales y su potencialidad deben condicionar la estructura y el modelo territorial que se proponga, como garantía de la calidad de vida. 2. Buscar un reparto equitativo y un acceso equilibrado a los bienes y servicios, que aminore los costes sociales del sistema. Para cumplir estos fines se siguen los siguientes principios básicos: 1. La necesidad de integración y coordinación de las políticas económicas, sociales y físicas, lo que conlleva un cierto grado de planificación del desarrollo. 2. La necesidad de analizar y hacer explícitas las incidencias territoriales de las diferentes políticas sectoriales. 3. La búsqueda del incremento del bienestar social de un territorio y la reducción de los desequilibrios. 4. La necesidad de incorporar las variables físico-ambientales en las decisiones sobre localización de usos y actividades y protección del medio ambiente. En realidad, pues, la Ordenación Territorial analiza la expresión territorial de las políticas económicas y tiene su marco idóneo en la región, unidad que utilizamos para plasmar la organización territorial. 2.1. Metodología de la Ordenación Territorial para el análisis de los desequilibrios territoriales En primer lugar, siguiendo a Bielza de Ory, es necesario clasificar estos desequilibrios en dos grupos: 1. Diferencias entre partes del territorio, interregionales o intrarregionales. 2. Diferencias en el uso del suelo, en la organización del espacio y problemas medioambientales. -11- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Las primeras, diferencias entre partes del territorio, se miden con indicadores más o menos simples de niveles de vida, población o recursos, y se refieren a: *Necesidades: “falta de... con respecto a...” *Contribuciones: “aporta al bien común más que... y recibe menos que...” *Méritos: “hace por el bien común más que... y no reciben lo necesario” El estudio de estas diferencias nos plantea una tipología de áreas: a/ Desarrolladas: con cierta capacidad de desarrollo ordenado, no necesitan, en principio, intervención reequilibradora. b/ Congestionadas: están pasando o han pasado de las economías de aglomeración a las deseconomías de congestión, presentan problemas medioambientales y de usos incompatibles del suelo. c/ Deprimidas: con tendencia al despoblamiento y al estancamiento o decrecimiento de los niveles de renta. Pueden ser: +Áreas rurales atrasadas, que han quedado marginadas del proceso industrial, con elevados índices de emigración. +Áreas en declive, son áreas prósperas en anteriores fases industriales, que actualmente son regresivas. d/ Especiales: son áreas económicamente regresivas, pero con una elevada contribución al bien común o con alto mérito. El segundo grupo, diferencias en la organización del espacio, se refieren a desequilibrios o desórdenes en la relación entre población-territorio-actividad económica y se analizan midiendo: *La relación entre territorio-población-actividad económica-serviciosinfraestructuras. *Los usos “desordenados” del suelo provenientes de la localización de las actividades productivas, los servicios y la infraestructuras. *Los problemas relacionados con la gestión eficaz de los recursos naturales. *Los problemas del deterioro mediambiental. La Ordenación Territorial, como hemos señalado antes, es una política, por tanto tiene una clara vocación práctica: no sólo analiza los desequilibrios sino que plantea políticas correctoras, tanto para equilibrar lo desordenado como para buscar un desarrollo equilibrado. Así, con respecto a los desequilibrios interregionales o intrarregionales, plantea: *La búsqueda de sistemas jerárquicos equilibrados. *La búsqueda de un sistema de flujos equilibrado y que no margine zonas periféricas. *La implantación de políticas específicas para las áreas con problemas: -Á. congestionadas: control de crecimiento, ordenamiento de los -12- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial usos del suelo y defensa del medio ambiente. -Á. rurales atrasadas: atracción de inversiones productivas y de innovaciones. -Á. “en declive”: políticas de reconversión o de retirada estratégica. -Á. especiales (sobre todo de montaña): ayudas para mantener un mínimo de población que asegure la gestión económica y medioambiental. Para acabar con este punto, con respecto a los desequilibrios en la organización del espacio, se plantean políticas que: *Incompatibilicen usos del suelo y localizaciones innadecuadas. *Impidan utilizaciones del suelo que afecten negativamente al medio ambiente. *Desarrollen de forma ordenada la ejecución de infraestructuras y equipamientos. *Promuevan el desarrollo urbano, agrícola, industrial, turístico, etc... en función de los recursos disponibles y de la protección medioambiental. 3. DESEQUILIBRIOS REGIONALES EN ESPAÑA Tradicionalmente se consideraba que las regiones y áreas con mayor densidad de población, volumen de empleo, empleo no agrícola, capacidad productiva (medida a través del PIB y nivel de renta eran las que ocupaban los puestos centrales en los sistemas, y tenían un mayor desarrollo. En la actualidad, el proceso de terciarización ha introducido una serie de novedades que hacen que estos criterios no sean estrictamente válidos: la centralidad va asociada a un proceso de concentración de las actividades decisorias, innovadoras y servicios de alto nivel en los lugares centrales, mientras se produce paralelamente la descentralización-difusión de las actividades productivas a las periferias. Estos procesos originan que si queremos medir el “desarrollo” de una región o contrastarla con otra tengamos que asumir que la concentración de la población no es en sí misma una prueba de un alto grado de centralidad, como tampoco lo es el porcentaje de población en el sector secundario o terciario9. 9 En las zonas más centrales se está produciendo un fenómeno de desindustruialización, especialmente de los sectores maduros y de las formas de organización empresarial y laboral asociadas a la idea de la “gran fábrica”, que desaparecen o se trasladan a zonas periféricas, donde el bajo coste laboral-social, la facilidad, fiabilidad y bajo coste de las comunicaciones-transportes las hacen más rentables. El sector terciario, en el mismo sentido, sufre un proceso de esclerosis: los servicios banales, relacionados con la demanda directa, se expanden y ocupan a un -13- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Por otro lado, al estudiar los niveles de producción y renta nos encontramos con problemas similares. Tradicionalmente se ha considerado que una elevada participación en el Producto Interior Bruto (cifras divididas por regiones o por regiones y “per cápita”) era claro síntoma de ocupar un lugar central en la jerarquía. En la actualidad, resulta más convincente estudiar la participación en el PIB de una forma desagregada, observando que sectores son los que en una región aportan esas cifras de PIB o que participación tiene la región en el PIB aportado por los sectores de innovación, Investigación y Desarrollo (I+D), y los sectores punta, o la participación en el Valor Añadido Bruto. En el mismo sentido, parece más útil estudiar la tendencia a la participación en el PIB que las cifras netas, dado que nos señalan más claramente los potenciales de desarrollo de las regiones. En cuanto a los análisis de renta, debemos señalar dos aspectos: en primer lugar, que los indicadores sociales avanzan más lentamente que los económicos, así, las consecuencias sociales de situaciones de declive, de reconversión o de nuevo desarrollo tardan un tiempo en manifestarse, mientras que otros indicadores, señalados antes, lo hacen con mayor premura. En segundo lugar, que a la hora de medir la distribución de la renta es necesario, aunque muy dificultoso, tener en cuenta el reparto de esa renta dentro de la región10 (a nivel provincial, rural-urbano, grupos sociales...) O la existencia de infraestructuras y equipamientos sociales a los que la población puede acudir, y que suponen una “sobrerrenta” que puede suponer un nivel de bienestar social más alto que el que deducimos de la renta “per cápita”. En general, podemos afirmar que en España se dan fuertes desequilibrios regionales, aunque estos tienden a disminuir. Pudiendo establecer la siguiente tipología: 1. Regiones centrales, que agrupan al 45,14 % de la población española en poco más del 20% de la superficie. Se trata de los lugares que tienen una fuerte centralidad, basada en: la especialización industrial en sectores de alta tecnología, fuerte demanda y elevada productividad; la presencia destacada de órganos de decisión económica, investigación e innovación y gestión; la tendencia a una fuerte cualificación de la fuerza de trabajo, con las cifras más elevadas en formación de los recursos humanos; la buena calidad de las infraestructuras, los equipamientos y las alto porcentaje de una población que ha alcanzado un umbral de renta y “bienestar”, mientras los lugares centrales acaparan los llamados servicios especializados o actividades del sector cuaternario, a través de los cuales dirigen la trama de flujos del sistema, y en los que fundamentan su “supremacía”. 10 El caso de Aragón es muy significativo: Zaragoza aporta al promedio regional gran parte de la renta, mientras que el resto de las provincias, con bajísimas densidades de población, se benefician de ello en las cifras globales. Pero no sólo eso, provincias como Teruel, con baja densidad de población y elevado envejecimiento y población “subsidiada” (pensiones, ayudas, subvenciones...) Pueden dar niveles de renta aceptable, mientras su grado de desarrollo les conduce a niveles bajísimos en la jerarquía nacional. -14- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial comunicaciones, tanto con el entorno como con el extranjero; un elevado nivel en intercambio de información (recepción de flujos de personas e información). Son las regiones de Madrid, Cataluña, C. Valenciana, Baleares, Navarra, La Rioja y Aragón (aunque habría que hablar mejor de Zaragoza). CONCEPTOS BÁSICOS DE PRODUCTO Y RENTA NACIONAL Asumiendo los desequilibrios A partir del Producto Interior Bruto (PIB) a precios de internos de estas mercado, restando las rentas netas pagadas al resto del mundo, se comunidades, presentan los obtiene el Producto Nacional Bruto (PNB) también a precios de indicadores más altos y son mercado, para deducir de él las amortizaciones y pasar, así, al concepto de Producto Nacional Neto (PNN) a precios de mercado, los focos más dinámicos y si a este concepto le restamos los impuestos indirectos, obtenemos con mayor futuro. el PNN al coste de los factores, magnitud económica que también se denomina Renta Nacional. 2. Regiones de la Primera y Segunda Industrialización, que se La renta personal se obtiene restando a la Renta Nacional encuentran en situación de el impuesto sobre el beneficio, los beneficios no distribuidos por las declive, con cifras S.A. y el aporte a la Seguridad Social, y sumando los intereses de la demográficas y económicas deuda pública y las transferencias de la Seguridad Social. El resultado es la cantidad de dinero que perciben los ciudadanos (si la dividimos en crecimiento hasta hace por el número de ciudadanos, la obtenemos “per cápita”). Para unos años, pero que obtener la renta personal disponible, esto es, el dinero del que comienzan a ser negativas o realmente disponen los ciudadanos, tenemos que restar a la renta estar por debajo de la media nacional desde hace un 4 Conceptos básicos de Producto y Renta (de Tamames) tiempo. Son las pertenecientes a la cornisa cantábrica: País Vasco, Cantabria y Asturias, a las que Si dividimos la Renta Nacional por el conjunto de la población, obtenemos la renta per cápita. CCAA % del PIB % Renta nacional % Renta % de la Fam . población Disponible activa % de la % parados pob. activ. Sector 2º % sobre la superficie total española 1 Cataluña 19,26 19,18 18,37 16,98 21,90 14,53 6,33 2 Madrid 16,54 18,43 14,56 13,17 11,70 12,24 1,58 5,86 5,93 5,77 5,51 6,88 5,32 1,44 SUMA (1+2+3) 41,66 43,54 38,7 35,68 40,48 32,10 9,35 4 C Valenciana 10,07 9,62 10,18 10,46 12,98 10,41 4,62 SUMA (1+2+4) 45,87 47,23 43,11 40,62 46,58 37,19 12,53 Cataluña+C Valencia 29,33 28,8 28,55 27,44 34,88 24,95 10,95 1+4+Murcia 31,54 30,92 30,87 29,11 37,31 28,05 13,19 4,68 4,7 4,61 4,16 5,55 2,76 6,48 52,76 54,05 50,04 46,46 54,57 43,05 21,25 3 País Vasco 5Navarra+Rioja+Zarago z 1+2+4+5+Murcia habría que añadir otros focos como las zonas especializadas en astilleros (El Ferrol, la Bahía de Cádiz...) o en siderurgia (Sagunto). Han sufrido o lo están haciendo procesos de reconversión, lo que conduce a la aparición de cifras más positivas en algunos lugares. Presentan una elevada densidad de población y han sido focos de atracción para inmigrantes, mantienen (o han tenido hasta fechas recientes) una importante participación en el PIB y un PIB “per cápita” (pc) por encima de la media nacional, pero su tasa de actividad es decreciente, a la par que presentan cifras importantes de paro, y su PIB crece por debajo de la media nacional. -15- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial 3. Regiones que no participaron activamente en el proceso industrializador, con un sector agrario relativamente importante y un desarrollo del terciario banal (destinado al consumo de la población). Presentan cifras poco importantes de participación en la población nacional11, han sufrido fortísimos procesos emigratorios, lo que les ha conducido a tasas altas de envejecimiento. La tasa de actividad se sitúa por debajo de la media y la distribución de la población activa por DISTRIBUCIÓN DEL V.A.B. (1993) CCAA VAB Sector 1º % Sector 2º % Sector 3º % % VAB España Población % 1 Andalucía 7.734.361 9,42 23,97 66,6 12,69 17,93 2 Aragón 2.001.032 6,2 33,92 59,89 3,28 3,04 3 Asturias 1.496.120 3,55 38,91 57,55 2,45 2,79 4 Baleares 1.674.829 1,67 14,94 83,4 2,74 1,82 5 Canarias 2.375.931 3,55 16,65 79,8 3,9 3,87 751.573 6,25 29,49 64,26 1,23 1,35 7Cas-La Mancha 2.158.086 10,11 28,2 61,69 3,54 4,27 8 Castilla y León 3.600.622 11,77 31,46 56,78 5,90 6,52 11.733.448 1,92 34,17 63,9 19,25 15,59 10 C. Valenciana 6.137.966 4,43 31,82 63,75 10,07 9,92 11 Extremadura 1.139.655 11,55 28,06 60,39 1,87 2,73 12 Galicia 3.571.131 8,73 30,59 60,68 5,86 6,68 13 Madrid 10.075.322 0,45 21,93 77,62 16,53 12,76 14 Murcia 1.346.498 9,17 29,2 61,63 2,21 2,70 935.445 5,45 40,84 53,7 1,53 1,33 3.568.062 2,67 39,17 58,16 5,85 5,40 446.025 10,03 34,31 55,67 0,73 0,68 ESPAÑA 60.926.017 4,97 29,2 65,83 100 99,38 2+4+9+10+13+15+17 33.004.067 ------- -------- --------- 54,13 45,14 6 Cantabria 9 Cataluña 15 Navarra 16 País Vasco 17 Rioja, La sectores muestra un continuado descenso de la dedicada al sector primario, que se trasvasa al terciario, que crece más que la media nacional, mientras que el secundario, de escasa importancia, también decrece. Su participación en el PIB no es importante, aunque en la última década muestra una tendencia a aumentar. Nos referimos a Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León, Murcia y Canarias (habría que incluir también Teruel y Huesca, y habría que excluir a Valladolid 11 Exceptuando que mantengan una Tasa de Natalidad importante (un TCR importante), como es el caso de Andalucía y Canarias. -16- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial y alguna provincia andaluza). Canarias y Murcia presentan casos que es conveniente destacar. La primera, por su gran desarrollo turístico, que le aporta unas tasas de crecimiento económico y participación en el PIB muy importantes; y la segunda por la recepción de influencias del eje mediterráneo. Pero estos casos los analizaremos luego. En la tabla de datos observamos como las regiones centrales (a las que se añade el País Vasco, que mantiene la herencia de su brillante pasado) que tienen un 45,14% de la población española aportan un 54,13% del VAB nacional, y que todas ellas presentan cifras de participación en la población inferiores a las de aportación al VAB, siendo destacados los casos de Madrid, Cataluña y Baleares. Teniendo en cuenta que en el V.A.B. se contabiliza el valor del total de los procesos productivos que producen un incremento en el precio de los productos, debemos concluir que son los lugares donde se localizan los segmentos productivos que añaden más valor a los productos: los más tecnificados, innovadores y productivos. Si analizamos la desagregación por sectores observamos una gran variedad de comportamientos, de los que destacamos: CCAA 1 Andalucía Población Terciario miles VAB Terciario miles VAB por trabajador miles ptas 1026,2 5151084 5019,5716 2 Aragón 209,5 1198418 5720,3726 3 Asturias 181,2 861017,1 4751,7498 4 Baleares 153,8 1396807 9081,9726 5 Canarias 321,4 1895993 5899,1691 6 Cantabria 91,2 482960,8 5295,6229 7Castilla-La Man 240,2 1175078 4892,0809 8 Castilla y León 425,0 2044433 4810,431 1162,7 7497673 6448,502 10 C. Valenciana 714,3 3912953 5478,0251 11 Extremadura 168,5 688237,7 4084,4965 12 Galicia 432,1 2166962 5014,9555 13 Madrid 1161,3 7820465 6734,2331 14 Murcia 224,7 829846,7 3693,1318 15 Navarra 82,7 502334 6074,1713 380,0 2075185 5461,0128 41,6 248302,1 5968,8009 7050,4 40107597 5688,6981 9 Cataluña 16 País Vasco 17 Rioja, La ESPAÑA 1. Las regiones centrales, especialmente Madrid, Cataluña, Baleares y C. Valenciana presentan porcentajes de VAB agrícola muy bajos, de VAB industrial ligeramente superiores a la media nacional y de servicios ligeramente -17- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial inferiores. Es de destacar la importancia del sector servicios en Madrid (capital del reino) y Baleares (emporio turístico). 2. Las regiones en declive, especialmente el País Vasco, presentan un VAB agrícola bajo (bastante inferior a la media), un VAB industrial alto y un VAB servicios inferior a la media y al de las regiones centrales, producto de su herencia industrial y manifestación de la necesidad de llevar a cabo reconversiones. 3. El resto de las regiones presentan una mayor heterogeneidad, aunque la norma es un VAB agrícola más alto que la media, uno industrial más bajo y un sector servicios alto, a veces por encima de la media. Factores como la cercanía a regiones centrales en las que se ha producido una descentralización industrial (Guadalajara y Toledo con respecto a Madrid, por ej.), o la existencia de provincias que ejercen posiciones centrales pueden alterar las cifras. Si, como hemos señalado antes, estamos inmersos en un proceso de terciarización, resulta muy interesante analizar el tema del sector servicios. Hemos comentado como se discriminan dos modelos: uno para las regiones centrales que llamamos “cuaternario” o de alto nivel y alta productividad; y otro, para las zonas periféricas, que denominamos banal, vinculado a la atención al consumo, con una productividad más baja. Si analizamos el VAB por trabajador ocupado en el sector servicios observamos que: -El sector servicios ofrece las cifras más altas, seguido del industrial y del agrícola, por este orden, siendo este último notablemente inferior. -Las regiones centrales tienen un VAB por trabajador mucho más elevado que las periféricas, independientemente del número de trabajadores empleados. Tienen un lugar a parte las regiones “turísticas”, especialmente las insulares, que ofrecen cifras espectaculares. Serán estos servicios de alto nivel los que expliquen la centralidad. Pasamos a contiuación a analizar los datos desagregados de las CC. AA. Comentario de la tabla A Analizando la tabla de datos observamos como un tercio de la población vive en tres comunidades autónomas: Cataluña, País Vasco y Madrid, los focos de la industrialización española, que ocupan un 9,35% del territorio español. Las fortísimas corrientes migratorias hacia estos lugares y el rejuvenecimiento que supusieron, con la consiguiente elevación de la TN explican la situación. -18- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Tabla A DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA CC.AA 1900 1950 1975 1986 1991 1993 1 Andalucía 19,07 20,03 17,08 17,60 17,75 17,93 2 Aragón 4,9 3,91 3,24 3,07 3,02 3,04 3 Asturias 3,37 3,17 3,06 2,89 2,84 2,79 4 Baleares 1,67 1,50 1,65 1,76 1,89 1,82 5 Canarias 1,93 2,83 3,58 3,81 3,93 3,87 6 Cantabria 1,48 1,44 1,36 1,35 1,34 1,35 7 Castilla-La Mancha 7,45 7,25 4,63 4,35 4,27 4,27 8 Castilla-León 12,36 10,23 7,18 6,71 6,59 6,52 9 Cataluña 10,56 11,58 15,64 15,50 15,48 15,59 10 C. Valenciana 8,53 8,24 9,39 9,70 9,74 9,92 11 Extremadura 4,74 4,87 3,63 2,82 2,78 2,73 10,64 9,30 7,65 7,39 7,32 6,68 13 La Rioja 1,02 0,82 0,67 0,67 0,77 0,68 14 Madrid 4,16 6,88 11,89 12,40 12,55 12,76 15 Murcia 3,11 2,70 2,44 2,61 2,65 2,70 16 Navarra 1,65 1,36 1,35 1,34 1,32 1,33 17 País Vasco 3,24 3,79 5,72 5,55 5,45 5,40 total 99,88 99,9 100,16 99,52 99,69 99,38 9+14+17 17,96 22,25 33,25 33,45 33,48 33,75 12 Galicia Ahora bien, si analizamos los casos más pormenorizadamente observamos que el País Vasco desde 1975 presenta cifras decrecientes, fecha en la que comienza a acusar la crisis que nos lleva a definirla como una zona en declive. La Comunidad Valenciana, por el contrario, comienza a crecer desde1950 al incluirse en eje central mediterráneo. Si sumamos la población de Cataluña, C. Valenciana y Madrid tenemos una cifra de un 38,77% de la población española que vive en un 12,53% del territorio. El valle del Ebro presenta cifras equívocas, dado que se contabilizan las cifras regionales. Así, en Aragón se incluyen Huesca y Teruel y la zona rural de Zaragoza, que son casi desiertos demográficos, y en el caso de La Rioja y Navarra sucede lo mismo. En Zaragoza12 vive un 1,53% de la población española, mientras que las cifras de Aragón son del 3,02%, es decir, más de la mitad de la población de la CC.AA. vive en la ciudad13. En la Rioja se repite lo mismo, en Logroño tenemos un 0,32% frente al 12 Damos cifras del censo de 1991 para Zaragoza/Aragón, Pamplona/Navarra y Logroño/La Rioja 13 Estos fenómenos de macrocefalia de la cápital de provincia son típicos. -19- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial 0,77 regional. El caso de Navarra es similar, aunque con menor concentración: en Pamplona viven un tercio de los habitantes de la CC.AA, un 0,47% frente al 1,32%. Si sumamos la población de estas ciudades de las regiones del valle del Ebro (que se considera ocupa un lugar importante en la jerarquía) a la de los lugares centrales, incluyendo esta vez a Baleares, podemos afirmar que el 41,91% de la población española vive en poco más del 13,5% del territorio. El resto de las CC.AA. Presentan cifras mucho más bajas, especialmente las del interior, la suma de la población de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura aporta el 13,52% de la población, en un territorio que supone el 42,6%. Comentario de la Tabla B TABLA B CC.AA CRECIMIENTO REAL DE LA POBLACIÓN 1900-30 1930-50 1950-75 1975-81 1981-86 1986-91 1991-93 1993 Miles 29,4 21,6 9,4 6,3 5,2 2,22 0,89 7.002,430 13 6,1 7,3 3,8 -1,1 0,38 -0,17 1.186,794 Asturias 26,3 12,2 23,8 3,9 -1,6 -1,64 -0,41 1.089,438 Baleares 17,3 15,5 50 12,3 3,4 4,14 Canarias 54,8 42,9 75,8 12,1 2,6 1,87 Cantabria 31,9 11,2 21,1 6,1 1,6 0,89 Castilla-La Mancha 31,8 11,1 -19,3 0,1 1,6 -1,03 0,05 1.666,634 7,6 15,6 -11,4 1,2 -0,7 -1,41 0,07 2.547,735 Cataluña 43,9 16,1 74,8 7,4 0,1 1,35 0,5 6.090,040 C. Valenciana 19,5 21,6 47,9 9,6 2,1 3,34 0,44 3.874,170 Extremadura 30,6 18,5 -21,9 -1,5 2,13 -2,26 0,42 1.066,327 Galicia 12,7 16,8 6,1 1 1 -3,97 -0,17 2.727,026 7,6 12,8 4,8 6,5 2 1,31 0,12 Madrid 78,6 39,2 122,9 11,2 1,6 3,49 0,76 4.985,525 Murcia 11,7 17,2 16,8 10,2 5 3,86 1,02 1.056,293 Navarra 12,4 10,7 26,4 6 1,1 0,65 0,23 País Vasco 47,7 19,0 95,3 5,4 -0,4 -1,5 0,24 2.109,117 ESPAÑA 26,9 18,7 28,3 6,4 2,1 1,04 0,48 39.061,367 Andalucía Aragón Castilla y León La Rioja 0,48 712,546 1,1 1.510,228 0,08 527,746 263,759 520,498 En esta tabla se reflejan los Crecimientos Reales de la población por períodos, recogiendo el de 1900-30 de “lenta industrialización”, 1930-50 de “crisis económica, Guerra Civil y Posguerra”14, 1950-75 de “acelerada industrialización”, 1981-86 de crisis económica, 1986-91 de crecimiento económico y 1991-93 de recesión económica. 14 Que es como se observa en todas las tablas demográficas de estabilización de la población -20- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial El comportamiento de las regiones centrales es de crecimiento por encima de la media nacional, aunque la C. Valenciana inicie estas cifras en 1930. Resultado de los procesos migratorios y sus repercusiones en la estructura por edades de la población, que se analizan en las tablas C y D, que actúan, como es conocido, sobre el Crecimiento Vegetativo. Se observa también el impacto de la crisis económica 81-86 sobre Madrid y Cataluña, y como la C. Valencia resiste mejor. Las cifras del último período se observa en una disminución de las tasas de crecimiento, aunque siguen siendo las más altas de España (con la salvedad de Andalucía, que luego comentaremos). No obstante, a pesar del descenso en el ritmo de Crecimiento Vegetativo producido por el descenso generalizado de las Tasas de Natalidad, presentan un TCR muy superior a la media nacional. Conviene destacar también los casos de las CC.AA. del valle del Ebro, donde, como ya hemos señalado antes, la macrocefalia de sus capitales y la inclusión de las provincias de Huesca y Teruel o de su espacio rural y envejecido provincial, altera los datos. Si observamos la tabla D, observamos las corrientes migratorias que han partido desde estos ámbitos rurales y han ido envejeciendo su población, lo que las conduce a dar en la actualidad cifras muy bajas o negativas de Crecimiento Real (Navarra un 0,11%, La Rioja un 0,06, Aragón un -0,085%, mientras la media nacional, también baja, es de 0,12). El caso de Baleares es también significativo: comienza un crecimiento fortísimo con el boon turístico (desde 1950), que será su principal actividad a partir de ese momento. Sus tasas de Crecimiento Real son del 0,24%, el doble de la media nacional, su población es ligeramente más joven de la media nacional y presenta corrientes inmigratorias, que le dan un saldo positivo. Las comunidades en declive son otro caso: con fuertes tasas de crecimiento, especialmente el País Vasco, núcleo central de la cornisa cantábrica, durante su industrialización (así como saldos migratorios muy favorables), comienzan su estancamiento con la crisis económica, dando a partir de ese momento cifras muy por debajo de la media, e incluso negativas. Asturias y Cantabria aportan cifras mucho menos significativas, dado su carácter de dependientes del desarrollo vasco. Se mantienen en torno a la media nacional hasta que llega su declive, que es mucho más fuerte en Asturias que en Cantabria (y mucho más fuerte en Asturias que en el País Vasco), donde su menor especialización industrial y sus posibilidades de desarrollo del terciario (vinculado con el turismo), suavizan el impacto. Las regiones restantes aparecen claramente como exportadoras de mano de obra (ver tabla C), algunas antes y otras desde 193015, llegando algunas a dar cifras de crecimiento negativo, especialmente las tres del interior. Conviene destacar el comportamiento de dos CC.AA. Andalucía, región fuertemente emigratoria, da cifras muy altas de crecimiento (excepto en el período 1950-75 de industrialización acelerada y brutal emigración), con saldos migratorios negativos, debido al mantenimiento de una alta Tasa de Natalidad. Canarias, también con una alta Tasa de Natalidad, sufre un proceso parecido, hasta 1981 en que el desarrollo turístico frena la emigración, por eso da en la actualidad el mayor TRC de España, un 0,55% anual. 15 No olvidemos que las primeras corrientes migratorias interiores vinculadas a la industrialización tienen lugar de las provincias y regiones limítrofes a los focos dinámicos. La generalización se realiza posteriormente, en especial desde 1950. -21- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA C SALDO MIGRATORIO CC AA 1900-30 Andalucía -84.109 1930-50 1950-75 1975-81 1981-86 1986-91 Total 190091 742 -1.624.490 -58.393 169.900 -38.882 -1635232 Aragón -111.644 -28.082 -211.112 9.932 7.400 9.320 -324186 Asturias -34.173 9.228 15.022 3.894 -23.300 -7.501 -36830 Baleares -15.488 28.142 121.334 28.569 90.100 19.847 272504 Canarias 47.693 -1.201 130.865 -38.281 108.900 4.950 252926 Cantabria -15.106 -23.473 13.797 -2.111 600 2.853 -23440 Castilla-La Mancha -98.306 -183.076 -908.474 -58.841 -15.800 -1.501 -1265998 -516.045 -197.197 -1.013.045 -27.675 -15.700 -36.391 -1806053 Cataluña 580.430 365.736 1.386.891 47.111 -72.900 32.502 2339770 C. Valenciana -61.240 219.808 458.370 12.483 40.500 84.807 754728 Extremadura -41.430 -53.648 -666.561 -46.152 1.700 -39.907 -845998 -307.894 18.014 -419.728 -13.962 -56.100 -102.747 -882417 La Rioja -40.802 -9.691 -36.095 4.512 3.300 2.976 -75800 Madrid 449.397 387.220 1.408.111 26.874 8.600 64.829 2345031 Murcia -91.240 -56.216 -179.479 16.062 18.900 8.123 -283850 Navarra -59.572 -22.095 394 5.531 -4.400 98 -80044 43.402 37.003 472.422 -27.722 -53.900 -46.573 424632 491214 -1051778 -118169 207800 -43197 -870257 Castilla y León Galicia País Vasco ESPAÑA -356127 Murcia sufre un proceso parecido al de Canarias pero por otras causas. Mantiene tasas de crecimiento por debajo de la media hasta 1975, en que comienza a crecer por encima de la media, varias causas lo explican: la introducción de una agricultura muy tecnificada, muy vinculada a la exportación; la llegada de las influencias del foco dinámico valenciano; la llegada de flujos turísticos; el mantenimiento de una alta Tasa de Natalidad. Para concluir los comentarios señalar: 1. La evidencia de un período (1950-75) de fuerte concentración de la población en los focos centrales. 2. La aparición de un frenazo a los movimientos migratorios con la crisis económica (1975-86) y una desaceleración muy importante desde entonces, lo que ocasiona una tendencia a la homogeneización en el ámbito español, aunque las diferencias siguen siendo muy importantes. 3. La existencia de CC.AA con una elevada Tasa de Natalidad que les da TCR muy superiores a la media nacional. -22- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial La tabla E, de densidades de población, es muy significativa al respecto. TABLA E DENSIDADES DE POBLACIÓN CCAA (Habit/km2) 1955 1975 1986 1991 Madrid 276,5 543,4 597,9 618,8 País Vasco 164,2 282,7 294,1 289,8 Canarias 118,2 176,9 201,6 206,3 Cataluña 110,7 176,9 187,2 189,8 C. Valenciana 102,4 144,9 160,1 165,5 Baleares 85,9 117,8 135,8 141,4 Asturias 88,4 103,5 105,2 103,5 79 92,3 98,8 99,7 Galicia 88,6 91 96,6 92,8 Murcia 68,7 77,7 88,9 92,4 Andalucía 65,7 70,1 77,8 79,5 La Rioja 45,7 47,7 51,6 52,3 Navarra 37,6 46,2 49,5 49,8 Castilla y León 30,3 27 27,4 27,02 33 25,8 26,15 25,5 Aragón 23,1 24,6 24,8 24,9 Castilla- La Mancha 25,3 20,8 21,1 20,93 ESPAÑA 57,6 70,8 76,2 77 Cantabria Extremadura Pasamos a continuación a comentar las cifras de población activa. En primer lugar, señalar que la Tasa de Actividad ha ido descendiendo en España desde 1955, -23- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA D ESTRUCTURA POR EDADES DE LA POBLACIÓN CC AA 0-14 años % 15-64 (%) Más de 65 (%) Andalucía 22,9691546211 64,8092613652 11,7215840137 Aragón 16,0366851781 65,2923248134 18,1709900086 Asturias 15,9416858558 66,7553355449 16,8029785993 Baleares 19,6373902363 66,1273230702 13,7352866935 Canarias 22,1949908387 68,0979824379 9,20702672343 Cantabria 18,0258853648 66,0253875693 15,4487270659 Castilla y León 16,6046983335 64,8915827809 18,0037188856 Castilla-La Mancha 19,5473588496 63,6203441298 16,3322970206 Cataluña 17,6418496921 67,5230283217 14,3351219862 C. Valenciana 20,1339301339 66,1364896098 13,2295802563 Extremadura 20,5621682097 62,6092062649 16,3286255254 Galicia 17,8521864456 65,3596514734 16,288162081 Madrid 19,1949940637 68,6357730246 11,6692329117 Murcia 22,7982322162 64,5482066329 12,1535611508 Navarra 17,3315975866 66,9474317176 15,2209706958 País Vasco 16,6615574506 70,1216276204 12,716814929 La Rioja 16,6201021888 65,3601395416 17,5197582696 Ceuta y Melilla 24,6250452844 66,0917964819 8,78315823371 ESPAÑA 19,3650219365 66,3659012265 13,7690768371 aunque ese descenso ha sido más fuerte16 en el período 1975-85, en el que se han acumulado varios factores: -La crisis económica y los procesos de reconversión produjeron un menor ritmo en la creación de puestos de trabajo y una elevación en las cifras de destrucción de ellos. -El frenazo a la emigración exterior y los retornos de emigrantes (crisis económica en el exterior) han aumentado el número de personas que quieren acceder a un trabajo. -La llegada al mundo laboral de las generaciones del “baby boon”. -La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral. -El fuerte desarrollo de la economía sumergida (se considera que en 1985 el 21,9% del empleo lo era en este tipo de actividades). 16 En el período 60/73 la emigración exterior, la progresiva reducción de la edad de jubilación (en 1960, los 72,6 años para los hombres y los 73,1 para las mujeres; mientras en 1970, los 66,3 para los hombres y los 66,5 para las mujeres), el retraso en la edad de acceso al trabajo (1960, 16,6 años los hombres y 15,1 las mujeres; 1970, 17,9 los hombres y 16,3 las mujeres), la débil incorporación de la mujer al mundo laboral (1960, el 14%; 1970, el 22%), reducen la cifra de personas que quieren acceder al mundo laboral. -24- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial El relanzamiento económico de 1985-91 ha supuesto un aumento de la Tasa de Actividad y un descenso del paro. La Tasa de Actividad necesita algunas consideraciones. Se elabora hallando el porcentaje de la población en edad de trabajar (16 años) que busca o tiene empleo, con respecto al total de la población, lo que conduce a que las regiones con una población envejecida den cifras infereiores a las que tienen un amplio porcentaje de población entre los 16 y los 65 años. Por otro lado, la política seguida en muchos procesos de reconversión industrial de dar “jubilaciones anticipadas” resta también un porcentaje de población a la T.A. En el mismo sentido, la tendencia en épocas de elevada tasa de paro a buscar actividades (estudios, etc...) que retrasen el momento de acceso al difícil mundo laboral, también resta cifras a la T.A. y al paro. TABLA F ACTIVIDAD, OCUPACIÓN Y PARO CCAA Tasa de actividad* 1990 Tasa de paro 1992 T actividad T paro 1995 T actividad T paro Andalucía 47,31 25,92 46,62 28,6 47,7 34,8 Aragón 46,67 9,10 46,75 13,72 48,1 15,7 P de Asturias 46,74 16,97 44,12 18,11 42,4 19 Baleares 51,82 11,6 48,57 13,16 53,8 11,7 Canarias 50,65 22,65 50,72 25,42 50,6 23,7 Cantabria 46,47 16,5 46,87 17,75 46,4 22,6 C-La Mancha 44,88 12,59 45,22 16,31 44,1 19,9 Castilla-León 46,26 14,9 45,47 18,25 45,4 20 Cataluña 52,76 12,70 50,99 15,67 52,7 19,4 C. Valenciana 51,81 14,03 52,3 20,43 51,7 19,4 Extremadura 45,06 23,58 44,98 25,79 45,8 28,6 Galicia 51,91 12,16 52,95 17,05 49,3 16,4 Madrid 48,8 11,73 49,81 15,46 50,2 21,1 Murcia 50,22 15,04 51,63 34,55 49,7 24,2 Navarra 48,95 11,79 47,43 11,87 48 11,2 País Vasco 51,02 19,01 49,9 22,08 49,8 21,9 La Rioja 47,25 9,41 47,71 14,19 46 15,5 ESPAÑA 49,33 16,76 48,85 20,05 49,2 22,7 En la tabla F se observa como las CC.AA. Con mayor TA son: Baleares, Canarias, Cataluña, C. Valenciana, Madrid, País Vasco y Murcia17. Las dos primeras por el fuerte desarrollo del sector servicios vinculado al turismo y Murcia por el fuerte desarrollo explicado antes. Así, parece una característica clara que las regiones centrales presentan una mayor tasa de actividad. El comportamiento de las regiones del valle del Ebro viene explicado por el envejecimiento de su población (ver tabla D), aún con todo se mantienen en cifras ligeramente inferiores a la media nacional. Del resto de las CC.AA. 17 Las cifras de Galicia son engañosas, dado que se deben al trabajo de la mujer en la agricultura -25- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Conviene destacar el caso de las del interior: las dos Castillas y Extremadura con cifras muy por debajo de la nacional. Las regiones den declive son un caso aparte: el País Vasco mantiene una cifra ligeramente superior a la media, mientras Asturias, tras lu largo declinar presenta la cifra más baja del Estado. Ahora bien, las comunidades de esa cornisa cantábrica presentan todas cifras decrecientes, mientras en las demas se observa un tono de ligera recueración o de crecimiento. 5 Tipos de evolución de la Tasa de Actividad (de García Ballesteros y otros) En la ilustración 5 se muestran tres modelos de desarrollo de la Tasa de Actividad. Nos interesan los dos primeros. El tipo A muestra una lenta caída de la Tasa a lo largo del período, en el que la crisis de 1973 no tiene especial incidencia. El tipo B, por el contrario, muestra un estancamiento de la tasa hasta 1973 (son regiones con fuerte emigración, lo que resta población que se incorpore al mercado de trabajo), en que inicia una fuerte caída, debida al freno a la emigración y al impacto de la crisis. El tipo A corresponde a las regiones centrales, con alguna salvedad; el tipo B a las periféricas. La Tasa de Paro (tabla F) también son susceptibles de varias consideraciones: en primer lugar, en las regiones más envejecidas las cifras de paro serán menores, dado que tienen menos población en edad de trabajar; en segundo lugar y relacionado con lo anterior, para poder comparar a las diferentes CC.AA., parece conveniente, relacionar Tasa de Actividad y Tasa de Paro, dado que una misma cifra de paro será mucho más importante en el área en el que su T.A sea menor. Observando las cifras de la tabla F podemos observar como las cifras más elevadas de paro las encontramos en las regiones con una TA baja y una población joven: Andalucía, Extremadura, Canarias y Murcia. Siguen en orden de importancia Cantabria, País Vasco y Madrid, con la diferencia de que las dos primeras ya presentaban cifras altas/medias en 1990, mientras que en Madrid son el resultado del fuerte impacto de la crisis económica, especialmente desde 1992. Las cifras más bajas corresponden a Baleares (con respecto a 1990 hay una diferencia de 0,1%, lo que nos habla de una fuerte resistencia ante la crisis), Navarra, Aragón y La Rioja, regiones incluidas en el eje del Ebro, con una población envejecida. Si ponemos en relación18 la Tasa de Actividad con la Tasa de Paro, encontramos los siguientes 18 TP . 100 / TA -26- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial datos: Andalucía 72,9 C. Valenciana 37,5 Aragón 32,6 Extremadura 62,4 P. de Asturias 44,8 Galicia 33,2 Baleares 21,7 Madrid 42,0 Canarias 46,8 Murcia 48,7 Cantabria 48,7 Navarra 23,5 País Vasco 44,0 C-La Mancha 45,12 Castilla-León 44,0 La Rioja 33,7 Cataluña 36,8 España 46,1 TABLA G1 ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ACTIVA CCAA Sector primario (5) 1991 1995 1991-1995 Sector secundario (%) 1991 1995 1991-95 Sector terciario (%) 1991 1995 1991-95 Andalucía 14,8 9,6 -5,2 27 23,4 -3,6 58,2 67 8,8 Aragón 11,6 11 -0,6 35 32,4 -2,6 53,2 56,5 3,3 Asturias 15,1 12,5 -2,6 33,9 27,7 -6,2 51 59,8 8,8 Baleares 3,75 2,1 -1,65 29,7 20,4 -8,6 67,18 77,5 10,3 Canarias 7,5 7,3 -0,2 19,3 19,1 -0,2 73,2 73,7 0,5 Cantabria 12,2 10,5 -1,7 33,03 33,3 0,27 54,7 56,3 1,6 Castilla-LaManch 16,2 13,9 -2,3 36,9 33,7 -3,2 46,8 52,4 5,6 Castilla y León 18,2 14,5 -3,7 30,7 28,4 -2,3 51,5 57,1 5,6 Cataluña 3,6 3,5 -0,1 42 37,1 -4,9 53,7 59,3 5,6 C. Valenciana 8,3 7 -1,3 37,3 37,1 -0,2 54,3 55,9 1,6 Extremadura 21,6 20 -1,6 25,13 22,5 -2,6 53,2 57,5 4,3 Galicia 30,2 29,8 -0,4 25,7 25 -0,7 44,1 45,2 1,1 La Rioja 12,1 11,4 -0,7 40,9 41,6 0,7 47 47,1 0,1 Madrid 1,03 1,1 0,07 28,6 26,1 -2,5 70,2 72,8 2,6 Murcia 14,4 15,3 0,9 31,8 28 -3,8 53,8 56,7 2,9 Navarra 7,17 6,7 -0,5 40,1 40,1 0 51,7 52,2 0,5 2,9 3,1 0,2 41,7 37 -4,7 55,3 59,9 4,6 10,66 9 -1,7 33,03 30 -3,03 56,31 61 4,69 País Vasco ESPAÑA nivel Donde observamos: 1. La importancia del paro en Andalucía, Extremadura, Murcia, Cantabria y Canarias. 2. Las cifras ligeramente inferiores a la media nacional de las dos Castillas. 3. Las cifras ligeramente inferiores a la media de Asturias y País Vasco, que se mueven a un semejante a las regiones castellanas. 4. Las cifras aún más bajas de las regiones centrales: -Las más altas de Madrid, que ha sufrido una fuerte crisis, aunque su TA ha crecido. -Las más bajas, muy por debajo de la media nacional, del corredor del valle del Ebro, -27- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial especialmente de Navarra y Aragón, donde la TA ha crecido. -Cataluña y la C. Valenciana presentan unas cifras bastante inferiores a la media. -El caso balear lo tratamos a parte por lo estólido de sus cifras, lo que demuestra que es la CC.AA más dinámica en este aspecto. Si analizamos las tablas G, sobre estructura de la población activa, corroboramos los datos que comentábamos en el VAB desagregado. TABLA G2 EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ACTIVA CCAA Sector primario (5) 1991 1995 1991-1995 Sector secundario (%) 1991 1995 1991-95 Sector terciario (%) 1991 1995 1991-95 Andalucía 14,8 9,6 -5,2 27 23,4 -3,6 58,2 67 8,8 Aragón 11,6 11 -0,6 35 32,4 -2,6 53,2 56,5 3,3 Asturias 15,1 12,5 -2,6 33,9 27,7 -6,2 51 59,8 8,8 Baleares 3,75 2,1 -1,65 29,7 20,4 -8,6 67,18 77,5 10,3 Canarias 7,5 7,3 -0,2 19,3 19,1 -0,2 73,2 73,7 0,5 Cantabria 12,2 10,5 -1,7 33,03 33,3 0,27 54,7 56,3 1,6 Castilla-LaManch 16,2 13,9 -2,3 36,9 33,7 -3,2 46,8 52,4 5,6 Castilla y León 18,2 14,5 -3,7 30,7 28,4 -2,3 51,5 57,1 5,6 Cataluña 3,6 3,5 -0,1 42 37,1 -4,9 53,7 59,3 5,6 C. Valenciana 8,3 7 -1,3 37,3 37,1 -0,2 54,3 55,9 1,6 Extremadura 21,6 20 -1,6 25,13 22,5 -2,6 53,2 57,5 4,3 Galicia 30,2 29,8 -0,4 25,7 25 -0,7 44,1 45,2 1,1 La Rioja 12,1 11,4 -0,7 40,9 41,6 0,7 47 47,1 0,1 Madrid 1,03 1,1 0,07 28,6 26,1 -2,5 70,2 72,8 2,6 Murcia 14,4 15,3 0,9 31,8 28 -3,8 53,8 56,7 2,9 Navarra 7,17 6,7 -0,5 40,1 40,1 0 51,7 52,2 0,5 2,9 3,1 0,2 41,7 37 -4,7 55,3 59,9 4,6 10,66 9 -1,7 33,03 30 -3,03 56,31 61 4,69 País Vasco ESPAÑA -28- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA G3 EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ACTIVA ESPAÑA Sector primario Sector secundario Sector terciario (%) (%) (%) 1960 41,61 30,26 28,13 1975 23,00 37,81 39,19 1982 18,50 33,80 48,00 1985 18,19 31,72 50,07 1991 10,66 33,00 56,71 1995 9,00 30,00 61,00 Si observamos las tablas G podemos hacernos una idea de la evolución de los diferentes sectores a lo largo de tres períodos: *1960/75. Desarrollismo: caída generalizada de la TA del primario, que se mantiene por encima de la media en las regiones periféricas y en Asturias, Cantabria y La Rioja. Similares a la media en Aragón, Murcia y Navarra. Como veremos luego, el valle del Ebro va a mantener un porcentaje superior de población agraria que Cataluña, C. Valenciana y Madrid. Estas últimas tres, junto a Baleares y Canarias presentan los porcentajes más bajos. Las cifras del secundario sufren un aumento generalizado, pero especialmente importante en las regiones centrales. Mayor en los tres focos dinámicos tradicionales y algo inferior en el valle del Ebro, C. Valenciana y Murcia, y Valladolid. El terciario aumenta también de forma generalizada, pero de forma especial en las regiones insulares, al amparo del turismo. Las regiones periféricas, especialmente Andalucía y Extremadura19, presentan cifras importantes, superiores a las de las regiones centrales, que aprtían de porcentajes ya altos. 1975/85. Crisis económica. El sector primario sufre un fuerte descenso, muy acusado en las regiones periféricas, Asturias, Cantabria y La Rioja, que antes presentaban cifras superiores a la media. El secundario inicia un descenso, más importante en las regiones industriales, dado que la crisis tiene un componente estructural (crisis de los sectores maduros y de la organización tipo “gran fábrica”) y que en las periféricas había un escaso desarrollo del secundario. Las regiones en declive son las que sufren el proceso en mayor medida. El terciario sufre un fuerte aumento, producto del proceso de terciarización y de la crisis del secundario. En las regiones donde se produce una fuerte caída del primario, el ascenso del terciario es mayor. 1985/... Recuperación y recesión. La caída del primario continua, ahora con nuevos factores de crisis (entrada en la CEE, salida de personas mayores que no son reemplazadas del sistema productivo). El decrecimiento sigue siendo fuerte en las regiones periféricas, más Galicia y Cantabria. El secundario inicia un reajuste: continúa la caída en las zonas en declive, la crisis industrial hace bajar las cifras de Cataluña y Madrid (que se industrializa muy aceleradamente) y las Baleares y Canarias acusan la crisis de la construcción. Pero en las regiones periféricas se nota un incremento, debido a la desconcentración desde los centros dinámicos (especialmente desde Madrid a las provincias castellanas limítrofes), al tirón de la construcción y al desarrollo de ciertas industrias endógenas, especialmente de carácter rural. El valle del Ebro y la C. Valenciana, con una industria muy diversificada, soportan bien la crisis e incluso ofrecen cifras positivas. El terciario continúa creciendo, más en las zonas turísticas y en las CC.AA. Periféricas 19 En las regiones castellanas el peso de Madrid les resta sector terciario, especialmente en las provincias limítrofes a la cápital del Estado. -29- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial o en declive, donde pasa a sustituir como empleo al secundario. Pero esto ya se ha comentado al hablar del proceso de terciarización. La relación entre los tres sectores se observa muy bien en el siguiente gráfico: Donde 1 es Andalucía; 2, Aragón; 3, Asturias; 4, Baleares; 5, Canarias; 6, Cantabria; 7, Castilla-La Mancha; 8, Castilla y León; 9, Cataluña; 10, C. Valenciana; 11, Extremadura; 12, Galicia; 13, Madrid; 14, Murcia; 15, Navarra; 16, País Vasco; 17, La Rioja. Los círculos señalan tres modelos, uno de ellos desdoblado (tercero y segundo). El primer tipo corresponde a las regiones con un importantísimo terciario y unos primario y secundario débiles. El cuarto a las que presentan un terciario importante, un primario más alto que la media y un terciario débil. Las diferencias entre el segundo y el tercer grupo radican en que este tiene un secundario más débil que aquel, lo que se compensa en unas cifras más altas de primario. 6 Estructura de la población activa 1991 SI primario, SII secundario, SIII terciario; Si analizamos los datos económicos, observamos en la tabla h que la distribución del PIB por regiones ofrece cifras que en sí misma son muy poco significativas, únicamente la evolución en la participación del PIB, donde observamos el crecimiento (con las fluctuaciones propias de las crisis) de las regiones centrales: Madrid, Cataluña, C. Valenciana, Baleares (desde 1950); el descenso de las periféricas: Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura; el declive claro de las de la cornisa cantábrica, menos marcado en Cantabria; así como una tendencia a la ralentización desde 1975/85. Más interesantes son los datos de PIB “per cápita” de la tabla J, donde la centralidad marca claramente unas cifras superiores a las de las regiones periféricas, tanto en cifras absolutas, como en la evolución de la participación. En la tabla K se recogen las cifras medias de crecimiento anual del PIB, síntoma de dinamismo económico, donde se observa la potencia económica de nuestras regiones dinámicas y la tendencia, ya señalada a un descenso en las diferencias, que persisten, con las CC.AA. Periféricas. -30- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA H CONCENTRACIÓN ESPACIAL DEL PIB CCAA 1850 1955 1975 1985 1991 1993 Andalucía 23,2 13,68 12,47 12,49 12,42 12,69 Aragón 6,1 3,78 3,28 3,45 3,32 3,28 Asturias 2,1 3,81 3,21 2,8 2,46 2,46 Baleares -- 1,7 1,95 2,6 2,47 2,75 Canarias 2,5* 2,27 2,81 3,53 3,66 3,9 -- 1,77 1,41 1,34 1,25 1,23 9,8 4,38 3,57 3,35 3,37 3,54 17,5* 8,39 6,07 6,05 5,86 5,91 10,8 19,26 20,18 19,36 20,18 19,26 C. Valenciana 7,5 8,64 9,59 10,22 10,39 10,07 Extremadura 4,7 2,62 1,76 1,86 1,75 1,87 Galicia 6 5,98 5,59 5,89 5,74 5,86 La Rioja -- 0,92 0,69 0,74 0,75 0,73 Madrid 4,3 11,33 15,78 16,43 16,50 16,54 Murcia 3 1,79 2,2 2,29 2,2 2,21 Navarra 1,2 1,61 1,51 1,48 1,57 1,54 País Vasco 1,3 7,81 7,80 6,22 5,89 5,86 ESPAÑA 100 100 100 100 100 100 Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña *Cantabria y La Rioja sumados a Castilla y León; Baleares y Canarias juntos -31- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA J CCAA Andalucía PIB PER Cápita 1973 1985 1989 1991 1993 72,7 70,9 71,1 69,5 70,81 Aragón 102,5 112,2 111,9 108,6 108,09 Asturias 106,9 96 94,4 87,4 88,04 Baleares 149,2 146,8 157,2 135,6 150,69 Canarias 91 92,2 97,3 95,3 100,86 106,2 98,3 96,4 91,9 91,30 77,8 76,9 78 79 83,01 83 90 89.9 89,3 90,60 Cataluña 130,2 123,8 124,7 129,5 123,52 C. Valenciana 103,9 105,1 107,6 104,7 101,57 Extremadura 59,3 65,7 64,9 642 68,52 Galicia 70,1 79,5 80,05 81,6 83,95 La Rioja 103,4 109,6 111,6 110,2 108,41 Madrid 126,7 131,8 126,9 129,8 129,56 Murcia 83,8 83,9 87,3 81,9 81,72 Navarra 111 109,7 113,7 117,4 115,22 135,3 111,3 110,1 108.9 108,46 100 100 100 100 100 Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León País Vasco ESPAÑA -32- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial TABLA K TASAS MEDIAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL PIB CCAA 1960-73 % 1973-85 % 1985-91 % Andalucía 6,73 2,32 5,1 Aragón 6,29 2,57 4,7 Asturias 6,2 1,05 3,2 Baleares 10,66 3,08 4,3 Canarias 9,81 3,39 5,2 Cantabria 5,10 1,71 4,3 Castilla-La Mancha 6,23 1,4 5,5 Castilla y León 5,84 2,2 4,8 Cataluña 7,97 2,17 5,8 C. Valenciana 7,35 2,94 5,4 Extremadura 4,21 2,16 4,2 Galicia 6,67 3,13 4,8 La Rioja 5,65 2,84 5,6 Madrid 9,30 3,44 4,8 Murcia 7,55 3,01 5,2 Navarra 7,23 2,21 6 País Vasco 7,55 0,73 4,5 7,4 2,45 5,1 ESPAÑA -33- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Para analizar los desequilibrios sociales presentamos dos tablas clásicas: la de la Distribución de la Renta Nacional (suma/resta el VAB obtenido en el resto de España por los factores residentes o no residentes) en la tabla L, y la tabla M que recoge la Renta Familiar Disponible, que recoge muy bien el bienestar social. TABLA L DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA REGIONAL CCAA 1955 1975 1985 1987 1991 1993 Andalucía 14,2 12,2 12,6 12,65 12,43 12,24 Aragón 3,7 3,25 3,30 3,26 3,24 3,29 Asturias 3,8 3,01 2,75 2,64 2,54 2,64 Baleares 1,7 1,85 2,39 2,33 2,24 2,48 Canarias 2,3 2,85 3.01 3,48 3,33 3,58 Cantabria 1,4 1,42 1,44 1,37 1,35 1,3 Castilla-La Mancha 4,2 3,47 3,21 3,22 3,3 3,4 Castilla y León 8,6 6,19 5,9 5,85 5,68 5,75 Cataluña 18 20,15 19,29 19,44 20,17 19,18 C. Valenciana 8,5 9,45 9,45 10,45 10,17 9,62 Extremadura 2,6 1,82 1,83 1,77 1,65 1,77 Galicia 6,1 5,72 5,79 5,79 5,7 5,76 La Rioja 0,9 0,69 0,73 0,73 0,74 0,73 Madrid 12,6 16,58 17,07 17,34 17,59 18,43 Murcia 1,7 1,9 2,11 2,15 2,16 2,12 Navarra 1,5 1,51 1,44 1,46 1,51 1,52 País Vasco 7,9 7,85 6,05 6,07 5,98 5,93 ESPAÑA 100 100 100 100 100 100 -34- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial RENTA FAMILIAR DISPONIBLE Y RENTA FAMILIAR DISPONIBLE pc 1987 1991 1993 R/pc 1987 R/pc 1991 14,45 14,6 13,82 82,86 81,84 77,06 Aragón 3,29 3,24 3,24 105,96 105,87 106,78 Asturias 2,8 2,69 2,72 95,82 95,75 97,65 Baleares 2,3 2,24 2,64 133,09 122,79 144,55 Canarias 3,56 3,48 3,76 95,89 90,47 97,31 Cantabria 1,3 1,29 1,31 96,04 94,93 97,16 Castilla-La Mancha 3,62 3,70 3,75 83,27 86,81 86,19 Castilla y León 6,23 6,17 6,27 92,36 94,04 96,08 Cataluña 18,77 19,15 18,37 119,91 122,82 117,83 C. Valenciana 10,76 10,73 10,18 111,27 108,17 102,64 Extremadura 2,15 2,08 2,07 76,34 76,1 75,94 Galicia 6,42 6,53 6,58 87,65 92,88 94,21 La Rioja 0,77 0,77 0,76 115,15 114,03 111,90 Madrid 14,04 13,77 14,56 111,41 108,17 114,10 Murcia 2,38 2,48 2,32 91,66 92,15 85,63 Navarra 1,39 1,44 1,54 104,32 107,8 115,77 País Vasco 5,48 5,4 5,77 97,20 99,71 106,85 ESPAÑA 100 100 100 100 100 100 Andalucía R/pc 1993 Hasta aquí hemos ido analizando los desequilibrios regionales comparando las regiones españolas entre sí o con la media nacional. Si miramos a la Unión Europea, observamos, como hace J. Alonso Fernández, que en su seno las diferencias entre la renta de las regiones más ricas y las más pobres no supera el coeficiente 1,4. En España esta norma se puede aplicar a casi todas las regiones excepto a tres: Andalucía, Extremadura y Galicia, que superan esta cifra. Esto señala claramente la fuerza de los desequilibrios españoles. 4. LOS DESEQUILIBRIOS DE LAS REGIONES ESPAÑOLAS EN EUROPA Para situar las regiones españolas en el marco de la Unión europea utilizamos varios índices. Los más clásicos son los elaborados por la propia Unión, basándose principalmente el PIB pc y en el paro. En el Cuarto Informe de la Comisión sobre Situación Regional, de 1991 se aportan los siguientes datos: -35- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial PIB/Habitante, 1986-1988 1 9 15 19 22 23 26 32 33 34 37 41 46 47 49 64 68 72 129 171 Voreio Aigaio (GR) Extremadura Ceuta/Melilla Andalucía Castilla-La Mancha Galicia Murcia Castilla y León Canarias Cantabria C. Valenciana Asturias Aragón Cataluña Madrid Navarra País Vasco La Rioja Baleares Groningen (PB) CE = 100 Tasa de Paro 1988-1990 39,9 49,0 53,2 57,5 60,7 63,7 65,9 70,9 72,1 72,3 75,3 78,0 80,7 83,9 84,8 88,3 89,0 90,0 109,2 183,1 1 2 3 4 6 10 12 13 15 17 18 19 21 23 30 32 35 43 51 171 Ceuta/Melilla Dep. Outre-Mer (FR) Andalucía Extremadura Canarias País Vasco Cantabria Asturias Castilla y León Murcia C. Valenciana Cataluña Castilla-La Mancha Madrid Galicia Navarra Aragón Baleares La Rioja Luxemburgo CE = 100 351,6 325,6 300,0 289,1 248,1 222,6 205,2 200,2 184,8 180,6 174,3 171,6 163,2 157,1 137,3 133,2 128,6 118,2 110,7 19,2 Fuente: Comisión de las C.E., 1991 Situación de las regiones españolas en la CEE 1991 (De Molinero...) Según los cuales, salvo Baleares, todas las Andalucía 44,8 1 Extremadura 49,0 2 CC.AA. españolas se situaron Canarias 56,7 3 por debajo de la media Castilla-La Mancha 70,6 12 Murcia 74,1 15 europea en lo referente a PIB País Vasco 77,6 17 pc, quedando ocho por C. Valenciana 79,9 20 Asturias 81,6 23 debajo del 75% de ese nivel Navarra 82,0 25 (España 73,6%). Sobre el Castilla y León 82,5 27 Madrid 82,8 29 censo general de regiones Cataluña 84,7 34 europeas (171), sólo Baleares Aragón 85,9 36 Galicia 88,2 41 se sitúa entre las 100 Cantabria 88,6 42 primeras (con el número 129), Baleares 94,2 51 La Rioja 98,9 71 mientras que Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia (junto a 7 Las regiones españolas según el Índice Sintético de Ceuta y Melilla) lo hacen Intensidad Relativa de los Problemas Regionales entre las 25 más atrasadas. Índice (CE=100) Orden En cuanto a las cifras de paro, todas las CC.AA. Se sitúan muy por encima de la media europea, especialmente Andalucía, Extremadura, Canarias y el País Vasco que están entre las 10 primeras20. El panorama no es nada halagüeño. 20 No hemos hablado de Ceuta y Melilla por la peculiaridad de carecer de un estatuto de autonomía. -36- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Si estudiamos las regiones españolas según el Índice Sintético de intensidad relativa de los problemas regionales (UE = 100), que integra los datos de PIB pc, PIB por persona ocupada, paro, subempleo y perspectivas de la oferta laboral, nos encontramos con los datos de la ilustración 7. Ninguna región española se encuentra entre las 89 mejor situadas europeas (se contabilizan 160 regiones europeas), pero es que las tres con problemas más graves son españolas (Andalucía, Extremadura y Canarias), y entre las 50 con más graves problemas se encuentran todas, excepto Baleares y la Rioja. Para concluir, presentamos una serie de indicadores de la situación de nuestras CC.AA. con respecto a la de las regiones europeas. 5. POLÍTICAS DE CORRECCIÓN DE LOS DESEQUILIBRIOS REGIONALES EN ESPAÑA. LA ORDENACIÓN TERRITORIAL La Constitución española (1978) establece en su artículo segundo: “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”, y en su artículo 158 establece la necesidad de “corregir los desequilibrios económicos interterritoriales y hacer efectivo el principio de solidaridad” entre todas las regiones y nacionalidades. A tal fin se estipula la creación de un Fondo de Compensación Interterritorial (FCI). La misma Constitución establece que la potestad exclusiva en materia de Ordenación del Territorio, urbanismo y vivienda pasa a las Comunidades Autónomas, que son las encargadas de elaborar los mecanismos necesarios de regulación y desarrollo, que a su vez encuentran aplicación práctica en las políticas de las instituciones provinciales, comarcales y locales (e insulares en su caso). La adhesión de España a la CEE supuso un reforzamiento de la política de Ordenación del Territorio, que para la Comunidad es prioritaria, dado que, como señala J. Alonso Fernández, “sin un desarrollo regional armónico y equilibrado en los aspectos económicos y sociales, es absolutamente imposible llegar a la meta de una nueva Europa unida, sin tensiones sociales y humanas, y liberada de sus más agudas deficultades”. Así, el Tratado de la Unión Europea (Maastricht, 7, febrero, 1992) establece que la función de la Comunidad Europea, primer pilar de la Unión Europea, será proponer un desarrollo armónico y equilibrado de las actividades económicas, un crecimiento sostenible y no inflacionario, que respete el medio ambiente, un alto grado de convergencia en materia de resultados económicos, un alto nivel de empleo y de protección social. Se unen, así, cuatro conceptos clave: unidad europea, desarrollo sostenible, cohesión social y ordenación territorial, entendiendo que no es posible la unidad sin que se den los otros tres, que garantizan la unión sin tensiones, sin dificultades. La Comunidad Europea tiene establecidos unos mecanismos para su política de -37- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS ESTADO - CC. AA. Competencias del Estado KComercio Exterior Vivienda KPuertos y aeropuertos de interés general, transporte aéreo KFerrocarriles y transportes terrestres que transcurran por más de una CC.AA. KLegislación, ordenación y concesión de deportivos Recursos y aprovechamientos hidraúlicos KObras Públicas de interés general o cuya realización afecte a más de una CC. AA. KLegislación básica sobre vías pecuarias KRégimen minero y energético KDefensa KRégimen general de las comunicaciones, tráfico y circulación de vehículos a motor; correos y telecomunicaciones; cables aéreos, submarinos y radiocomunicación. KDefensa del patrimonio cultural y artístico contra la exportación y expoliación. Competencias de las CC. AA. KOrdenación del Territorio, Urbanismo y KFomento del desarrollo económico de la CC.AA. KFerias interiores KPesca en aguas interiores, marisqueo, acuicultura, Caza y pesca fluvial. KPuertos de refugio, puertos y aeropuestos y no comerciales KFerrocarriles y carreteras cuyo itinerario se Desarrolle por la CC. AA. KObras Públicas de interes de la CC. AA en su propio territorio KAlteración de términos municipales KProyectos, construcción y explotación de aprovechamientos hidraúlicos, canales y regadíos de interés de la CC.AA.; aguas minerales y termales. Competencias compartidas KBases y coordinación de la planificación general de la actividad económica KPesca marina KAgricultura y ganadería, de acuerdo con la ordenación general de la economía KMontes y aprovechamientos forestales KMedio ambiente KPatrimonio munumental de interés para la CC.AA. KPromoción y ordenación del turismo 8 Competencias Estado-CC.AA. Ordenación Territorial: los estados miembros presentan unos planes regionales, que, una vez aprobados, son cofinanciados por los fondos comunitarios y estatales. De esta forma, el ingreso en la CEE supuso para España un acicate y un aumento de los fondos destinados a la solución de los desequilibrios interterritoriales, pero conllevó una serie de cambios y adaptaciones. Para la CEE el ingreso de España (y Portugal) supuso: -El PIB se incrementó en un 8%, mientras el número de habitantes lo hizo en un 18%. -Los ocupados en el sector primario aumentaron en un 36%, y en el secundario en un 14%. -El VAB agrario creció en un 24%, mientras el industrial lo hizo en un 6%. -El paro aumentó en un 30% en los datos comunitarios, mientras el PIB pc se redujo en un 5%. -Los habitantes residentes en regiones con rentas pc por debajo del 70% de la media comunitaria pasaron a ser el 20% del total. -38- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Podemos decir, en este sentido, que el ingreso de los dos miembros de la península ibérica supuso la asunción de los desequilibrios entre una comunidad más desarrollada y equilibrada y dos estados semiperiféricos, con regiones netamente periféricas. 5.1. Política del Estado La Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), de 1980, establecía el Fondo de Compensación Interterritorial como recurso a percibir por las comunidades, para la financiación de sus planes de desarrollo, con la finalidad subsanar los desequilibrios intercomunitarios. Los destinos previstos eran: proyectos de carácter local, comarcal, provincial y regional, preferentemente referidos a infraestructuras (transporte, comunicaciones, obras públicas, regadíos, etc...) y a ordenación del territorio, vivienda equipamientos colectivos, etc... La teoría era: dinero de las comunidades más desarrolladas para los planes de crecimiento de las menos desarrolladas, el Estado hacía de recaudador y distribuidor. Este FCI empezó a funcionar en 1982, con los siguientes criterios de distribución: -Renta por habitante. -Tasa de emigración en los últimos diez años. -Tasa de paro. -Superficie. -Insularidad (Ceuta y Melilla incluidas). El Fondo ha sido sometido a sucesivas reformas (1984, 1987...) por las disputas de las diversas comunidades sobre las cuantías a percibir. En 1987 se conectó a la política europea de reequilibrio territorial, dentro de la política de cofinanciación de los planes de desarrollo regional. Si hemos de analizar los resultados, podemos señalar que entre 1982-87 no consiguieron aminorar las diferencias interterritoriales. Las causas son variadas, desde las diferentes políticas autonómicas, pasando por lo irregular de las cuantías destinadas a cada comunidad (lo que les impedía hacer proyectos a largo plazo), o porque en aquellos años, ante la gravedad de la situación económica general, los objetivos de las diferentes administraciones se desplazaron desde la búsqueda de una redistribución territorial hacia el fomento de una mayor eficacia productiva, que permitiese la reestructuración de las economías regionales. En este sentido, fueron prioritarias las políticas de reconversión, de empleo, de infraestructuras y de innovación tecnológica. Se ejecutaron más políticas económicas contra la crisis y sus efectos que políticas de Ordenación Territorial. La Ley de 27 de diciembre de 1985 estableció la política de Incentivos Regionales para la Localización de la Inversión Productiva, que reguló el Reglamento de 11 de diciembre de 1987 (desarrollaba las disposiciones de la CEE sobre cohesión interregional) y que no se puso en práctica hasta finales de 1988. Se pretende un marco normativo general que encauce la inversión, por medio de subvenciones a fondo perdido, hacia las zonas más problemáticas, buscando un reequilibrio territorial inter e -39- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial intraterritorial. Se han seleccionado las llamadas Áreas Asistidas que, siguiendo los criterios de la CEE, son las que presentaban índices mas bajos de PIB/pc y más altos de paro, quedando excluidas Madrid, Cataluña, C. Valenciana, Baleares, La Rioja y Navarra. Dentro de las Áreas Asistidas se localizan las zonas más problemáticas, señalando la naturaleza específica de sus problemas, y se clasifican en tres grupos: 1. Zonas de Promoción Económica (ZPE), con necesidades de desarrollo estructural: Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Canarias, Aragón, Murcia, Andalucía y Extremadura. 2. Zonas Industrializadas en Declive (ZID): zona de El Ferrol, de San Sebastián, del Nervión-bajo Deva, de Reinosa-Torrelavega, de Mieres-Langreo, de Fregenal de la Sierra-Jérez de los Caballeros. 3. Zonas de Especiales circunstancias (ZE): la mayor parte de la provincia de Huesca y zonas de la provincia de Zaragoza. Los incentivos se conceden a proyectos de nuevo establecimiento, ampliación, modernización tecnológica o traslado relativo a sectores considerados promocionales: industrias extractivas y transformadoras, especialmente las de tecnología avanzada, o que utilicen energías alternativas o supongan un empleo más racional de la misma; industrias agoalimentarias o de acuicultura; servicios con especial incidencia en el empleo y, especialmente, los comerciales y los que supongan un apoyo a la industria; establecimiento de alojamientos hoteleros y turismo rural y otras ofertas turísticas que fomenten el desarrollo endógeno. 5.2. La política de reequilibrio en el seno de la CEE El ingreso de España en la Comunidad Europea ha supuesto una serie de modificaciones en nuestra política de ordenación territorial. En primer lugar, modificaciones legales para adaptar la legislación interna a la comunitaria y poder percibir los fondos establecidos. En segundo lugar, es importante señalar que la Comunidad debe aprobar las políticas regionales de los Estados, por lo que ha habido que asumir una mayor objetividad en los planteamientos, que antes estaban sometidos con alguna frecuencia al albur de la situación política. Por último, ha habido un cambio de concepto: los desequilibrios regionales se valoran en el marco europeo, en referencia a los ejes de desarrollo que se dibujan en Europa. En los años noventa parece claro que estamos asistiendo a un reforzamiento de la llamada dorsal europea (ver tema de urbanización), que va desde el mar del Norte hasta Lombardía a lo largo del Rin y sus márgenes, donde viven cien millones de europeos y se localizan la mitad de las ciudades con más de doscientos mil habitantes. El ingreso de los países de la EFTA y la apertura hacia los llamados países del este reforzará aún más esa posición. El llamado arco mediterráneo (costa adriática italiana, Languedoc, Rosellon), en el que se incluía el eje dinámico mediterráneo español (Cataluña-C. Valenciana-Eje del Ebro), ha perdido las esperanzas de un desarrollo autónomo y sustitutorio del dinamismo norteño, para conectar con el avance hacia el -40- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial Sur de la dorsal (desarrollo de Baviera, Baden-Würtemberg, Metteland suiza, EmiliaRomagna, Lombardía, Rhône-Alpes) e intentar sumarse a su dinamismo21. En este sentido, la política de desarrollo regional española ya no puede ir orientada sólo a resolver los problemas de las diferencias interterritoriales internas, sino que debe ver estas en el contexto europeo, contemplándolas como desequilibrios en el seno de una Europa de las regiones, donde los contrastes son más amplios y donde aparecen dibujados unos ejes de crecimiento en los que nuestras CC.AA. deben integrarse para asegurar su desarrollo. Para cofinanciar el reequilibrio territorial y la cohesión, la Comunidad (1988, Acta Única Europea) tiene tres fondos estructurales: -Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA) -Fondo Social Europeo (FSE) -Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) Los objetivos que pretenden cumplir estos fondos son: 1. Promover el desarrollo y el ajuste estructural en aquellas regiones que padecen retrasos estructurales. Son las regiones tradicionalmente atrasadas, las que presentan tasas de paro superiores al 14%, las que presentan un sector primario excesivamente preeminente, y las que tienen un PIB/pc por debajo del 75% de la media europea. En este objetivo se incluyen: Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, C. Valenciana, Canarias, Extremadura, Galicia, Murcia y Ceuta y Melilla. Las políticas para estos objetivos se financian con fondos FEDER22 y FES. 2. Reconvertir las zonas más afectadas por el declive industrial, con tasas de paro en torno al 9,5% y tasas de empleo industrial superiores a la media europea. Afecta a Vizcaya, Guipúzcoa y áreas de Álava, Cantabria, Navarra, La Rioja, Barcelona, Tarragona, Gerona y Madrid. Se financia con fondos FEDER23 y FSE. 3. Combatir el desempleo de larga duración (mayores de 25 años con más de un año en el paro). Se financia con los FSE. Afecta a toda la Unión Europea. 21 Por otro lado, cada vez aparece más claro el progresivo debilitamiento de la fachada atlántica, con áreas en declive industrial y una deficiente integración en las vías europeas de transporte. 22 Cofinancia Planes de Desarrollo Regional (PDR) de aquellas CC.AA. Cuyo PIB sea inferior al 75% de la media comunitaria. 23 Cofinancia Planes de Reconversión Industrial (PRR). -41- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial 4. Fomentar la inserción profesional de los jóvenes (menores de 25 años). Se financia con FSE y afecta a toda la UE. 5. Fomentar la reforma de la política agraria común, en las áreas no incluidas en el objetivo 1 y que presenten: elevado índice de empleo agrario respecto al empleo total, bajo nivel de renta de los agricultores, PIB/pc poco elevado. Se financia por los FEOGA, FEDER24 y FSE, y tiene proyectos regionales y paneuropeos. El fondo más importante, tanto por su cuantía como por la finalidad de ordenación territorial que tiene, es el FEDER, a los que España accede desde 1986. El 15% de los FEDER no se reparten directamente sino que se destinan a resolver problemas relacionados con la aplicación de otros problemas (resolver impactos de otras políticas en la ordenación territorial), mediante programas como: STAR (mejora de las telecomunicaciones en las regiones menos desarrolladas), VALOREN (mejora del uso de la energía), RESIDER (reconversión siderúrgica), RENAVAL (reconversión de astilleros), STRIDE (apoyo a la innovación), LEADER (desarrollo rural integrado), etc... El gobierno español presentó a la Comunidad un conjunto de planes regionales (para los tres objetivos del FEDER, planes PDR, PRR, PDZR) a desarrollar entre 198993, que seguían cuatro directrices básicas: a/Mantener y consolidar el crecimiento de las áreas dinámicas (ejes mediterráneo y valle del Ebro y Madrid), y favorecer la difusión hacia otras regiones. b/Frenar el declive de la cornisa cantábrica, restituyendo su capacidad de crecimiento, mejorando sus infraestructuras y el medio ambiente y diversificando su base económica. c/Expandir el dinamismo del eje mediterráneo hacia el sudeste y sur peninsular, con una fuerte inversión en comunicaciones. d/Llevar a cabo políticas de ajuste estructural positivo en las regiones menos desarrolladas del interior (más Galicia y Canarias), apoyando su potencial endógeno y mejorando la integración territorial con el resto. Aunque es pronto para valorar el resultado de estas políticas, si cabe señalar 24 Cofinancia planes en zonas rurales (PDZR) con problemas de despoblamiento, de debilidad de estructura económica y escasez de puestos de trabajo, y que tengan un patrimonio ecológico y/o cultural con capacidad de promover fuentes alternativas de ingresos. En España afecta a áreas de los Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, zonas montañosas de las Baleares y Sierra Norte de Madrid. -42- Desequilibrios regionales y Ordenación Territorial que el principal solicitante y ejecutor de estas ayudas ha sido el estado (63,5%), seguido de las CC.AA (26,6%) y de empresas públicas (8,89%). Las regiones más favorecidas han sido Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León, y su destino mayoritario, la construcción y mejora de infraestructuras. Tras la firma del Tratado de la Unión Europea (1992) y viendo cada vez más próxima la integración europea se ha querido reforzar la política de reequilibrio regional, para ello se firmó un Protocolo sobre Cohesión Económica y Social, que contempla la creación de un nuevo Fondo de Cohesión, que se negoció en Edimburgo (1993) y que presenta las siguientes cifras para España: 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 FEDER (Mill. Ptas.) Fondos de Cohesión Para España (Mill. Ptas.) (Millones de Ptas) Entre el 52% y el 58% 1.745.580 1.864.020 2.016.300 2.161.530 2.311.836 2.512620 2.718.480 211.500 246.750 282.000 317.250 352.500 317.250 366.600 -43- 546.375-559.065 594.315-609.120 650.715-667.790 705.352-724.387 761.259-782.409 793.125-812.160 870.252-892.248