PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES TRIBUTARIOS LEGALIDAD (RESERVA DE LEY) SEGURIDAD JURÍDICA GENERALIDAD (IGUALDAD) EQUIDAD Y JUSTICIA TRIBUTARIA CAPACIDAD CONTRIBUTIVA DE NO CONFISCACIÓN PROHIBICIÓN A LA DOBLE O MULTIPLE TRIBUTACIÓN Lic. Giovanni Santizo Corte de Constitucionalidad Sección Administrativa-Tributaria La jurisdicción constitucional comprende el conjunto de procedimientos establecidos para garantizar la supremacía de la Constitución, a través de la intervención de un órgano competente, tanto respecto del control de constitucionalidad de las leyes como la protección y defensa de los derechos establecidos en la Constitución y las leyes. La importancia de administración de justicia constitucional atiende a que: Esta surge como una reacción al concepto clásico de Constitución; reconociendo que esta dejó de ser una simple declaración de principios y se ha convertido en una norma directamente aplicable (decisoria litis). Es consecuencia de la plena vigencia del principio de la Supremacía Constitucional. Debe ser considerada como una manifestación del Estado de Derecho, pues la justicia constitucional supone que en ella se consagran el principio de legalidad y la tutela de los derechos y libertades. “…Uno de los principios fundamentales que informa al Derecho guatemalteco, es el de supremacía constitucional, que implica que en la cúspide del ordenamiento jurídico está la Constitución y ésta, como ley suprema, es vinculante para gobernantes y gobernados a efecto de lograr la consolidación del Estado Constitucional de Derecho. La superlegalidad constitucional se reconoce, con absoluta precisión, en tres artículos de la Constitución Política de la República: el 44 que preceptúa: "Serán nulas ipso jure las leyes y disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución garantiza"; el 175 que establece: "Ninguna ley podrá contrariar las disposiciones de la Constitución" y las que "violen o tergiversen los mandatos constitucionales son nulas ipso jure"; y el 204 que dispone: "Los tribunales de justicia en toda resolución o sentencia observarán obligadamente el principio de que la Constitución prevalece sobre cualquier ley o tratado..". “…Del principio de supremacía constitucional se deriva el de jerarquía normativa como una necesidad de preservar la armonía en un sistema por medio de la gradación jerárquica de las distintas clases de normas, entre las cuales la Constitución ocupa el grado supremo, de tal manera que ésta impone la validez y el contenido de un precepto de naturaleza inferior, careciendo ésta última de validez si contradice a la Constitución.” (Expediente 2382-2004, sentencia 27-012005) “…El principio fundamental del control de constitucionalidad es el de la supremacía de la Constitución, conforme el cual ésta prevalece sobre cualquier ley y sanciona con nulidad las leyes y disposiciones de carácter general que violen o tergiversen las normas constitucionales. La jerarquía constitucional y su influencia sobre todo el ordenamiento jurídico tiene una de sus manifestaciones en la prohibición de que las normas de jerarquía inferior puedan contradecir a las de jerarquía superior. El principio de supremacía legal está garantizado por la Constitución; por una parte, la que ordena la adecuación de la ley a las normas constitucionales y, por la otra, la que impone a los tribunales el deber de observar en toda resolución o sentencia el principio de que la Constitución prevalece sobre cualquier ley. Del principio de supremacía se deriva el de la jerarquía normativa que impone la coherencia del ordenamiento jurídico, de manera que la norma superior determina la validez de la inferior.” (Expediente 1200-00, sentencia de 29-03-2001) En el Derecho Constitucional Tributario, se propone una “interpretación principalista” de la Constitución, pues lo que en aquélla se establece son principios que deben ser observados en la legislación ordinaria en la emisión de tributos y aplicación de normas impositivas. Debe tenerse presente que el “principio” no define un supuesto fáctico y depende, para su funcionalidad, del operador del mismo. Un principio, no es un juicio, pues tiene contenido moral y forma jurídica, y constituye exigencia de la justicia y la equidad. La base del ordenamiento jurídico, la parte eterna y permanente del derecho, las ideas fundamentales informadoras de la organización jurídica del Estado. Clases de principios constitucionales tributarios: 1. Principios de imposición: relacionados con el surgimiento de la obligación tributaria, y la determinación de las bases de tributación. Dan sustento al denominado “Derecho Tributario sustantivo” 2. Principios de relación jurídica: sistema de valores que operan a partir del nacimiento de la obligación tributaria. Da lugar a la actuación del Fisco tendiente al reconocimiento y calificación del hecho imponible con el propósito de verificar el adecuado cumplimiento de la obligación impositiva. Proviene del Derecho Administrativo. En el Derecho Tributario, los principios surgen y operan, en un sistema interdisciplinario de valores que tiene el poder de servir como ordenador de la relación entre el Estado y los particulares en el ámbito de la imposición. Principio de legalidad: “Significa que el nacimiento de la obligación tributaria sólo debe producirse en base a la existencia de una ley formal que lo establezca, pero además, que dicha ley debe establecer claramente el concepto de hecho imponible, definiendo los componentes del elemento objetivo del hecho generador, el elemento subjetivo del mismo, lo alícuota aplicable, las exenciones, y todo aquello que resulte sustancial a la materia impositiva, con el objeto de establecer los elementos de la relación jurídica tributaria.” “…El poder tributario del Estado constituye básicamente, una facultad que posee este ente para crear unilateralmente tributos, sin embargo, ese poder o facultad se ve delegado en nuestro caso, al Congreso de la República, organismo competente para crear los impuestos, arbitrios y contribuciones especiales mediante una ley que regule lo relativo al tema, la cual deberá contemplar como mínimo lo regulado en el artículo 239 constitucional, es decir, el hecho generador, sujeto (s) pasivo(s) de la relación jurídica tributaria, tipo impositivo, la base impositiva, infracciones y sanciones, deducciones, descuentos reducciones y recargos; estas son la condiciones básicas para fijar el quantum, lo cual se traducirá en el impuesto a pagar…” Sentencia de cinco de noviembre de dos mil nueve. Expediente 25312008. Significaciones del principio de legalidad: A. Potestad Tributaria Aplicativa: Principios de relación jurídica. B. Potestad Tributaria Normativa: Principios de imposición. Potestad Tributaria Aplicativa: Las Administraciones Tributarias tienen la potestad jurídica para aplicar dentro de la esfera misma que les corresponde, facultades para determinar el correcto cumplimiento de las obligaciones tributaria, respecto del deber de los particulares para con el Estado. De dicha potestad dimana obligación de los particulares de cumplir con cargas fiscales, pero también implican límites de la autoridad administrativa en la relación jurídica tributaria. Ley Orgánica de la Superintendencia de Administración Tributaria. Código Tributario. CAUCA Y RECAUCA. Artículo 5 constitucional: “Toda persona tiene derecho a hacer lo que la ley no prohíbe; no está obligada a acatar órdenes que no estén basadas en ley y emitidas conforme a ella…” “…toda persona tiene derecho a hacer lo que la ley no prohíbe, la disposición fundamental utiliza el concepto ley en sentido material, no formal, es decir, atendiendo no al órgano emisor del precepto normativo de que se trate, sino a la naturaleza de éste, comprendiendo toda norma jurídica de carácter general, emitida con el objeto de regular las relaciones sociales a fin de asegurar la pacífica convivencia, siendo indiferente el órgano del que haya emanado...” Sentencia de 18 de marzo de 2009, Expediente 536-2007 Artículo 154. Sujeción a la ley. “Los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella…” “…todo funcionario o empleado público, por ser un ciudadano o ciudadana que durante un período de tiempo realiza labores de interés social y orden público, no debe ostentar más derechos o privilegios que los estrictamente necesarios para el adecuado cumplimiento de sus atribuciones, puesto que la función pública constituye un servicio social y no un interés particular. De esa cuenta, toda prerrogativa de un funcionario o empleado público, además de estar prevista en la Constitución o las leyes, debe ser razonable, en proporción a las labores desempeñadas. Sentencia de 20 de julio de 2004, expedientes acumulados 122004 y 213-2004 “Se crea la Superintendencia de Administración Tributaria, como una entidad estatal descentralizada, que tiene competencia y jurisdicción en todo el territorio nacional para el cumplimiento de sus objetivos, tendrá las atribuciones y funciones que le asigna la presente ley. Gozará de autonomía funcional, económica, financiera, técnica y administrativa, así como personalidad jurídica, patrimonio y recursos propios.” (Ley Orgánica de la Superintendencia de Administración Tributaria) “Es objeto de la SAT, ejercer con exclusividad las funciones de Administración Tributaria contenidas en la legislación de la materia y ejercer las funciones específicas siguientes: a) Ejercer la administración del régimen tributario, aplicar la legislación tributaria, la recaudación, control y fiscalización de todos los tributos internos y todos los tributos que gravan el comercio exterior, que debe percibir el Estado, con excepción de los que por ley administran y recaudan las municipalidades; b) Administrar el sistema aduanero de la República de conformidad con la ley, los convenios y tratados internacionales ratificados por Guatemala, y ejercer las funciones de control de naturaleza paratributaria o no arancelaria, vinculadas con el régimen aduanero; c)…” Potestad Tributaria Normativa: ◦ Una connotación formal, que implica que todo tributo debe ser aprobado por el órgano constitucionalmente competente. Sólo el Congreso de la República de Guatemala, puede definir las bases del tributo. (proceso legislativo establecido en los artículos 174 al 181 de la Constitución Política de la República de Guatemala). ◦ Una connotación material que establece que no es tributo, lo que no es aprobado y regulado en todos sus elementos por una ley (reserva de ley). Connotación formal: Implica que la ley debe ser el producto de un proceso legislativo atendiendo a las diferentes etapas del mismo y aplicando las disposiciones consagradas de la Constitución Política de la República de Guatemala. “…Es potestad legislativa decretar, reformar y derogar leyes. Emitida la ley por el órgano legislador y sancionada, promulgada y publicada entra en vigor, en el tiempo previsto o legal, siendo su texto el de obligado acatamiento…” Sentencia de 2 de agosto de 2000, dentro del expediente 1048-99 Inconstitucionalidad general parcial: Expedientes 1-2015, 6-2015, 72015, 44-2015, 68-2015, 71-2015, 101-2015, 118-2015 y 167-2015. Sentencia de 16 de septiembre de 2015) Promovida en contra de los artículos 6, 33, literal b), en la frase que indica: "Los recursos provenientes de la colocación de Bonos del Tesoro aprobados en la presente Ley que financian gastos de funcionamiento, se exceptúan de lo dispuesto en el último párrafo de artículo 61 de la Ley Orgánica del Presupuesto y no podrán incrementarse", 44, 56, 57, 58, en la frase que indica: “Las asignaciones presupuestarias de los Ministerios de Educación; Salud Pública y Asistencia Social; y Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda no podrán ser objeto de disminución o traslado a otras instituciones, con excepción cuando la disminución sea para el pago de deuda pública." ; 61 al 80, del Decreto 22-2014 del Congreso de la República de Guatemala, “Ley de Implementación de Medidas Fiscales, Aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2015, y Aprobación de Financiamiento para el ejercicio fiscal 2014” Reformas a las Leyes de Minería, Código Penal, del Impuesto Específico a la Distribución de Cemento, y creación del Impuesto a las Líneas de Telefonía Fija y Móvil. “Al respecto, esta Corte aprecia que la regulación legal contenida en el artículo 19 de la Ley Orgánica del Presupuesto, preceptúa que la ley que apruebe el Presupuesto de Ingreso y Egresos de la Nación constara únicamente de tres títulos, lo cual no es congruente con la forma establecida en el Decreto 22-2014; agrega también la disposición de la Ley Orgánica referida que en el Título de Disposiciones Generales no se podrán establecer normas de carácter permanente, ni se crearán, por ellas, entidades administrativas, de reforma o derogatoria de vigentes, ni de creación, modificación o supresión de tributos u otros ingresos, lo cual responde con el carácter temporal y de simple concreción cuantitativa de la ley del presupuesto anual.” “….se puede concluir, en primer lugar, que la intención del legislador de prohibir el establecimiento de normas de carácter permanente en la ley que apruebe el presupuesto, no podría ser burlada por la introducción de títulos adicionales a los tres que manda la ley o, como en el presente caso, con la división del referido cuerpo normativo en “libros”, pues ello desnaturalizaría la finalidad de la prohibición aludida, constituiría un absurdo jurídico por el hecho de que la restricción es en cuanto a toda la ley aludida y no en forma particular a unos de sus títulos o partes; en segundo término, las características propias del cuerpo normativo objetado –acto legislativo de aprobación del presupuesto-, imposibilitan que en su emisión se puedan incluir aspectos, temas o materia distinta a la expresamente delimitada por la Ley Orgánica del Presupuesto, al no poseer la condición propia de precepto normativo tendiente a normar actos jurídicos y, por el contrario, ser un acto legislativo de aprobación de un aspecto financiero del Estado.” Cuál es la naturaleza del acto legislativo que aprueba el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para cada ejercicio fiscal ? “…incluirá la estimación de todos los ingresos a obtener y el detalle de los gastos e inversiones por realizar, es decir, es un acto por el cual se aprueba anticipada y periódicamente los ingresos y los gastos del Estado; por lo que, por la singularidad de la disposición que aprueba el presupuesto anual, su estructura normativa se debe circunscribir a la gestión de recursos públicos por un periodo de tiempo y, por lo tanto, no debe incluir deberes y obligaciones, porque este campo corresponde a la ley ordinaria, que es la única creadora de normas de aplicación general. “… que el hecho de que determinados actos legislativos lleven el nombre de leyes, no significa que éstas lo sean, porque no contienen ninguna norma de carácter general, sino que únicamente son actos legislativos formales -actos-condición-.” “…lo anterior permite afirmar que, cuando se trata de una variación o estimación de un tributo, habrá de cumplirse forzosamente con la exigencia constitucional de que la misma este prevista en una ley tributaria sustantiva, por exigencia de los principios de legalidad y reserva de ley.” Connotación material: “…el principio de legalidad se refiere a que al Congreso de la República le corresponde, con exclusividad, decretar impuestos ordinarios y extraordinarios, atendiendo a las necesidades del Estado y la justicia y equidad tributaria; lo cual, además de referirse al citado origen y procedencia de los impuestos, implica que al decretarlos deban determinarse las bases de recaudación, especialmente el hecho generador, las exenciones, el sujeto pasivo, la base imponible y el tipo impositivo, las deducciones, descuentos, reducciones y recargos, así como las infracciones y sanciones tributarias que deben revestir las características de seguridad y certeza jurídicas para poder ser comprensibles y exigibles al contribuyente.” Sentencia de 13 de mayo de 2008, expediente 2951-2006. “Referente al principio de legalidad, la doctrina tributaria reconoce que este puede ser abordado desde dos perspectivas, una normativa, referente a las fuentes del derecho y a la facultad del órgano competente para emitir normas tributarias, -potestad tributaria normativa- este a su vez, se puede apreciar desde un punto de vista formal, por medio del cual la creación de cargas impositivas está delegada por mandato constitucional al órgano con representación popular, siguiendo el procedimiento para la creación de normas, y el sustancial, por el cual se debe regular la estructura impositiva, con los elementos básicos de los tributos; así también desde una perspectiva aplicativa, el principio de legalidad, implica que el actuar de la administración se debe ceñir a la ley, -potestad tributaria aplicativa-… Referente a la ley como fuente de obligación tributaria, Osvaldo Soler estableció en su obra “Derecho Tributario” que: “El sentido de la existencia de una ley formal implica que el impuesto ha de crearse por un acto emanado del Poder Legislativo. En tanto que esa misma ley enfocada desde el punto de vista sustancial debe entenderse en el sentido de que la norma formal debe definir expresamente a los elementos esenciales de la relación jurídica tributaria: el hecho imponible, los sujetos, las alícuotas aplicables, la base imponible, las exenciones…” Sentencia de 18 de junio de 2013, expediente 2959-2012. Principio de Reserva de Ley, implica que las restricciones y obligaciones impuestas a los habitantes, sólo pueden ser establecidas por el órgano representativo de la voluntad popular. Surge del aforismo latino Nullum Tributum sine lege (no existe tributo, si no lo establece la ley) y postula que para ser aplicado un tributo, debe estar establecido en una ley que adicionalmente debe determinar sus bases de recaudación, así mismo le corresponde a la ley establecer requisitos y otros elementos necesarios para el cumplimiento de lo dispuesto en la ley. “…Es criterio sustentado por este Tribunal que “El establecimiento de los tributos debe hacerse de conformidad con las normas guías de sus preceptos, tanto en su solemnidad: forma de ley; como en su contenido: circunscrito por las bases que la Constitución determina (…) El régimen constitucional guatemalteco no sólo prescribe el requisito de legalidad para la imposición de las cargas tributarias sino que exige que sus elementos esenciales (forma, contenido y alcances de la obligación) estén establecidos en la ley (…) la justificación jurídica e histórica del principio de legalidad o reserva de ley en materia impositiva, puesto que del Estado absoluto, que establecía la tributación de manera arbitraría, evoluciona al sistema democrático en el que se somete el poder al Derecho, quedando el legislativo limitado por lo que la misma Constitución prescribe. ” (Fallo emitido en los expedientes acumulados 886, 887, 889, 944 y 945-96)…” Sentencia 13 de mayo de 2014, Expediente 317-2013 1. Reserva absoluta de ley: cuando se establece que todas las bases de tributación deben ser reguladas por normas con rango de ley. Por lo tanto, en dicha área no tienen cabida las disposiciones reglamentarias, para establecer elementos del tributo. 2. Reserva relativa de ley: La reserva de ley rige en forma relativa se da cuando solo para determinas algunas bases de tributación se exige su establecimiento en ley (hecho generador y sujeto de la obligación). Pudiendo el resto de las zona del dicho ser regulado mediante normas de rango distinto al de ley. Preferencia de Ley. Se refiere a que, para su aplicación, la Ley debe prevalecer sobre cualquier reglamento, circular, memorando u otra disposición de inferior jerarquía y por tal motivo dichas disposiciones no pueden cambiar su contenido, limitándose estas normas estrictamente a desarrollar lo dispuesto en la ley, a efecto de agilizar su aplicación y evitar el detalle en materia legislativa. Por virtud de este, en materia tributaria, las disposiciones inferiores a la ley, se concreta a desarrollar la aplicación del tributo establecido en la ley; facilitando su cumplimiento y regulando aspectos de aplicación administrativa. Articulo 239: “… Las disposiciones reglamentarias no podrán modificar dichas bases y se concretarán a normar lo relativo al cobro administrativo del tributo y establecer los procedimientos que faciliten su recaudación.” Artículo 3 Código Tributario: “…Son nulas ipso jure las disposiciones jerárquicamente inferiores a la ley, que contradigan o tergiversen las normas contenidas en la Constitución Política de la República de Guatemala, en este Código y en las demás leyes tributarias.” Principio de Seguridad Jurídica Tributaria Características: 1. Es un deber del Estado. 2. Implica confianza en leyes, coherentes e inteligibles. 3. Leyes deben ser aplicadas en conductas posteriores a su vigencia. 4. Leyes emitidas por un órgano competente. (principio de legalidad) 5. Conocimiento de disposiciones con fuerza jurídica. 6. Leyes y disposiciones aplicadas por autoridad competente. 1. Deber el Estado: “De conformidad con el artículo 2º de la Constitución Política de la República de Guatemala, el Estado de Guatemala tiene la obligación de garantizar la justicia a los habitantes de la República, debiendo éste adoptar las medidas que estime pertinentes para hacerlo y según lo demanden sus necesidades y condiciones del momento. Lo anterior, genera el principio de seguridad jurídica, el que consiste en la confianza que tiene el ciudadano hacia el ordenamiento jurídico, dentro de un Estado de Derecho.” (Expediente 235-2007, 20 de noviembre, 2007) 2. Implica confianza en leyes, coherentes e inteligibles. Tiene una relación directa con el principio de legalidad; pues la existencia de un ordenamiento jurídico, constituyen en sí misma una garantía de seguridad, fundamento y justificación de las instituciones jurídicas y al propio Estado. “El principio de seguridad jurídica se refiere al marco legal dentro del cual se toman las decisiones individuales, por esto es importante que dicho marco sea confiable y estable…” (Expediente 3846-2007, 5 de junio de 2008) Expediente 1-2015…, sentencia de 16 de septiembre de 2015. “…en cuanto al artículo 79 cuestionado, el cual reforma el artículo 20 del Decreto Número 20-2009 del Congreso de la República y el cual quedó redactado de la siguiente manera: "Artículo 20. Efectos tributarios. Los pagos que realicen los contribuyentes para respaldar costos y gastos deducibles o constituyan créditos fiscales y demás egresos con efectos tributarios, a partir de cincuenta mil Quetzales (Q.50,000.00), deben realizarse por cualquier medio que faciliten los bancos del sistema, distinto al dinero en efectivo, en el que se individualice a quien venda los bienes o preste los servicios objeto del pago. Dichos pagos también podrán realizarse utilizando tarjeta de crédito, de débito o medios similares, independientemente de la documentación legal que corresponda….” “…Este Tribunal, al revisar la disposición legal reformada, es decir el artículo 20 del Decreto Número 20-2009 del Congreso de la República, pudo advertir la inexistencia jurídica de la referida disposición, pues el Decreto en mención está conformado únicamente por dos artículos, y fue emitido para la aprobación del Acuerdo por Canje de Notas celebrado entre el Gobierno de la República de Guatemala y la Organización de las Naciones Unidas, firmado en la ciudad de Guatemala el veinte de marzo de dos mil nueve y en la ciudad de Nueva York el quince de abril de mismo año, respectivamente, mediante el cual se prorroga por dos años el Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala relativo al establecimiento de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala -CICIG-, suscrito en la Ciudad de Nueva York el doce de diciembre de dos mil seis; lo cual permite concluir a esta Corte que, tomando en consideración la confianza que debe tener toda persona, dentro de un Estado de Derecho, hacia el ordenamiento jurídico, la disposición cuestionada vulnera el principio de seguridad jurídica consagrado en el artículo 2º. de la Constitución Política de la República de Guatemala.” 3. Leyes deben ser aplicadas en conductas posteriores a su vigencia. “Toda norma jurídica representa la expresión de un acto de voluntad del Estado e implica la necesaria relación del instante en la que adquiere vigencia con un momento futuro en la que habrá de efectivizarse o positivarse; por lo mismo se admite, como principio general, que a la norma jurídica le es inherente el carácter de irretroactiva. Y no puede ser de otra manera, ya que la retrotracción de su vigencia al pasado constituye una distorsión de su recta función operativa. De la anterior relación conceptual se resalta el hecho de que es racionalmente inadmisible que un acto de voluntad pretenda modificar el pasado, como lo es también que el precepto por el cual se instrumenta lógicamente aquel acto regule o influya en situaciones de hecho ya realizadas que en la dinámica existencial han adquirido la condición de irreversibles. Ello conlleva a que no pueda imponerse a los individuos otro conocimiento jurídico que no sea el del Derecho vigente.” (Expediente 1089-2003, de 14 de julio de 2003) Las normas tributarias regirán desde la fecha en ellas establecidas, siempre que ésta sea posterior a la emisión de la norma. Si no la establecieren, empezarán a regir después de ocho días de su publicación en el Diario Oficial. Cuando por reforma de una norma tributaria se estableciere diferente cuantía o tarifa para uno o más impuestos, éstas se aplicarán a partir del primer día hábil del siguiente período impositivo, con el objeto de evitar duplicidad de declaraciones del contribuyente. En cuanto a infracciones y sanciones, se estará a lo dispuesto en el artículo 66 de este Código. La posición jurídica constituida bajo una ley anterior, se conserva bajo el imperio de otra posterior. Las normas tributarias que modifiquen cualquier situación respecto a los supuestos contemplados en leyes anteriores, no afectarán los derechos adquiridos de los contribuyentes. (derechos consolidados) Las leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de las actuaciones ante la administración tributaria, prevalecen sobre las anteriores, desde el momento en que deben empezar a regir; pero los plazos que hubieren principiado a correr y las diligencias que ya estuvieren iniciadas, se regirán por la ley vigente al tiempo de su iniciación. 4) Leyes emitidas por un órgano competente. (principio de legalidad). 5) Conocimiento de disposiciones con fuerza jurídica: Artículo 180 de la Constitución Política de la República de Guatemala, establece que “…la ley empieza a regir en todo el territorio nacional ocho días después de su publicación íntegra en el diario oficial, a menos que la misma ley amplíe o restrinja dicho plazo…” “Se entiende que tal ampliación o tal restricción del período de vacatio legis debe estar siempre comprendido en los momentos posteriores al de la publicación y no antes, pues esto produciría un efecto retroactivo a la normativa en cuestión, lo cual es prohibído por el artículo 15 constitucional, por razones de seguridad jurídica, como ya se señaló.” (expediente 43462009, sentencia de 20 de julio de 2010) Articulo 10. Información pública de oficio. “Los Sujetos Obligados deberán mantener, actualizada y disponible, en todo momento, de acuerdo con sus funciones y a disposición de cualquier interesado, como mínimo, la siguiente información, que podrá ser consultada de manera directa o a través de los portales electrónicos de cada sujeto obligado: 6. Manuales de procedimientos, tanto administrativos como operativos.” 6) Leyes y disposiciones aplicadas por autoridad competente: Principio de Proporcionalidad de la Administración Tributaria: Implica el ejercicio de las potestades administrativas, desde la óptica de las particularidades del caso concreto y en la dimensión existente entre los medios y el fin específico que se pretende regular. Elementos: El presupuesto fáctico o de hecho. La medida administrativa necesaria. El fin de la disposición. a. El presupuesto fáctico o de hecho: Se refiere al proceso de valoración de las circunstancias que la administración pretende regular. La disposición administrativa tipifica el presupuesto de hecho previamente analizado. b. La medida administrativa necesaria: La elección dentro de las medidas adecuadas posibles, del medio más idóneo y menos restrictivo. c. El fin de la disposición o actuación administrativa: Expediente 1949-2012, sentencia de 10 de enero de 2013. “Las constancias procesales descritas permiten establecer, que aunque la autoridad impugnada negó haber emitido disposición alguna tendiente a bloquear el Número de Identificación Tributaria de la postulante, con los medios de prueba que ésta aportó al proceso constitucional de amparo, quedó demostrado que entre el treinta de agosto y el ocho de diciembre de dos mil once, cuando intentó gestionar asuntos de su interés en calidad de contribuyente, el sistema informático de la autoridad impugnada no permitió el acceso para que se procesara información alguna en ese sentido.” “…este Tribunal tiene por acreditado que de hecho sí concurrió la restricción que denunció la amparista, al menos hasta el ocho de diciembre de dos mil once, tal y como se corrobora en la copia simple del desplegado de esa fecha que obra en autos; y, con ello quedó evidenciado que la citada autoridad incurrió en violación a los derechos que invocó la accionante al solicitar amparo, pues procedió de manera arbitraria a bloquear el número de identificación tributaria a la postulante, dado no existe norma legal alguna que le permita llevar a cabo esta clase de restricciones para obligar a los contribuyentes a cumplir con sus obligaciones tributarias, o acatar las sanciones que les sean impuestas. Expediente 2224-2012, de 17 de septiembre de 2012 “…quedó demostrado que el doce de septiembre de dos mil once, cuando esta intentó gestionar asuntos de su interés, en su calidad de contribuyente, el sistema informático de la referida autoridad no permitió el acceso para que se procesara información alguna en ese sentido, situación que se mantuvo el día trece del mismo mes y año, quedando establecido únicamente que la accionante pudo realizar gestiones los días seis, catorce y diecinueve de septiembre de dos mil once. Además, la autoridad cuestionada no demostró –porque no cumplió con lo ordenado en auto para mejor fallar- que fuera de esas fechas, durante los meses de septiembre a diciembre de dos mil once y de enero a julio de dos mil doce, no haya mantenido bloqueado el Número de Identificación Tributaria de la postulante, impidiéndole así efectuar cualquier tipo de gestión administrativa. ” “…señalando es un principio inherente al Estado de Derecho, consustancial al mismo en cuanto Estado de libertades y por ello canon de constitucionalidad de la actuación de los poderes públicos, todos los cuales, y muy especialmente la Administración, han de proceder en la resolución de todo conflicto a una cuidadosa ponderación de las circunstancias de todo orden que concurran en cada caso concreto, absteniéndose de cualquier exceso susceptible de traducirse en un sacrificio innecesario e injustificado de uno de los derechos en presencia, de forma que se mantenga en todo momento el imprescindible equilibrio entre todos ellos…” TCE. “…Para el caso del Estado de Guatemala, varios de esos principios o valores se encuentran contenidos en el artículo 2º el cual prescribe que: ‘Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona”. Respecto al caso específico del principio de seguridad, el mismo abarca también la seguridad en materia jurídica, la que este Tribunal ha considerado que consiste en la confianza que debe tener el ciudadano hacia el ordenamiento jurídico, incluido el de carácter tributario, dentro de un Estado de Derecho; es decir, que el conjunto de leyes, coherentes e inteligibles, garanticen seguridad y estabilidad, tanto en su redacción como en su interpretación…” Sentencia de 18 de diciembre de 2012, Expediente 28362012 “…Si bien, la seguridad jurídica se refiere al sistema establecido en términos iguales para todos, mediante leyes susceptibles de ser conocidas, que sólo se aplican a conductas posteriores y no previas a su vigencia, que son claras, que tienen cierta estabilidad y que son dictadas adecuadamente por quien está investido de facultades para hacerlo; este principio también abarca el conocimiento que tienen los sujetos en cuanto a la ley que regirá la tramitación de tanto los procesos administrativos o judiciales ya que los sujetos de derecho deben poder desenvolverse con pleno conocimiento de las consecuencias de sus actos y del marco regulatorio que los rige. (Lo anterior también se analizó en la sentencia dictada por esta Corte, el seis de noviembre de dos mil tres, dentro del expediente 1292-2003).” Sentencia de 3 de septiembre de 2008, expediente 928-2007. “…Referente a la seguridad jurídica, esta Corte ha indicado que la misma implica concretamente la confianza que tiene el ciudadano, dentro de un Estado de Derecho, hacia el ordenamiento jurídico, el cual deberá ser observado y aplicado por las autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, respetando la propia ley fundamental. En el ámbito tributario el principio de seguridad jurídica encuentra su razón de ser en la pretensión de todo contribuyente o responsable de saber a qué ajustarse en su relación con el Fisco.” “…La seguridad jurídica tributaria surge del principio de legalidad y se fundamenta en la propia existencia del Derecho, es decir el ordenamiento jurídico constituye en sí mismo una garantía de seguridad; en esa relación seguridad-legalidad, la ley desde un punto de vista positivo es generadora de certeza, y desde el punto de vista negativo, es un medio de defensa contra la arbitrariedad, por lo que la estabilidad normativa, la determinación clara de las disposiciones legales aplicables y la regulación legal de medios de impugnación, son manifestaciones de seguridad jurídica…” (Sentencias 18 de junio de dos mil trece y 13 de mayo de 2014, dentro de los expedientes: 2959-2012 y 317-2013, respectivamente.) Principio de Generalidad (igualdad) Antes de la Revolución Francesa, el régimen fiscal se caracterizó por la más absoluta desigualdad, ningún impuesto era general, ni común a todos en el reino. La Revolución Francesa, impulsó la sustitución de un sistema basado en una sociedad clasista por un ordenamiento jurídico sustentado en la igualdad de todos los hombres ante la ley. Con la Revolución Francesa el principio de igualdad adquirió proyección universal, debido a que el orden institucional de Francia anterior a la Revolución, se caracterizó por ser un gobierno cuyo centro era la monarquía absoluta, ejercida por reyes corruptos. El principio de igualdad ante la ley surge como una reacción al sistema de privilegios y discriminaciones. La nobleza, quien gozaba de privilegios de todo orden y, el clero, poseedor de extensos dominios, no contribuían al sostenimiento del gasto público, el cual era cubierto por la mayoría de la población: los campesinos. “…el Claro ejemplo de la situación de esa época y particularmente de Francia, como lo recuerda Casas, lo da la reacción suscitada en el año 1641, durante el reinado de Luis XIII, cuando su ministro el cardenal Richelieu exigió a todos los estamentos una contribución extraordinaria, y en particular la airada respuesta del arzobispo de Sens, en la que puntualizó: "Antigua costumbre era que el pueblo contribuyera con sus bienes, los nobles con su sangre y el clero con sus plegarias". (Rodolfo Spisso) La reacción contraria a los privilegios e inmunidades fiscales, quedó consagrada en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por los Estados Generales convertidos en asamblea constituyente el 26 de agosto de 1789, cuya cláusula XIII indica: "Siendo necesaria para sostener la fuerza pública y subvenir a los demás gastos del gobierno una contribución común, ésta debe ser distribuida equitativamente entre los miembros de la comunidad de acuerdo con sus facultades". Es un valor supremo de todo el ordenamiento jurídico. En nuestro ordenamiento jurídico deriva del contenido del artículo 4 de la Constitución Política de la República de Guatemala. El principio de generalidad de “la imposición” exige que todas las personas, en tanto tengan capacidad de pago y queden tipificadas por una de las razones legales que dan nacimiento a la obligación tributaria, sean sometidas al gravamen tributario. El principio de generalidad tiene un significado claro: la obligación de tributar debe alcanzar a todos aquellos sujetos que pongan de manifiesto una capacidad económica para hacer frente a ella. No será posible, por tanto, que determinadas personas que entren dentro de la órbita de una figura impositiva, por causas injustificadas, gocen de la concesión de beneficios o cualquier otra exención fiscal que les libere de afrontar su deber tributario. Artículo 4 Libertad e igualdad: En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos… “…El concepto de igualdad así regulado estriba en el hecho de que las personas deben gozar de los mismos derechos y las mismas limitaciones determinadas por la ley. Sin embargo, ese concepto no reviste carácter absoluto, es decir, no es la nivelación absoluta de los hombres lo que se proclama, sino su igualdad relativa, propiciada por una legislación que tienda a la protección en lo posible de las desigualdades naturales. Así la igualdad ante la ley consiste en que no deben establecerse excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a otros en iguales circunstancias, sean éstas positivas o negativas; es decir, que conlleven un beneficio o un perjuicio a la persona sobre la que recae el supuesto contemplado en la ley; pero ello no implica que no pueda hacerse una diferenciación que atienda factores implícitos en el mejor ejercicio de un determinado derecho. …Lo que puntualiza la igualdad es que las leyes deben tratar de igual manera a los iguales en iguales circunstancias, sin que ello signifique que los legisladores carezcan de la facultad de establecer categorías entre los particulares siempre que tal diferenciación se apoye en una base razonable y sea congruente con el fin supremo del Estado.” Sentencia de 27 de septiembre de 2007, expediente 1201-2006 “…Esta Corte al analizar el principio de igualdad tributaria ha señalado que dicho principio es uno de los elementos inherentes a un tributo equitativo y justo, como los que deben integrar el sistema impositivo guatemalteco, a tenor de lo normado por el artículo 243 de la Constitución. En su manifestación más sencilla, la igualdad consiste en dar igual tratamiento impositivo a los contribuyentes que se encuentren en igualdad de circunstancias o condiciones. Es universalmente aceptado por la doctrina tributaria que el principio de igualdad no priva ni restringe la facultad del Estado para que, en ejercicio de su poder de imperio, establezca categorías de contribuyentes, afectándoles con diferentes tributos o grave determinadas actividades mientras exime otras, siempre que tales distinciones tengan una base razonable y respondan a una finalidad económica o social del Estado….” Sentencias de 18 de julio de 1991 dictada en los expedientes acumulados 42-91, 43-91, 52-91; y de 31 de julio de 2003 en el expediente 641-2003. “…en cuanto al derecho de igualdad, esta Corte ha establecido jurisprudencialmente que “el principio de igualdad, significa entonces un derecho a que no se establezcan excepciones que excluyan a unos de los que se concede a otros en iguales circunstancias” y, en ese mismo sentido, ha considerado, interpretando los alcances del artículo 4º constitucional, que “impone que situaciones iguales sean tratadas normativamente de la misma forma” y que “la igualdad ante la ley consiste en que no deben establecerse excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a otros en iguales circunstancias, sean éstas positivas o negativas; es decir, que conlleven un beneficio o un perjuicio a la persona sobre la que recae el supuesto contemplado en la ley… Lo que puntualiza la igualdad es que las leyes deben tratar de igual manera a los iguales en iguales circunstancias” Sentencia de 18 de junio de 2013, expediente 2959-2012 Sentencia de 14 de mayo de 2014, expediente 1051-2013 Proporcionalidad y progresividad: Los impuesto proporcionales se caracterizan por la uniformidad y constancia de los tipos impositivos, en tanto que el modelo es formalmente progresivo cuando el tipo impositivo crece al crecer la base imponible; cuanto mayor es la magnitud de valor del hecho imponible realizado, mayor es el tipo que se aplica. “…En la elaboración legislativa del tributo y como guía de justicia tributaria hay tres momentos importantes: la delimitación del hecho imponible, que se refiere a la aptitud abstracta para concurrir a las cargas públicas; la delimitación de la base imponible, que es la que orienta la fijación normativa a efectos de procurar la igualdad en razón del grado de capacidad contributiva de cada presupuesto objetivo; y, finalmente, la delimitación de la cuota tributaria, es decir, la regulación de las tarifas o alicuotas individuales. Es en esta última fase en la cual se trata de la capacidad contributiva específica, que consiste en la adecuación de la igual aptitud objetiva para concurrir a las cargas públicas… “…Se produce en la fase de delimitación de la cuota tributaria una relación que lleva a la igualdad ante la ley, para que la justicia se produzca en cada caso concreto y se alcance con ello la equidad. Derivado de lo anterior, es la capacidad contributiva específica (aptitud subjetiva comparativa) la que orienta la determinación concreta de la deuda tributaria en razón de las circunstancias personales de cada sujeto (subjetivación del tributo). “…Por sus características, el impuesto al valor agregado es un tributo ad valorem cuya base se expresa en términos monetarios y su tipo consiste en una fracción de la base impositiva; se pretende así asegurar su proporcionalidad, consiguiendo con ello ajustarlo a los requerimientos constitucionales de justicia y equidad. En consecuencia, no es inconstitucional el artículo 7 del Decreto del Congreso 60-94 que reformó el 10 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado (Decreto del Congreso 27-92).” Sentencia de 20 de marzo de 1996 y 5 de febrero de 2002, dictadas dentro de los expedientes 949-95 y 1131-2001. Inconstitucionalidad General Parcial: Expediente 775-2007. Contra el artículo 13 del Decreto 18-04 que adicionó la literal j) al artículo 39 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, Decreto 26-92, ambos del Congreso de la República de Guatemala. “Las personas, entes y patrimonios a que se refiere el artículo anterior no podrán deducir de su renta bruta… j) A partir del primer período de imposición ordinario inmediato siguiente al de inicio de actividades, el monto de costos y gastos del período que exceda al noventa y siete por ciento (97%) del total de los ingresos gravados. Este monto excedente podrá ser trasladado exclusivamente al período fiscal siguiente, para efectos de su deducción. Esta disposición no será aplicable a los contribuyentes que, a partir de la vigencia de esta ley, tuvieren pérdidas durante dos periodos de liquidación definitiva anual consecutivos” Motivo: “que no encuentran con base a la razón el porqué de la distinción, ya que no se basa en la utilidad neta o ganancia como parámetro de igualdad”. “El enunciado anterior, contenido en la literal del artículo cuestionado, no evidencia un trato desigual entre personas que son sujetos del impuesto, que puedan considerarse en igualdad de condiciones, en primer lugar, porque no es posible imponer cargas tributarias iguales a las personas que operan con pérdidas o con márgenes de ganancia mínimos, con aquéllas que muestran ganancias relativamente aceptables.” “El mero hecho de establecer una salvedad o excepción en la norma, no constituye un trato desigual injusto o discriminatorio entre personas de similares aptitudes; es una mera consideración para aquéllos que no obstante optar por determinado régimen tributario, operan con pérdidas reales en forma consecutiva y que han solicitado tratamiento especial en su caso en particular, interpretación concurrente con el criterio sustentado por este Tribunal en el sentido que: “…este principio de igualdad hace una referencia a la universalidad de la ley, pero no prohíbe, ni se opone a dicho principio, el hecho que el legislador contemple la necesidad o conveniencia de clasificar y diferenciar situaciones distintas y darles un tratamiento diverso, siempre que tal diferencia tenga una justificación razonable de acuerdo al sistema de valores que la Constitución acoge...” (Gaceta 24, expediente 145-92, sentencia del dieciséis de junio de mil novecientos noventa y dos).” Equidad y justicia tributaria Este principio se basa en que todas las personas tienen la obligación de contribuir al sostenimiento del Estado, en proporción a su capacidad económica, o sea en base a sus ingresos, y por lo tanto los impuestos tienen que ser justos, entendiendo por justicia, dar a cada quien lo suyo. Este principio tiene fundamento en lo que establece el artículo 135, inciso d) y en el artículo 243, ambos de la Constitución Política. Aplicado al sistema tributario. La equidad implica que cada contribuyente deberá aportar su justa parte para colaborar con el sostenimiento del gasto público. Principio de beneficio: (se remonta a época de Adam Smith) Cada contribuyente debe pagar en función del beneficio que recibe de los servicios públicos. En estos casos los beneficios pueden ser imputados a un usuario en particular. Principio de capacidad de pago: los contribuyente soportaran el gasto en la medida de su capacidad económica. (artículo 243 constitucional). “…En efecto, existe una prescripción constitucional que obliga a que los tributos al fisco sean justos y equitativos, por lo que, para cumplirla, los impuestos deben ser racionalmente calculados sobre indicadores o manifestaciones de la riqueza del obligado….El principio de justicia distributiva implica que nadie que tenga capacidad contributiva debe abstenerse de pagar impuestos, porque los mismos sirven para fines sociales y son necesarios para la subsistencia del Estado, y por esto la equidad concede universalidad al tributo.” Sentencia de 11 de septiembre de acumulados 886,887, 889, 944 y 945-96. 1996, Expedientes “…Para lograr un sistema justo y equitativo deben tomarse en cuenta las aptitudes personales y tomar en consideración las diversidades individuales de acuerdo a la capacidad económica personal de cada contribuyente; para esto el legislador debe fijar los parámetros que hagan efectivo este principio que limita el poder tributario del Estado, utilizando tarifas progresivas que establezcan tipos impositivos mínimos y máximos…” Sentencia de 24 de abril de 2008, expediente 775-2007 Principio de capacidad contributiva Capacidad contributiva: Es la aptitud de las personas para pagar tributos, es decir, la posesión de riqueza en medida suficiente para hacer frente a la obligación fiscal. Como principio es un límite del Estado a imponer cargas tributarias, el cual implica que sólo podrán establecerse las mismas cuando se produzca un acto, hecho o negocio que implique un índice de capacidad de pago. Doctrina mayoritaria reconoce como índice de capacidad contributiva: la renta, el patrimonio, el gasto, los incrementos patrimoniales (sucesiones, donaciones, premios de lotería, etc) La capacidad económica no siempre significa capacidad contributiva. “…Que si bien todo impuesto tiene que corresponder a una capacidad contributiva, la determinación de las diversas categorías de contribuyentes puede hacerse por motivos distintos de la sola medida económica de esa capacidad. El valor económico de los bienes que constituyen el objeto material del impuesto no determina por sí solo, y a veces no determina de ningún modo, las distintas categorías de contribuyentes, ni las que el régimen impositivo hace de los bienes gravados, y de la situación de los contribuyentes a su respecto. En estas determinaciones pueden intervenir factores que no son económicos o que lo son sólo indirectamente". Corte Suprema de Justicia de la Nación “….Para lograr un sistema justo y equitativo deben tomarse en cuenta las aptitudes personales y tomar en consideración las diversidades individuales de acuerdo a la capacidad económica personal de cada contribuyente; para esto el legislador, debe fijar los parámetros que hagan efectivo este principio que limita el poder tributario del Estado, utilizando tarifas progresivas que establezcan tipos impositivos mínimos y máximos, y a la vez, establecer exenciones que excluyan de la tributación a determinados sujetos y a determinados montos como mínimos vitales, y también debe contemplarse en la ley la depuración de la base imponible, excluyendo del gravamen, los gastos necesarios para poder producir la renta. El principio de capacidad de pago, también tiene como presupuesto la personalización del mismo…” Sentencia de 28 de septiembre de 1995, Expediente 167-95. “..esto significa la justa distribución de las cargas tributarias porque no todos los contribuyentes tienen las mismas condiciones para soportarlas y responder por el pago del tributo. Justicia tributaria y capacidad de pago están relacionadas y vinculadas al principio de igualdad tributaria…" Sentencia de 6 de agosto de 1991, expediente 34-91 Expediente 3240-2013, sentencia de 3 de julio de 2013. La palabra “terrestres” contenida en el artículo 5 del Decreto 1-2013 del Congreso de la República de Guatemala, Ley de Regularización Tributaria. “se decreta la reducción del Impuesto sobre Circulación de Vehículos Terrestres, Marítimos y Aéreos, contenido en el Decreto Número 70-94 del Congreso de la República y sus reformas, a efecto de que todos los contribuyentes que paguen dicho impuesto sobre los vehículos terrestres al estar vigente la presente ley, tengan una reducción del cincuenta por ciento (50%) sobre el monto del impuesto determinado” . “…Otro aspecto de relevancia en cuanto a la capacidad contributiva es el hecho de que esta debe alcanzar a todos los elementos del tributo que configuran su cuantía, es decir, aquellos que son necesarios para establecer el monto a pagar. Eso significa que la capacidad debe reflejarse no solo en el hecho generador, sino también en la base imponible y el tipo impositivo, lo cual conlleva a precisar que, al momento de analizar una figura tributaria, debe observase la realidad económica subyacente que la justifica, o sea el objeto de ese impuesto y, en concordancia con este, debe determinarse no sólo el hecho imponible, sino especialmente la base imponible y la tarifa impositiva; pues no sería útil una figura cuyo hecho imponible fuese acorde con los principios de justicia tributaria, pero en la que la dimensión que cuantificase ese hecho imponible se hubiese establecido en base a criterios ajenos a la realidad económica, o en la que la tarifa aplicada sobre esa base fuese desproporcionada…” “…Tomando en consideración lo anteriormente acotado, es factible concluir que, la “reducción” del impuesto, como base de recaudación, también debe responder al principio de equidad y justicia tributaria y, por ende, al de capacidad contributiva, pues la misma incide directamente sobre el monto del impuesto a pagar, que en el presente caso consiste en una disminución del pago del Impuesto Sobre Circulación de Vehículos Terrestres, Marítimos y Aéreos…” “…la palabra impugnada no produce violación a los principios constitucionales de igualdad y equidad y justicia tributarias por el solo hecho que la norma contemple que la reducción del referido impuesto únicamente beneficia a los contribuyentes que paguen el mismo sobre la circulación de los vehículos terrestres, pues el legislador, al ejercitar su potestad tributaria, tiene a su discreción seleccionar las circunstancias fácticas que originaron el beneficio fiscal, las cuales son reveladoras de la capacidad del sujeto pasivo, esto es, que fueron establecidas en función de la potencialidad económica de los propietarios de los diferentes tipos de vehículos, circunstancia que, además, fue también considerada para gravar de forma diferente ese impuesto, es decir, dependiendo de la categorización que la ley hace de aquellos (terrestres, marítimos y aéreos). “Por lo que en la fijación de la reducción relacionada, como base de recaudación, puede decirse que el legislador también tuvo como parámetro los índices de capacidad contributiva distintos entre los sujetos obligados al pago de dicho impuesto, dependiendo del tipo de vehículo, lo cual evidencia el nivel de “riqueza” disímil que hace presumir la propiedad de estos y que, en todo caso, es un signo externo de aquella, por lo tanto, la palabra “terrestres”, en referencia a los vehículos que son objeto de tal disminución de impuesto, no puede trasgredir los principios contenidos en los artículos 4º., 239 y 243 constitucionales.” Sentencia de 3 de julio de 2014, expediente 3240-2013 Principio de no confiscación Este principio prohíbe que se establezcan tributos que absorban la mayor parte o la totalidad de los ingresos de los contribuyentes, o bien, afecten al mínimo necesario o vital que cada sujeto pasivo necesita para afrontar sus necesidades básicas. El Principio se materializa con el reconocimiento del derecho a la no confiscatoriedad, e implica una protección que se traduce en términos de libertad en la esfera económica, y un limite de la intervención estatal en la obtención de recursos públicos. Prohibición a la doble o múltiple tributación El mismo se fundamenta en que dentro de un Estado no puede permitirse que un mismo hecho sea gravado dos o más veces en relación a un mismo sujeto activo de la relación tributaria. Es prohibido al sujeto con potestad tributaria, establecer tributos cuyos hechos generadores den nacimiento a más de una obligación tributaria. Se trata de evitar con este principio, castigar doblemente a los sujetos pasivos que intervienen en la realización de un acto. Artículo 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala “Hay doble o múltiple tributación, cuando un mismo hecho generador atribuible al mismo sujeto pasivo, es gravado dos o más veces, por uno o más sujetos con poder tributario y por el mismo evento o período de imposición” Expediente 2959-2013, sentencia de 18 de junio de 2013. “…Aprecia también el accionante que el primer párrafo del artículo 109 cuestionado, vulnera el artículo 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala, el cual consagra el principio de la prohibición a la doble o múltiple tributación, pues aunque el impuesto en cuestión se genera con la primera inscripción en el Registro Fiscal de Vehículos, lo que realmente grava es la importación de los vehículos automotores y ello ya está gravado por el Impuesto al Valor Agregado.” “…el segundo párrafo del artículo 243 de la ley fundamental establece que “Hay doble o múltiple tributación, cuando un mismo hecho generador atribuible al mismo sujeto pasivo, es gravado dos o más veces, por uno o más sujetos con poder tributario y por el mismo evento o período de imposición”, lo cual permite advertir que el constituyente fijó una estructura rígida en cuanto a la prohibición de doble o múltiple imposición, la cual se configura si concurren exactamente los supuestos establecidos en la ley suprema, siendo estos: i) coincidencia en cuanto al hecho imponible y sujeto obligado al pago; ii) originar la obligación de pago de dos o más impuestos, lo cual determina la doble o múltiple imposición, según sea el caso; iii) la carga impositiva puede ser fijada por uno o más sujetos con potestad tributaria; iv) y el pago debe darse por un mismo evento o período de imposición. En los mismos términos se pronunció esta Corte en fallo de veinte de marzo de dos mil doce, dentro del expediente ciento cuarenta y cinco – dos mil once… “…La prohibición establecida en el artículo constitucional comentado, es un límite a la potestad tributaria, por el cual el legislador no puede regular, sobre un mismo hecho imponible, normas con tipos impositivos, y de suceder esto el Tribunal constitucional, al verificar y ponderar las normas que fijan tales exacciones, sobre las cuales descansa la denuncia de inconstitucionalidad, deberá expulsar del ordenamiento jurídico la de creación más reciente y sobre la cual se motivó el planteamiento de la acción constitucional. Sobre la denuncia de inconstitucionalidad planteada y específicamente la confrontación entre el párrafo indicado y el artículo 243 de la ley suprema, se aprecia que la argumentación gira alrededor de los hechos generadores, tanto referente a la importación gravada por la Ley del Impuesto al Valor Agregado, como a la de la primera matrícula establecida en el Decreto 10-2012 del Congreso de la República, pues en cuanto a este último –indica el accionantelo que realmente grava es la importación. En cuanto al término importación este es aplicable principalmente en el ámbito del Derecho Aduanero, rama del derecho público que regula los principios, instituciones y normas jurídicas de las relaciones entre los Estados y los particulares que intervienen en la actividad aduanera, especialmente en el intercambio de mercancías en el comercio exterior. Por lo que en el referido ámbito, la importación, es el acto por medio del cual se introduce legalmente mercancías para su uso o consumo en el país…” …En ese sentido, toda persona que necesite importar mercancías a Guatemala, debe seguir los procedimientos y cumplir con los requisitos legalmente establecidos, en este caso la Superintendencia de Administración Tributaria es la encargada como autoridad aduanera, de ejercer la administración de los tributos que gravan el comercio exterior. Específicamente en cuanto a la obligación tributaria aduanera, esta nace, para el caso de los regímenes de importación o exportación definitiva, al momento de la aceptación de la declaración de mercancías, es decir cuando ocurre el hecho generador de los tributos, y esta se extingue por pago, compensación, prescripción, aceptación del abandono voluntario de mercancías, adjudicación en pública subasta o mediante otras formas de disposición legalmente autorizadas de las mercancías abandonadas y pérdida o destrucción total de las mercancías por caso fortuito o de fuerza mayor o destrucción de las mercancías bajo control aduanero. Y principalmente los elementos en que se basa la aplicación de los derechos arancelarios en el intercambio de mercancías son el arancel, el origen de las mercancías y el valor en aduana… “…Por lo anterior, esta Corte al analizar las disposiciones legales ordinarias que regulan los hechos generadores de las exacciones en cuestión, tanto el artículo 3 de la Ley Impuesto al Valor Agregado, como el 109 del Decreto 10-2012 del Congreso de la República, con el objeto de determinar la doble tributación denunciada, determina que esta no se configura dentro del modelo constitucional ya referido, pues los hechos generadores son distintos, pues por un lado el Impuesto al Valor Agregado se genera por la “importación” que, como se indicó, es el hecho de introducir legalmente mercancías al territorio guatemalteco y, por otro, la “primera inscripción”, para efecto del Impuesto Específico a la Primera Matrícula de Vehículos Automotores Terrestres, es el registro inicial en el Registro Fiscal de Vehículos de los vehículos automotores terrestres, con los datos necesarios para identificar tanto al vehículo como al propietario y lo cual trae como consecuencia la emisión de la primera matrícula; por lo que se puede concluir que el legislador observó la prohibición establecida en el artículo 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala, en cuanto a la doble imposición.