Decisiones judiciales que causan perplejidad El titular del JT48 Dr. Juan de Jesús Pérez, aplica de oficio en causas por infortunios laborales fundados en el derecho civil iniciados con posterioridad a la entrada en vigencia la ley 26.773, pero originados en eventos dañosos ocurridos con anterioridad a su sanción, el último `párrafo del articulo 4º de dicho cuerpo normativo, es decir se declara incompetente y ordena la remisión de la causa a la justicia civil. El criterio legal utilizado por este magistrado, que es el único caso que conozco hasta el presente, no se compadece con el texto legal íntegro del artículo 4ª de la Ley 26.773, donde la competencia civil dispuesta en el último párrafo de este artículo, está inescindiblemente unida al nuevo y cuestionado régimen de opción civil excluyente con renuncia al régimen tarifado, regulado en los primeros párrafos de ese mismo artículo 4°. La ley crea un proceso adjetivo que es accesorio del novedoso régimen sustantivo de opción, de modo que solo puede regir, para el supuesto de aplicación aquella pretensión de fondo, inaplicable para los eventos dañosos anteriores. El artículo 4º de la ley 26773 dispone que: Los obligados por la ley 24557 y sus modificatorias al pago de la reparación dineraria deberán, dentro de los quince (15) días de notificados de la muerte del trabajador, o de la homologación o determinación de la incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de este régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que se encuentran a su disposición para el cobro. Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran corresponder con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas de responsabilidad no serán acumulables. El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos sobre el evento dañoso. Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en este artículo. La prescripción se computará a partir del día siguiente a la fecha de recepción de esa notificación. En los supuestos de acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al derecho civil (el resaltado me pertenece). Conforme surge taxativamente del texto legal precedentemente citado, la competencia civil dispuesta en el último párrafo de este artículo 4° está indivisiblemente unida al nuevo y cuestionado régimen de opción civil excluyente con renuncia al régimen tarifado, regulado en los primeros párrafos de ese mismo artículo 4°. Es un estricto y excluyente reenvío de lo prescripto en el artículo 17 inciso 2 de la ley 26.773 que dice: A los efectos de las acciones judiciales previstas en el artículo 4 último párrafo de la presente ley, será competente en la Capital Federal la Justicia Nacional en lo Civil. Sólo puede aplicarse a los supuestos del nuevo régimen legal descriptos en el artículo 4°, es decir el de la opción excluyente con renuncia. El legislador de ninguna manera 1 dispuso la declinación de la competencia de la justicia nacional del trabajo a los infortunios laborales no comprendidos en el nuevo régimen legal. Ninguno de los cuatro párrafos de esa norma es aplicable a los hechos ocurridos con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley, incluido el último párrafo que incluye la remisión a la justicia civil. Por este motivo es insostenible el criterio de que pueda aplicarse retroactivamente en perjuicio de los damnificados que han sufrido infortunios con anterioridad a la vigencia de la norma, que entró en vigor para estos supuestos al octavo día corrido de la publicación de la misma, ocurrida el 26 de octubre de 2012 (arts. 3 y 24 del Código Civil). O sea que los infortunios acaecidos con anterioridad al 3 de Noviembre de 2012, se hallan amparados por el régimen más protectorio y favorable, conforme la jurisprudencia del Supremo Tribunal de la Nación en los precedentes “Aquino” y “Llosco”. Esto es así, porque la Ley 26.773 tiene solo dos normas que se apartan del criterio general precedentemente comentado que son los incisos 5 y 7 del artículo 17 referidas a las prestaciones en especie y en dinero y las prestaciones por gran invalidez. La ley 26773 no puede aplicarse, ni en lo sustancial, ni en lo procesal retroactivamente. El criterio, que parece sustentar el pronunciamiento del Dr. Pérez, es que tratándose de una norma procesal, la misma debe aplicarse en forma inmediata. Pero no es esa la discusión, cuando la norma adjetiva y de fondo provienen del mismo instituto normativo: el aberrante articulo 4ª (el 4 x 4 - Duarte dixit-). Es decir el principio de que las normas procesales se aplican en forma inmediata y no admiten retroactividades no es el supuesto del artículo 4º in fine de la ley 26.773. En efecto, el artículo 4º crea un nuevo sistema de opción civil excluyente que no existía, ni legal, ni pretorianamente con anterioridad Al no aplicarse el nuevo régimen de fondo a estas causas, tampoco es admisible aplicar el régimen procesal propuesto por la nueva norma, de diferir su dilucidación a la Justicia Nacional en lo Civil. Una acción que interpone un trabajador fundado en el derecho civil, con anterioridad a la vigencia de la ley 26.773, no es la acción del artículo 4º, sino la fundamentada en Aquino y Llosco y demás fallos de la Corte Suprema Esta afirmación es coherente con lo dispuesto con la inveterada y reiterada jurisprudencia de la CNAT. en los Fallos Plenarios 277 de la CNAT en: “Villamayor, José Domingo c/La Franco Argentina S.A.” del 28 de febrero de 1991, donde se dispuso que la reforma dispuesta por la ley 23643 al art. 8 de la ley 9688, no es aplicable a los infortunios laborales ocurridos con anterioridad a la fecha de su vigencia y en la causa plenaria “Prestigiacomo, Luis C/Haroldo Pinelli S.A.” del 19 de mayo de 1981 se dispuso que: La ley 21034 no es 2 aplicable a los accidentes anteriores a su vigencia, aun cuando la incapacidad de ellos derivada se haya consolidado con posterioridad. En sentido coincidente con lo que aquí se sostiene se ha pronunciado en reciente dictamen el Dr. Alejandro Peruggini, titular de la Fiscalía Nro. 7, en dictamen de fecha 8 de noviembre de 2012, en los autos “Lucero Rene c/ Prevención Art S.A. y otros s/ Accidente- acción civil”, expte. Nro.51.816/12, Juzgado Nro. 16, Dictamen Nro. 23.872, señalando que: “En términos generales, la competencia de este tipo de acciones ha sido admitida por la vigencia de la regla contenida en el art. 20 de la L.O. y la decisiva incidencia de normas de derecho del trabajo en los términos del art.21 inc. a) de la L.O. En lo que refiere a la ley 26.773, el accidente objeto de las presentes actuaciones es anterior a su sanción, y si bien es cierto que, pese a ello, podría argumentarse que las normas procesales son de aplicación inmediata, aún a las causas en trámite y con abstracción de la fecha en que pudieran haber tenido lugar los hechos objeto de juzgamiento, considero que tal principio no resultaría de aplicación en casos que, como el presente, se verifica la circunstancia señalada precedentemente ,dado que los términos del novel cuerpo legal dejan en claro que la modificación de la regla de competencia acompaña la pretensión de alterar los términos y parámetros de juzgamiento sustancial del propio hecho, al punto que se dispone, en decisión cuya regularidad no resultaría objeto de las presentes actuaciones, que a las acciones civiles que se habilitan a partir del dictado de la norma, se les aplicará la legislación de fondo, de forma y los principios correspondientes al derecho civil (art .4to).En tales condiciones, y conforme lo dispuesto en el art. 20 de la L.O., considero que nada cabe objetar en la instancia respecto de la competencia del tribunal”.Esperemos que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo encamine en el sentido interpretativo protectorio que estamos exponiendo estas decisiones que, por lo menos en el caso personal, está recurrida. 3